Oposicion Tecnico Comercial Y Economista Del Estado: Miguel Fabián Salazar
Oposicion Tecnico Comercial Y Economista Del Estado: Miguel Fabián Salazar
Oposicion Tecnico Comercial Y Economista Del Estado: Miguel Fabián Salazar
15 de agosto de 2022
ÍNDICE Página
Idea clave 1
Esquema corto 6
Esquema largo 8
Gráficas 17
Preguntas 18
Test 2021 18
Test 2019 18
Test 2018 18
Test 2014 18
Test 2013 19
Test 2011 19
Test 2009 19
Test 2008 19
Test 2006 19
Test 2005 20
Test 2004 20
Notas 21
Bibliografía 22
IDEA CLAVE
La macroeconomía es la rama de la economía que estudia los fenómenos económicos de gran escala. Es
decir, aquellos que involucran a decenas de miles, cientos de miles o millones de agentes que toman decisiones
con contenido económico que se repercuten mutuamente y que a su vez inducen nuevos cambios respecto las
decisiones iniciales. Para estudiar estos fenómenos, la macroeconomía hace uso de variables agregadas. Diferentes
escuelas macroeconómicas tratan de dar explicación a los fenómenos que se observan en relación a estas variables
agregadas. Éstos fenómenos a explicar conciernen fundamentalmente los cambios en esas variables agregadas,
tanto en el largo plazo como en el corto plazo. Para ello, los macroeconomistas utilizan diferentes herramientas que
han sido objeto de transformación gradual y que, junto con conjuntos de modelos y sus implicaciones, han dado
lugar a paradigmas en el sentido de Kuhn. El objeto de esta exposición es presentar una escuela macroeconómica
surgida en los años 70 que revolucionó el método y las conclusiones de la macroeconomía predominante hasta
ese momento, fuertemente influenciada por Keynes y los autores posteriores que desarrollaron su obra. Ello se
concreta en dar respuesta a una serie de preguntas básicas: ¿qué es la Nueva Macroeconomía Clásica? ¿a qué
autores se asocia? ¿qué herramientas teóricas utiliza e introduce? ¿qué aporta al estudio de la macroeconomía?
¿qué implicaciones de política económica se derivan? La estructura de la exposición se divide en tres partes. En
primer lugar, se introduce la visión general de la Nueva Macroeconomía a través del contexto económico y teórico
de aparición, los autores y universidades principales a los que se asocia, y las ideas centrales que articulan el
programa de investigación. A continuación se presentan los modelos principales divididos por tema. Por último, se
exponen las principales implicaciones de la Nueva Macroeconomía Clásica sobre la política económica y la teoría
macroeconómica.
La Nueva Macroeconomía Clásica aparece en un contexto económico de inflación creciente a nivel mundial
como resultado de la crisis del petróleo y de inestabilidad creciente en los mercados financieros internacionales
tras la descomposición del Sistema de Bretton Woods. Este contexto económico alimenta un contexto teórico
en el que las críticas a las políticas monetaria y fiscal de corte keynesiano llevadas a cabo en Estados Unidos en
los 60 aumentan de la mano de numerosos autores. En especial, Milton Friedman y otras voces asociadas a la
corriente monetarista afirmaban la inestabilidad de la Curva de Phillips y rechazaban la posibilidad de utilizar la
política económica como herramienta de estabilización de las fluctuaciones macroeconómicas. Los intentos de
racionalización de la curva de Phillips de Friedman y Phelps inspiran una senda que abría de inspirar a los autores
de la Nueva Macroeconomía Clásica: es posible explicar fenómenos macroeconómicos a partir de construcciones
teóricas basadas en el comportamiento de agentes racionales. Los principales autores asociados a esta nueva
escuela son Robert Lucas (Premio Nobel en 1995), Tom Sargent (Premio Nobel en 2011 junto a Sims), Neil Wallace,
Ed Prescott, Finn Kydland (Premio Nobel en 2004 junto a Prescott) y otros autores como Sims, Llungqvist o
Robert Barro. Las principales universidades asociadas a esta escuela son Chicago, Carnegie Mellon, Minnesota,
Pennsilvania o Rochester. Como resultado de la situación geográfica de estas universidades, Robert Hall acuñó
el término “freshwater economics” o economía de agua dulce, que se solapa de forma parcial con el concepto de
Nueva Macroeconomía Clásica.
Como paradigma coherente de pensamiento económico, la Nueva Macroeconomía Clásica se sustenta en un
conjunto compacto de ideas centrales o principios fundamentales que orientan la generalidad de los modelos.
La microfundamentación es el primero de ellos. Los modelos keynesianos predominantes hasta el momento se
caracterizaban por la imposición de supuestos ad-hoc a partir de los cuales se formulaban sistemas de ecuaciones
que trataban de representar el comportamiento de la macroeconomía. Estos modelos no resultaban a priori de
ningún conjunto de principios subyacentes derivados de comportamiento maximizador de agentes. A pesar de los
esfuerzos en los años 60 por microfundamentar diferentes mercados de forma separada tales como la demanda
de consumo o de dinero, la presentación global de los modelos seguía teniendo carácter ad-hoc y no era capaz
de integrar de forma satisfactoria las interacciones entre mercados y a menudo no era compatible con compor-
tamiento optimizador generalizado. Como resultado de estas formulaciones teóricas, se formulaban grandes
modelos econométricos que estimaban formas reducidas que expresaban la relación entre variables sin atender
en modo alguno a los procesos subyacentes que determinaban el valor de los parámetros estimados. La Nueva
Macroeconomía Clásica rompe radicalmente con esta forma de representar la macroeconomía. En el contexto
de este nuevo paradigma, los modelos macroeconómicos deben derivar sus conclusiones del comportamiento
de agentes optimizadores de acuerdo con unas preferencias, una tecnología de producción y unas dotaciones
postuladas de forma axiomática. Los modelos se concretan con la imposición de un marco institucional y unas
condiciones iniciales. Aunque los autores de la Nueva Macroeconomía Clásica son plenamente conscientes de que
una macroeconomía no es un agente representativo optimizador, ni siquiera un conjunto reducido de tipos de
agentes, la representación de macroeconomías como si de agentes microeconómicos se tratase impone coherencia
interna a las conclusiones derivadas de los modelos, y elimina resultados que difícilmente pueden sostenerse en el
largo plazo si la economía está compuesta por agentes que buscan maximizar su bienestar y no incurren en errores
sistemáticos o tratan activamente de aprender de sus errores pasados. Otra de las características de los modelos
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3A-29 Idea clave
keynesianos de los años 60 era su carácter eminentemente estático. A pesar de algunos intentos por modelizar
el ajuste dinámico de unos equilibrios a otros, la metodología keynesiana no era adecuada para introducir la
dimensión temporal de las decisiones económicas precisamente por la falta de microfundamentación referida
anteriormente. La Nueva Macroeconomía Clásica, en el contexto de decisiones adoptadas por agentes racionales,
introduce de forma plena la dimensión temporal al incorporar al proceso de decisión las expectativas acerca del
futuro y sus efectos sobre el presente. La aparición de nuevos modelos microeconómicos tales como Arrow-Debreu
(1954) o el redescubrimiento de Ramsey (1926) por Cass y Koopmans en los años 60, y la introducción en círculos
económicos académicos de nuevas técnicas matemáticas como los métodos numéricos, la programación dinámica
y la causalidad de Granger hacen posible el desarrollo de modelos en los que los agentes optimizan sus decisiones
y construyen secuencias óptimas de decisión que abarcan todo un intervalo temporal. Así, los equilibrios dejan
de ser puntos fijos de un sistema, sino secuencias completas de valores en los que los sistemas se encuentran
efectivamente en equilibrio. En este contexto de decisión a lo largo de varios periodos temporales y más concre-
tamente el valor futuro de determinadas variables, cuando se introduce la posibilidad de que algunas de ellas
sufran perturbaciones estocásticas, es necesario postular la capacidad de los agentes para estimar el valor de
éstas. Se trata, en definitiva, de caracterizar el proceso de formación de expectativas de los agentes. En modelos
keynesianos que trataban de incorporar la dimensión temporal, era relativamente habitual postular expectativas
miopes, de modo que los agentes asumían que las variables de estado tomarían en el futuro el mismo valor que
en el último momento conocido. Milton Friedman y otros autores popularizaron la hipótesis de expectativas
adaptativas: los agentes ajustan las estimaciones teniendo en cuenta la desviación entre los valores esperados
y observados de periodos anteriores. Muth (1961) introduce formalmente la hipótesis de expectativas racionales
que habría de convertirse en el método de formación de expectativas predominante en la ciencia económica
y particularmente en la macroeconomía. Según esta hipótesis, los agentes formulan expectativas de manera
tal que el error de predicción tiende al mínimo a medida que aumenta el número de predicciones. O de forma
equivalente, los agentes formulan predicciones acerca de variables estocásticas utilizando toda la información
disponible al respecto, como si conociesen el proceso subyacente generador de las realizaciones de la variable
estocástica. Cuando los agentes optimizan su comportamiento a partir de predicciones generadas bajo el supuesto
de expectativas racionales, no es posible aprovechar de forma sistemática los errores de predicción. Si bajo el
supuesto de expectativas adaptativas los agentes se equivocaban sistemáticamente porque siempre trataban de
estimar a partir de realizaciones pasadas, bajo el supuesto de expectativas racionales los agentes se equivocan en
sus predicciones tan sólo en la medida en que las variables que tratan de estimar sean volátiles. Por ello, los agentes
aprovechan bajo HER todas las oportunidades para maximizar su comportamiento, y se adaptan en todo momento
a cambios en el proceso generador subyacente para reducir el error de estimación. Todos los elementos anteriores
se integran en modelos de equilibrio general. Aunque algunos autores como Patinkin habían tratado de entender
el modelo keynesiano como un modelo de equilibrio general e incluso intentaron caracterizarlo en un contexto
walrasiano, los economistas adscritos a la tradición keynesiana tendían a preferir el equilibrio parcial, formulando
modelos que consideraban el efecto de un número reducido de variables y aplicaban el supuesto de ceteris paribus
al resto. En la Nueva Macroeconomía Clásica el enfoque de equilibrio parcial se reemplaza por el equilibrio general.
La interrelación de todas las variables consideradas relevantes se tiene en cuenta, y se recupera plenamente el
enfoque walrasiano que había sido ignorado en su mayor parte por el keynesianismo. La aparición de importantes
resultados como Arrow y Debreu (1954) y el impulso inicial de Robert Lucas convierten al equilibrio general no
sólo en el marco en el que representar economías agregadas a nivel teórico en los modelos de la NMC, sino en la
teoría macroeconómica en general. Los resultados de los modelos de la Nueva Macroeconomía Clásica toman la
forma de equilibrios walrasianos en los que los agentes efectivamente llevan a cabo sus planes óptimos dada una
determinada estructura institucional, y se desechan en general las características no walrasianas que caracteriza-
ban a los modelos del neokeynesianismo del desequilibrio que inspira a determinados autores por su intento de
formular fenómenos macroeconómicos en términos microeconómicos. Aunque la Nueva Macroeconomía Clásica
revoluciona la modelización teórica, no se limita a éste plano. Aunque el impacto de esta escuela macroeconómica
es enorme en el plano teórico, no se limita a éste y ataca el consenso existente respecto a la validez externa de los
modelos y los métodos de constrastación empírica. Influidos por Friedman y liderados en lo metodológico por
Robert Lucas, la bondad de un modelo se afirma en relación a su capacidad para predecir de forma satisfactoria
fenómenos no observados antes de formular el modelo, y no por el realismo o falta de él de los supuestos que
subyacen al modelo. El estándar de contrastación de un modelo teórico es su capacidad para predecir fenómenos
off-sample al tiempo que se mantiene la consistencia interna y se abstiene de introducir supuestos ad-hoc que
rompen la consistencia del modelo para tratar de mejorar la predicción. Así, Robert Lucas admite que el enfoque de
equilibrio walrasiano no puede considerarse realista como tal, con la famosa frase “si usted mira por la ventana y
observa Nueva Orleans, es estúpido decir que la ciudad está en equilibrio”. Los autores de la Nueva Macroeconomía
Clásica ponen su énfasis en la contrastación empírica o estadística de sus resultados, y la mayoría de sus trabajos
terminan con una sección en la que se proponen métodos de contraste. Como veremos a continuación, algunas de
las aportaciones fundamentales de la NMC son críticas frontales a los modelos macroeconométricos propios de la
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3A-29 Idea clave
síntesis neoclásica y se adentran de pleno en la teoría econométrica aunque sin alejarse de los grandes ejes del
programa de investigación.
Los postulados y modelos principales se presentan generalmente en forma de artículos académicos, agrupa-
bles según sus temas principales. El primer gran tema objeto de análisis fue la relación entre salarios nominales,
oferta de trabajo, producción e información imperfecta. Lucas y Rapping (1969) se encuentra a medio camino
entre la microfundamentación incipiente a finales de los 60 y la Nueva Macroeconomía Clásica como tal. El objeto
es presentar un modelo agregado del mercado de trabajo que explique la aparente discordancia entre la oferta
de trabajo en el corto y en el largo plazo. En el corto plazo, los estudios muestran una elevada elasticidad de la
oferta al salario real, mientras que en el largo plazo sucede al contrario: la oferta de trabajo apenas varía a pesar del
crecimiento sostenido del salario real. Lucas y Rapping formulan un modelo de equilibrio general walrasiano en el
que los agentes optimizan la utilidad en función del consumo y el ocio presentes y futuro y toman expectativas
adaptativas para estimar los precios futuros. Del modelo se desprende que la oferta de trabajo responde a tres
factores: i) el salario real “normal” en el sentido de permanente o tendencial, ii) la desviación del salario presente
respecto de ese salario normal, iii) la desviación de los precios respecto de su valor normal o tendencial. El salario
responde muy poco a i), pero mucho a ii) y iii), lo que explica que en el largo plazo la elasticidad sea muy baja pero
alta en el corto plazo. En este contexto, el desempleo no tiene origen en factores no-walrasianos como es habitual
en el modelo keynesiano, sino en el hecho de que los agentes prefieren no trabajar porque consideran que el salario
que recibirían es demasiado bajo.
Siguiendo la estela de Lucas y Rapping (1969), Lucas (1972) introduce el modelo que habría de utilizar ya
todas las herramientas propias de la NMC, iniciar propiamente el programa de investigación de Lucas y servir de
inspiración a toda la modelización macroeconómica de equilibrio general. El objeto central del modelo es explicar
la relación positiva pero inestable entre output y nivel de precios que venían observando los trabajos empíricos
desde Phillips (1958), en un marco en el que las decisiones de los agentes son óptimas y no existe ningún tipo de
restricción que les impida realizar sus planes de consumo y trabajo. En este contexto, el elemento determinante
de la curva de Phillips a la que el modelo da lugar es la presencia de información imperfecta. Los agentes que
consumen y ofertan trabajo no sufren ningún tipo de ilusión monetaria, optimizan su utilidad intertemporal y
minimizan el error de sus predicciones, pero dada la construcción institucional del modelo, no pueden observar el
salario real al que venden su trabajo. Pueden, sin embargo, observar el salario nominal recibido por su trabajo. El
salario nominal observado está determinado por dos perturbaciones. La primera de ellas es real, y depende de la
demanda por el producto que los consumidores-trabajadores ofrecen. La segunda de ellas es nominal: depende de
la oferta agregada de dinero y afecta al nivel de precios general pero no implica mayor salario relativo. Partiendo de
estas dos perturbaciones, los agentes se enfrentan a un problema de extracción de señales: dada una variación
observada en una variable, deben estimar en qué medida esa variación se debe a un aumento del precio relativo de
su producto y en qué medida a un aumento general del nivel de precios. Aunque los agentes no pueden distinguir
con total certeza un impulso de otro, la hipótesis de expectativas racionales les permite minimizar el error de
predicción en el que incurren. Si la varianza de las perturbaciones nominales es muy elevada y la correspondiente
a las perturbaciones reales es relativamente baja, los agentes estimarán que una variación en el salario nominal
percibido es debida principalmente a una perturbación nominal. Si la relación entre las varianzas de los shocks
nominales y reales es inversa, los agentes estimarán que un aumento del salario nominal percibido se debe a
una perturbación real y por tanto aumentarán su oferta de trabajo y ello aumentará el producto. Para derivar
estos resultados, Lucas se apoya en el modelo de las islas de Phelps y el modelo de generaciones solapadas de
Samuelson, así como el marco de optimización intertemporal ocio-consumo ya utilizado en Lucas y Rapping (1969).
Las expectativas racionales y el conocimiento del nivel de precios pasado actúan como freno a la posibilidad de
explotar sistemáticamente el resultado por parte de la autoridad monetaria. Aunque puede efectivamente “engañar”
a los agentes para que produzcan más en un periodo determinado, una explotación sistemática de expansiones
monetarias para aumentar el producto resultará en una estimación del nivel de precios que tendrá en cuenta este
hecho y neutralizará el efecto expansivo sobre la oferta de trabajo y el producto. En Lucas (1973), el autor simplifica
el modelo de Lucas (1972) y contrasta sus implicaciones con datos relativos a la varianza de la oferta monetaria, los
precios y el output en diferentes países. Las regresiones presentadas muestran como una varianza muy elevada de
los shocks nominales induce varianzas elevadas de los precios pero no del output. Este resultado es compatible con
Lucas (1972), porque sugiere que la utilización sistemática de shocks monetarios para estimular el output acaba
resultando en precios volátiles pero no mayores niveles de producción.
Uno de los objetivos principales objetivos de la macroeconomía es entender esas fluctuaciones persistentes
y repetidas aunque no periódicas de las principales magnitudes. Los esfuerzos por entender estas fluctuaciones
constituyen el análisis del ciclo económico. A grandes rasgos, las principales familias de modelos teóricos postulan
tres causas: shocks nominales, shocks reales y dinámicas endógenas. La Nueva Macroeconomía Clásica inicia
una nueva forma de analizar el ciclo económico a partir de modelos en los que la economía se encuentra en
todo momento en equilibrio walrasiano. Lucas (1975) formula un modelo del ciclo económico que modifica a
Lucas (1972) para que las fluctuaciones del output muestren correlación serial y que muestra que es posible
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3A-29 Idea clave
modelizar fluctuaciones cíclicas en ausencia de fallos de mercado. Para ello se vale de la introducción de lags de
información –de modo que los shocks monetarios pasados tardan en conocerse y los agentes tienen información
imperfecta respecto de su duración- y de capital físico –que los agentes utilizan para suavizar intertemporalmente
su perfil de consumo-. El modelo muestra que es posible modelizar ciclos económicos en un marco de equilibrio
general competitivo y que la suavización del ciclo implica, en este contexto, reducir la varianza de las fluctuaciones
monetarias. Lucas (1977) simplifica y expone en términos verbales el modelo de Lucas (1975) y carga contra las
teorías keynesianas del ciclo. Es un trabajo con muy fuerte carga metodológica: defiende las virtudes del equilibrio
general y las expectativas racionales frente a modelos que no tienen en cuenta la reacción de los agentes y que
defienden la inestabilidad inherente y la capacidad del sector público para alejar de forma sistemática el output de
su valor natural o de equilibrio.
Entre estos Lucas (1975) y Lucas (1977), Lucas (1976) expresa una crítica con muy fuerte y duradero impacto en
relación a los modelos macroeconométricos de la síntesis neoclásica y más concretamente, de su utilización como
herramienta para valorar actuaciones de política económica. Esta crítica habría de conocerse posteriormente como
“crítica de Lucas”. Se basa en un silogismo simple: si la estructura y los parámetros de los modelos econométricos
es resultado de una regla de decisión óptima de los agentes involucrados, y esas reglas de decisión varían cuando
cambian las reglas de política económica relevantes, los cambios en las políticas económicas alterarán la estructura
y los parámetros de los modelos econométricos. Esto invalida la utilización de modelos econométricos estimados
para políticas diferentes a las que se pretenden valorar. El impacto de este trabajo fue enorme. Cualquier modelo
macroeconométrico posterior habría de justificarse en términos de la crítica de Lucas, y justificarse en caso de ser
vulnerable a ésta.
La formulación de la política económica es una de las preocupaciones centrales de toda escuela macroeconómi-
ca, y la Nueva Macroeconomía Clásica. Formular políticas como reglas generales o como decisiones discreccionales
adaptadas al contexto específico en que se llevan a cabo es uno de los temas que los nuevos clásicos examinaron,
así como el examen de los instrumentos de política monetaria: ¿el banco central debe regular el interés o la política
monetaria? Sargent y Wallace (1975) comparan, en un trabajo pionero, las dos alternativas básicas de política mo-
netaria: reglas de oferta monetaria o reglas de tipo de interés. Para ello formulan un modelo ad-hoc que relaciona
precio, output y tipo de interés y una función de pérdida a minimizar que depende de la fluctuación del output
y de la inflación. El modelo implica que reglas de oferta monetaria no afectan a la distribución de probabilidad
del output, y que reglas sobre el tipo de interés dejan indeterminado el precio. Ello concuerda con la proposición
general de irrelevancia de la política monetaria a la hora de mantener sistemáticamente el producto por encima
de su valor natural, y abre camino a modelos explícitos de política monetaria de que postulen la hipótesis de
expectativas racionales. Kydland y Prescott (1977) critican las políticas basadas en decisiones discreccionales que
tratan de maximizar el bienestar social en un periodo determinado sin tener en cuenta la reacción de los agentes
a esa decisión discrecional. Una de las implicaciones del artículo es que el control óptimo no es la herramienta
adecuada para formular políticas económicas, y debe reemplazarse por la programación dinámica fundamentada
en el principio de optimalidad de Bellman. Sargent y Wallace (1981) examinan la interacción entre la política fiscal
y la política monetaria, tratando de delimitar los supuestos bajo los cuales determinadas políticas fiscales resultan
en inflación futura y bajo qué supuestos la política monetaria puede mantener bajo control la inflación. Llegan a la
conclusión de que si la política fiscal es dominante, en el sentido de que “juega primero” en terminología de teoría
de juegos, y el banco central no es absolutamente independiente –algo casi imposible de garantizar en la práctica-,
políticas fiscales expansivas financiadas por deuda acabarán por generar inflación si los ingresos tributarios se
mantienen constantes. Este artículo sería el germen de la llamada teoría fiscal del nivel de precios posterior.
Aunque Lucas había tratado de formular un modelo del ciclo que replicase fluctuaciones de series temporales
observadas en base a shocks nominales, habría de ser un modelo basado en shocks sobre variable reales el que
estabilizase el programa de investigación de la macroeconomía clásica y sentase las bases de la modelización DSGE.
Así, el modelo del ciclo real supuso la culminación del programa de investigación de Lucas, aún transformándolo en
gran medida. Kydland y Prescott (1982) y Long y Plosser (1983) formulan un modelo del ciclo económico basado en
shocks reales que generan persistencia y amplificación en un marco de equilibrio general y agentes optimizadores
de una función de utilidad intertemporal respecto del consumo y el ocio. El modelo del ciclo real consigue
una replicación notable de los primeros momentos de series temporales observadas. Aunque adolece de graves
problemas y no tiene en cuenta el efecto de shocks nominales, los modelos son el punto de partida de una enorme
literatura posterior hasta la actualidad que incorpora toda clase de shocks y variantes institucionales para simular y
estudiar los efectos de políticas macroeconómicas con un cierto grado de protección frente a los problemas de los
modelos keynesianos.
Las implicaciones derivadas de la Nueva Macroeconomía Clásica transformaron la teoría macroeconómica
pero también el diseño de la política económica. De los modelos de los principales autores, un número creciente
de policy-makers derivó un conjunto coherente de recomendaciones de política económica que se aplicaron
a partir de los años 80 en la práctica totalidad de las economías de mercado. Las políticas basadas en reglas co-
braron mayor predicamento por ser más fáciles de evaluar al no desestabilizar las expectativas de los agentes
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3A-29 Idea clave
y permitir una formulación más trasparente y menos sujeta a distorsiones de carácter político. El resultado de
inefectividad de la política monetaria de algunos modelos de la Nueva Macroeconomía Clásica se interpretó en
ocasiones como un argumento en contra de la utilización de la política monetaria como herramienta estabilizadora,
aunque también dio lugar a poderosos argumentos en contra. La regla de política monetaria basada en un aumento
constante de la oferta monetaria asociada a Milton Friedman quedó prácticamente desacreditada en los 80 en
buena medida como resultado de los modelos de la NMC. Las políticas de demanda pasaron a verse con creciente
desconfianza, y las políticas basadas en factores de oferta tomaron fuerza como resultado del supuesto de estabili-
dad de la macroeconomía. En cuanto al impacto de la NMC sobre la teoría económica, sigue plenamente presente
con la preponderancia de los modelos DSGE en contextos académicos y la relevancia de la crítica de Lucas a la hora
de formular modelos que deban pasar el escrutinio de las revistas de mayor impacto. Las expectativas racionales se
han consolidado como la hipótesis básica respecto al tratamiento de la información de los agentes microeconómico.
A pesar de las críticas que ha recibido, resulta muy complicado encontrar otras hipótesis de expectativas que no
tengan carácter ad-hoc.
El tema ha presentado una visión general de la macroeconomía clásica, sus modelos centrales y finalmente, sus
implicaciones sobre el policy-making y la teoría macroeconómica. Las controversias a las que ha dado lugar la Nueva
Macroeconomía Clásica son múltiples y perennes. Grandes nombres de la economía han criticado referentes de la
escuela tales como el modelo del ciclo real y la hipótesis de expectativas racionales. Además, se le ha atribuido una
agenda ideológica al programa de investigación de la Nueva Macroeconomía Clásica y la imposición de supuestos
poco realistas. En cualquier caso, la historia de la NMC es la historia de una victoria metodológica sin apenas
matices. La macroeconomía mainstream ha adoptado la práctica totalidad de las herramientas de la NMC. Los
resultados que contradicen a la NMC parten de su marco metodológico e introducen modificaciones que mantienen
intactos los principios básicos de modelización. El paradigma DSGE se abre poco a poco paso en el policy-making,
a pesar de su complejidad analítica, y se ha consolidado como la herramienta central de modelización teórica en
el contexto académico a pesar de las numerosas críticas. En definitiva, la Nueva Macroeconomía Clásica es un
paradigma de pensamiento económico sin el cual no es posible comprender la macroeconomía actual.
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ESQUEMA CORTO
I NTRODUCCIÓN
1. Contextualización
I. Macroeconomía
II . Escuelas macroeconómicas
III . Macroeconomía clásica
2. Objeto
I. ¿Qué es la Nueva Macroeconomía Clásica?
II . ¿A qué autores se asocia?
III . ¿Qué herramientas utiliza?
IV . ¿Qué aporta a la macroeconomía?
V. ¿Qué implicaciones de política económica?
3. Estructura
I. Visión general
II . Modelos principales
III . Implicaciones
I. V ISIÓN GENERAL
1. Contexto económico (finales 60, principios 70)
I. Inflación creciente
II . Fin de Bretton Woods
III . Crisis del petróleo
2. Contexto teórico
I. Modelos macroeconométricos
II . Curva de Phillips
3. Autores
I. Nombres
II . Universidades
4. Ideas centrales
I. Microfundamentación
II . Optimización intertemporal
III . Hipótesis de expectativas racionales
IV . Equilibrio general walrasiano
V. Contrastación empírica
II. M ODELOS
1. Oferta agregada e información imperfecta
I. Lucas y Rapping (1969)
II . Lucas (1972)
III . Lucas (1973)
2. Ciclo nominal basado en información imperfecta
I. Lucas (1975)
II . Lucas (1977)
3. Crítica de Lucas
I. Lucas (1976)
4. Política económica
I. Sargent y Wallace (1973)
II . Sargent y Wallace (1975)
III . Kydland y Prescott (1977)
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3A-29 Esquema corto
III. I MPLICACIONES
1. Política económica
I. Idea clave
II . Reglas vs discrecionalidad
III . Inefectividad de la política monetaria
IV . Políticas de oferta
2. Teoría económica
I. Modelos DSGE
II . Crítica de Lucas
III . Expectativas racionales
C ONCLUSIÓN
1. Recapitulación
I. Visión general de la Nueva Macroeconomía Clásica
II . Modelos más relevantes
III . Implicaciones
2. Idea final
I. Robert Solow sobre modelos macro y economistas
II . Controversias
III . Victoria metodológica
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ESQUEMA LARGO
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3A-29 Esquema largo
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3A-29 Esquema largo
→ Trabaja menos en presente cuanto mayor salario Dos generaciones solapadas: viejos y jóvenes
real futuro Jóvenes
∂f
p2 < 0, → distribuidos de forma aleatoria entre mercados
∂ p 1 (1+r ) → producen consumo a cambio de dinero
→ Trabaja más ahora si precios altos respecto “nor- Viejos
mal”
→ Distribuidos de modo que dda. igual en ambos
⇒ Curva de Phillips mercados
∂f
<0 → compran consumo a cambio de dinero
∂ pA1
→ reciben transferencia a inicio de periodo
→ Trabaja menos en presente cuanta mayor riqueza → transferencia proporcional a dinero ahorrado
c. Implicaciones Oferta de trabajo
Oferta de trabajo responde a tres factores → Depende de valor real de dinero que obtienen
→ (i) Salario real “normal” o permanente2 → V. real: (dinero ahorrado + trans. futura) / precios
→ (ii) Desviación de salario real presente vs. normal futuros
⇒ Respuesta positiva → Jóvenes no conocen valor real de dinero
⇒ Aprovechan salario alto ahora para ahorrar más → Observan precio en su mercado
→ (iii) Nivel de precios mayor que nivel de precios → Dinero ahorrado es trabajo · precio
“normal” → Pero ignoran nivel de precios futuro
⇒ Respuesta positiva → Al que podrán vender su dinero ahorrado por
⇒ Precios presentes por encima de “normales” consumo
⇒ El tipo de interés real será más alto → Tratan de estimar nivel de precios futuros
⇒ Merecerá más la pena ahorrar lo ganado ahora → A partir de precios observados y modelo de eco-
Responde poco a (i), mucho a (ii) y (iii). nomía
→ Resultado de expectativas adaptativas Shocks que afectan a precio
→ Sustitución intertemporal de c y l Cantidad de jóvenes en cada mercado:
l2
→ l1 = f (w 2
w 1 ), f (·) > 0
→ Variable aleatoria con τ2 y media conocida
Desempleo puede entenderse como voluntario → Determina desviación frente a nivel de precios
→ Agentes estiman salario que recibirían si trabajan → A - jóvenes, + precio del bien dada = dda. nominal
→ Agentes consideran salario real demasiado bajo Transferencia a viejos
⇒ Adelanta temas de la NMC → Variable
⇒ Inicia programa de investigación → A + transferencias a viejos, mayor dda. nominal
⇒ Rompe con marco Keynesiano de modelización Estimación de precio real
→ Problema de “extracción de señales”
II . Lucas (1972)
→ Jóvenes utilizan toda la información disponible =
a. “Expectations and the neutrality of money” HER
b. Idea clave → Estimación de precios que minimiza error
Explicar relación sistemática Y − ∆P Estimación de nivel de precios
A partir de: → conocido el precio en el mercado
→ Agentes que no tienen ilusión monetaria → Suma ponderada de:
→ Agentes que optimizan utilidad intertemporal → Precio observado en el mercado
→ Agentes que min. error de predicción → HER → Nivel de precios estimado sin conocer precio en
→ Equilibrio walrasiano mercado
→ Información imperfecta E (P t |I t −1 , P tz ) = θP tz + (1 − θ)E (P t |I t −1 )
Modelo seminal de la NMC → Ponderacion: θ
σ2
→ Introduce todas las herramientas habituales →θ= σ2 +τ2
Basado en: → τ2 : var. del shock real (población joven)
→ Lucas Rapping 1969 → σ2 : var. del shock nominal (transferencia a viejos)
→ Modelo de las islas de Phelps Si shock nominales muy variables frente a reales
→ Generaciones solapadas de Samuelson θ→1
c. Formulación ⇒ Estiman P t con precio observado P tz
Dos mercados (basado en “islas” de Phelps)
2“Normal” entendido como acorde con la tendencia de largo plazo.
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3A-29 Esquema largo
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3A-29 Esquema largo
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3A-29 Esquema largo
∂S ∂ S ∂ X1 ∂ S ∂ X2 ∂ X1 ∂ X2
µ ¶
→ Respecto valores de equilibrio (ii) CPO: + + + =0
e. Decisión de autoridad monetaria ∂ π2 ∂ X 1 ∂ π2 ∂ X 2 ∂ X 1 ∂ π2 ∂ π2
d. Implicaciones
Dos estrategias disponibles
Política consistente sólo es óptima si:
i. Fijar tipo de interés
→ (i) y (ii) son idénticas
→ Mediante regla de feedback
∂ X1
→ Fija oferta monetaria para mantener cte. r. ⇒ =0
∂ π2
⇒ Fija r que minimiza pérdida ⇒ Reacción presente no considera política futura
f. Implicaciones La modelización de las expectativas
Dado modelo ad-hoc utilizado: → Cambia las implicaciones de los modelos
→ Regla de M no afecta volatilidad de output → Cambia resultados de política económica
→ Regla de interés deja indeterminado el precio Crítica del control óptimo
Es compatible que: → No apropiada para planificación dinámica de una
→ ∆M esperados no tienen efectos reales a l/p economía
→ Curvas de Phillips crecientes a largo plazo → No basta con ir optimizando dado pasado
Abre camino modelos explícitos de PM con HER → Porque agentes tienen en cuenta políticas futura
g. Valoración ⇒ No se alcanzarán óptimos first-best
Aplicación de HER a reglas monetarias óptimas e. Programación dinámica
Formulación incipiente de modelos posteriores Herramienta adecuada para hallar políticas óptimas
Sin análisis de bienestar explícito Tiene en cuenta expectativas de agentes sobre futu-
→ Necesaria función ad-hoc de pérdida ro
Plantea PM como basada en reglas Resistente a inconsistencia temporal
→ Frente a discrecionalidad que prevalecía Necesita posibilidad de commitment
III . Kydland y Prescott (1977) 4 f. Política monetaria
a. “Rules Rather than Discretion: The Inconsistency of Autoridad monetaria minimiza función de pérdida
Optimal Plans” → Desempleo por encima de equilibrio
b. Idea clave → Inflación diferente de cero
Mostrar condiciones para que: Con HER:
→ Reglas ≻ discreccionalidad → Agentes conocen incentivos de autoridad mone-
Carácter general taria
Aplicando ejemplos → Estiman inflación sin errores sistemáticos
c. Formulación Primero, agentes forman expectativas
Ejemplo de dos periodos Después, autoridad monetaria decide inflación
Función de bienestar social S(x 1 , x 2 , π1 , π2 ) → Incentivos a inflación por encima de esperado
→ x 1 , x 2 : reacciones de los agentes → Agentes conocen incentivos
→ π1 , π2 : políticas implementadas ⇒ Esperan inflación más elevada
→ x 1 = X 1 (π2 , π1 ) ⇒ ENPS con inflación mayor a 0 y output natural
→ x 2 = X 2 (π2 , x 1 (π2 )) ⇒ Subóptimo por política óptima inconsistente
Política consistente implica: Gráfica I
→ No se puede cambiar pasado g. Valoración
⇒ Decisiones pasadas se toman como dadas Enorme influencia sobre diseño de políticas
máx S(x 1 , x 2 (π2 ), π1 , π2 ) Familia de modelos basados en Kydland y Prescott
π2
(1977)
∂S ∂ S ∂ X2
(i) CPO: + =0 → Barro y Gordon (1983) sobre PM óptima
∂ π2 ∂ X 2 ∂ π2
→ Rogoff (1985) sobre independencia de BC
→ Óptimo no depende de x 1
→ Lucas y Stokey (1983) sobre deuda e impuestos
Pero maximizar bienestar implica:
→ Considerar secuencia completa π1 , π2 IV . Sargent y Wallace (1981)
→ Considerar todas las reacciones x 1 (π1 , π2 ), a. “Some unpleasant monetarist arithmetic”
x 2 (x 1 , π1 , π2 ) b. Idea clave
Problema se convierte en: ¿Cómo interaccionan política fiscal y monetaria?
máx S (π1 , π2 , x 1 (π2 ), x 2 (π2 , x 1 (π2 ))) ¿Bajo qué supuestos PF determina inflación?
π2
4 Mejorar con KVA (2004).
13
3A-29 Esquema largo
14
3A-29 Esquema largo
15
3A-29 Esquema largo
16
GRÁFICAS
πt
O
ut − u∗
Figura I : Kydland y Prescott (1977): inconsistencia de la política monetaria óptima y sesgo inflacionario resultante.
17
PREGUNTAS
Test 2021
16. Si los agentes formulan sus expectativas racionalmente en el sentido de Muth, entonces:
a Los agentes no tienen necesariamente información perfecta, pero sí conocen la verdadera estructura de la
economía.
b Los agentes pueden conocer errores de predicción, pero tan solo en el corto plazo.
c Los agentes pueden cometer errores de predicción, pero éstos no pueden estar autocorrelacionados.
Test 2019
19. En un contexto de expectativas racionales por parte de los agentes, considere las siguientes afirmaciones
referidas al modelo de Lucas-Phelps de 1972:
i Los coeficientes estructurales estimados para un modelo econométrico se modifican cuando la regla de
política económica cambia.
ii Una política monetaria no anticipada por agentes no tiene efectos reales si la varianza del shock de preferen-
cias es nula.
iii Los efectos reales de las políticas económicas sorpresivas pueden variar en función de la elasticidad de la
oferta de trabajo.
Test 2018
14. ¿Cuál de los siguientes NO es uno de los supuestos básicos de la Nueva Macroeconomía Clásica?
d Todas las opciones anteriores son supuestos básicos de la Nueva Macroeconomía Clásica.
Test 2014
21. En el modelo de Lucas (1972), caso de información imperfecta, ocurrirá que:
a La desviación de la producción de su nivel normal será función creciente de la diferencia del nivel de precios
esperado y el nivel actual de los precios.
b Una demanda agregada superior a la esperada elevará tanto la producción como los precios.
c Una demanda agregada superior a la esperada elevará sólo los precios, ya que el modelo de Lucas es
monetarista.
18
3A-29 Preguntas: Test 2005
d Una demanda agregada superior a la esperada elevará sólo la producción, mientras los precios se mantendrán
constantes.
Test 2013
21. Si los agente formulan sus expectativas racionalmente en el sentido de Muth, entonces:
Test 2011
13. La expresión E (Y t +1 −Y te+1 ) = 0, donde E es el operador de esperanzas y Y te+1 es la expectativa para la variable
Y.
a Es una propiedad de las expectativas racionales, según la cual no se cometen errores sistemáticos por parte
de los agentes.
b Es un equilibrio del modelo Y.
c Es una propiedad de las expectativas adaptativas.
d Significa que los errores son nulos cuando los agentes son racionales.
Test 2009
22. Bajo la hipótesis de expectativas racionales:
Test 2008
17. De acuerdo con la Nueva Macroeconomía Clásica y suponiendo que los individuos forma y revisan racional-
mente expectativas, si aquellos esperan que ante la situación económica imperante en el país, se va a aumentar la
oferta monetaria:
Test 2006
2. Indique cual de las siguientes proposiciones acerca de la Crítica de Lucas es CORRECTA:
19
3A-29 Preguntas: Test 2004
Test 2005
17. Suponga el modelo que representa una economía cerrada bajo los supuestos: a) curva de oferta de Lucas, b)
precios flexibles, c) expectativas racionales, d) información completa. Se sabe que, en equilibrio, la producción
fluctúa alrededor de la producción natural.
a El origen de las fluctuaciones está en los cambios en las políticas fiscales que realiza la autoridad política.
b El origen de las fluctuaciones está en los cambios en la política monetaria que realiza la autoridad política.
c El origen de las fluctuaciones está en las realizaciones de los componentes no esperados de las políticas.
d El origen de las fluctuaciones no está en las perturbaciones de oferta.
Test 2004
1. Indique cuál de las siguientes opciones recoge tres supuestos de partida de la conocida como curva de oferta
de Lucas:
20
NOTAS
2021: 16. C
2019: 19. C
2018: 14. A
2014: 21. B
2013: 21. D
2011: 13. A
2009: 22. C
2008: 17. A
2006: 2. D
2005: 17. C
2004: 1. D 22. C
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BIBLIOGRAFÍA
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Ramsey model
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