La Consolidacion de La Escena de La Cuec
La Consolidacion de La Escena de La Cuec
La Consolidacion de La Escena de La Cuec
Fred Rohner
(Itajubá, 1977)
Lima, diciembre de 2022, 6(2), pp. Lima, diciembre de 2022, 6(2), pp.
La consolidación de la escena de la cueca
urbana en Chile y la reactivación de un
antiguo circuito musical
The consolidation of Cueca’s urban scene in Chile and the reactivation
of an old musical circuit
Fred Rohner
Universidad de Rennes 2
[email protected]
ORCID: 0000-0003-4100-1723
Resumen
Palabras clave
Zamacueca, cueca urbana, circuitos musicales.
Abstract
The following article proposes that in the consolidation process of the urban
cueca in Santiago and Valparaíso (Chile) at the beginning of the 21st century, the
disappearance of some of the oldest referents of the performance of this variant
of the Chilean cueca forced the new actors and new musicians to reactivate the
musical circuits of the 19th century through which this musical genre had traveled
and settled in Peru and Chile.
Keywords
Zamacueca, cueca urbana, musical circuits.
Introducción
Por ello, antes que atender al estudio de la zamacueca o de las formas musicales
devenidas en Perú (marineras) y Chile (cueca) como parte del desarrollo de la
misma, nuestra atención migró hacia los procesos y hacia las circunstancias que
posibilitaron el movimiento fluido de dicho género de uno a otro espacio. En la línea
de interpretación propuesta por Corbain (1994) y Chartier (2006) sobre la circulación
cultural, el objetivo de este artículo es dar cuenta de la existencia de un circuito por
el cual dicha movilidad fue posible.
1. La actividad musical debe comprenderse como parte de los flujos comerciales y de los movimientos de individuos
motivados por otras actividades externas a la actividad musical.
José Durand contaba en una conferencia ofrecida en el centro musical Breña el año
1987 que la primera referencia que había hallado sobre la zamacueca se remontaba
al siglo XVIII y se encontraba en un viejo legajo depositado en la Biblioteca Nacional
de España.2 Lamentablemente, la conferencia estaba destinada a un público no
especializado; por ello, imaginamos, el bibliófilo peruano no ofreció mayores datos
sobre dicho texto y solo nos queda esa breve referencia.
De todos estos países, aquellos donde la zamacueca o los géneros que devinieron
de ella adquirieron una significación nacional, quizás los más relevantes sean Perú y
Chile. Por motivos distintos, aunque relacionados con la compleja y tirante situación
que mantuvieron ambos países desde mediados del siglo XIX y parte del siglo XX, la
mayor parte de los debates acaecidos sobre el origen y difusión de la zamacueca
han colocado a estos dos países en el centro de la atención, más allá de la discusión
que congregó durante parte del siglo XX a intelectuales y folkloristas de ambos
países (Fernando Romero o José Durand, para el caso peruano, o Vicuña Mackenna
y más tarde Pablo Garrido para el caso chileno, por citar solo algunos ejemplos
importantes) en torno al mayor o menor significado que este estilo musical podía
acarrear en sus respectivos países y su entroncamiento con un conjunto de valores
nacionales respectivos de cada una de estas naciones.
2. Esta conferencia de Durand nos fue proporcionada por la musicóloga Chalena Vásquez y formaba parte de los materiales
de trabajo de William Tompkins que este entregó al Centro de Música y Danzas de la Pontificia Universidad Católica del Perú
que Vásquez dirigía.
también para Vega– el viaje solía iniciarse en Lima, y para los chilenos en el centro
de su territorio). Sin embargo, para muchos de estos intelectuales la noción misma
de viaje desdibujaba una realidad bastante tangible sobre la relación entre ambos
países y la fluidez con que estos y sus gentes interactuaban. En última instancia,
esto quiere decir que no existió realmente ‘un viaje’ de la zamacueca del Perú a Chile
o de Chile al Perú (según el dislocado polo nacionalista donde queramos situarnos),
sino numerosos viajes de ida y vuelta o, para decirlo más claramente, un circuito
cultural y comercial por donde la zamacueca y otros muchos productos culturales
viajaron de manera constante y fluida como parte del capital simbólico y de los
saberes culturales de los viajantes.
Un elemento propio del nacimiento de la industria, además, tiene que ver con
la indeterminación del motivo visual que ornaba dichas partituras. Un conjunto
abundante de estos impresos solía mostrar a una pareja (hombre y mujer)
ejecutando un baile de pañuelo (presumiblemente una zamacueca) sin ningún rasgo
que pudiese traslucir una adscripción nacional específica. La pareja representada
bien podía ser peruana, chilena, argentina, etc. La indumentaria de los personajes
había sido diseñada de manera general para calzar dentro del imaginario criollista
de cualquiera de estos países.
Con el correr del tiempo, estas mismas figuras (en algunas partituras se trata del
mismo dibujo) comenzaron a delatar algunos tintes nacionales a partir del coloreado
empleado en ellas. Por ejemplo, la silueta de la pareja que antes aparecía en blanco
y negro, fue teñida con los colores de la bandera chilena en ediciones posteriores.
Esa misma figura (en blanco y negro) había sido utilizada en partituras impresas
tanto en el Perú como en Chile (también en el extranjero, muchas de estas partituras
se imprimieron en Alemania) lo que delataba un modelo común en las imprentas de
ambos países.
¿A qué obedecía la alta frecuencia de estos viajes? Sería imprudente afirmar que
se tratase de viajes exclusivamente musicales; antes bien, se trataba del flujo
comercial que había existido desde tiempos anteriores a la consolidación de ambos
países dentro de la vida republicana. El movimiento comercial de bienes y personas
incluía también una porción significativa de objetos musicales (partituras, como
señalamos antes, por ejemplo), pero también de los saberes y de las sensibilidades
sonoras de la población que efectuaba dichos viajes. Se trataba, como en el caso
de las partituras o de las imprentas dedicadas a la actividad musical, de un conjunto
de nodos dentro de un circuito más complejo que conectaba la actividad cultural de
ambos países.
Como ha explicado Christian Spencer (2015), la cueca urbana sería una expresión
de la cueca chilena que se vio afectada por las limitaciones impuestas por el
régimen pinochetista a la bohemia santiaguina entre mediados de la década de
1970 y mediados de la década de 1980. Si bien el régimen de Pinochet dio un lugar
preponderante a la cueca dentro de la vida cultural chilena, este empuje habría
favorecido a la cueca huasa o campesina que reproducía los valores sociales y
culturales privilegiados por el régimen en tanto reflejaban una imagen nacionalista
de la cueca (Jordán y Rojas 2009).
3. Otro ejemplo bastante señero es el del compositor Celso Garrido Lecca que en el último tercio del siglo XX desarrolló parte
de su actividad profesional en Chile.
también la pérdida parcial de ese nexo con el pasado musical urbano. Aunque esto
no significó en lo absoluto un declive en el movimiento de la cueca urbana, promovió
en cambio la búsqueda de nexos con realidades semejantes fuera de Chile.
Yo creo que después empezó a viajar la gente porque nosotros [Rodrigo Pinto y
Julián Herreros] volvimos con otros toques, otros valses, con otro repertorio, con
otra mirada del criollismo, por así decirlo. Enriquecimos, creo, humildemente lo
4. Sobre los movimientos de cueca surgidos en oposición a la dictadura o que representaron una imagen alternativa a la cueca
promovida desde la dictadura puede revisarse el trabajo de Laura Jordán y Araucaria Rojas “Clandestinidades de punta y
taco. Estudio sobre la creación y circulación de cuecas y música clandestina durante la dictadura militar (Chile 1973-1989)”.
digo, no digo que sea una referencia ni nada, pero lo hicimos, porque volvimos
cantando cosas que no sabía, y de formas que tampoco conocía antes de ir a
Lima […] Yo creo que lo que motiva a ir a la gente es, acá como que se acabaron
los taytas, viste, como que murió El Baucha en el 2014, que era casi como lo
último que iba quedando; en cambio, en Lima todavía había taytas vivos, del
ambiente, del criollismo […] aparte que también allá en Lima yo me di cuenta que
había como una orfandad de juventud, cachay. Siento que la juventud no está
interesada en esto; yo aquí en Chile veía como doscientas personas interesadas
en esto, y allá en Lima veía dos, tres, cinco como mucho (Pinto, comunicación
personal octubre 2022).
Fueron quizás las visitas de estos músicos (Pinto, Herreros y Mena) las que
motivaron la afluencia cada vez mayor de músicos jóvenes en los años siguientes
a los espacios musicales limeños. Estas visitas no deben verse como meros actos
individuales, sino como parte de un movimiento que reactivó un viejo circuito
musical que unía a las ciudades de Lima-Valparaíso y Santiago.
5. Rodrigo Pinto es un músico multifacético que ha trajinado movidas del rock en Chile, pero que muy pronto se integró, junto
con otros jóvenes de su generación (Marco Palma, René Alfaro, etc.), a la movida de la cueca urbana. Participó de numerosas
grabaciones (como músico y como productor) con algunos de los viejos cultores de la cueca urbana y acompañó a El
Baucha en sus últimos años de actividad musical, como quedó testimoniado por Vincent Moon dentro de su colección de
documentales musicales.
Lima representa el origen. Siento en los sonidos algo muy viejo, atávico y visceral
que mi cuerpo recuerda. Con la música peruana, la marinera principalmente y
con los valses, me pasa [algo] parecido que con la cueca. Mi corazón late al ritmo
e irriga sangre a todo mi cuerpo en llamas. Me impresiona mucho cómo siempre
nos han enseñado, de una u otra manera, que nuestros países no son amigos,
que son diferentes, cuando yo siento que compartimos muchísimos puntos […]
creo que [Lima] representa, de algún modo, una cuna de los sonidos, donde se
sintetizan de manera perfecta y armoniosa varias vertientes originarias. Es un
lugar donde se sigue cultivando una práctica tradicional que ha trascendido. Que
destaca por el virtuosismo de sus intérpretes (voces, cajón y guitarras) y por la
permanencia de lugares de socialización donde perviven las tradiciones (Acuña,
comunicación personal octubre 2022).
Es importante resaltar que el circuito constituido desde antes de que ambos países
se iniciaran en la vida republicana, y que fue el que posibilitó el desarrollo heterogéneo
de la zamacueca en ambos países, se reactivara en relación a la búsqueda de un
pasado y de una conexión con el ‘origen’ de la identidad musical chilena colocando
en el centro de la escena a un género devenido de esa zamacueca (la cueca urbana).
Conclusiones
Como hemos explicado, durante parte del siglo XIX y del siglo XX existió un circuito
musical que conectó a Chile y al Perú funcionando como un canal de múltiples idas
y vueltas y que posibilitó el asentamiento y el desarrollo de la zamacueca, entre
otros géneros musicales, en ambos países. A diferencia de lo que se solía sostener
sobre los momentos y los actores que trasladaron dicho género de un país a otro,
proponemos que se trató no de un traslado único, sino de constantes viajes de ida
y vuelta.
6. Julián Herreros formaría más tarde el conjunto Los Celestinos, dedicado a la interpretación de valses criollos al estilo
limeño entre los que destacan sus propias composiciones. Durante el 2018, tuvimos la suerte de realizar un conversatorio
con el musicólogo Juan Pablo González en la Universidad de Santiago de Chile junto con Herreros, Javier Mardones (otro
integrante de Los Celestinos) y los músicos peruanos Sara Van y Sergio Salas.
Este circuito musical se vio enriquecido en la segunda mitad del siglo XIX con la
aparición de una industria musical impresa que mantuvo vigentes las conexiones
entre Perú y Chile. Aunque el circuito nunca se cortó del todo, la Guerra del Pacífico
que enfrentó a ambos países quebró la fluidez que hasta entonces habían mantenido
dichos viajes musicales. Al iniciarse el siglo XXI, este circuito fue reactivado por los
nuevos grupos de músicos chilenos dedicados al cultivo de la cueca urbana en su
afán de buscar una conexión con el pasado y un espacio de aprendizaje que les
permitiera dotar de continuidad al movimiento originado tras la caída de la dictadura
de Pinochet. Esa búsqueda de conexión recolocó a Lima dentro del imaginario
musical chileno y revivió el circuito de la zamacueca que existió durante el siglo XIX.
Anexo
Referencias
IOP-PUCP.( 2017). Boletín 147. Estado de la Opinión Pública. Radiografía social de los
gustos musicales en el Perú, Recuperado el 12 de noviembre de 2019 de
http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/110428.
Spencer, Ch. (2015). Pego el grito en cualquier parte. Historia, tradición y performance
de la cueca urbana en Santiago de Chile durante el período postdictatorial (1990-2010).
Tesis doctoral. Universidad Complutense, Madrid.