Ejecutoria Notificación Cesión Hipoteca

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Registro Núm.

18578; Novena Época; Primera Sala; Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta

Tomo XXI, Enero de 2005.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 128/2003-PS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS


TRIBUNALES COLEGIADOS DÉCIMO PRIMERO Y DÉCIMO TERCERO, AMBOS EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

CONSIDERANDO:

TERCERO. El Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito
(denunciante), al resolver el juicio de amparo directo número D.C. 539/2003-13, sostuvo el
criterio siguiente:

Que la notificación al deudor de la cesión del crédito hipotecario es un requisito imprescindible


que legitima al cesionario para hacer valer sus derechos derivados de la cesión en contra del
deudor, constituyéndose en un presupuesto necesario para el ejercicio de la acción.

A fin de justificar lo anterior, precisó que la causa de pedir emanó de un contrato de apertura de
crédito de hipoteca, de ahí que se trataba de una obligación de carácter personal que, por su
naturaleza, implica el cumplimiento de obligaciones de carácter pecuniario, que el acreedor
puede exigir de su deudor mediante el ejercicio de acciones jurisdiccionales.

Luego, analizó la naturaleza de la cesión de los créditos hipotecarios, precisando al respecto que
para que sea válida se debe cumplir con los requisitos siguientes: a) Que la cesión se haga en la
forma que para la constitución de la hipoteca previene el artículo 2917 del Código Civil para el
Distrito Federal, anterior a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el
veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis; b) Que se dé conocimiento al deudor; y,
c) Que sea inscrita en el registro.

Al respecto, el Tribunal Colegiado abordó en específico el requisito relativo al conocimiento que


se debe hacer al deudor respecto de la cesión del crédito; precisando que, conforme al artículo
2893 del Código Civil para el Distrito Federal, la hipoteca es una garantía real constituida sobre
bienes que no se entregan al acreedor, y que da derecho a éste, en caso de incumplimiento de la
obligación garantizada, a ser pagado con el valor de los bienes, en el grado de preferencia
establecido por la ley.

Afirmó que para que el cesionario que adquiera un crédito garantizado con hipoteca pueda ejercer
en contra del deudor las acciones personal y real derivadas, respectivamente, del crédito y de la
hipoteca, es necesario que previamente notifique la cesión a dicho deudor; citando de apoyo la
tesis emitida por la anterior Tercera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
rubro: "CRÉDITO HIPOTECARIO, NOTIFICACIÓN DE LA CESIÓN DEL."

Por último, precisó que no era obstáculo a la conclusión apuntada, que de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 2029, 2031, 2036 y 2040 del Código Civil para el Distrito Federal, el
fin único que persigue la ley al exigir que la cesión de un crédito sea notificada al deudor, es que
éste no incurra en responsabilidad si paga al acreedor primitivo, pues dichos preceptos regulan lo
relativo a los créditos civiles que se contraen a los derechos personales que han sido objeto de la
cesión; sin embargo, señaló, respecto de los derechos reales derivados de una hipoteca rige el
artículo 2926 del mismo código, que dispone que el crédito puede cederse todo o en parte,
siempre que la cesión se haga en la forma que para la constitución de la hipoteca prevé el artículo
2917, se dé conocimiento al deudor y se inscriba en el registro; citando el criterio emitido por la
anterior Tercera Sala, de rubro: "CESIÓN DE DERECHOS, NOTIFICACIÓN AL DEUDOR,
EN CASO DE."

CUARTO. Por su parte, el Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, al resolver los juicios de amparo directo números 485/2002 y 542/2001, sustentó el
criterio siguiente:
Que en tratándose de juicios especiales hipotecarios en donde el crédito original haya sido
cedido, no es un presupuesto necesario para el ejercicio de la acción, que previamente a la
promoción de la demanda mediante la cual se reclame el pago del crédito, se notifique por escrito
al deudor la cesión, en términos de lo dispuesto por el artículo 2926 del Código Civil para el
Distrito Federal.

El órgano colegiado llegó a esa conclusión, pues consideró que de los artículos 2029, 2031, 2032,
2040 y 2926 del Código Civil para el Distrito Federal, se desprende que en la legislación referida
se permite la cesión de derechos, entre la cual se encuentra comprendida en forma expresa la de
los créditos con garantía hipotecaria; caso en el que se requiere que la cesión correspondiente se
haga del conocimiento del deudor.

Agregó que se da cumplimiento al requisito relativo al aviso a la parte deudora, respecto de la


cesión de derechos mediante la cual adquirió los derivados del contrato de apertura de crédito con
garantía hipotecaria para la adquisición de vivienda, cuando en el escrito inicial de demanda se
manifieste que éste sirve como aviso a los demandados de la referida cesión de créditos, para los
efectos legales a que hubiera lugar, en términos del artículo 2041 del Código Civil para el Distrito
Federal.

Destacó que de la interpretación de los artículos referidos con anterioridad, se desprende que el
fin único que persigue la ley al exigir que la cesión de un crédito deba ser notificada a su deudor,
es que mientras no le sea comunicada esa cesión, éste no incurre en responsabilidad si paga al
acreedor primitivo; en tanto que, una vez hecho del conocimiento del deudor la existencia de la
cesión del crédito, éste sólo se libra de la obligación correspondiente con el pago al cesionario, tal
como lo prevé el artículo 2041 del código mencionado.

Precisó que no era obstáculo a la conclusión referida, lo expresado por la responsable en el


sentido de que en términos del artículo 2926 del código sustantivo en mención, la cesión de
derechos debió ser notificada por escrito a los deudores, previamente a la promoción de la
demanda inicial en razón de que la cedente había dejado de llevar la administración del crédito
correspondiente, y carecía de eficacia para cubrir el requisito mencionado, la circunstancia de que
en la mencionada demanda inicial se hubiera dicho que la manifestación relativa a la existencia
del contrato de cesión de derechos crediticios, celebrado con la institución bancaria originalmente
acreditante, surtía los efectos de notificación a los deudores, de la citada cesión de derechos,
motivo por el cual era de considerar que, en la especie, no se había cumplido con la
correspondiente notificación previa.

Al respecto, señaló que lo expresado por la responsable se limitó a la afirmación de que la


notificación por escrito a los deudores, debió efectuarse previamente a la promoción de la
demanda que motivó el juicio especial hipotecario de origen, y que el aviso por escrito dado a los
deudores demandados, conjuntamente con el emplazamiento a juicio, carece de eficacia para
tener por cumplido el mencionado requisito establecido por el artículo 2926 del Código Civil;
empero, refiere el Tribunal Colegiado, la responsable no expresó ningún argumento jurídico, ni
citó precepto legal que funde su afirmación, es decir, nada se dijo para justificar legalmente que
el cuestionado aviso a los deudores del crédito materia de la controversia, necesariamente debió
de realizarse previamente al momento en que se demandara el pago del crédito y sus accesorios,
que fueron cedidos por la institución bancaria acreditante, y que, por ende, el realizado mediante
la respectiva manifestación contenida en el escrito inicial de demanda, no surtía efectos legales.

QUINTO. Con el propósito de verificar si en el presente caso existe contradicción entre los
criterios sustentados por los Tribunales Colegiados contendientes, se tiene presente el contenido
de la jurisprudencia siguiente:

"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala que
corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que existen tesis
contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los negocios
jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o
criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en las
consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas; y, c)
que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."

De lo anterior, se obtiene que para que exista la contradicción de tesis denunciada deben
cumplirse los requisitos siguientes:

a) Que al resolver los negocios jurídicos se hayan examinado cuestiones jurídicas esencialmente
iguales y se adopten posiciones o criterios jurídicos discrepantes;

b) Que la diferencia de criterios se presente en las consideraciones, razonamientos o


interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas; y,

c) Que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.

Ahora bien, de las sentencias pronunciadas por los tribunales contendientes, se advierte que se
cumplen con los requisitos para la existencia de la contradicción de tesis denunciada.

En efecto, en el caso se cumple con lo precisado en el inciso a), toda vez que al resolverse los
negocios jurídicos sometidos a la consideración de los Tribunales Colegiados Décimo Tercero y
Décimo Primero, ambos en Materia Civil del Primer Circuito, se examinó una cuestión jurídica
esencialmente igual, consistente en determinar si para que proceda la vía especial hipotecaria, en
caso de existir cesión de los derechos del crédito relativo, es necesaria o no, la previa notificación
al deudor en términos del artículo 2926 del Código Civil para el Distrito Federal (vigencia
anterior a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el veinticuatro de mayo
de mil novecientos noventa y seis).

Al respecto, los Tribunales Colegiados en mención adoptaron posiciones o criterios jurídicos


discrepantes; pues el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
afirmó que para que el cesionario que adquiera un crédito garantizado con hipoteca, pueda ejercer
en contra del deudor las acciones personal y real derivadas, respectivamente, del crédito y de la
hipoteca, es necesario que previamente notifique la cesión a dicho deudor; en tanto que, el
Décimo Primer Tribunal Colegiado en la misma materia y circuito, estimó que en el supuesto
referido no resulta necesaria la previa notificación al deudor, porque para satisfacer dicho
requisito basta con el conocimiento que el deudor tiene al ser emplazado a juicio.

Como se advierte de la lectura comparativa de ambos criterios, los Tribunales Colegiados


contendientes arribaron a diferentes conclusiones en relación con el mismo tema jurídico antes
precisado.

Asimismo, se encuentra acreditado el elemento referido en el inciso b) anterior, consistente en


que la diferencia de criterios se presente en las consideraciones, razonamientos o interpretaciones
jurídicas de las sentencias respectivas, como se advierte de las propias sentencias que obran en
copias certificadas en el expediente en que se actúa, y del resumen que se hizo en el considerando
anterior, de los argumentos expresados por los Tribunales Colegiados contendientes para
sustentar sus criterios.

Por último, también se acredita el requisito precisado en el inciso c), consistente en que los
distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.

En efecto, el estudio que realizaron los Tribunales Colegiados partió del examen de los mismos
elementos, pues en los asuntos que conocieron se reclamaron sentencias definitivas, emitidas por
las Salas Civiles del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, y se analizó si procedía o
no la acción en la vía especial hipotecaria, tomando en consideración que los créditos originales
fueron cedidos, y previamente a la promoción de la demanda civil no se notificó dicha cesión al
deudor, sino que en el propio escrito de demanda se especificó que servía de aviso al deudor de la
propia sustitución de acreedor.

Asimismo, ambos órganos colegiados partieron del análisis de los mismos ordenamientos legales,
pues analizaron tal circunstancia a la luz de las reglas previstas en el Código Civil para el Distrito
Federal, anterior a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el veinticuatro
de mayo de mil novecientos noventa y seis.

En ese contexto, se concluye que, en el caso analizado, sí existe la contradicción de tesis


denunciada.

No es obstáculo a lo anterior, la circunstancia de que los criterios en contradicción no constituyan


jurisprudencia, dado que los artículos 107, fracción XIII, párrafos primero y tercero, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A de la Ley de Amparo, que
establecen el procedimiento para resolverla, no imponen dicho requisito.

Es aplicable al respecto, la jurisprudencia sustentada por la anterior Tercera Sala de este Alto
Tribunal, cuyo contenido es el siguiente:

"Octava Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Apéndice de 1995
"Tomo: Tomo VI, Parte SCJN
"Tesis: 187
"Página: 127

"CONTRADICCIÓN. PROCEDE LA DENUNCIA CUANDO EXISTEN TESIS OPUESTAS,


SIN QUE SE REQUIERA QUE SEAN JURISPRUDENCIAS. Es inexacto que la denuncia de
contradicción de tesis sea improcedente cuando las tesis contradictorias sustentadas por los
Tribunales Colegiados de Circuito, sobre una misma cuestión, en la materia de su exclusiva
competencia, no constituyan jurisprudencia, ya que, de conformidad con lo dispuesto por los
artículos 107, fracción XII, párrafos primero y tercero, de la Constitución General de la
República y 195 Bis de la Ley de Amparo, para que dicha denuncia proceda, sólo se requiere,
tratándose de Tribunales Colegiados de Circuito, que éstos sustenten tesis contradictorias en los
juicios de amparo de su competencia, pero no que las tesis denunciadas constituyan
jurisprudencia."

SEXTO. Debe prevalecer, con el carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por las razones que a continuación se
precisan.

Como quedó expuesto en su oportunidad, el tema de la presente contradicción de tesis estriba en


determinar si para que proceda la vía especial hipotecaria, en caso de existir cesión de los
derechos del crédito relativo y, por ende, sustitución del acreedor originario, es necesaria o no la
previa notificación al deudor en términos del artículo 2926 del Código Civil para el Distrito
Federal (vigencia anterior a las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el
veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis).

En principio, debe tomarse en cuenta que conforme al artículo 2893 del código sustantivo en
mención, la hipoteca es una garantía real, constituida sobre bienes que no se entregan al acreedor,
y que da derecho a éste, en caso de incumplimiento a la obligación garantizada, a ser pagado con
el valor de los bienes, en el grado de preferencia establecido por la ley.

Los artículos 2920 y 2926 del Código Civil para el Distrito Federal, vigentes antes de las
reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el veinticuatro de mayo de mil
novecientos noventa y seis -interpretados por los Tribunales Colegiados contendientes-,
literalmente dicen:
"Artículo 2920. Son hipotecas voluntarias las convenidas entre las partes o impuestas por
disposición del dueño de los bienes sobre que se constituyen."

"Artículo 2926. El crédito puede cederse, en todo o en parte, siempre que la cesión se haga en la
forma que para la constitución de la hipoteca previene el artículo 2917, se dé conocimiento al
deudor y sea inscrita en el registro.

"Si la hipoteca se ha constituido para garantizar obligaciones a la orden, puede transmitirse por
endoso del título, sin necesidad de notificación al deudor, ni de registro. La hipoteca constituida,
para garantizar obligaciones al portador, se transmitirá por la simple entrega del título sin ningún
otro requisito."

De los artículos referidos se desprende -tal como lo precisó uno de los tribunales contendientes-
entre otras cosas, lo siguiente:

1. Existe hipoteca necesaria, entre otros casos, cuando es convenida entre las partes; y,

2. Para que el crédito pueda cederse todo o en parte, es necesario que se satisfagan los requisitos
siguientes:

a) Que la cesión se haga en la forma que para la constitución de la hipoteca previene el artículo
2917;

b) Que se dé conocimiento al deudor; y,

c) Que sea inscrita en el Registro Público.

El diferendo interpretativo sometido a la consideración de esta Sala, se presenta en relación con


el requisito señalado en el inciso b), consistente en la forma en que se debe cumplir con la
exigencia relativa al conocimiento del deudor respecto de la cesión de los derechos del crédito.

Como se precisó con antelación, para uno de los tribunales contendientes, ese requisito se cumple
con la notificación al deudor de la cesión del crédito original, previamente a la promoción de la
demanda en la que se reclame el cumplimiento del crédito; en tanto que, para el otro órgano
colegiado, el requisito destacado se satisface con el conocimiento que tiene el deudor al ser
emplazado al juicio especial hipotecario de que se trate.

Al respecto, esta Primera Sala considera que, para que proceda la vía especial hipotecaria, que
intenta quien adquiere los derechos derivados de un crédito garantizado con hipoteca, y así pueda
ejercer en contra del deudor las acciones personal y real derivadas, respectivamente, del crédito y
de la hipoteca, es necesario que previamente notifique la cesión a dicho deudor, dado que el
transcrito artículo 2926 del Código Civil, en análisis, precisa que el crédito puede cederse en todo
o en parte, siempre que la cesión se haga en forma que para la constitución de la hipoteca prevé el
artículo 2917 del propio ordenamiento legal, se dé conocimiento al deudor y se inscriba en el
Registro Público.

Es verdad que, como se aprecia del contenido del referido numeral 2926 del código sustantivo en
estudio, el legislador no precisó en qué forma ni en qué momento debe hacerse del conocimiento
del deudor la cesión del crédito; sin embargo, se estima que esa circunstancia debe efectuarse a
través de la notificación que se haga a éste previamente a la promoción de la demanda, en la que
se reclame el cumplimiento del crédito y, en su caso, la ejecución de su garantía, porque ello
permite al deudor tener conocimiento de la transmisión de derechos y, en consecuencia, a quién
debe cumplir en lo futuro las obligaciones derivadas del contrato relativo; además, resulta lógico
el exigir que, previamente a la promoción de la demanda, se notifique al deudor la sustitución que
hubo de acreedor, por transmisión de los derechos de crédito, porque, de lo contrario, el deudor
no tendría conocimiento del cambio de acreedor y, por ende, no se le podría imputar la falta de
cumplimiento de las obligaciones relativas.
Resultan ilustrativas al respecto, las tesis emitidas por este Alto Tribunal, que a continuación se
reproducen:

"Quinta Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXV
"Página: 114

"CESIÓN DE DERECHOS, EFECTOS DE LA NOTIFICACIÓN DE LA. La notificación al


deudor, de la cesión de derechos, no puede producir más efectos que los de que aquél no pueda
hacer el pago al primitivo acreedor sino al cesionario, estando obligado el cedente, a garantizar
laexistencia y legitimidad del crédito, al tiempo de hacer la cesión.

"Amparo administrativo en revisión 8520/39. Báez César. 3 de julio de 1940. Mayoría de tres
votos. Disidentes: José María Truchuelo y Rodolfo Asiain. La publicación no menciona el
nombre del ponente."

"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXXXVIII
"Página: 2509

"CESIÓN DE DERECHOS, NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, EN CASO DE. (LEGISLACIÓN


DE VERACRUZ).-El artículo 1969 del Código Civil del Estado de Veracruz establece: ‘en los
casos a que se refiere el artículo 1966, para que el cesionario pueda ejercitar sus derechos contra
el deudor, deberá hacer a éste la notificación de la cesión, ya sea judicialmente, ya en lo
extrajudicial, ante dos testigos o ante notario’; y el artículo 1971 del mismo código preceptúa que
si el deudor está presente a la cesión y no se opone a ella, o si estando ausente la ha aceptado y
éste se prueba, la cesión es perfecta. Ahora bien, conforme a este último precepto cabe tener por
probada la cesión cuando el deudor está presente y no se opone a ello, pero encontrándose
ausente, precisa la aceptación, que debe probarse judicialmente para que se tenga por notificado
al deudor; sin que sea prueba de ello, el simple dicho por parte del propio deudor, de que conoce
la cesión, producido al negar la validez de la misma, por no haberse llenado el requisito de la
notificación, que sólo puede suplirse cuando el deudor comparece al acto y no se opone a ella. La
notificación de la cesión al deudor no tiene por finalidad el simple conocimiento de cambio de
acreedor, sino establecer un nuevo estado de cosas creador de derechos y obligaciones que nacen
de ese acto, en relación con el cedente, el cesionario y el deudor. Hecha la cesión, en tanto el
deudor no ha sido notificado de ella o no la ha aceptado, se libra pagando al acreedor primitivo;
mientras que, notificado, acepta la cesión y no se libra sino pagando al cesionario, y si el crédito
ha sido cedido a varios, tiene la preferencia el que primero ha notificado al deudor, cuando no se
trate de títulos registrables. La notificación tiene un alcance de publicidad que no puede suplirse
con que el deudor exprese en cualquiera circunstancia, que sabe que ha sido cedido su crédito en
favor de tal o cual persona, porque lo que genera derechos y obligaciones es el acto materia de la
notificación, la no oposición estando presente al acto el deudor, o la aceptación de éste, estando
ausente.

"Amparo civil directo 6942/43. Campos Isidro. 19 de junio de 1946. Unanimidad de cuatro votos.
El Ministro Carlos I. Meléndez no intervino en la votación de este negocio por las razones que
constan en el acta del día. Ponente: Emilio Pardo Aspe."

En ese orden de ideas, si la finalidad de la notificación es la de dar a conocer al deudor que


existió sustitución del acreedor, por transmisión de los derechos derivados del contrato original,
para el efecto de que aquél sepa ante quién debe cumplir las obligaciones, y establecer así un
nuevo estado de cosas creador de derechos y obligaciones que nacen de ese acto, en relación con
el cedente, el cesionario y el deudor; entonces debe convenirse en que el conocimiento que prevé
el artículo 2926 del Código Civil para el Distrito Federal, en relación con el deudor, cuando
existe una cesión de los derechos del crédito hipotecario, debe realizarse a través de una
notificación por escrito, previamente a la promoción de la demanda, en la que se reclame el
cumplimiento del contrato y, en su caso, hacer efectiva la garantía.

Al respecto, se comparte la tesis aislada emitida por la anterior Tercera Sala de este Alto
Tribunal, de contenido siguiente:

"Sexta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: CI, Cuarta Parte
"Página: 19

"CRÉDITO HIPOTECARIO, NOTIFICACIÓN DE LA CESIÓN DEL.-La notificación al deudor


de la cesión del crédito hipotecario, es un requisito imprescindible que legítima al cesionario para
hacer valer sus derechos derivados de la cesión, en contra de dicho deudor, y por ende el Juez
debe examinar si se hizo esa notificación, por ser ésta un presupuesto necesario de la acción.

"Amparo directo 4895/64. Consuelo Gutiérrez de Nazar. 12 de noviembre de 1965. Cinco votos.
Ponente: Mariano Ramírez Vázquez."

Cabe citar también de apoyo a lo anterior, por el sentido que contiene, la tesis de jurisprudencia
emitida por esta Primera Sala, del tenor siguiente:

"Novena Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XVIII, septiembre de 2003
"Tesis: 1a./J. 43/2003
"Página: 254

"TÍTULO EJECUTIVO MERCANTIL. EL REQUISITO DE PREVIA NOTIFICACIÓN A QUE


SE REFIERE EL ARTÍCULO 48 DE LA LEY GENERAL DE ORGANIZACIONES Y
ACTIVIDADES AUXILIARES DEL CRÉDITO, PARA INTEGRAR AQUÉL, SÓLO ES
EXIGIBLE CUANDO EXISTA TRANSMISIÓN DE LOS DERECHOS DE CRÉDITO A
FAVOR DE EMPRESAS DE FACTORAJE FINANCIERO.-Al señalar el citado precepto, que el
contrato o documento en que se hagan constar los créditos, arrendamientos financieros o factoraje
financiero que otorguen las organizaciones auxiliares del crédito correspondientes, así como los
documentos que demuestren los derechos de crédito transmitidos a empresas de factoraje
financiero, notificados debidamente al deudor, junto con la certificación del estado de cuenta a
que se refiere el artículo 47 de la propia Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares
del Crédito, serán título ejecutivo mercantil, sin necesidad de reconocimiento de firma ni de otro
requisito, debe entenderse que la finalidad de la mencionada notificación es dar a conocer al
deudor la sustitución del acreedor por transmisión de los derechos derivados del contrato relativo,
para el efecto de que aquél sepa a quién debe cubrir las obligaciones respectivas, y establecer un
nuevo estado de cosas creador de derechos y obligaciones que nacen de ese acto en relación con
el cedente, el cesionario y el deudor, como se advierte de los artículos 45-I, 45-J y 45-K, de la
indicada ley; de manera que dicha notificación sólo es exigible cuando exista transmisión de los
derechos a una empresa de factoraje financiero, cuyo objeto social es, principalmente, celebrar
contratos de esa naturaleza en los que adquiere por transmisión los derechos de crédito de las
personas morales o físicas dedicadas a actividades comerciales derivadas de créditos relativos a
proveedurías de bienes, servicios o de ambos; y por el contrario, en aquellos casos en que no
existe esa transmisión de derechos carece de objeto la notificación, pues de antemano está
perfectamente definida la obligación en forma fehaciente, clara, exigible y líquida, así como
quién tiene el carácter de acreedor y deudor."

No es obstáculo a lo anterior, que de los artículos 2029, 2031, 2036 y 2040 del Código Civil para
el Distrito Federal -también interpretados por los tribunales contendientes-, se desprenda que el
fin único que se persigue al exigir que la cesión de un crédito sea notificada al deudor, es que éste
no incurra en responsabilidad si paga al acreedor primitivo, pues, como lo precisó uno de los
Tribunales Colegiados, dichos preceptos regulan lo relativo a los créditos civiles, que se contraen
a los derechos personales que han sido objeto de cesión; sin embargo, en relación con los
derechos reales derivados de una hipoteca, existe disposición específica en el artículo 2926 del
mismo ordenamiento legal, en el sentido de que el crédito puede cederse en todo o en parte,
siempre que se cumpla con diversos requisitos, entre ellos que se dé conocimiento al deudor de
dicha cesión.

Tiene exacta aplicación al respecto, la tesis aislada emitida por la entonces Tercera Sala de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de contenido siguiente:

"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXVII
"Página: 2589

"CESIÓN DE DERECHOS, NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, EN CASO DE.-Al referirse los


artículos 2033 y 2036 del Código Civil del Distrito a los créditos civiles, y al exigir la
notificación previa al deudor, para que el cesionario pueda ejercer sus derechos en contra de éste,
se contraen a los derechos personales que han sido objeto de la cesión, pues en cuanto a los
derechos reales derivados de una hipoteca, rige el artículo 2926 del mismo código, que dispone
que el crédito puede cederse en todo o en parte, siempre que la cesión se haga en la forma que
para la constitución de la hipoteca previene el artículo 2917, se dé conocimiento al deudor y sea
inscrita en el registro. En consecuencia, para que el cesionario que adquiera un crédito
garantizado con hipoteca, pueda ejercer en contra del deudor, las acciones personal y real,
derivadas respectivamente del crédito y de la hipoteca, es necesario que previamente notifique la
cesión a dicho deudor y la inscriba en el Registro Público de la Propiedad; pero si la cosa
hipotecada ha pasado a poder de un tercero, basta que la cesión del crédito hipotecario se inscriba
en el registro, pues en tal supuesto, el cesionario no está obligado a hacer ninguna notificación al
nuevo propietario, ya que ni éste es su deudor, porque entre ellos no existe ningún vínculo
jurídico, ni la acción que puede ejercer en contra del mismo propietario, es la personal, apoyada
en un derecho de crédito, sino la real, proveniente de la hipoteca que grava el inmueble, y con la
cual ha pasado al dominio del nuevo adquirente, en los términos del artículo 2894 del precitado
Código Civil, que estatuye que los bienes hipotecados quedan sujetos al gravamen impuesto,
aunque pasen a poder de un tercero.

"Amparo civil directo 4946/37. Torre Agustín L. de la. 10 de marzo de 1941. Unanimidad de
cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente."

En ese sentido, no es suficiente que en las demandas que den origen a los juicios naturales, se
señale en el capítulo de hechos que la demanda sirve como aviso a los deudores de la cesión de
los derechos derivados del crédito hipotecario, ya que, como se precisó con anterioridad, resulta
un presupuesto para la procedencia de la vía especial hipotecaria que, previamente a intentarla, se
haya notificado a los demandados la cesión del crédito consagrado en el contrato de apertura de
crédito e hipoteca, base de la acción.

Al respecto, conviene precisar que el tema a dilucidar tiene que ver exclusivamente con un
aspecto adjetivo relativo a si para la procedencia de la vía especial hipotecaria, cuando existe
sustitución del acreedor, es requisito que previamente al ejercicio de la acción se notifique al
deudor dicha cesión. Es decir, la solución que se da en esta ejecutoria no tiene relación con el
derecho sustantivo derivado de la cesión de los derechos del crédito con garantía hipotecaria,
porque, en ese aspecto, se debe atender a las reglas previstas en el propio código respecto de la
cesión; tema este último que no es materia de la presente contradicción.

En ese contexto, procede concluir que cuando los derechos derivados del crédito hipotecario son
cedidos, constituye un requisito para la procedencia de la vía especial hipotecaria, que de
conformidad con el artículo 2926 del Código Civil para el Distrito Federal, vigente hasta antes de
las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el veinticuatro de mayo de mil
novecientos noventa y seis, se notifique al deudor, previamente a la promoción de la demanda
relativa, la cesión de referencia.
Por las razones que se expresan, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 195 de la Ley de
Amparo, se sostiene que debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado
por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al tenor de la tesis redactada
con el siguiente rubro y texto:

VÍA ESPECIAL HIPOTECARIA. PARA QUE PROCEDA, EN CASO DE EXISTIR CESIÓN


DE DERECHOS DEL CRÉDITO RELATIVO, ES NECESARIA LA PREVIA
NOTIFICACIÓN AL DEUDOR, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 2926 DEL CÓDIGO
CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE ANTES DE LAS REFORMAS
PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 24 DE MAYO DE 1996.-
El citado precepto señala que el crédito hipotecario puede cederse, en todo o en parte, siempre
que: 1) la cesión se haga en la forma que previene el artículo 2917 del mismo ordenamiento legal
para la constitución de la hipoteca, 2) se dé conocimiento al deudor y 3) sea inscrita en el
Registro Público de la Propiedad. Ahora bien, aun cuando el legislador no precisó la forma en
que debe hacerse del conocimiento del deudor dicha cesión, se considera que debe efectuarse por
medio de notificación previa a la promoción de la demanda relativa, pues su finalidad es dar a
conocer la sustitución del acreedor por transmisión de los derechos derivados del contrato
original, para el efecto de que el deudor sepa ante quién debe cumplir las obligaciones
respectivas, y establecer así un nuevo estado de cosas creador de derechos y obligaciones que
nacen de ese acto en relación con el cedente, el cesionario y el deudor. No es obstáculo a lo
anterior, el que de los artículos 2029, 2031, 2036 y 2040 del propio código sustantivo, se advierta
que el fin único de la mencionada notificación es que el deudor no incurra en responsabilidad al
pagar al acreedor primitivo, pues dichos preceptos regulan lo relativo a créditos civiles que se
contraen a derechos personales que han sido objeto de cesión. En ese sentido, cuando los
derechos derivados del crédito hipotecario son cedidos, constituye un requisito para la
procedencia de la vía especial hipotecaria, que se notifique al deudor previamente a la promoción
de la demanda relativa, la cesión de referencia.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO.-Sí existe contradicción de tesis entre los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados Décimo Tercero y Décimo Primero, ambos en Materia Civil del Primer Circuito.

SEGUNDO.-Debe prevalecer, con el carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al tenor de la tesis cuyo rubro y texto
han quedado precisados en el último considerando de esta resolución.

TERCERO.-Remítase de inmediato la tesis jurisprudencial a que se refiere la parte final del


considerando último de la presente resolución, a la Dirección General de la Coordinación de
Compilación y Sistematización de Tesis, para su publicación, así como a la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de Circuito y Juzgados de
Distrito, para su conocimiento y efectos legales procedentes, en términos del artículo 195 de la
Ley de Amparo.

Notifíquese y cúmplase; con testimonio de esta resolución comuníquese a los Tribunales


Colegiados sustentantes y, en su oportunidad, archívese el expediente como asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cuatro votos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza
(ponente), José Ramón Cossío Díaz y presidenta Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

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