0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas75 páginas

Arte

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 75

Para otros usos de este término, véase Arte (desambiguación).

Alegoría del arte (1690-1694), de Sebastiano Ricci.

Escucha este artículo


1.ª parte
Duration: 49 minutos y 25 segundos.49:25
2.ª parte
Duration: 44 minutos y 40 segundos.44:40
3.ª parte
Duration: 49 minutos y 51 segundos.49:51
4.ª parte
Duration: 47 minutos y 11 segundos.47:11

Esta narración de audio fue creada a partir de una versión específica

de este artículo (concretamente del 15 de octubre de 2021) y no

refleja las posibles ediciones subsiguientes.

Más artículos grabados

¿Problemas al reproducir estos archivos?

El arte (del latín ars, artis, y este calco del griego τέχνη, téchnē)1 es entendido
generalmente como cualquier actividad o producto realizado con una
finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se
expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo, a través de
diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos.2
El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción las
bases económicas y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a
cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo. Se suele considerar
que con la aparición del Homo sapiens el arte tuvo en principio una
función ritual, mágica o religiosa (arte paleolítico), pero esa función cambió con la
evolución del ser humano, adquiriendo un componente estético y una función
social, pedagógica, mercantil o simplemente ornamental.

La noción de arte continúa sujeta a profundas disputas, dado que su definición


está abierta a múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el
movimiento, o la sociedad para la cual el término tiene un determinado sentido. El
vocablo ‘arte’ tiene una extensa acepción, pudiendo designar cualquier actividad
humana hecha con esmero y dedicación, o cualquier conjunto de reglas
necesarias para desarrollar de forma óptima una actividad: se habla así de “arte
culinario”, “arte médico”, “artes marciales”, “artes de arrastre” en la pesca, etc. En
ese sentido, arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento, experiencia. Sin
embargo, más comúnmente se suele considerar al arte como una actividad
creadora del ser humano, por la cual produce una serie de objetos (obras de arte)
que son singulares, y cuya finalidad es principalmente estética. En ese contexto,
arte sería la generalización de un concepto expresado desde antaño como “bellas
artes”, actualmente algo en desuso y reducido a
ámbitos académicos y administrativos. De igual forma, el empleo de la palabra
arte para designar la realización de otras actividades ha venido siendo sustituido
por términos como ‘técnica’ u ‘oficio’. En este artículo se trata de arte entendido
como un medio de expresión humano de carácter creativo.

Concepto[editar]
Artículo principal: Teoría del arte

Atributos de la pintura, la escultura y la


arquitectura (1769), de Anne Vallayer-Coster.
La definición de arte es abierta, subjetiva y discutible. No existe un acuerdo
unánime entre historiadores, filósofos o artistas. A lo largo del tiempo se han dado
numerosas definiciones de arte, entre ellas: «el arte es el recto ordenamiento de la
razón» (Tomás de Aquino); «el arte es aquello que establece su propia regla»
(Schiller); «el arte es el estilo» (Max Dvořák); «el arte es expresión de la sociedad»
(John Ruskin); «el arte es la libertad del genio» (Adolf Loos); «el arte es la idea»
(Marcel Duchamp); «el arte es la novedad» (Jean Dubuffet); «el arte es la acción,
la vida» (Joseph Beuys); «arte es todo aquello que los hombres llaman arte» (Dino
Formaggio); «el arte es la mentira que nos ayuda a ver la verdad» (Pablo
Picasso); «arte es vida, vida es arte» (Wolf Vostell).

El concepto ha ido variando con el paso del tiempo: hasta el Renacimiento, solo
las artes liberales eran consideradas arte; la arquitectura, la escultura y
la pintura eran consideradas “manualidades”. El arte ha sido desde siempre uno
de los principales medios de expresión del ser humano, a través del cual
manifiesta sus ideas y sentimientos, la forma como se relaciona con el mundo. Su
función puede variar desde la más práctica hasta la más ornamental, puede tener
un contenido religioso o simplemente estético, puede ser duradero o efímero. En
el siglo XX se pierde incluso el sustrato material: decía Beuys que la vida es un
medio de expresión artística, destacando el aspecto vital, la acción.

El término arte procede del latín ars, y es el equivalente al término griego τέχνη
(téchne, de donde proviene ‘técnica’). Originalmente se aplicaba a toda la
producción realizada por el hombre y a las disciplinas del saber hacer. Así, artistas
eran tanto el cocinero, el jardinero o el constructor, como el pintor o el poeta. Con
el tiempo la derivación latina (ars -> arte) se utilizó para designar a las disciplinas
relacionadas con las artes de lo estético y lo emotivo; y la derivación griega
(téchne -> técnica), para aquellas disciplinas que tienen que ver con las
producciones intelectuales y de artículos de uso.3 En la actualidad es difícil
encontrar que ambos términos (arte y técnica) se confundan o utilicen como
sinónimos.

Evolución histórica del concepto de arte[editar]


En la antigüedad clásica grecorromana, una de las principales cunas de
la civilización occidental y primera cultura que reflexionó sobre el arte, se
consideraba el arte como una habilidad del ser humano en cualquier terreno
productivo, siendo prácticamente un sinónimo de ‘destreza’: destreza para
construir un objeto, para comandar un ejército, para convencer al público en
un debate, o para efectuar mediciones agronómicas. En definitiva, cualquier
habilidad sujeta a reglas, a preceptos específicos que la hacen objeto de
aprendizaje y de evolución y perfeccionamiento técnico. En cambio, la poesía, que
venía de la inspiración, no estaba catalogada como arte. Así, Aristóteles, por
ejemplo, definió el arte como aquella «permanente disposición a producir cosas de
un modo racional», y Quintiliano estableció que era aquello «que está basado en
un método y un orden» (via et ordine).4 Platón, en el Protágoras, habló del arte,
opinando que es la capacidad de hacer cosas por medio de la inteligencia, a
través de un aprendizaje. Para Platón, el arte tiene un sentido general, es la
capacidad creadora del ser humano.5 Casiodoro destacó en el arte su aspecto
productivo, conforme a reglas, señalando tres objetivos principales del arte:
enseñar (doceat), conmover (moveat) y complacer (delectet).6
Alegoría de la pintura (1666), de Johannes Vermeer.
Durante el Renacimiento se empezó a gestar un cambio de mentalidad, separando
los oficios y las ciencias de las artes, donde se incluyó por primera vez a la poesía,
considerada hasta entonces un tipo de filosofía o incluso de profecía –para lo que
fue determinante la publicación en 1549 de la traducción italiana de la Poética de
Aristóteles–. En este cambio intervino considerablemente la progresiva mejora en
la situación social del artista, debida al interés que los nobles y ricos prohombres
italianos empezaron a mostrar por la belleza. Los productos del artista adquirieron
un nuevo estatus de objetos destinados al consumo estético y, por ello, el arte se
convirtió en un medio de promoción social, incrementándose
el mecenazgo artístico y fomentando el coleccionismo.7 Surgieron en ese contexto
varios tratados teóricos acerca del arte, como los de Leon Battista Alberti (De
Pictura, 1436-1439; De re aedificatoria, 1450; y De Statua, 1460), o Los
Comentarios (1447) de Lorenzo Ghiberti. Alberti recibió la influencia aristotélica,
pretendiendo aportar una base científica al arte. Habló de decorum, el tratamiento
del artista para adecuar los objetos y temas artísticos a un sentido mesurado,
perfeccionista. Ghiberti fue el primero en periodificar la historia del arte,
distinguiendo antigüedad clásica, periodo medieval y lo que llamó “renacer de las
artes”.8

Con el manierismo comenzó el arte moderno: las cosas ya no se representan tal


como son, sino tal como las ve el artista. La belleza se relativiza, se pasa de la
belleza única renacentista, basada en la ciencia, a las múltiples bellezas del
manierismo, derivadas de la naturaleza. Apareció en el arte un nuevo componente
de imaginación, reflejando tanto lo fantástico como lo grotesco, como se puede
percibir en la obra de Brueghel o Arcimboldo. Giordano Bruno fue uno de los
primeros pensadores que prefiguró las ideas modernas: decía que la creación es
infinita, no hay centro ni límites –ni Dios ni hombre–, todo es movimiento,
dinamismo. Para Bruno, hay tantos artes como artistas, introduciendo la idea de
originalidad del artista. El arte no tiene normas, no se aprende, sino que viene de
la inspiración.9
Los siguientes avances se hicieron en el siglo XVIII con la Ilustración, donde
comenzó a producirse cierta autonomía del hecho artístico: el arte se alejó de la
religión y de la representación del poder para ser fiel reflejo de la voluntad del
artista, centrándose más en las cualidades sensibles de la obra que no en su
significado.10 Jean-Baptiste Dubos, en Reflexiones críticas sobre la poesía y la
pintura (1719), abrió el camino hacia la relatividad del gusto, razonando que la
estética no viene dada por la razón, sino por los sentimientos. Así, para Dubos el
arte conmueve, llega al espíritu de una forma más directa e inmediata que el
conocimiento racional. Dubos hizo posible la popularización del gusto,
oponiéndose a la reglamentación académica, e introdujo la figura del ‘genio’, como
atributo dado por la naturaleza, que está más allá de las reglas.

El tribunal de los Uffizi (1772-1778),


de Johann Zoffany.
En el romanticismo, surgido en Alemania a finales del siglo XVIII con el movimiento
denominado Sturm und Drang, triunfó la idea de un arte que surge
espontáneamente del individuo, desarrollando la noción de genio –el arte es la
expresión de las emociones del artista–, que comienza a ser mitificado.11 Autores
como Novalis y Friedrich von Schlegel reflexionaron sobre el arte: en la
revista Athenäum, editada por ellos, surgieron las primeras manifestaciones de la
autonomía del arte, ligado a la naturaleza. Para ellos, en la obra de arte se
encuentran el interior del artista y su propio lenguaje natural.12

Arthur Schopenhauer dedicó el tercer libro de El mundo como voluntad y


representación a la teoría del arte: el arte es una vía para escapar del estado de
infelicidad propio del hombre. Identificó conocimiento con creación artística, que es
la forma más profunda de conocimiento. El arte es la reconciliación
entre voluntad y conciencia, entre objeto y sujeto, alcanzando un estado
de contemplación, de felicidad. La conciencia estética es un estado de
contemplación desinteresada, donde las cosas se muestran en su pureza más
profunda. El arte habla en el idioma de la intuición, no de la reflexión; es
complementario de la filosofía, la ética y la religión. Influido por la filosofía oriental,
manifestó que el hombre debe liberarse de la voluntad de vivir, del ‘querer’, que es
origen de insatisfacción. El arte es una forma de librarse de la voluntad, de ir más
allá del ‘yo’.13

Richard Wagner recogió la ambivalencia entre lo sensible y lo espiritual de


Schopenhauer: en Ópera y drama (1851), Wagner planteó la idea de la “obra de
arte total” (Gesamtkunstwerk), donde se haría una síntesis de la poesía, la palabra
–elemento masculino–, con la música –elemento femenino–. Opinaba que
el lenguaje primitivo sería vocálico, mientras que la consonante fue un elemento
racionalizador; así pues, la introducción de la música en la palabra sería un
retorno a la inocencia primitiva del lenguaje.14

A finales del siglo XIX surgió el esteticismo, que fue una reacción
al utilitarismo imperante en la época y a la fealdad y el materialismo de la era
industrial. Frente a ello, surgió una tendencia que otorgaba al arte y a la belleza
una autonomía propia, sintetizada en la fórmula de Théophile Gautier “el arte por
el arte” (l'art pour l'art), llegando incluso a hablarse de “religión estética”.15 Esta
postura pretendía aislar al artista de la sociedad, para que buscase de forma
autónoma su propia inspiración y se dejase llevar únicamente por una búsqueda
individual de la belleza.16 Así, la belleza se aleja de cualquier componente moral,
convirtiéndose en el fin último del artista, que llega a vivir su propia vida como una
obra de arte –como se puede apreciar en la figura del dandi–.17 Uno de los
teóricos del movimiento fue Walter Pater, que influyó sobre el
denominado decadentismo inglés, estableciendo en sus obras que el artista debe
vivir la vida intensamente, siguiendo como ideal a la belleza. Para Pater, el arte es
“el círculo mágico de la existencia”, un mundo aislado y autónomo puesto al
servicio del placer, elaborando una auténtica metafísica de la belleza.18

El taller del pintor (1855), de Gustave Courbet.


Por otro lado, Charles Baudelaire fue uno de los primeros autores que analizaron
la relación del arte con la recién surgida era industrial, prefigurando la noción de
“belleza moderna”: no existe la belleza eterna y absoluta, sino que cada concepto
de lo bello tiene algo de eterno y algo de transitorio, algo de absoluto y algo de
particular. La belleza viene de la pasión y, al tener cada individuo su pasión
particular, también tiene su propio concepto de belleza. En su relación con el arte,
la belleza expresa por un lado una idea “eternamente subsistente”, que sería el
“alma del arte”, y por otro un componente relativo y circunstancial, que es el
“cuerpo del arte”. Así, la dualidad del arte es expresión de la dualidad del hombre,
de su aspiración a una felicidad ideal enfrentada a las pasiones que le mueven
hacia ella. Frente a la mitad eterna, anclada en el arte clásico antiguo, Baudelaire
vio en la mitad relativa el arte moderno, cuyos signos distintivos son lo transitorio,
lo fugaz, lo efímero y cambiante –sintetizados en la moda–. Baudelaire tenía un
concepto neoplatónico de belleza, que es la aspiración humana hacia un ideal
superior, accesible a través del arte. El artista es el “héroe de la modernidad”, cuya
principal cualidad es la melancolía, que es el anhelo de la belleza ideal.19

En contraposición al esteticismo, Hippolyte-Adolphe Taine elaboró una


teoría sociológica del arte: en su Filosofía del arte (1865-1869) aplicó al arte
un determinismo basado en la raza, el contexto y la época (race, milieu, moment).
Para Taine, la estética, la “ciencia del arte”, opera como cualquier otra disciplina
científica, basándose en parámetros racionales y empíricos. Igualmente, Jean
Marie Guyau, en Los problemas de la estética contemporánea (1884) y El arte
desde el punto de vista sociológico (1888), planteó una visión evolucionista del
arte, afirmando que el arte está en la vida, y que evoluciona como esta; y, al igual
que la vida del ser humano está organizada socialmente, el arte debe ser reflejo
de la sociedad.20

La estética sociológica tuvo una gran vinculación con el realismo pictórico y con
movimientos políticos de izquierdas, especialmente el socialismo utópico: autores
como Henri de Saint-Simon, Charles Fourier y Pierre Joseph
Proudhon defendieron la función social del arte, que contribuye al desarrollo de la
sociedad, aunando belleza y utilidad en un conjunto armónico. Por otro lado, en
el Reino Unido, la obra de teóricos como John Ruskin y William Morris aportó una
visión funcionalista del arte: en Las piedras de Venecia (1851-1856) Ruskin
denunció la destrucción de la belleza y la vulgarización del arte llevada a cabo por
la sociedad industrial, así como la degradación de la clase obrera, defendiendo la
función social del arte. En El arte del pueblo (1879) pidió cambios radicales en la
economía y la sociedad, reclamando un arte “hecho por el pueblo y para el
pueblo”. Por su parte, Morris –fundador del movimiento Arts & Crafts– defendió un
arte funcional, práctico, que satisfaga necesidades materiales y no solo
espirituales. En Escritos estéticos (1882-1884) y Los fines del arte (1887) planteó
un concepto de arte utilitario pero alejado de sistemas de producción
excesivamente tecnificados, próximo a un concepto del socialismo cercano
al corporativismo medieval.21
Representación de El cascanueces, de Piotr Chaikovski.
Por otro lado, la función del arte fue cuestionada por el escritor ruso Lev Tolstoi:
en ¿Qué es el arte? (1898) se planteó la justificación social del arte,
argumentando que siendo el arte una forma de comunicación solo puede ser
válido si las emociones que transmite pueden ser compartidas por todos los
hombres. Para Tolstoi, la única justificación válida es la contribución del arte a
la fraternidad humana: una obra de arte solo puede tener valor social cuando
transmite valores de fraternidad, es decir, emociones que impulsen a la unificación
de los pueblos.22

En esa época se empezó a abordar el estudio del arte desde el terreno de


la psicología: Sigmund Freud aplicó el psicoanálisis al arte en Un recuerdo infantil
de Leonardo da Vinci (1910), defendiendo que el arte sería una de las maneras de
representar un deseo, una pulsión reprimida, de forma sublimada. Opinaba que el
artista es una figura narcisista, cercana al niño, que refleja en el arte sus deseos, y
afirmó que las obras artísticas pueden ser estudiadas como los sueños y
las enfermedades mentales, con el psicoanálisis. Su método era semiótico,
estudiando los símbolos, y opinaba que una obra de arte es un símbolo. Pero
como el símbolo representa un determinado concepto simbolizado, hay que
estudiar la obra de arte para llegar al origen creativo de la obra.23 Igualmente, Carl
Gustav Jung relacionó la psicología con diversas disciplinas como la filosofía, la
sociología, la religión, la mitología, la literatura y el arte. En Contribuciones a la
psicología analítica (1928), sugirió que los elementos simbólicos presentes en el
arte son “imágenes primordiales” o “arquetipos”, que están presentes de forma
innata en el “subconsciente colectivo” del ser humano.24

Wilhelm Dilthey, desde la estética cultural, formuló una teoría acerca de la unidad
entre arte y vida. Prefigurando el arte de vanguardia, Dilthey ya vislumbraba a
finales del siglo XIX cómo el arte se alejaba de las reglas académicas, y cómo
cobraba cada vez mayor importancia la función del público, que tiene el poder de
ignorar o ensalzar la obra de un artista determinado. Encontró en todo ello una
“anarquía del gusto”, que achacó a un cambio social de interpretación de la
realidad, pero que percibió como transitorio, siendo necesario hallar «una relación
sana entre el pensamiento estético y el arte». Así, ofreció como salvación del arte
las “ciencias del espíritu”, especialmente la psicología: la creación artística debe
poder analizarse bajo el prisma de la interpretación psicológica de la fantasía.
En Vida y poesía (1905) presentó la poesía como expresión de la vida, como
‘vivencia’ (Erlebnis) que refleja la realidad externa de la vida. La creación artística
tiene pues como función intensificar nuestra visión del mundo exterior,
presentándolo como un conjunto coherente y pleno de sentido.25

Visión actual[editar]

Fuente, de Marcel Duchamp. El siglo XX supone


una pérdida del concepto de belleza clásica para conseguir un mayor efecto en el diálogo
artista-espectador.
El siglo XX ha supuesto una radical transformación del concepto de arte: la
superación de las ideas racionalistas de la Ilustración y el paso a conceptos más
subjetivos e individuales, partiendo del movimiento romántico y cristalizando en la
obra de autores como Kierkegaard y Nietzsche, suponen una ruptura con la
tradición y un rechazo de la belleza clásica. El concepto de realidad fue
cuestionado por las nuevas teorías científicas: la subjetividad del tiempo
de Bergson, la Teoría de la relatividad de Einstein, la mecánica cuántica, la teoría
del psicoanálisis de Freud, etc. Por otro lado, las nuevas tecnologías hacen que el
arte cambie de función, debido a que la fotografía y el cine ya se encargan de
plasmar la realidad. Todos estos factores producen la génesis del arte abstracto,
el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su mundo interior, expresar sus
sentimientos.26 El arte actual tiene oscilaciones continuas del gusto, cambia
simultáneamente junto a este: así como el arte clásico se sustentaba sobre una
metafísica de ideas inmutables, el actual, de raíz kantiana, encuentra gusto en la
conciencia social de placer (cultura de masas). También hay que valorar la
progresiva disminución del analfabetismo, puesto que antiguamente, al no saber
leer gran parte de la población, el arte gráfico era el mejor medio para la
transmisión del conocimiento –sobre todo religioso–, función que ya no es
necesaria en el siglo XX.
Una de las primeras formulaciones fue la del marxismo: de la obra de Marx se
desprendía que el arte es una “superestructura” cultural determinada por las
condiciones sociales y económicas del ser humano. Para los marxistas, el arte es
reflejo de la realidad social, si bien el propio Marx no veía una correspondencia
directa entre una sociedad determinada y el arte que produce. Georgi Plejánov,
en Arte y vida social (1912), formuló una estética materialista que rechazaba el
“arte por el arte”, así como la individualidad del artista ajeno a la sociedad que lo
envuelve.27 Walter Benjamin incidió de nuevo en el arte de vanguardia, que para él
es «la culminación de la dialéctica de la modernidad», el final del intento
totalizador del arte como expresión del mundo circundante. Intentó dilucidar el
papel del arte en la sociedad moderna, realizando un análisis semiótico en el que
el arte se explica a través de signos que el hombre intenta descifrar sin un
resultado aparentemente satisfactorio. En La obra de arte en la época de la
reproductibilidad técnica (1936) analizó la forma cómo las nuevas técnicas de
reproducción industrial del arte pueden hacer variar el concepto de este, al perder
su carácter de objeto único y, por tanto, su halo de reverencia mítica; esto abre
nuevas vías de concebir el arte –inexploradas aún para Benjamin– pero que
supondrán una relación más libre y abierta con la obra de arte.28

Theodor W. Adorno, como Benjamin perteneciente a la Escuela de Fráncfort,


defendió el arte de vanguardia como reacción a la excesiva tecnificación de la
sociedad moderna. En su Teoría estética (1970) afirmó que el arte es reflejo de las
tendencias culturales de la sociedad, pero sin llegar a ser fiel reflejo de esta, ya
que el arte representa lo inexistente, lo irreal; o, en todo caso, representa lo que
existe pero como posibilidad de ser otra cosa, de trascender. El arte es la
“negación de la cosa”, que a través de esta negación la trasciende, muestra lo que
no hay en ella de forma primigenia. Es apariencia, mentira, presentando lo
inexistente como existente, prometiendo que lo imposible es posible.29

Isla Pagoda en la desembocadura del río


Min (1870), de John Thomson. La fotografía supuso una gran revolución a la hora de
concebir el arte en el siglo XIX y el XX.
Representante del pragmatismo, John Dewey, en Arte como experiencia (1934),
definió el arte como “culminación de la naturaleza”, defendiendo que la base de la
estética es la experiencia sensorial. La actividad artística es una consecuencia
más de la actividad natural del ser humano, cuya forma organizativa depende de
los condicionamientos ambientales en que se desenvuelve. Así, el arte es
“expresión”, donde fines y medios se fusionan en una experiencia agradable. Para
Dewey, el arte, como cualquier actividad humana, implica iniciativa y creatividad,
así como una interacción entre sujeto y objeto, entre el hombre y las condiciones
materiales en las que desarrolla su labor.30

José Ortega y Gasset analizó en La deshumanización del arte (1925) el arte de


vanguardia desde el concepto de “sociedad de masas”, donde el carácter
minoritario del arte vanguardista produce una elitización del público consumidor de
arte. Ortega aprecia en el arte una “deshumanización” debida a la pérdida de
perspectiva histórica, es decir, de no poder analizar con suficiente distancia crítica
el sustrato sociocultural que conlleva el arte de vanguardia. La pérdida del
elemento realista, imitativo, que Ortega aprecia en el arte de vanguardia, supone
una eliminación del elemento humano que estaba presente en el arte naturalista.
Asimismo, esta pérdida de lo humano hace desaparecer los referentes en que
estaba basado el arte clásico, suponiendo una ruptura entre el arte y el público, y
generando una nueva forma de comprender el arte que solo podrán entender los
iniciados. La percepción estética del arte deshumanizado es la de una nueva
sensibilidad basada no en la afinidad sentimental –como se producía con el arte
romántico–, sino en un cierto distanciamiento, una apreciación de matices. Esa
separación entre arte y humanidad supone un intento de volver al hombre a la
vida, de rebajar el concepto de arte como una actividad secundaria de la
experiencia humana.31

En la escuela semiótica, Luigi Pareyson elaboró en Estética. Teoría de la


formatividad (1954) una estética hermenéutica, donde el arte es interpretación de
la verdad. Para Pareyson, el arte es “formativo”, es decir, expresa una forma de
hacer que, «a la vez que hace, inventa el modo de hacer». En otras palabras, no
se basa en reglas fijas, sino que las define conforme se elabora la obra y las
proyecta en el momento de realizarla. Así, en la formatividad la obra de arte no es
un “resultado”, sino un “logro”, donde la obra ha encontrado la regla que la define
específicamente. El arte es toda aquella actividad que busca un fin sin medios
específicos, debiendo hallar para su realización un proceso creativo e innovador
que dé resultados originales de carácter inventivo.32 Pareyson influyó en la
denominada Escuela de Turín, que desarrollará su concepto ontológico del
arte: Umberto Eco, en Obra abierta (1962), afirmó que la obra de arte solo existe
en su interpretación, en la apertura de múltiples significados que puede tener para
el espectador; Gianni Vattimo, en Poesía y ontología (1968), relacionó el arte con
el ser, y por tanto con la verdad, ya que es en el arte donde la verdad se muestra
de forma más pura y reveladora.33
El cómic ha sido una de las últimas incorporaciones a la
categoría de bellas artes. En la imagen Little Nemo in Slumberland, el primer gran clásico
del cómic publicado en 1905.
Una de las últimas derivaciones de la filosofía y el arte es la postmodernidad,
teoría sociocultural que postula la actual vigencia de un periodo histórico que
habría superado el proyecto moderno, es decir, la raíz cultural, política y
económica propia de la Edad Contemporánea, marcada en lo cultural por
la Ilustración, en lo político por la Revolución francesa y en lo económico por
la Revolución industrial. Frente a las propuestas del arte de vanguardia, los
postmodernos no plantean nuevas ideas, ni éticas ni estéticas; tan solo
reinterpretan la realidad que les envuelve, mediante la repetición de imágenes
anteriores, que pierden así su sentido. La repetición encierra el marco del arte en
el arte mismo, se asume el fracaso del compromiso artístico, la incapacidad del
arte para transformar la vida cotidiana. El arte postmoderno vuelve sin pudor al
sustrato material, a la obra de arte-objeto, al “arte por el arte”, sin pretender hacer
ninguna evolución, ninguna ruptura. Algunos de sus más importantes teóricos han
sido Jacques Derrida y Michel Foucault.34

Como conclusión, cabría decir que las viejas fórmulas que basaban el arte en la
creación de belleza o en la imitación de la naturaleza han quedado obsoletas, y
hoy día el arte es una cualidad dinámica, en constante transformación, inmersa
además en los medios de comunicación de masas, en los canales de consumo,
con un aspecto muchas veces efímero, de percepción instantánea, presente con
igual validez en la idea y en el objeto, en su génesis conceptual y en su realización
material.35 Morris Weitz, representante de la estética analítica, opinaba en El papel
de la teoría en la estética (1957) que «es imposible establecer cualquier tipo de
criterios del arte que sean necesarios y suficientes; por lo tanto, cualquier teoría
del arte es una imposibilidad lógica, y no simplemente algo que sea difícil de
obtener en la práctica». Según Weitz, una cualidad intrínseca de la creatividad
artística es que siempre produce nuevas formas y objetos, por lo que «las
condiciones del arte no pueden establecerse nunca de antemano». Así, «el
supuesto básico de que el arte pueda ser tema de cualquier definición realista o
verdadera es falso».36

En el fondo, la indefinición del arte estriba en su reducción a determinadas


categorías –como imitación, como recreación, como expresión–; el arte es un
concepto global, que incluye todas estas formulaciones y muchas más, un
concepto en evolución y abierto a nuevas interpretaciones, que no se puede fijar
de forma convencional, sino que debe aglutinar todos los intentos de expresarlo y
formularlo, siendo una síntesis amplia y subjetiva de todos ellos.

El arte es una actividad humana consciente capaz de reproducir cosas, construir formas,
o expresar una experiencia, si el producto de esta reproducción, construcción, o expresión
puede deleitar, emocionar o producir un choque.
Władysław Tatarkiewicz, Historia de seis ideas (1976).37

Clasificación[editar]

Las siete artes liberales, imagen del Hortus


deliciarum (siglo XII), de Herrad von Landsberg.
La clasificación del arte, o de las distintas facetas o categorías que pueden
considerarse artísticas, ha tenido una evolución paralela al concepto mismo de
arte: como se ha visto anteriormente, durante la antigüedad clásica se
consideraba arte todo tipo de habilidad manual y destreza, de tipo racional y sujeta
a reglas; así, entraban en esa denominación tanto las actuales bellas artes como
la artesanía y las ciencias, mientras que quedaban excluidas la música y
la poesía. Una de las primeras clasificaciones que se hicieron de las artes fue la
de los filósofos sofistas presocráticos, que distinguieron entre “artes útiles” y “artes
placenteras”, es decir, entre las que producen objetos de cierta utilidad y las que
sirven para el entretenimiento. Plutarco introdujo, junto a estas dos, las “artes
perfectas”, que serían lo que hoy consideramos ciencias. Platón, por su parte,
estableció la diferencia entre “artes productivas” y “artes imitativas”, según si
producían objetos nuevos o imitaban a otros.38

Durante la era romana hubo diversos intentos de clasificar las


artes: Quintiliano dividió el arte en tres esferas: “artes teóricas”, basadas en el
estudio (principalmente, las ciencias); “artes prácticas”, basadas en una actividad,
pero sin producir nada (como la danza); y “artes poéticas” –según
la etimología griega, donde ποίησις (poíêsis) quiere decir ‘producción’–, que son
las que producen objetos. Cicerón catalogó las artes según su importancia: “artes
mayores” (política y estrategia militar), “artes medianas” (ciencias, poesía
y retórica) y “artes menores” (pintura, escultura,
música, interpretación y atletismo). Plotino clasificó las artes en cinco grupos: las
que producen objetos físicos (arquitectura), las que ayudan a la naturaleza
(medicina y agricultura), las que imitan a la naturaleza (pintura), las que mejoran la
acción humana (política y retórica) y las intelectuales (geometría).39

Sin embargo, la clasificación que tuvo más fortuna –llegando hasta la era
moderna– fue la de Galeno en el siglo II, que dividió el arte en “artes liberales” y
“artes vulgares”, según si tenían un origen intelectual o manual. Entre las liberales
se encontraban: la gramática, la retórica y la dialéctica –que formaban el trivium–,
y la aritmética, la geometría, la astronomía y la música –que formaban
el quadrivium–; las vulgares incluían la arquitectura, la escultura y la pintura, pero
también otras actividades que hoy consideramos artesanía.40

Durante la Edad Media continuó la división del arte entre artes liberales y vulgares
–llamadas estas últimas entonces “mecánicas”–, si bien hubo nuevos intentos de
clasificación: Boecio dividió las artes en ars y artificium, clasificación similar a la de
artes liberales y vulgares, pero en una acepción que casi excluía las formas
manuales del campo del arte, dependiendo este tan solo de la mente. En el
siglo XII, Radulfo de Campo Lungo intentó hacer una clasificación de las artes
mecánicas, reduciéndolas a siete, igual número que las liberales. En función de su
utilidad cara a la sociedad, las dividió en: ars victuaria, para alimentar a la
gente; lanificaria, para vestirles; architectura, para procurarles una
casa; suffragatoria, para darles medios de transporte; medicinaria, que les
curaba; negotiatoria, para el comercio; militaria, para defenderse.41

En el siglo XVI empezó a considerarse que la arquitectura, la pintura y la escultura


eran actividades que requerían no solo oficio y destreza, sino también un tipo de
concepción intelectual que las hacían superiores a otros tipos de manualidades.
Se gestaba así el concepto moderno de arte, que durante
el Renacimiento adquirió el nombre de arti del disegno (artes del diseño), por
cuanto comprendían que esta actividad –el diseñar– era la principal en la génesis
de las obras de arte.42
Las Meninas (1656), de Velázquez, fue un alegato
de la figura del pintor como artista inspirado, frente a la condición de simple artesano que
hasta entonces se tenía del oficio de pintor.
Sin embargo, faltaba aglutinar estas artes del diseño con el resto de actividades
consideradas artísticas (música, poesía y teatro), tarea que se desarrolló durante
los dos siglos siguientes con varios intentos de buscar un nexo común a todas
estas actividades: así, el humanista florentino Giannozzo Manetti propuso el
término “artes ingeniosas”, donde incluía las artes liberales, por lo que solo
cambiaba el vocablo; el filósofo neoplatónico Marsilio Ficino elaboró el concepto
de “artes musicales”, argumentando que la música era la inspiración para todas
las artes; en 1555, Giovanni Pietro Capriano introdujo en su De vera poetica la
acepción “artes nobles”, apelando a la elevada finalidad de estas
actividades; Lodovico Castelvetro habló en su Correttione (1572) de “artes
memoriales”, ya que según él estas artes buscaban fijar en objetos la memoria de
cosas y acontecimientos; Claude-François Menestrier, historiador francés del
siglo XVII, formuló la idea de “artes pictóricas”, remarcando el carácter visual del
arte; Emanuele Tesauro ideó en 1658 la noción de “artes poéticas”, inspirado en la
célebre cita de Horacio ut pictura poesis (la pintura como la poesía), describiendo
el componente poético y metafórico de estas artes; ya en el siglo XVIII, coincidieron
en un mismo año (1744) dos definiciones, la de “artes agradables” de Giambattista
Vico, y la de “artes elegantes” de James Harris; por último, en 1746, Charles
Batteux estableció en Las bellas artes reducidas a un único principio la concepción
actual de bellas artes, remarcando su aspecto de imitación (imitatio).43

Batteux incluyó en las bellas artes pintura, escultura, música, poesía y danza,
mientras que mantuvo el término artes mecánicas para el resto de actividades
artísticas, y señaló como actividades entre ambas categorías la arquitectura y la
retórica, si bien al poco tiempo se eliminó el grupo intermedio y la arquitectura y la
retórica se incorporaron plenamente a las bellas artes. Sin embargo, con el
tiempo, esta lista sufrió diversas variaciones, y si bien se aceptaba comúnmente la
presencia de arquitectura, pintura, escultura, música y poesía, los dos puestos
restantes oscilaron entre la danza, la retórica, el teatro y la jardinería, o, más
adelante, nuevas disciplinas como la fotografía y el cine. El término “bellas artes”
hizo fortuna, y quedó fijado como definición de todas las actividades basadas en la
elaboración de objetos con finalidad estética, producidos de forma intelectual y con
voluntad expresiva y trascendente. Así, desde entonces las artes fueron “bellas
artes”, separadas tanto de las ciencias como de los oficios manuales. Por eso
mismo, durante el siglo XIX se fue produciendo un nuevo cambio terminológico: ya
que las artes eran solo las bellas artes, y el resto de actividades no lo eran, poco a
poco se fue perdiendo el término ‘bellas’ para quedar solo el de ‘artes’, quedando
la acepción ‘arte’ tal como la entendemos hoy día. Incluso sucedió que entonces
se restringió el término “bellas artes” para designar las artes visuales, las que en el
Renacimiento se denominaban “artes del diseño” (arquitectura, pintura y
escultura), siendo las demás las “artes en general”. También hubo una tendencia
cada vez más creciente a separar las artes visuales de las literarias, que
recibieron el nombre de “bellas letras”.44 Se podría decir que las “bellas artes” son
aquellas que cumplen con ciertas características estéticas dignas de ser
admiradas: tienen como objetivo expresar la belleza aunque esta sea definida por
el artista o por la particular perspectiva del observador, cayendo en la ambigüedad
de lo que es bello. Gary Martin señaló que debido a que constituye una
experiencia subjetiva, a menudo se dice que «la belleza está en el ojo del
observador». Las “bellas artes” han tenido históricamente tal adjetivo debido a que
representan la máxima expresión sentimental del ser humano desde épocas
remotas.

Sin embargo, pese a la aceptación general de la clasificación propuesta por


Batteux, en los siglos siguientes todavía se produjeron intentos de nuevas
clasificaciones del arte: Immanuel Kant distinguió entre “artes mecánicas” y “artes
estéticas”; Robert von Zimmermann habló de artes de la representación material
(arquitectura y escultura), de la representación perceptiva (pintura y música) y de
la representación del pensamiento (literatura); y Alois Riegl, en Arte industrial de la
época romana tardía, dividió el arte en arquitectura, plástica y ornamento. Hegel,
en su Estética (1835-1838), estableció tres formas de manifestación artística: arte
simbólico, clásico y romántico, que se relacionan con tres formas diferentes de
arte, tres estadios de evolución histórica y tres maneras distintas de tomar forma la
idea:

Arte Historia Idea Forma


Simbólico Infancia Desajuste Arquitectura
Clásico Madurez Ajuste Escultura
Romántico Vejez Desbordamiento Pintura, música y poesía
En la idea, primero hay una relación de desajuste, donde la idea no encuentra
forma; después es de ajuste, cuando la idea se ajusta a la forma; por último, en el
desbordamiento, la idea sobrepasa la forma, tiende al infinito. En la evolución
histórica, equipara infancia con el arte prehistórico, antiguo y oriental; madurez,
con el arte griego y romano; y vejez, con el arte cristiano. En cuanto a la forma, la
arquitectura (forma monumental) es un arte tectónico, depende de la materia, de
pesos, medidas, etc.; la escultura (forma antropomórfica) depende más de la
forma volumétrica, por lo que se acerca más al hombre; la pintura, música y
poesía (formas suprasensibles) son la etapa más espiritual, más desmaterializada.
La creación artística no ha de ser una mimesis, sino un proceso de libertad
espiritual. En su evolución, cuando el artista llega a su límite, se van perdiendo las
formas sensibles, el arte se vuelve más conceptual y reflexivo; al final de este
proceso se produce la “muerte del arte”.45

Pese a todo, estos intentos de clasificación resultaron un tanto baldíos y, cuando


parecía que por fin se había llegado a una definición del arte universalmente
aceptable, después de tantos siglos de evolución, los cambios sociales, culturales
y tecnológicos producidos durante los siglos XIX y XX han comportado un nuevo
intento de definir el arte con base en parámetros más abiertos y
omnicomprensivos, intentando abarcar tanto una definición teórica del arte como
una catalogación práctica que incluyese las nuevas formas artísticas que han ido
surgiendo en los últimos tiempos (fotografía, cine, cómic, nuevas tecnologías,
etc.). Como el de Juan Acha con su ensayo Arte y sociedad. Latinoamérica: el
producto artístico y estructura (1979), cuya compleja organización de las artes es
según su aplicación y origen; en grupos como "Cuerpo-Objeto", "Superficie-
Objetos", "Superficies-Icónicas", "Superficies-Literarias", "Espectáculos" y
"Audiciones". Y otra más simple en Lógica del Límite (1991) de Eugenio Trías, en
la que el artista es como un habitante y a un determinado oficio artístico como
un habitáculo, que constituyen tres grandes áreas del arte: artes estáticas o del
espacio, artes mixtas y artes temporales o dinámicas.

Artes estáticas o espaciales Artes mixtas Artes dinámicas o temporales


Arquitectura Cine Música
Escultura Teatro Danza
Pintura Ópera Literatura
Estos intentos, un tanto infructuosos, han producido en cierta forma el efecto
contrario, acentuando aún más la indefinición del arte, que hoy día es un concepto
abierto e interpretable, donde caben muchas fórmulas y concepciones, si bien se
suele aceptar un mínimo denominador común basado en cualidades estéticas y
expresivas, así como un componente de creatividad.35

Cinco artes son comúnmente citadas en el siglo XIX, a las cuales en el siglo XX se
le añadirán cuatro más para llegar a un total de nueve artes, sin ser capaces los
expertos y críticos de ponerse de acuerdo sobre la clasificación un "décimo arte".

Al final del siglo XX, la siguiente lista establece las nuevas clasificaciones, al igual
que el número de musas antiguas:

1. Arquitectura
2. Escultura
3. Artes visuales, que incluyen la pintura, el dibujo y el grabado
4. Música
5. Literatura, que incluye la poesía
6. Artes escénicas, que incluyen el teatro, la danza, el mimo y el circo
7. Cinematografía
8. Fotografía
9. Historieta
Ciertos críticos e historiadores consideran otras artes en la lista, como
la gastronomía, la perfumería, la televisión, la moda, la publicidad, la animación y
los videojuegos. En la actualidad existe aún cierta discrepancia sobre cuál sería el
“décimo arte”.46

Elementos del fenómeno artístico[editar]

Autorretrato (1498), de Alberto Durero.

 Artista: se denomina artista a aquella persona que, o bien practica un


arte, o bien destaca en él. Por definición, un artista es quien elabora una
obra de arte; así pues, y en paralelo a la evolución del concepto de arte
que hemos visto anteriormente, en épocas pasadas un artista era
cualquier persona que trabajase en las artes liberales o vulgares, desde
un gramático, un astrónomo o un músico hasta un albañil, un alfarero o
un ebanista. Sin embargo, hoy día se entiende por artista a alguien que
practica las bellas artes. Aun así, el término artista puede tener diversas
acepciones, desde el artista como creador, hasta el artista como el que
tiene en la práctica de un arte su profesión. Así, a menudo llamamos
artistas a actores o músicos que solo interpretan obras creadas por
otros autores. También se suele emplear el vocablo artista para
diferenciar a quien practica una actividad liberal para distinguirlo del que
practica un oficio: en ese sentido, se suele decir “pintor artista” para
diferenciarlo de un “pintor de brocha gorda”. Al artista se le supone una
disposición especialmente sensible frente al mundo que lo rodea: ha
desarrollado su propio punto de vista, así como su creatividad, una
buena técnica y un medio de comunicación hacia el espectador por
medio de sus obras. El artista adquiere su propio dominio de la técnica y
su desarrollo artístico intelectual para llegar al camino del
profesionalismo. Con esta personalidad, el artista se manifiesta hacia el
mundo tratando de reflejar lo que acontece –o le gustaría que
aconteciera– en él.47
 Obra de arte: una obra es una realización material, que tiene una
existencia objetiva y que es perceptible sensiblemente. El término
proviene del latín opera, que deriva de opus (‘trabajo’), por lo que
equivale a trabajo como objeto, es decir, como resultado de un trabajo.
Una obra de arte puede ser tanto el objeto material en sí –una pintura,
una escultura, un grabado– como una producción intelectual donde la
artisticidad se encuentra en el momento de su ejecución o captación por
medio de los sentidos: así, en la literatura, el arte se encuentra más en
la lectura de la obra que no en el lenguaje escrito que le sirve de
vehículo de comunicación, o en el medio material (libro, revista) que le
sirva de soporte; en música, el arte se encuentra en su percepción
auditiva, no en la partitura en que se ve reflejada. Así, en el arte
conceptual se valora más la concepción de la obra de arte por parte del
artista que no su realización material. En ese sentido, una obra de arte
puede tener varios niveles de elaboración: decía Panofsky que, al
escribir una carta, se cumple básicamente el objetivo de comunicarse;
pero si se escribe poniendo especial atención en la caligrafía, puede
tener un sentido artístico valorable per se; y si, además, se escribe en
un tono poético o literario, la carta trasciende su sustrato material para
convertirse en una obra de arte valorable por sus cualidades
intrínsecas. Por otro lado, hay que valorar la percepción del receptor: un
objeto puede no estar elaborado con finalidades artísticas pero ser
interpretado así por la persona que lo percibe –como en los ready-
made de Duchamp–. Igualmente, una obra de arte puede tener diversas
interpretaciones según la persona que lo valore, como remarcó Umberto
Eco con su concepto de “obra abierta”. Y una misma obra puede ser
percibida como artística por unos y como no artística por otros:
decía Marcel Mauss que «es obra de arte el objeto que es reconocido
como tal por un grupo social definido». Así, habría que reconocer que
una obra de arte es un objeto que tiene un valor añadido, sea este valor
un concepto artístico, estético, cultural, sociológico o de diversa índole.48
En conclusión, se podría decir que una obra de arte es un hecho
sensorial, realizado artificialmente, con intencionalidad comunicativa y
orientación lúdica. La obra de arte, para ser considerada como tal, debe
trascender su sustrato material para adquirir una significación
trascendente, basada tanto en su aspecto estético como en el histórico,
al ser reflejo de un lugar y tiempo determinados, así como de una
determinada cultura que subyace en la génesis de toda obra de arte.49
Sea cual sea su antigüedad y clasicismo, una obra de arte es en acto y no sólo
potencialmente una obra de arte cuando pervive en alguna experiencia individualizada. En
cuanto pedazo de pergamino, de mármol, de tela, permanece (aunque sujeta a las
devastaciones del tiempo) idéntica a sí misma a través de los años. Pero como obra de
arte se recrea cada vez que es experimentada estéticamente.
John Dewey, El arte como experiencia (1934).50

Una performance, ejemplo de actividad artística que


requiere un público.

 Público: un factor cada vez más determinante en el mundo del arte es el


del público, la gente que acude a museos o exposiciones y que
manifiesta cada vez más un sentido crítico y apreciativo del arte,
pudiendo influir en las modas y los gustos artísticos. En siglos
anteriores, el arte era un círculo cerrado al que solo tenían acceso las
clases más favorecidas, que eran las que encargaban y adquirían obras
de arte. Sin embargo, desde la apertura de los primeros museos
públicos en el siglo XVIII, la participación del público en general en la
apreciación del arte ha sido cada vez mayor, favorecida sobre todo por
el aumento de medios de comunicación de masas (prensa, libros,
revistas y, más recientemente, medios digitales e Internet). Asimismo,
las nuevas corrientes artísticas, sobre todo desde pasada la Segunda
Guerra Mundial, han favorecido la participación del público en la propia
génesis del hecho artístico, a través de acciones artísticas como
los happenings y las performances.51
 Percepción: la percepción del arte es un fenómeno subjetivo, motivado
no solo por el hecho sensorial sino por el aspecto de mentalidad
inherente, que depende de la cultura, la educación, etc. La percepción
es un proceso activo y selectivo, el ser humano tiende a seleccionar la
percepción más sencilla, así como a ver las cosas globalmente –por
ejemplo, tendemos a ver las cosas simétricas aunque no lo sean–. De la
percepción sensorial dependen factores como la textura, la forma y el
color, así como la geometría, la proporción y el ritmo.
 Materia y técnica: el proceso artístico comienza con la elaboración
mental de la obra por parte del artista, pero esta se ha de plasmar en
materia, proceso que se realiza a través de la técnica. La materia tiene
una noción constitutiva, creadora, siendo parte esencial de la creación
artística. También puede aportar diferentes concepciones estéticas,
como el uso del hierro y el vidrio en la arquitectura contemporánea. A su
vez, la técnica es la manera cómo el artista da forma a la obra de arte,
cómo moldea la materia para conseguir expresar aquello que desea
crear. Los materiales y la técnica van evolucionando con el tiempo, y
pueden ser definitorios de un determinado lenguaje o estilo artístico.52
 Función del arte: el arte puede cumplir diversas funciones, según la
voluntad del propio artista o según la interpretación que de la obra haga
el público:
 Práctica: el arte puede tener una utilidad práctica siempre y
cuando cumpla diversas premisas de satisfacer necesidades
o de tener una finalidad destinada a su uso o disfrute, como
es el caso de la arquitectura, o bien de la artesanía y las artes
aplicadas, decorativas e industriales.
 Estética: el arte está estrechamente vinculado a una finalidad
estética, es decir, de provocar sentimientos o emociones, o
bien suscitar belleza y admiración en todo aquel que
contempla la obra de arte.
 Simbólica: el arte puede estar revestido de una función
simbólica cuando pretende trascender su simple materialidad
para ser un símbolo, una forma de expresión o comunicación,
un lenguaje por el cual se expresa una idea que debe ser
descifrable para el público al cual va dirigida.
 Económica: el arte, como producto elaborado por el hombre,
no deja de ser un objeto que puede estar motivado con fines
económicos, bien en su concepción o bien en su
posterior mercantilización.
 Comunicativa: el arte es un medio de comunicación, por el
cual se expresan ideas o conceptos, o bien se recrean
estados de ánimo. En este sentido, puede ser tanto crítico
como propagandístico del mensaje que desea transmitir.
 Imitativa: el arte ha pretendido históricamente ser fiel reflejo
de la realidad, al menos hasta la aparición de la fotografía y el
cine en el siglo XX. Así, el arte ha sido un medio ideal para
plasmar el mundo, la forma de vida de las diversas culturas y
civilizaciones que se han sucedido a lo largo del tiempo.
 Crítica: el arte puede tener una voluntad crítica, bien de tipo
político, religioso o social, haciéndose eco de las
reivindicaciones sociales de cada periodo histórico.
Museo del Prado.

 Museos: son instituciones dedicadas al estudio, conservación y


exposición de obras de arte. El origen de los museos está en el
coleccionismo, donde a la obra de arte se le añade un valor histórico o
cultural, o bien de admiración o singularidad. A partir del
siglo XVIII comenzaron a abrirse las colecciones al público, surgiendo los
museos de protección estatal (British Museum, 1753; Uffizi,
1769; Louvre, 1789; Prado, 1819; Altes Museum de Berlín,
1830; National Gallery, 1838; Hermitage, 1851), al tiempo que surgieron
las academias, instituciones que regulan el proceso creativo, educativo
y formativo del arte. El Consejo Internacional de Museos (ICOM) define
el museo como «una institución sin ánimo de lucro, permanente, al
servicio de la sociedad y su desarrollo, abierto al público, que adquiere,
conserva, investiga, comunica y exhibe testimonios materiales de la
evolución de la naturaleza y del hombre, con finalidades de estudio, de
educación y de delectación». Existen dos disciplinas vinculadas al
estudio de los museos: la museografía estudia la vertiente técnica y
estructural de los museos (arquitectura, equipamiento, medios de
exposición); y la museología analiza el museo desde una perspectiva
histórica, social y cultural.53
 Academias de arte: son instituciones encargadas de preservar el arte
como fenómeno cultural, de reglamentar su estudio y su conservación, y
de promocionarlo mediante exposiciones y concursos; originalmente,
servían también como centros de formación de artistas, aunque con el
tiempo perdieron esta función, traspasada a instituciones privadas. Las
primeras academias surgieron en Italia en el siglo XVI: en 1562,
la Accademia del Disegno en Florencia; en 1577, la Accademia di San
Luca en Roma. Posteriormente, cabe destacar la Académie Royal d’Art,
fundada en París en 1648; la Akademie der Künste de Berlín (1696);
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1744); la
Academia Rusa de Artes de San Petersburgo (1757); y la Royal
Academy of Arts de Londres (1768). Las academias de arte a menudo
han sido criticadas como centros conservadores, anclados en el gusto
por el arte clásico, excesivamente reglamentadas, llegando incluso a
que el término “arte académico” sea sinónimo de un arte de corte
clásico y tipo canónico, de repetición de formas tradicionales. Hoy en
día, las academias tienen más que nada una función institucional,
representativa y de asesoramiento.54
 Fundaciones de arte: conocidas como el “tercer sector”, ya que son
privadas pero no persiguen fines lucrativos, por lo que se sitúan entre
los museos y las galerías de arte, las fundaciones son instituciones de
ámbito privado y filantrópico encargadas de difundir y fomentar el arte.
Entre sus funciones se cuentan tanto la conservación de obras de arte –
generalmente estas fundaciones tienen sus propias colecciones– como
el estímulo y fomento de la creatividad artística, a través de becas para
jóvenes artistas. Instancia intermedia entre la sociedad civil y el estado,
las fundaciones favorecen la participación ciudadana en las esferas
culturales, fomentando la democratización del estamento artístico. Entre
las diversas fundaciones internacionales destacan la Fundación Maeght,
la del Chase Manhattan Bank, la Fundación Beyeler, la Fundación
Cartier, la Fundación Lucio Fontana, la Fundación Calouste Gulbenkian,
la Fundación Solomon R. Guggenheim, la Fundación Robert
Mapplethorpe, la Fundación Vincent Van Gogh, etc.; en España,
la Fundación Miró, la Fundación Antoni Tàpies, la Fundación BBVA,
la Fundación Caixa Fòrum, la Fundación Telefónica, la Fundación Juan
March, la Fundación Gala-Salvador Dalí, la Fundación Thyssen-
Bornemisza, etc.55
 Coleccionismo: es una actividad, generalmente de índole privada,
destinada a la creación de colecciones de obras de arte. Desde
siempre, el hombre ha sentido fascinación por el arte, hecho que le ha
llevado a la adquisición de obras de arte, para su disfrute personal o,
desde el crecimiento del mercado artístico en el Renacimiento, como
inversión económica. Las colecciones particulares de arte han rivalizado
a menudo con los museos en cuanto a cantidad y calidad de obras de
arte y, gracias a donaciones filantrópicas, han sido origen muchas veces
de la ampliación o creación de nuevos museos. El coleccionismo
empezó de forma amplia en la antigua Roma, fruto generalmente de
botines de guerra de los países conquistados. Durante la Edad
Media fue común el atesoramiento de piezas de valor (orfebrería, obras
de marfil y ébano) y de reliquias. Sin embargo, el auge del
coleccionismo se produjo en el Renacimiento, cuando nobles y
mecenas encargaron y adquirieron gran número de obras de arte para
sus palacios y villas. Circunscrito en principio a la aristocracia, a partir
del siglo XVIII el coleccionismo pasó también a la burguesía y a los ricos
hombres de negocios, ya que el arte tenía entonces un marcado
componente de ostentación social. Desde entonces, la figura del
coleccionista privado ha sido fundamental para el éxito del mercado
artístico.56
Galería de arte con vistas de la Roma
antigua (1754-1757), de Giovanni Paolo Pannini.

 Mercado artístico: la valoración de la obra de arte como mercancía


susceptible de ser adquirida por una contraprestación económica
comienza con la toma de conciencia de la singularidad del arte, de su
valor como obra única e irrepetible, unido a aspectos como su
antigüedad, su calidad, su autenticidad, etc. El comercio artístico surgió
en Grecia y Roma, pero se consolidó en el Renacimiento: en el
siglo XVI existían ya en Venecia y Florencia lonjas especializadas en la
transacción del arte. En el siglo XVII el principal centro comercializador
de arte fueron los Países Bajos, donde una creciente burguesía hacía
del arte un reflejo de su estatus social. En el siglo XIX el mercado del
arte cobró una gran difusión, en paralelo a la apertura de los museos
públicos y a la realización de exposiciones internacionales donde se
exhibían los mejores productos, tanto artísticos como industriales, de
todos los países. Proliferó entonces la apertura de galerías privadas de
arte, y apareció la figura del marchante de arte, que a menudo jugaría
un papel relevante en su relación con los artistas, y llegaría a cobrar un
protagonismo propio en la historia del arte (como Daniel-Henry
Kahnweiler o Ambroise Vollard). También aparecieron casas
de subastas, como las famosas Christie's y Sotheby's británicas,
la francesa Drouot, la alemana Lempertz, la italiana Finarte o
las españolas Brok, Ansorena y Durán.57
 Ferias: uno de los principales medios de comercialización del arte son
las ferias, donde los artistas dan a conocer sus obras, mientras que el
público puede apreciarlas y estar al corriente de las diversas novedades
que se van sucediendo en el tiempo. Las ferias han ido adquiriendo
cada vez mayor relevancia, existiendo un circuito donde a lo largo del
año diversas ciudades de todo el mundo acogen ferias de diversa
índole. Actualmente, su cometido no es solo comercial, sino también
cultural e institucional, ya que suponen una fuente de difusión del arte.
Una de las primeras ferias conocidas fue la celebrada en el Salone degli
Innocenti de la Academia de Florencia, donde en 1564 se vendieron 17
de 25 cuadros pintados en homenaje a Miguel Ángel tras su
fallecimiento. En 1737 se abrió la muestra bienal del Salón Carré
del Louvre, organizada por la Académie Royal d’Art, primeras ferias
abiertas a un público mayoritario. En la actualidad destacan: la Bienal
de Venecia, la Documenta de Kassel, la Bienal de São Paulo, la Trienal
de Milán, la feria ARCO de Madrid, la FIAC de París, ArtBasel
de Basilea, etc.58
 Exposiciones: uno de los factores clave en la difusión del arte, sobre
todo actualmente, es la organización de exposiciones, públicas o
privadas, de arte antiguo o contemporáneo, individuales o colectivas,
temáticas o antológicas. Las primeras exposiciones surgieron en Gran
Bretaña a finales del siglo XVIII, propiciadas por el exilio de artistas
provocado por la Revolución francesa. En el siglo XIX surgieron
las exposiciones universales, primeros fenómenos de masas donde se
exponían las principales novedades tanto del mundo del arte como de la
ciencia, la industria y cualquier otra actividad humana. Desde entonces
se han sucedido las exposiciones por todo el mundo, circunscritas a
menudo en los propios museos de arte, como forma de favorecer una
mayor afluencia de público. Actualmente, son habituales las
exposiciones antológicas e itinerantes, que suelen recorrer los
principales centros artísticos mundiales. Otro factor a tener en cuenta,
sobre todo dada la temporalidad de estas exposiciones, es la cada vez
mayor importancia de los catálogos, únicos testimonios del conjunto de
obras de arte expuestas de forma, muchas veces, irrepetible. La
exposición más visitada ha sido la de Arte degenerado, organizada en
1937 por el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, que fue
visitada por unos tres millones de personas en diversas ciudades
alemanas a lo largo de cuatro años.59
Disciplinas artísticas[editar]
Arquitectura: Casa de la Cascada (1939), de Frank Lloyd Wright.

Pintura: La noche estrellada (1889), de Vincent van Gogh.

Escultura: Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni (1671-1674), de Gian Lorenzo Bernini.


Música: Cuarteto para flauta (1777), de Wolfgang Amadeus Mozart.

Literatura: Ejemplo de caligrafía en latín que representa una Biblia de 1407.

Las artes creativas a menudo son divididas en categorías más específicas, como
las artes decorativas, las artes plásticas, las artes escénicas o la literatura. Así, la
pintura es una forma de arte visual, y la poesía es una forma de literatura. Algunos
ejemplos son:

Artes visuales

 Arquitectura: es el arte de proyectar y construir edificios. Denominada a


veces como el “arte del espacio”, la arquitectura es un proceso técnico y
de diseño que procura mediante diversos materiales la construcción de
estructuras que organizan el espacio para su utilización por el ser
humano. Inicialmente destinada a la construcción de viviendas, con el
tiempo se ha ido diversificando en distintas tipologías con fines muy
diversos, desde espacios de culto religioso hasta instalaciones militares,
pasando por edificios públicos
(ayuntamientos, escuelas, universidades, hospitales, bibliotecas, museo
s, etc.), fábricas, instalaciones deportivas, obras
de ingeniería (puentes, carreteras), estaciones de transporte
(ferrocarriles, puertos, aeropuertos), etc. Igualmente, la arquitectura ha
asumido con el tiempo diversas competencias, como el urbanismo,
el paisajismo, obras de salud pública (alcantarillado, canalizaciones),
etc.
 Arte corporal: es el que utiliza el cuerpo humano como soporte. Incluye
actividades como el maquillaje, el vestuario, la peluquería, el tatuaje,
el piercing, etc.
 Arte digital: es el realizado por medios digitales, como el vídeo o
la informática, vinculado a menudo a las instalaciones, o que utiliza
diversos soportes, como Internet, un ejemplo son los videojuegos.
 Arte efímero: es el que tiene una duración determinada en el tiempo, ya
que en la génesis de su concepción estriba ya el hecho de que sea
perecedero. Incluye diversas formas de arte conceptual y de acción,
como el happening y la performance. También engloba diversas
actividades como la gastronomía, la perfumería, la pirotecnia, etc. Un
punto esencial de este tipo de actividades es la participación del público.
 Artes decorativas o aplicadas: término aplicado preferentemente a
las artes industriales, así como a la pintura y la escultura, cuando su
objetivo no es el de generar una obra única y diferenciada, sino que
buscan una finalidad decorativa y ornamental.
 Artes gráficas: son las que se realizan por medio de un proceso
de impresión; así, son artes gráficas tanto el grabado como la fotografía,
el cartelismo o el cómic, o cualquier actividad artística que utilice un
medio impreso. En su realización intervienen, por un lado, la creación
de un diseño y, por otro, su traslado a un determinado sustrato —como
el papel—. Las artes gráficas aparecieron con la invención de
la imprenta por Johannes Gutenberg hacia 1450, agrupando todos los
oficios que se relacionaban con la impresión tipográfica. Más tarde, la
necesidad de generar impresiones de mejor calidad propició la aparición
de la preprensa o fotomecánica.
 Artes industriales: son las desarrolladas con una
elaboración industrial o artesanal pero persiguiendo una cierta finalidad
estética, sobre todo en la elaboración de determinados objetos como
vestidos, viviendas y utensilios, así como diversos elementos de
decoración. Muchas artes decorativas son también industriales.
 Artes y oficios: son las que comportan un trabajo manual, que puede
tener un carácter artesanal o industrial. Engloba diversas actividades
como la cerámica, la corioplastia, la ebanistería, la forja, la jardinería,
la joyería, el mosaico, la orfebrería, la tapicería, la vidriería, etc.
 Cinematografía: técnica basada en la reproducción de imágenes en
movimiento, el cine surgió con el invento del cinematógrafo por
los hermanos Lumière en 1895. Si bien en principio únicamente suponía
la captación de imágenes del natural, como si fuese un documental,
enseguida la cinematografía evolucionó hacia la narración de historias
mediante la utilización de guiones y procesos técnicos como el montaje,
que permitían rodar escenas y ordenarlas de forma que presentase una
historia coherente. Con la incorporación de elementos tomados
del teatro —proceso iniciado por Méliès—, el cine alcanzó un grado de
auténtica artisticidad, siendo bautizado como el séptimo arte, término
propuesto por Ricciotto Canudo en 1911.
 Dibujo: representación gráfica realizada por medio de líneas, trazos y
sombras, elaborados mediante lápiz, pluma u objetos similares. El
dibujo está en la base de casi cualquier obra artística, pues la mayoría
de obras pictóricas se realizan sobre un esbozo dibujado sobre
el lienzo, sobre el que posteriormente se pinta; igualmente, muchas
esculturas son diseñadas primero en dibujo, e incluso la arquitectura se
basa en planos dibujados. Aparte de esto, el dibujo tiene una indudable
autonomía artística, siendo innumerables los dibujos realizados por la
mayoría de grandes artistas a lo largo de la Historia.
 Diseño: es la traza o delineación de cualquier elemento relacionado con
el ser humano, sea un edificio, un vestido, un peinado, etc. Utilizado
habitualmente en el contexto de las artes aplicadas, ingeniería,
arquitectura y otras disciplinas creativas, el diseño se define como el
proceso previo de configuración mental de una obra, mediante esbozos,
dibujos, bocetos o esquemas trazados en cualquier soporte. El diseño
tiene un componente funcional y otro estético, ha de satisfacer
necesidades y a la vez puede agradar a los sentidos. Comprende
multitud de disciplinas y oficios dependiendo del objeto a diseñar y de la
participación en el proceso de una o varias personas o especialidades.
 Escultura: es el arte de modelar figuras en volumen, mediante diversos
materiales como el barro, la piedra, la madera, el metal, etc. Es un arte
espacial, donde el autor se expresa mediante volúmenes y formas
dimensionales. En la escultura se incluyen todas las artes
de talla y cincel, junto con las de fundición y moldeado, y a veces el arte
de la alfarería. Puede ser en talla exenta –también llamada de bulto
redondo– o en relieve sobre diversas superficies.
 Fotografía: es una técnica que permite obtener imágenes del mundo
sensible y fijarlas en un soporte material –una película sensible a
la luz o un sensor digital–. Se basa en el principio de la cámara oscura,
con la cual se consigue proyectar una imagen captada por un pequeño
agujero sobre una superficie, de tal forma que el tamaño de la imagen
queda reducido y aumentada su nitidez. La fotografía moderna comenzó
con la construcción del daguerrotipo por Louis-Jacques-Mandé
Daguerre, a partir de donde se fueron perfeccionando los
procedimientos técnicos para su captación y reproducción. Pese a
tomar sus imágenes de la realidad, la fotografía fue enseguida
considerada un arte, pues se reconoce que la visión aportada por el
fotógrafo a la hora de elegir una toma o encuadre es un proceso
artístico, realizado con una voluntad estética.
 Grabado: el grabado es una técnica de elaboración
de estampas artísticas mediante una plancha de madera o metal
trabajada según diversos
procedimientos: aguafuerte, aguatinta, calcografía, grabado al
buril, grabado a media tinta, grabado a punta
seca, linograbado, litografía, serigrafía, xilografía, etc.
 Historieta: la historieta o cómic es una representación gráfica mediante
la cual se narra una historia a través de una sucesión de viñetas, en las
que mediante dibujos –en color o blanco y negro– y textos enmarcados
en unos recuadros llamados “bocadillos” se va presentando la acción
narrada, en un sentido lineal. Derivada de la caricatura, la historieta se
desarrolló a partir del siglo XIX sobre todo en medios periodísticos, en
tiras insertadas generalmente en las secciones de entretenimiento de
los periódicos, aunque pronto adquirieron autonomía propia y
empezaron a ser editadas en forma de álbumes. Aunque comenzó
dentro del género humorístico, posteriormente aparecieron historietas
de todos los géneros, alcanzando gran éxito a nivel popular durante el
siglo XX.
 Pintura: es el arte y técnica de crear imágenes a través de la aplicación
de pigmentos de color sobre una superficie, sea papel, tela, madera,
pared, etc. Se suele dividir en pintura mural (fresco, temple) o
de caballete (temple, óleo, pastel), e igualmente puede clasificarse
según su género (retrato, paisaje, bodegón, etc.). La pintura ha sido
durante siglos el principal medio para documentar la realidad, el mundo
circundante, reflejando en sus imágenes el devenir histórico de las
distintas culturas que han sucedido a lo largo del tiempo, así como sus
costumbres y condiciones materiales.
Artes escénicas

Danza: la danza es una forma de expresión del cuerpo humano, que


consiste en una serie de movimientos rítmicos al compás de una música
–aunque esta última no es del todo imprescindible–. Entre sus
modalidades figura el ballet o danza clásica, aunque existen
innumerables tipos de danzas rituales y folclóricas entre las diversas
culturas y sociedades humanas, así como infinitud de bailes populares.
Las técnicas de danza requieren una gran concentración para dominar
todo el cuerpo, con especial hincapié en la flexibilidad, la coordinación y
el ritmo.
 Teatro: es un arte escénico que tiene por objetivo la representación de
un drama literario, a través de unos actores que representan unos
papeles establecidos, combinado con una serie de factores como son
la escenografía, la música, el espectáculo, los efectos especiales,
el maquillaje, el vestuario, los objetos de atrezzo, etc. Se realiza sobre
un escenario, siendo parte esencial de la obra el dirigirse a un público.
El teatro puede incluir, en exclusiva o de forma combinada, diversos
tipos de modalidades escénicas, como la ópera, el ballet y
la pantomima.
Artes musicales

 Canto coral: es el realizado por un grupo de voces, bien masculinas o


femeninas, o mixtas, que interpretan una canción o melodía de forma
conjunta, aunando sus voces para ofrecer una sola voz musical. Entre
las diversas formas de canto coral figura el canto gregoriano.
 Música sinfónica: la música es el arte de organizar sensible y
lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios
utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y
el ritmo. En su vertiente sinfónica, se considera que es la música
instrumental interpretada por una orquesta formada por los
principales instrumentos de
viento (madera y metal), cuerda y percusión.
 Ópera: es un arte donde se combina la música con el canto, sobre la
base de un guion (libreto) interpretado según los principios de las artes
escénicas. La interpretación es realizada por cantantes de diversos
registros
vocales: bajo, barítono, tenor, contralto, mezzosoprano y soprano.
Artes literarias

 Narrativa: es el arte de escribir en prosa, recreando


en palabras sucesos reales o ficticios, que el escritor dispone de forma
adecuada para su correcta comprensión por el lector, con finalidades
informativas o recreativas, expresadas con un lenguaje que puede
variar desde un aspecto descriptivo hasta otro imaginario o de diversa
índole. Entre las diversas formas de narrativa se encuentran la novela y
el cuento.
 Poesía: es una composición literaria basada en la métrica y el ritmo,
dispuesta a través de una estructura de versos y estrofas que pueden
tener diversas formas de rima, aunque también pueden ser de verso
libre. Su contenido puede ser igualmente realista o ficticio, aunque por
lo general la poesía siempre suele tener un aspecto evocador e
intimista, siendo el principal vehículo de expresión del componente más
emotivo del ser humano.
 Drama: es una forma de escritura basada en el diálogo de diversos
personajes, que van contando una historia a través de la
sucesión cronológica y argumental de diversas escenas donde se va
desarrollando la acción. Aunque tiene un carácter literario autónomo,
generalmente está concebido para ser representado de forma teatral,
por lo que el drama está íntimamente ligado a las artes escénicas.
Estilos artísticos[editar]
Artículo principal: Movimiento artístico
Cada periodo histórico ha tenido unas características concretas y definibles,
comunes a otras regiones y culturas, o bien únicas y diferenciadas, que han ido
evolucionando con el devenir de los tiempos. De ahí surgen los estilos artísticos,
que pueden tener un origen geográfico o temporal, o incluso reducirse a la obra de
un artista en concreto, siempre y cuando se produzcan unas formas artísticas
claramente definitorias. ‘Estilo’ proviene del latín stilus (‘punzón’), escrito en
época medieval como stylus por influencia del término griego στύλος (stylos,
‘columna’). Antiguamente, se denominaba así a un tipo de punzón para escribir
sobre tablillas de cera; con el tiempo, pasó a designar tanto el instrumento, como
el trabajo del escritor y su manera de escribir. El concepto de estilo surgió en
literatura, pero pronto se extendió al resto de artes, especialmente música y
danza. Actualmente se emplea este término en su sentido metonímico, es decir,
como aquella cualidad que identifica la forma de trabajar, de expresarse o de
concebir una obra de arte por parte del artista, o bien, en sentido más genérico, de
un conjunto de artistas u obras que tienen diversos puntos en común, agrupados
geográfica o cronológicamente. Así, el estilo puede ser tanto un conjunto de
caracteres formales, bien individuales –la forma de escribir, de componer o de
elaborar una obra de arte por parte de un artista–, o bien colectivos –de un grupo,
una época o un lugar geográfico–, como un sistema orgánico de formas, en que
sería la conjunción de determinados factores la que generaría la forma de trabajar
del grupo, como en el arte románico, gótico, barroco, etc. Según Focillon, un estilo
es «un conjunto coherente de formas unidas por una conveniencia recíproca,
sumisas a una lógica interna que las organiza».

Estos caracteres individuales o sociales son signos distintivos que permiten


diferenciar, definir y catalogar de forma empírica la obra de un artista o un grupo
de artistas adscritos a un mismo estilo o “escuela” –término que designa un grupo
de autores con características comunes definitorias–. Así, la “estilística” es la
ciencia que estudia los diversos signos distintivos, objetivos y unívocos, de la obra
de un artista o escuela. Este estudio ha servido en la Historia del arte como punto
de partida para el análisis del devenir histórico artístico basado en el estilo, como
se puede apreciar en alguna escuela historiográfica como el formalismo.60

El estilo estudia al artista y a la obra de arte como materialización de una idea,


plasmada en la materia a través de la técnica, lo que constituye un lenguaje formal
susceptible de análisis y de catalogación y periodificación. Por otro lado, así como
la similitud de formas crean un lenguaje y, por tanto, un estilo, una misma forma
puede tener distinta significación en diversos estilos. Así, los estilos están sujetos
a una dinámica evolutiva que suele ser cíclica, recurrente, perceptible en mayor o
menor grado en cada periodo histórico. Se suelen distinguir en cada estilo,
escuela o periodo artístico diversas fases –con las naturales variaciones concretas
en cada caso–: “fase preclásica”, donde se comienzan a configurar los signos
distintivos de cada estilo concreto –se suelen denominar con los prefijos ‘proto’ o
‘pre’, como el prerromanticismo–; “fase clásica”, donde se concretan los
principales signos característicos del estilo, que servirán de puntos de referencia y
supondrán la materialización de sus principales realizaciones; “fase manierista”,
donde se reinterpretan las formas clásicas, elaboradas desde un punto de vista
más subjetivo por parte del autor; “fase barroca”, que es una reacción contra las
formas clásicas, deformadas a gusto y capricho del artista; “fase arcaizante”,
donde se vuelve a las formas clásicas, pero ya con la evidente falta de naturalidad
que le es intrínseca –se suele denominar con el prefijo ‘post’, como
el postimpresionismo–; y “fase recurrente”, donde la falta de referentes provoca
una tendencia al eclecticismo –se suelen denominar con el prefijo ‘neo’, como
el neoclasicismo–.61

Estilos artísticos
Fase preclásica:
Kurós del Asclepeion de
Paros.

Fase clásica:
Discóbolo, de Mirón.
Fase manierista:
Apolo Sauróctono,
de Praxíteles.

Fase barroca:
Laocoonte y sus hijos, de
Agesandro, Polidoro y
Atenodoro de Rodas.
Fase arcaizante:
Grupo de San
Ildefonso, escultura
romana inspirada en
modelos griegos.

Fase recurrente:
Napoleón divinizado,
de Antonio Canova,
escultura neoclasicista ins
pirada en modelos
clásicos grecorromanos.

Géneros artísticos[editar]
Artículo principal: Tema artístico
Un género artístico es una especialización temática en que se suelen dividir las
diversas artes. Antiguamente se denominaba “pintores de género” a los que se
ocupaban de un solo tema: retratos, paisajes, pinturas de flores, animales, etc. El
término tenía un cierto sentido peyorativo, ya que parecía que el artista que
trataba solo esos asuntos no valía para otros, y se contraponía al “pintor de
historia”, que en una sola composición trataba diversos elementos (paisaje,
arquitectura, figuras humanas). En el siglo XVIII, el término se aplicó al pintor que
representaba escenas de la vida cotidiana, opuesto igualmente al pintor de
historia, que trataba temas históricos, mitológicos, etc. En cambio, en el siglo XIX,
al perder la pintura de historia su posición privilegiada, se otorgó igual categoría a
la historia que al paisaje, retrato, etc. Entonces, la pintura de género pasó a ser la
que no trataba las principales cuatro clases reconocidas: historia, retrato, paisaje y
marina. Así, un pintor de género era el que no tenía ningún género definido. Por
último, al eliminar cualquier jerarquía en la representación artística, actualmente se
considera pintura de género cualquier obra que represente escenas de la vida
cotidiana, temas anecdóticos, al tiempo que aún se habla de géneros artísticos
para designar los diversos temas que han sido recurrentes en la Historia del
arte (paisaje, retrato, desnudo, bodegón), haciendo así una síntesis entre los
diversos conceptos anteriores.62

 Géneros pictóricos: se suelen clasificar en cuanto a su contenido


temático: retrato y autorretrato, desnudo, bodegón y vanidades, paisaje
y marina, pintura de mitología, pintura de historia, pintura
religiosa, pintura de género, etc.
 Géneros literarios: los géneros literarios son los distintos grupos o
categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a
su contenido. La retórica clásica los ha clasificado en tres grupos
importantes: lírico, épico y dramático. A éstos algunos suelen añadir el
didáctico (oratoria, ensayo, biografía, crónica).
 Géneros musicales: se basan en criterios como el ritmo, la
instrumentación, las características armónicas o melódicas o la
estructura. La música clásica, académica o música culta es uno de los
tres grandes géneros en los que se puede dividir la música en general,
junto con la música popular y la música tradicional o folclórica.
 Géneros cinematográficos: primero se clasificaron en dos grandes
grupos: comedia y tragedia; más tarde, se fueron diversificando: cine de
acción, suspense (thriller en inglés), cine bélico, de ciencia ficción, cine
de aventuras, western, de artes marciales, cine fantástico, cine de
terror, de catástrofes, cine épico, cine histórico, cine musical, cine
policiaco, cine negro, gore, erótico, cine de animación, cine
documental, cine experimental, clase B, etc.
 En arquitectura, en vez de géneros se habla de tipologías, que
dependen de la configuración global, la técnica, la construcción y la
decoración. Tenemos así tipologías como la iglesia, el palacio,
el castillo, la vivienda, el rascacielos, la fábrica, etc.
Géneros artísticos
Retrato:
La Gioconda (1503),
de Leonardo da Vinci.

Paisaje:
Puerto con el embarque de la
Reina de Saba (1648),
de Claudio de Lorena.

Desnudo:
Venus del espejo (1647-1651),
de Diego Velázquez.

Bodegón:
Bodegón con cebollas (1895-
1900), de Paul Cézanne.

Técnicas artísticas[editar]

Johann Sebastian Bach, considerado el gran maestro


del contrapunto.
Música

 Armonía: es la ciencia que enseña a constituir los acordes (conjuntos de


sonidos) y que sugiere la manera de combinarlos en la manera más
equilibrada, consiguiendo así sensaciones de relajación (armonía
consonante) o de tensión (armonía disonante). Establece un estilo de
composición esencialmente vertical, entre notas que se tocan al
unísono.
 Contrapunto: es la técnica que se utiliza para componer
música polifónica mediante el enlace de dos o más melodías (también
voces o líneas) independientes que se escuchan simultáneamente. De
mayor complejidad que la armonía, da un mayor énfasis al desarrollo
horizontal de la composición, que se establece mediante las relaciones
interválicas entre sucesivas notas.
 Homofonía y Monodia: es una textura musical donde dos o más partes
musicales se mueven simultáneamente desde el punto de vista
armónico, y cuya relación forma acordes. Se contrapone a la polifonía
ya que en esta las partes tienen independencia rítmica y melódica y
donde no hay predominancia de ninguna parte.
 Polifonía: se reconoce como un conjunto de sonidos simultáneos, en
que cada uno expresa su idea musical, conservando su independencia,
formando así con los demás un todo armónico.
 Adornos musicales: son recursos que pueden ser utilizados en las
composiciones con el objeto de imprimirles a éstas expresión,
ornamento, variedad, gracia o vivacidad. Incluyen los trinos,
los mordentes, las florituras...
Dibujo

 Carboncillo: es uno de los materiales más antiguos para el dibujo,


empleado desde la prehistoria. Se hace con ramitas de sauce asadas
al horno en una cacerola cerrada, dejándolo cocer a baja temperatura
toda la noche. Después se le saca punta y se inserta en una caña o
bastoncillo. Es ideal para bocetos y estudios preparatorios, ya que
es friable y fácil de borrar.
 Lápiz: es un grafito insertado en un tubo de madera o metal, de color
negro, afilable y fácil de borrar, ideal para el dibujo. Se difundió
desde Italia en el siglo XV.
 Pincel: apto para dibujo y pintura, está compuesto de un soporte de
madera y pelos de diferentes animales, preferentemente cerdo, marta
cibelina, ardilla, etc. Se emplea con tinta, líquido elaborado con negro
de carbón procedente de cáscaras de nueces quemadas,
con agua, goma arábiga, gelatinas y odorizantes como el alcanfor o
el almizcle. Es ideal para remarcar volúmenes y destacar brillos y zonas
luminosas.
 Pluma: uno de los medios más antiguos e ideales para el dibujo, así
como la escritura y cualquier tipo de expresión gráfica, es la pluma, bien
de bastoncillos de caña, a los que se saca punta, o bien de plumas de
animales, preferentemente la oca. Se aplica con tinta,
sobre papel o pergamino.
 Puntas metálicas (stilum): la punta de metal (plomo, estaño, plata) se
usa desde época romana, aplicada sobre papel, pergamino o madera.
 Sanguina: es un tipo de lápiz de color rojizo, obtenido
de arcilla ferruginosa, que hace un tipo de dibujo de color rojizo muy
característico, de moda en la Italia del Renacimiento.
 Tiza: es sulfato de calcio bihidratado, empleado desde el Renacimiento
para material de dibujo o como pigmento para la pintura al temple.
Tallada en barritas, existe la tiza blanca (calcita), la gris (arcilla cruda de
ladrillos) y la negra (carbón de fósil) y, ya en era moderna, las tizas de
colores, de compuestos artificiales.63

Paleta de pintor, pinceles y tubos de pintura


(óleos).
Pintura
La pintura, como elemento bidimensional, necesita un soporte (muro, madera,
lienzo, cristal, metal, papel, etc.); sobre este soporte se pone el pigmento
(colorante + aglutinante). Es el aglutinante el que clasifica los distintos
procedimientos pictóricos:

 Acrílico: técnica pictórica donde al colorante se le añade un aglutinante


plástico.
 Acuarela: técnica realizada con pigmentos transparentes diluidos en
agua, con aglutinantes como la goma arábiga o la miel, usando como
blanco el del propio papel. Técnica conocida desde el antiguo Egipto, ha
sido usada todas las épocas, aunque con más intensidad durante los
siglos XVIII y XIX.
 Aguada o gouache: técnica similar a la acuarela, con colores más
espesos y diluidos en agua o cola mezclada con miel. A diferencia de la
acuarela, contiene el color blanco.
 Encáustica: técnica donde los colores se diluyen en cera fundida, cola
y lejía, pintando en caliente. Es una pintura densa y cremosa, resistente
a la luz y al agua. Una vez aplicado el pigmento, debe procederse al
pulido, con trapos de lino.
 Fresco: la pintura al fresco se realiza sobre un muro revocado
de cal húmeda y con colores diluidos en agua de cal. El fresco se debe
ejecutar muy deprisa, ya que la cal absorbe rápidamente el color,
habiendo de retocarse posteriormente al temple en caso de ser
necesario. Conocido desde la antigüedad, se practicó frecuentemente
durante la Edad Media y el Renacimiento.
 Laca: el colorante se aglutina con laca –producto de
unos pulgones japoneses–, disuelta con alcohol o acetona.
 Miniatura: es la decoración de manuscritos con láminas de oro y plata, y
pigmentos de colores aglutinados con cola, huevo o goma arábiga. La
palabra viene de la utilización del rojo minio en la rotulación de las
iniciales del manuscrito.
 Óleo: técnica que consiste en disolver los colores en un aglutinante de
tipo oleoso (aceite de linaza, nuez, almendra o avellana; aceites
animales), añadiendo aguarrás para que seque mejor.
 Pastel: el pastel es un lápiz de pigmento de diversos colores minerales,
con aglutinantes (caolín, yeso, goma arábiga, látex de higo, cola
de pescado, azúcar candi, etc.), amasado con cera y jabón de
Marsella y cortado en forma de barritas. El color se debe extender con
un “difumino” –cilindro de piel o papel que se usa para difuminar los
trazos de color, los contornos, etc.–, lo que le da un aspecto suave
y aterciopelado, ideal para retratos. Sin embargo, es poco persistente,
por lo que necesita de algún fijador (agua, y cola o leche). Surgió
en Francia en el siglo XVI.
 Temple: pintura realizada con colores diluidos en agua temperada o
engrosada con aglutinantes con base de cola (yema de huevo, caseína,
cola de higuera, cerezo o ciruelo). Se utiliza sobre tabla o muro y, a
diferencia del fresco, puede retocarse en seco.64
 Técnicas mixtas:
 Collage: técnica consistente en aplicar sobre una superficie
diversos materiales (papel, tela, chapa, periódicos,
fotografías, etc.), elaborados de forma diversa (rotos,
cortados, rasgados), de tal forma que compongan una
composición de signo artístico, bien de forma individual o
mezclados con otras técnicas pictóricas.
 Décollage designa a la técnica opuesta al collage; en lugar de
construir una imagen a partir de la suma de otras imágenes o
partes de ellas, aquella es creada cortando, rasgando o
eliminando de cualquier otra forma partes de la imagen
original.
 Dripping: técnica proveniente del action painting, consiste en
chorrear (dripping = ‘chorreando’) la pintura sobre el lienzo,
que mediante el movimiento del artista sobre la tela adquiere
diferentes formas y espesores.
 Ensamblaje (assemblage): técnica consistente en la
utilización de objetos reales provenientes de la vida cotidiana,
que son pegados o ensamblados a un soporte y sometidos
posteriormente a otras actuaciones pictóricas o de cualquier
otra técnica mixta.
 frottage: técnica ideada por Max Ernst en 1925, consiste en
frotar un lápiz sobre una hoja colocada sobre un objeto,
consiguiendo una impresión de la forma y textura de ese
objeto. Se puede hacer también con lápices de colores, o
pintar sobre el primer esbozo.
 Grattage: deriva del frottage, elaborando la imagen como
un esgrafiado, esparciendo el color en apliques densos, que
después se rascan con espátula o con redes metálicas de
diversas texturas.
Escultura
Según el material, se puede trabajar en tres sistemas: “aditivo”, modelando y
añadiendo materia, generalmente en materias blandas (cera, plastilina, barro);
“sustractivo”, eliminando materia hasta descubrir la figura, generalmente en
materiales duros (piedra, mármol, madera, bronce, hierro); y “mixto”, añadiendo y
quitando. También se puede hacer por fundición, a través de un molde. Hecha la
escultura, se puede dejar al natural o policromarla, con colorantes vegetales o
minerales o en encausto, al temple o al óleo, en dorado o estofado (imitación de
oro).

 Escultura en marfil: proveniente de colmillos de diversos animales


(elefante, hipopótamo, morsa, jabalí africano), el marfil es un material
empleado en escultura y orfebrería. Es fácil de tallar, aunque tiene el
impedimento de su escasa longitud y su curvatura. Se trabaja con
escoplos y taladros. En combinación con el oro, produce la llamada
técnica crisoelefantina.
 Escultura en metal: se realiza con cobre, bronce, oro o plata, trabajado
directamente con martillo y cincel, generalmente en láminas de metal
sobre placas de madera. El metal se vuelve rígido al ir golpeándolo, por
lo que hay que ir calentándolo para seguir trabajando, proceso conocido
como “recocido”. También se puede trabajar en “repujado”, practicando
el bajorrelieve con martillo y punzón. Otra técnica es a la “cera perdida”,
sobre un modelo de arcilla o yeso, sobre el que se aplica una aleación
de bronce o latón.
 Escultura en piedra: es una de las más frecuentes, realizada por
sustracción. Generalmente se emplean piedras como la caliza,
el mármol, el basalto, el granito, el pórfido, el alabastro, etc. Se trabaja
con taladro, escoplo, martillo y cincel.
 Estuco: formado por cal, polvo de mármol, arena lavada y cola
de caseína, el estuco se emplea desde la antigüedad en escultura o
como elemento decorativo en la arquitectura. Fácilmente moldeable, se
puede dejar al natural o policromarlo.
 Talla: la talla en madera es una de las técnicas escultóricas más
antiguas, fácil de ejecutar y de múltiples cualidades plásticas. Su
carácter irregular le da un aire expresivo, inacabado, que puede ser
ideal para determinados estilos artísticos pero que es rechazado por
otros de corte más clásico y perfeccionista. Una vez realizada la talla, se
puede policromar, aplicarle diversos tratamientos con ceras o lacas,
láminas metálicas, tejidos o incrustaciones de piedras preciosas u otros
elementos.
 Terracota: escultura realizada con arcilla cocida, fue el primer material
utilizado para modelar figuras. Se trabaja sobre un caballete, con
estiques o espátulas, o bien con un molde de yeso. Una vez modelada y
dejada secar, se cuece a 750-950 °C. Una vez terminada, se puede
dejar al natural, decorarla con pintura o esmaltarla (forma esta última
ideada en el siglo XV por Luca della Robbia).65
 Raku: El raku es una cocción a baja temperatura en la que las piezas al
rojo vivo se extraen del horno con pinzas y se introducen en serrín. Si
se cubren por completo, las piezas experimentaran una reducción
posterior a la cocción. Se pueden obtener efectos de brillo metálico a
partir del carbonato de cobre o del nitrato de plata.66
 Técnicas mixtas: como en pintura, en escultura se puede dar la
utilización de diversos elementos para formar la figura, procedimiento
diversificado en el siglo XX con la utilización de materiales considerados
no artísticos, procedentes incluso de elementos detríticos o de desecho,
o añadiendo diversos objetos naturales o artificiales, como en los
denominados ready-made.

Grabado: El velo de Verónica (1513), de Alberto Durero.

Mosaico: mosaico bizantino del siglo V (Estambul).


Vidriera: Moisés en el monte Sinaí y Moisés ante el faraón (siglo XIII), Catedral de
Colonia, Alemania.

Cerámica: fuente de la Dinastía ming (siglos XIV-XV).

Orfebrería: collar de oro micénico, siglo XII a. C.

Grabado

 Calcografía: grabado sobre cobre realizado en hueco, en diversas


técnicas:
 Aguafuerte: técnica de grabado consistente en tratar las
partes de la plancha de metal no protegidas por un barniz con
“agua fuerte” (ácido nítrico diluido en agua).
 Aguatinta: técnica proveniente de una plancha de metal
cubierta con resina, que una vez calentada se adhiere a la
superficie de la plancha, dibujando posteriormente sobre esta
superficie con un tipo de tinta especial, llamada aguatinta.
Proveniente del aguafuerte, produce efectos parecidos a la
acuarela. Surgió en el siglo XVIII.
 Grabado a buril: se realiza sobre plancha de cobre, con
un buril, instrumento formado por un mango redondo y una
barra de acero, de sección cuadrada tallada en forma
de rombo. Con esta herramienta se perfila el dibujo,
rellenando los surcos con tinta.
 Grabado a punta seca: en esta técnica la plancha se trabaja
directamente con una punta de acero, diamante o rubí, sin
recurrir a barnices ni ácidos, obteniendo unas líneas ásperas
llamadas “rebabas”, diferentes según la presión y el ángulo
de incisión. A diferencia del buril, no corta el metal, sino que
lo araña.
 Grabado a media tinta (mezzotinto): también llamado grabado
en negro o al humo, se trabaja la plancha con un rascador de
varias puntas (rocker o berceau), obteniendo un graneado
uniforme por entrecruzamiento de líneas, distinguiendo así
tonos claros y oscuros.
 Linograbado: técnica de grabado en relieve similar a la xilografía, pero
utilizando linóleo en vez de madera.
 Litografía: es un grabado sobre piedra caliza, tratando la superficie con
un lápiz de materia grasa para delimitar el dibujo y realizando el
grabado según dos procedimientos: bañando con ácido, para corroer la
parte no engrasada y dejar el dibujo en relieve; o aplicando dos clases
de tinta acuosa y grasa, fijándose la primera en el fondo y cubriendo la
segunda las líneas dibujadas a lápiz. Fue inventado por Aloys
Senefelder en 1778.
 Serigrafía: técnica por la cual se obtienen impresiones filtrando los
colores por una trama de seda –o, actualmente, nailon–, recubriendo
con cola las partes que no deben filtrarse para impermeabilizarlas. Fue
inventado en China.
 Xilografía: grabado en madera (generalmente cerezo o boj), realizado
sobre un boceto calcado sobre la plancha de madera y tallado
con cuchillo, gubia, formón o buril, vaciando de madera los blancos y
dejando en relieve los negros; a continuación, se entinta con un rodillo y
se estampa, bien a mano o bien con el tórculo. Fue muy utilizado en
la Edad Media, sobre todo en Alemania.67
Mosaico

 Lithóstroton: término griego que designa al mosaico colocado a modo


de pavimento. El revestimiento es aplicado sobre cal, arena u otros
materiales como piedras, guijarros, losas de mármol, etc. Existen varios
tipos: opus lapilli, pequeños guijarros de colores naturales, que por sí
mismos componen el dibujo; opus tessellatum, formado por teselas,
piezas de forma cuadrada, con las que se elabora la composición,
generalmente de tipo geométrico; opus vermiculatum, igualmente
elaborado con teselas, pero de diferentes contornos, pudiendo formar
así diversos trazados; opus sectile, formado por losas de mármol de
forma irregular.
 Mosaico: también llamado opus musivum, es la misma técnica que
el lithóstroton, pero aplicada a la decoración mural, en vez de la
pavimental. Se realiza con teselas de pasta vítrea, aplicadas sobre la
pared preparada con varias capas de mortero, elaborando figuras y
dibujos.
 Taracea: técnica similar a las anteriores, puede ser pavimental o
parietal, o incluso se puede aplicar a muebles u otros objetos. Consiste
en incrustar sobre una superficie compacta finas losas de piedra y
mármol de color, cortadas y encajadas formando imágenes o
composiciones diversas. También puede realizarse en madera
(“intarsia”), siendo una técnica frecuente en ebanistería. En Carpi, en el
siglo XVII, surgió también una taracea en escayola.68
Vidrio
Existen diversos tipos de vidrio: “vidrio sódico” (el más básico, a partir
de sílice), cristal (sílice y óxido de plomo o potasio), “vidrio calcedonio” (sílice y
óxidos metálicos) y “vidrio lácteo” (sílice, bióxido de manganeso y óxido
de estaño). La principal técnica para trabajarlo es el soplado, donde se le puede
dar cualquier forma y espesor. En cuanto a la decoración, puede ser pintada,
esgrafiada, tallada, con pinzas, a filigrana, etc.69

 Vidriera: se realiza sobre cristales engarzados


en madera, yeso, oro o plomo, los cuales se van encajando con láminas
de plomo, estañándolos, con una capa de masilla (blanco pintor con
aceite de linaza). Las vidrieras antiguas tienen grisallas, óxido
férrico líquido, aplicado para dibujar con precisión detalles pequeños;
hacia 1340 se sustituyó por el óxido de plata y, a partir de aquí, ya no se
hacen cristales de colores, sino que se colorea sobre cristal blanco.
 Esmalte: es una pasta de vidrio (sílice, cal, potasa, plomo y minio),
sobre soporte de metal, trabajado según diversas técnicas: cloisonné,
pequeños filamentos de oro o cobre, con los que se dibuja la figura
sobre el soporte, para separar el esmalte en tabiques; champlevé,
rebajando el soporte en alvéolos, ahuecando el material en
concavidades, rellenadas con el esmalte; ajougé, superficie de oro
donde se recortan las formas con sierras o limas, rellenando con
esmalte la parte eliminada.
Cerámica
Se realiza con arcilla, en cuatro clases: barro cocido poroso rojo-amarillento
(alfarería, terracota, bizcocho); barro cocido poroso blanco (loza); barro cocido no
poroso gris, pardo o marrón (gres); barro cocido compacto no poroso blanco
medio transparente (porcelana). Se puede elaborar de forma manual o mecánica
—con torno—, después se cuece en el horno –a temperaturas entre 400 .°C y
1300 .°C, según el tipo–, y se decora con esmalte o pintura.70

Orfebrería
Es el arte de confeccionar objetos decorativos con metales nobles o piedras
preciosas, como el oro, plata, diamante, perla, ámbar, coral, etc.

 Camafeo: es el tallado de figuras en relieve sobre piedras duras


estratificadas, como el ágata, la sardónica, el coral y la concha, que por
lo general poseen capas de diversos colores, lo que proporciona unos
intensos contrastes cromáticos.
 Cincelado: consiste en trabajar el metal precioso con un cincel,
realizando decoraciones ahuecadas o trabajos de acabado, con
cinceles de distintas formas y grosores.
 Damasquinado (o “ataujía”): sobre un soporte metálico se traza el dibujo
con punta fina, luego se hace una incisión con buriles y escalpelos, y
por último se aplica una filigrana de metales de diverso color.
 Filigrana: se crea con hilos de metal precioso, con los que se elabora la
pieza trenzando o enroscando los hilos, hasta obtener la forma
deseada.
 Fusión: son los trabajos ejecutados a molde, elaborados de dos formas:
“fusión permanente”, realizada con un molde bivalvo, con la forma ya
trabajada, de piedra o terracota; “a la cera perdida”, donde se modela el
objeto en cera, al que se aplica un embudo con respiraderos,
cubriéndose de creta, que una vez seca se calienta hasta que expulse
la cera, llenándose luego del metal fundido.
 Granulado: es un procedimiento por el que se obtienen minúsculas
esferas de oro con las que se elaboran dibujos o decoraciones
geométricas.
 Nielado: consiste en grabar un dibujo sobre una lámina de metal —
generalmente plata—, rellenando los surcos con el “nielado”, aleación
de plata, cobre y plomo, con azufre y bórax, que produce una mezcla
negra y brillante.
 Opus interrasile: técnica de origen romano que consiste en realizar
pequeñas incisiones en las láminas de metal precioso, realizando una
función de calado que da a la obra un aspecto de encaje.
 Repujado: es la decoración en relieve realizada sobre planchas de oro,
plata o cobre, trabajando el revés de la plancha con martillo y cincel.71
Forja
Se hace con hierro (limonita, pirita o magnetita), reduciéndolo con calor, saliendo
una pasta al rojo con la que se hacen lingotes. Hay tres clases: “colado”, con
mucho carbono, sílice, azufre y manganeso, no sirve para forjar, solo para fundir
en molde; “hierro dulce o forjado”, con menos carbono, es más maleable y dúctil,
se puede forjar, pero es blando y desafilable; “acero”, con
manganeso, tungsteno, cobalto y wolframio, es más duro, para instrumentos
cortantes. El modelado se realiza sin añadir ni quitar material, sino que existen
diversas técnicas alternativas: estirar, ensanchar, hendir, curvar, recalcar, etc.

Generación de imágenes mediante inteligencia artificial


Varias herramientas informáticas como Midjourney, Stable Diffusion o Dall-
e permiten generar imágenes que podrían considerarse arte. Estos medios utilizan
mediante inteligencia artificial multitud de imágenes disponibles en internet para la
creación de la obra que demanda un usuario a través de la comunicación de
descripciones y otros elementos.

Restauración[editar]
Artículo principal: Restauración (arte)
El Juicio Final de Miguel Ángel antes de la restauración.

El Juicio Final durante la restauración.

El Juicio Final tras la restauración.

La restauración de obras de arte es una actividad que tiene por objeto la


reparación o actuación preventiva de cualquier obra que, debido a su antigüedad o
estado de conservación, sea susceptible de ser intervenida para preservar su
integridad física, así como sus valores artísticos, respetando al máximo la esencia
original de la obra.72

La restauración debe dirigirse al restablecimiento de la unidad potencial de la obra de


arte, siempre que esto sea posible sin cometer una falsificación artística o una falsificación
histórica, y sin borrar huella alguna del transcurso de la obra de arte a través del tiempo.
Cesare Brandi, Teoría de la restauración (1988).50
En arquitectura, la restauración suele ser de tipo funcional, para preservar la
estructura y unidad del edificio, o reparar grietas o pequeños defectos que puedan
surgir en los materiales constructivos. Hasta el siglo XVIII, las restauraciones
arquitectónicas solo preservaban las obras de culto religioso, dado su
carácter litúrgico y simbólico, reconstruyendo otro tipo de edificios sin respetar
siquiera el estilo original. Sin embargo, desde el auge de la arqueología a finales
del siglo XVIII, especialmente con las excavaciones de Pompeya y Herculano, se
tendió a preservar en la medida de lo posible cualquier estructura del pasado,
siempre y cuando tuviese un valor artístico y cultural. Aun así, en el siglo XIX los
ideales románticos llevaron a buscar la pureza estilística del edificio, y la moda
del historicismo llevó a planteamientos como los de Viollet-le-Duc, defensor de la
intervención en monumentos en función de cierto ideal estilístico. En la actualidad,
se tiende a preservar al máximo la integridad de los edificios históricos.

En el terreno de la pintura, se ha evolucionado desde una primera perspectiva de


intentar recuperar la legibilidad de la imagen, añadiendo si fuese necesario partes
perdidas de la obra, a respetar la integridad tanto física como estética de la obra
de arte, haciendo las intervenciones necesarias para su conservación sin que se
produzca una transformación radical de la obra. La restauración pictórica adquirió
un creciente impulso a partir del siglo XVII, debido al mal estado de conservación
de pinturas al fresco, técnica bastante corriente en la Edad Media y
el Renacimiento. Igualmente, el aumento del mercado de las antigüedades
propició la restauración de obras antiguas cara a su posterior comercialización.
Por último, en escultura ha habido una evolución paralela: desde la reconstrucción
de obras antiguas, generalmente en cuanto a miembros mutilados (como en la
reconstrucción del Laocoonte en 1523-1533 por parte de Giovanni Angelo
Montorsoli), hasta la actuación sobre la obra preservando su estructura original,
manteniendo en caso necesario un cierto grado de reversibilidad de la actuación
practicada.73

Estética[editar]
Artículo principal: Estética

El Hombre vitruviano, de Leonardo da Vinci,


estudio de las proporciones en el cuerpo humano.
La estética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la manera cómo
el razonamiento del ser humano interpreta los estímulos sensoriales que recibe del
mundo circundante. Se podría decir, así como la lógica estudia el conocimiento
racional, que la estética es la ciencia que estudia el conocimiento sensible, el que
adquirimos a través de los sentidos.74 Entre los diversos objetos de estudio de la
estética figuran la belleza o los juicios de gusto, así como las distintas maneras de
interpretarlos por parte del ser humano. Por tanto, la estética está íntimamente
ligada al arte, analizando los diversos estilos y periodos artísticos conforme a los
diversos componentes estéticos que en ellos se encuentran. A menudo se suele
denominar la estética como una “filosofía del arte”. La estética es una reflexión
filosófica que se hace sobre objetos artísticos y naturales, y que produce un “juicio
estético”. La percepción sensorial, una vez analizada por la inteligencia humana,
produce ideas, que son abstracciones de la mente, y que pueden ser objetivas o
subjetivas. Las ideas provocan juicios, al relacionar elementos sensoriales; a su
vez, la relación de juicios es razonamiento. El objetivo de la estética es analizar los
razonamientos producidos por dichas relaciones de juicios.75

El término estética proviene del griego αἴσθησις (aísthêsis, ‘sensación’). Fue


introducido por el filósofo alemán Alexander Gottlieb Baumgarten en su
obra Reflexiones filosóficas acerca de la poesía (1735), y más tarde en
su Aesthetica (1750).76 Así pues, la Historia de la estética, rigurosamente
hablando, comenzaría con Baumgarten en el siglo XVIII, sobre todo con la
sistematización de esta disciplina realizada por Immanuel Kant. Sin embargo, el
concepto es extrapolable a los estudios sobre el tema efectuados por los filósofos
anteriores, especialmente desde la Grecia clásica. Cabe señalar, por ejemplo, que
los antiguos griegos tenían un vocablo equiparable al actual concepto de estética,
que era Φιλοκαλία (filocalía, ‘amor a la belleza’). Se podría decir que en Grecia
nació la estética como concepto, mientras que con Baumgarten se convierte en
una ciencia filosófica.

Según Arnold Hauser, las «obras de arte son provocaciones con las cuales
polemizamos», pero que no nos explicamos. Las interpretamos de acuerdo con
nuestras propias finalidades y aspiraciones, les trasladamos un sentido cuyo
origen está en nuestras formas de vida y hábitos mentales. Nosotros, «de todo
arte con el cual tenemos una relación auténtica hacemos un arte moderno». Hoy
día, el arte ha establecido unos conjuntos de relaciones que permiten englobar
dentro de una sola interacción la obra de arte, el artista o creador y el público
receptor o destinatario. Hegel, en su Estética, intentó definir la trascendencia de
esta relación diciendo que «la belleza artística es más elevada que la belleza de la
naturaleza, ya que cambia las formas ilusorias de este mundo imperfecto, donde la
verdad se esconde tras las falsas apariencias para alcanzar una verdad más
elevada creada por el espíritu».

El arte es también un juego con las apariencias sensibles, los colores, las formas,
los volúmenes, los sonidos, etc. Es un juego gratuito donde se crea de la nada o
de poco más que la nada una apariencia que no pretende otra cosa que
engañarnos. Es un juego placentero que satisface nuestras necesidades eternas
de simetría, de ritmo o de sorpresa. La sorpresa que para Baudelaire es el origen
de la poesía. Así, según Kant, el placer estético deriva menos de la intensidad y la
diversidad de sensaciones, que de la manera, en apariencia espontánea, por la
cual ellas manifiestan una profunda unidad, sensible en su reflejo, pero no
conceptualizable.

Para Ernst Gombrich, «en realidad el arte no existe: solo hay artistas». Más
adelante, en la introducción de su obra La historia del arte, dice que no tiene nada
de malo que nos deleitemos en el cuadro de un paisaje porque nos recuerda
nuestra casa, o en un retrato porque nos recuerda un amigo, ya que, como
humanos que somos, cuando miramos una obra de arte estamos sometidos a un
conjunto de recuerdos que para bien o para mal influyen sobre nuestros gustos.
Siguiendo a Gombrich, se puede ver cómo a los artistas también les sucede algo
parecido: en el Retrato de un niño (Nicholas Rubens), el pintor flamenco Rubens lo
representó hermoso, ya que seguramente se sentía orgulloso del aspecto del niño,
y nos quiso transmitir su pasión de padre a la vez que de artista; en el Retrato de
la madre, el pintor alemán Alberto Durero la dibujó con la misma devoción y amor
que Rubens sentía por su hijo, pero aquí vemos un estudio fiel de la cara de una
mujer vieja, no hay belleza natural, pero Durero, con su enorme sinceridad, creó
una gran obra de arte.

Véase también: Historia de la estética

Sociología del arte[editar]


Artículo principal: Sociología del arte

La Libertad guiando al pueblo (1830),


de Eugène Delacroix.
La sociología del arte es una disciplina de las ciencias sociales que estudia el arte
desde un planteamiento metodológico basado en la sociología. Su objetivo es
estudiar el arte como producto de la sociedad humana, analizando los diversos
componentes sociales que concurren en la génesis y difusión de la obra artística.
La sociología del arte es una ciencia multidisciplinar, recurriendo para sus análisis
a diversas disciplinas como la cultura, la política, la economía, la antropología,
la lingüística, la filosofía, y demás ciencias sociales que influyan en el devenir de la
sociedad. Entre los diversos objetos de estudio de la sociología del arte se
encuentran varios factores que intervienen desde un punto de vista social en la
creación artística, desde aspectos más genéricos como la situación social del
artista o la estructura sociocultural del público, hasta más específicos como
el mecenazgo, el mercantilismo y comercialización del arte, las galerías de arte,
la crítica de arte, el coleccionismo, la museografía, las instituciones y fundaciones
artísticas, etc.77 También cabe remarcar en el siglo XX la aparición de nuevos
factores como el avance en la difusión de los medios de comunicación, la cultura
de masas, la categorización de la moda, la incorporación de nuevas tecnologías o
la apertura de conceptos en la creación material de la obra de arte (arte
conceptual, arte de acción).

La sociología del arte debe sus primeros planteamientos al interés de


diversos historiadores por el análisis del entorno social del arte desde mediados
del siglo XIX, sobre todo tras la irrupción del positivismo como método de análisis
científico de la cultura, y la creación de la sociología como ciencia autónoma
por Auguste Comte. Sin embargo, la sociología del arte se desarrolló como
disciplina particular durante el siglo XX, con su propia metodología y sus objetos de
estudio determinados. Principalmente, el punto de partida de esta disciplina se
suele situar inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, con la
aparición de diversas obras decisivas en el desarrollo de esta corriente
disciplinar: Arte y revolución industrial, de Francis Klingender (1947); La pintura
florentina y su ambiente social, de Friedrich Antal (1948); e Historia social de la
literatura y el arte, de Arnold Hauser (1951). En sus inicios, la sociología del arte
estuvo estrechamente vinculada al marxismo —como los propios Hauser y Antal,
o Nikos Hadjinikolaou, autor de Historia del arte y lucha de clases (1973)—, si bien
luego se desmarcó de esta tendencia para adquirir autonomía propia como
ciencia. Otros autores destacados de esta disciplina son Pierre Francastel, Herbert
Read, Francis Haskell, Michael Baxandall, Peter Burke, Giulio Carlo Argan, etc.78

Psicología del arte[editar]


Artículo principal: Psicología del arte
Autorretrato con la oreja cortada (1889),
de Vincent van Gogh. El psicoanálisis permite comprender ciertos aspectos de la
personalidad del artista.
La psicología del arte es la ciencia que estudia los fenómenos de la creación y la
apreciación artística desde una perspectiva psicológica. El arte es, como
manifestación de la actividad humana, susceptible de ser analizado de forma
psicológica, estudiando los diversos procesos mentales y culturales que en la
génesis del arte se encuentran, tanto en su creación como en su recepción por
parte del público. A su vez, como fenómeno de la conducta humana, puede servir
como base de análisis de la conciencia humana, siendo la percepción estética un
factor distintivo del ser humano como especie, que lo aleja de los animales. La
psicología del arte es una ciencia interdisciplinar, que debe recurrir forzosamente a
otras disciplinas científicas para poder efectuar sus análisis, desde –lógicamente–
la Historia del arte, hasta la filosofía y la estética, pasando por la sociología, la
antropología, la neurobiología, etc. También está estrechamente conectada con el
resto de ramas de la psicología, desde el psicoanálisis hasta la psicología
cognitiva, evolutiva o social, o bien la psicobiología y los estudios de personalidad.
Asimismo, a nivel fisiológico, la psicología del arte estudia los procesos básicos de
la actividad humana —como la percepción, la emoción y la memoria—, así como
las funciones superiores del pensamiento y el lenguaje. Entre sus objetos de
estudio se encuentran tanto la percepción del color (recepción retiniana y
procesamiento cortical) y el análisis de la forma, como los estudios sobre
creatividad, capacidades cognitivas (símbolos, iconos), el arte como terapia, etc.
Para el desarrollo de esta disciplina han sido esenciales las contribuciones
de Sigmund Freud, Gustav Fechner, la Escuela de la Gestalt (dentro de la que
destacan los trabajos de Rudolf Arnheim), Lev Vygotski, Howard Gardner, etc.79

Una de las principales corrientes de la psicología del arte ha sido la Escuela de la


Gestalt, que afirma que estamos condicionados por nuestra cultura –en sentido
antropológico–, tanto que la cultura condiciona nuestra percepción. Toma un punto
de partida con la obra de Karl Popper, quien afirmó que en la apreciación estética
hay un punto de inseguridad (gusto), que no tiene base científica y no se puede
generalizar; llevamos una idea preconcebida (“hipótesis previa”), que hace que
encontremos en el objeto lo que buscamos. Según la Gestalt, la mente configura,
a través de ciertas leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales
sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución
de problemas). En nuestra experiencia del medio ambiente, esta configuración
tiene un carácter primario sobre los elementos que la conforman, y la suma de
estos últimos por sí solos no podría llevarnos a la comprensión del funcionamiento
mental. Se fundamentan en la noción de estructura, entendida como un todo
significativo de relaciones entre estímulos y respuestas, e intentan entender los
fenómenos en su totalidad, sin separar los elementos del conjunto, que forman
una estructura integrada fuera de la cual dichos elementos no tendrían
significación. Sus principales exponentes fueron Rudolf Arnheim, Max
Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.80

Crítica de arte[editar]
Artículo principal: Crítica de arte

Denis Diderot, considerado el padre de la crítica de


arte.
La crítica de arte es un género, entre literario y académico, que hace una
valoración sobre las obras de arte, artistas o exposiciones, en principio de forma
personal y subjetiva, pero basándose en la Historia del arte y sus múltiples
disciplinas, valorando el arte según su contexto o evolución. Es a la vez valorativa,
informativa y comparativa, redactada de forma concisa y amena, sin pretender ser
un estudio académico pero aportando datos empíricos y contrastables. Denis
Diderot es considerado el primer crítico de arte moderno, por sus comentarios
sobre las obras de arte expuestas en los salones parisinos, realizados en el Salón
Carré del Louvre desde 1725. Estos salones, abiertos al público, actuaron como
centro difusor de tendencias artísticas, propiciando modas y gustos en relación
con el arte, por lo que fueron objeto de debate y crítica. Diderot escribió sus
impresiones sobre estos salones primero en una carta escrita en 1759, que fue
publicada en la Correspondance littéraire de Grimm, y desde entonces hasta 1781,
siendo el punto de arranque del género.81

En la génesis de la crítica de arte hay que valorar, por un lado, el acceso del
público a las exposiciones artísticas, que unido a la proliferación de los medios de
comunicación de masas desde el siglo XVIII produjo una vía de comunicación
directa entre el crítico y el público al que se dirige. Por otro lado, el auge de
la burguesía como clase social que invirtió en el arte como objeto de ostentación, y
el crecimiento del mercado artístico que llevó consigo, propiciaron el ambiente
social necesario para la consolidación de la crítica artística. La crítica de arte ha
estado generalmente vinculada al periodismo, ejerciendo una labor de portavoces
del gusto artístico que, por una parte, les ha conferido un gran poder, al ser
capaces de hundir o encumbrar la obra de un artista, pero por otra les ha hecho
objeto de feroces ataques y controversias. Otra faceta a remarcar es el carácter de
actualidad de la crítica de arte, ya que se centra en el contexto histórico y
geográfico en el que el crítico desarrolla su labor, inmersa en un fenómeno cada
vez más dinámico como es el de las corrientes de moda. Así, la falta de
historicidad para emitir un juicio sobre bases consolidadas, lleva a la crítica de arte
a estar frecuentemente sustentada en la intuición del crítico, con el factor de riesgo
que ello conlleva. Sin embargo, como disciplina sujeta a su tiempo y a la evolución
cultural de la sociedad, la crítica de arte siempre revela un componente de
pensamiento social en el que se ve inmersa, existiendo así diversas corrientes de
crítica de arte: romántica, positivista, fenomenológica, semiológica, etc.82

Para ser justa, es decir, para tener su razón de ser, la crítica debe ser parcial,
apasionada, política; esto es: debe adoptar un punto de vista exclusivo, pero un punto de
vista exclusivo que abra al máximo los horizontes.
Charles Baudelaire, Salón de 1846.83
Entre los críticos de arte ha habido desde famosos escritores hasta los propios
historiadores del arte, que muchas veces han pasado del análisis metodológico a
la crítica personal y subjetiva. Como nombres, se podría citar a Charles
Baudelaire, John Ruskin, Oscar Wilde, Émile Zola, Joris-Karl
Huysmans, Guillaume Apollinaire, Wilhelm Worringer, Clement Greenberg, Michel
Tapié, etc.; en el mundo hispanohablante, destacan Eugeni d'Ors, Aureliano de
Beruete, Jorge Romero Brest, Juan Antonio Gaya Nuño, Alexandre Cirici, Juan
Eduardo Cirlot, Enrique Lafuente Ferrari, Rafael Santos Torroella, Francisco Calvo
Serraller, José Corredor Matheos, Irma Arestizábal, Ticio Escobar, Raúl Zamudio,
etc.84

Historiografía del arte[editar]


Artículo principal: Estudio de la Historia del Arte
Johann Joachim Winckelmann, considerado el padre
de la Historia del arte.
La historiografía del arte es la ciencia que analiza el estudio de la Historia del arte,
desde un punto de vista metodológico, es decir, de la forma cómo
el historiador afronta el estudio del arte, las herramientas y disciplinas que le
pueden ser de utilidad para este estudio. El mundo del arte siempre ha llevado en
paralelo un componente de autorreflexión, desde antiguo los artistas, u otras
personas a su alrededor, han plasmado por escrito diversas reflexiones sobre su
actividad. Vitruvio escribió el tratado sobre arquitectura más antiguo que se
conserva, De Architectura. Su descripción de las formas arquitectónicas de la
antigüedad grecorromana influyó poderosamente en el Renacimiento, siendo a la
vez una importante fuente documental por las informaciones que aporta sobre
la pintura y la escultura griegas y romanas.85 Giorgio Vasari, en Vida de los más
excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue hasta
nuestros tiempos (1542–1550), fue uno de los predecesores de la historiografía
del arte, haciendo una crónica de los principales artistas de su tiempo, poniendo
especial énfasis en la progresión y el desarrollo del arte. Sin embargo, estos
escritos, generalmente crónicas, inventarios, biografías u otros escritos más o
menos literarios, carecían de perspectiva histórica y el rigor científico necesarios
para ser considerados historiografía del arte.86

Johann Joachim Winckelmann es considerado el padre de la Historia del arte,


creando una metodología científica para la clasificación de las artes y basando la
Historia del arte en una teoría estética de influencia neoplatónica: la belleza es el
resultado de una materialización de la idea. Gran admirador de la cultura griega,
postuló que en la Grecia antigua se dio la belleza perfecta, generando un mito
sobre la perfección de la belleza clásica que aún condiciona la percepción del arte
hoy día. En Reflexión sobre la imitación de las obras de arte griegas (1755) afirmó
que los griegos llegaron a un estado de perfección total en la imitación de la
naturaleza, por lo que nosotros solo podemos imitar a los griegos. Asimismo,
relacionó el arte con las etapas de la vida humana (infancia, madurez, vejez),
estableciendo una evolución del arte en tres estilos: arcaico, clásico y
helenístico.87

Durante el siglo XIX, la nueva disciplina buscó una formulación más práctica y
rigurosa, sobre todo desde la aparición del positivismo. Sin embargo, esta tarea se
abordó desde diversas metodologías que supusieron una gran multiplicidad de
tendencias historiográficas: el romanticismo impuso una visión historicista y
evocadora del pasado, rescatando y poniendo nuevamente de moda estilos
artísticos que habían sido minusvalorados por el neoclasicismo winckelmanniano;
así lo vemos en la obra de Ruskin, Viollet-le-Duc, Goethe, Schlegel, Wackenroder,
etc. En cambio, la obra de autores como Karl Friedrich von Rumohr, Jacob
Burckhardt o Hippolyte Taine, supuso un primer intento serio de formular una
Historia del arte basada en criterios científicos, basándose en el análisis crítico de
las fuentes historiográficas. Por otro lado, Giovanni Morelli introdujo el concepto
del connoisseur, el experto en arte, que lo analiza en base tanto a sus
conocimientos como a su intuición.88

La primera escuela historiográfica de gran relevancia fue el formalismo, que


defendía el estudio del arte a partir del estilo, aplicando una
metodología evolucionista que otorgaba al arte una autonomía alejada de
cualquier consideración filosófica, rechazando la estética romántica y el
idealismo hegeliano, y acercándose al neokantismo. Su principal teórico
fue Heinrich Wölfflin, considerado el padre de la moderna Historia del arte. Aplicó
al arte criterios científicos, como el estudio psicológico o el método comparativo:
definía los estilos por las diferencias estructurales inherentes a los mismos, como
argumentó en su obra Conceptos fundamentales de la Historia del Arte (1915).
Wölfflin no otorgaba importancia a las biografías de los artistas, defendiendo en
cambio la idea de nacionalidad, de escuelas artísticas y estilos nacionales. Las
teorías de Wölfflin fueron continuadas por la llamada Escuela de Viena, con
autores como Alois Riegl, Max Dvořák, Hans Sedlmayr y Otto Pächt.89

Ya en el siglo XX, la historiografía del arte ha continuado dividida en múltiples


tendencias, desde autores aún enmarcados en el formalismo (Roger Fry, Henri
Focillon), pasando por las escuelas sociológica (Friedrich Antal, Arnold
Hauser, Pierre Francastel, Giulio Carlo Argan) o psicológica (Rudolf Arnheim, Max
Wertheimer, Wolfgang Köhler), hasta perspectivas individuales y sintetizadoras
como las de Adolf Goldschmidt o Adolfo Venturi. Una de las escuelas más
reconocidas ha sido la de la iconología, que centra sus estudios en la simbología
del arte, en el significado de la obra artística. A través del estudio de
imágenes, emblemas, alegorías y demás elementos de significación visual,
pretenden esclarecer el mensaje que el artista pretendió transmitir en su obra,
estudiando la imagen desde postulados mitológicos, religiosos o históricos, o de
cualquier índole semántica presente en cualquier estilo artístico. Los principales
teóricos de este movimiento fueron Aby Warburg, Erwin Panofsky, Ernst
Gombrich, Rudolf Wittkower y Fritz Saxl.90

Historia del arte[editar]


Artículo principal: Historia del arte

Arte en la prehistoria (ca. 25000-3000 a. C.)[editar]

Venus de Willendorf

 Arte prehistórico: es el desarrollado por el ser humano primitivo desde


el paleolítico superior hasta el neolítico, periodos donde surgieron las
primeras manifestaciones que se pueden considerar como artísticas por
parte del ser humano. En el paleolítico, el ser humano se dedicaba a la
caza y recolección, y vivía en cuevas, elaborando la llamada pintura
rupestre. En el neolítico, se vuelve sedentario y se dedica a
la agricultura, con sociedades cada vez más complejas donde va
cobrando importancia la religión, como se puede ver en los
monumentos megalíticos, y comienza la producción de piezas
de artesanía.91
Arte antiguo (ca. 3000-300 a. C.)[editar]
Artículo principal: Arte antiguo
En Egipto y Mesopotamia surgieron las primeras civilizaciones, y sus
artistas/artesanos elaboraron complejas obras de arte que suponen ya una
especialización profesional.

 Arte egipcio: su arte era intensamente religioso y simbólico, destacando


en arquitectura las mastabas, las pirámides y los hipogeos, como
en Guiza y el Valle de los Reyes. La escultura y la pintura muestran la
figura humana de forma realista, aunque adolecen de hieratismo y
esquematismo a causa de la rigidez de sus cánones simbólico-
religiosos.
 Arte mesopotámico: se desarrolla en la zona comprendida entre los
ríos Tigris y Éufrates, donde se sucedieron diversas culturas como
los sumerios, acadios, asirios, persas, etc. En la arquitectura destacan
los zigurats, grandes templos de forma escalonada piramidal, mientras
que la escultura se desarrolla en talla exenta o relieve, en escenas
religiosas o de caza y militares, con la presencia de figuras humanas y
animales reales o mitológicos.92
Véase también: Arte ibérico

Arte clásico (1000-300 d. C.)[editar]

Victoria de Samotracia, anónimo, años 190 a. C.

 Arte griego: en Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones


artísticas que han marcado la evolución del arte occidental. Tras unos
inicios donde destacaron las culturas minoica y micénica, el arte griego
se desarrolló en tres periodos: arcaico, clásico y helenístico. En
arquitectura destacaron los templos, donde se sucedieron tres órdenes
constructivos: dórico, jónico y corintio. Destaca especialmente el
conjunto de la Acrópolis. En escultura predominó la representación del
cuerpo humano, con una evolución desde formas rígidas y
esquemáticas, pasando por el naturalismo del periodo clásico –con la
obra de Mirón, Fidias y Policleto–, hasta el recargamiento y sinuosidad
del periodo helenístico.
 Arte romano: con un claro precedente en el arte etrusco, el arte romano
recibió una gran influencia del arte griego. Gracias a la expansión
del Imperio romano, el arte clásico grecorromano llegó a casi todos los
rincones de Europa, norte de África y Próximo Oriente, sentando las
bases del arte occidental. Grandes ingenieros y constructores,
destacaron en arquitectura civil, con la construcción
de carreteras, puentes, acueductos y obras urbanísticas, así
como templos, palacios, teatros, anfiteatros, circos, termas, arcos de
triunfo, etc. La escultura, inspirada en la griega, se centra igualmente en
la figura humana, aunque con más realismo, no les importaba mostrar
defectos que eran ignorados por la idealizada escultura griega. La
pintura es conocida sobre todo por los restos hallados en Pompeya, y
destacó especialmente el mosaico.93
Arte en la Alta Edad Media (siglo IV-siglo X)[editar]
Artículo principal: Arte medieval

 Arte paleocristiano: con la aparición del cristianismo se generó a lo largo


del Imperio el llamado arte paleocristiano, que adquirió estatus oficial
tras la conversión al cristianismo del emperador Constantino. El arte
paleocristiano reinterpretó tanto las formas clásicas como las judías
para servir como vehículo de expresión de la nueva religión oficial, y se
produjo una atomización de estilos por zonas geográficas. En
arquitectura destacó como tipología la basílica, mientras que en
escultura destacan los sarcófagos y continúan como en época romana
la pintura y el mosaico.
 Arte prerrománico: se denomina así a los múltiples estilos desarrollados
en Europa desde la caída del Imperio romano hasta alrededor del año
1000, donde la fusión de la cultura clásica con la de los nuevos
pobladores de origen germánico generará las diversas nacionalidades
que conforman actualmente el continente europeo. Se engloban en esta
fase diversos estilos de marcado carácter regional, desde el arte
visigodo y de los otros pueblos germánicos, o incluso el arte celta —
especialmente en las islas británicas— o vikingo, pasando por el arte
asturiano, hasta el arte carolingio y otoniano en el centro de Europa.94
Véanse también: Arte bizantino, Arte islámico y Arte mozárabe.

Arte en la Baja Edad Media (900-1400)[editar]

Pantocrátor del ábside de Sant Climent de


Taüll, MNAC.
 Arte románico: representa el primer estilo de carácter internacional de la
cultura europea occidental, con una identidad plenamente consolidada
tras el paso del latín a las lenguas vernáculas. De carácter
eminentemente religioso, casi todo el arte románico está dirigido a la
exaltación y divulgación del cristianismo. La arquitectura destaca por el
uso de bóvedas de cañón y arcos de medio punto, iniciándose la
construcción de grandes catedrales, que seguirá durante el gótico. La
escultura se desarrolló principalmente en el marco arquitectónico, de
carácter religioso, con figuras esquematizadas, sin realismo, de signo
simbólico. La pintura es preferentemente mural, de signo religioso y
figuras esquemáticas al igual que la escultura.
 Arte gótico: desarrollado entre los siglos XII y XVI, fue una época de
desarrollo económico y cultural. La arquitectura sufrió una profunda
transformación, con formas más ligeras, más dinámicas, con un mejor
análisis estructural que permitió hacer edificios más estilizados, con más
aberturas y, por tanto, mejor iluminación. Aparecieron nuevas tipologías
como el arco apuntado y la bóveda de crucería, y la utilización
de contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio,
permitiendo interiores más amplios y decorados
con vitrales y rosetones. La escultura continuó enmarcada en la obra
arquitectónica, aunque comenzó a desarrollarse la escultura exenta, con
formas más realistas, inspiradas en la naturaleza. La pintura dejó de ser
mural para pasar a retablos situados en los altares de las iglesias, y
empezó a desarrollarse la pintura en lienzo, al temple o al óleo. Se
sucedieron cuatro estilos pictóricos: el gótico lineal o franco-gótico,
el gótico itálico o trecentista (Cimabue, Giotto, Duccio), el gótico
internacional (Stefan Lochner, Bernat Martorell) y el gótico
flamenco (Jan Van Eyck, el Bosco).95
Véase también: Arte mudéjar

Arte en la Edad Moderna (1400-1800)[editar]

El nacimiento de Venus (1485), de Sandro


Botticelli.
Artículo principal: Arte de la Edad Moderna

 Renacimiento: época de gran esplendor cultural en Europa, la religión


dejó paso a una concepción más científica del hombre y el universo,
surgiendo el humanismo. Los nuevos descubrimientos geográficos
hicieron que la civilización europea se expandiese por todos los
continentes, y la invención de la imprenta supuso una mayor
universalización de la cultura. El arte se inspira en el arte clásico
grecorromano, por lo que se habla de “renacimiento” artístico tras el
oscurantismo medieval. Inspirado en la naturaleza, surgen nuevos
modelos de representación, como el uso de la perspectiva. La
arquitectura recuperó los modelos clásicos, reelaborados con un
concepto más naturalista y con bases científicas: destacan Filippo
Brunelleschi, Leon Battista Alberti y Bramante. La escultura buscó
igualmente la idealizada perfección del clasicismo, como en la obra
de Lorenzo Ghiberti y Donatello. La pintura sufrió una notable evolución
desde las formas medievales, con formas naturalistas y temáticas
profanas o mitológicas junto a las religiosas,
destacando Botticelli, Perugino, Piero della Francesca, Andrea
Mantegna, Leonardo Da Vinci, Rafael, Alberto Durero, Pieter Brueghel,
etc.
 Manierismo: evolución de las formas renacentistas, el manierismo
abandonó la naturaleza como fuente de inspiración para buscar un tono
más emotivo y expresivo, cobrando importancia la interpretación
subjetiva que el artista hace de la obra de arte. La arquitectura adquiere
un signo más efectista y de tenso equilibrio, destacando Andrea
Palladio y Miguel Ángel. En escultura, descuella la obra de Miguel
Ángel, con obras de tenso dinamismo donde resalta la expresión de la
persona representada. La pintura tiene un sello más caprichoso,
extravagante, con gusto por la forma sinuosa y estilizada, destacando
en primer lugar –como en las otras artes– Miguel Ángel, seguido
de Bronzino, Correggio, Parmigianino, Giorgione, Tiziano, Veronese, Tin
toretto, El Greco, etc.96
 Barroco: época de grandes disputas en el terreno político y religioso,
surge una división entre los países católicos contrarreformistas, donde
se afianza el estado absolutista, y los países protestantes, de signo
más parlamentario. El arte se vuelve más refinado y ornamentado, con
pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con formas más
dinámicas y efectistas, con gusto por lo sorprendente y anecdótico, por
las ilusiones ópticas y los golpes de efecto. La arquitectura, bajo unas
líneas clásicas, asume unas formas más dinámicas, con una exuberante
decoración, destacando Gian Lorenzo Bernini, Francesco
Borromini, Fischer von Erlach, José Benito Churriguera, etc. La
escultura adquiere el mismo carácter dinámico, sinuoso, expresivo,
ornamental, destacando nuevamente Bernini, así como Pedro de
Mena, Francisco Salzillo, etc. La pintura se desarrolló en dos tendencias
contrapuestas: el naturalismo, basado en la estricta realidad natural, con
gusto por el claroscuro –el llamado “tenebrismo”–, donde cabe citar
a Caravaggio y Georges de La Tour; y el clasicismo, que es igualmente
realista pero con un concepto de la realidad más intelectual e
idealizado, englobando a Annibale Carracci, Nicolas Poussin, Claude
Lorrain, etc. Aparte de estas dos corrientes, hubo infinitud de escuelas,
estilos y autores de muy diverso signo, destacando dos escuelas
regionales: la flamenca (Rubens, Van Dyck), y
la neerlandesa (Rembrandt, Johannes Vermeer). En España destacó la
figura excepcional de Velázquez, así como José de Ribera, Francisco
de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo.
 Rococó: desarrollado en el siglo XVIII, supone la pervivencia de las
principales manifestaciones artísticas del barroco, con un sentido más
enfatizado de la decoración y el gusto ornamental, que son llevados a
un paroxismo de riqueza, sofisticación y elegancia. La arquitectura
rococó se desarrolló sobre todo en Francia y Alemania, representado
por Ange-Jacques Gabriel y Johann Balthasar Neumann. La escultura
tiene un aire grácil, refinado, como en la obra de Jean-Antoine
Houdon o los hermanos Asam (Cosmas Damian y Egid Quirin). La
pintura se mueve entre la exaltación religiosa o el
paisajismo vedutista en Italia, y las escenas cortesanas
de Watteau y Fragonard en Francia, pasando por el
retratismo inglés de Reynolds y Gainsborough. Figura aparte es el
inclasificable pintor español Francisco de Goya, que evolucionó desde
un sello más o menos rococó hasta un cierto prerromanticismo, pero
con una obra personal y expresiva de fuerte tono intimista.
 Neoclasicismo: el auge de la burguesía tras la Revolución
francesa favoreció el resurgimiento de las formas clásicas, más puras y
austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del barroco y
rococó, identificados con la aristocracia. La arquitectura neoclásica es
más racional, de signo funcional y un cierto aire utópico, como vemos
en los postulados de Claude-Nicolas Ledoux y Étienne-Louis Boullée.
La escultura, de lógico referente grecorromano, tuvo como principales
figuras a Antonio Canova y Bertel Thorvaldsen. La pintura mantuvo un
sello austero y equilibrado, influido por la escultura grecorromana o
figuras como Rafael y Poussin, destacando Jacques-Louis David, J.A.D.
Ingres, José de Madrazo, etc.97
Arte no europeo[editar]
El puente Ōhashi en Atake bajo una lluvia
repentina (1857), de Utagawa Hiroshige, Brooklyn Museum of Art, Nueva York.

 Arte precolombino: las primeras grandes civilizaciones surgieron


en México: los olmecas realizaban esculturas de piedra de gran
naturalismo (Luchador, hallado en Santa María Uxpanapán), así como
colosales cabezas monolíticas de hasta 3,5 metros de altura;
los zapotecas construyeron el magnífico conjunto de la Ciudad de los
Templos, en el Monte Albán. Posteriormente, los mayas desarrollaron
un arte de signo religioso, donde destacaban los templos, de forma
piramidal (Tikal, Uxmal, Templo de Kukulcán en Chichén Itzá).
Los toltecas construyeron el Templo del Dios de la Estrella Matutina
en Tula, y nos han dejado una de las mejores muestras de escultura
precolombina: el Chac Mool. Los aztecas consagraron el arte a la
expresión del poder, destacando su capital, Tenochtitlán. En Perú la
primera cultura de relevancia fue la de Chavín de Huántar (900 a. C.),
complejo religioso donde destaca el templo, edificado sobre tres pisos
de galerías. Otras culturas remarcables de la región fueron la
de Paracas, la moche y la nazca –con sus enigmáticas líneas de
Nazca–. Más adelante, los incas crearon una cultura muy desarrollada,
con una notable arquitectura e ingeniería civil, destacando la ciudad
de Machu Picchu.98
 Arte africano: su principal peculiaridad ha sido siempre su carácter
mágico-religioso, con obras de madera, piedra o marfil, en máscaras y
figuras exentas de carácter más o menos antropomórfico. La primera
producción de cierta relevancia fue la cultura Nok, en el primer milenio
a. C., situada en el norte de la actual Nigeria. En Sudán se desarrollaron
las culturas kerma y meroe, caracterizadas por sus monumentales
construcciones en barro, sus armas y su cerámica. En Etiopía destacó
la ciudad de Aksum, siendo de remarcar sus estelas en forma
de pilares monolíticos, de carácter funerario, de hasta 20 metros de
altura. En Zimbabue floreció la cultura Monomotapa (siglos XI-XV), cuya
capital, Gran Zimbabue, fue una de las ciudades más grandes de
toda África. En Ifé (Nigeria), de cultura yoruba, surgió en los siglos XII-
XIII una notable escuela de figuras en terracota, de gran naturalismo. De
esta época datan también las iglesias talladas en la roca de Lalibela, en
Etiopía. En Malí destacaron las construcciones en adobe, como la Gran
Mezquita de Djenné, datada inicialmente del siglo XIII pero reconstruida
varias veces.99
 Arte indio: tiene un carácter principalmente religioso, sirviendo como
vehículo de transmisión de las distintas religiones que han jalonado
la India: hinduismo, budismo, islamismo, etc. La primera gran
civilización se produjo en la ciudad de Mohenjo-Dāro, que muestra un
planificado urbanismo, con edificios públicos construidos en barro
cocido y ladrillo. Entre los siglos III y II a. C. se desarrolló el arte maurya,
de signo budista, destacando como monumento característico
la stūpa, túmulo funerario de carácter conmemorativo, generalmente
recubierto de relieves con escenas de la vida de Buda, como la Stūpa
de Sānchi. Otras muestras de arte budista fueron: el arte de Gandhāra,
con influencia helenística y sasánida; el de Mathurā, que mezclaba
elementos tradicionales indios con motivos grecorromanos; y el
de Amarāvatī, igualmente de influencia grecorromana, destacando la
gran stūpa de Amarāvati, de 50 metros de altura. Entre los
siglos IV y VIII se desarrolló el arte gupta, donde destacan los grandes
santuarios rupestres o vihara (Ajantā, Ellorā, Elephanta). El
arte hindú tuvo su apogeo entre los siglos VIII y XII, con un tipo de
santuario característico denominado śikhara, como el de Udaipur. Entre
los siglos X y XI se produjo el arte de Khajurāhō, máxima expresión del
arte indoario por la elegancia formal y estética de sus templos, así como
de la escultura que los adorna. Por último, tras la
invasión musulmana se produjo el arte mogol, de formas islámicas,
destacando el Taj Mahal (siglo XVII).100
 Arte chino: como la mayoría del arte oriental tiene un fuerte sello
religioso –principalmente taoísmo, confucianismo y budismo–. Se suele
estudiar por etapas, que coinciden con las dinastías reinantes:
la Dinastía Shang (1600-1046 a. C.) destacó por sus objetos y
esculturas en bronce, especialmente vasijas decoradas en relieve y
máscaras y estatuas antropomórficas, como las halladas en la zona
de Chengdu. La Dinastía Zhou (1045-256 a. C.) creó un estilo
decorativo y ornamentado, de figuras estilizadas y dinámicas,
continuando el trabajo en cobre. La Dinastía Qin (221-206 a. C.)
destacó por la construcción de la Gran Muralla, así como el
hallazgo arqueológico del Ejército de terracota de Xian. La Dinastía
Han (206 a. C.-220 d. C.) vio la introducción del budismo, destacando
por la pintura y los relieves en santuarios y cámaras de ofrendas.
Durante el Periodo de las Seis dinastías (220-618) se difundió más
ampliamente el budismo, construyéndose grandes santuarios con
estatuas colosales de Buda (Yungang, Longmen). La Dinastía
Tang (618-907) fue uno de los periodos más florecientes del arte chino,
destacando por su escultura y sus célebres figuras de cerámica,
mientras que en arquitectura la tipología principal fue la pagoda (Hua-
yen, Hsiangchi), y en pintura apareció el paisaje. En la Dinastía
Song (960-1279) se alcanzó un nivel de elevada cultura que sería
recordado con gran admiración en posteriores etapas, destacando
igualmente la cerámica y la pintura de paisaje. Durante la Dinastía
Yuan (1280-1368) se desarrollaron especialmente las artes decorativas,
principalmente alfombras, cerámica y obras de metalistería, y en pintura
proliferaron los temas religiosos. En la Dinastía Ming (1368-1644) se
construyó el Palacio Imperial (la Ciudad Prohibida), y la pintura era
tradicional, de signo naturalista y cierta opulencia; también destacó
la porcelana. Por último, la Dinastía Qing (1644-1911) supuso la
continuidad de las formas tradicionales: la pintura era
bastante ecléctica, dedicada a temas florales (Yun Shouping), religiosos
(Wu Li), paisajes (Gai Qi), etc.; continuó la tradición en las artes
aplicadas, especialmente ebanistería, porcelana, tejidos
de seda, lacas, esmalte, jade, etc.101
 Arte japonés: también cabe estudiarlo por períodos: el Período
Jōmon (5000 a. C.-200 a. C.) estuvo marcado por la producción
de cerámica, la más antigua producida por el ser humano, decorada con
incisiones o impresiones de cuerda. Durante el Período Yayoi (200
a. C.-200 d. C.) se difundió un tipo de sepulturas de gran tamaño con
cámara y túmulo ornamentado con cilindros de terracota. En el Período
Kofun (200-600) destacan las grandes sepulturas llamadas kofun, así
como unas figuras de terracota llamadas haniwa; en arquitectura
destaca el santuario de Ise. En el Período Asuka (552-646) se introdujo
el budismo, destacando el templo de Hōryū-ji (607) y las estatuas
de Buda. En el Período Nara (646-794) tuvo su apogeo el arte budista,
plasmado igualmente en arquitectura (Pagoda del Este de Yakushi-ji,
templo de Tōdai-ji) y escultura (Buda de Tachibana, Bodhisattva
Gakko). El Período Heian (794-1185) fue el más clásico del arte
japonés: monasterio de Byōdō-in, escuela pictórica de yamato-e. En
el Período Kamakura (1185-1333) se introdujo la secta zen, que influyó
poderosamente en el arte figurativo: en escultura destacó Unkei, en
arquitectura el conjunto de cinco grandes templos de Sanjūsangen-
dō (1266), y en pintura el retrato y el paisaje. En el Período
Muromachi (1333-1573) floreció notablemente la pintura, enmarcada
dentro de la estética zen, apareciendo el estilo sumi-e, representado
fundamentalmente por Sesshū; también se desarrolló el arte de
la jardinería, y cobraron importancia los objetos de laca y metal. Durante
el Período Momoyama (1573-1615) el arte se alejó de la estética
budista, remarcando los valores tradicionales japoneses: se
construyeron grandes castillos, como el de Himeji y el de Fushimi-
Momoyama; en pintura continuó la tradición épica japonesa, la cerámica
alcanzó un momento de gran apogeo, y en laca destacó Honami
Kōetsu. En el Período Edo (1615-1868) Japón se cerró a todo contacto
exterior, aunque fue una época de gran prosperidad: se desarrolló
notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad,
destacando Tawaraya Sōtatsu y Ogata Kōrin, así como la escuela
de ukiyo-e, que destacó por la representación de tipos y escenas
populares ( Kitagawa Utamaro, Katsushika Hokusai, Utagawa
Hiroshige).102
 Arte oceánico: está marcado por la multiplicidad de territorios insulares
que jalonan el océano Pacífico, destacando las islas
de Australia y Nueva Zelanda, y tres principales áreas de islas
y archipiélagos: Polinesia, Melanesia y Micronesia. La primera cultura
desarrollada en la zona fue la lapita (1500-500 a. C.), que se caracteriza
por su cerámica decorada con motivos dentados hechos con peines o
púas, así como objetos de obsidiana y conchas. En Australia destacan
las pinturas rupestres, que son bastante esquemáticas, llegando a la
simplificación geométrica. Más adelante continuó la expansión hacia la
periferia oceánica, produciéndose una gran diversificación cultural. La
mayoría de manifestaciones artísticas eran de carácter ritual,
relacionadas con danzas y ceremonias de tipo religioso: en Micronesia
se produjeron elaborados complejos arquitectónicos con esculturas de
piedra y megalitos; en Guam y las islas Marianas destacan las casas
sobre columnas de piedra (latte); en Hawái se construyeron grandes
templos (heiau), con esculturas de madera de hasta tres metros que
representaban a sus dioses; en Nueva Zelanda,
los maoríes desarrollaron un tipo de talla de madera con figuras de
líderes políticos y religiosos; en la isla de Pascua se construyeron las
famosas cabezas monolíticas (moái) entre el año 900 y el 1600; en
Melanesia destacan las grandes casas de reunión o «casas de los
espíritus», dedicadas a ceremonias relacionadas con el culto a los
antepasados; las máscaras fueron características de Nueva
Guinea (mai), Nueva Irlanda (malanggan) y Nueva Caledonia (apuema);
los asmat de Irian Jaya (Nueva Guinea) construían unos postes
conmemorativos (bisj) de entre 5 y 10 metros de altura, tallados con
figuras antropomórficas; en las islas Salomón se dieron estatuas de
madera (indalo) de figuras humanas o animales, con incrustaciones de
conchas.103
Arte en la Edad Contemporánea (1800-actualidad)[editar]
Viajero frente al mar de niebla (1818), de Caspar
David Friedrich.
Artículo principal: Arte contemporáneo
siglo XIX
Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX se sentaron las bases de la sociedad
contemporánea, marcada en el terreno político por el fin del absolutismo y la
instauración de gobiernos democráticos –impulso iniciado con la Revolución
francesa–; y, en lo económico, por la Revolución industrial y el afianzamiento
del capitalismo, que tendrá respuesta en el marxismo y la lucha de clases. En el
terreno del arte, comienza una dinámica evolutiva de estilos que se suceden
cronológicamente cada vez con mayor celeridad, que culminará en el siglo XX con
una atomización de estilos y corrientes que conviven y se contraponen, se influyen
y se enfrentan.

 Arquitectura del siglo XIX: la arquitectura decimonónica sufrió una gran


evolución debido a los avances técnicos que comportó la Revolución
industrial, con la incorporación de nuevos materiales como el hierro y
el hormigón, que permitieron la construcción de estructuras más sólidas
y diáfanas. Estilísticamente, la primera mitad de siglo vio un
cierto eclecticismo de las formas, así como un revival de estilos
anteriores reinterpretados según conceptos modernos: es el
llamado historicismo, que produjo movimientos como el neorrománico,
el neogótico, el neobarroco, etc. A finales de siglo surgió el modernismo,
que supuso una gran revolución en terreno del diseño, con nombres
como Victor Horta, Otto Wagner, Antoni Gaudí, Lluís Domènech i
Montaner, Josep Puig i Cadafalch, etc.104
 Romanticismo: movimiento de profunda renovación en todos los
géneros artísticos, los románticos pusieron especial atención en el
terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la fantasía, el
sentimiento, la evocación ensoñadora. En pintura, después de una fase
prerromántica donde podríamos citar a William Blake y Johann Heinrich
Füssli, destacaron Eugène Delacroix, Théodore Géricault, John
Constable, Joseph Mallord William Turner, etc. Una derivación del
romanticismo fue el movimiento alemán de los Nazarenos.
 Realismo: desde mediados de siglo surgió una tendencia que puso
énfasis en la realidad, la descripción del mundo circundante,
especialmente de obreros y campesinos en el nuevo marco de la era
industrial, con un cierto componente de denuncia social, ligado a
movimientos políticos como el socialismo utópico. En pintura
destacan Camille Corot, Gustave Courbet, Jean-François Millet, Honoré
Daumier y Mariano Fortuny. En Gran Bretaña surgió la escuela de
los prerrafaelitas, que se inspiraban –como su nombre indica– en los
pintores italianos anteriores a Rafael, así como en la recién
surgida fotografía. En escultura, destacó Constantin Meunier.
 Impresionismo: fue un movimiento profundamente innovador, que
supuso una ruptura con el arte académico y una transformación del
lenguaje artístico, iniciando el camino hacia los movimientos
de vanguardia. Se inspiraban en la naturaleza, de la que pretendían
captar una ‘impresión’ visual, la plasmación de un instante en el lienzo –
por influjo de la fotografía–, con una técnica de pincelada suelta y tonos
claros y luminosos. Cabe mencionar como principales representantes
a Édouard Manet –considerado un precursor–, Claude Monet, Camille
Pissarro, Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas. Igual de renovador fue
en el terreno de la escultura el papel de Auguste Rodin, que sentó las
bases de la escultura del siglo XX.
 Neoimpresionismo: evolucionando desde el impresionismo, los
neoimpresionistas se preocupan más de los fenómenos ópticos,
desarrollando la técnica del puntillismo, como se puede apreciar en la
obra de Georges Seurat y Paul Signac.
 Postimpresionismo: son artistas que, partiendo de los nuevos hallazgos
técnicos efectuados por los impresionistas, los reinterpretan de manera
personal, abriendo distintas vías de desarrollo de suma importancia
para la evolución del arte en el siglo XX: Henri de Toulouse-
Lautrec, Paul Gauguin, Paul Cézanne, Vincent Van Gogh, Joaquín
Sorolla, etc.105
 Simbolismo: corriente de corte fantástico y onírico, surgió como reacción
al naturalismo de la corriente realista e impresionista, poniendo especial
énfasis en el mundo de los sueños, así como en aspectos satánicos y
terroríficos, el sexo y la perversión. Destacaron Gustave Moreau, Odilon
Redon, Pierre Puvis de Chavannes y Gustav Klimt.
Formas únicas de continuidad en el espacio (1913),
de Umberto Boccioni.
siglo XX
El [[arte del siglo XX]] padece una profunda transformación: en una sociedad más
materialista, más consumista, el arte se dirige a los sentidos, no al intelecto.
Igualmente, cobra especial relevancia el concepto de moda, una combinación
entre la rapidez de las comunicaciones y el aspecto consumista de la civilización
actual. Surgen así los movimientos de vanguardia, que pretenden integrar el arte
en la sociedad, buscando una mayor interrelación artista-espectador, ya que es
este último el que interpreta la obra, pudiendo descubrir significados que el artista
ni conocía. Las últimas tendencias artísticas pierden incluso el interés por el objeto
artístico: el arte tradicional era un arte de objeto, el actual de concepto. Hay una
revalorización del arte activo, de la acción, de la manifestación espontánea,
efímera, del arte no comercial (arte conceptual, happening, environment).

 Arquitectura del siglo XX: la arquitectura ha sufrido una profunda


transformación desde las formas tradicionales hasta las movimientos de
vanguardia, que han supuesto un nuevo concepto constructivo basado
en una concepción más racional del espacio, estructurado de forma más
depurada y funcional, con especial atención a las nuevas tecnologías y
a su ubicación medioambiental. La principal tendencia artística ha sido
el racionalismo, representado fundamentalmente por la Escuela de la
Bauhaus. Entre los nombres de los más destacados arquitectos del
siglo XX sobresalen Walter Gropius, Frank Lloyd Wright, Ludwig Mies
van der Rohe, Le Corbusier, José Luis Sert, Oscar Niemeyer, Alvar
Aalto, Pier Luigi Nervi, Luis Barragán, Rafael Moneo, Richard
Rogers, Robert Venturi, Denise Scott Brown, Frank Gehry, Norman
Foster, James Stirling, Santiago Calatrava, Zaha Hadid, etc.106
 Vanguardismo (1905-1945):
 Fovismo: primer movimiento vanguardista del siglo XX, el
fovismo supuso una experimentación en el terreno del color,
que es concebido de modo subjetivo y personal, aplicándole
valores emotivos y expresivos. Destacan Henri
Matisse, Albert Marquet, Raoul Dufy, André Derain y Maurice
de Vlaminck.
 Expresionismo: surgido como reacción al impresionismo, los
expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo,
donde predominase la visión interior del artista –la
‘expresión’– frente a la plasmación de la realidad –la
‘impresión’–, reflejando en sus obras una temática personal e
intimista con gusto por lo fantástico, deformando la realidad
para acentuar el carácter expresivo de la obra. Con
precedentes en las figuras de Edvard Munch y James Ensor,
se formó principalmente en torno a dos grupos: Die
Brücke (Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-
Rottluff, Emil Nolde), y Der Blaue Reiter (Vasili
Kandinski, Franz Marc, August Macke, Paul Klee),
destacando igualmente Egon Schiele, Oskar
Kokoschka, Amedeo Modigliani, Marc Chagall, etc.
 Cubismo: este movimiento se basó en la deformación de la
realidad mediante la destrucción de la perspectiva espacial de
origen renacentista, organizando el espacio en función de una
trama geométrica, con visión simultánea de los objetos, una
gama de colores fríos y apagados, y una nueva concepción
de la obra de arte, con la introducción del collage. La figura
principal de este movimiento fue Pablo Picasso, uno de los
grandes genios del siglo XX, junto a Georges Braque, Juan
Gris y Fernand Léger, así como Alexander Archipenko, Pablo
Gargallo y Julio González en escultura. Una derivación del
cubismo fue el orfismo de Robert Delaunay.
 Futurismo: movimiento italiano que exaltó los valores del
progreso técnico e industrial del siglo XX, destacando
aspectos de la realidad como el movimiento, la velocidad y la
simultaneidad de la acción. Destacan en pintura Giacomo
Balla y Gino Severini, y Umberto Boccioni en escultura.
 Dadaísmo: movimiento de reacción a los desastres de
la guerra, el dadaísmo supuso un planteamiento radical del
concepto de arte, que pierde cualquier componente basado
en la lógica y la razón, reivindicando la duda, el azar, lo
absurdo de la existencia. Esto se traduce en un lenguaje
subversivo, donde se cuestionan tanto las temáticas como las
técnicas tradicionales del arte, experimentando con nuevos
materiales y nuevas formas de composición, como el collage,
el fotomontaje y los ready-made. Destacan Hans Arp, Francis
Picabia, Kurt Schwitters y Marcel Duchamp.
 Surrealismo: con un claro precedente en la pintura
metafísica (Giorgio de Chirico, Carlo Carrà), el surrealismo
puso especial énfasis en la imaginación, la fantasía, el mundo
de los sueños, con una fuerte influencia del psicoanálisis,
como se percibe en su concepto de “escritura automática”,
por la que intentan expresarse liberando su mente de
cualquier atadura racional, mostrar la pureza del inconsciente.
La pintura surrealista se movió entre la figuración (Salvador
Dalí, Paul Delvaux, René Magritte, Max Ernst) y la
abstracción (Joan Miró, André Masson, Yves Tanguy). En
escultura destacan Henry Moore, Constantin
Brâncuşi, Alberto Giacometti y Alexander Calder.
 Arte abstracto: cuestionado el concepto de realidad por las
nuevas teorías científicas, y con el surgimiento de nuevas
tecnologías como la fotografía y el cine, que ya se encargan
de plasmar la realidad, se produce la génesis del arte
abstracto: el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su
mundo interior, expresar sus sentimientos. El arte pierde todo
aspecto real y de imitación de la naturaleza para centrarse en
la simple expresividad del artista, en formas y colores que
carecen de cualquier componente referencial. Iniciado
por Vasili Kandinski, fue desarrollado por el
movimiento neoplasticista (De Stijl), con figuras como Piet
Mondrian y Theo Van Doesburg.
 Constructivismo: surgido en la Rusia revolucionaria, es un
estilo comprometido políticamente que pretende a través del
arte realizar una transformación de la sociedad, mediante una
reflexión sobre las formas puras artísticas concebidas desde
aspectos como el espacio y el tiempo, que generan una serie
de obras de estilo abstracto, con tendencia a la
geometrización. Destacan Vladímir Tatlin, Lissitzky, Anton
Pevsner y Naum Gabo. Una variante fue
el suprematismo de Kasimir Malevich.107

Liberación de 1001 globos azules, “escultura


aerostática” de Yves Klein. Las últimas tendencias han sido propensas a un arte más
desmaterializado, donde importa más el concepto, el mensaje, la acción.

 Últimas tendencias (1945-Actualidad):


 Informalismo: conjunto de tendencias basadas en la
expresividad del artista, renunciando a cualquier aspecto
racional del arte (estructura, composición, aplicación
preconcebida del color). Incluye diversas corrientes como
el tachismo, el art brut y la pintura matérica.
Destacan Georges Mathieu, Hans Hartung, Jean
Fautrier, Jean Dubuffet, Antoni Tàpies, Lucio
Fontana, Antonio Saura, Manolo Millares, etc. En escultura
cabe citar a Jorge Oteiza, Pablo Serrano y Eduardo Chillida.
En Estados Unidos se desarrolló el expresionismo abstracto,
caracterizado por la utilización de la técnica del dripping, el
chorreado de pintura sobre la tela, sobre la que intervenía el
artista con diversos utensilios o con su propio cuerpo. Entre
sus miembros figuran Jackson Pollock, Mark Rothko, Franz
Kline y Willem de Kooning.
 Pop-art: surgió en Estados Unidos como movimiento de
rechazo al expresionismo abstracto, englobando una serie de
autores que vuelven a la figuración, con un marcado
componente de inspiración popular, tomando imágenes del
mundo de la publicidad y de los medios de comunicación de
masas. Con un precedente en el llamado New Dada (Robert
Rauschenberg, Jasper Johns), destacaron en el pop-art Andy
Warhol, Roy Lichtenstein, Tom Wesselmann, James
Rosenquist, Eduardo Paolozzi, Richard Hamilton y, en
escultura, Claes Oldenburg.
 Nuevo realismo: movimiento francés inspirado en el mundo
de la realidad circundante, del consumismo y la sociedad
industrial, del que extraen –al contrario que en el pop-art– su
aspecto más desagradable, con especial predilección por los
materiales detríticos. Sus representantes
fueron Arman, César Baldaccini, Yves Klein, Jean
Tinguely, Piero Manzoni, etc.
 Arte cinético: también llamado op-art (‘arte óptico’), es un
estilo que pone énfasis en el aspecto visual del arte,
especialmente en los efectos ópticos, que son producidos
bien por ilusiones ópticas (figuras ambiguas, imágenes
persistentes, efecto de moiré), bien mediante el movimiento o
los juegos de luces. Destacan Victor Vasarely, Jesús Rafael
Soto, Yaacov Agam, Julio Le Parc, Eusebio Sempere, etc.
 Arte de acción: son diversas tendencias basadas en el acto
de la creación artística, donde lo importante no es la obra en
sí, sino el proceso creador, en el que además del artista
interviene a menudo el público, con un gran componente de
improvisación. Engloba diversas manifestaciones artísticas
como el happening, el fluxus la performance, el environment,
la instalación, etc. Entre sus figuras destacan Joseph
Beuys, George Maciunas, Allan Kaprow, Wolf Vostell, Yōko
Ono, Nam June Paik, etc.
 Videoarte aparece en los años 1960 con artistas como: Nam
June Paik, Joseph Beuys, Wolf Vostell, Charlotte
Moorman entre otros.
 Minimalismo: con un antecedente en la Nueva
abstracción (o Abstracción postpictórica) el minimalismo fue
una corriente que supuso un proceso de desmaterialización
que desembocaría en el arte conceptual. Son obras de
carácter abstracto, de acusada simplicidad, reducidas a un
mínimo motivo, depurado al planteamiento inicial del autor, la
base sobre la que habría desarrollado la idea que, sin
embargo, queda plasmada en su fase inicial. Destacaron los
pintores Robert Mangold y Robert Ryman, y los
escultores Carl Andre, Dan Flavin, Donald Judd y Sol LeWitt.
 Hiperrealismo: como reacción al minimalismo surgió esta
nueva corriente figurativa, caracterizada por su visión
superlativa y exagerada de la realidad, que es plasmada con
gran exactitud en todos sus detalles, con un aspecto casi
fotográfico. Destacan Chuck Close, Richard Estes, Antonio
López García y, en escultura, George Segal, famoso por sus
figuras humanas en yeso.
 Arte conceptual: tras el despojamiento material del
minimalismo, el arte conceptual renuncia al sustrato material
para centrarse en el proceso mental de la creación artística,
afirmando que el arte está en la idea, no en el objeto. Incluye
diversas tendencias: el arte conceptual lingüístico, el más
purista de la conceptualidad, centrado en la relación arte-
lenguaje (Joseph Kosuth); el arte povera, centrado en las
instalaciones, generalmente de materiales detríticos (Mario
Merz, Jannis Kounellis); el body-art, con el cuerpo humano
como soporte; el land-art, que utiliza la naturaleza como
soporte, con un marcado componente efímero; el bio-art, que
usa técnicas biológicas; etc.
 Arte postmoderno: por oposición al denominado arte
moderno, es el arte propio de la postmodernidad. Asumen el
fracaso de los movimientos de vanguardia como el fracaso
del proyecto moderno: las vanguardias pretendían eliminar la
distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte; el artista
postmoderno, en cambio, es autorreferencial, el arte habla del
arte, no pretenden hacer una labor social. Destacan artistas
individuales como Jeff Koons, David Salle, Jean-Michel
Basquiat, Keith Haring, Julian Schnabel, Miquel Barceló, etc.;
o también diversos movimientos como
la transvanguardia italiana, el neoexpresionismo alemán,
el neomanierismo, la figuración libre, etc.108
Véase también: Historia de la literatura, Historia de la música, Historia del
teatro, Historia de la ópera, Historia de la danza, Historia de la
fotografía, Historia del cine e Historia del cómic

También podría gustarte