Puntos Finos Abril 2024
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Hasta este momento, la única partida que pudiera afectar la esfera jurídica del empleado ante la
LISR sería la cantidad de $3,000 por no obtener comprobantes “fiscales”, pues así lo prevé el artículo
90, primer y noveno párrafos, de la LISR. Sin embargo, el contribuyente no toma en consideración el
caso especial contenido en el numeral 152 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta
(RISR), que en su primer párrafo establece:
Artículo 152. Para efectos del artículo 93, fracción XVII17 de la Ley, las
personas físicas que reciban viáticos y efectivamente los eroguen en servicio
del patrón, podrán no presentar comprobantes fiscales hasta por un 20% del
total de viáticos erogados en cada ocasión, cuando no existan servicios
para emitir los mismos, sin que en ningún caso el monto que no se
compruebe exceda de $15,000.00 en el ejercicio fiscal de que se
trate, siempre que el monto restante de los viáticos se eroguen mediante
tarjeta de crédito, de débito o de servicio del patrón. La parte que en su caso
no se erogue deberá ser reintegrada por la persona física que reciba los
viáticos o en caso contrario no le será aplicable lo dispuesto en este artículo.
(Énfasis añadido).
Para el caso que me ocupa, aun cuando $3,000 no se documentaron con comprobantes
fiscales, no se debe perjudicar al empleado hasta por monto de $15,000 en un ejercicio, aunque la
primera premisa sea el 20% del evento como monto máximo.
Para robustecer esta postura de no afectar al empleado con la acumulación del ingreso en sus
percepciones de nómina, la siguiente tesis jurisdiccional refuerza que únicamente el empleador es
afectado con la no deducibilidad/acreditamiento a que haya lugar, para mayor entendimiento:
Para los efectos de los artículos 28, fracción V, 93, fracción XVII y 99,
fracción VI de la Ley del ISR y 152 del Reglamento de la Ley del ISR, los
contribuyentes que hagan pagos por concepto de sueldos y salarios podrán
dar por cumplidas las obligaciones de expedir la constancia y el
comprobante fiscal del monto total de los viáticos pagados en el año de
calendario a los que se les aplicó lo establecido en el artículo 93, fracción
XVII de la Ley del ISR, mediante la expedición y entrega en tiempo y forma a
sus trabajadores del CFDI de nómina a que se refiere el artículo 99, fracción III
de la Ley del ISR, siempre que en dicho CFDI hayan reflejado la información
de viáticos que corresponda en términos de las disposiciones fiscales
aplicables.
(Énfasis añadido).
ANÁLISIS
En el presente trabajo se comentan todos los conceptos que los contribuyentes personas físicas
podrán aplicar en su declaración anual bajo el concepto de deducciones personales, los requisitos y
límites establecidos en las disposiciones fiscales aplicables para cada una de ellas; esto, con la única
finalidad de que las personas físicas logren eficientar su ISR anual, todo dentro del marco legal
aplicable.
Entre las disposiciones fiscales que prevén las diversas deducciones personales y conceptos
susceptibles de ser disminuidos para determinar la base sobre la cual se aplicará el artículo 152 de la
LISR, tenemos las señaladas en el artículo 151 de la propia ley; por su parte, el artículo 185 del
mismo ordenamiento (dentro de los estímulos fiscales) contempla la deducción de cuentas personales
para el ahorro; por último, los artículos 1.8., 1.9. y 1.10. del “Decreto que compila diversos beneficios
fiscales y establece medidas de simplificación administrativa”, publicado en el DOF el 26 de
diciembre de 2013, permiten la deducción de colegiaturas pagadas a instituciones educativas
privadas con validez oficial de estudios. Asimismo, existen disposiciones reglamentarias, además de
reglas administrativas publicadas en la Resolución Miscelánea Fiscal (RM) de cada año, que deben
considerarse para la correcta aplicación de las deducciones personales.
Las disposiciones mencionadas se analizan a continuación en términos generales:1
I. Honorarios médicos, dentales, servicios de psicología, nutrición y hospitalarios.
II. Gastos de funerales.
III. Donativos.
IV. Intereses reales efectivamente pagados por créditos hipotecarios para casa habitación.
V. Aportaciones complementarias de retiro
VI. Primas por seguros de gastos médicos.
VII. Transportación escolar obligatoria.
VIII. Impuesto local pagado.
I. HONORARIOS MÉDICOS Y GASTOS HOSPITALARIOS
Dentro de este tipo de deducciones, tenemos los pagos realizados por concepto de honorarios
médicos y dentales que normalmente se erogan por consultas o cirugías con estos especialistas,
gastos por hospitalización, medicinas que se incluyan en los documentos que expidan las
instituciones hospitalarias, honorarios a enfermeras, compra o alquiler de aparatos de
restablecimiento o rehabilitación, pago de análisis y estudios clínicos, prótesis, lentes ópticos
graduados para corregir defectos visuales. El último concepto está limitado a $2,500.00 por lentes y
se deberán describir, en el Comprobante Fiscal Digital por Internet o Factura Electrónica (CFDI) que
ampare esta deducción, las características de los lentes adquiridos o, en su defecto, contar con el
diagnóstico de oftalmólogo u optometrista, conforme a lo señalado en el artículo 264 del Reglamento
de la Ley del Impuesto sobre la Renta (RISR). Estas deducciones proceden cuando se erogan por el
contribuyente para sí, su cónyuge, concubina(o) y ascendientes o descendientes en línea recta,
siempre que tales personas no perciban ingresos en el ejercicio iguales o mayores a una Unidad de
Medida y Actualización (UMA) anual, importe que por el ejercicio 2023 asciende a la cantidad de
$37,844.40
Es importante considerar que, en el caso de los honorarios pagados a médicos, dentistas,
nutriólogos y psicólogos, dichos profesionistas deberán contar con título profesional legalmente
expedido y registrado por las autoridades educativas competentes, requisitos que en la práctica
pueden a llegar a ser complicados al tratar de solicitar a cada profesionista su cédula profesional.
Este tipo de deducciones invariablemente deberán pagarse mediante cheque nominativo del
contribuyente; transferencia electrónica de fondos; tarjeta de crédito, de débito o de servicios. No
obstante, existen profesionales que únicamente aceptan como medio de pago el efectivo, situación
sobre la cual la autoridad fiscal se ha pronunciado en el sentido de que se trata de una práctica fiscal
indebida, conforme al criterio 29/ISR/NV.
Las personas físicas igualmente podrán considerar como deducción personal los gastos
médicos realizados para la rehabilitación de una incapacidad o discapacidad, cuando se cuente con
el certificado o la constancia de incapacidad o discapacidad expedida por la institución
gubernamental correspondiente. Dentro de este tipo de gastos, se pueden mencionar los pagos de
honorarios médicos, dentales o de enfermería; por análisis, estudios clínicos o prótesis; gastos
hospitalarios; compra o alquiler de aparatos para el establecimiento o rehabilitación del paciente.
Cabe resaltar que los importes erogados por estos conceptos no estarán sujetos al límite fijado en el
artículo 151 para las deducciones personales que más adelante se comentan.
III. DONATIVOS
Respecto de los donativos no onerosos ni remunerativos, otorgados a donatarias autorizadas, el
monto deducible será hasta por una cantidad que no exceda del 7% de los ingresos acumulables
base del ISR del ejercicio inmediato anterior del contribuyente, y del 4% en el caso de donativos
otorgados a favor de la Federación, entidades federativas, municipios o de sus organismos
descentralizados.
Sobre este concepto, los contribuyentes deberán validar que los donativos sean otorgados a
donatarias incluidas en la lista de las personas autorizadas para recibir donativos que publique el SAT
en el anexo 14 de la RM de cada año. Lo anterior no aplica tratándose de donativos a la Federación,
entidades federativas y municipios.
Preescolar $14,200.00
Primaria $12,900.00
Secundaria $19,900.00
Para estar en posibilidad de aplicar lo anterior, se deberán cumplir los siguientes requisitos:
• Las instituciones educativas privadas deberán tener autorización o reconocimiento de validez
oficial de estudios (RVOE).
• Los pagos a la institución educativa se deberán realizar mediante cheque nominativo del
contribuyente; transferencia electrónica de fondos desde cuentas abiertas a su nombre, o tarjeta
de crédito, de débito o de servicios.
• Presentar las declaraciones informativas de las operaciones celebradas con sus partes
relacionadas en el ejercicio:
- Declaraciones informativas maestra, local y país por país, según corresponda a las
circunstancias de cada contribuyente –declaraciones informativas Erosión de la Base
Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés)–.4
Como resulta razonable, debe existir congruencia entre estas obligaciones para propiciar una
adecuada certeza de cumplimiento para los contribuyentes. Sin embargo, las disposiciones fiscales
vigentes no integran un marco normativo que sea completamente coherente, como se explica a
continuación.
En el párrafo segundo de la disposición referida, aplicable a las personas morales, se indica que
los contribuyentes que realicen actividades empresariales cuyos ingresos en el ejercicio inmediato
anterior no hayan excedido de $13’000,000.00, así como los contribuyentes cuyos ingresos
derivados de la prestación de servicios profesionales no hubiesen excedido en dicho ejercicio de
$3’000,000.00, no estarán obligados a cumplir con la obligación señalada en el párrafo anterior. En el
caso de las personas físicas que realicen actividades empresariales y profesionales, la excepción se
establece para ambas actividades hasta el umbral de $13’000,000.00 de ingresos obtenidos en el
ejercicio inmediato anterior.6
La excepción anterior no resulta aplicable a los contribuyentes residentes en México que realicen
operaciones con partes relacionadas sujetas a Regímenes Fiscales Preferentes (Refipres) ni a los
que tengan el carácter de contratistas o asignatarios en los términos de la Ley de Ingresos sobre
Hidrocarburos (LISH). En el caso de las personas físicas que realizan actividades empresariales y
profesionales, no resulta aplicable la excepción únicamente para el caso de operaciones realizadas
con partes relacionadas sujetas a Refipres.
Por otra parte, la fracción X del artículo 76, aplicable a las personas morales, establece la
obligación de presentar, a más tardar el 15 de mayo del año inmediato posterior a la terminación del
ejercicio de que se trate, la información de las operaciones que realicen con partes relacionadas,
efectuadas en el año de calendario inmediato anterior, que se solicite mediante el anexo 9 de la DIM.
Esta obligación también deberá ser cumplida por las personas físicas que realicen actividades
empresariales o profesionales, bajo el régimen general,7 en los términos de la fracción X del artículo
110 de la LISR. Cabe aclarar que es a partir del ejercicio 2022 que esta declaración debe
presentarse en la fecha límite referida y que incluye la información de las operaciones realizadas
tanto con partes relacionadas extranjeras como nacionales.
Como puede advertirse de la lectura de las disposiciones referidas en el párrafo anterior, la LISR
no establece ningún caso de excepción a la obligación de presentar la declaración informativa de
operaciones con partes relacionadas, lo cual es incongruente con la excepción establecida para la
obligación de obtener y conservar la documentación comprobatoria de precios de transferencia, ya
que implica la obligación de presentar dicha declaración informativa sin contar con los elementos
necesarios para su llenado por no estar obligado a tener el estudio de precios de transferencia.8 Esta
situación se presentó durante muchos años, hasta que en 2023 se publicó la regla 3.9.1.9. de la
Resolución Miscelánea Fiscal (RM).
Resulta de la mayor relevancia recordar que el incumplimiento de la presentación del anexo 9 de
la DIM tiene dos consecuencias muy importantes para los contribuyentes:
• Constituye una infracción en los términos de la fracción XVII del Código Fiscal de la Federación
(CFF), misma que tiene aparejada una sanción que va de los $99,590.00 a los $199,190.00.9
• Constituye el incumplimiento de un requisito de deducción de las partidas que provenga de las
operaciones celebradas con partes relacionadas en el ejercicio, en los términos de la fracción
XVIII del artículo 27 de la LISR.
3.9.18. Para los efectos de los artículos 76, fracción X y 110, fracción X de
la Ley del ISR, los contribuyentes que celebren operaciones con partes
relacionadas y que realicen actividades empresariales cuyos ingresos en el
ejercicio inmediato anterior no hayan excedido de $13'000,000.00 (trece
millones de pesos 00/100 M.N.), así como aquellos cuyos ingresos derivados
de la prestación de servicios profesionales no hubiesen excedido en dicho
ejercicio de $3'000,000.00 (tres millones de pesos 00/100 M.N.), podrán no
presentar la información de las operaciones que realicen con partes
relacionadas efectuadas durante el año calendario inmediato anterior.
Lo anterior no será aplicable a aquellos residentes en México que celebren
operaciones con sociedades o entidades sujetas a regímenes fiscales
preferentes, así como a los contratistas o asignatarios a que se refiere la
LISH.
Como puede advertirse, la regla referida establece una excepción respecto de la obligación de
presentar el anexo 9 de la DIM que resulta congruente con la excepción establecida en el párrafo
segundo de la fracción IX del artículo 76 de la LISR.11 Esto propicia una mayor certeza para los
contribuyentes que se ubican en los supuestos contemplados en la regla, lo cual es del todo plausible
y merece el debido reconocimiento a las autoridades fiscales.
Dentro de las Reformas Fiscales para el ejercicio 2022, en el artículo 32-H del CFF, se incluyó
un nuevo supuesto para obligar a ciertos contribuyentes señalados a presentar, como parte de la
declaración del ejercicio, la Información sobre su Situación Fiscal (Issif), que se encuentra en la
fracción VI, la cual establece como sujetos de la obligación señalada a los contribuyentes que sean
partes relacionadas de los sujetos establecidos en el artículo 32-A, segundo párrafo, del propio CFF;
que son las personas morales12 obligadas a dictaminar sus estados financieros para efectos fiscales,
por contador público inscrito.
Bajo el supuesto descrito, muchos contribuyentes sin la suficiente capacidad administrativa
quedaron obligados a presentar la Issif, lo cual resulta complejo y de poca utilidad para los fines de
control y fiscalización del SAT. En consecuencia, se publicó la regla 2.16.5. de la RM, que establece
lo siguiente:
2.16.5. Para los efectos del artículo 32-H del CFF, los contribuyentes que
estén obligados a presentar la información sobre su situación fiscal por
haberse ubicado en el supuesto a que se refiere la fracción VI del citado
artículo, únicamente la presentarán cuando en el ejercicio de que se trate
hayan realizado operaciones con los sujetos establecidos en el artículo 32-A,
segundo párrafo del citado Código y siempre que el monto de la operación
exceda de $13'000,000.00 (trece millones de pesos 00/100 M.N.) por la
realización de actividades empresariales, o bien de $3'000,000.00 (tres
millones de pesos 00/100 M.N.) en el caso de prestación de servicios
profesionales.
Pese a la mala redacción de la regla, podemos entender que los contribuyentes que se
encuentren obligados a presentar la Issif, por el único motivo de ser parte relacionada de una
persona moral obligada a dictaminarse para efectos fiscales, no presentarán la información referida
cuando hayan realizado operaciones con dichas partes relacionadas, siempre que el monto de las
mismas no exceda de $13’000,000.00 en el caso de actividades empresariales ni de $3’000,000.00
tratándose de prestación de servicios profesionales.
Resulta importante destacar que, aunque existe similitud en cuanto a las cifras incluidas en la
regla referida, la condición establecida para la excepción de presentación de la Issif es
completamente diferente a la incluida en el segundo párrafo de la fracción IX del artículo 76 de la
LISR para exceptuar a los contribuyentes de obtener y conservar documentación comprobatoria de
precios de transferencia.
Por otro lado, como parte de las mismas Reformas Fiscales para el ejercicio 2022, en la fracción
VI del artículo 76-A de la LISR, se incluyó un nuevo supuesto para obligar a los contribuyentes que
se ubiquen en el que contempla la fracción VI del artículo 32-H del CFF a presentar las declaraciones
informativas maestra y local, en los términos de las fracciones I y II del artículo antes referido de la
LISR.
Como en la Issif, muchos contribuyentes sin la suficiente capacidad administrativa quedan
obligados a presentar una o ambas declaraciones informativas, lo cual resulta muy complejo y
costoso para ellos, siendo información de poca utilidad para los fines de control y fiscalización del
SAT. En este caso, seguramente hay una cantidad importante de contribuyentes que no están
obligados a contar con el estudio de precios de transferencia, de conformidad con las fracciones IX
del artículo 76 y XI del artículo 110 de la LISR y, sin embargo, están incluidos en esta obligación de
información. Cabe resaltar que la regla 2.16.5. de la RM no hace ninguna referencia a la misma.
El incumplimiento de la obligación de proporcionar la información a que se refiere el artículo 76-
A de la LISR constituye una infracción en los términos de la fracción XL del artículo 81 del CFF, a la
que le corresponde una sanción de entre $199,630.00 y $284,220.00, de conformidad con la
fracción XXXVII del artículo 82 del CFF.
Con base en lo antes expuesto, a pesar del avance que la regla 3.9.18. de la RM para 2024
representa, la falta de congruencia existente en el primer párrafo del artículo 76-A de la LISR genera
una importante carga administrativa a los contribuyentes, así como altos costos de cumplimiento que
parecen innecesarios y posibles sanciones que no deberían afrontar.
CONCLUSIONES
Atendiendo a todo lo antes comentado, podemos obtener varias conclusiones:
1. Para asegurar la certeza en el cumplimiento de obligaciones de los contribuyentes respecto
de la presentación de declaraciones informativas de precios de transferencia, es necesario que
exista congruencia con la obligación de contar con documentación comprobatoria de precios de
transferencia.
2. Para conseguir lo anterior, es necesario que las autoridades fiscales emitan una regla para
exceptuar del cumplimiento respecto de la presentación de las declaraciones informativas maestra y
local (artículo 76-A de la LISR) a los contribuyentes que se encuentran exceptuados de contar con
documentación comprobatoria de precios de transferencia (segundo párrafo de la fracción IX del
artículo 76 de la LISR).
3. Bajo el mismo enfoque de congruencia entre las obligaciones establecidas, sería pertinente
prever también una excepción para el llenado de los anexos de la Issif correspondientes a
operaciones celebradas con partes relacionadas a los contribuyentes que no se encuentran
obligados a contar con los estudios de precios de transferencia, puesto que la condición para ello es
distinta a la contenida en la regla 2.16.5. de la RM para 2024.
4. Resulta deseable que se mejore la redacción de la regla 3.9.19. de la RM para 2024, con el
propósito de liberar de la obligación de presentar el anexo 9 de la DIM a los contribuyentes personas
físicas que están exceptuados de obtener y conservar documentación de precios de transferencia,
bajo el supuesto preciso establecido por la fracción XI del artículo 110 de la LISR, para evitar
confusiones en la interpretación de la regla tal como está redactada actualmente.
5. Es necesario que las autoridades fiscales corrijan la redacción de la regla 2.16.5. de la RM
para 2024 con el objetivo de establecer con toda claridad la condición que deben cumplir los
contribuyentes para estar relevados de la presentación de la Issif, puesto que actualmente resulta
confusa.
6. Por último, ya que en esta colaboración abordamos el tema de la inclusión de la información
de las operaciones celebradas en el ejercicio con partes relacionadas nacionales en el anexo 9 de la
DIM a partir del ejercicio 2022, es importante hacer ver al SAT que es necesario actualizar el formato
del anexo 9 de la DIM para hacer referencia específicamente a estas transacciones. •
INTRODUCCIÓN
Es importante recordar que, respecto a la presentación de los estados financieros para efectos
fiscales (en lo sucesivo, dictamen fiscal) formulados por contador público inscrito, correspondientes
al ejercicio fiscal 2022, mismos que debieron haber sido enviados a más tardar el 15 de mayo de
2023, ocurrieron diversas complicaciones en el portal de la autoridad fiscal, las cuales fueron
totalmente ajenas a los miles de contribuyentes, quienes, por estas razones, no pudieron completar y
cumplir con el envío del dictamen fiscal dentro del plazo permitido.
Consecuentemente, aquellos dictámenes fiscales que se presentaron con posterioridad al día 15
de mayo –fecha límite– fueron reconocidos por la autoridad, añadiendo, dentro del acuse de
presentación, la leyenda “entrega extemporánea”, siendo esta causal de una sanción administrativa y
que, además, trae consigo algunas otras consecuencias adversas que van más allá de la imposición
de una simple multa.
Cabe destacar que la presentación del dictamen fiscal de forma extemporánea en 2023 por parte
de miles de contribuyentes se debió, en la mayoría de los casos, a una falla absoluta de los sistemas
institucionales de la autoridad fiscal; sin embargo, esto no los exime de la imposición de sanciones y
restricciones diversas; por lo que resulta importante conocer aquellas consecuencias que puede traer
el incumplimiento de la obligación de referencia, aunque haya sido por causas no imputables a los
contribuyentes.
Conforme a lo anterior, a continuación, analizaré las consecuencias fiscales de presentar el
dictamen fiscal en forma extemporánea, considerando que en los próximos días se deberá presentar
el dictamen fiscal correspondiente al ejercicio fiscal 2023.
ANÁLISIS
De acuerdo con lo establecido en el artículo 32-A, primer párrafo, del Código Fiscal de la
Federación (CFF), las personas físicas con actividades empresariales y las personas morales podrán
optar por la presentación del dictamen fiscal, siempre que en el ejercicio inmediato anterior: (i) hayan
obtenido ingresos acumulables superiores a $140’315,940 o (ii) que el valor de su activo sea superior
a $110’849,600; o bien, (iii) que por los menos 300 de sus trabajadores les hayan prestado servicios
en cada uno de los meses del ejercicio inmediato anterior.
Artículo 32-A: …
…
En el caso de que en el dictamen se determinen diferencias de impuestos a
pagar, éstas deberán enterarse mediante declaración complementaria en las
oficinas autorizadas dentro de los diez días posteriores a la presentación del
dictamen.
(Énfasis añadido).
Como se puede observar y de acuerdo con el sexto párrafo del artículo 32-A del CFF, se cuenta
con un plazo específico de 10 días para el entero de las contribuciones omitidas que hayan sido
detectadas con diferencias a cargo con motivo de la preparación del dictamen fiscal.
La importancia de este punto radica en que, si el contribuyente no entera en el plazo
establecido, el pago que se efectúe ya no se considera espontáneo y estará sujeto a la imposición de
una multa, de conformidad con lo dispuesto en la fracción III del artículo 73 del CFF.
Información presentada sin efectos
Una consecuencia muy importante, con motivo de la presentación extemporánea del dictamen
fiscal, es aquella a que se refiere el artículo 59, tercer párrafo, del Reglamento del Código Fiscal de
la Federación (RCFF), respecto de los efectos jurídicos que se derivan de aquellos dictámenes que
hayan sido presentados de forma extemporánea, de acuerdo con lo siguiente:
Artículo 59. …
…
Para los efectos del artículo 32-A, tercer párrafo del Código, cuando el
dictamen y la información y documentación relacionada con el mismo se
presenten fuera de los plazos que prevé dicho artículo, se tendrán por no
presentados.
(Énfasis añadido).
En este punto del análisis, se encuentra una disposición muy clara y estricta en el sentido de
que los efectos jurídicos que tendrán aquellos dictámenes fiscales que sean presentados fuera del
plazo establecido en el CFF, prácticamente, no tendrán ningún efecto fiscal; es decir, estos serán
considerados como no presentados, con lo cual no se podrán tomar los beneficios o facilidades que
otorga su presentación, en tiempo y forma.
Es claro que la imposición de una multa puede no representar una afectación trascendental
dentro de los resultados de un negocio; sin embargo, hay consecuencias que, más allá de lo
económico, sí pueden traer afectaciones importantes principalmente en la operación de la empresa;
como lo es la imposibilidad práctica de emitir su facturación –expedición de Comprobantes Fiscales
Digitales por Internet o Facturas Electrónicas (CFDI)–, lo cual generaría la disminución en el flujo de
efectivo, como se analiza a continuación.
CONCLUSIÓN
Con base en las disposiciones anteriormente analizadas, es posible concluir que la presentación
del dictamen fiscal, en tiempo y forma, es un asunto relevante y sensible para los contribuyentes que
estén obligados a dictaminarse o que ejerzan la opción de hacerlo; esto, en cuanto a las
consecuencias adversas que puede tener para ellos, con motivo de la presentación extemporánea del
mismo.
Por ende, es sumamente recomendable implementar un plan de trabajo interno que permita y
ayude a garantizar el cumplimiento relativo a la presentación del dictamen fiscal en la fecha
establecida para tal efecto, a más tardar el próximo 15 de mayo de 2024.
Lo anterior, con el fin de evitar a toda costa lo sucedido durante el ejercicio 2023. Por lo que es
necesario realizar el envío del dictamen fiscal en los días previos a la fecha límite mencionada a
efecto de no dar lugar a la problemática que presentó el portal de la autoridad fiscal al momento de
enviarlo, lo cual se encuentra totalmente fuera del control de los contribuyentes; sin embargo, eso no
los exime de las posibles consecuencias analizadas. •
En este mundo solo hay dos cosas seguras; la muerte y
pagar impuestos.
Benjamin Franklin
INTRODUCCIÓN
¿Cuándo tengo que presentar mi declaración anual de impuestos? ¿Le pago de más al Servicio
de Administración Tributaria (SAT)? ¿Tengo saldo a favor? ¿Cómo reclamo la devolución de las
declaraciones? ¿Cuántos días tarda el SAT en devolver el saldo a favor? ¿Por qué el SAT se demora
en devolver el saldo a favor? ¿Qué hago si el SAT no me ha depositado mi saldo a favor? ¿Qué hago
si la autoridad rechazó mi saldo a favor? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que se
realiza el contribuyente en nuestro país.
¿Cuáles son las razones por las que no se pagan impuestos en nuestro país?
De acuerdo con García, los nudos del problema se encuentran en los gobiernos locales (menos
de 80, de los casi dos mil 500 municipios, recaudan más de la mitad del impuesto predial, por
ejemplo), en los impuestos a la propiedad inmobiliaria, a la riqueza y herencias, a bienes y servicios,
así como en los ingresos de personas físicas, siendo el ingreso de personas morales el único que es
superior al promedio de la OCDE,7 aun cuando la cantidad de personas morales mexicanas
represente un porcentaje mucho menor (alrededor del 2%) del mundo de contribuyentes.
En este sentido, son diversas las razones de por qué en nuestro país las personas físicas y
morales no pagan impuestos: la informalidad en la que se encuentra el 55.4% de la población
económicamente activa, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es una de las de mayor peso. Otra más es el porcentaje
de evasión fiscal, entendido como la acción u omisión parcial o total, tendente a eludir, reducir o
retardar el cumplimiento de la obligación tributaria que, si bien ha ido a la baja en los últimos años
(del 34% en 2008 al 6% en 2021), sigue siendo una cifra muy alta en el mundo. Una última –objeto
de las siguientes líneas– son los problemas político-administrativos de la tributación que desalientan a
los contribuyentes a pagar sus impuestos; procedimientos complejos, muchas veces convertidos en
espacios de discrecionalidad y arbitrariedad (corrupción y falta de transparencia).
ALGUNAS REFLEXIONES
Sin duda, estos complejos y laboriosos procedimientos hacen de la devolución de saldo a favor
una figura tributaria poco atractiva para el contribuyente; un trámite bastante engorroso con impactos
negativos no solo en las inversiones y los flujos de efectivo de las empresas, sino que, incluso, puede
dar lugar a una violación de derechos humanos en tanto dicho reintegro puede ser negado y
rechazado de manera definitiva por parte de la autoridad, dejando sin efecto el derecho de obtener,
en su beneficio, las devoluciones de impuestos que tiene toda aquella persona que cumpla con su
deber ciudadano.
Un indiscutible atentado en contra del principio pro persona que, en los últimos años, se ha
convertido en un nuevo criterio de interpretación de la norma tributaria, sobre todo desde 2011,
cuando nuestra CPEUM se reformó, modificando diversos artículos a la luz del paradigma de
derechos humanos, estableciendo la obligatoriedad de todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad
con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, buscando la
protección más amplia del gobernado.
Con este cambio, refiere acertadamente Peón, se abre en materia tributaria un abanico de
posibilidades para los contribuyentes, ya que ahora estos pueden buscar, localizar y utilizar los
derechos en los diversos instrumentos que les puedan beneficiar en las controversias que tengan con
el fisco o en la interpretación de la norma tributaria.10 Lo anterior, en consonancia con el examen
constitucional de los impuestos que algunos tribunales –tesis 2a. LXXX/2008; P. CXLVIII/97; tesis P.
x/2013 (9a.); tesis 1a. XCVII/2007, entre otras–11 han realizado desde hace años y del trabajo de la
Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) y su Ley Federal de los Derechos del
Contribuyente (LFDC).12
De esta forma, aquellos balbuceos por el padre de la economía y que ahora se encuentran
estructurados en nuestra Constitución (legalidad tributaria, proporcionalidad tributaria, equidad y
destino al gasto), así como los derechos de contribuyentes contenidos en esta ley (a ser informado y
asistido, a ser escuchado, de petición, a la confidencialidad y protección de datos, a la
autocorrección fiscal, a no pagar más contribuciones de lo debido, de acceso a la justicia fiscal, a la
presunción de buena fe, a una administración ágil y eficiente y a un trato respetuoso) adquieren una
mayor relevancia a la hora de diseñar y ejecutar una política fiscal, y de resolver controversias
fiscales.
Apelando al derecho a la seguridad jurídica, a los principios tributarios aludidos, reconocidos en
los artículos 14, 16 y 31 de la Constitución y al derecho a no pagar más contribuciones de lo debido,
establecido en la LFDC, el 26 de enero de 2024, el Pleno Regional en Materia Administrativa de la
Región Centro-Norte determinó, a través de la tesis jurisprudencial PR.A.CN.J/50 A (11a.) con
número de registro digital 2028093, que si una persona solicita la devolución de un saldo a favor
conforme al artículo 22 del CFF (cantidades recibidas por la autoridad fiscal en exceso y sin causa
legal) y no combate la resolución de la autoridad que la niega, su derecho a solicitarla nuevamente no
precluye, siempre y cuando aquella no haya prescrito el derecho a reclamar y esta haya recaído
sobre los defectos formales de la primera solicitud (por ejemplo, requisitos formales exigidos, no se
aportaron las pruebas necesarias o no se atendió un requerimiento para que la autoridad hiciera un
pronunciamiento sobre su derecho), permitiendo subsanarlos en una nueva oportunidad; caso
contrario, si aquella primigenia resolución fue sobre los hechos o pruebas que se anexaron y se
concluyó que no asistía el derecho a la devolución, la persona afectada deberá impugnar la
respuesta para demostrar su ilicitud.
Con ello, cabe decir, se terminó la contradicción de tesis o las discrepancias que existían entre
Tribunales Colegiados de Circuito en cuanto a la interpretación de dicho artículo 22, pues mientras
uno estimó que el derecho para solicitar la devolución de un saldo precluye al haber consentido
tácitamente la determinación de la autoridad fiscal recaída a una primera solicitud, el otro sostuvo que
la norma no prohíbe presentar una nueva a fin de aportar elementos adicionales para obtener la
devolución, siempre y cuando se realice antes de que opere la prescripción (que es de cinco años).
La devolución de saldo a favor no es ninguna concesión; es un derecho general del
contribuyente que el Estado debe reconocer y que está dispuesto en la fracción II del artículo 2 de la
ley en la materia, que a la letra dice: Derecho a obtener, en su beneficio, las devoluciones de
impuestos que procedan en términos del Código Fiscal de la Federación y de las leyes fiscales
aplicables.
Resta, ahora, hacer más eficiente la normatividad interna del SAT a efecto de facilitar los saldos
a favor en la devolución de impuestos13 y, así, incentivar su pago, aumentando el número de
contribuyentes y permitiendo una mayor recaudación del gobierno mexicano, con su correspondiente
impacto favorable en el gasto público con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género.14
HECHOS RELEVANTES
Dos sociedades residentes fiscales en los EUA (USA1 y USA2) eran dueñas de un portafolio de
marcas para la fabricación y comercialización de bebidas.
USA1 y USA2 suscribieron contratos exclusivos con una sociedad residente en Australia (EMB)
para el embotellamiento de los productos (bebidas) y para la distribución de estos en el mercado
australiano. En esos contratos, USA1 y USA2 acordaron vender o hacer que una parte de su grupo
vendiera el concentrado a EMB para que esa sociedad lo mezclara con otros ingredientes y así
obtuviera las bebidas terminadas para ser distribuidas en el mercado.
USA1 y USA2 otorgaron una licencia a EMB para que esa sociedad pudiera usar sus
respectivas marcas en la manufactura, embotellamiento y distribución de las bebidas. En el contrato
con USA1, no se señalaba algo respecto al pago de regalías; mientras que en el contrato con USA2,
se estableció expresamente que la licencia era gratuita.
El concentrado para la elaboración de las bebidas era fabricado en Singapur por una empresa
(FAB) del grupo de USA1 y USA2, de acuerdo con las fórmulas y recetas de esas sociedades. El
concentrado era vendido por FAB a una sociedad del grupo residente en Australia (REV), quien fue
designada por USA1 y USA2 como el vendedor del concentrado a EMB, en términos de los contratos
referidos.
De esta manera, el concentrado fabricado por FAB era adquirido por REV, quien lo revendía a
EMB para obtener el producto final (bebidas) y distribuirlo en el mercado:
En ese contexto, la autoridad fiscal de Australia determinó que debió haber una retención a
USA1 y USA2 en Australia por los ingresos por regalías que le eran atribuibles en el pago que EMB
hizo a REV por la venta de concentrado.
En caso de no ser aplicable la retención, la autoridad fiscal sostuvo que resultaba aplicable el
impuesto a las ganancias desviadas (diverted profit tax), que son regulaciones antiabuso, incluidas
en la legislación fiscal australiana en 2017 y aplicables cuando uno de los propósitos principales del
esquema utilizado por los contribuyentes era obtener un beneficio fiscal.
Inconformes con las resoluciones de la autoridad fiscal australiana, USA1 y USA2 iniciaron
acciones para anularlas, solicitando que se reconociera que no eran sujetos a la retención de
impuesto sobre la renta (ISR) por regalías y que no resultaban aplicables las regulaciones antiabuso
señaladas. Los procedimientos se acumularon y a finales de 2023 se emitió la sentencia cuyo
análisis me ocupa.
CONCLUSIONES
Me parece que este tipo de posturas que han adoptado las administraciones tributarias y, en este
caso la Corte Federal de Australia, resultan jurídicamente cuestionables, dado que utilizan un enfoque
muy amplio para caracterizar las transacciones formalmente llevadas a cabo por las partes, pues,
para efectos fiscales, parece que son irrelevantes la forma en que las partes quisieron obligarse y
que los términos convenidos pueden interpretarse con base en el contexto comercial y de negocios,
pudiendo caracterizar de manera diferente las transacciones, incluso cuando son realizadas entre
terceros independientes.
Caracterizar las transacciones con base en la percepción que las autoridades o jueces tienen
del valor de una marca, de su entendimiento del contexto comercial y de negocios, carece de un
razonamiento de fondo, pues los efectos fiscales de un acuerdo no pueden depender de juicios de
valor, sino de su naturaleza jurídica.
Además, en ciertos modelos de negocio de distribución, las licencias no se otorgan con la
finalidad de que los distribuidores exploten la propiedad intelectual, sino para que legalmente la
sociedad distribuidora pueda comercializar los productos en determinado territorio.
Aunque podría pensarse que estas posturas de las autoridades fiscales podrían presentarse solo
para ciertas industrias como la de software, farmacéutica o retail, con base en los argumentos
planteados en la sentencia analizada, pudiera llegarse al absurdo de que en cualquier compraventa
de bienes que tenga asociada propiedad intelectual se pretendiera segregar el precio en distintos
elementos para determinar sus efectos fiscales.
Me parece que considerar los términos de los contratos en función de su contexto comercial o
de negocios para recaracterizar las transacciones es una manera de evitar la aplicación de cláusulas
antiabuso, que generalmente exigen un test objetivo para desconocer, modificar o sustituir las
operaciones realmente efectuadas por los contribuyentes.
Si bien no hay un consenso en el medio sobre la interacción que va a tener la cláusula general
antiabuso del artículo 5-A del Código Fiscal de la Federación (CFF), con la cláusula de propósito
principal de negocio incluida en los tratados fiscales internacionales, la manera en que esta última se
interpretó en el precedente analizado, pone de relieve mayores dificultades, pues da preeminencia al
elemento de sustancia sobre forma para su aplicación cuando la cláusula general antiabuso de
México está diseñada sobre la doctrina de razón de negocios.
Por lo anterior, considero que es importante analizar los contratos suscritos que pudieran
involucrar el uso de intangibles por los cuales no se paguen regalías a efecto de mitigar el riesgo de
que la autoridad fiscal estime que debió existir una retención por regalías, pues, a diferencia del
precedente analizado donde el pago fue requerido a las sociedades extranjeras, en México es muy
probable que se solicite a quien realizó los pagos, en su calidad de responsable solidario, por lo que
también es fundamental, de ser el caso, contar con un expediente robusto de defensa. •
INTRODUCCIÓN
El artículo 30 del Código Fiscal de la Federación (CFF) dispone que la contabilidad deberá
conservarse por un plazo de cinco años contados a partir de que se presentaron o debieron
presentarse las declaraciones relativas; sin embargo, este plazo admite muchas excepciones, tal y
como se comentará más adelante. Sin perjuicio de lo anterior, el artículo 46 del Código de Comercio
(Ccom) obliga a los comerciantes a conservar su contabilidad durante un plazo mínimo de 10 años.
Por tanto, cualquier empresa está obligada a conservar la contabilidad durante 10 ejercicios, como
mínimo.
Con base en el Ccom, cualquier tercero con interés jurídico, incluida la autoridad fiscal, puede
solicitar información contenida en la contabilidad relativa al menos a 10 ejercicios anteriores al
momento de que se trate, estando obligado el comerciante a proporcionar la información relativa.
En relación con los sujetos de contribuciones que sean distintos de los comerciantes, como es el
caso de las sociedades y asociaciones civiles o de personas físicas profesionistas o arrendadores,
no existe obligación legal distinta de la tributaria de llevar y/o conservar una contabilidad. En
consecuencia, se impone el contenido del artículo 30 del CFF, con las excepciones a las que me
referiré más adelante.
CONCEPTO DE CONTABILIDAD
Ahora bien, antes de interiorizar en el plazo para la conservación de la contabilidad desde la
perspectiva fiscal, es pertinente hacer una distinción entre el concepto de contabilidad que se utiliza
para fines mercantiles y financieros en relación con el empleado para efectos tributarios.
La doctrina contable, las Normas de Información Financiera (NIF) y el Ccom, previamente
invocado, refieren a la contabilidad como un sistema útil para la compilación y registro sistemático de
las transacciones y eventos que tengan una afectación económica en una determinada entidad con el
objeto de producir información financiera que sirva para evaluar su situación. De forma muy
sintética, es dable afirmar que la contabilidad se integra por un conjunto de documentos y reportes
que compilan los actos jurídicos que tienen una trascendencia económica o financiera en una
entidad económica.
Sin perjuicio de lo anterior, habrá que ser conscientes de que tanto la legislación mercantil como
la doctrina financiera también hacen referencia a los sistemas de contabilidad, los cuales incorporan
los medios utilizados para el registro y compilación de los actos económicos de la empresa, entre los
que estarían los programas, equipos de cómputo, documentos fuente, estados de cuenta, etc. De
hecho, esto se confirma al revisar el artículo 33 del Ccom, en donde se establece cómo se integra un
sistema de contabilidad, así como las características que debe reunir, mismas que se detallan en los
artículos 35, 36, 41 y demás correlativos del propio ordenamiento.
Para efectos tributarios, el artículo 28 del CFF establece las características que debe reunir la
contabilidad dentro del propio ámbito tributario. De tal descripción, se puede derivar que el alcance
que se le da al término contabilidad se refiere al sistema de información contable, en donde
confluyen los recursos materiales, humanos, tecnológicos, los documentos y registros que avalan las
operaciones y actos jurídicos realizados por el sujeto obligado.
Efectivamente, conforme al artículo 28 del CFF, el concepto contabilidad tiene un sentido amplio
que incluye los registros, libros, papeles de trabajo, estados de cuenta, comprobantes, controles de
inventarios, equipos y soporte para el procesamiento electrónico, manual o mecánico, medios de
almacenamiento de información y todos los documentos relacionados con el control de la información
y el proceso contable. Además, también se incluyen los libros corporativos y las declaraciones de
impuestos.
Por tanto, la obligación fiscal de conservar la contabilidad comprende no solo los libros y
registros, sino todos los elementos citados. Evidentemente, la falta de conservación de todos los
elementos puede implicar infracciones al CFF, que serían sancionadas conforme a los artículos 83,
84 y correlativos del mismo ordenamiento.
PLAZOS DE CONSERVACIÓN
En concreto, de conformidad con el artículo 30 del CFF, la contabilidad, de acuerdo con el
concepto antes descrito, debe conservarse durante un plazo mínimo de cinco años contados a partir
de que se haya(n) presentado la(s) declaración(es) anual(es) o mensual(es) conducentes. No
obstante, el citado artículo 30 contiene múltiples excepciones que deben tenerse en consideración
por los contribuyentes. A continuación, apunto brevemente cada una de ellas:
1. Libros corporativos y declaraciones anuales y provisionales de impuestos, los cuales deben
conservarse indefinidamente durante la vida del contribuyente.
2. Pérdidas fiscales respecto de las cuales las autoridades podrán exigir la documentación
relativa al origen y procedencia de las mismas cuando se disminuyan o aprovechen. Por tanto, para
efectos prácticos, esto significa que la documentación relativa a las citadas pérdidas deberá
conservarse hasta por un plazo de cinco ejercicios contados a partir de que se hubieren deducido o
agotado. Tomando en consideración el plazo máximo de 10 años, establecido en el artículo 57 de la
Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) para amortizar las pérdidas, resulta que la documentación
relativa a las pérdidas en cuestión puede tener que conservarse a lo largo de 15 ejercicios.
3. Cuenta de Capital de Aportación (Cuca) y Cuenta de Utilidad Fiscal Neta (Cufin): los
documentos relativos a la determinación de los saldos de estas cuentas deberán conservarse
indefinidamente mientras la sociedad de que se trate disponga de tales saldos.
4. Respecto a los préstamos, los contribuyentes deben conservar la documentación relativa a
aquellos otorgados o recibidos por un periodo mínimo de cinco ejercicios a partir de que se hubieren
obtenido o cobrado los mismos. Al respecto, hay que señalar que las autoridades pretenden dar un
concepto amplio al término préstamos para, informalmente, referirse a operaciones de
financiamiento.
5. En cuanto a los activos de importación, conforme al artículo 146 de la Ley Aduanera, los
contribuyentes deben conservar la documentación relativa a la legal importación de los bienes de que
se trate por un periodo mínimo de cinco años contados a partir del último día en que se han tenido,
poseído o manejado las mercancías o bienes de procedencia extranjera sin perjuicio de que los
bienes en cuestión estén totalmente depreciados. Es importante señalar que el incumplimiento de esta
disposición podrá implicar que la simple tenencia, manejo o transportación de estos bienes pueda
considerarse como contrabando, con las penas que al efecto se prevén en la ley de la materia.
CONCLUSIONES
La contabilidad es un sistema que permite registrar, clasificar y compilar los diversos actos
económicos y jurídicos que realiza una entidad económica, con el propósito de dar información útil y
confiable a los interesados en su operación.
Los papeles de trabajo son un concepto indeterminado que forma parte de la contabilidad; de
hecho, no está definido en el orden jurídico ni en la normatividad financiera, en su caso, se trata de
un concepto solamente explorado en la doctrina contable o financiera, especialmente tratándose de
auditoría. Por tanto, el alcance de dicho término puede ser discrecional con la incertidumbre jurídica
que esto provoca.
En mi opinión, los únicos papeles de trabajo de los cuales su manutención y exhibición puede
exigirse fiscalmente son aquellos que respaldan las cantidades consignadas en las declaraciones de
impuestos, cuyo monto no emana directamente de la contabilidad, sino de cálculos o conciliaciones
que deben estar documentados. Este es el caso de la depreciación fiscal, la determinación del ajuste
por inflación, la determinación de intereses devengados, etc. Desde mi punto de vista, sería
improcedente cualquier exigencia de las autoridades para exhibir papeles de trabajo diversos de los
ya descritos.
Los comerciantes están obligados por la legislación secundaria a mantener un sistema de
contabilidad al menos durante un periodo de 10 años.
El derecho humano relativo a la inviolabilidad del domicilio establece que los gobernados solo
están obligados a exhibir su contabilidad siempre que exista mandamiento por escrito firmado por
autoridad competente que funde y motive tal requerimiento. En ningún caso, esta garantía faculta a la
autoridad a exigir que el particular realice compilaciones, integraciones, elabore informes o reportes,
diversos de los que forman parte de su contabilidad. El que la autoridad haga este tipo de solicitudes
puede resultar violatorio del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(CPEUM).
No existe disposición legal que impida a las autoridades solicitar información contable de
cualquier ejercicio; sin embargo, su facultad se ve acotada en la medida en que el particular no esté
obligado a disponer de la información requerida.
Para efectos mercantiles, los empresarios están obligados a conservar su contabilidad durante
10 años; para efectos impositivos, no existe norma que establezca plazo de conservación de la
contabilidad, por lo que debe prevalecer aquel.
El sistema de contabilidad es esencial como un medio de probanza a favor de los contribuyentes
que servirá para demostrar sus operaciones. Mientras más robusto y eficaz sea el referido sistema,
brindará mayor confiabilidad a la información que contiene y soportará la legitimidad de sus actos.
Sin perjuicio de lo anterior, nominalmente, las autoridades fiscales solo pueden determinar
omisiones en el cumplimiento de obligaciones tributarias durante un plazo de cinco años contados a
partir del día siguiente a que se presentó la declaración del ejercicio objeto de la revisión, excepto en
los casos en que se haya presentado declaración complementaria, en donde el plazo se ampliará
otros cinco años en los rubros que se modificaron a través de esta última. No obstante, este plazo se
amplía en muchos casos concretos en los que ciertos documentos, informes y registros deben
conservarse durante toda la vida del contribuyente. Fuera de este término, caducarán las facultades
de comprobación de la autoridad fiscal competente.
Por esto, es importante conocer los plazos de conservación de cierta información contable a
efecto de evitar incurrir en omisiones involuntarias o incluso negligentes, que amplíen los periodos
para el ejercicio de facultades de comprobación a las autoridades o incluso a presumir ingresos a
favor del contribuyente. Por ejemplo, el artículo 55 del CFF dispone que la falta de presentación de
libros y registros de contabilidad que haya solicitado la autoridad fiscalizadora habilita a esta última a
determinar presuntivamente la utilidad fiscal o base gravable del contribuyente.
Merecen atención los casos de las declaraciones anuales de contribuciones, las actas de
asamblea y documentos societarios, los registros de las cuentas de capital contable actualizado y
cuenta de utilidad fiscal neta, entre otros, que deben conservarse indefinidamente durante la vida del
contribuyente en cuestión. Asimismo, tratándose de pérdidas fiscales, activos fijos y diferidos, etc., la
información contable relativa deberá conservarse durante todo el tiempo en que hayan surtido efectos
fiscales y, al menos, cinco años más. En cuanto a los activos o bienes importados, la documentación
correspondiente deberá conservarse mientras los mismos estén en posesión del sujeto y cinco años
más.
Es recomendable evitar que los contribuyentes incurran en la falsa creencia de que, para
efectos fiscales, la contabilidad solo debe conservarse durante cinco años y que la autoridad no
puede requerirle información respecto de ejercicios anteriores.
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
La obligatoriedad de precios de transferencia en personas físicas se encuentra en el Título IV
“De las personas físicas”, artículo 90, en su penúltimo párrafo, de la Ley del Impuesto sobre la Renta
(LISR), que establece la obligación para aquellos contribuyentes que celebren operaciones con
partes relacionadas de determinar sus ingresos acumulables y deducciones autorizadas,
considerando para dichas operaciones los precios, montos de contraprestaciones o márgenes de
utilidad que hubieran utilizado u obtenido con o entre partes independientes en operaciones
comparables.
En adición, el concepto de partes relacionadas en personas físicas se localiza en el último
párrafo del artículo 90 del Título IV de la LISR, cuya redacción jurídica es igual a la del quinto párrafo
del artículo 179 de la misma ley, solamente adicionando en la parte final una redacción que nos
remite a la Ley Aduanera cuando exista vinculación entre ellas y, si bien es cierto que la redacción no
lo precisa, se refiere al artículo 68 de la Ley Aduanera en sus ocho fracciones.
Por otra parte, se encuentra la obligación de presentar la declaración informativa de operaciones
con partes relacionadas a través del anexo 9 de la Declaración Informativa Múltiple (DIM), que se
señala en el artículo 110, fracción X, de la LISR, así como en lo que respecta a la opción de no
obtener y conservar la documentación comprobatoria de precios de transferencia en el mismo
artículo 110, fracción XI. Es importante destacar que este artículo se encuentra en la Sección I “De
las personas físicas con actividades empresariales y profesionales” del Capítulo II “De los ingresos
por actividades empresariales y profesionales” del Título IV “De las personas físicas”.
Con base en lo anterior, surge la pregunta: ¿es obligatoria la presentación del anexo 9 de la DIM
para el resto de los capítulos del Título IV?; así como también: ¿sería aplicable lo referente a la
opción de no obtener y conservar la documentación comprobatoria de precios de transferencia?
Artículo 90. …
…
Los contribuyentes de este Título que celebren operaciones con partes
relacionadas están obligados, para los efectos de esta Ley, a determinar sus
ingresos acumulables y sus deducciones autorizadas, considerando, para
esas operaciones, los precios, montos de contraprestaciones o márgenes de
utilidad que hubieran utilizado u obtenido con o entre partes independientes
en operaciones comparables. En caso contrario, las autoridades fiscales
podrán determinar los ingresos acumulables y las deducciones autorizadas de
los contribuyentes, mediante la determinación del precio, monto de la
contraprestación o márgenes de utilidad en operaciones celebradas entre
partes relacionadas, considerando, para esas operaciones, los precios,
montos de contraprestaciones o márgenes de utilidad que hubieran utilizado u
obtenido con o entre partes independientes en operaciones comparables,
mediante la aplicación de los métodos establecidos en el artículo 180 de esta
Ley, ya sea que éstas sean con personas morales, residentes en el país o en
el extranjero, personas físicas y establecimientos permanentes en el país de
residentes en el extranjero, así como en el caso de las actividades realizadas
a través de fideicomisos.
…
(Énfasis añadido).
A su vez, la redacción jurídica del penúltimo párrafo del artículo 90 del Título IV “De las personas
físicas” de la LISR se asemeja a la redacción de la fracción XII, del artículo 76 del Título II “De las
personas morales” de esta misma ley:
Artículo 76. …
…
XII. Tratándose de personas morales que celebren operaciones con
partes relacionadas, éstas deberán determinar sus ingresos acumulables y
sus deducciones autorizadas, considerando para esas operaciones los
precios, montos de contraprestaciones o márgenes de utilidad que hubieran
utilizado u obtenido con o entre partes independientes en operaciones
comparables. Para estos efectos, aplicarán los métodos establecidos en el
artículo 180 de esta Ley, en el orden establecido en el citado artículo.
(Énfasis añadido).
Asimismo, el primer párrafo del artículo 179 de la LISR, que se desprende del Capítulo II del
Título VI “De las entidades extranjeras controladas sujetas a regímenes fiscales preferentes, de las
empresas multinacionales y de las operaciones celebradas entre partes relacionadas” indica lo
siguiente:
No obstante, la fracción XI del artículo 110 de la Sección I del Capítulo II del Título IV “De las
personas físicas” de la LISR señala la obligación de obtener y conservar la
documentación, misma a que se refiere el artículo 76, en su fracción IX, del Título II “De las
personas morales” de este mismo ordenamiento:
Artículo 110. …
…
XI. Obtener y conservar la documentación a que se refiere el artículo 76,
fracción IX de esta Ley. Lo previsto en esta fracción no se aplicará tratándose
de contribuyentes cuyos ingresos en el ejercicio inmediato anterior no hayan
excedido de $13’000,000.00, excepto aquéllos que se encuentren en el
supuesto a que se refiere el penúltimo párrafo del artículo 179 de esta Ley. El
ejercicio de las facultades de comprobación respecto de esta obligación
solamente se podrá realizar por ejercicios terminados.
…
(Énfasis añadido).
Tomando en consideración la redacción jurídica del primer párrafo de la fracción IX del artículo
76 del Título II “De las personas morales” de la LISR a que hace referencia la fracción XI del artículo
110, de la Sección I del Capítulo II del Título IV “De las personas físicas” de esta Ley:
Artículo 76. …
…
IX. Obtener y conservar la documentación comprobatoria, tratándose de
contribuyentes que celebren operaciones con partes relacionadas, con la
que demuestren que el monto de sus ingresos y deducciones se
efectuaron de acuerdo a los precios, montos de contraprestaciones o
márgenes de utilidad, que hubieran utilizado u obtenido con o entre partes
independientes en operaciones comparables, …
(Énfasis añadido).
Artículo 110. …
…
XI. Obtener y conservar la documentación a que se refiere el artículo 76,
fracción IX de esta Ley. Lo previsto en esta fracción no se aplicará
tratándose de contribuyentes cuyos ingresos en el ejercicio inmediato
anterior no hayan excedido de $13’000,000.00, excepto aquéllos que se
encuentren en el supuesto a que se refiere el penúltimo párrafo del artículo
179 de esta Ley. El ejercicio de las facultades de comprobación respecto de
esta obligación solamente se podrá realizar por ejercicios terminados.
(Énfasis añadido).
3.9.2. Para los efectos del artículo 76, fracción XII de la Ley del ISR, las
personas morales que celebren operaciones con partes relacionadas
residentes en México y realicen actividades empresariales cuyos ingresos en
el ejercicio inmediato anterior no hayan excedido de $13’000,000.00 (trece
millones de pesos 00/100 M.N.), así como aquellas cuyos ingresos derivados
de la prestación de servicios profesionales no hubiesen excedido en dicho
ejercicio de $3’000,000.00 (tres millones de pesos 00/100 M.N.), podrán dejar
de obtener y conservar la documentación comprobatoria con la que
demuestren lo siguiente:
I. Que el monto de sus ingresos acumulables y sus deducciones
autorizadas se efectuaron considerando para esas operaciones los precios,
montos de contraprestaciones o márgenes de utilidad que hubieran utilizado u
obtenido con o entre partes independientes en operaciones comparables.
II. Que para los efectos de la fracción anterior, se aplicaron los métodos
establecidos en el artículo 180 de la Ley del ISR, en el orden de dicho artículo.
La opción señalada en la presente regla no será aplicable tratándose de los
contratistas o asignatarios a que se refiere la LISH.
LISR 76, 180
(Énfasis añadido).
Sin embargo, la regla 3.9.2. de la RM solo contempla a las personas morales, haciendo
referencia a la fracción XII del artículo 76 de la LISR, por lo que excluye a las personas físicas.
De acuerdo con lo anterior, la opción de no obtener y conservar la documentación
comprobatoria de precios de transferencia para personas físicas solo se precisa en la Sección I del
Capítulo II en el Título IV en lo que corresponde a la fracción XI del artículo 110 de la LISR.
En este sentido, podría suscitarse un escenario en que una operación celebrada con partes
relacionadas no corresponda a la Sección I del Capítulo II del Título IV, en la que una persona moral
pudiera estar en dado momento exenta de obtener y conservar la documentación comprobatoria de
precios de transferencia, mientras que una persona física sí tenga la obligación de obtener y
conservar la documentación comprobatoria por regla general del penúltimo párrafo del artículo 90 del
Título IV de la LISR, así como lo establecido en el primer párrafo del artículo 179 de la misma ley.
Si bien es cierto que en los artículos 76, segundo párrafo, y 110, fracción XI, de la LISR en
complemento con la regla 3.9.2. de la RM se contempla la opción en dado momento de no obtener y
conservar la documentación comprobatoria, la redacción jurídica no exime de que las operaciones
con partes relacionadas se celebren a precios de valor de mercado.
¿Para el resto de los demás capítulos del Título IV es aplicable la opción de no obtener y
conservar la documentación comprobatoria de precios de transferencia?
La opción de no obtener y conservar la documentación comprobatoria de precios de
transferencia para personas físicas solo se establece en el Capítulo II, Sección I, del Título IV, en la
fracción XI del artículo 110 de la LISR, por lo que solo sería aplicable a ese capítulo y Sección I en
específico. Para el resto de los demás capítulos del Título IV, sí se tendría la obligación de contar con
la documentación comprobatoria de precios de transferencia por regla general del penúltimo párrafo
del artículo 90, así como lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 179 de la LISR, para efectos
de determinar que sus ingresos acumulables y sus deducciones autorizadas son iguales a las de las
operaciones celebradas con partes independientes en operaciones comparables.
Artículo 76. …
…
X. Presentar, a más tardar el 15 de mayo del año inmediato posterior a la
terminación del ejercicio de que se trate, la información de las operaciones que
realicen con partes relacionadas, efectuadas durante el año de calendario
inmediato anterior, que se solicite mediante la forma oficial que al efecto
aprueben las autoridades fiscales.
…
Artículo 110. …
…
X. Presentar, a más tardar el 15 de mayo del año inmediato posterior a la
terminación del ejercicio de que se trate, la información a que se refiere el
artículo 76, fracción X de esta Ley.
…
(Énfasis añadido).
Esta obligación solo se centra en la Sección I, en el Capítulo II, del Título IV de la LISR.
De conformidad con esto, es fundamental tomar en consideración la regla 3.9.18. de la RM, en
la que también se señala la opción para no presentar la declaración informativa de operaciones con
partes relacionadas:
3.9.18. Para los efectos de los artículos 76, fracción X y 110, fracción X
de la Ley del ISR, los contribuyentes que celebren operaciones con partes
relacionadas y que realicen actividades empresariales cuyos ingresos en el
ejercicio inmediato anterior no hayan excedido de $13’000,000.00 (trece
millones de pesos 00/100 M.N.), así como aquellos cuyos ingresos derivados
de la prestación de servicios profesionales no hubiesen excedido en dicho
ejercicio de $3’000,000.00 (tres millones de pesos 00/100 M.N.), podrán no
presentar la información de las operaciones que realicen con partes
relacionadas efectuadas durante el año calendario inmediato anterior.
Lo anterior no será aplicable a aquellos residentes en México que celebren
operaciones con sociedades o entidades sujetas a regímenes fiscales
preferentes, así como a los contratistas o asignatarios a que se refiere la
LISH.
LISR 76, 110
(Énfasis añadido).
Requisitos de deducción
Con base en el análisis llevado a cabo anteriormente, si se toma en consideración lo referente al
contexto de requisitos de deducción, el artículo 105, primer y último párrafos, de la Sección I del
Capítulo II, del Título IV de la LISR establece lo siguiente:
Ahora bien, el primer párrafo de la fracción XVIII del artículo 27 de la LISR, dispone lo siguiente:
Artículo 27. …
…
XVIII. … Tratándose de las declaraciones informativas a que se refieren
los artículos 76 de esta Ley…, éstas se deberán presentar en los plazos que
al efecto establece el citado artículo 76 y contar a partir de esa fecha con los
comprobantes fiscales correspondientes. Además, la fecha de expedición de
los comprobantes fiscales de un gasto deducible deberá corresponder al
ejercicio por el que se efectúa la deducción.
…
(Énfasis añadido).
Lo anterior es consistente, dado que en la Sección I del Capítulo II del Título IV se establece la
obligación de presentar el anexo 9 de la DIM en la fracción X del artículo 110 de la citada ley.
Mientras que el primer párrafo del artículo 147 del Capítulo X “De los requisitos de las
deducciones” del Título IV “De las personas físicas” de la LISR indica lo siguiente:
Artículo 147. Las deducciones autorizadas en este Título para las personas
físicas que obtengan ingresos de los Capítulos III, IV y V de este Título,
deberán reunir los siguientes requisitos:
…
Tomando en consideración la redacción jurídica de la fracción VIII del
artículo 147:
Artículo 147. …
…
VIII. … Tratándose de las declaraciones informativas a que se refieren
los artículos 76 de esta Ley y 32, fracciones V y VIII de la Ley del Impuesto al
Valor Agregado, éstas se deberán presentar en los plazos que al efecto
establece el citado artículo 76 y contar a partir de esa fecha con los
comprobantes fiscales correspondientes.
(Énfasis añadido).
Esto se asemeja a la redacción jurídica del primer párrafo de la fracción XVIII del artículo 27 de
la LISR mencionado previamente, lo cual no tiene consistencia, dado que los Capítulos III “De los
ingresos por arrendamiento y en general por otorgar el uso o goce temporal de bienes
inmuebles”, IV “De los ingresos por enajenación de bienes del régimen general” y V “De los ingresos
por adquisición de bienes” no tienen efecto en relación con la declaración informativa de
operaciones con partes relacionadas que se presenta a través del anexo 9 de la DIM, dado que en el
contenido de sus respectivos capítulos no existe una redacción jurídica que haga mención al
cumplimiento de esta obligación. Lo mismo también correspondería al Capítulo I “De los ingresos por
salarios y en general por la prestación de un servicio personal subordinado”, así como para el
Capítulo VI “De los ingresos por intereses”, que, por cierto, ambos capítulos, junto con el II “De los
ingresos por actividades empresariales y profesionales” no están contemplados en la redacción
jurídica del primer párrafo del artículo 147 del Capítulo X “De los requisitos de las deducciones” del
Título IV “De las personas físicas” de la LISR.
Artículo 32-H. …
VI. Los contribuyentes que sean partes relacionadas de los sujetos
establecidos en el artículo 32-A, segundo párrafo de este Código.
CONCLUSIÓN
Mediante el análisis realizado en conjunto con las redacciones jurídicas y el cómo está
estructurada la obligatoriedad de precios de transferencia para personas físicas en el Título IV de la
LISR, el cumplir con la presentación de la declaración de operaciones con partes relacionadas a
través del anexo 9 de la DIM en el artículo 110 en su fracción X, así como, el caso de la opción para
no obtener y conservar la documentación comprobatoria de precios de transferencia en el artículo
110 en su fracción XI, solo tienen efecto para la Sección I del Capítulo II del Título IV de personas
físicas.
El resto de los capítulos no tienen la obligación de presentar el anexo 9 de la DIM; sin embargo,
sí tienen la obligación de contar con la documentación de precios de transferencia, por regla general,
mediante el penúltimo párrafo del artículo 90 y conforme a lo establecido en el primer párrafo del
artículo 179 de la LISR.
Finalmente, el aplicativo de la Issif para personas físicas reafirma el análisis desarrollado en todo
este documento, de acuerdo con los alcances de la información que solicita a través del anexo 9 de
la DIM y la evidencia documental.
Y en el primer párrafo del artículo 69 del Código Fiscal de la Federación (CFF), que indica lo
siguiente:
No obstante lo anterior, el mismo artículo 69 del CFF expresa las excepciones a dicha reserva,
mencionando que no comprenderá:
a) Los casos que señalen las leyes fiscales y aquellos en que deban suministrarse datos a los
funcionarios encargados de la administración y de la defensa de los intereses fiscales federales, a
las autoridades judiciales en procesos del orden penal o a los tribunales competentes que conozcan
de pensiones alimenticias o en el supuesto previsto en el artículo 63 de este código –para motivar las
resoluciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y cualquier otra autoridad u
organismo descentralizado competente en materia de contribuciones federales–.
b) La información relativa a los créditos fiscales firmes de los contribuyentes, que las
autoridades fiscales proporcionen a las sociedades de información crediticia que obtengan
autorización de la SHCP de conformidad con la Ley para Regular las Socieda-des de Información
Crediticia (LSIC).
c) Ni la que se proporcione para efectos de la notificación por terceros a que se refiere el último
párrafo del artículo 134 de este código (para habilitar a terceros para que realicen las notificaciones
de actos administrativos).
d) Ni la que se proporcione a un contribuyente para verificar la información contenida en los
Comprobantes Fiscales Digitales por Internet o Facturas Electrónicas (CFDI) que se pretenda
deducir o acreditar, expedidos a su nombre en los términos de este ordenamiento.
Asimismo, se establece, en el mismo artículo 69 del CFF, que la reserva a que se refiere su
primer párrafo no resulta aplicable respecto del nombre, denominación o razón social y clave del
Registro Federal de Contribuyentes (RFC) de aquellos que se encuentren en los siguientes
supuestos:
Artículo 69. …
…
I. Que tengan a su cargo créditos fiscales firmes.
II. Que tengan a su cargo créditos fiscales determinados, que siendo
exigibles, no se encuentren pagados o garantizados en alguna de las formas
permitidas por este Código.
III. Que estando inscritos ante el registro federal de contribuyentes, se
encuentren como no localizados.
IV. Que haya recaído sobre ellos sentencia condenatoria ejecutoria
respecto a la comisión de un delito fiscal.
V. Que tengan a su cargo créditos fiscales que hayan sido afectados en los
términos de lo dispuesto por el artículo 146-A de este Código.1
VI. Que se les hubiere condonado algún crédito fiscal.
VII. Cualquier autoridad, entidad, órgano u organismo de los poderes
Legislativo, Ejecutivo y Judicial, de la Federación, de las Entidades Federativas
y de los municipios, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos y
fondos, así como cualquier persona física, moral o sindicato, que reciban y
ejerzan recursos públicos federales, que se encuentren omisos en la
presentación de declaraciones periódicas para el pago de contribuciones
federales propias o retenidas. Tratándose de este supuesto, también se
publicará en la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria, el
ejercicio y el periodo omiso.
VIII. Sociedades anónimas que coloquen acciones en el mercado de
valores bursátil y extrabursátil a que se refiere la Ley del Mercado de Valores
que no cumplan con la obligación de tramitar su constancia del cumplimiento
de obligaciones fiscales.
IX. Personas físicas o morales que hayan utilizado para efectos fiscales
comprobantes que amparan operaciones inexistentes, sin que dichos
contribuyentes hayan demostrado la materialización de dichas operaciones
dentro del plazo legal previsto, salvo que el propio contribuyente, dentro del
mismo plazo haya corregido su situación fiscal.
X. Personas físicas o morales a quienes el Servicio de Administración
Tributaria les haya dejado sin efectos el certificado de sello digital, por
ubicarse en alguno de los supuestos establecidos en el artículo 17-H,
fracciones X, XI o XII de este Código,2 salvo que los contribuyentes subsanen
las irregularidades detectadas por las autoridades fiscales, o bien, corrijan su
situación fiscal.
• Habiendo sido impugnado el crédito fiscal, el particular se desista del medio de defensa
respectivo.
• En el medio de defensa interpuesto por el particular, se emita resolución que confirme la validez
del documento determinante del crédito fiscal, deseche el medio de defensa o que ponga fin al
recurso o juicio, y dicha resolución no admita ya ningún medio de defensa o bien, admitiéndolo,
el mismo no haya sido promovido por el particular dentro de los plazos legales.
• Aperturar nuevas oficinas5 de atención en los cinco estados con mayor demanda, las cuales se
sumarán a las 157 existentes en el país.
• Fortalecer el programa de Oficina Móvil6 en las 32 entidades del país, a fin de acercar los
servicios a todos los contribuyentes.
b) Fiscalización:
• Implementar modelos de analítica de grafos y machine learning (aprendizaje automático) para la
clasificación de los contribuyentes de riesgo, la identificación de redes complejas de elusión y
evasión, así como la detección de inconsistencias en los CFDI, asociadas con el contrabando y
empresas fachada –Empresas que Deducen Operaciones Simuladas (EDOS) y Empresas que
Facturan Operaciones Simuladas (EFOS)–,7 con énfasis en los siguientes sectores:
- Automotriz.
- Bebidas alcohólicas y cigarros.
- Construcción.
- Electrónicos.
- Entretenimiento y espectáculos.
- Farmacéutico.
- Hidrocarburos.
- Hotelería y alojamiento.
- Logística y transporte.
- Metalúrgico.
- Paquetería y mensajería.
- Plataformas tecnológicas.
- Publicidad.
- Servicios inmobiliarios.
c) Recaudación:
• Apoyar las acciones de cobro a los contribuyentes que tengan créditos fiscales no garantizados.
• Dar seguimiento central a los asuntos con una cuantía igual o mayor a 100 millones de pesos
(mdp).
REFLEXIÓN FINAL
El Plan Maestro 2024 del SAT constituye un instrumento eficaz que busca un incremento
considerable en los márgenes de recaudación, mediante el uso de la inteligencia artificial, que, sin
lugar a duda, mejorará el sistema electrónico del SAT, así como desarrollará la presencia física de la
autoridad y, con ello, aumentará los márgenes de recaudación, siguiendo así la línea del titular del
Ejecutivo Federal, en el sentido de no establecer nuevos impuestos.
FUENTES CONSULTADAS
FACULTADES DE SUPERVISIÓN
En cumplimiento de los compromisos adquiridos con el GAFI, nuestro país ha desarrollado un
amplio marco normativo relativo a la supervisión del cumplimiento de las obligaciones de quienes
realizan actividades vulnerables, siendo la propia LFPIORPI la que confiere a la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) el carácter de autoridad supervisora. Por su parte, el Reglamento
de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita (RLFPIORPI) especifica que será el SAT, órgano administrativo desconcentrado de la SHCP, el
que tendrá las atribuciones en materia de supervisión del cumplimiento de quienes efectúan
actividades vulnerables, entre las cuales se encuentran llevar el padrón de personas que realizan
actividades vulnerables, hacer las visitas de verificación e imponer las sanciones administrativas
previstas en la ley.
Derivado del mandato que tiene el SAT de monitorear y supervisar el cumplimiento de la
LFPIORPI, así como de sancionar su incumplimiento, en su reglamento interior se ha incorporado un
título en el que se distribuyen múltiples facultades en diversas áreas. Encontramos que, en materia de
la LFPIORPI, se otorgan facultades a la Administración General de Servicios al Contribuyente, la
Administración General de Auditoría Fiscal Federal, la Administración General de Auditoría de
Comercio Exterior, la Administración General de Recaudación, la Administración General Jurídica, la
Administración Central de Asuntos Jurídicos de Actividades Vulnerables, las Administraciones de
Asuntos Jurídicos de Actividades Vulnerables, sus unidades administrativas y administraciones
desconcentradas.
Con el propósito de lograr mayor eficacia en la aplicación de las disposiciones de su
competencia, así como para mejorar la eficiencia en el desarrollo de las funciones encomendadas, el
SAT ha delegado en diversos servidores públicos algunas de las facultades que tiene en materia de la
LFPIORPI, específicamente aquellas relacionadas con las visitas de verificación que practica a
quienes realizan actividades vulnerables para comprobar el cumplimiento de sus obligaciones. Como
resultado de esto, desde el año pasado se ha notado un incremento en los actos de verificación del
SAT, para abarcar cada vez más lugares, más actividades vulnerables y más sujetos obligados.
Es evidente que el SAT se encuentra cumpliendo activamente con su papel de autoridad
supervisora y sancionadora; sin embargo, existe la percepción de que está pasando por alto la
finalidad del régimen de prevención de lavado de dinero al que están sujetas las actividades
vulnerables. Al respecto, cabe recordar que uno de los ejes de la LFPIORPI es el régimen de reporte
de operaciones, el cual tiene como finalidad que la UIF cuente con información útil para sus análisis.
En este orden de ideas, cuando el SAT ejerce sus facultades de supervisión, debe hacerlo en el
entendimiento de que está supervisando que el sujeto obligado haya cumplido con sus obligaciones
de tal manera que ha colaborado con el régimen de prevención, es decir, que a través de su
cumplimiento ha logrado la finalidad última de aportar información útil a la UIF.
Para que la supervisión del SAT sea efectiva, la programación de actos de verificación debiera ir
dirigida a aquellos sujetos obligados en los que existe una mayor posibilidad de que sus clientes
utilicen recursos de procedencia ilícita, a quienes realizan operaciones en efectivo y a aquellos que
llevan a cabo transacciones por montos elevados, ya que ahí existe un mayor riesgo de lavado de
dinero y es donde más se debe supervisar el cumplimiento.
Cuando se programan los actos de verificación considerando solamente el factor relativo al envío
de avisos en tiempo, sin tomar en cuenta los otros factores y, sobre todo, si estos hacen que el riesgo
de lavado de dinero sea bajo, no se está abonando al régimen de prevención de lavado de dinero, ya
que podría haber sujetos obligados con un mayor riesgo de ser utilizados para el lavado de dinero
que no están siendo supervisados. Por tanto, los recursos y esfuerzos de la autoridad supervisora se
estarían destinando a sujetos obligados con un menor riesgo de ser usados para el lavado de dinero.
Es cierto que las 40 Recomendaciones del GAFI señalan que las sanciones deben ser eficaces
y disuasivas, pero su aplicación debe ser en congruencia con los objetivos del régimen de
prevención de lavado de dinero, lo que se puede lograr si hay mayor y mejor comunicación entre el
SAT y la UIF.
CONCLUSIÓN
La autoridad supervisora debe tener presente que la LFPIORPI carece de fines recaudatorios y
que su propósito no es sancionar a diestra y siniestra; más bien, dicha autoridad debiera orientar a
los sujetos obligados para que, con un debido cumplimiento, aporten a la UIF la información que se
espera de ellos. Desde luego, si en un acto de verificación se detecta el incumplimiento de una
obligación de la ley, se debe imponer la sanción que corresponda, pero siempre con estricto apego al
marco legal, sin excederse o abusar de sus atribuciones.
Finalmente, quienes realizan actividades vulnerables deben cumplir puntual y correctamente con
las obligaciones de la LFPIORPI; con esto, su participación en el régimen de prevención de lavado de
dinero será eficaz y, algo muy importante, ante un acto de verificación, podrán acreditar su
cumplimiento y no serán objeto de sanciones. No olvidemos que el SAT puede sancionar a un sujeto
obligado por incumplimientos de la LFPIORPI, aunque el cliente no haya utilizado recursos de
procedencia ilícita; por el contrario, el SAT no sancionará a un sujeto obligado que cumplió con la
LFPIORPI, aun cuando su cliente haya utilizado recursos de procedencia ilícita. De ahí la
importancia de implementar los debidos programas de cumplimiento. •
GENERALIDADES
El pasado 26 de enero, se publicó en el DOF el decreto por el cual se expide la Ley General de Mecanismos
Alternativos de Solución de Controversias (LGMASC), cuyo objeto es, según lo previsto en su artículo 1, el
establecimiento de las bases, principios generales y distribución de competencias en materia de dichos
mecanismos, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 17 y 73, fracción XXIX-A, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
El artículo 2 de la LGMASC refiere que los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias (MASC)
serán aplicados por las personas facilitadoras en el ámbito público o privado y las personas abogadas
colaborativas, entendiéndose por las primeras, aquellas personas físicas certificadas para el ejercicio público o
privado, cuya función es propiciar la comunicación y avenencia para la solución de controversias, y por las
segundas, las que cuenten con una patente para ejercer la profesión del Derecho o abogacía, certificadas en
términos de la LGMASC, que participan en conjunto con las partes mediante un proceso de negociación
colaborativa con el fin de encontrar soluciones beneficiosas para las mismas.
Por lo que toca a la posibilidad de que el Estado mexicano sea parte de los MASC, el artículo 7 de la
LGMASC señala que las dependencias públicas, órganos y organismos de los tres órdenes de gobierno, poderes
públicos, empresas productivas del Estado y órganos constitucionales autónomos podrán concurrir a los MASC,
mismos que serán admisibles, siempre que no resulten contrarios al orden jurídico o interés público ni versen
sobre derechos indisponibles.
ÁMBITO ADMINISTRATIVO
La utilización de los MASC no es nueva; desde hace algún tiempo se vienen aplicando, tanto a nivel local
como federal, en la solución de controversias civiles, mercantiles y vecinales.
En materia administrativa, tampoco son nuevos; basta recordar que, desde su creación, la Procuraduría de
la Defensa del Contribuyente (Prodecon) conoce de las quejas presentadas por los contribuyentes en contra de
los actos emitidos por las autoridades fiscales federales que pueden resultar violatorios de los derechos de los
pagadores de impuestos. Además, desde 2014, la Prodecon es la rectora del procedimiento de acuerdo
conclusivo, previsto en el Código Fiscal de la Federación (CFF), el cual ha servido para que un gran número de
contribuyentes diriman, de manera consensuada con las autoridades, sus diferencias sobre la calificación de
hechos consignada en las auditorías o revisiones fiscales, sin necesidad de acudir a juicios largos y costosos.
Luego entonces, con la LGMASC se complementa y fortalece la justicia alternativa como una verdadera
opción para los justiciables que desean solventar sus diferencias a través de la construcción de consensos entre
particulares e incluso autoridades.
En materia tributaria, los MASC serán de gran ayuda en aquellos temas en los cuales el acuerdo conclusivo
resulte improcedente, como es el caso de los diferendos relativos a los hechos u omisiones consignados en los
procedimientos de comprobación relacionados con la procedencia de solicitudes de devolución de saldos a favor
o pagos de lo indebido, visitas o revisiones cuyo objeto sea compulsar a terceros, cumplimentación de
resoluciones o sentencias, así como actos concernientes a la materialidad de las operaciones realizadas por
Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS).
De igual forma, se debe recordar que, en términos de lo dispuesto en el artículo 69-C del CFF, el acuerdo
conclusivo resulta improcedente si se solicita fuera de los 20 días posteriores al levantamiento del acta final o la
notificación del oficio de observaciones o la resolución provisional tratándose de revisiones electrónicas, amén de
que el procedimiento seguido ante la Prodecon no puede exceder, en ningún caso, del plazo de 12 meses
contados a partir de que el contribuyente presente su solicitud de acuerdo conclusivo, situación que puede tener
como consecuencia el cierre del procedimiento, aun cuando las partes se encuentren en vías de construir
consensos que den por terminadas sus diferencias.
Así pues, la posibilidad de acudir a los MASC previstos en la citada ley constituye un avance más en los
medios de justicia alternativa con que cuentan los contribuyentes a efecto de aclarar su situación fiscal, de
manera consensuada, con la autoridad tributaria.
Cabe señalar que, en términos de los artículos 119 y 121 de la ley en cuestión, los titulares de los Centros
Públicos integrarán el Consejo Nacional de MASC en materia de justicia administrativa, el cual fungirá como
máximo órgano de autoridad y consultivo en la materia, siendo además el encargado de revisar los criterios de
capacitación y certificación de las personas facilitadoras en materia administrativa, fijar los criterios de
publicación de los convenios celebrados por la administración pública, así como crear y mantener el registro de
personas facilitadoras en materia administrativa.
TRAMITACIÓN DE LOS MASC EN MATERIA ADMINISTRATIVA
Aun cuando los MASC pueden solicitarse tanto fuera como dentro del procedimiento contencioso
administrativo, la LGMASC prevé las mismas reglas para su tramitación.
Los MASC pueden solicitarse respecto de cualquier controversia que pueda surgir con las administraciones
federal o locales, siempre y cuando la materia del conflicto o controversia sea susceptible de transacción y la
autoridad administrativa haya autorizado, mediante la emisión de un dictamen técnico jurídico, la viabilidad de la
participación del órgano administrativo respectivo, tal como lo mandata el artículo 115, segundo párrafo, incisos a)
y b), de la LGMASC. Para estos efectos, el artículo 115, antepenúltimo párrafo, define dicho dictamen como
el documento técnico debidamente fundado y motivado que contiene el análisis jurídico, sobre
responsabilidades de servidores públicos y de viabilidad presupuestaria para acudir al MASC.
Por lo que toca a las controversias que no serán susceptibles de solucionarse a través de un MASC, el
artículo 128 de la mencionada ley señala ocho supuestos: (i) resoluciones definitivas que impongan sanciones
administrativas a servidores públicos, así como las que decidan los recursos administrativos en dicha materia,
salvo tratándose de la modalidad, forma, monto o plazos para el pago de las sanciones económicas y el periodo
de la suspensión, destitución o inhabilitación que se hubiere determinado; (ii) resoluciones en materia
agraria; (iii) resoluciones en materia de comercio exterior, salvo las relativas a los actos de aplicación de las
cuotas compensatorias definitivas o la modalidad, plazos, facilidades de pago y condonación de multas y
accesorios; (iv) controversias que afecten los programas o metas de la administración pública centralizada,
descentralizada en el ámbito federal y local y órganos constitucionales autónomos; (v) se atente contra el orden
público; (vi) se afecten derechos de terceros; (vii) controversias laborales con la administración pública,
y (viii) cuando la controversia sea planteada por las autoridades administrativas, respecto de las resoluciones
administrativas favorables a un particular, cuando se consideren contrarias a la ley.
En relación con el inicio del procedimiento, el artículo 127, fracción I, de la ley en estudio refiere que la
solicitud para un MASC fuera del procedimiento contencioso administrativo deberá presentarse en forma personal
o por conducto de representante legal, de manera física o digital, ante la oficialía de partes de la autoridad
administrativa competente o del Centro Público que corresponda. Para un MASC dentro del procedimiento
contencioso administrativo, la fracción II del mismo artículo señala que la solicitud deberá presentarse durante su
substanciación o en la etapa de ejecución de sentencia por quien legalmente represente a la parte actora o por la
autoridad que revista el carácter de demandada mediante escrito dirigido a la autoridad jurisdiccional que conozca
del asunto o ante la oficialía de partes del Centro Público correspondiente.
Una vez recibida la solicitud, según el artículo 129 de la LGMASC, esta se turnará a la persona facilitadora,
quien examinará la controversia y determinará si es susceptible de resolverse a través de un MASC; de ser el
caso, citará a las partes para la realización de una sesión preliminar, en la que informará a estas las
generalidades del MASC y verificará la identidad, personalidad y facultades de los representantes de las partes
para transigir, debiendo requerir en ese acto la exhibición del dictamen técnico jurídico que permita a la autoridad
participar en el MASC.
Adicionalmente, las partes deberán manifestar la existencia de derechos de terceros, a efecto de que se les
cite y manifiesten su conformidad u oposición con el procedimiento. En caso de que no sea posible localizar a los
terceros o de que estos se opongan al mecanismo, se concluirá el procedimiento.
Si hay conformidad de las partes con el MASC, se emitirá un acuerdo de aceptación y se programará una
sesión de trabajo. Tratándose de los MASC dentro del procedimiento contencioso administrativo, la persona
facilitadora notificará la aceptación del MASC al magistrado instructor, quien dictará las medidas cautelares
necesarias y suspenderá el procedimiento jurisdiccional hasta por tres meses, salvo que, por el estado que
guarda el MASC, se determine ampliar, por una sola ocasión, el plazo, hasta por otros tres meses.
Respecto a la tramitación de los MASC en materia administrativa, el artículo 130 de la citada ley refiere que
se desarrollarán mediante las sesiones de trabajo que resulten pertinentes atendiendo a la naturaleza y
complejidad del conflicto. Dichas sesiones deberán celebrarse con la presencia de todas las partes, aunque la
LGMASC prevé la posibilidad de acordar sesiones individuales. Las partes podrán ser asistidas por especialistas o
peritos sobre cuestiones técnicas, científicas o especializadas, sin que puedan emitir opinión sobre el sentido en
que debe resolverse la controversia.
En cuanto a la terminación de los MASC, el artículo 131 de la referida ley señala que estos concluirán:
por (i) por la manifestación expresa de alguna de las partes para darlo por concluido; (ii) por abandono del
procedimiento, lo que se actualiza por dejar de asistir a dos sesiones sin causa justificada; (iii) por desaparecer la
materia del conflicto o controversia; (iv) por conocer la existencia de derechos de tercero que puedan resultar
afectados por el trámite del mecanismo o que, habiéndosele invitado a participar, no se le localice oportunamente
o manifieste expresamente su negativa de que la controversia se resuelva a través del mecanismo; (v) por incurrir
cualquiera de las partes en un comportamiento irrespetuoso, agresivo o con intenciones notoriamente
dilatorias; (vi) por la muerte, extinción o disolución de alguna de las partes, y (vii) por los demás supuestos en que
proceda dar por concluido el trámite de conformidad con la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo (LFPCA) o las leyes de procedimiento contencioso administrativo de las entidades federativas.
Concluido el MASC, se deberá informar a la autoridad jurisdiccional o administrativa competente en un plazo
máximo de tres días hábiles para que, en el ámbito de sus atribuciones, se continúe con el trámite del
procedimiento jurisdiccional o administrativo.
En materia de cumplimiento de sentencias, la persona facilitadora deberá cerciorarse de que no se
modifiquen el sentido, alcance o efecto de la sentencia o resolución respectiva.
CONCLUSIONES
Es de celebrarse la entrada en vigor de la LGMASC, la cual viene a fortalecer el postulado de justicia
alternativa previsto en los artículos 17 y 73, fracción XXIX-A, de la Constitución federal.
Sin embargo, existen retos importantes para que la figura pueda ser verdaderamente eficaz y eficiente en la
solución de los conflictos con las administraciones federal y locales. Por ejemplo, llama la atención que el
procedimiento contencioso administrativo se suspenda hasta que la autoridad acepte el MASC y se le comunique
al magistrado instructor el correspondiente acuerdo de aceptación, pues en el caso del acuerdo conclusivo, basta
la presentación de la solicitud ante la Prodecon para que, por ministerio de ley, se suspendan los plazos de la
auditoría y de la emisión del crédito fiscal, quedando la autoridad fiscal obligada a apersonarse al procedimiento y
formular su contestación en los términos en que el contribuyente planteó la adopción del acuerdo, pudiendo
aceptarlo, rechazarlo o proponer términos diferentes para su suscripción, fundando y motivando su postura.
No obstante, por como está redactada la LGMASC y atendiendo al principio de voluntariedad que rige a los
MASC, da la impresión de que las autoridades fiscales pueden no acudir al MASC sin necesidad de adentrarse en
el planteamiento formulado por el contribuyente ni de expresar las razones de su rechazo.
Someter la procedencia del MASC a la emisión de un dictamen técnico jurídico que evalúe la responsabilidad
de los servidores públicos y la viabilidad presupuestaria como condicionantes para la participación de la autoridad
también puede complicar su participación en los MASC, máxime si dicho dictamen es emitido por una autoridad
distinta a la que revisó la situación fiscal del contribuyente. En el mismo sentido, la causal de improcedencia,
relacionada con las controversias que afecten los programas o metas de la administración pública, puede dar pie
a que la autoridad rehúse la utilización del MASC cuando se solicite respecto de créditos fiscales cuantiosos.
El hecho de que el procedimiento de los MASC dure entre tres y seis meses como máximo puede, asimismo,
resultar un obstáculo para que las partes alcancen los consensos necesarios que les permitan dar por terminados,
de manera consensuada, conflictos que versen sobre temas complejos, como modelo de negocios, doble
tributación y precios de transferencia.
De igual forma, habrá que estar pendientes de la manera en que coexistirán el acuerdo conclusivo y los
MASC, pues su trámite simultáneo en la fase administrativa de la auditoría o revisión fiscal no se encuentra
limitado por alguna disposición legal.
Finalmente, será interesante ver el papel que jugarán las personas facilitadoras privadas y las personas
abogadas colaborativas en los MASC en materia administrativa.
Por todo ello, es necesario que el TFJA, atendiendo a la facultad que tiene para llevar a cabo mecanismos
alternativos de solución de controversias a través del Centro Público, de conformidad con lo dispuesto en la
Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, el Reglamento que expida el Pleno
General y demás disposiciones aplicables, emita lineamientos que aseguren la viabilidad, eficacia y eficiencia de
los MASC y, con ello, se consolide la justicia alternativa en materia administrativa y fiscal en el marco normativo
mexicano. •
EL MEJOR AMIGO DE LA ORGANIZACIÓN: EL SISTEMA DE CONTROL INTERNO
Un mejor amigo es esa persona confiable, segura, que siempre está ahí para proteger lo que más
valoramos: nuestro patrimonio, reputación y éxito; es como tener un superhéroe en el equipo,
siempre listo para detectar, prevenir e, incluso, corregir cualquier problema que subsista. Así es
como el control interno debe ser considerado en la actualidad y no solo como el concepto delimitado
a una serie de políticas, procedimientos y prácticas establecidas de una organización, ya que a
pesar de que ambas ideas conducen a señalar el objetivo de este instrumento como la salvaguarda de
activos, integridad y promoción de la eficiencia operativa, es precisamente la planitud (cualidad de
plano) del concepto lo que orilla al control interno a formar parte de enormes archiveros que se
desgastan entre polvo y olvido.
Tener un adecuado control interno implica un debido cumplimiento de la norma, por ello las
organizaciones que cuentan con este se sienten tranquilas y seguras, sabiendo que sus operaciones
se encuentran en buenas manos; es como tener un guardián que se asegura de que todo funcione
sin problemas, que se cumpla con todas las reglas y regulaciones. Incluso, en el supuesto de que se
llegara a producir un ilícito en su nombre, por su cuenta, en su beneficio o a través de los medios
que esta proporciona,1 podrá tener en cuenta que las sanciones a que sería acreedora podrían
atenuarse hasta en una cuarta parte, ya que esto demuestra la intención de prevención delictiva de la
persona jurídica.2
De manera que sí, el control interno es el mejor amigo de la persona jurídica, no solo en materia
de prevención, sino también de planeación, instrucción, gestión, organización y, por supuesto,
corrección; ya que hay que recordar que, como todo buen amigo, nos ayuda a mejorar
constantemente, brinda información valiosa sobre cómo se puede ser más eficiente y cómo tomar
decisiones más informadas que de modo implícito produzcan un crecimiento sostenible.
• Detección: identifica los eventos no deseados una vez que estos han ocurrido.
Otro de los elementos característicos es que haya una segregación de funciones, la importancia
de esto radica en que los procesos deben ir de acuerdo con lo que tienen que ser y que no se
produzca una duplicación de funciones, ya que esto causa entorpecimiento en el proceso y, por
supuesto, burocracia en la persona jurídica.
Finalmente, es importante evitar procesos manuales, debido a que aún existen empresas que no
han dado el paso a la digitalización y automatización, lo cual permite una mayor medición de
resultados y se abre más a la mejora continua.
ANÁLISIS
Limitante para la deducción de donativos no onerosos ni remunerativos
Entrando en materia, observamos que el precepto legal antes mencionado limita la deducción de
donativos a municipios a un 4% de la utilidad fiscal del ejercicio inmediato anterior; sin embargo, tal y
como quedará evidenciado en el presente estudio, ello tiene lógica en relación con donativos
altruistas o voluntarios, pero en el caso de donativos obligatorios (áreas de cesión a municipios) no
debiera existir limitante alguna, al tratarse de una deducción estructural; incluso, es posible
considerar que están siendo vulnerados los derechos de los contribuyentes, en lo que respecta a
contribuir al gasto público de forma proporcional y equitativa.
En efecto, a pesar de que los donativos de áreas de cesión que efectúen los desarrolladores
inmobiliarios a los municipios son erogaciones estrictamente indispensables para ellos, me causa
incertidumbre el hecho de que se establezca una salvedad o excepción expresa en la propia fracción
I del artículo 27 de la LISR, que a continuación se transcribe en su parte conducente:
Artículo 27. Las deducciones autorizadas en este Título deberán reunir los
siguientes requisitos:
I. Ser estrictamente indispensables para los fines de la actividad del
contribuyente, salvo que se trate de donativos no onerosos ni
remunerativos, que satisfagan los requisitos previstos en esta Ley y en las
reglas generales que para el efecto establezca el Servicio de Administración
Tributaria y que se otorguen en los siguientes casos:
a) A la Federación, entidades federativas o municipios, …
b) A las entidades a las que se refiere el artículo 82 de esta Ley.
c) A las personas morales a que se refieren los artículos 79, fracción XIX y
82 de esta Ley.
d) A las personas morales a las que se refieren las fracciones VI, X, XI,
XX, y XXV del artículo 79 de esta Ley y que cumplan con los requisitos
establecidos en el artículo 82 de la misma Ley.
e) A las asociaciones y sociedades civiles que otorguen becas y cumplan
con los requisitos del artículo 83 de esta Ley.
f) Se deroga.
…
El monto total de los donativos a que se refiere esta fracción será
deducible hasta por una cantidad que no exceda del 7% de la utilidad fiscal
obtenida por el contribuyente en el ejercicio inmediato anterior a aquél en el
que se efectúe la deducción. Cuando se realicen donativos a favor de la
Federación, de las entidades federativas, de los municipios, o de sus
organismos descentralizados, el monto deducible no podrá exceder del 4% de
la utilidad fiscal a que se refiere este párrafo, sin que en ningún caso el límite
de la deducción total, considerando estos donativos y los realizados a
donatarias autorizadas distintas, exceda del 7% citado.
(Énfasis añadido).
No obstante que el legislador admitió la deducción de este tipo de donativos, que se realizan –por
lo general– de forma libre y altruista, lo cierto es que también limitó su deducción a un 7% de la
utilidad fiscal del ejercicio inmediato anterior, siendo importante destacar que para efectos del
presente análisis me enfocaré en el tratamiento de las personas morales del Título II de la LISR,
cuando efectúan donativos a favor de los municipios, pues, en esos casos, el monto de la
deducción permitida se encuentra aún más restringido, ya que no podrá exceder de un 4% de
la utilidad fiscal del ejercicio anterior de esos contribuyentes.
El que existan límites a los montos que pueden ser deducibles (7% y/o 4%) tiene bastante lógica
cuando hablamos exclusivamente de donaciones de carácter voluntario, libre y altruista.
Sin embargo, en la vida cotidiana, hay empresas que se dedican a realizar
fraccionamientos/desarrollos inmobiliarios y, por tanto, necesariamente deben observar lo estatuido
en los distintos ordenamientos jurídicos locales,2 que señalan como un requisito, para lograr la
conclusión de esos proyectos inmobiliarios, el efectuar al municipio correspondiente donaciones de
terrenos o áreas de cesión de forma gratuita.
Como consecuencia de lo antes referido, ese tipo de contribuyentes enfrenta, sin lugar a dudas,
una problemática que puede llegar a ser grave en materia fiscal, ya que, como vimos, el artículo 27,
fracción I, de la LISR se encuentra redactado de tal manera que el monto deducible de los donativos
efectuados por una persona moral a un municipio no podrá exceder del 4% de la utilidad fiscal del
ejercicio anterior, sin existir excepción alguna en dicho precepto legal, lo que, desde mi punto de
vista, vulnera los derechos humanos de las personas morales que se ven obligadas a limitar sus
deducciones cuando realicen donativos obligatorios a los municipios, con la finalidad de cumplir con
los requisitos que señalan las leyes locales, para poder obtener la autorización por parte de los
ayuntamientos cuando llevan a cabo proyectos urbanísticos.
Cabe mencionar que a la fecha no existe en la LISR, en su reglamento, en la Resolución
Miscelánea Fiscal (RM) para 20243 o en cualquier otra disposición fiscal algún precedente donde se
haya tratado dicha temática de forma expresa y que permita la deducción total de las áreas de cesión
donadas a los municipios.
Tampoco encontré resoluciones favorables emitidas por el SAT4 ni criterios de la Procuraduría
de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) al respecto.
Criterios de tribunales
Desafortunadamente, no hallé criterio jurisdiccional que se refiera de forma expresa al requisito
previsto en la fracción I del artículo 27 de la LISR.
En su lugar, a continuación, menciono algunos criterios que solo se refieren a los donativos
efectuados de forma libre –y no obligada– respecto al artículo 176, fracción III, de la LISR abrogada
(que actualmente corresponde al artículo 151, fracción III, de la LISR).
Si bien se trata de donativos efectuados por personas físicas (deducciones personales),
esencialmente son los mismos requisitos contemplados en la fracción I del artículo 27 de la LISR.
Veamos las tesis de referencia:
De la tesis transcrita y en una interpretación contraria, se puede señalar que, siguiendo con la
aplicación analógica del artículo 176, fracción III, de la anterior LISR, al actual artículo 27, fracción I,
de la LISR en vigor, aplicable a personas morales, las donaciones de terreno efectuadas, por así
obligarlo las leyes locales, a los fraccionadores a todas luces son deducciones estructurales y, por
tanto, no debieran encontrarse sujetas al límite del 4% previsto.
También en una interpretación a contrario sensu, como hemos visto, si en esta tesis se resolvió
que no se violaba la entonces llamada garantía de proporcionalidad tributaria, pues se estudió el tema
de donaciones altruistas, tomando en consideración lo señalado al final de la propia tesis, al
encontrarse sin duda los fraccionadores, para cumplir sus objetivos sociales, obligados a efectuar
donaciones de ciertas áreas a los municipios, sí deben ser reconocidas, en su totalidad, ese tipo de
donaciones, sin sujetarse a ningún límite, a fin de salvaguardar su derecho humano a la
proporcionalidad tributaria.
Casos en donde hubo poca utilidad fiscal en el ejercicio anterior o, incluso, pérdida fiscal
Se entiende que, tratándose de donaciones altruistas o voluntarias, si el contribuyente conoce
perfectamente que en el ejercicio inmediato anterior no tuvo utilidad fiscal, sabe que, de efectuar
donativos en términos de la fracción I del artículo 27 de la LISR, estos no serán deducibles.
Pero, se insiste, en el caso de un fraccionador que, verbigracia, en los años donde la pandemia
de coronavirus disease (Covid-19) prácticamente inmovilizó la economía a nivel mundial,
ocasionando que muchos contribuyentes hayan generado pocas utilidades o, inclusive, pérdida
fiscal, si en un ejercicio posterior se ve obligado a efectuar donaciones a un municipio, por así
preverse en ordenamientos locales, para poder conseguir una autorización de un fraccionamiento
que esté realizando, ¿qué sucederá entonces?
Si por suerte, en el ejercicio anterior, hubo utilidad fiscal, como vimos, se toparía la deducción
de los donativos de áreas al municipio a un 4% de dicha utilidad.
Si, para colmo, hubo pérdida fiscal, ¿ello ocasionaría que no pudiera deducirse ni siquiera el
4%? Esto es importante, ya que, como sabemos, en otras normas fiscales, en un supuesto así, se
prevé acudir a un ejercicio donde sí hubiera una utilidad fiscal. Por ejemplo, en tratándose de pagos
provisionales, el artículo 14 de la LISR dispone que, si en un ejercicio anterior no se pudiera
determinar un coeficiente de utilidad del último ejercicio declarado, se contempla acudir al último
ejercicio en el que sí se tenga dicho coeficiente.
Sin embargo, en el caso concreto, no hay norma expresa que remita al menos al último ejercicio
en que hubo utilidad.
A decir del Pleno de la SCJN, respecto a las donaciones de áreas de cesión, que deberán
entregarse a un municipio, no se trata de expropiaciones –lo cual me parece acertado–, ya que es el
propio particular que constituye un fraccionamiento quien se somete a los procedimientos previstos,
encontrándose como un requisito para la autorización del fraccionamiento, el que se realicen
donaciones al municipio.
De lo anterior se desprende que, si bien es cierto que no nos encontramos frente a un supuesto
de expropiación, se reconoce por la SCJN que es un requisito, para obtener la autorización a un
particular de constituir un fraccionamiento, el transmitir vía donación cierto porcentaje de superficie
del terreno sobre el cual se erige este.
Por tanto, desde mi perspectiva, sí resulta obligatorio para un fraccionador efectuar la donación
al municipio de cierta superficie del fraccionamiento, so pena de no obtener la autorización para la
constitución del mismo, lo que se traduce, al final de cuentas, en un elemento obligatorio para el
particular que pretende conseguir dicha autorización, lo que para efectos fiscales debiera
considerarse como una deducción estructural a ese tipo de donaciones, que son obligatorias para los
fraccionadores.
Lo anterior, porque esa erogación (donación) debe realizarse para obtener una autorización
municipal, sin la cual no podría darse la constitución de un fraccionamiento y, por ende, no podrían
enajenarse a terceros los lotes o unidades privativas resultantes; a final de cuentas y por lo general,
ello constituye parte del objeto social de una persona moral fraccionadora.
Abundando en esto, veamos algunos ejemplos de lo que ha resuelto la SCJN sobre qué se debe
considerar como una deducción estructural, para lo cual, a continuación, se transcriben algunas
jurisprudencias en la parte que nos interesa:
CONCLUSIONES
Se propone, en aras de evitar contingencias de índole fiscal a los desarrolladores inmobiliarios,
que se prevea en la propia LISR una excepción al actual límite del monto deducible (4%) en relación
con los donativos que de forma obligatoria deban realizarse a los municipios.
Lo anterior, para dar claridad a la norma y garantizar el respeto a los derechos humanos de
equidad y proporcionalidad tributarias de las personas morales que deban efectuar ese tipo de
donaciones.
Inclusive, en el propio artículo 27 de la LISR, se prevé una excepción, tratándose de donativos
de forma obligatoria, que se encuentran regulados en la fracción XX11 de dicho numeral y que, en
consecuencia, no se hallan sujetos al límite del monto deducible previsto en la fracción I.
En efecto, la fracción XX señala que, en el caso de contribuyentes cuyas mercancías, materias
primas, productos semiterminados o terminados, en existencia, que por deterioro u otras causas no
imputables al contribuyente hubieran perdido su valor, se deduzcan de los inventarios en el ejercicio
en que esto ocurra. Y que, si se trata de bienes básicos para la subsistencia humana en materia de
alimentación, vestido, vivienda o salud, antes de proceder a su destrucción, se ofrezcan en
donación a ciertas instituciones.
Como se observa, en esos casos no existe límite al monto deducible de esos bienes que se
hayan deteriorado o perdido su valor y que, aun siendo ofrecidos en donación, con independencia
de que esta sea aceptada o no, podrán deducirse en su totalidad.
Por lo que, para evitar confusiones por parte de la autoridad fiscal, lo más recomendable sería
excluir las donaciones efectuadas a los municipios en obediencia a normas locales de la limitante del
4% establecida en la fracción I del artículo 27 de la LISR, tal y como sí existe un tratamiento especial
para los bienes que deban ofrecerse en donación, antes de proceder a su destrucción.
Con esto, se daría certidumbre a los contribuyentes que se vean obligados a efectuar este tipo
de erogaciones, sin el riesgo de que alguna autoridad fiscal cuestione si ese tipo de donativos son
gastos estrictamente indispensables para los fines de la actividad del contribuyente, al tratarse de
donativos no onerosos ni remunerativos hechos a un municipio y que, por tanto, en una
interpretación literal, el monto deducible para el donante se pudiese encontrar sujeto al límite del 4%
de la utilidad fiscal del ejercicio anterior. •
INTRODUCCIÓN
Durante 2023, uno de los temas más sonados en el ambiente empresarial fue el del nearshoring en
México y el impacto que su aplicación puede brindar a todos aquellos que se suman a dicha práctica.
Esto, debido a que México retomó su posición como un destino líder para la inversión extranjera de
su principal socio comercial al norte del país.
El Ejecutivo, en aras de atender las necesidades y demandas ante dicho fenómeno, publicó el
“Decreto por el que se otorgan estímulos fiscales a sectores clave de la industria exportadora
consistentes en la deducción inmediata de la inversión en bienes nuevos de activo fijo y la deducción
adicional de gastos de capacitación” (Decreto), a ciertos sectores considerados clave para la
economía nacional.
Estos beneficios son relevantes para efectos del impuesto sobre la renta (ISR) y el impuesto al
valor agregado (IVA) por el ejercicio 2024. Adicionalmente, se podrá deducir un porcentaje de los
gastos que se realicen para la capacitación de los trabajadores durante 2023, 2024 y 2025.
Bajo este contexto, la identificación y conocimiento de los requisitos para el registro, pago de
impuestos o financiamiento serán clave para la transición a esta práctica, por lo que la intención de la
presente aportación es compartir los beneficios y requisitos para su obtención y que se pueda lograr
una eficiencia en el pago del tributo.
ANTECEDENTES
El nearshoring tiene sus antecedentes hace décadas, cuando el país atrajo a cientos de
empresas estadounidenses y canadienses, principalmente, a establecerse en nuestro territorio,
respaldadas por la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en
1994. Entonces México se convirtió en un destino atractivo debido a la ubicación geográfica, mano
de obra a bajo costo, deducciones fiscales, entre otros beneficios que el gobierno ofrecía a cambio
de la creación de empleos y la instalación de grandes centros manufactureros.
A medida que las empresas trasladaron sus operaciones a México, surgieron clústeres
industriales en todo el país, especialmente en el centro y norte, dando paso a la evolución y
fortalecimiento de sectores clave como son el automotriz, tecnológico y los bienes de consumo.
Aunque para el 2000, la competitividad de nuestro país se vio mermada por la aparición de nuevos
jugadores en el mercado. China y otros países orientales mejoraron las condiciones comerciales y
ofrecieron grandes beneficios a los grupos multinacionales para mudar sus centros de producción a
sus territorios.
Hoy día, debido a los factores geopolíticos de los últimos años, así como las repercusiones de la
pandemia del coronavirus disease (Covid-19), las cadenas de suministro han mostrado deficiencias,
evidenciando la necesidad de replantear el modelo comercial actual.
• Presentar un aviso en el que se manifieste que se opta por la aplicación de los estímulos
fiscales, durante los 30 días naturales inmediatos siguientes al mes en el que apliquen por
primera vez los citados estímulos.
• No desvirtuar la presunción contenida en el artículo 69-B del CFF, puesto que tampoco será
aplicable a los contribuyentes que tengan un socio o accionista que se encuentre en el supuesto
de presunción.
CONCLUSIONES
No cabe duda de que 2023 fue un año determinante para potenciar la implementación
del nearshoring en México. Su larga trayectoria en el tema, aunado a las iniciativas del gobierno para
atraer inversión privada de empresas que buscan relocalizar sus operaciones en el país, hicieron que
su Producto Interno Bruto (PIB) creciera por encima de un 3%, con expectativas hasta de un 4%
anual por los próximos años.
No obstante, en 2024, para aprovechar al máximo dicha práctica, también se requerirá una
fuerte inversión en infraestructura carretera y tecnológica en las regiones menos desarrolladas del
país, con el objetivo de homologar las zonas geográficas y crear un desarrollo económico uniforme e
incrementar la generación de empleos.
Ahora bien, no se puede ignorar el cumplimiento fiscal de los contribuyentes en materia de
retención de impuestos, comercio exterior, estudio de precios de transferencia de las operaciones
que celebren con sus partes relacionadas en el extranjero, entre algunos más.
Para ser acreedores a los beneficios que establece el Decreto, es indispensable cumplir
adecuadamente con las obligaciones fiscales de los contribuyentes en tiempo y forma. •
RESUMEN EJECUTIVO
El Informe Tributario y de Gestión del cuarto trimestre de 2023 del Servicio de Administración
Tributaria (SAT) lo podrá consultar en el siguiente enlace: http://omawww.sat.gob.mx/gobmxtransparen
cia/Paginas/documentos/itg/ITG_2023_4T.pdf
En el apartado “Resumen Ejecutivo”, se mencionan los resultados siguientes:
Operación Recaudatoria
En el periodo enero-diciembre de 2023, los ingresos tributarios alcanzaron
4 billones 517 mil 730 millones de pesos,1 es decir, 705 mil 210 millones de
pesos más en términos nominales, respecto al mismo periodo de 2022.
…
Aumentar la eficiencia recaudatoria
Resultado de una mayor eficiencia en las acciones de vigilancia y control a
los contribuyentes, al cierre de 2023, se obtuvieron ingresos por un monto
de 254 mil 615 millones de pesos, 24.2% más en términos reales que en el
mismo periodo del año anterior, derivado de la implementación del Programa
de Cumplimiento de Obligaciones y el de Vigilancia Profunda, así como de la
Cobranza Coactiva.
B ajar la evasión y elusión fiscal
Durante enero-diciembre de 2023, se recaudaron 502 mil 540 millones de
pesos por actos de fiscalización, monto mayor en 80 mil 449 millones de
pesos al mismo periodo de 2022, lo que reflejó un incremento del 12.8% en
términos reales.
En las siguientes páginas, encontrará los aspectos y datos relevantes de las perspectivas de
recaudación y fiscalización en México del año 2023 y de forma comparativa con 2022.
RECAUDACIÓN TRIBUTARIA
En el periodo de enero a diciembre de 2023, los ingresos tributarios se ubicaron en cuatro
billones 517 mil 730 mdp, esto es 705 mil 210 mdp más que lo recaudado en el ejercicio 2022, por
tres billones 812 mil mdp, lo que representa un 12.3% de incremento en términos reales, tal como se
puede apreciar en la siguiente tabla:2
En las cifras recaudatorias, el primer lugar se lo lleva el impuesto sobre la renta (ISR), en donde
se obtuvo la cantidad de dos billones 507 mil 231 mdp, lo que representa un incremento de 233 mil
392 mdp en comparación con 2022, por dos billones 273 mil 840 mdp.
En lo que se refiere al ISR, ha sido enorme el aumento en el cumplimiento de la declaración
anual del ISR de 2022. El informe señala que, al 31 de diciembre de 2023, se presentaron 11 millones
305 mil 183 declaraciones y en 2022 fueron nueve millones 615 mil 342, lo que representa
un incremento de un millón 689 mil 841, equivalente al 17.6%.3
Como parte de las acciones de fiscalización, el SAT implementó el Plan Maestro de Fiscalización
y Recaudación 2023, dirigido a 16 sectores económicos para combatir las conductas de evasión
fiscal.
Ahora bien, la eficiencia recaudatoria comprende las acciones dirigidas a identificar omisiones
en el pago de impuestos y la cobranza coactiva, mediante las cuales en 2023 se obtuvo la cantidad
de 254 mil 615 mdp, tal como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
En 2023, se captaron ingresos por un total de 254 mil 615 mdp,6 lo cual representa un
incremento de 60 mil 425 mdp, que equivale en términos reales al 24.2% en comparación con lo
obtenido en 2022, por 194 mil 190 mdp.
La eficiencia recaudatoria comprende tres programas: Cumplimiento de obligaciones, Vigilancia
Profunda y Cobranza Coactiva, los que en el Informe Tributario y de Gestión del cuarto trimestre de
2023 del SAT se describen de la siguiente forma:
Los trámites mediante la plataforma de asistencia virtual SAT ID fueron 11 millones 283 mil 85 y
por vía remota, 11 millones 386 mil 732, los cuales suman 22 millones 669 mil 817, superando en
cuatro millones 742 mil 729 al total de los trámites presenciales de 17 millones 927 mil 88, lo cual es
un reflejo del alcance y crecimiento del uso de las plataformas digitales para el cumplimiento de las
obligaciones fiscales. La tecnología es increíble.
RESICO
Continúa creciendo el número de contribuyentes que se incorporan al Régimen Simplificado de
Confianza (Resico) para personas morales y físicas. El número de contribuyentes del Resico que
presentaron declaraciones en el año 2022 fue de un millón 718 mil 165, mientras que en 2023
ascendió a un millón 931 mil 756, lo cual representa un aumento de 213 mil 591 (12%)
contribuyentes, tal como se puede apreciar en el siguiente cuadro:9
En cifras globales, los contribuyentes del Resico, personas morales y físicas, en 2023, aportaron
a la recaudación en México la cantidad de 39 mil 786 mdp, lo que constituye un aumento de nueve
mil 121 mdp (22.9%), considerando que la recaudación en 2022 fue de 30 mil 665 mdp.
CONCLUSIONES
1. El Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación 2023 fue de gran utilidad para el SAT en el
objetivo de alcanzar la meta recaudatoria de 4.5 billones de pesos.
2. Las actividades de fiscalización y de eficiencia recaudatoria del SAT han rendido sus frutos
en el año 2023, en el cual se obtuvieron 757 mil 155 mdp, lo que representa un incremento de 140 mil
874 mdp, equivalente al 16.4% en comparación con 2022.
3. En 2023, el número de atenciones que el SAT brindó a los contribuyentes fue de 40 millones
596 mil 905. Los trámites presenciales fueron 17 millones 927 mil 88; en contraste, las atenciones
mediante la plataforma SAT ID y vía remota sumaron 22 millones 669 mil 817, superando en cuatro
millones 742 mil 729 al total de los trámites presenciales, resultado que demuestra el increíble avance
de la tecnología digital en el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Hasta la siguiente edición del “Termómetro Tributario”. Si tiene comentarios o sugerencias, con
gusto las recibiré en mi correo electrónico [email protected] y en elsiguiente código QR de Slido,
que estará disponible hasta el 15 de abril. •
Un buen gobierno es como una buena digestión; mientras
funciona, casi no la percibimos.
Erskine Caldwell
COMENTARIO FINAL
En pocas palabras, la función del Gobierno Corporativo asegura que las empresas sean eficaces
y eficientes en cuanto a sus resultados y, por tanto, exitosas, así como sustentables. Tener una guía
que permita estructurar y ordenar el negocio conforma la base para la permanencia, el crecimiento y,
sobre todo, para la competitividad de la organización en este exigente mundo global.
Mayrata Conesa •
PAGOS PROVISONALES Y RETENCIONES
A continuación se incluyen las tarifas y tablas del impuesto sobre la renta (ISR) que se
consideran de mayor aplicación en el periodo que cubre esta revista, dadas a conocer en el anexo 8
de la Resolución Miscelánea Fiscal (RM) para 2024 (DOF 29-XII-2023).
Tarifa para el cálculo de los pagos provisionales que se deban efectuar durante 2024,
tratándose de la enajenación de inmuebles a que se refiere el artículo 126, segundo párrafo de
la Ley del ISR, así como la regla 3.15.4.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para
aplicarse sobre e l
e xce de nte de l límite
infe rior
$ $ $ %
Tarifa aplicable durante 2024 para el cálculo de los pagos provisionales mensuales a que se
refieren los artículos 96 de la Ley del ISR y 175 de su Reglamento, así como la regla 3.12.2.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para aplicarse
sobre e l e xce de nte de l
límite infe rior
$ $ $ %
Tarifa del mes de abril de 2024, para efectuar los pagos provisionales mensuales a que se
refiere el artículo 106 de la Ley del ISR, aplicable a los ingresos que perciban los
contribuyentes a que se refiere el Título IV, Capítulo II, Sección I de la Ley del ISR.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para aplicarse
sobre e l e xce de nte de l
límite infe rior
$ $ $ %
Tarifa del mes de mayo de 2024, para efectuar los pagos provisionales mensuales a que se
refiere el artículo 106 de la Ley del ISR, aplicable a los ingresos que perciban los
contribuyentes a que se refiere el Título IV, Capítulo II, Sección I de la Ley del ISR.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para aplicarse
sobre e l e xce de nte de l
límite infe rior
$ $ $ %
Tarifa del mes de junio de 2024, para efectuar los pagos provisionales mensuales a que se
refiere el artículo 106 de la Ley del ISR, aplicable a los ingresos que perciban los
contribuyentes a que se refiere el Título IV, Capítulo II, Sección I de la Ley del ISR.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para aplicarse
sobre e l e xce de nte de l
límite infe rior
$ $ $ %
C. Tarifa para el cálculo del impuesto correspondiente a los ejercicios 2023 y 2024.
Tarifa para el cálculo del impuesto correspondiente al ejercicio de 2023 a que se refieren los
artículos 97 y 152 de la Ley del ISR, así como la regla 3.17.1.
Límite infe rior Límite supe rior Cuota fija Por cie nto para
aplicarse sobre e l
e xce de nte de l límite
infe rior
$ $ $ %