Derecho Procesal Constitucional - Habeas Corpus
Derecho Procesal Constitucional - Habeas Corpus
Derecho Procesal Constitucional - Habeas Corpus
CICLO: XI
TACNA –PERU
2024
“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACION DE NUESTRA INDEPENDENCIA,
Y DE LA CONMEMORACION DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNIN Y
AYACUCHO”
1 DEDICATORIA
El presente trabajo monográfico esta dedicado a nuestros familiares que día a día vienen
apoyándonos en cada paso que damos, asimismo, esta dedicado a toda la comunidad
universitaria como a la docencia y miembros en general, deseamos que sea un trabajo de su
agrado con fines educativos de aprendizaje.
“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACION DE NUESTRA INDEPENDENCIA,
Y DE LA CONMEMORACION DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNIN Y
AYACUCHO”
INDICE
1 DEDICATORIA................................................................................................................2
2 Introducción.......................................................................................................................4
3 Antecedentes......................................................................................................................5
4.1 Tipología......................................................................................................................8
7 Conclusiones....................................................................................................................39
8 Bibliografía......................................................................................................................40
“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACION DE NUESTRA INDEPENDENCIA,
Y DE LA CONMEMORACION DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNIN Y
AYACUCHO”
2 Introducción
El Habeas Corpus es uno de los pilares fundamentales en el derecho constitucional
peruano y juega un papel crucial en la protección de los derechos fundamentales de los
ciudadanos. Esta figura legal, de origen histórico y amplia relevancia en el ámbito jurídico,
garantiza la libertad individual y la protección contra detenciones arbitrarias o ilegales.
En Perú, la institución del hábeas corpus fue incorporada por primera vez mediante la
Ley de Habeas Corpus de 1897, la cual lo contempló como un recurso frente a detenciones
arbitrarias.
Sin embargo, no fue sino hasta la Constitución Política de 1920 que este proceso fue
reconocido a nivel constitucional. En el título sobre garantías individuales, se dispuso que “la
persona aprehendida o cualquiera otra podrá interponer conforme a la ley el recurso de
Habeas Corpus por prisión indebida”. Posteriormente, la Constitución Política de 1933
extendió su ámbito de aplicación al establecer que “todos los derechos individuales y sociales
reconocidos por la Constitución dan lugar a la acción de hábeas corpus”. (Bartra, 2022)
Este texto resalta la evolución de las normativas procesales relacionadas con el habeas
corpus en Perú a lo largo del tiempo, desde el Código de Procedimientos en Materia Criminal
de 1920 hasta la Ley de Hábeas Corpus y Amparo de 1982. Es interesante observar cómo
estas leyes reflejan los cambios en las concepciones sobre los derechos individuales y
sociales, así como la importancia de contar con procedimientos adecuados para proteger estos
derechos de manera efectiva (Defensoría del Pueblo, 2023). La Ley de Hábeas Corpus y
Amparo de 1982 marca un hito al establecer claramente los derechos protegidos por el habeas
corpus y definir un procedimiento específico para su aplicación, lo que representa un avance
significativo en la garantía de los derechos fundamentales en el contexto peruano.
Lo dispuesto en ambos cuerpos normativos fue derogado por la Ley 23506, Ley de
Hábeas Corpus y Amparo, de 1982. Esta fue emitida en el marco de la Constitución Política
de 1979, aunque permaneció vigente incluso después de que se aprobara la Constitución
Política de 1993. Su segundo título reguló de forma específica el hábeas corpus,
estableciendo los derechos protegidos por este, así como el procedimiento que se debía seguir
en su tramitación.
Como explica (García Cavero, 2020), la Ley 23506 fue objeto de diversas
modificaciones que buscaban limitar el uso del hábeas corpus y generaron problemas entre
los operadores jurídicos, quienes tenían dificultades para identificar cuáles eran las normas
vigentes. A estos problemas, se sumaba que los procesos constitucionales, en general, se
encontraban regulados en distintas leyes de forma poco clara. Todo ello justificaba una
reforma legal que finalmente se materializó en el Código Procesal Constitucional, que se
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publicó en mayo de 2004 y entró en vigencia en diciembre de ese año. Así, se desarrollaron
en un solo cuerpo normativo los siete procesos constitucionales previstos por la Constitución
Política de 1993, unificando, fortaleciendo y modernizando su regulación. Con relación al
hábeas corpus, el código incluyó una serie de disposiciones generales, aplicables también a
otros procesos constitucionales, como específicas, referidas de forma exclusiva a su diseño
procesal.
En julio de 2021, este código fue reemplazado por el NCPConst. Según el dictamen
de la Comisión de Constitución y Reglamento que lo antecedió, una de las razones que
justificó su expedición fueron las diversas propuestas de reforma legislativa al antiguo
Código Procesal Constitucional que se habían presentado para “corregir algunas distorsiones
generadas en su aplicación, vacíos o antinomias advertidas, entre otros”. La aprobación del
NCPConst no estuvo exenta de críticas. Uno de los aspectos más cuestionados fue que no
hubiera establecido un “periodo de transición” para su entrada en vigencia (Ferrero Costa,
2008).
Varios de estos comentarios fueron incluidos tanto en las observaciones que presentó
el Poder Ejecutivo a la autógrafa de la ley del NCPConst, como en las tres demandas de
inconstitucionalidad que el Colegio de Abogados de la Libertad, el Poder Ejecutivo y el
Poder Judicial presentaron en su contra. El TC se pronunció sobre estas demandas en dos
sentencias.
Este fragmento ilustra cómo el proceso de implementación y revisión de una ley como
el Nuevo Código Procesal Constitucional (NCPConst) en el Perú puede ser complejo y
generar controversias legales significativas. Es interesante observar cómo diferentes actores,
como el Poder Ejecutivo, el Colegio de Abogados de la Libertad y el Poder Judicial, tienen
opiniones y preocupaciones diversas sobre la constitucionalidad y el funcionamiento de esta
ley.
Este tipo de situaciones resalta la necesidad de un diálogo continuo entre los poderes
públicos y la sociedad civil para garantizar que las leyes sean efectivas, respeten los
principios constitucionales y protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos.
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4 CAPITULO I – EL PROCESO CONSTITUCIONAL DEL HABEAS CORPUS
DEL PERÚ
4.1 Tipología
Si bien el proceso de hábeas corpus, históricamente estuvo orientado a obtener la
libertad frente a detenciones arbitrarias, en el tiempo fue objeto de una expansión de las
situaciones que agravian derechos vinculados a la libertad y que pueden discutirse en un
hábeas corpus. Esto llevó a que surjan diversas tipologías que van más allá de la finalidad
primigenia. Así, el proceso de categorización del hábeas corpus ha tenido un desarrollo que
se manifiesta en la doctrina, pero también se hace presente en la jurisprudencia
constitucional. Desde la doctrina, se ha mencionado que “se distingue desde un punto de vista
cronológico el habeas corpus preventivo del reparador, a través de sus cinco modalidades:
principal, restringido, correctivo, de pronto despacho y por mora en la traslación”. (Gonzales
Mantilla, 2014)
Hábeas corpus innovativo: Este tipo de proceso procede cuando, pese a haber
cesado la amenaza o la violación de la libertad personal, se solicita la intervención
jurisdiccional con el objeto de que tales situaciones no se repitan en el futuro
Hábeas corpus innovativo: Este tipo de proceso procede cuando, pese a haber
cesado la amenaza o la violación de la libertad personal, se solicita la intervención
jurisdiccional con el objeto de que tales situaciones no se repitan en el futuro
Otro sector de la doctrina considera que la libertad individual, al incluir a todos los
derechos de libertad, amplía excesivamente el ámbito de protección del hábeas corpus y
difumina sus límites en el proceso. Por tanto, debe considerarse que el hábeas corpus protege
solo la libertad personal y otros derechos de forma conexa. La libertad personal es entendida
como el derecho fundamental que garantiza que no se afecte indebidamente la libertad física
de las personas, esto es, su libertad locomotora, ya sea mediante detenciones, internamientos
o condenas arbitrarias o ilegales; y que sus alcances se extienden a cualquier supuesto de
privación de la libertad locomotora, independientemente de su origen y de la autoridad o
persona que la haya ordenado. Ello conforme con lo previsto en el artículo 9 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 7.3 de la Convención Americana
de Derechos Humanos.
4) Derecho a la verdad.
Por otro lado, el segundo párrafo del artículo 9 del NCPConst establece que el hábeas
corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad
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individual y la tutela procesal efectiva. Como describe el artículo en mención, este derecho
fundamental abarca una serie de derechos de naturaleza fundamental procesal.
Según (García Cavero, 2020), debe entenderse que toda afectación al contenido de la
tutela procesal efectiva, aunque no se encuentre expresamente consagrada en la Carta
Fundamental ni en las leyes, pero que deba comprenderse como parte de ella, puede hacer las
veces de derecho conexo a la libertad personal, claro está, de acreditarse la trasgresión de
ambos atributos constitucionales.
En efecto, los derechos fundamentales conexos con la libertad personal pueden ser
todos aquellos que de acuerdo a las circunstancias de un caso concreto lesionan la libertad
personal de modo directo, como puede ser el derecho a la vida cuando no se brinda atención
médica de urgencia gratuita en hospitales públicos o cuando se dicta un mandato de detención
sin observar los requisitos y procedimientos establecidos en la norma procesal penal,
afectando el derecho fundamental a la tutela procesal efectiva. Así, se advierte que, la
vinculación de los derechos conexos con el de la libertad personal para la procedencia del
proceso de hábeas corpus, se “verifica siempre y cuando los hechos que, mediante este se
objeten, sean constitucionalmente relevantes e incidan en el contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la libertad individual”.
Una reforma importante vinculada con el derecho de acceso a la justicia está referida
precisamente al órgano jurisdiccional competente; específicamente, a partir de la entrada en
vigencia del NCPConst, se ha establecido como regla que serán las/os juezas y jueces
constitucionales quienes tendrán a su cargo el trámite y desarrollo de los procesos,
suprimiendo la competencia anterior de los jueces penales a nivel nacional.
La reforma que establece que los jueces constitucionales sean los responsables de los
procesos constitucionales representa un avance significativo en el fortalecimiento del acceso
a la justicia en el Perú. Esta medida garantiza una mayor especialización y enfoque en la
protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos, lo cual es fundamental para la
consolidación de un Estado de derecho sólido.
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La disposición complementaria final que permite a los juzgados de investigación
preparatoria resolver hábeas corpus en ausencia de justicia constitucional en ciertos distritos
judiciales es una estrategia importante para asegurar la accesibilidad a la tutela constitucional
en todo el país. Esta medida demuestra una preocupación real por garantizar que todos los
ciudadanos, independientemente de su ubicación geográfica, tengan la oportunidad de hacer
valer sus derechos ante el sistema judicial.
Ciertamente, como ha explicado el TC, este derecho no solo supone que las personas
puedan acceder a un juez y/o tribunal, o contar con un proceso para dirimir sus pretensiones,
sino también que el proceso sea idóneo y efectivo, de cara a una verdadera protección del
derecho fundamental invocado. En ese sentido, este cambio de competencia
indefectiblemente repercutirá en una sobrecarga judicial hacia los juzgados constitucionales,
afectando la atención oportuna y eficaz que requieren los derechos vulnerados y/o con
amenaza de vulneración.
▪ Disponer que en las sedes judiciales donde funcionen Juzgados de Paz, que en
adición de funciones cumplan la función de Juzgado de la Investigación Preparatoria; serán
competentes para conocer los procesos de hábeas corpus los Juzgados Mixtos que cumplen la
función de Juzgado Penal Unipersonal. Facultar a los presidentes/as de las Cortes Superiores
de Justicia del país a dictar las resoluciones respectivas, precisando en sus respectivos
distritos judiciales a qué jueces corresponderá conocer los procesos de hábeas corpus.
De ahí que cualquier persona pueda presentar una demanda de hábeas corpus en el
Perú, por sí misma y sin la necesidad de contar con asistencia letrada, lo que hace que el
proceso sea más accesible y ágil para garantizar el derecho de acceso a la justicia
constitucional. Cabe añadir que la norma fundamental y la Ley 26520, Ley Orgánica de la
Defensoría del Pueblo, establece que corresponde al Defensor del Pueblo la defensa de los
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derechos fundamentales de la persona y la comunidad, a través, por ejemplo, de la
interposición de demandas de hábeas corpus en defensa de cualquier persona.
Como señala el TC, “la amplitud de esta facultad para demandar, o actio popularis, se
debe primordialmente a la naturaleza del proceso, el cual tiene como objetivo principal
reestablecer el derecho a la libertad individual de la persona. Asimismo, el hecho de que
cualquier persona pueda interponer la demanda justifica que a través de dicho proceso no se
tutelan sólo los derechos de la persona agraviada sino también el interés de la sociedad en
general.”
Por ello, el NCPConst ha ratificado en el artículo 32 que una de las características que
componen el proceso de hábeas corpus es el de la “informalidad”, conforme al cual se exime
al demandante de cumplir con presentar requisitos propios de los procesos de tutela de
derechos, como el caso del amparo, cumplimiento o el del hábeas data. Ello responde al
carácter de tutela urgente del que está revestido el proceso de hábeas corpus y, sobre todo,
debido a la relevancia de los bienes jurídicos protegidos que se encuentran amenazados.
El hábeas corpus es el único proceso donde se dispensa cumplir una garantía básica:
el derecho a contradecir, pues en otros procesos, este derecho fundamental exige la
contestación formal de la demanda lo que satisface el derecho a ser oído ante una imputación
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determinada. Sin embargo, para el hábeas corpus se crea este mecanismo excepcional de
celeridad que no afecta este derecho debido a las condiciones y derechos que se pretenden
tutelar. A modo de ejemplo, conviene recordar que, en el trámite de las demandas presentadas
a favor de las/os ciudadanas/os detenidos en la UNMSM, el juez constitucional decidió
conceder a las entidades demandadas (Ministerio del Interior y Policía Nacional del Perú) la
posibilidad de contradecir los términos planteados en tales documentos (derecho de defensa),
en lugar de actuar inmediatamente para resguardar el derecho fundamental a la libertad
personal.
Finalmente, otros principios que rigen el proceso de hábeas corpus son los de
“simultaneidad” e “imprescriptibilidad”. El primero de ellos consiste en que no existe otro
proceso capaz de salvaguardar los derechos constitucionales que protege este proceso, pues el
legislador no ha previsto de otra vía paralela, idónea y/o igualmente satisfactoria que tutele el
derecho fundamental a la libertad individual y sus derechos conexos. Mientras que, el
segundo se refiere a que el plazo para interponer la demanda no prescribe. Dada la
importancia de los derechos a tutelar, se requiere que estos sean objeto de protección en
cualquier momento de producida la afectación.
Para esta segunda posibilidad, creemos que algunos operadores jurídicos pueden
interpretar la inexistencia de un plazo legal para las diligencias que el juez debe realizar, toda
vez que para el requerimiento de la explicación puede ser necesaria la presencia del
emplazado y otorgarle un plazo razonable para ello.
Al respecto, debemos precisar que el juez, considerando que tiene el deber de adecuar
la exigencia de las formalidades previstas en el código al logro de los fines de los procesos
constitucionales, no debería de exceder del plazo de un día natural exigida por la norma, ello
porque el proceso de hábeas corpus ostenta como característica especial la unilateralidad, que
ha sido explicado líneas antes. Dicho plazo de un día podría ser contabilizado desde un
momento determinado, siempre y cuando considerando la razonabilidad de la medida y la
consecución de la finalidad del proceso ya señalada.
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Seguidamente, el mismo artículo 35 del NCPConst expresa que el juez, si las
circunstancias lo requieren, dentro de las 72 horas de admitida la demanda puede fijar fecha
para la realización de una audiencia única. Dicha audiencia única se dará lugar luego de la
existencia de respuesta a los requerimientos por parte del juez a las partes involucradas, ya
que el operador deberá escuchar las alegaciones de las partes y pronunciarse en el acto
emitiendo sentencia o, en caso de no tener formado un juicio, lo hará en el plazo indefectible
de tres días calendario.
El control del orden interno recae en la PNP, pero el mandatario tiene la facultad de
convocar también a las FF.AA., si fuera necesario. No obstante, sus actuaciones en el ámbito
de cualquier intervención a ciudadanos/as se encuentran sujetos a las leyes que regulan el uso
de la fuerza, con el fin de evitar arbitrariedades y detenciones injustificadas contrarias a la
Constitución.
Según la Corte IDH (2023) ha expresado que las “garantías judiciales indispensables”
a las que refiere esta disposición variarán de acuerdo con el tipo de derecho que ha sido
afectado, enfatizando que, para que una garantía sea considerada como “indispensable”,
deberá ser idónea para garantizar el ejercicio pleno de los derechos a los que se refiere el
artículo 27.2 (p.81)
Con relación al segundo caso, fue la jurisprudencia la que fijó criterios para
determinar la legitimidad del acto que dicta un estado de emergencia. Así, en una demanda de
hábeas corpus interpuesta por diversas comunidades campesinas contra la Presidencia del
Consejo de Ministros con el objeto de levantar tal medida y ordenar que se abstenga de
decretarlo en lugares donde no existe perturbación, el TC destacó en STC N° 00964-2018-
PHC/TC fundamento jurídico 12 y 13:
“12. Así, en primer lugar, y en concordancia con lo señalado en el primer inciso del
artículo 27 de la Convención Americana de Derechos Humanos, debe respetarse el criterio de
temporalidad. Dicho con otras palabras, que el estado de excepción debe dictarse con una
vigencia limitada, circunscrita a facilitar que se resuelvan aquellos problemas que motivaron
la declaración. En esta línea, resultarán inconstitucionales aquellas declaratorias de estado de
excepción que se extiendan sine die, a través de la formalidad de alargarla cada cierto tiempo
sin mayor justificación que la persistencia de las condiciones que generaron la declaración
Entonces, a pesar de que el mismo artículo 200 de la Constitución prevé que “no
corresponde al juez cuestionar la declaración del estado de emergencia ni de sitio”, por vía
jurisprudencial el TC ha interpretado que dicha prohibición es tal, si se cumplen con los
criterios de temporalidad, necesidad y proporcionalidad(Galindo Sandoval, 2014, p.30).
Incluso, en el comentado proceso se dispuso que el Poder Ejecutivo evite incurrir en aquellas
acciones que motivaron el ingreso de la demanda de hábeas corpus.
Por otro lado, una de las prácticas más frecuentes que se ha instaurado en los últimos
años consiste en la imposición de la figura del “toque de queda” o “inmovilización social
obligatoria”, que se dicta en el marco de los estados de emergencia. Sin embargo, a diferencia
de esta última, que permite la restricción de los derechos al libre tránsito, libertad de reunión,
inviolabilidad de domicilio y libertad y seguridad personal; aquella restringe en mayor
medida la libertad de circulación, pues determina un rango horario en el que las personas no
pueden salir de sus domicilios, lo que repercute en el disfrute de otros derechos
fundamentales igualmente importantes, como al trabajo, educación, igualdad, al disfrute del
tiempo libre, libre desarrollo de la personalidad, libertad de expresión, información y prensa,
entre otros.
La decisión anterior motivó a que la Defensoría del Pueblo interponga una demanda
de hábeas corpus contra el Poder Ejecutivo para que se deje sin efecto dicha medida, por
vulnerar el derecho fundamental a la libertad de tránsito y los principios de necesidad,
razonabilidad y proporcionalidad:
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Artículo 2.4 de la Constitución Política. A nivel internacional, este derecho se
encuentra protegido por el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
y el artículo 13 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos
“(…) para la Defensoría del Pueblo la inmovilización social obligatoria impuesta por
el Poder Ejecutivo resulta abiertamente inconstitucional por desproporcionada e irrazonable,
por cuanto no se ha justificado cómo una medida de tal naturaleza en Lima y Callao
contribuirá a preservar el orden social a nivel nacional. Máxime, si el internamiento en los
domicilios afecta a los trabajadores y trabajadoras que, en su mayoría, laboran en la
informalidad y necesitan desplazarse para realizar sus jornadas diarias de trabajo para la
manutención de sus familias. De igual manera, la restricción inopinada a la libertad
individual a través del toque tiene graves repercusiones en la ciudadanía, pues su vigencia no
permite que se puedan tomar los recaudos necesarios para garantizar el orden o la
tranquilidad pública”.
Según Galindo Sandoval (2014) Esto ha sido evidenciado por la Corte IDH, al señalar
que “el derecho a protestar o manifestar inconformidad contra alguna acción o decisión
estatal está protegido por el derecho a la reunión” y que “la posibilidad de manifestarse
pública y pacíficamente es una de las maneras más accesibles de ejercer el derecho a la
libertad de expresión, por medio de la cual se puede reclamar la protección de otros
derechos” (p.26).
“[…] el toque de queda se ha convertido en una práctica frecuente para que el Poder
Ejecutivo restrinja el derecho a la protesta y enfrente los conflictos sociales, ante la falta de
acciones eficaces para promover el diálogo o mitigar la convulsión social en el país”.
2. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado
de manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a:
Durante las protestas sociales acontecidas entre diciembre de 2022 y marzo de 2023
se efectuaron numerosas detenciones. De acuerdo con el Ministerio Público, para el
23 de enero, 639 personas habían sido detenidas en ese contexto75; mientras que,
según el Ministerio del Interior, al 10 de febrero, 743 habían sido detenidas76. Al
respecto, la Defensoría del Pueblo tomó conocimiento de varias de estas detenciones,
haciendo seguimiento y alertando sobre la comisión de malos tratos y el
incumplimiento de salvaguardas a favor de las personas detenidas. (Defensoría del
Pueblo, 2023)
Con esto podemos efectuar diversidades de habeas corpus, por lo contrario, durante
estas fechas si se lograron presentas múltiples denuncias de haber corpus, como bien sabemos
el habeas corpus es una garantía constitucional tal como lo señala nuestro articulo 200 de
nuestra constitución política del Perú, es un garantía que el Estado debe proteger y hacer
prevalecer, es por ello, entre estas detenciones, resaltan las detenciones efectuadas en la
UNMSM el 21 de enero de 2023, por el elevado número de personas que resultaron detenidas
ese día y por la presentación de varias demandas de hábeas corpus como consecuencia de
tales hechos. En ese sentido, procederemos a detallar las actuaciones que la Defensoría del
Pueblo realizó en salvaguarda del derecho a la libertad individual de las personas.
En resumen, tenemos que afirmas que el habeas corpus es un eje fundamental para
nuestra soberanía, el Estado tiene que estar preparado para ver estos asuntos legales, no existe
una vulneración a realizar marchas pacíficas, debido que esto señala la propia constitución,
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no se nos puede de privar de nuestros derechos por protestas sociales pacificas, al contrario,
se nos debería de dar el respaldo necesario para continuar con la lucha de hacer cumplir los
derechos fundamentales de cada ciudadano que habita en Perú.
7 Conclusiones
Como consecuencia de la presente investigación, podemos afirmar que el habeas corpus es un
mecanismos de defensa frente a nuestros derechos vulnerados, es una afirmación que el
estado nos brinda esta garantía constitucional, tales como los precisa en nuestro articulo 200
de nuestra constitución política del Perú, esta pretensiones son formuladas usualmente ante
una vulnerabilidad de los derechos fundamentales, tales que en esta ocasión se vulneraron los
derechos a la libertad y libre expresión. Por otro lado, existen muchos otros mecanismos que
tenemos que tomarlos como referencia tales como lo expresado taxativamente en la
Convención Americana de Derechos Humanos y la propia constitución como tal.
Asimismo, el hábeas corpus es una herramienta fundamental en la protección de los derechos
individuales y la garantía del Estado de derecho. Su evolución en el contexto peruano refleja
la constante adaptación del sistema judicial para salvaguardar la libertad personal y otros
derechos fundamentales, destacando su importancia como mecanismo de celeridad y
eficiencia en situaciones de detención arbitraria o amenaza a la integridad personal.
Finalmente, para la Defensoría del Pueblo la inmovilización social obligatoria impuesta por
el Poder Ejecutivo resulta abiertamente inconstitucional por desproporcionada e irrazonable,
por cuanto no se ha justificado cómo una medida de tal naturaleza en Lima y Callao
contribuirá a preservar el orden social a nivel nacional. Máxime, si el internamiento en los
domicilios afecta a los trabajadores y trabajadoras que, en su mayoría, laboran en la
informalidad y necesitan desplazarse para realizar sus jornadas diarias de trabajo para la
manutención de sus familias. De igual manera, la restricción inopinada a la libertad
individual a través del toque tiene graves repercusiones en la ciudadanía, pues su vigencia no
permite que se puedan tomar los recaudos necesarios para garantizar el orden o la
tranquilidad pública”.
“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACION DE NUESTRA INDEPENDENCIA,
Y DE LA CONMEMORACION DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNIN Y
AYACUCHO”
8 Bibliografía
Bartra, J. V. (2022). Habeas Corpus y Resoluciones del Tribunal Constitucional. En J. V.
Bartra, Habeas Corpus y Resoluciones del Tribunal Constitucional (pág. 50). Lima.
Eguiguren Praeli, F. (2018). La Garantía del Habeas Corpus en el Perú: Evolución Histórica
y Perspectivas Actuales. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú.
García Toma, V. (2010). El Habeas Corpus en el Perú. Fondo Editorial del Congreso del
Perú.
Pueblo, D. d. (2023). Habeas Corpus. En D. d. Pueblo, Habeas Corpus (pág. 57). Lima.
Obtenido de https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2023/07/Informe-
defensorial-001-2023-HC-contexto-protestas-sociales.pdf