Artículo (El Origen Del Sentimiento de Culpa)

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Iglesia Alianza Cristiana y Misionera.

El Encuentro Bíblico.
Ministerio de Niños y Familia.
San Diego - Estado Carabobo.

El origen del sentimiento de


culpa.

La culpa es comúnmente la raíz de los problemas emocionales. Este


sentimiento se presenta a partir de que la persona diferencia entre el
bien y el mal. Es necesario diferenciar entre dos tipos de culpas:

(a) La culpa real: Este el sentimiento que nos muestra que hemos transgredido la
Ley de Dios, que hemos pecado.

(b) La culpa ficticia: No en todos los casos la culpa tiene una raíz espiritual, más
bien, un trasfondo emocional, la persona puede haberse entregado ya a Cristo pero
todavía le vienen esos sentimientos de culpa. Incluso puede que constantemente le
esté pidiendo perdón a Dios por ese sentimiento, porque le sigue perturbando el
sentimiento de culpa. Esto es una reacción anormal producida por el ambiente,
situaciones vividas en la niñez. Puede que en algunos casos la víctima no ha tenido
un verdadero arrepentimiento o no tienen la fe de recibir el perdón de Dios,
confunde la tentación con pecado y se siente culpable constantemente, experimenta
enojo, temor, tristeza, deseos sexuales y vergüenza, y estas emociones son
normales, no necesariamente un pecado.
SERIE: Perdonar, amar, interceder y bendecir a nuestros enemigos.
Artículo “¿Tienes cuentas pendientes con tu pasado? (Filipenses 3:13)”. Página 1
Iglesia Alianza Cristiana y Misionera.
El Encuentro Bíblico.
Ministerio de Niños y Familia.
San Diego - Estado Carabobo.

Estos sentimientos de culpa tanto la real como la ficticia pueden tener


diferentes manifestaciones: conducta ejemplar, dolencias somáticas corporales,
auto condena, auto castigo, hostilidad - buenas acciones. Así como este sentimiento
tiene el propósito de afligirnos también tiene un propósito beneficioso, sirve de
alerta de que algo no está bien en nuestro interior, ya sea con la relación con Dios y
con los que nos rodean. Nos muestra que hemos hecho algo que no esté de acuerdo
con de Dios, y eso nos lleva a los sentimientos de ansiedad, haciéndonos sentir
indignos ante Dios, con el fin de llevarnos hacia el arrepentimiento, la culpabilidad
nos impulsa a una limpieza de la confesión, la que nos ayudara a restaurar la
comunión con Dios.

Para lograr una buena restauración ante este sentimiento es conveniente que:
(a) La persona reconozca lo que el pecado verdaderamente es.
(b) Expresarlo y no guardarlo.
(c) Reconocer que es mediante la obra expiatoria de Jesucristo.

Es importante que el pastor acepte al individuo tal cual es, animándole a


sentirse libre de expresar lo que en su interior hay, motivarle a la confesión
permitiendo que se produzca un arrepentimiento por su pecado. La persona que
tiene una culpabilidad ficticia le cuesta aceptar el perdón divino, se siente inseguro,
indigno y procura infligirse el castigo que cree que se merece. Es por ello que el
consejero debe recordarle que nadie es perfecto, y que Dios es un padre amoroso
abierto a perdonar.

Para encontrar la raíz que ocasionó este sentimiento, el consejero debe ayudar
al paciente a distinguir si es un sentimiento de culpa real o ficticia. Si la persona
descubre que son reales, producida por el Espíritu Santo, encontrará la solución a
ese sentimiento a través del perdón de Dios y se sentirá un gran alivio.

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Fuentes:
Dr. Esdras Betancourt. Introducción a la Psicología pastoral. Editorial Clie.
Paul Hoff. El Pastor como Consejero. Editorial Vida.
SERIE: Perdonar, amar, interceder y bendecir a nuestros enemigos.
Artículo “¿Tienes cuentas pendientes con tu pasado? (Filipenses 3:13)”. Página 2

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