Psicología Del Desarrollo: Edad Adulta y Vejez - Análisis Historia de Vida

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UC 4:

Psicología del
desarrollo: edad
adulta y vejez

Héctor Herrera Yuste

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INTRODUCCIÓN

Este Ejercicio, consiste en llevar a cabo un Análisis de la Historia de vida


realizada a nuestro informante, José (93 años), para la UC1.

Preparación

Del total de las preguntas realizadas en la Historia de vida, para este análisis se
han seleccionado aquellas respuestas que por su significación y relevancia recogen los
“picos” más destacados de las etapas vitales que desarrolla este trabajo [Infancia
intermedia, Adolescencia, Edad adulta temprana, Edad adulta intermedia y Edad
adulta tardía]. Concretamente, contienen aspectos identificados en los campos socio-
biológicos, socio-espáciales, socio-vitales, críticos y adaptativos.

Selección por Etapas

Entrada

▪️ P. Con 93 años y todo lo que habrá pasado, ¿qué no habrá visto Ud., verdad?

R. De todo, ya he visto de todo. Y no he ido más que de Galicia a Madrid y de


Madrid a Galicia, me da pena no haber viajado y ver tantas cosas como hay… el mundo
me ha visto a mi y yo no he visto mundo, ¿verdad? [sonríe].

▪️ P. ¿Imaginaba Ud., que iban a cambiar tanto las cosas como han cambiado en
este tiempo?

R. Han cambiado las máquinas, no las personas. Tenemos los mismos


problemas y las mismas ideas, ¿qué ha cambiado? Que vivimos más y mejor, que somos
más egoístas y queremos pedir y agarrar pero no dar, no soltar nada… pero estamos
igual, con la cabeza en las mismas tonterías que al final no valen nada. Yo ya sabía que
las máquinas, los ordenadores, cambiarían el mundo, que cambiemos nosotros no lo
veo. Recuerdo en los 80 que nos trajeron unas máquinas al Patronato que hacían el
trabajo de 10 con 2 personas… y mira, 40 años después estamos con lo mismo.

Etapa 4.ª Infancia intermedia (6 a 12 años).

▪️ P. ¿Recuerda qué hábitos familiares tenían, por ejemplo en las comidas?

R. [Se ríe] comer no era un habito, era un lujo, pasamos más hambre que un
maestro de escuela [se ríe]… pasamos muy malos años por aquél entonces, sobre todo
en Madrid, mucha hambre, eso es lo que más recuerdo.

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▪️ P. ¿De su niñez, qué hechos, situaciones y sensaciones podría destacar?

R. Pues dos cosas y ninguna buena. La muerte de mi hermano mayor, jugando


en el pueblo subido a la trasera de la camioneta que traía el pan, que cogió un bache se
cayó y se desnucó… mira… [sacó su cartera y llevaba una foto del cadáver de un niño en
un ataúd] es mi hermano, antes se les ponía así de guapos y se hacían fotos para
recordarlo… [silencio]…

Y bueno, hambre, recuerdo el hambre que pasamos en la guerra. Mi padre era


católico, y tuvo que escapar de Madrid porque lo querían matar y nos quedamos mi
madre, mi hermana y yo [su hermano ya había fallecido]… ¡y teníamos dinero! Pero no
nos querían vender comida, no querían dinero del hijo del fascista, me decían ¡con 9
años!, así que mi madre me mandaba ir tras las tapias de un cuartel de la Guardia Civil
que teníamos detrás de casa, donde tiraban la comida podrida y los restos… y recuerdo
a mi madre triturando las judías en el pasapurés para no ver los bichos… eso era el
hambre, no hay cosa peor. Y sabes, cuándo acabó la guerra no dijimos nada de esos
vecinos, los veía todos los días y hacíamos como que no había pasado nada… y cuando
veo esto ahora, qué pena… ese miedo que te paraliza cuando oíamos las sirenas
[bombardeo] o cuando oíamos un coche por la noche, rezando que no se parara, porque
ya sabíamos lo que significaba. Ese miedo, no se puede olvidar.

Etapa 5.ª Adolescencia [12 a 20 años].

▪️ P. ¿Le gustaba estudiar, y si le gustaba, qué quería estudiar?

R. Sí, me gustaba mucho, quería ser abogado, como mi padre, que llevaba la
administración del Vizconde de los Villares, que fue mi padrino de bautismo… en mi
casa la educación se tomaba como algo sagrado, aunque luego la vida vino como vino.

▪️ P. ¿Siguió sus estudios, y si lo hizo, qué acabó estudiando, por qué?

R. Hice Derecho, hasta tercero, porque luego me puse a trabajar, me metí en el


Instituto Nacional de Estadística, y bueno, ahí ya, dejé la carrera sin terminar, de eso
me arrepiento muchísimo.

▪️ P. ¿A qué quería dedicarse de mayor?

R. Quería ser abogado, como mi padre, pero mi cabeza, ya sabes, cosa de


jóvenes, y al final me quedé de funcionario de bajo rango por las cosas de la política, me
pasaba enseñando su trabajo ¡a mis jefes! que llegaban nuevos y con el carné en la boca.

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▪️ P. ¿De su adolescencia, qué hechos, situaciones y sensaciones podría destacar?

R. Lo primero, que se acabó la guerra, fue lo más importante… se acabó la


guerra, y es verdad que con muchas penurias fue un buen tiempo para mi, pude
estudiar y casi volver a ser un niño, aunque no se olvidan las cosas.

Etapa 6.ª Edad adulta temprana (20 a 40 años).

P. ¿Y el Servicio Militar, en qué le afectó, qué recuerdos tiene de ese tiempo?

R. Bueno, estaba estudiando en la Universidad, así que hice el servicio militar como
alférez de complemento. Fue la mejor época de mi vida. Conocí a mi mujer, gracias a
Dios tenía una posición buena tal y como estaban las cosas, y tuve una vida
privilegiada. Recuerdo a mis compañeros en el Campamento, las verbenas, los amoríos,
la Universidad… me sentía imparable.

▪️ P. ¿Cómo fueron sus primeros trabajos, dónde trabajó estos años [20 a 40]?

R. Pues ahí vino mi gran error, dejé la carrera y me metí en el Instituto Nacional de
Estadística, me precipité, hice mal. Luego, mi hermana me apretó las tuercas para que
me fuera donde mi cuñado, al Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas, la
quiniela, vamos [risas], y ahí me quedé para siempre.

▪️ P. ¿Cómo era la vida laboral entonces, sus relaciones con sus compañeros y jefes?

R. Pues no era como hoy, a los jefes se les tenía un respeto exagerado… eso no me
gustaba, pero era lo que había, y no me siento muy orgulloso por eso, porque yo estaba
a ese lado de la barrera… oye, tenía jefes pero no agachaba la cabeza a tantos. Además,
los enchufes eran normales en aquél tiempo… bueno como ahora, pero no se dice, antes
al contrario, se jactaba uno de ellos, y mi cuñado estaba muy bien situado, por lo que no
me trataban mal, me consideraban de los “suyos”… un fichaje que prometía [risas].

▪️ P. ¿Escaló profesionalmente o mantuvo su ocupación, era difícil subir de puesto?

R. Hasta los 80, sí, luego vino lo que vino y acabó mi carrera… [mirada cómplice]… ya
me quedé estancado como Jefe de Sección ¡ni siquiera de Servicio! Pero bueno, al final
nos hicieron funcionarios y no me atreví a dejarlo, me quedé con la esperanza que se
me reconociesen mis méritos… y me quedé en nada, pero tuve un trabajo fijo.

▪️ P. ¿Cómo fue su vida sentimental de aquellos años, tenía pareja estable, se casó, tuvo
descendencia?

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R. Pues al final me casé con mi esposa en 1963… [hecha cuentas]… con 34 años… se me
resistió [risas]. Y tuvimos 5 hijos, todos varones. El último [da el nombre] el pobrecito
con Síndrome de Dawn, y la verdad que es el mejor de todos, el más cariñoso, una
bendición.

▪️ P. ¿De aquél tiempo, qué hechos, situaciones y sensaciones podría destacar?

R. El Servicio Militar, casarme y mi primer hijo… en orden de tiempo, ¿eh? [risas].


Mira qué fácil… pero tener un hijo no tiene igual, eso fue lo mejor… y bueno por una
parte las esperanzas puestas en mi trabajo y las decepciones que tuve, de seguido. Me
frustró mucho.

Etapa 7.ª Edad adulta intermedia [40 a 60 años]

▪️ P. ¿Qué produjo en Ud. o en qué le afectó el cambio de Régimen, los cambios


sociopolíticos que se estaban produciendo?

R. Mira, me crié con Franco y no me fue mal, eso nadie me lo perdona. Pero lo
que más siento, es que arruinaran mi carrera por no ser de un partido o de otro, como
si tuviese que ver con hacer bien tu trabajo… imagina, que tienes que enseñar a tus jefes
a hacer su trabajo pero no te dan el puesto a ti, que lo mereces y llevas años esperando y
haciendo ese trabajo. Pues te quita las ganas de todo, te resignas y esperas jubilarte
pronto, que iba a hacer…

▪️ P. ¿Cómo eran las relaciones con sus compañeros y jefes?

R. Era una empresa muy familiar en las primeras décadas, nos conocíamos
todos, jefes y empleados, y aunque había ese trato de sumisión para los jefes más altos,
entre nosotros que estábamos por el medio y los trabajadores de abajo, había una
buena relación. Yo, al menos, me llevaba bien con todos. Hacíamos comidas, nos
visitábamos en las vacaciones, no se, era otra cosa… pero claro, con el tiempo entraba
por arriba gente nueva con la que no conectábamos y que tampoco querían conectar
ellos, eran de otra clase, se creó una situación extraña, pero entre los antiguos hubo
siempre mucha relación y mucha unión, sabíamos de nuestras familias, de nuestra vida
personal, éramos amigos, vamos.

▪️ P. ¿Consideró reciclarse, formarse más y mejor, lo hizo?

R. No, lo necesario, lo obligatorio, no me reciclé ni formé más, porque en el


Estado o estás con quien esté o tienes que opositar, y ya con 40 o 50, que has perdido

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toda ilusión de subir, que sabes que no vas a subir, o te vas o te resignas y yo me
resigné.

▪️ P. ¿Se independizaron sus hijos, eran económicamente dependientes de


alguna manera de Ud.?

R. El pequeño siempre está con nosotros, bueno, conmigo que nos dejó mi
esposa, Dios la tenga en su Gloria… ahora me ayuda un hijo que se ha venido para estar
pendiente de ambos. Los demás, pues hacen sus vidas, pero tiran de mí con tantas
crisis y tantos problemas, no me quedó mala pensión. Últimamente tuve uno en paro,
con dos nietos, durante cuatro años, imagina.

▪️ P. ¿Cómo se encontraba de salud, seguía hábitos de vida saludables, tenía


alguna enfermedad importante?

R. No me cuidaba mucho, desde los 40 dejó de preocuparme y tampoco tuve


ninguna enfermedad que me preocupase… el tabaco, sí. Fumaba mucho y lo dejé al
jubilarme, pero por lo demás hacía una vida normal, andar sí, andaba, pero nada más.

▪️ P. ¿Qué expectativas tenía en cuanto a la jubilación, le producía inseguridad,


ansiedad, le daba miedo esa etapa o estaba deseando que llegara?

R. Quería jubilarme desde los 50 por lo menos… estaba deseando jubilarme,


estaba cansado del trabajo, aburrido… y para aburrirme mejor en mi casa. Quería
retirarme y volver al pueblo, que tengo una casa allí estupenda y con mi mujer y mi hijo
pequeño disfrutar de mi pueblo, que extraño mucho. Pero las cosas, no salieron bien…
con lo bien que podríamos haber estado. Es lo que tiene la vida, que te da lo que te
gusta y lo que no, y a mí más de lo segundo.

▪️ P. ¿De aquél tiempo, qué hechos, situaciones y sensaciones podría destacar?

R. Pues jubilarme, las ganas de jubilarme y la decepción del trabajo, de tantas


falsas promesas y mentiras. Me siento utilizado, que se aprovecharon de mi buena fe.
Soñaba con irnos al pueblo y vivir todo lo que me dejé de disfrutar por el trabajo y los
hijos. Vivir, tranquilos y bien.

Etapa 8.ª Edad adulta tardía [65 años en adelante]

▪️ P. ¿Cómo ha sido su vida social desde la jubilación, se ha deteriorado, mejoró,


en qué?

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R. Amigos siempre tuve, los del barrio sobre todo, y los del trabajo, que los
buenos no me fallaron y no son pocos... En el barrio viví toda la vida, mi padre entró a
vivir en el piso de enfrente antes de la guerra, allí mismo pasamos la guerra, así que
imagina… este, lo alquilamos en los 80 y desde entonces vivimos en el, antes vivíamos
en otro piso más abajo… siempre vivimos aquí, así que nos conocemos todos, en
verano, antes, el aire acondicionado era dejar las puertas de las casas abiertas,
¿imaginas hacerlo hoy? Aquí, por las tardes, al bar a echar una partida de mus que es
sagrada, y en el pueblo, bueno, eso es otra cosa, no sabes lo bonito que es… si extrañaba
trabajar, pues sí, pero lo compensaba la tranquilidad.

▪️ P. ¿Mantiene el contacto familiar, se reúnen con Ud. en las fechas señaladas o


con más asiduidad?

R. Nos vemos mucho, demasiado [risas], menos con el que tengo en Galicia, que
venía por navidades porque vive en otra casa que tengo en el pueblo. Pero desde que
falleció mi mujer… bueno, ya no nos reunimos todos y no hay mucha gana tampoco,
todo ha cambiado. Ella era quien mantenía la familia unida, y no lo ves hasta que te
falta.

▪️ P. ¿Cómo valora la vida que ha tenido, se arrepiente o cambiaría algo?

R. Pues una vida muy dura, mucho trabajo y muchas decepciones. Sí, cambiaría
muchas cosas, pero no me arrepiento, lo hice lo mejor que supe, en Dios está que
saliese como salió… es fácil verlo ahora, pero había que estar allí.

Cierre

▪️ P. Ya estamos terminando la entrevista, ¿qué le parece todo esto que hemos


recordado hoy aquí, está contento con la experiencia?

R. Te agradezco que me escuches, que hoy nadie escucha a nadie… bueno, me


queda una sensación rara… me ha gustado pero me han venido a la cabeza muchas
cosas, cosas que ya no recordaba y no quería hacerlo, pero me ha gustado, la maleta
está muy llena y no siempre de lo que uno quiere, pero es mi maleta.

▪️ P. ¿Con todas sus vivencias y conocimientos, qué recomendaría a los más


jóvenes, que consejos les daría para llegar a su edad?

R. Mira, vais a hacer lo que os de la gana, para qué voy a dar consejos a nadie...
[risas]… Lo único que diría es que tratéis bien a los demás, porque tratar bien a los

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demás es tratarte bien a ti. En lo de llegar a los 90, bueno, Dios me ha dado llegar con
algo de cabeza pero no acompaña mucho el cuerpo, así que si la ciencia nos hace llegar
mejor, bendito sea, sí no, no te creas que es tan bueno llegar solo…

▪️ P. ¿De este tiempo, qué hechos, situaciones y sensaciones podría destacar?

R. Que llegar hasta aquí para no tener con quien compararlo, lo agradeces, pero
mi futuro es hoy, fíjate, tengo más recuerdos que ilusiones así que solo espero que
cuando me toque no sufra y que ella [su mujer] me esté esperando. Y 2006 fue el peor
de aquellos años, con diferencia: me dio un infarto, le dio un infarto a mi 2.º hijo y
falleció mi esposa… eso en dos meses, así, de seguido. Viví aquello como una película y
yo el espectador, no podía reaccionar, tardé en reaccionar… estaba viendo la televisión
y de repente en la UCI, al momento, visitaba a mi hijo [el 2.º] en la UCI que yo acababa
de dejar y casi sin tiempo, veía meter el ataúd con mi esposa en su tumba, dime si no es
de locos.

ANÁLISIS

Procedemos a analizar los datos obtenidos, a partir de tres niveles: Historia de


vida en conjunto, Etapas y dominios evolutivos y Eventos vitales. Para posicionarnos
mejor, reproducimos en un gráfico histórico lineal con los eventos más significativos
marcados por José [Figura 1].

Figura 1

Sucesos vitales evolutivos y no normativos

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Historia de vida en conjunto

La trayectoria de vida de José, se ve condicionada a una serie de circunstancias


extraordinarias [guerra, posguerra] que determinan su vida, y que suceden a una edad
muy temprana [Infancia intermedia y Adolescencia]. Estos cambios, se producen tanto
interna [maduración “precoz”] como externamente [asunción temprana de roles
adultos], que provocan una serie de cambios profundos que por la mera inercia que
observamos en sus respuestas, guiarán su camino durante toda su vida.

Una vez superadas las condiciones extraordinarias [paz y reconstrucción], José


tomará las riendas de su vida sin dejar de sentirse condicionado a procurar soluciones
inmediatas a cualquier evento que se le presente, optando siempre por salidas prácticas
y proteccionistas [sacrifica su niñez para procurar alimentos a su familia —> sacrifica
su educación por llevar dinero a casa y mantener a su familia—> sacrifica nuevas
expectativas laborales por mantener la seguridad de su familia].

Trata de evitar cambios significativos manteniendo la estabilidad, eligiendo


pequeños cambios de rumbo a cambios disruptivos que puedan inestabilizar su estatus.
Esto es, viéndose utilizado en su trabajo por diferentes personas que bloquean en su
carrera profesional, no cambia de trabajo, sino que se adapta a ellas y se deja utilizar.

Sin duda, es la niñez y la adolescencia donde se producen los mayores y más


extraordinarios cambios de vida [muerte de su hermano, guerra y posguerra], siendo el
resto de cambios más acordes a sus respectivas etapas. Su respuesta a estos cambios y a
la dirección que da a su vida, en su aspecto negativo le hacen madurar antes de tiempo,
perder su niñez y parte de su adolescencia, pero imprimen en él un carácter
superviviente que le preserva de futuras crisis [mantiene su estabilidad laboral y
economía familiar], destacando principalmente su dominio del entorno, su propósito
de vida, aceptación y autonomía. Finalmente, su trayectoria evolutiva es todo lo normal
que puede esperarse de una situación extrema como es vivir y sobrevivir a una guerra
civil.

Etapas y dominios evolutivos

En las diferentes etapas de su vida, podemos destacar grandes pérdidas y estrés


en la infancia y la adolescencia, que sin duda marcarán el resto de sus etapas evolutivas.
De todas formas, estas pérdidas a una etapa tan temprana provocan una respuesta
positiva que transforma en habilidades y búsqueda de oportunidades para solucionar
conflictos y tomar decisiones importantes. El recuerdo de ese tiempo de inestabilidad,

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le acompañará de por vida, imprimiendo en él un carácter reconciliador, proactivo y
oportunista. Traza vínculos de amistad profundos principalmente desde la Juventud y
la Madurez [Edad adulta temprana e intermedia], que mantiene a lo largo de toda su
vida. Estas etapas pueden ser las más estables de su vida, ausentes de grandes eventos
disruptivos y ajenos a la trayectoria vital natural, como pérdidas de parientes mayores.
Así, los vínculos sociales y familiares que va formando son meditados y estables
[amistades de larga duración y matrimonio relativamente tardío para su generación],
procurando una seguridad probada a sus círculos cercanos e íntimos.

Finalmente, en la Madurez y la Vejez [Etapas Adulta intermedia y tardía]


podemos destacar como aspectos positivos la resiliencia y autoaceptación, y en los
negativos la resignación y el conformismo, a costa sobre todo en la última etapa de su
crecimiento personal [profesional], lo que no le impide preservar una cognición,
claridad y agudeza mental, importante incluso en la etapa final de su vida,
contrarrestando los subsumidos cambios físicos producto de su edad.

Eventos vitales

En cuanto a la exposición de aquellos eventos vitales que por su trascendencia


más le han marcado [eventos significativos, dramáticos y traumáticos], podemos
destacar:

▪️ La muerte prematura y accidental de su hermano mayor, que él


presencia a una edad muy temprana y que recuerda hasta en los detalles. En este
sentido, es indicador que con 93 años conserve en su cartera la fotografía de su
hermano fallecido. La manera de sacarla, de mirarla y de guardarla, con afecto y
devoción después de cerca de 90 años, demuestra lo importancia de este evento para él.

▪️ La Guerra Civil y la posguerra. No cabe duda, que pocos acontecimientos


pueden ser psicológicamente más perturbadores para cualquier persona, en especial
para los niños, que una guerra civil, que añade al dramatismo inherente de la guerra las
peculiaridades de cercanía, influencia y ruptura social y familiar. Más allá de una
invasión, de la muerte cruel y el crimen indiscriminado, se suceden episodios críticos
entre parientes y amigos, despertando odios inusitados que se gravan aún más en la
psique de los supervivientes.

▪️ Matrimonio y nacimiento del primer hijo. Siendo un evento normal y


natural, José, como superviviente, vive con mayor intensidad y trascendencia ambas
circunstancias [amor y trascendencia], como un punto de luz al final de un largo túnel

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que demuestra que la vida se abre paso a pesar de las peores situaciones. En su manera
de explicarlo y su gestualidad, revive esa sensación.

▪️ Nacimiento de su último hijo [con Síndrome de Dawn]. Más allá de


suponer, que los primeros y los últimos hijos son más especiales que el resto, el hecho
de ser el más pequeño y nacer con una discapacidad que en su generación se entendía
como un retraso de efectos sociales negativos, sus palabras y actitud demuestran una
madurez excepcional. En este sentido, supone un evento muy positivo. Sí hay que
destacar, que cuando hablaba de él sus palabras y ademán demuestra inseguridad, el
único momento que ha dejado entrevér preocupación. Seguramente, su avanzada edad
le haga sentir miedo por el futuro de su hijo sin él, una preocupación [la de procurar
seguridad a la familia] que siempre llevó sobre sus espaldas, una falta de dominio del
entorno [situación de descontrol] que no contaba y a la que no está acostumbrado.

▪️ Transición. Esta etapa, que en principio no debería significar más que un


cambio de sistema político al que poder adaptarse mejor o peor, para quienes crecieron
y vivieron en una etapa especialmente proteccionista y reflectante, como lo fue la
Dictadura franquista, supone un cambio significativo y perturbador, no exento de
preocupación por el fututo, máxime si como resultado de este cambio aparecen viejos
fantasmas en una sociedad aún con heridas sin cerrar. Para nuestro informante, que
vivió el aspecto positivo aunque circunstancial [no buscado ni elegido] de haber estado
en el bando “ganador”, está incertidumbre es mayor. El hecho, de creer tener que
justificarse [decirse “culpable” por haber vivido bien durante el Franquismo], lo
demuestra.

▪️ Sucesos de 2006. Sin duda, aquí se enfrentó a una serie de desdichas que
marcaron su vejez [Edad adulta tardía]. Quebrar su seguridad [infarto], ver peligrar la
vida de su hijo [infarto] y el fallecimiento de su esposa [desvalimiento, soledad,
ruptura], supusieron un golpe vital, una crisis con un punto de giro [desvío de la
trayectoria esperada] determinante. Cambió sus expectativas de futuro último,
quebrando su seguridad, alertándole de la inseguridad familiar y sabiendo que tras 50
años, habrá de afrontar todo lo que venga después, solo.

CONCLUSIONES

José, demuestra haber adquirido una madurez psicológica forzada por las
circunstancias, antes de la madurez biológica. Es un ejemplo de superviviente, aquellos
que con su esfuerzo, sacrificio y ejemplo de concordia marcaron lo que somos hoy.

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En lo cognitivo y fuera de toda regla, la Guerra Civil provocó una situación de
adultez emergente, siquiera un proceso adelantado hacia la madurez psicológica,
que subyace en José con edades excesivamente tempranas [8-9 años] sin duda por
circunstancias extraordinarias [guerra]. Un ejemplo significativo, es el refrendo de esa
madurez con el encargo de su madre de ir a buscar comida para la unidad familiar, cuya
exposición a un peligro real no hubiese elegido su madre de no creerlo tan necesario
para el bien común, como capacitado él para este desempeño. En la mentalidad de
entonces, pasó a ser “el hombre de la casa” [hermano mayor fallecido y padre huido],
una marca que nunca le abandonaría. Sin embargo, ha de hacerse notar que esta
madurez sobrevenida no cumple exactamente con los cánones normativos de
Autosuficiencia, Independencia y Autonomía, no al menos en su totalidad y
completamente.

Sus periodos transicionales, vienen precedidos por sucesos que le privan de una
infancia normal, le dotan de una personalidad marcada y un juicio precoz en su
juventud, de una madurez proteccionista y controladora y de una vejez donde pugna o
mejor pugnaba por mantener el control y bienestar de su familia en todos los aspectos.
Parece evidenciar, que actualmente lo único que le “retiene” es su hijo pequeño,
situación que aún así ya ha ido preparando con la selección de otro de sus hijos que
pueda y sepa hacerse cargo de él cuando fallezca. Este sentido del “deber”, le hará
sacrificar su desarrollo profesional en pro de su estabilidad.

La mejor época de su vida, según su propia opinión, transcurre entre la juventud


y la vejez, marcada por la estabilidad social, profesional y familiar. Asimismo, en su
aspecto negativo demuestra una decepción laboral importante, un resentimiento no
tanto personal como social, que identifica hacia posturas políticas e ideológicas que
entiende deberían ser ajenas a su trabajo. El envejecimiento, ha sido condicionado por
su situación laboral, su estabilidad familiar y su adaptabilidad a las circunstancias.

Su Historia de vida, ha sido un proceso más o menos estable pero con grandes
cambios al inicio y al final de su vida, donde se producen la mayoría de los cambios más
determinantes, los iniciales extraordinarios y los finales más ordinarios. Lógicamente,
la Guerra provocaría grandes cambios que afectarán sensiblemente a su vida.

En general, los cambios acontecidos en su ciclo de vida supusieron aspectos


positivos sobre la personalidad de José, en cuanto a madurez, comprensión de la vida y
resiliencia, y negativos en lo referido a la normalidad vital que es de esperar. Si puede
señalarse una pérdida significativa, más allá de las humanas, es el de su infancia. Por
otra parte, muestra un rango amplio de amabilidad y responsabilidad, de seguridad y

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conocimiento de lo que habla. Cree tener las cosas muy claras y saber lo que dice en
cada momento. Su aspecto protector, familiar, se manifiesta en todas sus
manifestaciones, si bien la pérdida de su mujer demuestra que además de la lesión
afectiva, existía una dependencia hacia ella, que quizá haberle entrevistado unos 15
años después de su pérdida, no se manifiesta tan evidente o pudo haber ya superado en
todo o en parte.

Es llamativo, su instinto protector hacia la familia y lo poco que parece querer


hablar de ella, que podemos suponer responde a una forma más de lo que considera su
protección. Siempre parece tenerla en mente, pero “despacha” rápidamente, apenas
hace alusión ni se extiende o es parco al responder las preguntas relativas a familia y
afectividad familiar. Entendiendo que sea incómodo para José, preferí no insistir sobre
el particular.

Destaca, la férrea condición de sus convicciones, que mantiene firme y en toda


circunstancia, demostrando una claridad de ideas propias que estima y defiende. Su
experiencia y en especial el hambre que tuvo que pasar, su iniciativa por sobrevivir a
todo aquello, es un buen resumen de su consistencia mental.

Para terminar, hay que poner en evidencia su temple frente a las adversidades,
casi flemático, su conformismo laboral, al menos externamente, y su coherencia a lo
largo de su vida.

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