01 Cultura
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Petroglifos en Gobustán,Azerbaiyán, datan de 10 000 años a.C. indicando una cultura próspera.
Cultura (en latín: cultura, 'cultivo')[1] es un término que tiene muchos significados
interrelacionados. Por ejemplo, en 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohncompilaron una
lista de 164 definiciones de «cultura» en Cultura: Una reseña crítica de conceptos y
definiciones. En el uso cotidiano, la palabra «cultura» se emplea para dos conceptos
diferentes:
Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida
como alta cultura.
Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social,
incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y
resolver sus necesidades de todo tipo.
Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso
de cultivación o mejora, como en la agricultura o horticultura. En el siglo XIX, pasó primero
a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de
la educación, y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales. A mediados del
siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para referirse a la capacidad
humana universal. Para el antipositivista ysociólogo alemán Georg Simmel, la cultura se
refería a «la cultivación de los individuos a través de la injerencia de formas externas que
han sido objetificadas en el transcurso de la historia».[2]
En el siglo XX, la «cultura» surgió como un concepto central de la antropología, abarcando
todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética.
Específicamente, el término «cultura» en la antropología americana tiene dos significados:
(1) la evolucionada capacidad humana de clasificar y representar las experiencias
con símbolos y actuar de forma imaginativa y creativa; y (2) las distintas maneras en que la
gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y
actuando creativamente. Después de laSegunda Guerra Mundial, el término se volvió
importante, aunque con diferentes significados, en otras disciplinas como estudios
culturales, psicología organizacional, sociología de la cultura y estudios gerenciales.
Algunos etólogos han hablado de «cultura» para referirse a costumbres, actividades o
comportamientos transmitidas de una generación a otra en grupos de animales por
imitación consciente de dichos comportamientos.
Índice
8 Notas
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que
significa cuidado del campo o del ganado. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para
designar una parcela cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como
estado de una cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado (Cuche,
1999: 10), aproximadamente en el sentido en que se emplea en el español de nuestros
días en vocablos como agricultura, apicultura, piscicultura y otros. Por la mitad del siglo
XVI, el término adquiere una connotación metafórica, como el cultivo de cualquier facultad.
De cualquier manera, la acepción figurativa de cultura no se extenderá hasta el siglo XVII,
cuando también aparece en ciertos textos académicos.
El Siglo de las Luces (siglo XVIII) es la época en que el sentido figurado del término como
“cultivo del espíritu” se impone en amplios campos académicos. Por ejemplo,
elDictionnaire de l'Académie Française de 1718. Y aunque la Enciclopedia lo incluye sólo
en su sentido restringido de cultivo de tierras, no desconoce el sentido figurado, que
aparece en los artículos dedicados a la literatura, la pintura, la filosofía y las ciencias. Al
paso del tiempo, como cultura se entenderá la formación de la mente. Es decir, se
convierte nuevamente en una palabra que designa un estado, aunque en esta ocasión es
el estado de la mente humana, y no el estado de las parcelas.
Voltaire, uno de los pocos pensadores franceses del siglo XVIII que se mostraban partidarios de una
concepción relativista de la historia humana.
La clásica oposición entre cultura y naturaleza también tiene sus raíces en esta época. En
1798, el Dictionnaire incluye una acepción de cultura en que se estigmatiza el “espíritu
natural”. Para muchos de los pensadores de la época, como Jean Jacques Rousseau, la
cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los coloca en una posición
diferente a la del resto de animales. La cultura es el conjunto de los conocimientos y
saberes acumulados por la humanidad a lo largo de sus milenios de historia. En tanto una
característica universal, el vocablo se emplea en número singular, puesto que se
encuentra en todas las sociedades sin distinción de etnias, ubicación geográfica o
momento histórico.
Cultura y civilización[editar]
También es en el contexto de la Ilustración cuando surge otra de las clásicas oposiciones
en que se involucra a la cultura, esta vez, como sinónimo de la civilización. Esta palabra
aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la
refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la idea
de progreso. Según esto, la civilización es un estado de la Humanidad en el cual la
ignorancia ha sido abatida y las costumbres y relaciones sociales se hallan en su más
elevada expresión. La civilización no es un proceso terminado, es constante, e implica el
perfeccionamiento progresivo de las leyes, las formas de gobierno, el conocimiento. Como
la cultura, también es un proceso universal que incluye a todos los pueblos, incluso a los
más atrasados en la línea de la evolución social. Desde luego, los parámetros con los que
se medía si una sociedad era más civilizada o más salvaje eran los de su propia sociedad.
En los albores del siglo XIX, ambos términos, cultura y civilización eran empleados casi de
modo indistinto, sobre todo en francés e inglés (Thompson, 2002: 186).
Johann Gottfried Herder. Según él, la cultura podía entenderse como la realización del genio
nacional (Volksgeist).
E. B. Tylor, etnólogo británico, dijo: “La principal tendencia de la cultura desde los orígenes a los tiempos
modernos ha sido del salvajismo hacia la civilización” (1995:43).
Como señala Thompson (2002:190), la definición descriptiva de cultura se encontraba
presente en esos primeros autores de la antropología decimonónica. El interés principal en
la obra de estos autores (que abordaba problemáticas tan disímbolas como el origen de
la familia y el matriarcado, y las supervivencias de culturas antiquísimas en la civilización
occidental de su tiempo) era la búsqueda de los motivos que llevaban a los pueblos a
comportarse de tal o cual modo. En esas exploraciones, meditarente, o entre
la tecnología y el resto del sistema social.
Uno de los más importantes etnógrafos de la época fue Gustav Klemm. En los diez tomos
de su obra Allgemeine Kulturgeschichte der Menschheit (1843-1852)[8] intentó mostrar el
desarrollo gradual de la humanidad por medio del análisis de la tecnología, costumbres,
arte, herramientas, prácticas religiosas. Una obra monumental, pues incluía ejemplos
etnográficos de pueblos de todo el mundo. El trabajo de Klemm habría de tener eco en sus
contemporáneos, empeñados en definir el campo de una disciplina científica que estaba
naciendo. Unos veinte años más tarde, en 1871, Edward B. Tylorpublicó en Primitive
Culture una de las definiciones más ampliamente aceptadas de cultura. Según Tylor, la
cultura es:
...aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el
derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el
hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la
medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para el
estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre.
(Tylor, 1995: 29)
De esta suerte, una de las principales aportaciones de Tylor fue la elevación de la cultura
como materia de estudio sistemático. A pesar de este notable avance conceptual, la
propuesta de Tylor adolecía de dos grandes debilidades. Por un lado, sacó del concepto
su énfasis humanista al convertir a la cultura en objeto de ciencia. Por el otro, su
procedimiento analítico era demasiado descriptivo. En el texto citado arriba, Tylor plantea
que “un primer paso para el estudio de la civilización[9] consiste en diseccionarla en
detalles, y clasificar éstos en los grupos adecuados” (Tylor, 1995:33). Según esta premisa,
la mera recopilación de los “detalles” permitiría el conocimiento de una cultura. Una vez
conocida, sería posible clasificarla en una graduación de más a menos civilizada, premisa
que heredó de los darwinistas sociales.
Definición de los culturalistas[editar]
Una mujer hopi arregla el peinado de una joven soltera de su tribu. Los antropólogos estadounidenses de
la primera mitad del siglo XX estaban muy interesados en la documentación etnográfica de los pueblos
indios, algunos de los cuales estaban en proceso de extinción.
El estructuralismo es una corriente más o menos extendida en las ciencias sociales. Sus
orígenes se remontan a Ferdinand de Saussure, lingüista, quien propuso grosso modo que
la lengua es un sistema de signos. Tras su conversión a la antropología (tal como la llama
en Tristes trópicos), Claude Lévi-Strauss –influido por Roman Jakobson– habría de
retomar este concepto para el estudio de los hechos de interés antropológico, entre los
que la cultura era sólo uno más. De acuerdo con Lévi-Strauss, la cultura es básicamente
un sistema de signos[15] producidos por la actividad simbólica de la mente humana (tesis
que comparte con White).
En Antropología estructural (1958) Lévi-Strauss irá definiendo las relaciones que existen
entre los signos y símbolos del sistema, y su función en la sociedad, sin prestar demasiada
atención a este último punto. En resumen, se puede decir que en la teoría estructuralista,
la cultura es un mensaje que puede ser decodificado tanto en sus contenidos, como en sus
reglas. El mensaje de la cultura habla de la concepción del grupo social que la crea, habla
de sus relaciones internas y externas. En El pensamiento salvaje (1962), Lévi-Strauss
apunta que todos los símbolos y signos de que está hecha la cultura son productos de la
misma capacidad simbólica que poseen todas las mentes humanas. Esta capacidad,
básicamente consiste en la clasificación de las cosas del mundo en grupos, a los que se
atribuyen ciertas cargas semánticas. No existe un grupo de símbolos o signos (campo
semántico) que no tenga uno complementario. Los signos y sus significados pueden ser
asociados por metáfora(como en el caso de las palabras) o metonimia (como en el caso de
los emblemas de la realeza) a fenómenos significativos para el grupo creador del sistema
cultural. Las asociaciones simbólicas no necesariamente son las mismas en todas las
culturas. Por ejemplo, mientras en la cultura occidental, el rojo es el color del amor,
en Mesoaméricaes el de la muerte.
Según la propuesta estructuralista, las culturas de los pueblos “primitivos” y “civilizados”
están hechas de la misma materia y, por tanto, los sistemas del conocimiento del mundo
exterior dominantes en cada uno —magia en los primeros, ciencia en los segundos—– no
son radicalmente diferentes. Aunque son varias las distinciones que se pueden establecer
entre culturas primitivas y modernas: una de las más importantes es el modo en que
manipulan los elementos del sistema. En tanto que la magia improvisa, la ciencia procede
sobre la base del método científico.[16] El uso del método científico no quiere decir —según
Lévi-Strauss— que las culturas donde la ciencia es dominante sean superiores, o que
aquellas donde la magia juega un papel fundamental sean menos rigurosas o metódicas
en su manera de conocer el mundo. Simplemente, son de índole distinta unas de otras,
pero la posibilidad de comprensión entre ambos tipos de culturas radica básicamente en
una facultad universal del género humano.
En la perspectiva estructuralista, el papel de la historia en la conformación de la cultura de
una sociedad no es tan importante. Lo fundamental es llegar a dilucidar las reglas que
subyacen en la articulación de los símbolos en una cultura, y observar la manera en que
éstos dotan de sentido la actuación de una sociedad. En varios textos, Lévi-Strauss y sus
seguidores (como Edmund Leach) parecen insinuar, como Ruth Benedict, que la cultura es
una suerte de patrón que pertenece a todo el grupo social pero no se encuentra en nadie
en particular. Esta idea también fue retomada del concepto de lenguaje propuesto por
Saussure.
Definición de la antropología simbólica[editar]
La antropología simbólica es una rama de las ciencias sociales cuyo desarrollo se
relaciona con la crítica al estructuralismo lévi-straussiano. Uno de los principales
exponentes de esta corriente es Clifford Geertz. Comparte con el estructuralismo francés
la tesis de la cultura como un sistema de símbolos pero, a diferencia de Lévi-Strauss,
Geertz señala que no es posible para los investigadores el conocimiento de sus
contenidos:
Al creer tal como Max Weber que el hombre es un animal suspendido en tramas de
significación tejidas por él mismo, consideró que la cultura se compone de tales tramas, y
que el análisis de ésta no es, por tanto, una ciencia experimental en busca de leyes, sino
una ciencia interpretativa en busca de significado.
(Geertz, 1988:)
Bajo la premisa anterior, Geertz y la mayor parte de los antropólogos simbólicos ponen en
duda la autoridad de laetnografía. Señalan que a lo que pueden limitarse los antropólogos
es a hacer “interpretaciones plausibles” del significado de la trama simbólica que es la
cultura, a partir de la descripción densa de la mayor cantidad de puntos de vista que sea
posible conocer respecto a un mismo suceso. En otro sentido, los simbólicos no creen que
todos los elementos de la trama cultural posean el mismo sentido para todos los miembros
de una sociedad. Más bien creen que pueden ser interpretados de modos diferentes,
dependiendo, ya de la posición que ocupen en la estructura social, ya de
condicionamientos sociales y psíquicos anteriores, o bien, del mismo contexto.[17]
Definiciones marxistas[editar]
Tal como se señaló anteriormente, Karl Marx a pesar de la opinión generalizada, puso
atención en el análisis de las cuestiones culturales, específicamente en su relación con el
resto de la estructura social. Según la propuesta teórica de Marx, el dominio de lo cultural
(constituido sobre todo por la ideología) es un reflejo de las relaciones sociales de
producción, es decir, de la organización que adoptan los seres humanos frente a la
actividad económica. La gran aportación del marxismo en el análisis de la cultura es que
ésta es entendida como el producto de las relaciones de producción, como un fenómeno
que no está desligado del modo de producción de una sociedad. Asimismo, la considera
como uno de los medios por los cuales se reproducen las relaciones sociales de
producción, que permiten la permanencia en el tiempo de las condiciones de desigualdad
entre las clases.
En sus interpretaciones más simplistas, la definición de la ideología en Marx ha dado lugar
a una tendencia a explicar las creencias y el comportamiento social en función de las
relaciones que se establecen entre quienes dominan el sistema económico y sus
subalternos. Sin embargo, son muchas las posturas donde la relación entre la base
económica y la superestructura cultural es analizada en enfoques más amplios. Por
ejemplo, Antonio Gramsci llama la atención a lahegemonía, un proceso por medio del cual,
un grupo dominante se legitima ante los dominados, y estos terminan por ver natural y
asumir como deseable la dominación. Louis Althusser propuso que el ámbito de
la ideología (el principal componente de la cultura) es un reflejo de los intereses de la élite,
y que a través de los aparatos ideológicos del Estado se reproducen en el tiempo.
Así mismo, Michel Foucault –en el conocido debate de noviembre de 1971 en Holanda
con Noam Chomsky– respondiendo la pregunta de que si la sociedad capitalista era
democrática, además de contestar negativamente –argumentando que una sociedad
democrática se basa en el efectivo ejercicio del poder por una población que no esté
dividida u ordenada jerárquicamente en clases– sostiene que, de manera general, todos
los sistemas de enseñanza –los cuales aparecen simplemente como transmisores de
conocimientos aparentemente neutrales–, están hechos para mantener a cierta clase
social en el poder, y excluir de los instrumentos de poder a otras clases sociales.
Definición neoevolucionista o ecofuncionalista[editar]
Plataforma petrolera en el Mar del Norte. White proponía que la energía de que dispusiera una sociedad
es la que determina en buena medida la cultura. Occidente, por ejemplo, ha modificado sus tecnologías
para poder aprovechar diversas fuentes energéticas a lo largo de su historia. La mayor cantidad de
energía disponible ha permitido a su vez el desarrollo de nuevas tecnologías, creencias y formas de
relaciones sociales. Sin embargo, como señalan Rappaport y Morán, es posible que la expansión en el
consumo energético produzca unadesadaptación ecológica y conduzca a la civilización Occidental a su
desaparición.
Si bien el estudio de la cultura nació como una inquietud por el cambio de las sociedades a
lo largo del tiempo, el desprestigio en el que cayeron los primeros autores de la
antropología fue un terreno fértil para que arraigaran en la reflexión sobre la cultura las
concepciones ahistóricas. Salvo los marxistas, interesados en el proceso revolucionario
hacia el socialismo, el resto de las disciplinas sociales no prestaron mayor atención al
problema de la evolución cultural.
Para introducir las definiciones neoevolucionistas de cultura, es necesario recordar que los
evolucionistas sociales de finales del siglo XIX (representados, entre otros, por Tylor),
pensaban que las sociedades “primitivas” de su época eran residuos de antiguas formas
culturales, por las que necesariamente habría pasado la civilización deOccidente antes de
llegar a ser lo que era en ese momento. Como se indicó antes, Boas y sus discípulos
echaron por tierra estos argumentos, señalando que nada probaba la veracidad de estas
suposiciones. Sin embargo, en Estados Unidos, hacia la década de 1940 tuvo lugar un
nuevo viraje del enfoque temporal de la antropología. Éste nuevo rumbo es
el neoevolucionista, interesado entre otras cosas, por el cambio socio-cultural y las
relaciones entre cultura y medio ambiente.
White y Steward[editar]
Según el neoevolucionismo, la cultura es el producto de las relaciones históricas entre un
grupo humano y su medio ambiente. De esta manera se pueden resumir las definiciones
de cultura propuestas por Leslie White (1992) y Julian Steward (1992), quienes
encabezaron la corriente neoevolucionista en su nacimiento.[18] El énfasis de la nueva
corriente antropológica se movió del funcionamiento de la cultura a su carácter dinámico.
Este cambio de paradigma representa una clara oposición alfuncionalismo estructuralista,
interesado en el funcionamiento actual de la sociedad; y el culturalismo, que aplazaba el
análisis histórico para un momento en que los datos etnográficos lo permitieran.
Tanto Steward como White concuerdan en que la cultura es sólo uno de los ámbitos de la
vida social. Para White, la cultura no es un fenómeno que deba entenderse en sus propios
términos, como proponían los culturalistas. El aprovechamiento energético es el motor de
las transformaciones culturales: estimula la transformación de la tecnología disponible,
tendiendo siempre a mejorar. Así, la cultura está determinada por la forma en la que el
grupo humano aprovecha su entorno. Este aprovechamiento se traduce a su vez en
energía. El desarrollo de la cultura de un grupo es proporcional la cantidad de energía que
la tecnología disponible le permite aprovechar. La tecnología determina las relaciones
sociales y esencialmente la división del trabajo como una prístina forma de organización. A
su vez, la estructura social y la división del trabajo se reflejan en el sistema de creencias
del grupo, que formula conceptos que le permiten comprender el entorno que le rodea.
Una modificación en la tecnología y la cantidad de energía aprovechada se traduce, por
tanto, en modificaciones en todo el conjunto.
Steward, por su parte, retomaba de Kroeber la concepción de la cultura como un hecho
que se encontraba por encima y fuera de la naturaleza. Sin embargo, Steward sostenía
que había un diálogo entre ambos dominios. Opinaba que la cultura es un fenómeno o
capacidad del ser humano que le permite adaptarse a su medio biológico. Uno de los
principales conceptos en su obra es el de evolución. Steward planteaba que la cultura
sigue un proceso de evolución multilineal (es decir, no todas las culturas pasan de un
estado salvaje a la barbarie, y de ahí a la civilización), y que este proceso se basa en el
desarrollo de tipos culturales derivados de las adaptaciones culturales al medio físico de
una sociedad. Steward introduce en las ciencias sociales el término de ecología,
señalando con él: el análisis de las relaciones existentes entre todos los organismos que
comparten un mismo nicho ecológico.
Marvin Harris y el materialismo cultural[editar]
Dentro del tipo de ideas introducidas por White y Steward, cabe señalar el materialismo
cultural propugnado por Marvin Harris y otros antropólogos estadounidenses. Esta
corriente puede ser asimilada a una forma de ecofuncionalismo en el que se encajan
ciertas divisiones introducidas por Marx. Para el materialismo cultural, entender
la evolución cultural y la configuración de las sociedades depende básicamente de
condiciones materiales, tecnológicas e infraestructurales. El materialismo cultural
establece una triple división entre grupos de conceptos que atiende a su relación causal.
Esos grupos se llaman: infraestructura (modo de producción, tecnología, condiciones
geográficas, etc.), estructura (modo de organización social, estructura jerárquica, etc.)
y supraestructura (valores religiosos y morales, creaciones artísticas, leyes, etc.).
Evolución cultural[editar]
Había por lo menos una gran distancia conceptual entre la propuesta de White y de
Steward. El primero se inclinaba por el estudio de la cultura como fenómeno total, en tanto
que el segundo se mantenía más proclive al relativismo. Por ello, entre las limitaciones que
tuvieron que superar sus sucesores estuvo la de concatenar ambas posturas, para unificar
la teoría de los estudios de la ecología cultural. De esta suerte, Marshall Sahlins propuso
que la evolución cultural sigue dos direcciones. Por un lado, crea diversidad “a través de
una modificación de adaptación: las nuevas formas se diferencian de las viejas. Por otra
parte, la evolución genera progreso: las formas superiores surgen de las inferiores y las
sobrepasan”.[19]
La idea de que la cultura se transforma siguiendo dos líneas simultáneas fue desarrollada
por Darcy Ribeiro, que introdujo el concepto de proceso civilizatorio[20] para comprender las
transformaciones de la cultura.
Con el tiempo, el neoevolucionismo sirvió como una de las principales bisagras entre
las ciencias sociales y las ciencias naturales, especialmente como puente con la biología y
la ecología. De hecho, su propia vocación como enfoque holísticole ha convertido en una
de las corrientes más interdisciplinarias de las disciplinas que estudian la humanidad. A
partir de la década de 1960, la ecología entró en una relación muy estrecha con los
estudios culturales de corte evolutivo. Los biólogos habían descubierto que los seres
humanos no son los únicos animales que poseen cultura: se habían encontrado indicios de
ella entre algunos cetáceos, pero especialmente entre los primates. Roy
Rappaport introdujo en la discusión de lo social la idea de que la cultura forma parte de la
misma biología del ser humano, y que la evolución misma del ser humano se debe a la
presencia de la cultura. Señalaba que:
...superorgánica o no, se debe tener presente que la cultura en sí pertenece a la
naturaleza. Emergió en el curso de la evolución mediante procesos de selección natural
diferentes sólo en parte de aquellos que produjeron los tentáculos del pulpo […] Aunque la
cultura está altamente desarrollada en los seres humanos, estudios etológicos recientes
han indicado alguna capacidad simbólica entre otros animales. […] Aunque las culturas
pueden imponerse a los sistemas ecológicos, hay límites para esas imposiciones, ya que
las culturas y sus componentes están sujetos a su vez a procesos selectivos.
(Rappaport, 1998: 273-274)
Industria cultural[editar]
Es la cultura que está, como un mercado, sujeta a las leyes de la oferta y la demanda de la
economía capitalista.
Socialización de la cultura[editar]
La importante aportación de la psicología humanista de, por ejemplo, Erik Erikson con una
teoría psicosocial para explicar los componentes socioculturales del desarrollo personal.
Cada miembro de la especie podría acceder a ella desde una fuente común, sin
limitarse, ejemplo de ello: el conocimiento transmitido por los padres.
Debe poder ser incrementada en las ulteriores generaciones.
Ha de resultar universalmente compartible por todos aquellos que poseen un lenguaje
racional y significativo.
Así, el ser humano tiene la facultad de enseñar al animal, desde el momento en que es
capaz de entender su rudimentario aparato de gestos y sonidos, llevando a cabo nuevos
actos de comunicación; pero los animales no pueden hacer algo parecido con nosotros. De
ellos podemos aprender por la observación, como objetos, pero no mediante el
intercambio cultural, es decir, como sujetos.
Clasificación[editar]
La cultura se clasifica, respecto a sus definiciones, de la siguiente manera:
Universal: cuando es tomada desde el punto de vista de una abstracción a partir de los
rasgos que son comunes en las sociedades del mundo. Por ej., el saludo.
Total: conformada por la suma de todos los rasgos particulares a una misma sociedad.
Particular: igual a la subcultura; conjunto de pautas compartidas por un grupo que se
integra a la cultura general y que a su vez se diferencia de ellas. Ej.: las diferentes
culturas en un mismo país.
Según su desarrollo
Primitiva: aquella cultura que mantiene rasgos precarios de desarrollo técnico y que
por ser conservadora no tiende a la innovación.
Civilizada: cultura que se actualiza produciendo nuevos elementos que le permitan el
desarrollo a la sociedad.
Analfabeta o pre-alfabeta: se maneja con lenguaje oral y no ha incorporado la escritura
ni siquiera parcialmente.
Alfabeta: cultura que ya ha incorporado el lenguaje tanto escrito como oral.
Según su carácter dominante
Posfigurativa: aquella cultura que mira al pasado para repetirlo en el presente. Cultura
tomada de nuestros mayores sin variaciones. Es generacional y se da particularmente
en pueblos primitivos.
Configurativa: la cultura cuyo modelo no es el pasado, sino la conducta de los
contemporáneos. Los individuos imitan modos de comportamiento de sus pares y
recrean los propios.
Prefigurativa: aquella cultura innovadora que se proyecta con pautas y
comportamientos nuevos y que son válidos para una nueva generación y que no
toman como guía el modelo de los padres a seguir pero si como referentes.
Elementos de la cultura[editar]
La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelo de vida. Los
elementos de la cultura se dividen en:
a) Materiales: Son todos los objetos, en su estado natural o transformados por el trabajo
humano, que un grupo esté en condiciones de aprovechar en un momento dado de su
devenir histórico: tierra, materias primas, fuentes de energía, herramientas, utensilios,
productos naturales y manufacturados, etcétera.
b) De organización: Son las formas de relación social sistematizadas, a través de las
cuales se hace posible la participación de los miembros del grupo cuya intervención es
necesaria para cumplir la acción. La magnitud y otras características demográficas de la
población son datos importantes que deben tomarse en cuenta al estudiar los elementos
de organización de cualquier sociedad o grupo.
c) De conocimiento: Son las experiencias asimiladas y sistematizadas que se elaboran, se
acumulan y trasmiten de generación a generación y en el marco de las cuales se generan
o incorporan nuevos conocimientos.
d) Simbólicos: Son los diferentes códigos que permiten la comunicación necesaria entre
los participantes en los diversos momentos de una acción. El código fundamental es el
lenguaje, pero hay otros sistemas simbólicos significativos que también deben ser
compartidos para que sean posibles ciertas acciones y resulten eficaces.
e) Emotivos: que también pueden llamarse subjetivos. Son las representaciones
colectivas, las creencias y los valores integrados que motivan a la participación y/o la
aceptación de las acciones: la subjetividad como un elemento cultural indispensable.
Dentro de toda cultura hay dos elementos a tener en cuenta:
Rasgos culturales: porción más pequeña y significativa de la cultura, que da el perfil de
una sociedad. Todos los rasgos se transmiten siempre al interior del grupo y cobran
fuerza para luego ser exteriorizados.
Complejos culturales: contienen en si los rasgos culturales en la sociedad.
Cambios culturales[editar]
Artículo principal: Evolución cultural
Los cambios culturales: son los cambios a lo largo del tiempo de todos o algunos de los
elementos culturales de una sociedad (o una parte de la misma).
Véase también[editar]
Teorías sobre la cultura[editar]
Antropología cultural
Asimilación cultural
Comunicación intercultural
Difusión cultural
Etnocentrismo
Evolución cultural
Geografía cultural
Materialismo cultural
Meme
Relativismo cultural
Revolución Cultural
Sociología de la cultura
Otras cuestiones culturales[editar]
Categoría:Subculturas
Alta cultura
Artes y tradiciones populares
Cibercultura
Civilización
Cultura organizacional
Cultura popular
Decondicionamiento
Las dos culturas
Leyenda urbana
Neocolonialismo
Subcultura
Tecnociencia