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LECCIÓN Nº 33 – Año 2020
Pasaje Bíblico: Lucas 22:31-32
Lecturas Bíblicas Cotidianas: HOY (Lucas 22:31-32); LUNES (1 Corintios 10:1-13); MARTES (Santiago 4:1-10); MIERCOLES (Apocalipsis 12:1-17); Jueves (Génesis 13:1-18); VIERNES (1 Pedro 5:1-11); SABADO (Efesios 6:10-20). Leamos, reflexionemos y vinculemos estos textos con la lección. TEMA: Nuestro Enemigo Común: La Tentación, 4º Parte. Pasaje de Memoria: ““…el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” 1 Juan 2:17b. Introducción: Nuestro Enemigo Común, Las Tentaciones, Parte 3 Final.
Ya hemos tratado en las clases anteriores: el mundo, la carne y el lugar de la tentación.
Para comenzar esta última lección vamos a ver un ejemplo del Antiguo Testamento. ¿Recordamos cuando Abraham y su sobrino Lot temían una guerra familiar? (Génesis 13). ¿Qué fue lo que tentó a Lot a elegir el valle del Jordán? ¿Cuáles fueron las consecuencias de su elección? Discutir con la clase: ¿Cuándo nuestras decisiones se pueden convertir en tentaciones? Leemos en 1 Juan 2:16. Luego, podemos agregar que todo lo que menciona este versículo está en guerra contra nuestra alma. ¿Lo repetimos entre todos? Recordemos que la carne es la predisposición para pecar. Nuestro cuerpo está sujeto a tentaciones físicas, las áreas del apetito, la lascivia, la pereza, la violencia, todos estos pecados, son del área de la carne. En el Antiguo Testamento encontramos por lo menos dos hombres de Dios, incorporados a la lista de héroes de la fe de Hebreos 11, que batallaron sin éxito contra la carne. ¿Quiénes fueron? Contra los deseos de la carne, la palabra clave es: Huir. Ahora, ¿Qué acerca del Diablo? Está en guerra con nuestro espíritu. Conocemos a Dios a través de nuestro espíritu, solo el hombre lo tiene, y eso es lo que hace que el hombre sea el elemento distintivo de la creación ya que puede conocer a Dios, y la Biblia dice que Dios es Espíritu y los que le adoren, deben adorarle en espíritu y en verdad. Romanos 8:16 El espíritu en el hombre es el vehículo de comunicación, adoración, alabanza y conocimiento espiritual. ¿Qué es lo que el Diablo quiere hacer? Quiere separarnos de Dios, por lo tanto, hace su guerra principalmente contra nuestro espíritu.
Lot, es un ejemplo del mundo tentando al alma.
David, es un ejemplo de la carne tentando al cuerpo. Simón Pedro, es un ejemplo del Diablo tentando el espíritu.
Desarrollo: Jesús le dijo a Simón Pedro: “…Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte;…” (Lucas 22:31-32). ¿Pusimos atención en estas palabras de Jesús? “He orado por ti para que tu fe no falte”. ¿Cuál fue la tentación de Simón Pedro cuando negó al Señor Jesús? Volvamos a 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir; sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. ¿Qué acerca del mundo? ¿Cómo vencemos al mundo? La palabra clave es: Fe. En su epístola, Juan nos dice: “Esta es la victoria que ha vencido al mundo: Nuestra fe”. Nuevamente, no se nos dice que debemos pelear contra la mundanalidad. ¿Qué es lo que hace la fe? Hace que Dios sea real para vos, una brillante y viva realidad. En 1 Juan 2:15, leemos: “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. Ahora pongamos atención a lo siguiente: No dice que el amor del Padre no está en él, porque ama al mundo, dice lo contrario, la razón por la cual ama al mundo es porque el amor del Padre no está en él. La mundanalidad, es simplemente un síntoma de ello. Contra el enemigo infernal, la clave es lucha, la Biblia dice que debemos pelear la buena batalla de la fe (Santiago 4:7); aquí no se nos dice que debemos correr, se nos dice que debemos resistir, pelear, no en nuestra fortaleza, sino en la fortaleza de Cristo. Seguramente nos preguntamos: ¿Cómo podemos hacer eso? Apocalipsis 12:11: nos da la respuesta, “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero, y la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Pero para tener ese poder necesitamos primero tener a Cristo en nuestra vida.
CONCLUSION:
1. La tentación es humana. Si soy un ser humano es lógico que tenga tentaciones. Problemas, enfermedades y situaciones muy difíciles constituyen el común denominador de la raza humana. Si pregunto: « ¿Por qué a mí?» debería responder: «Porque soy un ser humano». 2. Si pienso que NUNCA voy a ser tentado estaré afirmando mi vida sobre una mentira. Cristo mismo fue tentado «en todo según nuestra semejanza» (Hebreos 4:15). Otros creyentes enfrentaron y enfrentan las mismas tentaciones, ya que el Diablo, como león rugiente busca a quien devorar (1ª Pedro 5:9). 3. ¿Cuáles son las áreas primarias de tentación según 1ª Juan 2:15-16? Cada uno de nosotros tendrá un aspecto en el cuál será más vulnerable, pero no quiere decir que debamos ser derrotados. Dios tiene el Control.
1. La presión que soportamos está controlada por el Señor. Dios no necesita hacer en nosotros una «prueba de resistencia de materiales», Él ya sabe cuánto podemos resistir. Nosotros querríamos vivir la vida sin presiones, sin problemas. Oramos para que Dios nos saque los aguijones de la carne, como Pablo, y sin embargo Él no lo hace siempre. Aunque siempre nos da la victoria. 1 Corintios 15:57. 2. No conocemos todos los planes de Dios, pero sabemos que Él los conoce y eso debe bastarnos.
Una Certeza Alentadora: ¡Hay una Salida!!!!!.
1. El camino de la salida es la fidelidad de Dios, (2 Tesalonicenses 3:3).
2. ¿Qué nos enseña Mateo 6:9-13 sobre la oración y la tentación? La oración es dependencia. Ser tentados no es pecado. Caer lo es. ¿Cuál es la tentación que vos enfrentás frecuentemente? ¿Cuál es la salida que encontrás en Dios? Aprendamos de memoria 1 Corintios 10:13. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir; sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
