El nacimiento de la profesión veterinaria está vinculado al surgimiento de la agricultura y la ganadería en Oriente Medio. La domesticación de animales de producción y trabajo permitió a las poblaciones nómadas asentarse permanentemente, dando paso a la civilización humana. En esta región también surgieron los primeros veterinarios, encargados de la salud de los animales domésticos, de los que se sabe poco sobre su formación y técnicas utilizadas. El Imperio Babilonio, liderado por Hammurabi, se expandió y estableció un extenso imperio en la región de Mesopotamia hace unos 4000 años. Hammurabi introdujo reformas legales y administrativas que se plasmaron en el Código de Hammurabi, el cual es el primer documento conocido que hace referencia a la actividad veterinaria. Obligaciones y derechos de los veterinarios en el Código de Hammurabi, que regulaba su actividad con bueyes y asnos. Si salvan la vida de un animal, reciben una paga; si lo causan la muerte, deben compensar al dueño. Los egipcios utilizaban animales para usos agrícolas, militares y como compañía, especialmente perros y gatos, considerados sagrados. La referencia más antigua a las prácticas veterinarias es el papiro de Kahun, considerado el "primer tratado de Medicina Veterinaria" de la Historia. Aunque no menciona a los veterinarios como profesionales, describe enfermedades y tratamientos para ganado y perros en el antiguo Egipto. También incluye fórmulas esotéricas y religiosas para curar animales, como baños fríos y calientes, cauterizaciones y métodos con plantas y minerales. En China, la veterinaria se remonta a hace miles de años, con veterinarios oficiales encargados de cuidar caballos. Veterinarios como Sun Yang fueron pioneros en el tratamiento de caballos con acupuntura. La veterinaria china se centró principalmente en caballos durante mucho tiempo, pero eventualmente se expandió a otras especies como vacas y cerdos. En 1840, China estableció su primera escuela de veterinaria occidental para tratar caballos. Desde entonces, han combinado técnicas modernas con su medicina tradicional. Actualmente, también estamos integrando prácticas milenarias en nuestra forma de ejercer la veterinaria. La Grecia clásica fue pionera en la medicina veterinaria con médicos de animales desde el año 500 a. C. Quirón, Asclepios y Melampus fueron figuras importantes en la medicina comparada. Las escuelas médicas griegas no eran centros reglamentados y Hipócrates fue una figura destacada en la medicina. Su obra más relevante en veterinaria fue sobre enfermedades de caballos. La Escuela médica de Cos fue fundada en el año 600 a.C. Hipócrates, hijo de médico, fue su figura principal y practicó y enseñó Medicina en varias regiones. Su obra más importante es el Corpus hipocrático. También escribió sobre enfermedades del caballo. Los peripatéticos del Liceo de Atenas fueron destacados discípulos de Aristóteles. Los peripatéticos del Liceo de Atenas cerraron la etapa clásica de la cultura griega. Aristóteles, con su Corpus aristotélico, aporta resultados en Física, Ciencias Naturales y la historia de estas disciplinas. Nacido en Estagira, fue influenciado por su padre médico. Sus trabajos científicos se dividen en Lógicos, Físicos y Naturales, donde destacan obras como Historia animalium y De generatione animalium. Describió enfermedades y epidemias en animales. Después de Aristóteles, la ciencia biomédica se centra en Alejandría y Roma. Los romanos desarrollaron la veterinaria como una ciencia aplicada, crucial para el ejército y las explotaciones agrícolas. Los veterinarius cuidaban a animales de carga, y la palabra puede derivar de la atención a animales viejos o del verbo transportar. Autores como Catón y Virgilio escribieron sobre la cría y salud de animales, mientras que Columela es considerado el máximo exponente agrónomico. Autores posteriores como Paladio y Pelagonio continuaron con tratados sobre salud animal. Vegecio escribió sobre patologías y anatomía de caballos y ganado, criticando la falta de formación reglada y baja consideración social para los veterinarios. En el año 301, el edicto de Diocleciano reguló los salarios de los profesionales, con un sueldo diario estimado de 76 denarios para un veterinario. REFERENCIAS: