Apuntes Tarea 2
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Lecturas:
Dosse
El historiador ejerce un verdadero sacerdocio. Es el encargado de descubrir el
sentido de la vida de los ancestros desaparecidos. De tal modo, presta su pluma a
los muertos para que confiesen el secreto de su muerte. El historiador tiene,
entonces, el poder de resucitarlos al develarles el enigma de su vida pasada
5 En consecuencia, Michelet se plantea una ruptura total con la historia del tipo de
las crónicas, condenada, a su juicio, al tartamudeo. Su ambición es totalizadora y
aspira a permitir la resurrección de la vivencia que es al mismo tiempo una
declaración de amor a la nación francesa: “Pues bien, Francia mía, la grande, si
para recuperar tu vida fue preciso que un hombre se entregara y cruzara y recruzara
tantas veces el río de los muertos, él se consuela con ello e incluso te lo agradece.
Y su mayor pesar es tener que abandonarte aquí”.36
Jablonka
Los detalles caprichosos de los que rebosa la descripción de los francos, inspirada
en Tácito y Sidonio (guerreros bañados en sudor y cubiertos con pieles de osos,
ojos que ruedan en medio de la sangre, cánticos de muerte), tienen tal poder de
evocación, testimonian un sentido tan grande de la dramatización, que el relato se
toma con ello no solo verosímil, sino también vivo. Es la "resurrección” del pasado,
como Michelet la llevará a la práctica algunas décadas después.
“Mi vida estuvo en este libro, transcurrió en él”, escribe Michelet en el prefacio de
1869 que cierra su gran obra. El arte del historiador es profundamente personal, lo
que no quiere decir arbitrario. Quien se manifiesta es el hombrecreador, y quien
actúa, se lanza a la batalla y da su vida para reanimar a los muertos es el
hombre-historiador. Esto hace del historiador romántico, una vez más, un escritor,
movido por su sensibilidad y que encuentra en sí mismo la coherencia de su obra
FUENTES
En cuanto a Michelet, dirige la sección histórica de los Archivos Nacionales. Gran
erudito, devorador de archivos, descubridor de documentos inéditos, utiliza fuentes
muy diversas en su Histoire de France, así como en la Historia de la Revolución
Francesa y la precoz Histoire romaine (1831): suelos, paisajes, inscripciones,
medallas, manuscritos, impresos raros, textos legislativos, actas de procesos,
cuadernos de quejas.
Bourde
Para los partidarios de la «Nueva Historia», Michelet constituye una referencia ritual
obligada, puesto que se había consagrado a la «resurrección del pasado integral».
Pretendió ser portavoz de una historia otra, diferente, apta para hacer hablar a los
«silencios», que diera amplio espacio a las pulsiones irracionales. Ser un
«resucitador», recrear la vida misma, constituye la ambición suprema de cualquier
historiador después de haber dedicado su vida a la investigación ERUDIA
HEGEL A pesar de tan atractiva proclama, los actores de Michelet «flotan» un tanto
«en el aire», en los espacios vaporosos de la mística republicana, como la Francia
«hija de la libertad» (p. 20). Esta última expresión nos incita a evocar e l tr a b a jo s
o b r e s í m is m a (p. 18) de toda sociedad que, según Michelet, constituye el
propio movimiento de la historia, cuya concepción es para él esencialmente
dinámiCA
Bibliografía
ejemplo: Berlin, I. (2015) Las raíces del romanticismo. Buenos Aires: Taurus.