Pronunciamiento

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MEMORANDO

12 de noviembre de 1998
PRODIS-117-98

PARA:M.B.A. Viria Brenes Alvarado, Directora


Secretaría del Consejo Institucional

DE: M.Sc. Graciela Meza Sierra, Coordinadora


Programa de Desarrollo Tecnológico para
Personas con Discapacidad

ASUNTO: Solicitud de pronunciamiento

Con base en su oficio SCI-568-98, me permito hacer las siguientes


observaciones, esperando sirvan como insumo para el pronunciamiento que la
institucioón debe emitir ante la Asamblea Legislativa, con respecto al proyecto
titulado “CREACION DEL INSTITUTO TECNICO PROFESIONAL PARA
JOVENES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES”, expediente
13264 publicado en La Gaceta 194 del día 6 de octubre de 1998.

A continuación, le presento mis observaciones:

1. El nuevo paradigma sobre discapacidad, promueve la igualdad de las


personas con discapacidad y, por ende, su participación en condiciones de
igualdad en TODAS las actividades y sectores de la vida nacional. Bajo esta
nueva visión, se promueve la equiparación de oportunidades como proceso
de ajuste del entorno a las necesidades de las personas con discapacidad,
procurando con ello eliminar todo tipo de discriminación en razón de la
discapacidad. Hasta la fecha, se había partido del supuesto de que la
discapacidad es una deficiencia y constituye un “problema”, “enfermedad” o
“anormalidad” y esta situación radica en la persona. Hoy en día, se
promueve un nuevo enfoque bajo el cual la discapacidad consituye una
condición neutra y el concepto como tal, abarca tres componentes
fundamentales: deficiencia, discapacidad y desventaja, siendo la deficiencia
(física, mental o sensorial) la que requiere atención clínica, como cualquier
otra situación en el ámbito de la salud que así lo amerite. La discapacidad,
hace referencia al impacto o limitación que dicha deficiencia implica para el
desempeño de las actividades habituales de la persona. Dicho impacto
puede implicar una desventaja, lo cual constituye un elemento fundamental
en este nuevo enfoque, por cuanto dicha desventaja está dada por las
limitaciones que el entorno le presenta a la persona para participar en la vida
nacional en condiciones de igualdad. Así por ejemplo, el ser una persona
sorda no significa que no se cuente con la capacidad para participar en el
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sistema regular de educación. Lo que ocurre es que este sistema no le ha


ofrecido los servicios de apoyo necesarios para participar en condiciones de
igualdad en este sistema. Así también, tenemos que un(a) usuario(a) de silla
de ruedas que desee hacer uso del servicio de transporte público podría
hacerlo si dicho servicio se encuentra debidamente adaptado como ocurre
en muchos otros países.

2. En 1993, con la aprobación de las Normas para la Equiparación de


Oportunidades para las Personas con Discapacidad por parte de la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los
países miembros reconocieron el principio de igualdad de oportunidades y
reafirmaron el compromiso por cumplir, entre otras cosas, con la aplicación
de este principio en el sector Educación, incluyendo todos los niveles
(educación primaria, secundaria y superior) para las y los niños, jóvenes y
adultos(as) con discapacidad en entornos integrados, así como su
compromiso por velar para que la educación de las personas con
discapacidad constituya una parte integrante del sistema de enseñanza y
ejerzan así su derecho a la educación en igualdad de condiciones. En otros
acuerdos y tratados internacionales, tales como la Declaración de
Salamanca, organizada por la UNESCO en 1994, se establece que la
educación de las personas con necesidades especiales debe formar parte de
una estrategia global de educación, así como de las políticas sociales y
económicas de todos los países. Por esta razón, se establece el
compromiso de revisar y ajustar las políticas y prácticas de todos los niveles
de educación, asegurando que dicho proceso sea accesible a todas las
personas con discapacidad en el mayor grado posible. En nuestro país y
como parte del compromiso establecido a nivel internacional, se aprobó en
1996 la Ley sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con
Discapacidad o Ley 7600, la cual establece, entre otras cosas, lo siguiente:

 Eliminar las acciones y disposiciones que, directa o indirectamente,


promueven la discriminación o impiden a las personas con
discapacidad tener acceso a los programas y servicios. (Artículo 4,
inciso c)
 El Estado garantizará el acceso oportuno a la educación a las
personas independientemente de su discapacidad, desde la
estimulación temprana hasta la educación superior. Esta disposición
incluye tanto la educación pública como la privada en todas las
modalidades del Sistema Educativo Nacional (Artículo 14)
 El Ministerio de Educación Pública promoverá la formulación de
programas que atiendan las necesidades educativas especiales y
velará por ella, en todos los niveles de atención (Artículo 15)
 Las personas con discapacidad participarán en los servicios
educativos que favorezcan mejor su condición y desarrollo, con los
servicios de apoyo requeridos y no podrán ser excluídas de ninguna
actividad (Artículo 16)
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 Los centros educativos efectuarán las adaptaciones necesarias y


proporcionarán los servicios de apoyo requeridos para que el derecho
de las personas a la educación sea efectivo. Las adaptaciones y los
servicios de apoyo incluyen los recursos humanos especializados,
adecuaciones curriculares, evaluaciones, metodología, recursos
didácticos y planta física. Estas previsiones serán definidas por el
personal del centro educativo con asesoramiento técnico
especializado (Artículo 17).
 Las personas con necesidades educativas especiales, podrán recibir
su educación en el Sistema Educativo Regular, con los servicios de
apoyo requeridos. Los estudiantes que no puedan satisfacer sus
necesidades en las aulas regulares, contarán con servicios
apropiados que garanticen su desarrollo y bienesta, incluyendo los
brindados en los centros de enseñanza especial. La educación de las
personas con discapacidad, deberá ser de igual calidad, impartirse
durante los mismos horarios, preferentemente en el centro educativo
más cercano al lugar de residencia y basarse en las normas y
aspiraciones que orientan los niveles del sistema educativo (Artículo
18).
 El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio de
Educación, la Caja Costarricense de Seguro Social, el Instituto
Nacional de Seguros, el Instituto Nacional de Aprendizaje, el Instituto
Mixto de Ayuda Social, la Junta de Protección Social de San José, los
centros públicos de Educación Superior y las demás instituciones del
Estado, deberán tomar las medidas presupuestarias necesarias para
adquirir las ayudas técnicas y prestar los servicios de apoyo,
tratamientos médicos, equipo y prótesis que se requieran para cumplir
lo dispuesto por la presente ley (Artículo 56)
 El Estado promoverá los centros de educación superior y los apoyará
para que impartan carreras de formación específica en todas las
disciplinas y niveles, a fin de que la equiparación de oportunidades de
las personas con discapacidad esté efectivamente garantizada
(Artículo 57).

3. El Consejo Superior de Educación, aprobó el plan de estudios de III y IV


ciclos de Educación Especial, considerando como prioridad la integración
social y laboral de las y los estudiantes con discapacidad cognitiva,
contemplando a su vez, los servicios de apoyo requeridos por otras(os)
estudiantes del sistema regular de educación que requieren algún tipo de
servicio de apoyo.

4. En todo momento, los acuerdos internacionales y nuestra propia legislación,


se apoyan en el nuevo paradigma sobre discapacidad, conocido como
Modelo de Vida Independiente, a través del cual se pretende empoderar a
las personas con discapacidad para el logro de una mayor autonomía
personal y una mayor participación social en condiciones de igualdad. El
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énfasis hoy en día se orienta hacia el reconocimiento y desarrollo de las


capacidades y potencialidades de esta población, para lo cual se establece
la creación de estrategias para el desarrollo de servicios de apoyo y ayudas
técnicas que le permitan participar como sujetos(as) de derecho, igual que el
resto de la población, de las diferentes actividades de la vida nacional. Este
modelo pretende también, eliminar toda forma de discriminación, entre las
cuales se encuentra la institucionalización de las personas con discapacidad
como una de las principales formas de discriminación que pretenden
superarse. Específicamente, en el ámbito de la Educación, se promueve la
incorporación de la persona con discapacidad al sistema regular de
educación y no a instituciones creadas para brindar una atención segregada
a dicha población, como es el caso del Instituto Técnico Profesional para
Jóvenes con Necesidades Educativas Especiales que se ha sometido a
consideración en esta oportunidad.

5. La propuesta de creación de dicho Instituto, plantea entre otras cosas,


cuestiones que a toda luz se contraponen a lo establecido en la Ley 7600,
entre los cuales podemos citar por ejemplo, el acudir a argumentos tales
como que “los problemas de acceso y desplazamiento que deben enfrentar
diariamente dentro de las instituciones educativas, ya que no fueron
diseñadas para este tipo de estudiante...”. En este sentido, la Ley es muy
clara al establecer que todas las instituciones educativas, sean públicas o
privadas, están en la obligación de adecuar la planta física y brindar los
servicios de apoyo y las ayudas técnicas requeridas. Por otra parte,
preocupa el hecho de querer establecer una institución que se plantea como
institución pública (estatal), pero es administrada por una fundación privada y
pretende establecerse como “ente rector”, ofreciendo “nuevas opciones
educativas y profesionales a la población estudiantil con necesidades
especiales”. Con ello, no solo segrega a la población con discapacidad y
contraviene lo dispuesto en la legislación actual, sino que se opone a lo
dispuesto en el Reglamento de la Ley 7600, en el cual se reconoce el
carácter de ente rector al Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación
Especial en materia de discapacidad y, en materia de Educación Técnica, se
ha conformado el Sistema Nacional de Educación Técnica Costarricense, el
cual ya está formulando propuestas específicas a seguir en materia de
discapacidad en esta área. Finalmente, se opone a los esfuerzos que las
instituciones de Educación Superior están realizando para adecuar su oferta
académica a las necesidades de las personas con discapacidad que aspiran
a continuar estudios técnicos universitarios y superiores. En el caso
particular del ITCR, se cuenta ya con una propuesta específica (la cual se
adjunta) sobre el PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO EN ALTA
TECNOLOGIA PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD”, el cual se inserta
en el conjunto de programas que el Tec ofrece actualmente a toda la
población estudiantil del país.
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Con base en lo anterior, considero que la propuesta de creación del


Instituto Técnico Profesional para Jóvenes con Necesidades Educativas
Especiales, se opone a todos los esfuerzos que a nivel internacional y a nivel
nacional se realizan para garantizar la igualdad de oportunidades y eliminar toda
forma de discriminación hacia las personas con discapacidad.

Por otra parte, para el grupo de estudiantes que, por el tipo y nivel de
severidad de la deficiencia que presenta, no pueda accesar el sistema regular
de educación, se tiene previsto en la Ley 7600 la creación de los programas
correspondientes de manera que se garantice una cobertura adecuada de los
servicios de Educación a nivel nacional y debe ser el mismo Ministerio de
Educación Pública, el ente que defina las acciones a seguir para dicha
subpoblación.

Finalmente, me permito recomendar al Consejo Institucional, oponerse


rotundamente a la creación de dicha institución y sugerir en cambio, la
canalización de los recursos propuestos para su financiamiento, de modo tal
que algunos de esos recursos puedan canalizarse a apoyar iniciativas que,
como la nuestra, gozan de la aceptación y respaldo formal de varias
instituciones públicas y privadas, entre las cuales se encuentra el Consejo
Nacional de Rehabilitación y Educación Especial, órgano rector en materia de
discapacidad en Costa Rica.

En espera de que estas observaciones contribuyan al desarrollo de una


sociedad más justa para todas(os), agradezco su atención y me despido
cordialmente.

GMS/jjm

cc.: Archivo

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