Apuntes Libro - Anclas
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APUNTES PNL
Anclas
Los estados emocionales tienen una influencia poderosa y penetrante en el pensamiento y
el comportamiento. Después de inducir y calibrar estos estados, ¿Cómo podemos
utilizarlos para tener más recursos en el presente? Necesitamos algún medio para
hacerlos accesibles en todo momento y estabilizarlos en el aquí y ahora.
Imagínese el impacto que tendrá en su vida si puede usted ponerse, a voluntad, en los
estados de máximo provecho. Los mejores políticos, deportistas, artistas y ejecutivos
deben ser capaces de dar el máximo en todo momento. El actor debe ser capaz de
comprometerse con el papel en cuanto sube el telón, no una hora antes ni media después.
Esta es la línea básica del profesionalismo.
Es tan importante como ser capaz de desconectar. El actor debe ser capaz de dejar el
papel cuando baja el telón. Muchos hombres de negocios están extremadamente
motivados, alcanzan grandes cosas, pero se queman y son infelices, pierden a su familia o,
en casos extremos, sufren infartos. Controlar nuestros estados requiere equilibrio y
cordura.
Todos tenemos una historia rica en distintos estados emocionales. Para re experimentarla,
necesitamos un gatillante, una asociación en el presente para inducir la experiencia
original. La mente enlaza experiencias de forma natural, es la forma en que damos
significado a las cosas que hacemos. A veces estas asociaciones son muy agradables; por
ejemplo, una pieza musical que nos trae un recuerdo agradable. Cada vez que escucha
una melodía en particular, evoca uno de esos recuerdos; y cada vez que lo hace, fortalece
la asociación.
Un estímulo que está asociado a y trae un estado psicológico se llama, en PNL, ancla.
Otros ejemplos de anclas positivas que se suceden de forma natural son: fotografías
favoritas, olores evocadores, una expresión especial de alguien querido o un tono de voz.
Un ancla es cualquier cosa que da acceso a un estado emocional, y son tan obvias y están
tan extendidas que apenas las reconocemos. ¿Cómo se crean las anclas? De dos maneras.
Una, por repetición; si usted ve imágenes repetidas donde el rojo se asocia con el peligro,
acabará enlazándolos. Es éste un aprendizaje sencillo: el rojo significa peligro. Otra, y
mucho más importante, es que las anclas pueden establecerse en una sola ocasión si la
emoción es fuerte y la cronología correcta. La repetición sólo es necesaria si no interviene
el plano emocional. Piense en cuando usted estaba en la escuela (es ésta una poderosa
ancla en sí misma), y verá que lo que era interesante y atractivo era fácil de aprender,
mientras que las cosas en las que no encontraba interés necesitaban mucha repetición.
Cuanto menos comprometido emocionalmente esté, más repeticiones se necesitan para
aprender la asociación.
Muchas asociaciones son muy útiles. Forman hábitos y no podemos funcionar sin ellos. Si
usted conduce, usted ya tiene una asociación entre la luz verde que cambia a roja y el
movimiento del pie de cierta manera en los pedales. No es ésta una operación sobre la
que quiera pensar de forma consciente cada vez que sucede, y si usted no hace la
asociación, es posible que no sobreviva mucho tiempo en la carretera.
Otras asociaciones, aunque útiles, pueden ser menos agradables. La vista de un coche de
la policía de tráfico por el retrovisor nos hace dudar instantáneamente del estado de las
luces del coche y a qué velocidad íbamos circulando.
Otras asociaciones no son útiles. Mucha gente asocia hablar en público con ansiedad y
ataques de pánico; pensar en exámenes hace que mucha gente se ponga nerviosa e
insegura. Las palabras pueden actuar como anclas: la palabra «prueba» es un ancla para la
mayoría de estudiantes que les hace sentir ansiedad y no ser capaces dé dar lo mejor.
En casos extremos, un estímulo exterior puede traer un estado negativo muy poderoso. Es
el reino de las fobias; por ejemplo, la gente que padece claustrofobia ha aprendido una
asociación poderosísima entre estar confinado en un espacio y sentir pánico, y siempre
realizan esta asociación.
La vida de muchas personas está innecesariamente limitada por miedos de su pasado que
todavía no han sido reevaluados. Nuestras mentes no pueden parar de hacer
asociaciones. ¿Son las que usted ha hecho y sigue haciendo agradables, útiles y
fortalecedoras?
Podemos elegir las asociaciones que queremos hacer. Puede usted escoger cualquier
experiencia de su vida que encuentre muy difícil o desafiante, y decidir con anterioridad
en qué estado psicológico quisiera usted estar para enfrentarse con ella. Para cualquier
situación con la que no se sienta especialmente feliz, puede usted crear una nueva
asociación y, por tanto, una nueva respuesta usando las anclas.
Esto se consigue en dos fases. Primero, escoja el estado emocional que usted desea, y
luego asócielo con un estímulo o ancla para poder traerlo a la mente cuando quiera. Los
deportistas emplean amuletos para dominar sus habilidades y energía. También verá, a
menudo, deportistas que realizan pequeños movimientos rituales con el mismo propósito.
Emplear su estado de plenitud de recursos mediante anclas es una de las formas más
efectivas de cambiar su comportamiento y el de otras personas. Si usted se enfrenta a una
situación en un estado con más recursos que antes, su comportamiento está listo para
cambiar a mejor. Los estados de plenitud de recursos son la clave para conseguir la mejor
actuación. Cuando usted cambia lo que hace, el comportamiento de los demás también
cambiará. Toda la experiencia de la situación variará.
Nota cautelar. Las técnicas de cambio de este capítulo y de todo el libro son muy
poderosas, y este poder viene, sobre todo, de la habilidad de la persona que las utilice. Un
carpintero puede realizar muebles soberbios con herramientas de precisión, pero las
mismas herramientas en manos de un aprendiz no darán los mismos resultados. De forma
parecida, hace falta práctica y trabajo para obtener el mejor sonido de un excelente
instrumento musical. A través del tiempo formando a personas en estas habilidades,
hemos visto las dificultades para aplicar estas técnicas por primera vez. Recomendamos de
forma especial que practique estas técnicas en un contexto seguro, como en un seminario
de enseñanza de PNL, hasta que se sienta seguro y sus niveles de habilidad sean
suficientemente elevados.
Anclaje de recursos
Estos son los pasos para transferir recursos emocionalmente positivos desde experiencias
del pasado a situaciones del presente para que le sirvan a usted ahora. Podría necesitar
hacerlo con un amigo que le guiara por los distintos pasos.
quiere, empiece a buscar una situación en su vida en que sintió ese recurso. Tómese su
tiempo, observe qué ejemplos vienen a su mente y elija aquel que sea más claro e intenso.
Cuando tenga usted un ejemplo específico en la mente, real o imaginario, estará listo para
pasar al paso siguiente: elegir las anclas que traerán a su mente este recurso cada vez que
usted quiera. En primer lugar, el ancla cinestésica: alguna sensación que pueda usted
asociar con el recurso escogido. Tocarse el pulgar y el índice o cerrar el puño de forma
especial funcionan bien como anclas cinestésicas. Hay uno muy común entre los jugadores
de squash: tocan la pared lateral para tomar confianza de nuevo cuando su juego no va
bien.
Es importante que el ancla sea única y no forme parte de una conducta habitual. Precisa
de un ancla distintiva que no suceda constantemente y que, por tanto, no pueda estar
asociada con otros estados y conductas. También es necesario que el ancla sea discreta,
algo que pueda realizar sin levantar sospechas. Hacer la vertical puede funcionar muy bien
como un ancla de seguridad, pero le hará ganar reputación de excéntrico si la emplea para
que le ayude a hacer discursos después una comida.
A continuación, el ancla auditiva. Puede ser una palabra o frase que se diga a usted
mismo. No importa qué palabra o frase utilice, siempre que esté a tono con el
sentimiento. La forma en que diga, el tono de voz en particular que usa, tendrá tonto
impacto como la palabra o frase. Hágala distintiva y fácil de recordar. Por ejemplo, si la
«seguridad» es el estado de recurso que quiere anclar, puede decirse a sí mismo: «Me
siento más y más seguro», o simplemente: «¡Seguro!». Utilice un tono de voz que denote
seguridad. Asegúrese de que el recurso es realmente apropiado a la situación
problemática.
Ahora el ancla visual. Puede usted elegir un símbolo o recordar lo que estaba viendo
cuando se sentía seguro. Mientras la imagen que usted elija sea distintiva y le ayude a
evocar aquella sensación, servirá.
Una vez que haya escogido un ancla para cada sistema representativo, el paso siguiente es
revivir estos sentimientos de seguridad recreando de manera vivida la situación a la que
recurrimos. Dé un paso adelante o cámbiese de silla a medida que se asocia más
Emplee las tres anclas de la misma forma y en la misma secuencia, y observe en qué
medida accede usted de verdad al estado de plenitud de recursos. Si no está satisfecho,
vuelva a empezar y repita el proceso de anclaje para fortalecer la asociación entre las
anclas y el estado de plenitud de recursos. Puede que necesite repetir el proceso unas
cuantas veces; esto es útil para poder ser capaz de acceder a ese mismo estado cada vez
que lo necesite.
Finalmente, piense en una situación futura en la que puede usted querer acceder a este
estado de plenitud de recursos. ¿Qué puede emplear como señal que le diga que necesita
ese recurso? Busque la primera cosa que ve, oye o siente cuando está usted en esa
situación. La señal puede ser externa o interna. Por ejemplo, una expresión especial en la
cara de alguien o en su tono de voz, serían señales externas. Empezar un diálogo interior
sería una señal interna. Ser consciente de que se tienen distintas opciones respecto al
estado interior es ya un estado de recurso. También interrumpirá la respuesta anclada
habitual; es útil anclar esta capacidad a la señal porque así la señal actúa como
recordatorio de que puede elegir sus sentimientos.
Después de un tiempo, si sigue usando el ancla, la misma Señal se convertirá en ancla para
que se sienta con recursos. La señal que le hacía sentirse mal, se ha convertido en otra
que le hace sentirse fuerte y lleno de recursos. A continuación viene un resumen de los
pasos fundamentales del proceso.
8. Pruebe la asociación soltando las tres anclas y confirmando que de verdad va a ese
estado. Si no está satisfecho, vuelva al número 7.
9. Identifique la señal que le hace ver que está en una situación problemática en la que
quiere usar sus recursos. Esta señal le recordará que debe usar la señal.
Ahora puede usar estas anclas para alcanzar el estado de recursos cuando usted quiera.
Recuerde que debe experimentar con ésta o con cualquier otra técnica de la PNL para ver
en qué forma funciona mejor con usted. Mantenga su objetivo en mente (le hará sentirse
con más recursos), y juegue con la técnica hasta que tenga éxito. Alguna personas ven que
con sólo hacer gestos («disparando» el ancla cinestésica) tienen suficiente para
rememorar el estado de recurso. Otras siguen utilizando las tres anclas.
Puede emplear usted este proceso para anclar distintos recursos. Algunas personas anclan
cada recurso a un dedo; otras conectan distintos estados de recurso a la misma ancla
obteniendo un ancla poderosísima. Esta técnica de ir añadiendo distintos recursos a la
misma ancla se conoce como amontonamiento de recursos.
Anclar y emplear los estados de plenitud de recursos es una habilidad y, como todas las
habilidades, se hace más sencilla y efectiva cuando más se usa. Para unos esta técnica
funciona de forma radical la primera vez; otros ven que necesitan practicar para ir
construyendo tanto esta capacidad como la confianza necesaria que marcan la diferencia.
Recuerde el modelo de aprendizaje. Si el anclaje es nuevo para usted, felicidades por
haber pasado de la incompetencia inconsciente a In incompetencia consciente. Disfrute
de este estado hasta que vaya alcanzando la competencia consciente.