Propiedad Intelectual Unidad 4
Propiedad Intelectual Unidad 4
Propiedad Intelectual Unidad 4
La propiedad intelectual comprende derechos, que atribuyen al autor de una obra su plena disposición y
el derecho exclusivo a explotarla. Es decir, conceden al autor la propiedad de la obra y el derecho de disponer de ella.
Artículo 5°: La propiedad intelectual sobre sus obras corresponde a los autores durante su vida y a sus herederos o
derechohabientes hasta setenta años contados a partir del 1° de enero del año siguiente al de la muerte del autor.
En los casos de obras en colaboración, este término comenzará a contarse desde el 1° de enero del año siguiente al de la
muerte del último colaborador. Para las obras póstumas, el término de setenta años empezará a correr a partir del 1° de
enero del año siguiente al de la muerte del autor.
En caso de que un autor falleciera sin dejar herederos, y se declárase vacante su herencia, los derechos que a aquel
correspondiesen sobre sus obras pasaran al Estado por todo el término de ley, sin perjuicio de los derechos de terceros.
Artículo 1° - A los efectos de la presente ley, las obras científicas, literarias y artísticas comprenden los escritos de toda
naturaleza y extensión; las obras dramáticas, composiciones musicales, dramático-musicales; las cinematográficas,
coreográficas y pantomímicas; las obras de dibujos, pintura, escultura, arquitectura; modelos y obras de arte o ciencia
aplicadas al comercio o a la industria; los impresos, planos y mapas; los plásticos, fotografías, grabados y discos
fonográficos, en fin: toda producción científica, literaria, artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de
reproducción.
Art. 2° - El derecho de propiedad de una obra científica, literaria o artística, comprende para su autor la facultad de
disponer de ella, de publicarla, de ejecutarla, de representarla, y exponerla en público, de enajenarla, de traducirla, de
adaptarla o de autorizar su traducción y de reproducirla en cualquier forma.
Art. 3° - Al editor de una obra anónima o seudónima corresponderán, con relación a ella, los derechos y las obligaciones
del autor, quien podrá recabarlos para sí justificando su personalidad. Los autores que empleen seudónimos, podrán
registrarlos adquiriendo la propiedad de los mismos.
a) El autor de la obra;
c) Los que con permiso del autor la traducen, refunden, adaptan, modifican o transportan sobre la nueva obra
intelectual resultante.
Art. 5° - La propiedad intelectual corresponde a los autores durante su vida y a sus herederos o derechohabientes,
durante treinta años más. En los casos de colaboración debidamente autenticada, este término comenzará a correr
desde la muerte del último coautor.
Para las obras póstumas, los términos comenzarán a correr desde la fecha de la muerte del autor y ellas permanecerán
en el dominio privado de sus herederos o derechohabientes por el término de treinta años.
Si no hubiere herederos o derechohabientes del autor la propiedad de la obra corresponderá por quince años, a quien la
edite autorizadamente. Si hubiere herederos o derechohabientes y el autor hubiese encargado a una tercera persona la
publicación de la obra, la propiedad quedará en condominio entre los herederos y el editor.
Art. 7° - Se consideran obras póstumas, además de las no publicadas en vida del autor, las que lo hubieran sido durante
ésta, si el mismo autor a su fallecimiento las deja refundidas, adicionadas, anotadas o corregidas de una manera tal que
merezcan reputarse como obras nuevas.
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Art. 8° - La propiedad intelectual de las obras anónimas pertenecientes a instituciones, corporaciones o personas
jurídicas durará treinta años, contados desde su primera publicación.
Art. 9° - Nadie tiene derecho a publicar, sin permiso de los autores o de sus derechohabientes, una producción científica,
literaria, artística o musical que se haya anotado o copiado durante su lectura, ejecución o exposición públicas o
privadas.
Art. 13. - Todas las disposiciones de esta ley, salvo las del artículo 57, son igualmente aplicables a las obras científicas,
artísticas y literarias, publicadas en países extranjeros, sea cual fuere la nacionalidad de sus autores, siempre que
pertenezcan a naciones que reconozcan el derecho de propiedad intelectual.
Art. 14. - Para asegurar la protección de la ley argentina, el autor de una obra extranjera sólo necesita acreditar el
cumplimiento de las formalidades establecidas para su protección por las leyes del país en que se haya hecho la
publicación, salvo lo dispuesto en el artículo 23, sobre contratos de traducción.
Art. 15. - La protección que la ley argentina acuerda a los autores extranjeros no se extenderá a un período mayor que el
reconocido por las leyes del país donde se hubiere publicado la obra. Si tales leyes acuerdan una protección mayor
regirán los términos de la presente ley.
Art. 23. - El titular de un derecho de traducción tiene sobre ella el derecho de propiedad en las condiciones convenidas
con el autor, siempre que los contratos de traducción se inscriban en el Registro Nacional de Propiedad Intelectual
dentro del año de la publicación de la obra traducida.
La falta de inscripción del contrato de traducción trae como consecuencia la suspensión del derecho del autor o sus
derechohabientes hasta el momento en que la efectúe recuperándose dichos derechos en el acto mismo de la
inscripción, por el término y condiciones que correspondan, sin perjuicio de la validez de las traducciones hechas
durante el tiempo en que el contrato no estuvo inscripto.
Art. 34. - Para las obras fotográficas la duración del derecho de propiedad es de 20 años desde la primera publicación.
Sin perjuicio de las condiciones y protección de las obras originales reproducidas o adaptadas a películas, para las obras
cinematográficas, la duración del derecho de propiedad es de 30 años desde la fecha de la primera publicación.
La fecha y el lugar de la publicación y el nombre o la marca del autor o del editor debe estar inscripta sobre la obra
fotográfica o sobre la película, de lo contrario la reproducción de la obra fotográfica o cinematográfica no podrá ser
motivo de la acción penal establecida en esta ley.
Art. 65. - El Registro llevará los libros necesarios para que toda obra inscripta tenga su folio correspondiente, donde
constarán su descripción, título, nombre del autor, fecha de la presentación, y demás circunstancias que a ella se
refieran, como ser los contratos de que fuera objeto y las decisiones de los tribunales sobre la misma.
Art. 66. - El Registro inscribirá todo contrato de edición, traducción, compraventa, cesión, participación, y cualquier otro
vinculado con el derecho de propiedad intelectual, siempre que se hayan publicado las obras a que se refieren y no sea
contrario a las disposiciones de esta ley.
Art. 67. - El Registro percibirá por la inscripción de toda obra los derechos o aranceles que fijará el Poder Ejecutivo
mientras ellos no sean establecidos en la ley respectiva.
Art. 68. - El Registro estará bajo la dirección de un abogado que deberá reunir las condiciones requeridas por el artículo
70 de la Ley de organización de los tribunales y bajo la superintendencia del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.
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Art. 81. - El procedimiento y términos serán, fuera de las medidas preventivas, el que se establece para las excepciones
dilatorias en los respectivos códigos de Procedimientos, en lo Civil y Comercial, con las siguientes modificaciones:
a) Siempre habrá lugar a prueba a pedido de las partes o de oficio pudiendo ampliarse su término a treinta días, si el
juzgado lo creyere conveniente, quedando firme a esta resolución;
b) Durante la prueba y a pedido de los interesados se podrá decretar una audiencia pública, en la sala del tribunal donde
las partes, sus letrados y peritos, expondrán sus alegatos u opiniones.
Esta audiencia podrá continuar otros días si uno solo fuera insuficiente;
c) En las mismas condiciones del inciso anterior y cuando la importancia del asunto y la naturaleza técnica de las
cuestiones lo requiera, se podrá designar un jurado de idóneos en la especialidad de que se tratare, debiendo estar
presidido para las cuestiones científicas por el decano de la Facultad de Ciencias Exactas o la persona que éste designare,
bajo su responsabilidad para reemplazarlo; para las cuestiones literarias, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras;
para las artísticas, el director del Museo Nacional de Bellas Artes y para las musicales, el director del Conservatorio
Nacional de Música.
El jurado se reunirá y deliberará en último término en la audiencia que establece el inciso anterior. Si no se hubiere ella
designado, en una especial y pública en la forma establecida en dicho inciso.
Su resolución se limitará a declarar si existe o no la lesión a la propiedad intelectual, ya sea legal o convencional.
Esta resolución valdrá como los informes de los peritos nombrados por partes contrarias, cuando se expiden de común
acuerdo.
Art. 83. - Después de vencidos los términos del artículo 5°, podrá denunciarse al Registro Nacional de Propiedad
Intelectual la mutilación de una obra literaria, científica o artística, los agregados, las transposiciones, la infidelidad de
una traducción, los errores de concepto y las deficiencias en el conocimiento del idioma del original o de la versión. Estas
denuncias podrán formularlas cualquier habitante de la Nación o procederse de oficio, y para el conocimiento de ellas la
dirección del Registro Nacional constituirá un jurado que integrarán:
a) Para las obras literarias, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras; dos representantes de la sociedad gremial de
escritores, designados por la misma, y las personas que nombren el denunciante y el editor o traductor, una por cada
uno;
b) Para las obras científicas el decano de la Facultad de Ciencias que corresponda por su especialidad, dos
representantes de la sociedad científica de la respectiva especialidad, designados por la misma, y las personas que
nombren el denunciante y el editor o traductor, una por cada parte.
En ambos casos, cuando se haya objetado la traducción, el respectivo jurado se integrará también con dos traductores
públicos nacionales, nombrando uno por cada parte, y otro designado por la mayoría del jurado;
c) Para las obras artísticas, el director del Museo Nacional de Bellas Artes, dos personas idóneas designadas por la
Dirección del Registro de Propiedad Intelectual y las personas que nombre el denunciante y el denunciado una por cada
parte;
d) Para las musicales, el director del Conservatorio Nacional de Música; dos representantes de la sociedad gremial de
Compositores de Música, popular o de cámara en su caso, y las personas que designen el denunciante y el denunciado,
una por cada parte.
Cuando las partes no designen sus representantes, dentro del término que les fije la dirección del Registro, serán
designados por ésta.
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El jurado resolverá declarando si existe o no la falta denunciada y en caso afirmativo, podrá ordenar la corrección de la
obra e impedir su exposición o la circulación de ediciones no corregidas, que serán utilizadas. Los que infrinjan esta
prohibición pagarán una multa de 100 a 1.000 pesos moneda nacional, que fijará el jurado y se hará efectiva en la forma
establecida por los respectivos códigos de Procedimiento en lo Civil y en lo Comercial, para la ejecución de las
sentencias. El importe de las multas ingresarán al fondo de fomento creado por esta ley. Tendrá personería para
ejecutarlas la dirección del Registro.