La Persona
La Persona
La Persona
El concepto de persona apunta a lo que constituye el núcleo mas especifico de cada ser
humano.
La primera nota entonces es la INTIMIDAD, la intimidad indica un dentro que solo conoce
uno mismo. El hombre tienen dentro, es para si, y se abre hacia su propi interior en la
medida que se atreve en conocerse, la intimidad es el grado máximo de inmanencia, son
las cosas que se nos ocurren, planes que ponemos en practica, invenciones, etc. La
intimidad tiene capacidad creativa, lo propio del hombre es el ser algo nuevo y causar lo
nuevo.
Otra característica es el DIALOGO, con otra intimidad, una persona sola no puede ni
manifestarse, ni nada, ni dialogar, se frustraría por completo.
Intimidad significa mundo interior, lo intimo tiene un sentimiento natural que le protege:
la vergüenza o pudor y este surge cuando vemos descubierto nuestra intimidad o nuestros
pensamientos mas hondos, no lo revelamos a cualquiera sino que exigimos cierta
CONFIANZA.
EL DIALOGO: LA INTERSUBJETIVIDAD
EL DAR Y LA LIBERTAD
El hombre es un ser capaz de dar, se realiza como persona cuando extrae algo de su
intimidad.
Dar, devolver, es una consecuencia de la percepción realista de la propia existencia, es
decir caer en cuenta de a deuda que cada uno tiene por todo lo que ha recibido.
Las notas de la persona que se acaban de mostrar nos hacen verla como una realidad
absoluta, no condicionada por ninguna realidad interior o del mismo rango. Respetar es la
actitud mas digna del hombre, por que al hacerlo, se respeta a si mismo, y al revés cuando
la persona atenta contra la persona, se degrada. La persona es un fin en si misma. Es un
principio moral fundamental: Obra de tal modo que trates a la humanidad, sea en tu
propia persona o en la persona de otro, siempre con un fin, nunca solo como un medio.
Nunca es licito negarse a reconocer y aceptar la condición persona, libre y plenamente
humada de los demás.
No hay ningún motivo suficiente serio para respetar a los demás si no se reconoce que
respetando a los demás, respeto a aquel que me hace a mi respetable frente a ellos.
Para afirmar el respeto incondicionado tengo que referirme a un nivel anterior de
incondicionalidad que sea fundamento del humano.
CAPITULO 6: LA LIBERTAD
PLURALISMO Y TOLERANCIA
Cuando actuamos, nuestra conducta afecta a los demás y a nosotros mismos: el uso de la
libertad y la acción humana modifican las situaciones. Es muy corriente hablar de libertad,
pero no siempre se insiste los suficiente en que uno es responsable de sus actos y de las
modificaciones que conlleven sus actos.
Mi libertad termina donde empieza la de los demás, pero ambas se relacionan poco: yo
puedo hacer lo que quiera mientras no perjudique. Este seria el único criterio para decidir
lo que se puede o no se puede hacer, mientras no se lesionen los derechos de los demás,
cada uno puede actuar como le plazca. El problema de ese principio esta en que en
realidad no hay ninguna acción que no tenga influencia en los otros. El principio de no
hacer dalo a otros es un criterio necesario, pero no es el único.
Una cosa es respetar el pluralismo y otra imponer una tolerancia al precio de la perdida de
todo contenido, se confunde la libertar con un encontrarse solo, que niega que se pueda
saber nada acerca de la realidad, y que por tanto encierra el sujeto en sus propias
convicciones.
La autoridad política es la que los hombres libres se dan a si mismo para gobernarse
cuando viven en sociedad. Aceptar el dialogo lleva consigo no considerarse omnisciente,
saber que los demás también son fuentes de colaboración e ideas, saber que lo uno
propone puede ser considerado como peor que otras propuestas. Es un riesgo pero
merece la pena: viven la verdad de lo que es el ser humano, a la larga, es hacer justicia a la
realidad. Lo difícil es confiar en las personas y convencer mediante el dialogo racional
argumentado.
A su vez, saber obedecer supone no eludir las ordenes. Obedecer no es igual a no pensar
lo que me mandan , no es convertirse es un instrumento, si no estar dispuesto a entrar en
el juego de realizar na tarea común. En el fondo mandar es mas difícil, pero obedecer no
puede por eso entenderse como pasividad. Saber mandar y saber obedecer son requisitos
necesario para que exista autoridad política.