REFORMA
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Sin embargo, desde las últimas dos décadas del siglo XX hasta nuestros días, las reformas
educativas realizadas, tal parece que han buscado responder; primero a los intereses y
requerimientos propios de los partidos políticos gobernantes, donde cada uno de éstos propone
reformas y asume posturas, sin tener estudios ni datos de las verdaderas necesidades del país,
pues “la orientación de la educación mexicana, más allá de los mandatos constitucionales,
siempre ha sido una cuestión de controversia que se manifiesta en proyectos de política
educativa que responden a diferentes intereses y grupos sociales” (Ornelas, 2005); en segundo
lugar, a los lineamientos de organismos internacionales como la OCDE, el FMI y el BM; y a los
modelos económicos prevalecientes en el mundo; ignorándose así los de requerimientos
propios de la sociedad. Un ejemplo de ello se puede constatar en los principales puntos que se
marcaron en una de las líneas del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación
Básica, firmado en mayo de 1992.
De tal manera que la educación en México se ha ido ajustando para dar respuesta a los
requerimientos de la distribución internacional del trabajo, es decir, ésta es vista como una
empresa económica, donde se prepara a los estudiantes para los exigencias del modelo
económico prevaleciente y no a las necesidades propias del país, y con ello la educación está
dejando de ser un asunto nacional para pasar a ser una cuestión internacional, ya que los
organismos internacionales intervienen cada vez más con mayor poder en los asuntos de los
sistemas educativos, dejando a los países sin expertos y sin esquemas organizativos propios,
capaces de responder a sus propias necesidades educativas, y educan para responder a un
modelo económico hoy vigente, donde se vincula la teoría del capital humano, donde se tiene
“la idea de invertir en educación para producir no sólo un beneficio individual que les garantice
a las personas un ascenso social, sino también un beneficio colectivo que implique mayor
crecimiento económico para el conjunto de la sociedad como resultado de la productividad del
trabajo” (Aronson, 2007).
Ante un mundo globalizado, nuestro país no puede estar al margen del mismo, por ello, el
gobierno le está apostando a la educación, ya que ésta es el pilar del desarrollo económico de
cualquier nación. Los países que han alcanzado un mayor crecimiento económico son aquellos
que se han aventurado a la educación, basando está en la preparación de personas con un
perfil de conocimientos, habilidades y destrezas óptimas para desenvolverse en cualquier
campo de trabajo o al menos para aquel, en el que fueran preparadas, “existen muchos
estudios que demuestran que la educación y el nivel de ingresos están relacionados: entre más
alto sea el nivel educativo, las probabilidades de conseguir un empleo y de obtener un mayor
nivel de ingresos son más altas (Reimers, 2000), por ello, hoy en día muchas naciones otorgan
mayor importancia al capital humano intelectual que al capital físico.
Frente a esta situación del Sistema Educativo Mexicano, un aspecto central ha sido dar
cobertura a la demanda, sin embargo, existe el gran reto de cómo hacer para que todos los
educando de los diferentes niveles educativos no deserte y puedan concluir de manera
satisfactoria sus estudios, pues a medida que se asciende en la escala de escolaridad, las
oportunidades de estudiar van decreciendo. Por ello, el actual gobierno ha implementado una
serie de programas dirigidos principalmente a los estudiantes que se encuentran en extrema
pobreza para que puedan hacer frente a las carencias y necesidades económicas y así lograr
la permanencia de éstos en los niveles educativos que se encuentran estudiando, que los
concluyan y accedan a niveles superiores. Esto permitirá en parte lograr lo estipulado en el Art.
61 de la Ley General de Educación que apunta que “la educación inclusiva se refiere al conjunto
de acciones orientadas a identificar, prevenir y reducir las barreras que limitan el acceso,
permanencia, participación y aprendizaje de todos los educandos, al eliminar prácticas de
discriminación, exclusión y segregación”.
La Reforma Educativa 2019, como todas las anteriores efectuadas en el Sistema Educativo
Mexicano, se plantea ante la necesidad de modernizar los principios y valores filosóficos en los
que se sustentaba la reforma de 2013, con el propósito de responder a la nueva realidad política
que se vive actualmente. Donde se busca promover en su Plan y Programas de Estudio la
perspectiva de género, el conocimiento de matemáticas, lectura y escritura, literacidad, historia,
geografía, civismo, filosofía, tecnología, innovación, lenguas indígenas de nuestro país, lenguas
extranjeras, educación cívica, deporte, artes, promoción de estilos de vida saludables,
educación sexual y reproductiva, y el cuidado del medio ambiente.
Es una reforma que ha y está involucrando a los docentes en la nueva política educativa; que
compromete a las madres y padres de familia a trabajar de manera conjunta y de la mano con
la escuela en busca de la mejora de los aprendizajes; que busca a toda costa evitar la deserción
escolar; que marca el comienzo de una nueva política concentrada en impulsar los valores y la
mejora continua de los procesos de enseñanza aprendizaje para niñas, niños y adolescentes
que cursan la educación básica independientemente de su condición social y lugar de
residencia para que se desarrollen integralmente y aprendan lo que es relevante para su
bienestar, en la cual el maestro es agente fundamental de la transformación social, tal como lo
establece el artículo 3º constitucional; que pugna por un sistema educativo donde se pone en
el centro del aprendizaje a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, buscando su bienestar y la
transformación social de los mismos; así también se recalca la importancia de evolucionar las
escuelas a través de la transformación de la práctica docente y la organización y funcionamiento
de las mismas y del sistema educativo en su conjunto, para atender la diversidad y la equidad
para poder alcanzar así la excelencia educativa en todo el país, bajo el enfoque de una
educación más integral y humanista.
Ésta tiene sus propias particularidades, es decir, para lograr la transformación económica,
política, cultural y social de nuestro país, tendrá que asumir grandes retos y perspectivas, para
lograr un cambio en los diferentes ámbitos desde la educación, la cual desde el discurso de
esta reforma se caracteriza por ser incluyente, con equidad y excelencia. Sin embargo,
sabemos que toda reforma no es neutra y a través de su discurso buscan legitimar prácticas de
poder, pues en cada una de ellas hay un proyecto social, político, económico y cultural que tiene
su sentido en el imaginario, las representaciones, las lógicas, las cotidianidades y las
identidades (Popkewitz, 1998). Y ésta queda asentada prácticamente con las reformas,
adiciones y derogaciones de diversas disposiciones a los artículos 3º., 31 y 73 constitucionales
y, la creación de las leyes secundarias.
De acuerdo con la Ley General de Educación con esta reforma se busca lo señalado en
su Artículo 11 “El Estado, a través de la nueva escuela mexicana, buscará la equidad, la
excelencia y la mejora continua en la educación, para lo cual colocará al centro de la acción
pública el máximo logro de aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Tendrá
como objetivos el desarrollo humano integral del educando, reorientar el Sistema Educativo
Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar
transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad.
Como es de nuestro conocimiento la reforma del Sistema educativo Mexicano está en marcha,
se encuentra en desarrollo, y su eficacia en gran medida va a depender del compromiso y
responsabilidad que asuman los diferentes actores sociales, políticos y educativos, el gobierno
está actuando y, de que se generen las propuestas pedagógicas congruentes y viables con los
nuevos postulados constitucionales de todos los niveles educativos y de que se creen las
condiciones materiales, laborales e institucionales para que el trabajo educativo sea más
efectivo.
Dentro de las acciones desarrolladas hasta el momento se pueden mencionar las siguientes;
en el año 2018 a través de foros se recibieron más de 60 mil ponencias de alumnos, maestros,
padres de familia, especialistas, investigadores, etc. con el fin de escuchar diferentes
propuestas sobre la educación que se quiere para México; además se realizaron modificaciones
a los Artículos 3º, 31 y 73 constitucionales donde se recalca como debe ser la Nueva Escuela
Mexicana; asimismo, se crearon las leyes secundarias en materia educativa; también se
arrancó el ciclo escolar 2019-2020 con el taller sobre la Nueva Escuela Mexicana, que marca
las directrices de las y los mexicanos que se desean formar; por otra parte se creó el Sistema
Nacional de Becas; de igual manera se cambia la Ruta de Mejora por el Programa Escolar de
Mejora Continua; de mismo modo se crean las líneas temáticas sobre las buenas prácticas de
la Nueva Escuela Mexicana; entre otros.
Dentro de los retos que está enfrentando y continuará haciéndolo se pueden mencionar los
siguientes: un primero es de qué manera concretar los propósitos de la Reforma Educativa
2019, la cual busca el progreso, la innovación, la actualización o la modernización con el
propósito de tener una mejor vida (Popkewitz, 2000). Cuando, prácticamente se está trabajando
con todo lo que se tiene de las reformas educativas anteriores: caso concreto en el nivel de
secundaria en su modalidad de Telesecundarias, en tercer grado se tienen libros de texto de
2006, Plan y Programas de Estudio 2011 y ámbitos del componente de Autonomía Curricular
del Plan y Programas de Estudio. Aprendizajes Clave 2017; y en los primero y segundo grados
con el Plan y Programas de Estudio. Aprendizajes Clave 2017.
Las perspectivas de los maestros son fundamentales para entender el proceso de la reforma
educativa, no solamente porque se trata de los mediadores de este proyecto, sino que además
constituyen el eje en que descansa la actividad práctica de todo el aparato escolar (Ornelas,
2009). Son objeto y sujeto de la reforma (Treviño y Cruz, 2014). Además en la Ley General de
Educación en el Artículo 14, párrafo III, se señala que se revalorizará a las maestras y los
maestros como agentes fundamentales del proceso educativo, profesionales de la formación y
del aprendizaje con una amplia visión pedagógica
Un segundo reto, es cómo profesionalizar la formación docente para que estos tengan las
habilidades y conocimientos necesarios para ejercer la docencia y por ende lograr poder los
aprendizajes de los alumnos en cada uno de los niveles educativos que se encuentren cursando
a través del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación y, como evaluarlos.
Respecto a la evaluación, se desconoce cómo se llevará a cabo este proceso, y sobre todo
cómo será el seguimiento que se les dará a los maestros una vez evaluados, como lo señalan
Villa Sánchez y Morales, “…por desconocimiento de sus formas y objetivos, por la falta de
credibilidad de las instancias evaluadas, por las posibles repercusiones de la misma
evaluación…”, y esperemos que no haya resistencia hacia la misma, como en la reforma
anterior, sobre todo porque se ha perdido credibilidad hacia las instancias evaluadoras, sobre
todo cuando no se sólo se te informa que tus resultados han sido insuficientes y no tienes
derecho a revisión de resultados.
En lo que concierne a la evaluación del magisterio, sabemos que ésta ahora será de carácter
formativo, pues en la Ley General de Educación en el Art. 90 se señala que las maestras y los
maestros son agentes fundamentales del proceso educativo y, por tanto, se reconoce su
contribución a la transformación social, y en el párrafo VI, se apunta que se promoverá su
formación, capacitación y actualización de acuerdo con su evaluación diagnóstica y en el ámbito
donde desarrolla su labor.
Asimismo, en el Artículo 20 de la Ley Reglamentaria del Artículo 3º. de la Constitución en
materia de la Mejora Continua de la educación, señala que “La evaluación diagnóstica será un
proceso para apreciar las capacidades, conocimientos, aptitudes, habilidades, destrezas y
actitudes del personal que ejerza la función docente, directiva o de supervisión, para detectar
las fortalezas e identificar sus áreas de oportunidad, las cuales serán atendidas a través del
Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización. La evaluación diagnóstica será
formativa e integral y atenderá a los contextos locales y regionales de la prestación de los
servicios educativos”. Sin embargo, se debe de dar puntual seguimiento al aspecto de la
formación, pues esta profesión “requiere una actualización permanente para poder adaptarse a
las nuevas necesidades o demandas de los sistemas educativos y de los escolares,
particularmente en lo que se refiere a los procesos de enseñanza”, aunque ésta no garantiza el
éxito de la misma, pues hay otros aspectos a considerar.
Por el contrario la reforma realizada durante el gobierno de Peña Nieto, se le tachó de ser una
reforma laboral-administrativa donde la evaluación era meramente punitiva, y el maestro se vio
asediado, perseguido, intimidado y acosado, donde “cientos de miles, más de un millón de
docentes, sin distinción alguna, fueron declarados ignorantes, impresentables, violentos e
incultos” (Gil, 2018). No obstante, muchos maestros fuimos parte de ese proceso y no sucedió
nada que lamentar, por ello, no se puede decir que esta evaluación fue del todo mala, pues
muchos docentes a través de la misma mejoraron sus ingresos u obtuvieron ascensos de
manera personal, sin recurrir a compadrazgos, a apoyos sindicales o mediante favores políticos,
además en mi opinión considero que es necesario que todo profesional que ejerza la docencia
debe cumplir con ciertos requerimientos mínimos que garanticen que se está preparado para
ejercer esta profesión y noble tarea, lo que se debe de señalar que no se debió de aplicar una
evaluación estandarizada.
Además, al respecto el investigador español Eustaquio Martínez señala dos claros propósitos
que se logran con la información y evidencias que se obtienen del proceso de evaluación:
garantizar el proceso de aprendizaje de los alumnos y promover la mejora continua de la
práctica docente. Sin embargo, habría que poner especial atención en que con este nuevo
enfoque de la evaluación, no se vea al maestro como parte del clientelismo electoral.
Un tercero reto radica, en cómo concretar los nuevos Planes y Programas de estudio, cuando
éstos aún no se tienen, y se está haciendo uso de Planes y Programas de estudio de reformas
antepuestas como lo señalaba anteriormente. Y habría que preguntarnos a partir de qué
momento se empezará a dotar a las escuelas de materiales educativos (impresos,
audiovisuales, digitales y conceptuales para la educación cívica, la música, entre otras para
fortalecer la formación integral de los
Un cuarto desafío, sería qué hacer para materializar la obligatoriedad de la educación inicial,
cuando en muchas localidades de nuestro país no se ofrece este servicio educativo por parte
de escuelas estatales, federales ni de Conafe, entonces habría que cuestionarnos acerca de lo
que va a suceder con todos niños que no reciben esta educación, para hacer posible este
planteamiento.
Para que se cumpla con esta obligatoriedad, primeramente se tendría que ofrecer hasta en los
espacio más apartados de nuestro país la infraestructura necesaria para ofrecer este servicio,
después crear las plazas necesarias para cubrir la demanda de este nivel y, finalmente habría
que va a hacer el gobierno con los madres y padres de familia o tutores cumplan con esta
obligatoriedad, pues en la Ley General de educación en el Art. 6º. En uno de sus párrafos se
apunta que “La educación inicial es un derecho de la niñez; es responsabilidad del Estado
concientizar sobre su importancia y garantizarla conforme a lo dispuesto en la presente Ley”,
aunque no se establece de qué manera.
Por último, un reto más tiene que ver con la aplicación de las leyes secundarias y concretamente
voy a abordar lo referente a la admisión y promoción vertical y horizontal de los maestros al
Sistema Educativo Nacional, puesto que las otras dos ya se abordan en puntos anteriores. En
la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros en su artículo 39,
recalca que “La admisión al servicio de educación básica que imparta el Estado se realizará
mediante procesos anuales de selección, a los que concurran los aspirantes en igualdad de
condiciones, los cuales serán públicos, transparentes, equitativos e imparciales. Estos procesos
apreciarán los conocimientos, aptitudes y experiencia necesarios para el aprendizaje y el
desarrollo integral de los educandos y asegurar la contratación del personal que cumpla con el
perfil profesional necesario”.
En esta selección se considerarán varios elementos multifactoriales, que a diferencia de la
reforma anterior donde se consideraba prácticamente la aprobación de un examen y donde no
se podía conocer con claridad quien era idóneo para dar clases o quien no, con éstos se podrá
conocer con mayor precisión quienes tienen la formación necesaria para poder ejercer la
docencia.
En conclusión se puede decir que la reforma educativa de 2019, ofrece grandes posibilidades
de cambio, sin embargo ésta se encuentra en desarrollo y quizá sería muy prematuro hacer un
juicio valorativo sobre la misma. Su eficacia va a depender del compromiso y responsabilidad
que asuman cada uno de los involucrados, desde la SEP, las secretarías de educación de los
estados, las coordinaciones regionales, las supervisiones, direcciones escolares y docentes,
así como madres y padres de familia, entre otros. Por lo tanto, son muchos los desafíos que se
tienen que atender.
Hasta el momento no se tienen estudios o investigaciones que den sustento del impacto de la
misma, sin embargo, en relación con la reforma educativa de 2013, se identifican algunos
cambios: uno de ellos, es el carácter formativo de la evaluación de los docentes, donde ahora
se busca identificar las fortalezas y áreas de oportunidad por medio de evaluaciones
diagnosticas para ofrecer capacitación y actualización, y con ello desaparece el INEE y se crea
el Centro Nacional para la Revalorización del Magisterio, donde la reforma del 2013 el eje
principal era evaluar a los maestros y, ahora es la formación; otro más, es que la Carrera
Magisterial se regirá por el Sistema para Carrera de las maestras y los Maestros, donde se
establecen los mecanismos de promoción horizontal.
BIBLIOGRAFIA