PDF Papel Literario 2024, Junio 16 1
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Esta edición PDF sociedad –aunque seguirá siendo para los venezolanos todavía un recurso natural importante–, sino que es la ecoesfera y su equili-
del Papel Literario brio el determinante del futuro de la humanidad y, por eso, nos presenta su obra Venezuela, política y ambiente, que recoge muchas
se produce de sus investigaciones bibliográficas y nos propone, al final, un modelo de desarrollo diferente.
con el apoyo de
•Dirección Nelson Rivera •Producción PDF Luis Mancipe León •Diseño y diagramación Víctor Hugo Rodríguez •Correo e. [email protected]/•https://www.elnacional.com/papel-literario/•Twitter @papelliterario
Introducción
Comencé este texto con la vaga idea de mirar de
una manera diferente imágenes ya conocidas pa-
ra mí, aunque no como imágenes fijas –fotogra-
fías– sino como imágenes en movimiento –cine.
La imagen cinematográfica, aunque fundada en
la reproducción técnica o mecánica de algo que
en algún momento estuvo frente a la cámara, no
enfatiza la ausencia de su objeto, sino que, por el OLEODUCTO (1952, PROD. UNIDAD FÍLMICA SHELL DE VENEZUELA, DIR. HENRY NADLER)
contrario, mediante el movimiento y la secuen-
cia temporal, lo vuelve presente a los ojos de su LUCHA CONTRA EL PALUDISMO (1955, PROD. UNIDAD
espectador con cada visionado. La imagen foto- FÍLMICA SHELL, DIR. BORIS WORONZOW)
gráfica, suspende el tiempo, hace irrelevantes el
antes y el después (Berger, 2007) y nos deja solo muy similares en todas las imágenes. Iré inter-
con el instante –“el instante preciso” de Henri pretando las imágenes en tres apartados. En el
Cartier-Bresson. Con esto la fotografía enfatiza la primero, me ocuparé de la imagen que me hizo
ausencia en el presente de aquello evocado por la cobrar conciencia de la recurrencia de ese patrón
imagen. ¿Significa esto que la temporalidad que- compositivo y me impulsó a interpretarlo: se tra-
da por completo ausente de la imagen fotográfi- ta de un fotograma de la escena final de Lucha
ca? No necesariamente, si considero algunos de contra el paludismo, documental empresarial que
mis hallazgos a lo largo del análisis. presenta el éxito en las campañas estatales para
Las cinco imágenes que analizo aquí son foto- erradicar la malaria en Venezuela, como parte de
gramas de tres películas producidas por la uni- la modernización del país durante las décadas de
dad fílmica de la petrolera Shell en Venezuela: 1930, 1940 y 1950.
Oleoducto (1952, Henry Nadler), Lucha contra el En el segundo apartado, una imagen de Oleo-
paludismo (1955, Boris Woronzow), y Venezuela ducto y otra de Venezuela y petróleo III: sus co-
y petróleo III: sus comunidades (1960, Néstor Lo- munidades. Ambas imágenes enfatizan la cons-
vera). La producción de la Unidad Fílmica Shell trucción de oleoductos y la relación de estos con
y la de otras petroleras extranjeras con intereses las instalaciones industriales del campo petrole-
en Venezuela corresponde a lo que en tiempos re- ro. En ellas, únicamente aparecen obras indus-
cientes los estudios sobre cine han denominado triales o civiles, así como máquinas, pero no los
industrial cinema o business cinema, que traduz- trabajadores petroleros. La primera imagen del
co aquí como “cine empresarial”, esto es, un cine apartado muestra una etapa en la construcción VENEZUELA Y PETRÓLEO III: SUS COMUNIDADES (1960, PROD. UNIDAD FÍLMICA SHELL, DIR. NÉSTOR LOVERA)
que se inscribe en las prácticas organizacionales del oleoducto Palmarejo-Cardón, que unió los
de las empresas, las cuales a su vez se insertan en campos petroleros del lago de Maracaibo con les que lograron mejores condiciones para los tra- bución equilibrada de las masas. La construcción
contextos de poder (Hediger & Vonderau, 2009). las refinerías de Punta Cardón (Shell) y Amuay bajadores petroleros–, hubo cambios en el modelo del oleoducto es una intervención de la industria
Durante la primera mitad del siglo XX, compa- (Creole Petroleum Corporation). La segunda ima- empresarial de las compañías. Estos cambios se petrolera –el campo petrolero, el espacio indus-
ñías petroleras como la angloholandesa Royal gen muestra cómo se conectan los oleoductos con reflejaron en sus prácticas organizacionales in- trial– sobre el ámbito propio de las comunidades
Dutch Shell y la estadounidense Standard Oil los tanques de almacenamiento de petróleo y sus ternas, en sus relaciones con el Estado y en sus rurales –el espacio rural, la naturaleza– y sobre el
obtuvieron concesiones para explotar el petróleo derivados. En el tercer apartado, las dos imáge- campañas propagandísticas: las petroleras bus- territorio de la nación. El espacio representado en
en varias regiones de Venezuela. El auge petrole- nes de Venezuela y petróleo III: sus comunidades caron presentarse ante la opinión pública como la imagen, ¿es un espacio híbrido, intermedio, en
ro del país fortaleció y centralizó el Estado, y este muestran a los trabajadores enmarcados por el agentes del progreso y la modernización de la el que se cruzan la nación y la compañía petrole-
cohesionó la nación. En este proceso, Venezuela campo petrolero. La primera imagen representa nación. ra; en el que se mezclan ciudad, campo petrolero
construyó una identidad como nación petrolera a dos trabajadores cuyo tiempo libre transcurre El otro elemento de la imagen es una edificación y comunidad rural?
cuyos dos cuerpos, político y natural, quedaron en las áreas residenciales del campo. La segunda civil: la carretera. Esta corresponde al ámbito de La carretera es una edificación civil, una obra
condensados por un Estado mágico que moder- imagen muestra a dos trabajadores enmarcados las obras públicas de infraestructura. En el siglo pública de infraestructura. Para la época en
nizó a la nación (Coronil, 2002). por las instalaciones de una refinería e incorpo- XX, Venezuela pasó de ser una nación integrada que se hicieron los documentales empresaria-
La Shell y la Creole hicieron películas dirigidas rados a la producción. por regiones aisladas entre sí y poco comunica- les de la Shell, la planificación y construcción
a sus trabajadores, pero también al público en ge- Finalizaré este trabajo con una reflexión sobre das debido a la falta de vías de comunicación que de la red vial interurbana había pasado a ser
neral. Tenían su propia infraestructura de pro- cómo los significados presentes en estas imáge- permitieran integrarlas, a una nación atravesada una actividad enteramente a cargo del Estado,
ducción, distribución y exhibición en los campos nes van atravesados por las ideas del orden y el por una red vial que, junto con el fortalecimiento en el marco de sus políticas públicas. Desde el
petroleros, e hicieron convenios con distribuido- progreso, tal como quedan plasmadas en el pa- y centralización del Estado, terminó por unificar- punto de vista visual, es significativa la cerca-
ras comerciales para proyectar sus películas en trón de la composición visual que se repite, con se e integrarse. Es cierto que los ingresos petro- nía espacial y el trazado paralelo de la carretera
cines de toda Venezuela (González & Guilarte, variaciones, en cada una de ellas. leros del Estado contribuyeron a financiar esto. y la zanja que albergará el oleoducto: crea una
1992; Filloy, 1995). En las películas empresariales Sin embargo, una parte de la nueva red vial fue asociación sensorial poderosa entre la actividad
de la Shell venezolana se representa la ciudad, el 1. Tema: la compañía petrolera Shell levantada por las compañías petroleras, en sus ex- del Estado y la de la compañía petrolera, en-
campo petrolero, y el paisaje natural atravesado y el progreso de Venezuela ploraciones y asentamiento de campos petroleros. tre la planificación de las edificaciones civiles y
por carreteras y oleoductos en construcción. Este En esta imagen, el lema de la Shell venezolana Esto propició cambios socioculturales como el re- las industriales. Al mismo tiempo, este parale-
paisaje se muestra como una zona híbrida en la –“asociados al progreso de Venezuela”– se super- conocimiento de los venezolanos de diferentes re- lismo puede interpretarse a la luz del contexto
que se mezclan la ciudad, el campo petrolero y la pone al símbolo gráfico de la compañía –una con- giones entre sí, aunque también dividió al país en como una sugerente representación visual del
comunidad rural, en el contexto de la moderni- cha marina–, y estos, mediante el uso de la truca dos Venezuela: una en proceso de modernización, delicado equilibrio entre los intereses de la na-
zación como proceso que conduce a la moderni- (1) se superponen a una toma en perspectiva de predominantemente urbana; y otra que no alcan- ción –representada por el Estado– y los de las
dad. La modernidad es una categoría compleja y una carretera que atraviesa un paisaje de llanu- zó a recibir los beneficios de la economía petrole- potencias occidentales –representadas por las
problemática, marcada por un sesgo epistémico ra. El patrón de la composición en la imagen es ra, predominantemente rural (Tinker Salas, 2009). compañías petroleras–, en el marco del orden
eurocéntrico desde su definición original como el el descrito en la introducción: el punto de fuga se En esta imagen se superponen sobre el territo- internacional bipolar que resultó de la Segunda
orden social surgido en Europa desde la segunda ubica en la línea vertical que atraviesa el centro rio de la nación las atribuciones del Estado como Guerra Mundial.
mitad del siglo XVIII con las revoluciones indus- del cuadro y coincide con la línea del horizonte, representante de la nación, y las atribuciones de El oleoducto es una edificación industrial y
trial y francesa, y en América con la independen- ubicada ligeramente por encima del centro hori- las compañías petroleras como representantes la compañía petrolera es la encargada de cons-
cia de Estados Unidos. Un rasgo de la modernidad zontal de la imagen. Las líneas son predominan- de la empresa industrial capitalista moderna. La truirlo. Es, como la carretera, una vía de trans-
es que separa el mundo objetivo y el subjetivo, y temente rectas y segmentan el paisaje natural en imagen da el protagonismo a la compañía petro- porte, pero del petróleo crudo, desde las plata-
crea una tensa relación entre la razón y el suje- porciones casi simétricas. No hay personajes, solo lera como agente modernizador. formas de perforación hasta la refinería que lo
to, la racionalización y el sujeto (Touraine, 1994). la carretera y el paisaje. transformará en derivados, y de allí a los puer-
Desde el sesgo epistémico eurocéntrico, la moder- La compañía petrolera no está representada en 2. Primera variación: del paisaje natural tos. Como la carretera, parte de una planifica-
nidad se asocia con la idea de progreso como la el paisaje, pero sí en los grafismos que se super- al paisaje industrial ción, pero a cargo de la compañía petrolera. Su
creencia en que la humanidad ha avanzado, avan- ponen a este. En el texto, declara su compromiso La imagen de la construcción del oleoducto al fin es mejorar la productividad, hacer eficiente
za y continuará avanzando en el futuro (Nisbet, con el progreso de la nación venezolana. La Royal lado de la carretera es muy similar a la primera el transporte del petróleo. Para 1952, año en que
1986). La modernidad también se asocia con la Dutch Shell se instaló en concesiones otorgadas de la serie, pues muestra una composición casi fue producido el documental al que pertenece
idea de la nación como comunidad imaginada li- por el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gó- idéntica. Sin embargo, no es la carretera lo único esta imagen, la construcción de obras civiles e
mitada y soberana (Anderson, 1993). mez, a mediados de la década de 1910 (Coronil, que atraviesa el paisaje de llanura: en paralelo a instalaciones industriales, era una de las imá-
Elegí estas imágenes porque en ellas la compo- 2002; Tinker Salas, 2009). Como consecuencia de ella va una zanja trazada y excavada por el equipo genes representativas de la modernización en
sición visual sigue un mismo patrón, aunque con las medidas progresivamente nacionalistas del constructor de la compañía petrolera. En el cen- Venezuela. La construcción no siempre fue una
variaciones en cada imagen: énfasis en la pers- Estado venezolano en relación con la industria tro de ellas, la gruesa tubería del oleoducto, ya actividad planificada, aunque las compañías pe-
pectiva lineal, enfocando un camino u oleoducto petrolera –incremento en los impuestos a las pe- alineada y ensamblada para ser depositada en la troleras se esforzaron en caracterizarla como tal
cuyas líneas de fuga convergen en el horizonte, a troleras extranjeras hasta llegar al 60% de sus zanja, y luego cubierta. Carretera, tubería y zanja en sus discursos.
lo lejos; distribución simétrica y regular de las fi- ganancias, obligación de construir refinerías y convergen sobre la línea del horizonte, creando
guras en el espacio, de acuerdo con proporciones oleoductos en suelo venezolano, luchas sindica- nuevamente una visión en perspectiva, con distri- (Continúa en la página 5)
EL NACIONAL DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 5
Mene (1936) Ramón Díaz Sánchez Oficina N° 1 (1961), Miguel Otero Silva
“Mira todas esas cosas nuevas. Fíjate en esas ca- En Oficina N° 1, Miguel Otero Silva (1908-1985)
lles, en esas torres; acércate a ese muelle. ¿Quié- narra la historia del pozo y el campamento del
nes son esas gentes que parece que se han vuelto mismo nombre, emplazados en los llanos orien-
locas?” Esta frase tan conocida de Mene, tercera tales. Es por tanto parte de la minoría de las no-
novela de Ramón Díaz Sánchez (1903-1968) es la velas orientales, más colocada en un ambiente
que podrían repetir no solo nuestros ancestros, totalmente diferente porque lo que va a relatar
sino los de cualquier pueblo del mundo contem- no es tanto la destrucción del medio natural y so-
plando a sus descendientes transformados por cial anterior a la llegada de las compañías sino el
la alquimia del siglo XX en una suerte de aliení- surgimiento de la industria en un paraje remoto
genas. Mene, que ficcionaliza casi una década de y desolado.
experiencias de Díaz como empleado de una las Como las otras novelas petroleras, de las que es
petroleras y como juez municipal, es una nove- un espécimen tardío, es ante todo un relato so-
la subestimada cuyo carácter casi documental bre la opresión y los cambios traídos por el poder
no debe distraernos de ciertas resonancias cós- de las compañías, los mismos personajes típicos
micas: historia de contaminación y mezcla sobre (campesinos, obreros, jefes civiles y los gerentes
la circulación de los elementos y los colores, so- gringos) desfilan por sus páginas solo que, a dife-
bre el ciclo del nacimiento de un mundo nuevo a rencia de las anteriores, mostrándonos los cam-
costa de la disolución del precedente: Mene es el bios que ocurrieron cuando, tras la muerte de
elemento primigenio que es transformado por el Gómez, inició la democratización progresiva del
fuego para dar lugar al cosmos nuevo. país. Como Guachimanes, toca el tema de la lucha
Olvidamos que este venezolano, bebedor de cer- y la organización sindical, aunque, extrañamen-
veza y jugador de béisbol, no existía antes de que te, la voz de la conciencia política no es de un ve-
en los campos petroleros terminara el viejo mun- nezolano sino de un norteamericano progresista
do rural. Aunque “culpable” de la romantización Tony Roberts. “La última transformación quími-
del pasado rural, en sus distintas fases Blanco, ca del petróleo, aquella que convierte el aceite re-
Rojo, Negro, Azul esta primera novela petrole- finado en dividendos, es la parte más interesante
ra muestra el proceso en que el despotismo y co- y más curiosa de la industria petrolera”.
rrupción de las compañías extranjeras comienza Tardía y mucho menos beligerante que las ante-
a emerger un mundo nuevo: ruido, fuego, “agua riores, Oficina N° 1 fue publicada en una Venezue-
cuajada”, son los signos de esos cambios por los la cada vez más urbana y ya en democratización,
que el negro Enguerrand Narcisus Philibert, lle- mo si esos procesos de destrucción de la natura- para la cual la industria petrolera ya no era un
ga a Venezuela y es colocado en la lista negra “por leza y de sus habitantes para extraer las rique- cuerpo extraño y tal vez por eso carezca de la fuer-
haber osado ocupar el retrete de los blancos”, pe- zas de la tierra estuvieran condenadas a repetirse za y del énfasis de las anteriores, movidas por la
ro también por los que el hombre del campo des-
cubre que sus manos son aptas “para poner en
periódicamente. Uribe Piedrahita publicó varias
monografías y un volumen que reúne impresio-
Como Díaz Sánchez, indignación ante atropellos recientes y la angustia
ante la disolución del mundo rural. Tal vez puede
marcha los devastadores artilugios” y por los que
“Pueblos oscuros, Cabimas, Lagunillas, Mene, se
nes de sus viajes por Ecuador. Uribe Piedrahita ser vista como una especie de cierre de un periodo
en que los problemas ya eran bastante diferentes.
incorporaban al frenesí del mundo”. Romance so-
bre el segundo nacimiento del país, Mene merece
Remolino (1940) Ramón Carrera Obando ficcionalizó su No fue, sin embargo, la última novela petrolera.
En la serie las “novelas de la invasión” que dan
más que el olvido y la condescendencia que fre- cuenta de la implantación de las petroleras en experiencia en los Oil Story (2023), Ibsen Martínez
cuentemente ha encontrado. Debo añadir que he- Venezuela, Remolino de Ramón Carrera Obando Como sucesora de la obra de teatro, Petroleros
mos olvidado que Díaz Sánchez escribió una ex- (??) difiere de las anteriores tanto en la locación, campos petroleros, en suicidas, Ibsen Martínez (1951) desarrolla una
tensa obra como historiador, ensayista, biógrafo,
periodista, compilador, narrador y dramaturgo.
que en este caso es Caripito –en el oriente del
país–, como en que en realidad es un fragmento este caso como médico historia urbana e internacional colocada en las
antípodas de las viejas novelas petroleras venezo-
“En Mene se narran los PETRÓLEO >> PIEZAS PARA PENSAR LA NACIÓN VENEZOLANA
cambios económicos y
sociales del país, se nos
narra cómo se instalan “Todo esto va a cambiar”:
la invasión de las máquinas
enormes maquinarias
diseñadas para la
explotación petrolera en
las hectáreas destinadas
Cuadrado y negro, el buque habíase estacio-
a la agricultura, cómo las nado a un tiro de honda y teñía el cielo con su
C
uando emprendemos una búsqueda en Cesan de voltejear las hélices y los buques
la historia de la narrativa venezolana negros vomitan sobre la tierra febril su car-
con el objetivo de precisar en cuáles gamento de hombres y de hierros. Hombres
obras yace la temática petrolera, es- rubios, duros, ágiles. Maquinarias fornidas,
te arqueo bibliográfico se nos torna un tanto saturadas, diríase, de un espíritu de odio con-
infructuoso, porque, paradójicamente, en un tra todo lo verde.
país con sello petrolero desde “El Reventón” en Pronto comenzaron aquellas ruedas dentadas
1922, descubrimos que en nuestras ficciones, ni y aquellas cuchillas relucientes una tarea fe-
de largo aliento ni breves, el petróleo no es ma- roz. El monte fue cayendo como la barba bajo
teria que abunde, y caemos en cuenta de que el filo de la navaja”.
ciertamente se precisan escasas novelas y cuen-
tos en los que su presencia no es simplemente Pocas líneas después leemos la
referencial y, lo que nos interesa, determine el reestructuración:
hilo narrativo.
Hacia el final de la década de los años veinte, “Detrás de los derribadores vinieron los edi-
se dejan leer los primeros cuentos del petróleo ficadores. Siempre más adelante, hacia los
escritos por Ramón Díaz Sánchez, años después cuatro vientos. Donde hubo charcas y monte
compilados en Caminos del amanecer (1941): surgían casas robustas, amplias calzadas, to-
“Cardonal”, cuyo protagonista sufre una heri- rres agudas, tanques ventrudos. Las cuadri-
da por una inesperada falla de las maquinarias; llas engrosaban sin cesar, organizándose ba-
“Brujería”, pieza donde el hidrocarburo adquie- jo una disciplina férrea como las máquinas”.
re una densidad simbólica sin deslastrarse de
una fuerte influencia criollista; en “Fuga de Este capítulo traza el giro que sufrió la pobla-
paisajes” una sociedad asimila elementos tan ción: en poco tiempo transformó su fisonomía
novedosos como la gasolina y el automóvil, rural, su vegetación. Aunado a esto, se recuer-
mientras que en la psique de la joven Ángela da como una profecía la frase de Joseíto Ubert:
Rosa se carburan estos cambios: su padre ha “Todo esto va a cambiar”.
sido contratado por una empresa petrolera y Una vez instaladas las máquinas, se iniciará
para ella la nueva ciudad tiene una atmósfera el proceso agresivo de adaptación de los habi-
inédita, ante ella se revela un mundo insospe- tantes de Cabimas, Lagunillas, Mene y toda la
chado y se conoce más a sí misma. RAMÓN DÍAZ SÁNCHEZ / ARCHIVO costa oriental del lago, lo que le dará a la na-
Indudablemente, Díaz Sánchez articula estos rración esa variante del futurismo a la que he
temas en las páginas de Mene con un afanoso Mene es rica en imágenes futuristas y, a su brismo y en un institucionalizado criollismo, denominado futurismo mixto, en este caso, Díaz
engranaje renovador para su época. Mene es re- vez, impulsa otras formas vanguardistas: el como si se tratase de un tributo, o mejor: una Sánchez no se conforma con recurrir al futuris-
flejo de una realidad arrastrada (y arada) hacia surrealismo, pues a menudo las imágenes de despedida propiciada por el autor de la nove- mo como manifestación pura y dura de la van-
esa renovación: las máquinas para la explota- los artefactos adquieren propiedades alucinato- la, exmilitante del grupo vanguardista Sere- guardia para describir el desarrollo. El autor
ción petrolera llegan del exterior transportadas rias y se promueve, además, el realismo social: mos. Hacia el final del episodio se sabe que se desliza su futurismo en aleación frecuente con
por titánicas embarcaciones. Una vez instala- la denuncia a la explotación del obrero por un inaugurará una calle. Una calle que conducirá otra tendencia vanguardista: el surrealismo: lo
das y en funcionamiento, ya nada volverá a ser patrón extranjero generalmente descrito como a la población hacia el progreso urbanístico. Y que deriva en imágenes de este calibre: “La de-
igual en aquella población que prácticamente hostil. es precisamente el padre Nectario el encarga- mencia de un ensueño extravasado de las fron-
flota sobre un mar de petróleo. La aparición de elementos futuristas en el res- do de cortar los primeros ramajes (imagen que teras oníricas”.
En Mene se narran los cambios económicos to de las novelas de aquel entonces (1928-1940) recuerda a la de La guaricha, cuando le caen Precisamente las imágenes mejor logradas de
y sociales del país, se nos narra cómo se ins- en muchos casos atiende a una necesidad de de- a machetazos a un poste, símbolo de progreso, Ramón Díaz Sánchez en esta obra, se constru-
talan enormes maquinarias diseñadas para la nunciar la precariedad de la estructura social aquí se le da machetazos al monte, imagen de yen gracias a la comunión del futurismo con
explotación petrolera en las hectáreas destina- venezolana, por ejemplo, cuando se contrasta lo rural, de la tierra que se removerá para dar el surrealismo y la presencia determinante de
das a la agricultura, cómo las calles de tierra un desvencijado puerto con un trasatlántico paso al desarrollo). Esta nueva arteria urbana las maquinarias que generan cambios, invaden,
comienzan a ser asfaltadas. Se nos narra cómo que arriba a los puertos de La Guaira en Cam- llevará el nombre de la calle Virgen del Rosario. destruyen, transforman la ciudad y las mentes.
los pobladores procuran adaptarse a la repen- peones. Las máquinas en el caso de Mene repre- En el segundo capítulo, se describe cómo es la A diferencia de los puertos y los trasatlánticos,
tina configuración espacial, pero el hierro y el sentan lo último en tecnología y no se detectan organización de la fiesta patronal. Joseíto Ubert aquí observamos cómo en tierra firme se opera
concreto afectan no solo el territorio, también en ninguna obra precedente en nuestra narra- corteja a Marta, la hija mayor de Casildo Pé- el mismo efecto: la novedad de la máquina que
perturban las psiques de los hombres. tiva. Hallamos tímidas referencias en Cubagua rez. La invita a dar una vuelta para tener un acentúa el cariz disminuido de una población.
Díaz Sánchez publica Mene en 1936, novela cuando leemos sobre rutilantes pozos petrole- momento de intimidad, pero Marta se muestra Este párrafo resume lo que sostengo: las má-
dividida en cuatro partes. Sus títulos Blanco, ros (Cf. 1996: pp. 4, 14-15) y unas brevísimas lí- reticente. Él, mientras intenta convencerla, jue- quinas no solo se han adueñado del espacio aje-
Rojo, Negro y Azul, describen la evolución cro- neas en Fiebre. Las máquinas en Mene vienen a ga a los dados y uno de estos, como metáfora no, las máquinas ya se han mimetizado con él.
mática de la trama. Con la explotación petrole- revertir el paisaje, a hacerlo suyo, a civilizarlo de la suerte, cae al suelo. Cuando lo recupera, Las máquinas son el paisaje:
ra se suscitan eventos trascendentales para un y a incivilizarlo a partes iguales: las máquinas, sus manos quedan manchadas de una sustan-
pueblo cuya única expectativa de cambio eran como alienígenas, llegarán y conquistarán pa- cia negra y grasienta, que huele a gas. “Es Me- “Respírase vitalidad. El ambiente parece con-
las fiestas patronales de la Virgen del Rosario. ra establecer un nuevo orden determinado por ne”, le dice Marta. A lo que Joseíto responde: centrarse al ímpetu de una voluntad avasalla-
La crítica advierte que esta obra representa la una nueva anatomía urbana y también por una “¿Ves, Marta, todo esto? —susurró profético—. dora. La fuerza, el poder incontrastable de esta
primera novela escrita en Venezuela que toca el nueva psicología en los habitantes del territorio ¿Ves esta tranquilidad, este silencio? Bueno, to- voluntad se palpa en cada uno de los nuevos
tema del petróleo, un tema hasta ese entonces conquistado. do esto va a cambiar”. Y el cambio será la cons- detalles que modifican el paisaje. En el hierro
ausente pese a su impacto en la sociedad vene- Guiaré mi acercamiento a Mene a través de los tante de la novela. y la piedra, en el humo que navega fingiendo
zolana. La trama se contextualiza en la década elementos futuristas, esa máquina que retuer- En el capítulo cuarto, Marta ya cría a un ni- buques fantasmas en el aire; en el olor, el color
previa, cuando el reventón petrolero y todo lo ce la tierra, y trazaré de este modo un camino ño. Cabizbaja, comprende que ha sido enga- y el ruido. No es necesario que una voz impe-
que trajo consigo el fenómeno de la explotación hacia la pulsión imaginativa de esta obra que ñada por Joseíto. La embarazó y se perdió del riosa acicate a los hombres. (…) Los camiones
frenética del hidrocarburo en la costa oriental aún nos sigue diciendo cosas. Es probable que mapa, aún Mene es un “pedazo de tierra negra tienen que avanzar haciendo zigzagueantes pa-
del lago (Cabimas, La Rosa, Lagunillas). Dou- muchas de estas estructuras para la extracción donde los piragüeños llegaban a carenar sus ra sortear las embestidas de otros camiones.
glas Bohórquez señala que Díaz Sánchez bus- petrolera hayan cedido al tiempo y al óxido, y se barcos…”. Joseíto Ubert volvería. Y volvió un Pesados tractores, caterpillars altas como casti-
ca a través de Mene una escritura paralela a la encuentren, ochenta o noventa o cien años más año después apenas se celebraron de nuevo las llos rodantes, muerden la tierra con sus bandas
arraigada corriente costumbrista y criollista, tarde, extintas. Ante esto, la historia de Ramón fiestas patronales. Volvería para reclamar sus dentadas, orugas diabólicas que no respetan
ya para aquel entonces saturada de formas bu- Díaz Sánchez se mantiene vigente. tierras. Su llegada es apenas un ápice de lo que obstáculos. Los chóferes de los camiones hacen
cólicas y burlescas. Aun así, la novela, añade La historia se inicia con un ambiente festi- será la invasión de las máquinas: rugir sus cornetas, esclavos de una embriaguez
Bohórquez, pese a que asoma nuevas formas de vo. Se venera a la Virgen del Rosario. Se bebe. de ruido, coreando el aullido de los monitores
expresión estética, no deja de ser tímida y poco Mientras, el padre Nectario da un sermón. El “Inopinadamente cacareó la aldea como un en el lago, el gruñido de los motores, el redo-
arriesgada en sus intentos por “una subversión pueblo se encuentra en completa algarabía. Ce- gallinero. Corrían los aldeanos a la playa y se blar de los martillos de aire comprimido”.
radical de los cánones que pautan el discurso lebración inagotable. Leemos una narración agrupaban a la orilla del lago.
novelesco tradicional”. apoyada a sus anchas en un sosegado costum- —¡Un vapor de guerra! ¡Véanle los cañones! (Continúa en la página 8)
8 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2024
P
muerto Gómez.
ara la reedición de Mene, Si algún autor se sintió atraído por
1966, escribió Jiménez Arráiz el período que reventó en diciembre
de su cuñado Díaz Sánchez, de 1935, haciéndose bullente política
a quien debió conocer como e ideológicamente en 1936 para des-
ninguno, que este era infatigable tra- embocar en 1937 como prueba de fue-
bajador, un self-made que saltó las va- go de la transición lopecista, ese fue
llas de las limitaciones culturales de Díaz Sánchez. No por azar su ensayo
su época: “Hijo de obreros y obrero se denominó “Transición”. Para mí,
él mismo en su mocedad, desempeñó destaca como el único intento, no solo
los más variados oficios, desde apren- de describir una situación contempo-
diz de mecánica y vendedor ambu- ránea, sino de interpretarla cuando
lante de cigarrillos y puros, hasta estaba aún en el curso más difícil de
pintor de carteles para cines de pue- captar con mirada larga. Por allí des-
blo”. Y también frecuentador de los filan los jóvenes que venían del des-
ambientes periodísticos, narrador y tierro apertrechados de marxismos,
ensayista. la Ley Lara y la represión de 1937, el
Debió llegar a Maracaibo en 1924, fascismo y el nazismo como estrate-
donde conoció a Juan Besson, direc- RAMÓN DÍAZ SÁNCHEZ / ARCHIVO gia de contención del comunismo y
tor de La Información. Eran tiempos el posible triunfo, aunque temporal,
en que, como en un filme, el Zulia tamente del viejo pueblo de Narciso Rosario: “en la primera estaba esta- de este. En pleno 1937, antes de esta-
aceleraba su transformación “psico- Reinoso, el mejor cantador de la zona, blecido el comercio; en la segunda, el llar la Segunda Guerra Mundial, Díaz
lógica y económica”, y por la redac- adonde llegaban los pescadores de Las sector residencial”. Un año más tarde Sánchez previó el gran cataclismo y
ción del diario de don Juan pasaba la Yayas, los carboneros de Las Rosas y estalló la huelga que se extendió des- analizó, con bastante tino, los “is-
figura bohemia de López Troconis. los madereros de Ambrosio y Las Mi- de Mene Grande hasta la Cabimas de mos” que entonces se cernían sobre
En aquella pajarera de la casona de
la calle Independencia el dúo forma- destaca como siones. Y a propósito, ¿ese Narciso Rei-
noso de Mene, de dónde saldría?
la novela Mene.
En Cabimas escribió Días Sánchez,
un futuro de enigmas.
En 1950 sorprendió con el mural
do por Pedro Herrera y Benedicto Pe-
ña, “enamorados de una época que se
el único intento, El sindicalista Jesús Prieto Soto, au-
tor de innumerables volúmenes acer-
entre 1932 y 1933, el ensayo “Cam”,
parcialmente recogido en las páginas
del guzmancismo, esa elipsis de am-
bición de poder que se inició con
iba” (el ocaso del género chico), las
últimas boqueadas del Teatro Baralt,
no solo de ca del petróleo, en su libro ¿El chorro:
gracia o maldición?, mencionaba, en-
de la revista Arquero, que en Caracas
dirigió Julio Morales Lara. Y allá, se-
Antonio Leocadio, a quien Milagros
Socorro califica acertadamente de
el encanto del cuplé, la Compañía de describir una tre los célebres guachimanes de la in- gún Pedro Sotillo, “el mozallón que “antihéroe fascinante”. Dejó en car-
Mercedes Navarro, los contertulios cipiente industria, “al popular trova- no parecía porteño” (Díaz Sánchez, tera Díaz Sánchez un proyecto, no sé
trataban de captar los cambios intro- situación dor Narciso Perozo”. Y hay más... no se olvide, había nacido en Puerto si novelístico o ensayístico, sobre Joa-
ducidos por el petróleo. Díaz Sánchez, en un artículo publi- Cabello) redactó febrilmente las pági- quín Crespo, acerca del cual hizo una
¿El petróleo? Justamente Díaz contemporánea, cado en Panorama en 1954, señalaba nas de Mene, “entre los meses de fe- referencia Miguel Otero Silva en 1954.
Sánchez comenzó como empleado de
la Caribbean y luego, en Cabimas, co-
sino de que el punto de partida del gran tor-
bellino petrolero comenzó en 1913, al
brero a junio de 1935”, aunque otros
críticos sitúan la redacción un poco
En las gavetas pudo quedar asimismo
la tercera novela petrolera, aquella
mo juez municipal, tendría oportuni-
dad de excelencia para recoger datos,
interpretarla” descubrirse “los depósitos aflorantes
de Mene Grande”, y Prieto Soto apun-
antes. Gustavo Luis Carrera afirma
que Mene fue premiada en el con-
que debía concluir el ciclo de Mene y
Casandra. No es la primera trilogía
testimonios y mutaciones en el estilo taba que a Cabimas, en 1925, la for- curso del Ateneo de Caracas de 1935, inconclusa. También está la de Uslar
de vida de esa ciudad nacida violen- maban dos calles, la Principal y la del pero solo pudo editarse en 1936, ya (Laberinto de fortuna).
L
a llegada al mundo de Ramón inglesas con pasos de salsa. Y con sus
Espinasa Vendrell, el 6 de abril tres amigas venezolanas dispuestas,
de 1952, ocurrió de manera un verano, a convertirlo en un figurín,
inesperada, así como fortuito llevándolo de compras y haciéndole re-
resultó que naciera en Caracas. comendaciones de estilo y elegancia.
Su madre, Conxita Vendrell Magri También en eso fue un buen alumno,
contaba ya con 42 años para ese en- aprendió la lección.
tonces y ella, junto a su marido, Fran- Durante aquellos años, Ramón nun-
cesc Espinasa Masagué y el pequeño ca pierde de vista su país, tiene claro
Jordi Espinasa Vendrell, habían reca- que todo lo que va recogiendo será la
lado en Venezuela, luego de la guerra simiente para una Venezuela que no
civil española y un exilio en Francia cejará en su empeño por construir.
de siete años, sorteando las vicisitu- Esa será su apuesta.
des que ocasionó una cruenta Guerra De regreso al país, pone fin a su vida
Mundial. de estudiante, aunque no de estudio-
Ramón crece en el seno de esta fami- so –nunca abandonó los libros. Había
lia de inmigrantes catalanes, que lle- llegado la hora, tocaba arremangarse
gó a Venezuela con lo puesto y solo su la camisa.
tierra por equipaje. Aunque sus hue- Para entonces, también conscien-
sos reposan en el nuevo mundo, toda te de sus marañas personales, deci-
su vida se mantuvieron anclados a su de ocuparse de ellas. Comienza así el
lengua y sus costumbres. arduo camino de reconocerse, que no
Fue un niño sensible, atrapado en abandona hasta el fin de sus días, em-
una timidez extrema. Pero, desde peñado siempre en hacer de sí mismo
siempre, un alumno acucioso y dedi- la mejor persona posible.
cado. Digámoslo claro, un nerd. Un es- Había sobrepasado los treinta, aun-
tudiante destacado del colegio La Sa- que siempre aquella cara guapa de ni-
lle de la Colina. Como luego lo fue de ño bueno, restó años a su apariencia.
la Universidad Católica Andrés Bello, En este nuevo comienzo, enamorado,
donde cursó Ingeniería Industrial. decide poner fin a su la soltería. Con-
Sus raíces catalanas, de las que se trae matrimonio con Cecilia Carvajal, RAMÓN ESPINASA VENDRELL Y FERNANDA ESPINASA CARVAJAL / ARCHIVO FAMILIAR
sentía muy orgulloso, lo llevaron a co- médico psiquiatra, y poco tiempo des-
nocer desde muy temprano al Barça y pués, traen al mundo a su tesoro más no para ejercerla. Se convirtió, sí, en tirse en una referencia continental, En el marco de ese plan educó a cien-
a Juan Manuel Serrat, fanatismo que preciado: Fernanda. uno de los mejores aliados de Teodoro no solo en petróleo, sino también en tos de jóvenes sobre la industria petro-
mantuvo y alimentó hasta sus últimos Su carrera dentro de la industria Petkoff en el desarrollo de la Agenda energía y, en general en industrias ex- lera. Los retó a soñar y planificar una
días. petrolera venezolana se inicia en Ma- Venezuela, durante la segunda presi- tractivas. Recorría regularmente las empresa eficiente, multiplicadora y
Ya un jovencito, encontró sosiego en raven, en sus oficinas principales en dencia de Rafael Caldera. capitales latinoamericanas, en la pro- próspera.
las montañas. Adentrarse en su espe- Chuao. Al principio los petroleros de Pero pasa que algunas veces la vi- cura de aportar para el crecimiento Cuando aceptó que sus días estaban
sura y, con pasos firmes y precisos, as- vieja raigambre lo consideraron un da tiene otros planes. El equipo que de todos esos países. Todos tuvieron contados, además del dolor de tener
cenderlas hasta su cima, se convirtió outsider, como llamaban a todos los jó- conducía PDVSA se encontró, senta- la oportunidad de conocerlo, quererlo que despedirse de su adorada hija, la-
en una pasión. Creció con El Ávila al venes que llegaban con nuevas ideas. do en la silla presidencial, a un per- y admirarlo. mentaba no poder concluir su último
alcance de su mano, su escuela y su ca- Pero, otra vez el azar, a la cabeza de la sonaje que tenía su propio proyecto Su entusiasmo por la docencia en- proyecto en el BID. Había empeñado
sa estaban al pie del gran cerro. Pero empresa estaba Carlos Castillo, quien y, entre sus objetivos estaba acabar contró espacio en la Universidad de su esfuerzo por cambiar la visión que
no tardó en poner sus ojos sobre la cor- se empeñaba en la necesidad de pro- con la industria que aquel equipo ha- Georgetown y la Universidad de los la región tiene de su industria extracti-
dillera andina, desde los picos meride- fundizar en la economía política del bía construido. Todos conocemos los Andes de Colombia. Tarea que disfru- va: de una expoliación, a una creación
ños, atravesando luego América hacia petróleo, y allí apareció el Espinasa, resultados. taba intensamente. de valor compartido y transformación
el sur. Caminó sus pueblos y monta- presto a darle el soporte necesario pa- Ramón Espinasa no tenía un trabajo Se hizo un lugar en DC y un refugio social. Una meta de largo aliento.
ñas, quizás sin intuir entonces que vol- ra ello. en aquella sede de La Campiña, tenía en su casa amarilla de Bethesda, pero Ni siquiera su hipocondría y sus ma-
vería años más tarde, para mostrarle a Esta alianza con Castillo, apoyada en puesta allí su vida. Y, de pronto, la vio su corazón no salió de Venezuela. Per- nías superaban su discreción. Su fa-
esos países los mejores caminos para la mutua admiración que se profesa- hacerse añicos frente a sus ojos. Nin- manecía allí anclado, sin perder oca- milia toda, hacía parte de su vida pri-
hacer de sus industrias extractivas una ron, le permite construirse su propio guno de los que llegaron a ocupar los sión de escribir sobre el país y convir- vada, que mantuvo siempre a buen
verdadera fuente de riqueza. espacio que, para algunos, dejó huella cargos descabezados tuvo la entereza tiéndose en un habitué del programa resguardo. Tanto que fue durante la
En la Católica, anidó su relación con en el destino de la industria petrolera de verlo a la cara para decirle que su matutino de César Miguel Rondón. Su misa de funeral, celebrada en la capi-
la Compañía de Jesús, especialmen- venezolana. trabajo allí había terminado, tuvieron voz y sus pareceres acompañaron por lla de la comunidad jesuita de George-
te con Arturo Sosa e Ignacio Castillo, Su inteligencia estuvo acompañada sí la miseria, que luego han mostrado mucho tiempo el café mañanero de town, donde la familia conoció, en toda
amistades que le fueron entrañables, de otras cualidades, que permitieron a manos llenas, de cambiar la cerra- muchos venezolanos. su magnitud, a ese Ramón público, al
manteniendo sus oídos siempre pres- a Ramón el éxito en sus propósitos: su dura de la puerta de su oficina. Y así, Siempre con la esperanza de volver, que fueron a rendirle tributo diversas
tos a las consideraciones de ambos. Y, sentido de la amistad, sus aptitudes ante aquella cerradura que no cedía, conceptualizó y trabajó en la funda- personalidades, el 25 de marzo de 2019,
aun cuando no fue un católico practi- para la formación y su capacidad pa- entendió que tenía que despedirse de ción del Centro de Energía y Ambiente cuatro días después de que cerrara sus
cante, procuró mantenerse fiel a las ra organizar y dirigir equipos. aquel lugar. del IESA, pero, otra vez, los conciliábu- ojos en su casa de Bethesda rodeado
enseñanzas de Jesús. Sus presentaciones eran legendarias, Esa mente brillante guardaba una los actuaron en su contra, negándole de su familia y de dos de sus más cer-
También en esa universidad comen- uno de aquellos jóvenes que estuvo a ingenuidad asombrosa. No encontra- la posibilidad de coordinarlo. Aunque canos amigos.
zaron sus veleidades con las ideas de su alrededor, se refería a él como un ba la forma de entender qué estaba pa- muy decepcionado, no dudó en seguir Tuvo claro, desde siempre, que su
izquierda y, nos atrevemos a decir, que rockstar de la economía. Impresionaba sando. La sordidez de usar la política vinculado al Centro y evitó que otros verdadero aporte en la “siembra del
aquellas ideas no abandonaron del to- ver el hombre en que se había conver- como “arma de venganza”, escapaba colaboradores, en solidaridad con él, petróleo”, era preparar a los más jó-
do su corazón, aunque luego se trans- tido aquel niño tímido, que se sonroja- de su comprensión. Inclusive, uno que renunciaran a seguir haciéndolo. venes para el relevo. Ocupándose en
formara en un creyente de la econo- ba ante cualquier pregunta. otro, de los que habían sido grandes También en esa necesidad de sen- organizar equipos sólidos, en los que
mía de mercado. Su gran amistad con Luis Giusti, ges- amigos, le dieron la espalda, sumán- tirse presente en el país, aceptó ser imprimir su huella indeleble.
Al graduarse, aun en esa militancia, tada en Maraven, sumado a las coinci- dose a la vendetta. Creyeron que eran miembro de la Junta Directiva del dia- Resultó conmovedor ver aquellos jó-
trabajó en las cooperativas cafetaleras dencias en sus pareceres sobre la in- parte del festín, sin intuir que termina- rio El Nacional. venes rostros desencajados en su des-
de Lara y en los sindicatos de Guaya- dustria, los convierten en una dupla rían corriendo la misma suerte que él. Llegó incluso a acariciar la idea de pedida, pero alentador y reconfortante
na. Estaba en Puerto Ordaz cuando su sólida, cuya fuerza logra abrir el cami- No sintió rabia, sintió dolor, mucho. abandonar el BID para involucrarse de escucharlos hablar sobre él.
hermano lo llamó de Caracas, persua- no que apuntala su transformación en Se levantó y supo que tenía que trans- lleno en iniciativas que intentaron lo- Se fue demasiado temprano, pero
diéndolo a regresar, para que acom- el segundo lustro de los años noventa. formarse para buscar nuevos espacios. grar un cambio democrático en el país, no quedaron dudas, había hecho muy
pañara a su padre en sus últimos días. Giusti como presidente y Espina- Aquellos que lo apreciaban, que son pero contó con la suerte de tener a esos bien su trabajo.
Acusó el golpe, habían estado muy sa como economista jefe de la estatal muchos, lo ayudaron en su empeño, grandes amigos que lo disuadieron.
unidos. petrolera, llevan a PDVSA, junto a un convirtiéndose entonces en consultor Durante todos esos años siempre es- *Energía, institucionalidad y desarrollo en
Nuevos caminos se abrieron enton- gran equipo de profesionales, a desta- internacional, consiguiendo ocupar tuvo presente como invitado de excep- América Latina. El legado de Ramón J. Es-
ces. Arturo Sosa lo impulsa a seguir carse entre las empresas más impor- un nuevo espacio en el Banco Intera- ción, en cualquier foro sobre Venezue- pinasa Vendrell. Editor: Luis A. Pacheco.
formándose. Se pone en marcha y se tantes del mundo. mericano de Desarrollo (BID) en Was- la y su petróleo. Textos de Luis Alberto Moreno Mejía, Luis
va a La Haya donde se hace con un Ramón, paso a paso, se fue convir- hington DC. Plan País, ese concierto de jóvenes A. Pacheco, Maite Espinasa Vilanova, Ra-
máster en Desarrollo Económico en tiendo en una referencia nacional e in- Lo ocurrido y las decisiones que tu- venezolanos de la diáspora dispues- món J. Espinasa Vendrell, Osmel E. Manza-
el Instituto de Altos Estudios Sociales, ternacional y fue una de las caras de la vo que tomar fracturaron también su tos, entre otros objetivos, a construir no M., Carlos G. Sucre, Francisco Monaldi,
para luego enfilarse hacia Inglaterra llamada “Apertura Petrolera”. vida familiar. Lo intentaron, pero no una visión a largo plazo para el país, Luisa Palacios, Christopher De Luca, Ro-
donde logra un doctorado en Econo- Conocía tan bien sus alcances y limi- lo consiguieron. Fueron días difíciles, encontró en Ramón a un gran aliado berto Rigobón, Ruth de Krivoy, José Ignacio
mía Petrolera en la Universidad de taciones, que no dudó en rechazar, un complicados de sobrellevar. desde sus inicios. Se mantuvo atento a Hernández G., Carlota Pérez, Álvaro García
Cambridge. par de veces, una cartera ministerial. Poco a poco, con su persistencia, lo- la organización, que lo consideraba co- H., Juan M. Szabo y Lourdes Melgar. Edi-
Un par de anécdotas de aquellos días: La política en él estaba para hacerla, gró rearmarse para llegar a conver- mo uno de sus guías más entusiastas. torial Alfa, 2024.
10 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2024
Ramón Espinasa
“De sus presentaciones e intervenciones aprendí sobre las
complejidades del mercado petrolero internacional, la relevancia
de la geopolítica, la importancia del análisis a fondo de la economía
política de los actores, el uso de la renta petrolera, las formas de
administrar esa riqueza, las consideraciones que se dejaban de
lado. Era un lujo para mí, recién iniciada en el tema energético,
escuchar clases maestras del economista en jefe de PDVSA, quien
exponía con brillantez y generosidad sus análisis del mercado”
RAMÓN ESPINASA VENDRELL / ARCHIVO FAMILIAR
LOURDES MELGAR que, en boca de ciertos actores, era de Estado, exfuncionarios públicos,
un simple proceso privatizador, pe- líderes empresariales, representan-
H
acia finales de 1997, prin- ro que en voz del economista político tes de organismos internacionales,
cipios de 1998, se inició el Espinasa tomaba otra dimensión. Es- sindicalistas, indígenas, hombres y
colapso de los precios del pinasa abogaba por una industria pe- mujeres comprometidos con innovar
petróleo, que llevaría en fe- trolera que generara desarrollo, que para dar viabilidad de largo alcance
brero de 1999 al nivel más bajo para fuera motor de transformación en be- al desarrollo de la riqueza minera y
la mezcla mexicana de exportación, neficio de la sociedad y no solo una energética de América Latina. En ese
con el crudo Maya rondando los 4,5 fuente de ingresos para el gobierno. proceso, descubrí al extraordinario
dólares por barril, mientras que el En ese momento, estaba lejos de mediador, al hombre sensible y em-
WTI llegó a cotizar a 11,38 dólares imaginar lo que me deparaba el des- pático, al amigo.
por barril. México venía saliendo de tino. En retrospectiva pienso que, En términos intelectuales, los de-
una profunda crisis económica, co- sin saberlo, esas conversaciones, por bates fueron ricos, siempre respe-
nocida como la “crisis del tequila”. momentos animosos debates, sobre el tuosos y constructivos. Ramón le im-
La perspectiva era poco alentadora diseño y arquitectura de la industria primió su sello y permitió que una
para un gobierno cuyo presupuesto petrolera, sembraron en mí la curio- idea inicial evolucionara para captu-
federal dependía en un 40% de los in- sidad y la posibilidad de considerar rar la diversidad de experiencias y
gresos petroleros. El pragmatismo se alternativas que tres lustros después enfoques del grupo. Fue un ejercicio
impuso. El país de los tratados de li- influirían en la reforma energética de diálogo, de escucha, de construc-
bre comercio, miembro de la OCDE, mexicana. Es curioso, pues a finales ción. No trató de imponer una visión
buscó a su socio estratégico del Gru- de los años 1990 me encontraba mu- preconcebida, dando muestra de su
po de los Tres y del Acuerdo de San cho más cercana del joven Espinasa curiosidad intelectual y voluntad
José, para entablar un diálogo sobre que defendía la visión estatista, que de estar abierto a otras ideas. Hasta
las perspectivas del mercado petrole- del diseñador de la transformación entonces, mis conversaciones con él
ro internacional. México tenía claro de la industria petrolera venezola- habían versado en torno a la indus-
que las tensiones entre miembros de na. Con un desfase de tiempo, quizás tria petrolera, con un enfoque tra-
la Organización de Países Exporta- propio de la diferencia de edad, pero dicional del tema. Ahora debatía-
dores de Petróleo (OPEP) llevarían a más bien moldeado por los contextos mos sobre el peso a darle al impacto
una guerra de precios, de la cual to- y retos técnicos que nos tocó enfren- social en el diseño de estrategias y
dos saldrían perdedores. Cualquier tar, llegamos a la misma conclusión: políticas para las industrias extrac-
solución pasaba por Venezuela. a la necesidad de ser pragmáticos pa- tivas, y sobre el futuro del petróleo
Así, a mediados de enero de 1998, el ra darle viabilidad a una industria es- en el contexto del cambio climático.
secretario de Energía de México, Luis tratégica para el desarrollo de nues- Ramón, ecuánime, escuchaba, y de-
Téllez Kuenzler, y el director general tros países. Coincidíamos en ser más jaba caer una pregunta o reflexión
de Petróleos Mexicanos, Adrián La- académicos y técnicos que políticos, que nos alejaba de los dogmas. Re-
jous Vargas, partieron a Caracas. en anhelar lo mejor para nuestro país conozco en él esa capacidad de adap-
Siendo responsable de los asuntos y pueblo. tarse a los tiempos, de evolucionar el
internacionales en la Secretaría de Durante varios años le perdí la pensamiento.
Energía, tuve el privilegio de partici- pista a Ramón. Chávez había gana- No hubo conversación de la que no
par desde el inicio en el esfuerzo de do las elecciones en Venezuela. La saliera una idea a considerar, un de-
estabilización del mercado petrolero persecución contra Luis Giusti y seo de profundizar en la reflexión. Pa-
internacional, orquestado por Méxi- su equipo fue implacable. Ramón, samos del mundo del petróleo al de la
co, Venezuela, Arabia Saudita y No- nieto de refugiados de la guerra ci- energía, de la extracción de petróleo
ruega. Es en ese contexto en el que vil española, inició su propio exilio. a los retos de la minería. En grupo,
(re)conocí a Ramón Espinasa, con Por mi parte, seguí adentrándome recorrimos el continente. De las ar-
quien creo haber coincidido en mi- en los temas energéticos, llegando a duas sesiones de trabajo, pasábamos
siones anteriores a Venezuela, pero a
quien realmente traté en ese tiempo, Los textos del volumen en homenaje ocupar la Subsecretaría de Electri-
cidad (2012-2014) y la Subsecretaría
a la convivencia con bonhomía. Un
día recibimos la noticia de su enfer-
previo a la llegada de Hugo Chávez,
en que Venezuela se adelantó al res- a Ramón Espinasa de Hidrocarburos (2014-2016) duran-
te la etapa de diseño, negociación
medad; otro, la de su partida. Se hizo
el esfuerzo de concluir el trabajo, de
to de América Latina en los debates e instrumentación de la Reforma honrar su memoria. Faltó su toque
y diseños de apertura de la industria Energética mexicana. En términos mágico, faltó su energía para lograr
- “Presentación”, de Luis Alberto - “El marco institucional del sector
petrolera. de visión, el modelo mexicano coin- esa gran transformación.
Moreno Mejía. petrolero venezolano y el derecho
Pensar en Ramón Espinasa pasa cidía con el de Espinasa en la nece- En la última etapa de nuestra rela-
- “Introducción”, de Luis A. Pacheco. administrativo”, de José Ignacio
por recordar su cálida sonrisa, su sidad de contar con instituciones y ción, conocí a Ramón, el amigo entra-
- “Ramón Espinasa Vendrell: su hue- Hernández G.
mirada profunda, su escucha atenta, regulación fuertes, lo que se tradujo ñable. Compartíamos la experiencia
lla”, de Maite Espinasa Vilanova. - “Recursos mineros, tecnología,
su sencillez, su sabiduría. Conversar en el fortalecimiento de la rectoría de ser descendientes del exilio espa-
- “A setenta y cinco años de los medioambiente e inclusión: una
con Ramón era aprender de petró- del Estado, la refundación de la Co- ñol. Me hablaba de la familia que te-
acuerdos de 1943. Lecciones y pro- oportunidad para América Latina
leo, de mercados, de renta petrolera, misión Nacional de Hidrocarburos, nía en México y de cómo el azar hizo
puestas para la reconstrucción del en el siglo XXI”, de Carlota Pérez.
de economía política. Debatir con Ra- la creación de la Agencia Nacional que sus padres se quedasen en Vene-
sector petrolero”, de Ramón Espi- - “El sector extractivo (SE) en Amé-
món era imaginar alternativas para de Seguridad Industrial y Medio zuela, donde nacería él. Conocer más
nasa Vendrell. rica Latina y el Caribe: plataforma
luego verlas hechas realidad. Tuve Ambiente del sector Hidrocarburos acerca de sus orígenes, su familia, su
- “El destino de la renta”, de Osmel de desarrollo sostenible”, de Álva-
la fortuna de coincidir con él en una (ASEA). Casi dos décadas habían amor por Venezuela, su pasión por
E. Manzano M. ro García H.
época de oro de la industria petrole- pasado desde la apertura venezola- aportar a construir un mundo mejor
- “¿Qué impulsa (ahora) a América - “El constructor de puentes”, de
ra venezolana, en un momento en el na. Se contaba con un balance de lo me hizo entender lo que había detrás
Latina y el Caribe?”, de Carlos G. Juan Szabo.
que, desde México, veíamos con cu- que había funcionado y lo que había de sus ideas, de su visión.
Sucre. - “Ramón Espinasa”, de Lourdes
riosidad y algo de asombro lo que su- que afinar. Si bien para 2012-2013 los El legado de Ramón Espinasa es un
- “La industria petrolera de Améri- Melgar.
cedía en la tierra de Bolívar. referentes en América Latina eran referente imprescindible para enten-
ca Latina en la transición energé-
De sus presentaciones e interven- Brasil y Colombia, quedaba el regis- der los retos de la economía política
tica: un cambio de paradigma”, de *Energía, institucionalidad y desarrollo en
ciones aprendí sobre las complejida- tro de los resultados iniciales de un de los países latinoamericanos ricos
Francisco Monaldi, Luisa Palacios América Latina. El legado de Ramón J. Espi-
des del mercado petrolero internacio- proceso de vida corta, pero significa- en petróleo y en minerales. Su enfo-
y Cristopher De Luca. nasa Vendrell. Editor: Luis A. Pacheco. Textos
nal, la relevancia de la geopolítica, la tivo en Venezuela. que, visión y propuestas deben consi-
- “Alpargata, cubalibre y playa: de Luis Alberto Moreno Mejía, Luis A. Pache-
importancia del análisis a fondo de En la primavera de 2017 recibí una derarse para diseñar políticas inno-
¿cuándo el petróleo es una bendi- co, Maite Espinasa Vilanova, Ramón J. Espi-
la economía política de los actores, el invitación para participar en el Pri- vadoras que generen desarrollo con
ción y cuándo una maldición?”, de nasa Vendrell, Osmel E. Manzano M., Carlos
uso de la renta petrolera, las formas mer encuentro para la construcción justicia social. Sus aportaciones al
Roberto Rigobón y Ramón Espina- G. Sucre, Francisco Monaldi, Luisa Palacios,
de administrar esa riqueza, las con- de una visión regional para las indus- análisis del mercado petrolero inter-
sa (en espíritu). Christopher De Luca, Roberto Rigobón, Ruth
sideraciones que se dejaban de lado. trias extractivas de América Latina y nacional y al rediseño y transforma-
- “Prosperidad en una Venezuela de Krivoy, José Ignacio Hernández G., Carlo-
Era un lujo para mí, recién iniciada el Caribe, organizado por la Iniciativa ción de la industria petrolera siguen
posrentista: ¿una quimera?”, de ta Pérez, Álvaro García H., Juan M. Szabo y
en el tema energético, escuchar cla- para el Sector Extractivo del Banco vigentes.
Ruth de Krivoy. Lourdes Melgar. Editorial Alfa, 2024.
ses maestras del economista en jefe Interamericano de Desarrollo. Im-
de PDVSA, quien exponía con bri- pensable no participar sabiendo que *Lourdes Melgar es académica no resi-
llantez y generosidad sus análisis del Ramón Espinasa era quien estaba dente del Centro de Energía del Instituto
mercado. Pocos analistas han tenido el mercado petrolero eran constantes. era considerado padre intelectual. En detrás de ese imprescindible ejerci- Baker e investigadora del Centro de Inves-
su profundidad y claridad. Así, se fueron tejiendo a la conversa- México, donde desde 1938 el tema pe- cio de reflexión. Para delinear una tigación Colectiva del Instituto de Tecno-
Durante ese año de 1998 las reunio- ción otros temas. Venezuela estaba trolero ha estado ligado al de sobera- visión regional congregó a especia- logía de Massachusetts. Fue subsecretaria
nes de análisis, definición de estrate- inmersa en su proceso de Apertura nía nacional, lo que sucedía en Vene- listas en energía y minería de casi de Energía para Hidrocarburos de México y
gia y de negociación para estabilizar Petrolera, del cual Ramón Espinasa zuela era visto como un acto atrevido todos los países de la región, exjefes miembro de la Junta Directiva de PEMEX.
EL NACIONAL DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 11
A
do las potencialidades que dispone el
ntonio Ledezma, en una multiplicidad de ejemplos sobre los nezuela y, luego, su escape al exilio tes a las actuales, pero condicionadas país para acometer exitosamente una
expresión de confianza que destrozos sin control que le estamos en donde se encuentra actualmente. por las características fisiográficas estrategia de desarrollo con el califi-
agradezco, me ha solicitado infligiendo a nuestro capital natural. Los que lo conocemos desde décadas variables de los respectivos países. cativo de sostenible. Especial aten-
prologar su más reciente Ledezma nos plantea ahora: ya no atrás podemos dar fe de una actua- Venezuela, política y ambiente no es ción les otorga a las potencialidades
obra: Venezuela, política y ambiente. es el petróleo el factor central de ción rectilíneamente democrática, una obra dedicada exclusivamente a energéticas, no solamente de hidro-
Rómulo Betancourt comenzó a es- nuestra sociedad –aunque seguirá leal y consecuente con los compañe- su país. Ledezma muestra buena dis- carburos, sino de una amplia gama
cribir su libro Venezuela, política y siendo para los venezolanos todavía ros con quienes le ha correspondido posición para abordar los principales de fuentes renovables que el país
petróleo, entre los años 1937 y 1939. un recurso natural importante–, sino interactuar; destacando en primer problemas ambientales a escala glo- dispone abundantemente. Llama la
El país era todavía profundamen- que es la ecoesfera y su equilibrio el término su comportamiento ejem- bal, e introducir ejemplos compara- atención sobre el tremendo compro-
te pobre y atrasado. Existía un con- determinante del futuro de la huma- plar con el líder y estadista Carlos tivos útiles para sacar nuestras pro- miso que nos impone la transición
texto político social muy diferen- nidad y, por eso, nos presenta su obra Andrés Pérez, quien indudablemen- pias conclusiones. energética dada la dependencia que
te al actual. Esa realidad era la que Venezuela, política y ambiente, que re- te fue mentor de su carrera política. Un capítulo importante está dedi- tenemos de los combustibles fósiles.
Betancourt y otra legión de jóvenes coge muchas de sus investigaciones Antonio Ledezma, como líder políti- cado a los problemas del desarrollo Ledezma incursiona también por
idealistas deseaban transformar pa- bibliográficas y nos propone, al final, co, ha demostrado facetas que están urbano en general. Ledezma propone la caracterización de una serie de in-
ra establecer un gobierno democrá- un modelo de desarrollo diferente: un ausentes en la mayoría de los colegas un programa de transformación ur- dustrias específicas que son viables
tico que generase desarrollo. Demos- modelo de desarrollo sustentable o de su generación y de otras posterio- bana acorde con el desarrollo sosteni- para poner en valor las riquezas na-
trando una aguda capacidad para sostenible, pues ambos términos son res. Una de ellas ha sido su preocu- ble. Como alcalde mayor de Caracas turales. Propone, además, las bases
interpretar el hecho histórico, políti- equivalentes como sustituto del mo- pación por el ambiente. En el ejerci- conformó un equipo de competentes de un programa de recuperación ur-
co, social y los factores que lo deter- delo rentista extractivista que –casi cio de sus funciones administrativas profesionales para que lo asistiera bana para beneficiar al grueso de los
minaban, Betancourt apuntó acer- unánimemente– se acepta que está tuvo la oportunidad de constatar la en la concreción de sus ideas sobre venezolanos que vive en nuestras ciu-
tadamente a definir que el recurso agotado y no puede ya dinamizar el importancia de una buena gestión el urbanismo caraqueño. Tuvo que dades y que en las últimas décadas ha
natural de cuya explotación giraba progreso del país como lo hizo por ambiental en resguardo de la calidad enfrentar situaciones muy serias visto mermar su calidad de vida de
el poder político y la economía, era más de un siglo. de vida de la población a quien debía derivadas del crecimiento urbano, forma ostensible.
clave para entender y poder cambiar A través de su obra, Ledezma nos servir. Ahora, alejado forzosamen- históricamente anárquico e infrafi- Al tratar sobre la inmensa tarea que
esa dinámica. De ello se infiere la explica el rol de los recursos natura- te de su patria, ha gozado de mayor nanciado, a la vez que instrumentar significa recuperar la normalidad al
obligación que se impuso de analizar les en el desarrollo y por qué ha ido tranquilidad para estudiar con indu- iniciativas con potencialidad trans- liberarnos de la tiranía, Ledezma se
el tema petrolero a fondo: sus aspec- cambiando el papel de las materias dable rigor académico los factores formadora como lo fue, por ejemplo, presenta como un líder que ha enten-
tos geopolíticos, por tratarse de una primas como fuente de acumulación socioecológicos que están determi- el proyecto del Parque Urbano Metro- dido perfectamente el rol que deberá
materia prima altamente demandada de capital para impulsar el creci- nando la suerte futura de la vida hu- politano de La Carlota, que le ofrecía jugar el sector privado en la recons-
internacionalmente; la posibilidad de miento económico. Nos ayuda así a mana. Ello le ha permitido también a la ciudad un nuevo espacio verde de trucción del país. Por el hecho de ser
que el Estado obtuviese cada vez ma- comprender el drama venezolano, ya ponderar el proceso de formulación apreciable extensión y la posibilidad una nación arruinada estamos obli-
yores rentas por la explotación de un que como sociedad no tuvimos en el de políticas públicas, principalmente de influir sobre la oferta recreacional gados a recurrir, en buena parte, al
recurso natural propiedad de la na- pasado el acierto para diversificar la en las naciones industrializadas, en y una mejor conectividad vehicular capital privado para rehacer el apara-
ción, y la mejor estrategia para inver- economía y nos mantuvimos depen- resguardo de la sustentabilidad del y peatonal. Dicho proyecto, obtenido to productivo y para obtener las capa-
tir dicha renta y elevar las condicio- diendo mayormente de la explotación desarrollo. Ha apreciado, asimismo, después de un concurso internacio- cidades gerenciales y las tecnologías
nes de vida de los venezolanos. de un solo recurso, hasta un momen- cómo muchos líderes en el mundo de vanguardia que permitan mejo-
De aquí que Venezuela, política y to en que esta actividad dejó de ser que enarbolan el paradigma del de- rar la productividad de los diferentes
petróleo sea un libro que, además de el impulsor del ingreso per cápita y sarrollo sustentable en sus ofertas sectores.
relatar hechos para la historia como fue recrudeciendo la pobreza. Pero populistas, no tienen la más remota El autor, en sintonía con los enfo-
el protagonista que fue Betancourt el autor tiene el coraje para denun- idea de la complejidad que ese proce- ques exitosos de progreso social y
de muchos de ellos, constituya la ex- ciar, además, con abundantes y fide- so significa. económico que se registran en algu-
posición del modelo democrático que dignas pruebas, cómo a lo largo de los Los dirigentes de los diferentes es- nos países, entiende muy bien el pa-
convenía en ese momento a los mejo-
res intereses nacionales para lograr
últimos veinte años el país ha sufrido
por la irresponsabilidad del régimen
tamentos sociales en la actualidad
están obligados a leer abundante-
Ledezma nos pel protagónico que debe desempe-
ñar el sector privado en el desarrollo
desarrollo con justicia social. de gobierno, no solamente la destruc- mente la prolífica bibliografía que explica el rol sostenible, apartándose de la mayoría
Han trascurrido más de ochenta ción de su principal industria extrac- se genera sobre los diversos proble- de dirigentes de las diversas ideolo-
años desde que Betancourt empe- tiva, sino la degradación acelerada de mas que afectan las sociedades de los de los recursos gías que profesan el estatismo, por-
zó a concebir su obra escrita funda- su patrimonio natural por la casi to- países; a estudiar e investigar dichos que no estudian ni leen obras forma-
mental (aunque su primera edición tal cesación de la gestión ambiental y, problemas y a participar en debates naturales en tivas con bases principistas.
no salió publicada sino en 1956), da-
dos los sobresaltos a que estuvo so-
por ende, la disminución de la calidad
de vida de todos los ciudadanos.
en los que se analizan las mejores
soluciones.
el desarrollo Sobran las razones para invitar a
todos los ciudadanos, en especial a
metido el autor mientras tanto. En
este lapso, mucho de Venezuela y del
Antonio Ledezma mostró desde ni-
ño ser una persona formal. Nos rela-
En esta obra, Antonio Ledezma
aborda aspectos muy diversos, todos
y por qué ha quienes profesan la política, a acer-
carse a los temas examinados por An-
contexto global ha cambiado. Anto-
nio Ledezma, autor de este libro, ha
ta en su libro sobre una primera re-
unión de carácter político a la cual le
ellos relacionados con el desarrollo ido cambiando tonio Ledezma en Venezuela, política
y ambiente.
sostenible. El libro contiene un im-
seguido con particular atención las correspondió asistir en 1968 en San presionante volumen de información el papel de las
mudanzas ocurridas. Producto de Juan de los Morros, su ciudad natal, técnica, expuesta toda con rigor aca- *Venezuela, política y ambiente. Anto-
una educada indagación ha ido ad- cuando solo contaba con trece años. démico. Ilustra sus argumentos con materias primas” nio Ledezma. Kálathos Ediciones. Espa-
quiriendo conciencia de que en el Se trataba de un curso de formación sus propias vivencias, lo cual lo ha- ña, 2024.
12 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 16 DE JUNIO DE 2024
La restitución
y del ser inacabado que somos –lo decía Ernesto
Mayz Vallenilla– con el prosternado patrimonio
intelectual de Occidente que nos trasvasa y hace
crisis.
Media pues, en el análisis innovador del autor
de la constitucionalidad
y observando la cuestión desde la perspectiva ju-
rídica, su acertado empeño para desentrañar la
realidad oculta tras las normas constitucionales
nominalmente vigentes en el país; sobre todo por
cuando estas son desfiguradas por los mismos en-
cargados de velar por su ejecución, para hacer-
en Venezuela
les decir lo que no dicen o trastocar su lenguaje
volviéndole ambiguo para que sea fuente de arbi-
trariedades. “[L]a sociedad en sí misma es cúmu-
lo de relaciones entre quienes detentan el poder
y quienes se someten al mismo”, afirma; como
cuando el juez reparte injusticia trastocando al
orden constitucional entre sus destinatarios, re-
cipiendarios de su poder, volviéndoles víctimas,
desconociéndoles sus derechos como personas, y
purgándoles de toda condición ciudadana.
Urge volver a la fuente electoral –lo cree el pro-
fesor Raffalli– bajo condiciones de equidad y
transparencia, en modo de que el reparto plantea-
do sea autónomo, a saber, el derivado del acuerdo
entre todos, que no solo debe ser el resultado de
la imposición de unas mayorías sobre las mino-
rías: “Debe relatarse que las elecciones permiten
alcanzar otro objetivo primordial e incluso con-
sustancial con los derechos humanos, y es que
permiten concretar una reiterada sucesión en el
poder político de manera pacífica y ordenada; en
efecto, aseguran el sostenimiento en el tiempo del
ciclo de vida del Estado como acuerdo social”, leo
en las páginas de su libro.
Ellas hacen un amplio recorrido y ponen en es-
cena la desmaterialización constitucional ocu-
rrida a lo largo de más de dos décadas, a partir
de 1999. La he llamado, en texto que escribo a
propósito, Historia inconstitucional de Venezue-
la (2012). Sucesivamente propone y ofrece Ra-
ffali conclusiones serias, tras análisis serios y
dos interrogantes cruciales que formula como
desafíos inexcusables: “¿Cómo se libera una
JUAN MANUEL RAFFALLI / EL NACIONAL sociedad del yugo de un régimen totalitario que
defrauda la Constitución y pretenden valerse de
L
mediados del siglo XIX. Me refiero a Georg Frie-
a obra jurídica que ha dejado en nuestras nacional y el interno que conjugue conforme al drich de Martens (1756-1821) –catedrático a Gotin- instantaneidad el valor humanamente integrador
manos su autor –La aplicación del derecho principio pro homine et libertatis, el actual Estado ga, distinto del célebre diplomático ruso-báltico de los tiempos:
internacional en la restitución de la Consti- venezolano reduce las normas del orden primero Fyodor Friedrich Martens, 1845-1909, quien nos “El concepto positivista de naturaleza y razón,
tución. El caso Venezuela– es el producto de a normas qua constitutionis. Se reserva el poder quita el Esequibo a los venezolanos –y a Johan la visión positivista del mundo es en su conjunto
su verificada madurez intelectual. Juan Manuel exclusivo para su exégesis, con lo que enerva de Ludwig Klüber (1762-1837). una parte grandiosa del conocimiento humano
Raffalli Arismendi, es un respetado constitucio- tal modo sus obligaciones internacionales, com- Para estos la disciplina a la que le he dedicado y de la capacidad humana, a la cual en modo al-
nalista, abogado del foro, amigo dilecto, doctor en promete su responsabilidad por hechos interna- casi medio siglo de vida era meramente racio- guno debemos renunciar en ningún caso. Pero
Derecho y reconocido catedrático universitario. cionalmente ilícitos, a la vez que deconstruye nal, relacional y estática, extraña a las concep- ella misma no es una cultura que corresponda
Apegado a un método que advierto de innova- al propio derecho internacional de los derechos ciones de la sociedad y la cultura, y único reflejo y sea suficiente en su totalidad al ser hombres
dor, nos da a conocer Raffalli sus elaboraciones humanos. del activismo diplomático oficial: “Le correspon- en toda su amplitud. Donde la razón positivista
sobre la cuestión señalada, explicándonos lo cen- En esa línea, al paso, ha hecho imperar entre día extraer apenas las reglas generales luego de es considerada como la única cultura suficien-
tral y lo que valida sus conclusiones. Advierte que los venezolanos un régimen de la mentira, Il re- observar las relaciones entre los Estados [euro- te, relegando todas las demás realidades cultura-
respalda sus “creencias y hallazgos sobre el siste- gime della menzogna magistralmente disecciona- peos] para mejor asistir las acciones de una culta les a la condición de subculturas, esta reduce al
ma interfuncional de acciones para la restitución do sobre su experiencia italiana durante el fascis- diplomacia”, recuerda el jurista finlandés Martti hombre, más todavía, amenaza su humanidad”,
del orden constitucional [el venezolano, afectado mo por Piero Calamandrei. Raffalli lo describe, en Koskenniemi en su enjundioso y seminal título concluye el último papa, un verdadero doctor de
y objeto de sus análisis], considerando la denomi- sus palabras, como la hipótesis a resolver, dada “el suave civilizador de las naciones”: Il mite civi- la Iglesia.
nada ‘normativa epistemológica’; esa que remite su complejidad: “El remedio ante la amenaza a la lizzatore delle nazioni. Ascesa e caduta del diritto Finalizo destacando, que, sensiblemente nos en-
a mecanismos de verificación y justificación con democracia constitucional se ubica en el discurso internazionale (2012). contramos los occidentales, no solo los venezola-
base en la interpretación y argumentación de he- político contrastante con la oferta deconstructiva Los autores contemporáneos que actualizan el nos, más ocupados de destruir la estatuaria y los
chos jurídicamente relevantes, más allá del mero populista”, precisa. célebre y voluminoso texto pedagógico francés símbolos históricos y hasta los religiosos que nos
contenido de la norma jurídica”. ¿De qué deconstrucción hemos de hablar y de Nguyen Quoc Dinh (1919-1976), Droit interna- han amalgamado como civilización de plurales
De buenas a primera podría observar que la como entenderla como realidad desde la atala- tional public (2009), afirman que el autor nórdi- culturas, ahogados en la liquidez de la que nos ha-
perspectiva así asumida por el autor acaso apun- ya internacional y global, en modo de que va- co mencionado adhiere a la “escuela crítica” que bla el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. El culto
ta a lo conocido, a saber, que su libro acoge el mé- lide y pueda sujetar a lo predicado por el au- busca desmitificar las aproximaciones tradicio- del relativismo alimenta y exacerba el complejo
todo tridimensional de análisis jurídico amplia- tor desde el orden interno, aun cuando omita nales, denunciando el reduccionismo formalista adánico posmoderno. Por ello, celebro el coraje y
mente trabajado por Miguel Reale desde Brasil conceptualizarla? y estatista del derecho internacional y aportando la integridad intelectual de Juan Manuel Raffalli
y profusamente desarrollado, desde Argentina, Puede decirse, tal como lo hiciésemos en ensayo análisis sociológicos y pragmáticos con un pro- Arismendi. Su libro ilumina caminos, deja empe-
por Werner Golschmidt, judío alemán y el más sobre la cuestión, incorporado a la tercera edición pósito preciso: “hacer evidentes los intereses ca- ñada la gratitud de los venezolanos.
autorizado en la materia; ello, a fin de realizar el de nuestro Código de derecho internacional (2021) muflados tras las reglas del derecho”. Es este, co-
doctor Raffalli su ejercicio crítico constitucional a y en nuestro más reciente libro, El derecho inter- mo lo pienso, el camino que toma el libro de Juan * La aplicación del derecho internacional en la restitu-
la luz del derecho internacional. No es así, sin em- nacional y su deconstrucción en el siglo XXI (2024), Manuel Raffalli. ción de la Constitución. El caso Venezuela. Juan Manuel
bargo. De allí lo relevante de los contenidos que que se creyó en vano a partir de 1989 que el fin de Por consiguiente, la validez de la reconstitución, Raffalli Arismendi. Editorial Jurídica Venezolana, Cara-
nos ofrece e integran a su tesis. la bipolaridad y el agotamiento de la experiencia la del Estado de derecho y la democracia en Ve- cas, 2023.