151-Texto Del Artículo en Fichero MS Word (Obligatorio) - 150-1!10!20071107
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RESUMEN
ABSTRACT
Mastodont fossil remains from Chile are described and discussed fram a taxonomic
point of view. A single species must be considered: Cuvieronius hyodon (Fischer) for the
Late Pleistocene of Chile. Sorne of its characteristics are analysed and compared with
those of other mastodonts from different localities in South America. Paleoecological
considerations are revised and potential migration routes from the north, towards the
Chilean territory, are also discussed.
Key words: Gomphotheriidae, Cuvieronius hyodon, Taxonomy, Distribution, Late Pleistocene,
Chile.
* Sección Paleontología. Museo Nacional de Historia Natural. Casilla 787. Santiago (Chile). [email protected].
** Departamento de Paleobiología. Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC. José Gutiérrez Abascal, 2. 28006 Madrid
(España). [email protected].
198 . D. FRASSINETTI, M. T. ALBERDI
de que varias localidades correspondan a niveles ponde al término del Glaciar tardío e inicio de
paleoindios de cazadores-recolectores, ha permitido Holoceno. Las condiciones climáticas durante este
tener datados algunos de estos niveles, en general, período eran relativamente más cálidas y más secas
situados entre 13.000-10.000 años AP. Los restos a modo de un microhábitat más favorable. Esta ocu-
chilenos de Gomphotheriidae corresponden prácti- pación paleoindia es contemporánea a la de Tagua-
camente todos al Pleistoceno superior o Lujanense, tagua (Casamiquela, 1970; Montané, 1968b; Núñez
tanto los provenientes de sitios de caza como los el al., 1987) por la similitud de la fauna y la adapta-
hallazgos puntuales. ción lacustre, si bien tanto en Quereo 1 como en
El objetivo primordial de este trabajo es relacio- Quereo 11 los restos de mastodontes son muy esca-
nar e identificar taxonómicamente los restos de sos mientras que en Taguatagua son los elementos
Gomphotheriidae en las distintas localidades chile- dominantes.
nas, así como situarlos paleogeográficamente, y tra- El sitio de Taguatagua se ubica en un área cerca-
tar de deducir sus posibles vías migratorias y condi- na a la Cordillera de la Costa. En el Miembro 6 se
ciones paleoecológicas. identificó un paleosuelo, a 2,67-2,35 m de la super-
Así como de los hallazgos puntuales de masto- ficie, donde se encontraban los restos de fauna
dontes hay pocos datos geológicos, los sitios paleo- extinta asociada a artefactos líticos diagnósticos, sin
indios están mejor conocidos, y es importante aquí perturbaciones estratigráficas. Las dataciones de 14C
incidir en ellos. están entre 11.000 y 11.380 Y los restos de fauna
La Formación Quebrada de Quereo (Pleistoceno son abundantes, sobre todo mastodontes (Montané
superior-Holoceno) está constituida por capas hori- 1968a, 1976; Casamiquela, 1976; Casamiquela el
zontales a subhorizontales, con espesores en tomo a al., 1967). Nuevas dataciones, en Núñez el al.
15-20 m en los sectores del Graben, que se reduce a (l994b: 513) señalan una edad global para el sitio
4 ó 5 m en la zona de excavación. La parte superior de Taguatagua entre los 11.000 y 10.000 años AP.
está formada por arenas con rodados, a los que se El paleosuelo donde debió tener lugar el despiece
superponen arenas con bloques y cascajos angulo- estuvo sometido a condiciones subaéreas, cuando el
sos. Por encima de éstos, en la parte más alta de la lago se restringió hacia el centro de la cuenca,
secuencia se observan calizas y arenas. Núñez el al. durante el dominio del clima templado a cálido con
(1994a) reconocen seis miembros de mayor a escasas lluvias.
menor antigüedad. El Miembro 1 formado por are- En la playa lacustre-pantanosa debió ocurrir la
nas grises con algunos rodados, restos de moluscos caza y despiece de por lo menos mastodonte y caba-
dulce-acuícolas y marinos asociados a huesos de llo, cuyos restos quedaron asociados a fauna depre-
megafauna. El Miembro 2 compuesto de arenas dadora. La existencia de una cubierta vegetal com-
arcillosas grises a pardas. El Miembro 3 constituido puesta de un sensible crecimiento de Chenopodia-
por arenas pardas con bloques y cascajos angulosos, ceae-Amaranlhaceae, indica la existencia de un
se asocia en la zona del techo, a restos de megafau- clima cálido y seco, con intervalos de desecación y
na e indicios de intervención humana. El Miem- bajo nivel del lago (Varela, 1976; Heusser, 1983). A
bro 4 de calizas blancas con intercalaciones de tur- la vez, se advierte una baja presencia o descenso de
bas y arenas. El Miembro 5 está constituido por NOlhofagus, acorde a una baja presencia de com-
calizas turbosas con intercalaciones de turbas puras. puestas y gramíneas, lo cual parece indicar que
El Miembro 6 constituido por arenas y turbas (Vare- decreció la humedad y aumentó la temperatura en
la, 1979, 1981). relación con los valores actuales.
Algunas consideraciones paleogeográficas indi- La Formación Monte Verde constituye la parte
can que hubo una regresión del mar seguida de un superior de un relleno Cuaternario del Valle central,
ascenso del nivel que posteriormente descendió. y está restringida a los alrededores del sitio arqueo-
Fue durante este evento que se inició la deposición lógico. Está formada por 6 estratos (MV-l a MV-6,
del Miembro 1 de la Formación Quereo dando lugar Dillehay, 1989) y se caracteriza por niveles some-
a una discordancia deposicional del techo del ros, de alrededor de 1-1,2 m; hay falta de continui-
Miembro litoestratigráfico 1, Ybase del Miembro 2, dad de los estratos a lo largo de la formación, mez-
que originó un ecorrefugio o microhábitat que dio cla de clastos, restos orgánicos y sedimentos quími-
lugar a lo que se conoce como nivel Quereo 1 data- cos; alteraciones e interdigitaciones en las facies.
do entre 11.600 y 11.400 años AP (Núñez el al., Dos miembros fueron definidos, separados por una
1994a). discordancia erosiva. El nivel de Monte Verde 11
La ocupación paleoindia del nivel Quereo 11 que datado alrededor de 13.000 años AP es un momento
tuvo lugar durante la deposición del techo del de tiempo en el que han ocurrido importantes cam-
Miembro 3 y su discordancia, está datada por radio- bios tanto desde el punto de vista de la geología
carbono entre 11.100 y 9.370 años AP que corres- como de la palinología (clima).
REVISION y ESTUDIO DE LOS RESTOS FOSILES DE MASTODONTES DE CHILE 199
_ - . , / - - Parral •
Prácticamente todos los restos considerados en este estudio
están depositados en las colecciones del Museo Nacional de
37°
Historia Natural, Santiago, Chile (SGO.PV) y proceden de
hallazgos puntuales y excavaciones antiguas, excepto los sitios _---',,..--- Estero de Coyaneo •
de caza de Taguatagua. En las cuevas de la Patagonia austral no
se han encontrado restos de mastodontes. Los materiales en
estudio son los siguientes: -----,f--- Alto de Boroa •
39°
Taguatagua, provincia de O'Higgins: SGO.PV.I: varios
fragmentos de huesos y mandíbulas: le M3 izquierdo; lc frag- - - f - - - Rio Bueno.
mento de hemimandíbula con restos de MI y M2; lb frag-
mento de hemimandíbula con sínfisis incluida y 1 fragmento 41°
de molar; Id fragmento de maxilar con restos de molar; y
varios fragmentos de huesos entre ellos un fémur izquierdo Monte Verde.? _---..,~, __
adulto. SGO.PV.lO: 1 atlas entero. SGO.PV.13: varias series
juveniles: 13a fragmento de hemimandíbula izquierda con M3 Chiloé
muy estropeado; 13b una hemimandíbula izquierda con MI y 43°
M2; 13c fragmento de hemimandíbula izquierda con los dien-
tes muy alterados; 13b maxilar con MI y M2 derechos e
izquierdos, podrían corresponder al mismo animal que la
hemimandíbula 13b. SGO.PV.41: defensa de proboscídeo
prácticamente entera en sala de Exposición. SGO.PV.46: frag-
mento de defensa; un fragmento de hemimandíbula derecha Fig. l.-Distribución geográfica de los restos de mastodontes
con restos de M3; un fragmento de radio. SGO.PV.47: varios de las localidades chilenas consideradas en este trabajo:
dientes sueltos, algunos fragmentarios: 4 M2 Y 6 M3.
SGO.PV.48: varios huesos en su mayoría fragmentarios: 3
• Cuvieronius hyodon; *
cf. Cuvieronius hyodon;. Gompho
theriidae indet.
200 D. FRASSINETTI, M. T. ALBERDI
fragmentos de pelvis que conservan el acetábulo; extremo api- Chacabuco, SGO.PV.45: restos fragmentarios indetermina-
cal de defensa; fragmento de hemimandíbula izquierda que bles de vértebras y huesos largos, un fragmento de defensa de
conserva P4 y MI; fragmento de articulación de escápula; unos 50 cm, dos colinas de un M3 inferior.
fragmento de radio; fragmento de tibia sin articulación proxi- Cía Minera El Roble: SGO.PV.54: M3 superior derecho.
mal; un fragmento proximal de húmero. SGO.PV.49: varios Los Vilos, al N de Tierras Blancas: SGO.PV.267: mandíbula
huesos algunos fragmentarios: fragmento de M3, cabeza de prácticamente entera con M2 y M3 derechos e izquierdos, un
fémur, fragmento de fémur con articulación distal, fragmento húmero prácticamente entero.
extremidad distal de húmero, varias vértebras y costillas frag- Catapilco, La Ligua, Aconcagua: SGO.PV.142: varios hue-
mentarias, una rótula, dos metatarsos, Mclll y McV, que pare- sos de tarso y carpo: 2 metatarsianos, 5 fragmentos de metacar-
cen del mismo individuo. SGO.PV.241: fragmentos de crá- pianos (?), 2 falanges, un semilunar, un unciforme y un trape-
neo: un fragmento bastante deformado, conserva las series zoide.
dentarias con P4 y M 1 pero, el otro fragmento conserva restos Cerrillos, Santiago: SGO.PV.297: fragmento de núcleo de
del orificio y los cóndilos occipitales y parte del cráneo tan defensa recta de unos 60 cm de longitud.
aplastada y deformada que es imposible extraer información. Chorro de la Vieja, Colchagua: SGO.PV.300: fragmento de
SGO.PV.242: fragmento de tibia con articulación proximal. pelvis con el acetábulo y el inicio de las ramas, y un fragmento
SGO.PV.243: pelvis prácticamente entera si bien los bordes de axis.
están alterados. SGO.PV.244: varios fragmentos de huesos Paredones, Colchagua: SGO.PV.308: dos fragmentos de
del esqueleto apendicular: fragmento de cabeza de fémur, un ramas mandibulares, derecha e izquierda sin restos de dien-
astrágalo, una articulación distal de fíbula, un metápodo juve- tes, sólo alvéolos. SGO.PV.309: fragmento de articulación
nil, un entocuneiforme (¿), varios sesamoideos. SGO.PV.247: proximal de fémur derecho, 2 cuerpos vertebrales y fragmen-
v~rtebras. SGO.PV.248: una clavícula bastante completa. tos de costillas; un trozo de hemimandíbula con M3 derecho.
SGO.PV.688: mandíbula sin ramas ascendentes con P4 y MI SGO.PV.310: restos de pequeños fragmentos indetermina-
derechos e izquierdos. SGO.PV.686: mandíbula juvenil con bles: un fragmento de hemimandíbula sin dientes, un resto de
D2-D3 o P2-P3. SGO.PV.687 tibia izquierda. Además, restos vértebras, fragmento de fémur derecho, articulación proxi-
de esqueletos juveniles, la mayoría sin las articulaciones, mal, dos del carpo, y fragmentos pequeños de esmalte de
tibia, fémur, húmero, varios cuerpos vertebrales y fragmentos diente.
de costillas. Alto de Boroa, Temuco: dos hemimandíbulas derecha e
Limahuida, río Choapa. SGO.PV.40: dos molares, un MI y izquierda con sus correspondientes M3 depositadas en el
un M2, del Museo Arqueológico de La Serena. El M I está Museo Regional de la Araucanía, Temuco (figurados en Frassi-
completo y el M2 conserva dos colinas enteras.
Tierras Blancas, La Ligua, Aconcagua: SGO.PV.8: un cráneo
r
netti, 1985, figs. 1-2 Frassinetti y Salinas, 1986).
Casablanca: un M derecho, depositado en el Museo de His-
incompleto con M2 y M3 derechos e izquierdos, que conserva toria Natural de Valparaíso.
también ambas defensas. SGO.PV.7: las extremidades posterio- Monte Verde: 8 fragmentos de dientes y multitud de frag-
res derecha e izquierda prácticamente enteras: fémur, tibia, mentos óseos (Dillehay, 1989).
fíbula, calcáneo, astrágalo y fragmentos de otros huesos del Quereo: fragmentos escasos de mastodonte de los niveles
tarso y un carpo prácticamente entero con los metacarpos y Quereo I y Quereo 11 (Núñez el al., 1983).
falanges. SGO.PV.9: atlas completo. SGO.PV.12: fragmento de Desde el punto de vista de la metodología hemos selecciona-
rama mandibular derecha que conserva M2 y M3. SGO.PV.25: do una serie de medidas y caracteres dentarios a partir de Tassy
fragmento de sínfisis mandibular. SGO.PV.42: fragmentos (1983) Y Boeuf (1992) para obtener aquellos que nos permitan
varios indeterminables, incluida una cabeza de fémur. comparar y contrastar las diferencias y semejanzas de la denti-
SGO.PV.56 y SGO.PV.57: consta en catálogo que son restos de ción de estas formas. Debido a que los restos más representati-
tarso y carpo por un lado y una defensa por otro, sin embargo vos y numerosos son los dientes, los someteremos a un análisis
todos son fragmentos indeterminables. SGO.PV.235: fragmen- de componentes principales (PCA) y un discriminante (DA)
tos dentarios de un posible M2 (?). que posibilite extractar las diferencias o semejanzas entre los
Cachagua, Aconcagua: SGO.PV.3: cabeza de fémur, parece mastodontes de Chile en sus distintas localidades, e incluso su
algo más pequeña que los restos que tenemos de Tierras Blan- comparación con otros restos de América del Sur, como son los
cas y Taguatagua. procedentes de Bolivia (Tarija), Ecuador y Guatemala. Los res-
Parral, Cauquenes: SGO.PV.15: fragmentos de dientes, sólo tos del esqueleto apendicular, al no ser significativos a nivel
un M3 se conserva identificable. SGO.PV.16: rama mandibular taxonómico, no se incluyen en los análisis. Los detalles sobre el
derecha donde se observan los alvéolos de M2 y M3. análisis discriminante se pueden encontrar en Marcus (1990) Y
SGO.PV.17: varios restos dentarios, sólo uno entero de M3 Reyment (1991). Este nos puede permitir evaluar si existen o
inferior derecho (l7a). SGO.PV.18: fragmento de escápula que no, diferencias significativas entre ellos.
sólo conserva la cavidad glenoidea. SGO.PV.19: fragmento de
M3 inferior derecho que le falta la primera colina. SGO.PV.55:
dos fragmentos de molares, uno con las dos últimas colinas y
otro que corresponde a una colina que podría ser la primera Descripción paleontológica
colina de un M3.
Estero de Coyanco, Laja: SGO.PV.20: fragmentos de costi- Familia Gomphotheriidae Cabrera, 1929
llas y de vértebras. Subfamilia Anancinae Hay, 1922
Lagunillas, Valparaíso: SGO.PV.22: dos fragmentos de dien- Género Cuvieronius Osbom, 1923
te: un talón de un M3 y un fragmento de colina. Cuvieronius hyodon (Fischer, 1814)
Malloco, Santiago: SGO.PV.26: son tres fragmentos de
hemimandíbula sin restos de molares: uno conserva la sínfisis y Sinonimias:
el inicio de la rama derecha; otro fragmento conserva las hue- Ver Prado el al. (en prensa).
llas de raíces correspondientes a un diente de tamaño grande; el Especie Tipo: Cuvieronius hyodon (Fischer, 1814, pág. 341).
tercer fragmento corresponde a una hemimandíbula con un Tipo: M2 figurado por Cuvier (1806, pI. 11, fig. 1), proceden-
alvéolo de un posible MI. te de Imbabura (Norte de Ecuador).
Algarrobo: SGO.PV.27: fragmento de vértebra incompleta. Distribución estratigráfica: los restos más antiguos conocidos
Melipilla: SGO.PV.28: una colina de diente y fragmentos de de América del Sur proceden del Pleistoceno inferior-medio de
huesos. Imbabura. Los más recientes de Pleistoceno superior de Tibitó
San Pablo de Tramalhué, Osomo: SGO.PV.43: un M3 supe- en Colombia, y Taguatagua y Monte Verde en Chile.
rior izquierdo. Distribución Geográfica: Cuvieronius hyodon está presente
Río Bueno, Valdivia, SGO.PV.44: un M3 inferior izquierdo. en América del Sur desde Colombia al Norte hasta Monte
REV¡SION Y ESTUDIO DE LOS RESTOS FOSILES DE MASTODONTES DE CHILE 201
Lám. l.-Molares. M2 y M3. de CIII';eronills "yodon presenles en las localidades chilenas del Plcisloccno superior.
Fig. 1.-SGO.PV.12. Tierras Blancas: rama mandibular izquierda con M2 y M3. Fig. 2.--8GO.PV,47h. Tagualagua: M2 mferior
izquicrdo. rig. 3.--8GO.PV,47k, Tagualagua: M2 inferior derecho (¡,). Fig. 4.--8GO.PV.44. Río Bueno: M3 inferior izquierdo.
Fig. 5.-SGO.PV.17a. Parral: M) inferior izquierdo. Fig. 6.-SGO.PV.267. Los Vilos: serie inferior derecha con M2 y M).
Fig. 7.--SGO.PV.13b. Tagu:uagull: serie inferior izquierd:l con M I Y M2. FiJl. 8.--SGO.PV.le. Tagu:llagua: M3 superior izquier-
do. Fig. 9.--SGO.PV,43. San Pablo de Tramalhué: M3 superior izquierdo. Flg. IO.-SGO.PV.8. Tierras Blancas: maxilar con M2
y M3 derechos e izquierdos. Fig. 11.-5GO.rV,45. Chacabueo: dos colinas de un M3.
202 D. FRASSINETTI, M. T. ALBERDI
Tabla l.-Dimensiones, en milímetros, de los MZ, superiores e inferiores, de Gomphotheriidae de Chile. LT = longitud
máxima del diente; 11" =anchura máxima de la primera colina; IZ" =anchura máxima de la segunda colina; 13" =anchura
máxima de la tercera colina; T =talón; 1m =línea media; cc =cónulos centrales; A =ángulo formado por los conos
externos e internos; C =presencia de cemento; c. =conelete/s; rob = robusto
Verde en el Sur de Chile. Los datos más importantes provienen talón, una cierta inclinación entre los conos externos y los inter-
de Colombia (Tibitó y Mosquera), Ecuador (volcán de Imbabu- nos, formando un ángulo, que no llega a los niveles de una ver-
ra, Río Chiche y localidades situadas en los Andes ecuatoria- dadera ananco'idia que observamos en algunos restos brasileños.
nos), Bolivia (Ulloma y Tarija), y Perú (Tirapata; Cabrera En la mayoría de los dientes muy desgastados, y variando de
1929; Boule y Thevenin, 1920; Hoffstetter, 1952; Simpson y unas poblaciones a otras, se observa una capa de cemento impor-
Paula-Couto, 1957; Correal Urrego, 1981; Alberdi y Prado, tante rellenando los valles e incluso cubriendo los cónulos.
1995; Ficcarelli et al., 1995). Los registros más importantes de Las defensas tienen una alta variabilidad en las proporciones
Chile son los de Taguatagua, La Ligua y Chillán en el centro de de tamaño y forma y también en la presencia o ausencia de
Chile y Monte Verde en el Sur (Casamiquela, 1972, 1976, banda de esmalte, dentro de una misma localidad.
1999; Casamiquela y Dillehay, 1989; Dillehay, 1989, 1997; Los restos de cráneos y de mandíbulas no son numerosos, y
Casamiquela et al., 1996). Burmeister (1867) y Siroli (1954) sólo en algunos yacimientos, como es el caso de Taguatagua,
citan algunas localidades en el noroeste de Argentina. disponemos de numerosas muestras de mandíbulas de tamaños
Diagnosis: cráneo comparativamente más bajo y alargado muy distintos, relacionadas con las edades de los animales, que
que en Stegomastodon. Mandíbula brevirostra con dientes nos permitirán llevar a cabo un estudio de la variabilidad de los
bunodontos. Los dientes intermedios (P4, M I Y M2) son trilo- mismos con la edad. De la misma manera son escasos los yaci-
fodontos con dibujos en forma de trébol en la superficie oclu- mientos que han suministrado restos correspondientes al esque-
sal. Las cúspides externas e internas presentan una ligera alter- leto apendicular.
nancia sobre las colinas posteriores de M3 (con 41/2 a 5 coli-
nas), que dan lugar a la inclinación de unos cónulos respecto a Descripción del material
otros. Sólo defensas superiores, de sección subcircular, con
cierta torsión a lo largo de su longitud y con banda de esmalte Cuvieronius hyodon (Fischer, 1814)
que sigue la espiral y suele persistir en adultos. Los alvéolos de
las defensas se presentan más o menos divergentes. Taguatagua.
Descripción: los restos dentarios de esta especie indican una Las mandíbulas son todas brevirostas. Observamos que tanto
gran uniformidad desde el punto de vista morfológico y una P4 como MI detentan los mismos caracteres que M2, son trilo-
gran variabilidad en tamaño. Todos son claramente bunodontos fodontos, presentan línea media, cónulos centrales que cierran
presentando división binaria o ternaria de los conos principales; los valles y con el desgaste pasan a formar parte de los dibujos
generalmente los conos externos en superiores e internos en de desgaste. La única diferencia radica básicamente en la talla.
inferiores son los que suelen exhibir división ternaria con más P4 es considerablemente más pequeño y MI sólo ligeramente
frecuencia. La línea media bien marcada, sólo se pierde en más pequeño que M2.
aquellos dientes cuyo desgaste está muy avanzado (animales La diferencia que se observa entre los molares intermedios,
viejos) y los cónulos centrales se sitúan en el borde más desgas- P4, MI Y M2, Y los últimos molares (aparte de los números de
tado de la línea media (externos en inferiores e internos en colinas), es que en los primeros no se detecta el ángulo forma-
superiores); éstos forman parte de los dibujos de desgaste que do entre conos externos e internos, mientras que, en los M3
en todos dan lugar a figuras características denominadas «tre- suele formarse un ligero ángulo en la colina 4: y algunas veces
boladas», siempre más complicadas en el lado que incluye los también en la 5." o última colina, sin llegar a una verdadera
cónulos centrales. Los dientes intermedios MI y M2 (incluso anancoidia. Este ángulo suele ser bastante abierto en la 4: coli-
los P4 que se observan) son trilofodontos, con 3 colinas com- na y un poco más cerrado en la 5: colina, en su caso. Entre los
pletas y en los M2 presentan un talón robusto formado por dos restos de M3 de la localidad de Taguatagua observamos que los
coneletes fuertes. En algunos se observan cónulos laterales en ángulos varían entre 125 0 y 162 0 en la 4." colina y entre 119 0 y
los valles. 128 0 en la 5: colina; sólo un ejemplar presenta ángulo en la 3:
Los M3 tienen 4 colinas y media y un talón más o menos colina y bastante abierto, 155 0 , que corresponde a un M3 del
desarrollado en superiores y casi 5 colinas y un talón también que sólo se conservan dos colinas y el talón. Todos tienen cla-
robusto en inferiores. Los dientes superiores son más cortos y ramente marcada la línea media y definidos los cónulos centra-
más anchos que los inferiores. Los M3 en general presentan les; presentan cíngulo mesial con desarrollo lingual en superio-
todos cíngulo mesial que suele prolongarse externa (en inferio- res y bucal en inferiores, siendo en general variable. Todos pre-
res) o internamente (en superiores), llegando en algunos casos sentan figuras de desgaste treboladas en las cuales quedan invo-
hasta el talón. En los últimos molares (M3) se observan en las lucrados los cónulos centrales. Sólo en algunos se observan res-
últimas colinas 4. 0 y 5. 0 , ó 4. 0 Y 1/2 colina, o incluso sobre el tos de cemento en los valles.
REVISION y ESTUDIO DE LOS RESTOS FOSILES DE MASTODONTES DE CHILE 203
Tabla 2.-Dimensiones, en milímetros, de los M3, superiores e inferiores, de Gomphotheriidae de Chile. LT = longitud
máxima del diente; 110 = anchura máxima de la primera colina; 12° = anchura máxima de la segunda colina; 13° = anchura
máxima de la tercera colina; 14° = anchura máxima de la cuarta colina; 15° = anchura máxima de la quinta colina en su
caso; T = talón; 1m = línea media; cc = cónulos centrales; A = ángulo formado por los conos externos e internos;
C = presencia de cemento; c. = conelete/s; Red = reducido; Gr = grande
Entre los restos del esqueleto observamos una variación de Parral, Cauquenes.
tamaño considerable, que está en relación con la edad del indi- Este material aunque no es muy numeroso, presenta los mis-
viduo. mos caracteres que los de las dos localidades anteriores con
En cuanto a las defensas, el ejemplar SGO.PVA1 presenta cíngulo mesial claro y variable lateralmente, línea media clara
una clara banda de esmalte rodeando prácticamente su parte y cónulos centrales formando parte de las figuras treboladas de
central, su longitud es de unos 145 cm. Los otros dos restos de desgaste, el ángulo entre conos externos e internos en la 4."
defensas procedentes de Taguatagua no conservan ningún resto colina está entre 126° y 136°. Restos de cemento.
de banda de esmalte, si bien son fragmentos grandes y corres- San Pablo de Tramalhué, Osorno.
pondientes a las mismas zonas de la defensa. Un M3 superior muy pequeño en talla, el menor de los cono-
Tierras Blancas, La Ligua, Aconcagua. cidos procedentes de localidades chilenas. No obstante, su talla
El cráneo, SGO.PV.8, tiene las defensas muy robustas, sin entra dentro de la variabilidad de una población tan rica en res-
banda de esmalte y conserva sólo el maxilar con M2 y M3 tos de molares, como es la de Tarija, Bolivia (tabla 2). Su mor-
derechos e izquierdos y las defensas muy robustas y bastante fología es idéntica a la del resto de las localidades previas. Este
rectas. Las defensas están bastante desgastadas ya que se afilan diente está formado por 4 colinas y un talón fuerte, con línea
muy rápidamente en el ápice sin observarse una disminución media claramente marcada. Los cónulos centrales forman parte
paulatina. Miden 120 y 119 cm de longitud la izquierda y dere- de los dibujos trebolados de desgaste. Presenta cíngulo mesial
cha respectivamente y sus secciones son similares en talla a los que llega lingualmente hasta el primer valle. Se observan algu-
restos que se conservan procedentes de Taguatagua. La distan- nos coneletes laterales externos muy pequeños en los valles 1.0,
cia mesial entre los M2 es de 120 mm y la distal entre los M3 3.° y 4.° Presenta cemento rellenando los valles y los conos for-
es de 135 mm. man un cierto ángulo, muy somero, en las colinas 3." y 4." de
M2 y M3 de este cráneo, son morfológicamente iguales a los 159° y 151 ° respectivamente. También se observa división
de Taguatagua, y de gran tamaño. Están bastante desgastados binaria en los conos internos y ternaria en los externos.
(tablas 1, 2). Tienen figuras treboladas en las que están involu- Río Bueno, Valdivia.
crados los cónulos centrales. M2 tiene tres colinas y M3 4,5 Un M3 inferior izquierdo, de tamaño grande, con 4 colinas y
colinas, casi 5, con figuras también treboladas. Presentan divi- media, o 5 colinas y un talón reducido (tabla 2). Presenta cíngu-
sión ternaria de los conos externos y cemento abundante en los lo mesial y bucalmente llega hasta el tercer valle. Línea media
valles. Se observa un ligero ángulo en la 4." colina, de 156° en clara con cónulos centrales, externos a la línea media, cerrando
el M3 derecho y de 166° en el izquierdo. los valles y formando parte de las figuras treboladas. Con ángu-
La mandíbula, SGO.PV.12, es brevirostra. El M3 que conser- los en la 4." y 5." colina de 130° y 109° respectivamente. Mor-
va tiene un ángulo de 133° en la 4.' colina y no presenta fológicamente igual a los anteriores.
cemento. Los huesos de las extremidades, SGO.PV.7, son de Chacabuco.
talla grande, similares a los restos adultos de Taguatagua. Tam- Un fragmento de defensa robusta sin banda de esmalte; es
bién hay un atlas completo, idéntico al ejemplar de Taguatagua. similar a otros fragmentos, como los de Taguatagua y Tierras
204 D. FRASSINETTI, M. T. ALBERDI
Blancas. También restos de un M3 inferior izquierdo, tercera y presenta línea media y cónulos centrales marcados, cíngulo
cuarta colina, que corresponden a un diente de gran tamaño, mesial y lateral marcado. No se observan ángulos entre los
con un cierto ángulo (135°) sobre la cuarta colina. conos externos e internos, ni en el M 1 ni en el M2.
Cía Minera El Roble. Casablanca.
Un M3 con 4 colinas y talón, falta la 4." colina y el talón, Un M 3 derecho superior con 4 colinas, muy corto y ancho,
pero queda su base con la forma inconfundible del talón similar en talla al de Tramalhué con división ternaria de los
(dimensiones en tabla 2). Este diente presenta un aspecto extra- conos externos y binaria en los internos, línea media marcada,
ño, como si hubiera estado carbonizado. Es difícil descifrar cónulos centrales formando parte de las figuras trebo ladas y
exactamente esta cuestión. El cíngulo mesial no se aprecia bien prácticamente sin ángulo. Cíngulo mesial y lateral interno o lin-
si continúa o no lateralmente. Se observa con claridad la línea gual (tabla 2).
media y los cónulos centrales, internos a la línea media, relle- Monte Verde.
nando los valles. Los conos internos presentan división terna- Los restos de mastodonte de Monte Verde (no se conoce el
ria, los externos son sencillos, sin dividir. Poco gastado. Los repositorio), indican (según los datos de Dillehay, 1989, 1997)
caracteres indican una morfología similar a la de las localidades la existencia de casi 400 restos, que sólo 8 corresponderían a
anteriores. restos dentarios. De los restos figurados por Dillehay se deduce
Los Vilos, al N de Tierras Blancas. que deben corresponder a restos de animales viejos, identifica-
La mandíbula, SGO.PV.267, es brevirostra, tiene la rama dos en sus trabajos como Cuvieronius hyodon.
ascendente derecha casi entera, donde se observa una fosa pte-
rigoidea enorme. No se puede medir la anchura antera-posterior cf. Cuvieronius hyodon (Fischer, 1814)
de la rama ascendente por faltar el proceso coronoide (su
dimensión aproximada es de 275 mm), la longitud máxima en Debido a la escasez de los restos procedentes de las localida-
el plano sagital, dimensión a, es de 725 mm, la altura de la
des descritas a continuación se han asignado a esta forma con
mandíbula a nivel anterior de la serie molar, dimensión h, es de dudas.
210 mm, la altura de la mandíbula a nivel posterior de la serie Lagunillas, Valparaíso.
molar, c, es de 185 mm, la distancia mínima entre los bordes Los escasos restos de esta localidad indican un mastodonte
antero-interno de los molares, e = 80 mm y la distal a M3 de muy similar a los que hemos descrito más arriba. El fragmento
102 mm, la longitud de la sínfisis en el plano sagital es 10 = de M3 sólo conserva el talón y la última colina, esta última
135 mm aproximadamente, el cóndilo articular es de forma un ángulo de 125° entre sus conos.
120/75 mm, y su altura del plano sagital está en torno a Catapilco, La Ligua, Aconcagua.
500 mm, el ángulo que forma la superficie de los dientes y la Todos los huesos de esta localidad corresponden a animales
cresta interalveolar del cuerpo mandibular es a = 107°, el basa- adultos y presentan la misma talla que los restos de Tierras
mento masticatorio es 7 = 334 mm en el lado izquierdo y Blancas y Taguatagua y los mismos caracteres morfológicos.
340 mm en el derecho. Dimensiones según Boeuf (1992, No se observan diferencias entre ellos.
fig. 4). En la mandíbula se conservan M2 y M3 derechos e
izquierdos de tamaño grande (tablas 1, 2). M2 trilofodonto,
bastante desgastado, con línea media y coneletes centrales que Gomphotheriidae indet.
forman parte de las figuras treboladas. M3 con 5 colinas y un
talón, con desgaste en la primera y segunda colina, línea media Los restos descritos a continuación son tan escasos que no
marcada, cónulos centrales hacia el exterior de la línea media, permiten identificar su estatus taxonómico, si bien son de mas-
cierran los valles y forman parte de las figuras treboladas de todontes bunodontos.
desgaste. Cíngulo mesial con restos a nivel del primer valle Quereo.
externo. Angulas sobre la 3." y 4." colinas de 138° y 126° res- Los restos de mastodonte del sitio de Quereo 1 y II se redu-
pectivamente sobre el M3 derecho y 137° Y 131° sobre el cen a un par de vértebras que indican la presencia de Gomphot-
izquierdo. heriidae indeterminado. Están depositados en el Museo de La
Paredones, Colchagua. Serena.
Restos mandibulares, SGO.PV.308, sin dientes. Los alvéo- Malloco, Santiago.
los indican que sólo queda un MI funcional, la plataforma de Sólo se conservan fragmentos de mandíbulas. Uno de ellos
masticación o cuerpo mandibular tiene una longitud aproxima- conserva la sínfisis y el inicio de la rama derecha, donde se
da de 275 mm y la altura de la mandíbula es mayor de observa parte de un alvéolo. Otro resto conserva las huellas de
163 mm. Un fémur de dimensiones similares a los encontrados las raíces de un diente de tamaño grande. En un fragmento de
en Tierras Blancas y Taguatagua. SGO.PV.309: M3 inferior una hemimandíbula se observa un alvéolo de un posible MI
derecho, de talla grande, corresponde a un animal viejo, con 5 debido al tamaño (80/85 mm de longitud ). Estos restos perte-
colinas y un talón rudimentario (tabla 2). Se observan sobre él necen todos a Gomphotheriidae brevirostros.
los caracteres generales señalados en otras localidades, si bien Algarrobo.
éste corresponde a un animal viejo, con figuras de desgaste Sólo un fragmento de vértebra.
perdidas. Melipilla.
Alto de Boroa, Temuco. Sólo restos de colina de diente y fragmentos de huesos inde-
Los restos de esta localidad figurados por Frassinetti (1985, terminables.
figs. 1-2) y Frassinetti y Salinas (1986), corresponden a dos Cerrillos, Santiago.
hemimandíbulas, derecha e izquierda. Cada una de ellas porta Fragmento de una defensa recta de unos 60 cm de longitud,
el M3. En el fragmento de hemimandíbula izquierda, incluida sin restos de esmalte. De su comparación con otros restos de
la sínfisis, queda el alvéolo de M2, aproximadamente de Ulloma (Bolivia) deducimos que este fragmento corresponde al
120 mm y el M3 entero y robusto con 5 colinas y talón, línea núcleo central de la misma.
media marcada, cónulos centrales rellanando los valles y for- Chorro de la Vieja, Colchagua.
mando parte de las figuras de desgaste. Cíngulo mesial y labial Una pelvis que conserva el acetábulo, cuyo diámetro es de
hasta el tercer valle, y coneletes laterales internos en el segundo aproximadamente 157 mm. Talla similar a los restos de otras
y tercer valle. Angula ya en la tercera colina de 142°, y 121 ° en localidades estudiadas. Y un fragmento de un posible axis.
la 4: y 124° en la quinta. La superficie de masticación, M2 + Cachagua, Aconcagua.
M3, tiene una longitud de 370 mm; las alturas del cuerpo man- Una cabeza de fémur, algo más pequeña que los restos con-
dibular no están completas. servados de Tierras Blancas y Taguatagua.
Limahuida, río Choapa. Estero de Coyanco, Laja.
Un MI en germen y con las mismas características que el Los restos existentes sólo indican la presencia de mastodonte
M2. Este último alcanza una longitud aproximada de 115 mm, en esta localidad.
REVISION y ESTUDIO DE LOS RESTOS FOSILES DE MASTODONTES DE CHILE 205
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Discusión 100
gitud con relación a las tres anchuras, indican todos 100 110 1:<{1 1:)) 1.1(1 1&1
indica que los parámetros que más contribuyen al 100 110 120 1:)) lol.O 1&1
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Fig. 3.-Análisis bivariantes de los terceros y últimos molares superiores e inferiores, M3, de Gomphotheriidae de Chile y Tarija.
a: longitud por anchura de la primera colina; b: longitud por anchura de la segunda colina; c: longitud por anchura de la tercera colina;
d: longitud por anchura de la cuarta colina. Leyenda como en figura 2 más: T: Tramalhué; RB: Río Bueno; Par: Paredones; ER: Cía
Minera El Roble; Cb: Casablanca; AB: Alto Boroa.
en localidades tan numerosas como Tarija, donde nivel del mar como consecuencia del último máxi-
está bien definida la existencia de una sola especie, mo glacial (Moreno et al., 1994).
ocurre lo mismo. Los restos chilenos podrían tener su origen en la
Estos antecedentes, unido a la carencia de restos población de Cuvieronius del Pleistoceno medio de
craneales que conserven la parte anterior del maxilar Tarija que pudieron seguir primero el río Desagua-
y a los caracteres morfológicos especificados ante- dero hasta llegar a Ulloma y de allí al norte de Chile
riormente, nos permiten aseverar la existencia de como posible vía migratoria hacia el sur, llegando
una sola especie, Cuvieronius hyodon, de acuerdo hasta Monte Verde y quizás hasta la isla grande de
con los materiales estudiados en el presente trabajo. Chiloé, como ya hemos apuntado anteriormente, e
Estos Gomphotheriidae han debido desplazarse indicó Oliver (1927). Otra posible vía migratoria
por la Cordillera, donde se encuentran prácticamen- sería por la Cordillera de los Andes hacia el sur pro-
te a lo largo de ella de N a S, llegando hasta Monte cedente de las poblaciones de Cuvieronius de Ecua-
Verde, de donde pudieron pasar a la Isla Grande de dor, como parece ser el recorrido que debió seguir
Chiloé, por condicionamientos climáticos que le Equus (Amerhippus) andium para llegar a las locali-
favorecieron el paso, como pudo ser el descenso del dades de Valle de Elqui y Calera en Chile.
REVISION y ESTUDIO DE LOS RESTOS FOSILES DE MASTODONTES DE CHILE 207
Conclusiones Referencias
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cos de los restos estudiados, no nos permiten apun- años. Un ensayo de correlación con el Mediterráneo
tar la presencia de más de una forma de Gompho- occidental. Monografías, Museo Nacional de Ciencias
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Los datos geográficos de las localidades indican contexto Smithsonian Institution Press, Washington
que la mayor parte de los yacimientos se encuentran DC,205-21O.
en áreas del llano central de Chile, cordillera de la Casamiquela, R. M., Montané, J., y Santana, R. (1967).
costa e incluso en zonas costeras (fig. 1). Convivencia del hombre con el mastodonte en Chile
No obstante, lo que parece evidente es que no central. Noticiario Mensual Museo Nacional de Histo-
fueron muy numerosos, ni debieron encontrar un ria Natural, Chile, 132, 1-6.
Casamiquela, R. M., Shoshani, J., y Dillehay, T. D.
medio muy adecuado, ya que los únicos sitios (1996). South American proboscidean: general intro-
donde abundan los restos de Gomphotheriidae son duction and reflections on Pleistocene extinctions. En:
aquéllos cuyos datos indican que el hombre se dedi- Shoshany, J., y Tassy, P. (eds.). The Prohoscidea. Evo-
có a su caza como es el caso de Taguatagua, y en lution and Palaeoecology of Elephants and their rela-
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Agradecemos a Gustavo Gómez su colaboración en la elabo- Ann. du Mus. d' Hist. Nat., 7,401-420.
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208 D. FRASSINETTI, M. T. ALBERDI
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