Oración de Mi Economía
Oración de Mi Economía
Oración de Mi Economía
Que Tu gracia abunde, venga para suplir nuestras más profundas necesidades
y sentidos. Consuélanos mientras esperamos en Ti.
Llena nuestros corazones con Tu paz, envía por tu gracia y tu favor
el rayo de tu luz admirable en nuestro corazón que sobrepasa todo
entendimiento, que esa luz de tu Espíritu Santo nos de fe en esta hora oscura.
Gracias por Tu rica provisión para con nosotros en este día,
tu Ho Dios provees de pan y de dicha
y sé que lo haras en mi vida y familia. Amén."
Padre Santo, Padre Bueno del cielo bendigo tu Nombre por todo
lo que me has dado y aún te agradezco por todo lo que voy a recibir
en esta oración antes de terminarla, tú obra Ho Dios esta actuante
en mis finanzas y pertenencias. Amén.
Lo declaro, amén.
Cada deuda, cada opresión, cada compromiso,
irá cayendo como las hojas del árbol,
por la fuerza de la oracion me vendra la bendición,
por la busqueda de amarte y agarrarme de ti me venddra la paz,
por la confianza plena en tu poder me vendra la prosperidad (+)
por esta señal de la santa cruz.....dígnate bendecir,
Ho Padre uno y trino estas manos y todo lo que produzca como fruto de mi
trabajo, bendice las empresas y (casa) actividades laborales que administro,
guio, dirijo etc.
Aún lleno de endeudamientos y asfixias económicas
Te consagro una parte de ello.
(la cual puede ser muy poco como ofrenda o muy abundante como diezmo
según mi posibilidad)
ORACION VS OPRESION.
Padre Santo, Padre Bueno del Cielo, Padre Amoroso.
Señor Jesucristo, Manso, Humilde, Amor y toda Bondad.
Espíritu Santo, Paraclito, Consolador, Santificador, Vivificador.
Yo (di tu nombre) Soy Hijo de Dios,
creado a su imagen y semejanza.
Comprado a precio de sangre.
¡ Quita tu mano sobre mí, satanas!
¡Que no, te pertenezco!
(pasar la mano sobre la parte afectada rechazando)
Porque Cristo, tiene puesto su mano sobre mí.
(pon tu mano y ora por sanidad)
Porque soy, hijo de Dios y coheredero con Cristo.
Lo declaro, lo afirmo, lo testifico, lo creo. Amén.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Isaías 49, 8
Así habla el Señor:
En el tiempo favorable, yo te respondí,
en el día de la salvación, te socorrí.
Yo te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo,
para restaurar el país, para repartir las herencias devastadas,
9 para decir a los cautivos: «¡Salgan!», y a los que están en las tinieblas:
«¡Manifiéstense!». Ellos se apacentarán a lo largo de los caminos, tendrán
sus pastizales hasta en las cumbres desiertas.
10 No tendrán hambre, ni sufrirán sed, el viento ardiente y el sol no los
dañarán, porque el que se compadece de ellos los guiará y los llevará hasta
las vertientes de agua.
11 De todas mis montañas yo haré un camino y mis senderos serán
nivelados. 12 Sí, ahí vienen de lejos, unos del norte y del oeste, y otros, del
país de Siním, 13 ¡Griten de alegría, cielos, regocíjate, tierra! ¡Montañas,
prorrumpan en gritos de alegría, porque el Señor consuela a su pueblo y se
compadece de sus pobres!
Proverbios 21:26
Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
A muchas personas les sucede esto, he de recordar el refrán que dice:
«La codicia rompe el saco.» Y es que según la teología medieval, la codicia es
uno de los siete pecados capitales que no se perdonan.
En definitiva, fue la codicia de poseer miles o millones o todas las
comodidades lo que llevó a muchos a la perdición.
Esto es una idolatría pues todo lo que hay en el corazón es tu tesoro, la vida
no es solo comida y vestido o estudios, nos olvidamos que Dios nos creo para
amarnos, ser solidarios, compartir, convivir y buscarlo a él, darle Gloria y
Honor. Tenemos un Dios y dueño, no estamos solos.
¿Y qué es la codicia?
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la codicia es el afán
excesivo de riquezas.
En sentido figurado, es el deseo vehemente de algunas cosas buenas.
Todos sabemos que es normal el deseo de poseer cosas buenas.
Pero la codicia es ese deseo convertido en pasión, es decir, algo bueno
llevado al extremo. Exceso.
Un fruto destructor de la codicia es el egoísmo o al revés, pues este nos hace
olvidar de los demás y de los ignorantes, de los pobres de los que no tuvieron
un día modo o forma de superación y desempeño, el egoísmo nos siega con la
comodidad y el placer, la diversión y los paseos excesivos.
Yo veía a una persona que es maestra, como contaba en una comunidad sus
frecuentes viajes a varios lugares y sus cientos de fotos en todas partes etc.
Veía en esa comunidad a mucha gente como la envidiaba y se entristecía
porque ellos no conocían ni Acapulco y muchos ni México o Cancún.
El egoísmo y la avaricia nos hacen olvidar al hermano que nunca ha podido
tener, no por flojo sino por oportunidad.
Le toco esa vida dura, áspera y des oportuna, su falta de preparación y
modo económico. La palabra de Dios dice, Dios ama a los pobres y escoge a
los ignorantes y socorre al desvalido.
Con mucha razón he visto como hay personas que tienen y no son felices,
sus excesos, sus paseos, sus gastos etc.
No son otra cosa que tratar de ser felices, disfrazan para su corazón una
mentira envuelta de verdad.
El que tiene a Cristo lo tiene todo. La oración ayuda mucho a encontrarse
con el amado y el que tiene a Cristo y lo ama profundamente es feliz y Dios
provee en todo momento, es más la biblia dice:
EL QUE TIENE A CRISTO NADA LE FALTA.
Eso es verdad y lo primero que se gana es el cielo.
Los sanos deseos nos pueden llevar hasta cruzar fronteras lejos de nuestra
tierra en busca de nuevos horizontes.
Cuando los mantenemos dentro de sus cauces, esos deseos de poseer pueden
ser buenos y positivos, señales de verdadero progreso.
Pero cuando se vuelven pasiones desorbitadas que nos dominan, cuando se
hinchan como un tumor maligno y se extienden como un cáncer y devoran lo
mejor de nuestras fibras morales, esos deseos —los mismos que arruinaron a
muchos— nos pueden llevar a la perdición.
No olvides que el egoísmo es destructivo y desamor.
Eclesiastés 5:10
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener,
no sacará fruto. También esto es vanidad.
5:11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen.
¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
CONSEJOS...
Saludos y bendiciones.
Te contesto y espero sepas comprender mi intención
2.- las deudas o adeudos no cayeron del cielo, son consecuencia de algo o de
alguien que imprudentemente cayó en la opresión financiera.
A veces se justifica con necesidades, pero no se pude vivir con lo que no se
tiene, el modernismo, el consumismo, la moda, etc.
Involucrar a muchos Poco a poco a sumergirse en esta corriente de adeudos
en las que el fruto es el padecimiento.
7.- En estos casos la vida no es normal, hay una alteración maligna, existe
gente que por envidia, mal deseo, venganza, etc.
Se dedica hacer brujería, hechicería, magia etc.
Para que la persona se enferme y a pesar de ir a médicos no se curan,
para no prosperar a pesar de tener 2 trabajos y otras entradas económicas.