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I 26 may (Última modificación: 29 oct)

Sucesiones.

Concepto de derecho hereditario

Conjunto de normas jurídicas que ubicadas en el derecho privado regulan la transmisión de un


patrimonio que ha quedado sin titular producto de la muerte de una persona natural.

Este conjunto de normas jurídicas que están ubicadas en el derecho privado, no están ubicadas en
el derecho de familia, se relacionan y se auxilian recíprocamente, pero no pertenecen al
derecho de familia.

Es el Código Civil Venezolano el que establece como se va a repartir ese patrimonio que ha
quedado sin titular, producto de la muerte de una persona natural. El de cujus transmite su
patrimonio a sus sucesores o causahabientes, estos sucesores pueden ser personas naturales o
jurídicas, pero el causante, el de cujus, siempre será una persona natural.

Todas las normas que regulan el derecho hereditario se circunscriben a la muerte, la muerte es un
hecho natural y un hecho jurídico, porque producen consecuencias jurídicas: se abren los actos de
última voluntad; se extinguen las rentas vitalicias; con la muerte se extingue el matrimonio; la
comunidad conyugal; se abre la tutela de niños, niñas y adolescentes; nacen nuevas situaciones
jurídicas como el pago del impuesto sucesoral; también, la muerte es un hecho procesal, cuando
fallece el demandante o el demandado, el proceso se paraliza mientras se citan a los herederos.

Si alguna vez desaparece la muerte, desaparecerá el derecho hereditario, como lo ideó el premio
nobel de literatura, el portugués Saramago, en su obra intermitencias de la muerte.
Donde imaginó una sociedad donde la muerte ha desaparecido producto de una mutación,
originada porque la tierra se movió un grado, y como nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde,
la gente se hizo infeliz porque nadie fallecía, desapareciendo los seguros, las funerarias, los
suicidios, etc., y la gente se quería morir y no podía, luego la tierra volvió a su grado y volvió la
muerte y todos volvieron a ser felices.
Clases de sucesiones por causa de muerte

Son dos: La sucesión ab intestato y la sucesión testamentaria.

La sucesión ab intestato

Llamada también abintestato, o intestada, sin testamento. Esta sucesión se da cuando no existe
una manifestación expresa de voluntad del de cujus, de la forma como éste va a repartir su
patrimonio para después de su muerte, la ley presume, en ausencia de esa manifestación de
voluntad, que debe repartirse ese patrimonio que ha quedado sin titular, producto de la muerte
de una persona natural, como lo establece el Código Civil.

Es decir, el patrimonio hereditario será repartido como lo establece nuestro código sustantivo, el
cual señala quienes son los herederos ab intestatos y las diversas cuotas de partición, las cuales
pueden ser iguales o desiguales, como se verá más adelante.
(Vid. Cfr. CROME, Dirotto Privado Francese Moderno, Trad, ot. Ascoli Cammeo. Milano, 1906,
p.269. Bensa, Compendio d`Istotuzioni di Diritto Civile Italiano. Torino, 1897, pág.175)

El beneficio de inventario

La confusión del patrimonio del difunto con el del heredero, que es uno de los efectos
patrimoniales más importantes de la sucesión hereditaria, puede perjudicar tanto a los herederos
como a los acreedores hereditarios. Al heredero, cuando habiendo éste aceptado una herencia
pasiva, está obligado con sus propios bienes la insuficiencia del caudal hereditario. A los
acreedores de la herencia, en el caso de un heredero cargado de deudas; ya que peligraría el
cobro íntegro de sus créditos por la concurrencia de los acreedores del heredero.

En conclusión, si el heredero acepta la herencia pura y simple está obligado a pagar hasta con su
propio patrimonio; pero si acepta la herencia a beneficio de inventario, los acreedores
hereditarios, es decir, los acreedores que tenía el de cujus, sólo cobrarán sus acreencias con el
patrimonio hereditario, quedando incólume el patrimonio del heredero.

Por eso es que los romanos inventaron dos instituciones: el beneficio de inventario solicitado por
el heredero y la separación del patrimonio del de cujus y del heredero, solicitada por los
acreedores de la herencia, para impedir la confusión del patrimonio y mantener separado ese
patrimonio que ha quedado sin titular.
Por lo tanto, la finalidad de ambas instituciones es común: impedir la confusión y mantener
separado el patrimonio. Sin embargo, cabe destacar, que los fines específicos de ambas
instituciones son diversos porque cada uno de ellos persigue un interese especial y origina
distintos efectos.

El beneficio de inventario solicitado por los herederos beneficia a los mismos, pues sólo a ellos
beneficia, manteniendo separados ambos patrimonios (el patrimonio hereditario del patrimonio
de los herederos).

La separación del patrimonio del de cujus y del heredero, solicitada por los acreedores de la
herencia, beneficia solamente a los acreedores hereditarios, asegurando a éstos un derecho
preferente respecto a los acreedores del heredero sobre los bienes del difunto, es decir, un
derecho de preferencia sobre los acreedores que tenía el difunto, que son los acreedores de la
herencia. Fíjense que hay dos tipos de acreedores los acreedores propios del heredero, por deudas
adquiridas por éste y los acreedores del difunto por deudas adquiridas por este en vida.

Los acreedores del heredero viendo que han entrado al patrimonio del heredero van a atacar ese
nuevo patrimonio fresco que se va a confundir con el patrimonio propio del heredero, pudiendo
perjudicar a los acreedores de la herencia, para evitar esto los acreedores de la herencia pueden
utilizar el beneficio de separación del patrimonio y cobrar con preferencia.

La separación en el beneficio de inventario es total, ambos patrimonios van a permanecer


separados, en la separación del patrimonio del de cujus y del heredero, solicitada por los
acreedores, la confusión es parcial, solamente hasta la acreencia demanda, la otra parte queda en
confusión.

El beneficio de inventario es comunicable, basta que uno de ellos acepte la herencia a beneficio de
inventario para que los beneficie a todos los herederos, mientras que en la separación del
patrimonio del de cujus y del heredero, no es comunicable, sólo beneficia al acreedor que ha sido
más diligente y la ha solicitado.

La comunicabilidad no es obstáculo para que coexistan herederos puros y simple con herederos
beneficiarios o a beneficio de inventario.
Los menores, los entredichos, los inhabilitados y las personas jurídicas de derecho público y de
derecho privado siempre aceptaran la herencia a beneficio de inventario.

Recordemos que los incapaces están sometidos a un régimen de protección y todas las normas
que regulan la protección de incapaces son de orden público, por lo tanto, indisponibles.

Los niños, niñas y adolescentes aceptaran la herencia a beneficio de inventario y a través de sus
representantes legales, los cuales son sus padres o en defecto de ellos el
tutor, recordemos que ellos están sometidos a un régimen de representación.

El entredicho aceptará la herencia a beneficio de inventario a través de su tutor.

El inhabilitado aceptará la herencia a través de su curador, recordemos que la curatela es un


régimen de asistencia, el curador complementa la voluntad del inhabilitado.

Formalidades del beneficio de


inventario

Se debe solicitar por escrito ante el Juez de Municipio y si dentro de los herederos hay niños, niñas
y adolescentes se debe solicitar por escrito ante el Juez de Protección, basta que alguno de los
herederos se encuentre en estado de minoridad para que se produzca el fuero de atracción del
tribunal de protección y sea éste el tribunal competente, si todos son mayores de edad se hará la
solicitud ante el tribunal de municipio.

En el escrito se debe de identificar plenamente al de cujus y a sus herederos, con sus nombres,
apellidos, estado civil, profesión, nacionalidad, cédula de identidad, domicilio, se debe colocar en
el escrito si los herederos son niños, niñas o adolescentes, si son entredichos o inhabilitados. Al de
cujus, además, de identificarse plenamente, se debe señalar cual ha sido si último domicilio, ya
que la sucesión se abre en el momento de la muerte y en el último domicilio del de cujus.

Se debe anexar también al escrito de solicitud de aceptación de la herencia a beneficio de


inventario, el acta de defunción, las partidas de nacimiento, el acta de matrimonio, si se trata de
una unión estable de hecho puede anexar el acta de unión estable de hecho debidamente
registrada en el Registro Civil, en su defecto, copia certificada de la sentencia en la cual se declaró
la unión estable de hecho y cualquier otro medio probatorio donde se evidencia el vínculo de
parentesco.
El solicitante puede aceptar la herencia a beneficio de inventario de una vez en el escrito de
solicitud o reservarse hacer la aceptación de la herencia a beneficio de inventario después que se
haya hecho el inventario de los bienes hereditarios.

Se debe hacer una publicación en un periódico y un edicto que se publicará en las puertas del
tribunal.

El heredero que se encuentre en posesión de los bines de la herencia tiene tres meses para hacer
el escrito y presentarlo al tribunal y proceder a realizar el inventario solemne de los bienes de la
herencia.

Podrá pedir una prórroga de tres meses más, transcurrido el lapso si no hizo la declaración de
aceptación de la herencia a beneficio de inventario, deberá hacerla dentro de los cuarenta días
siguientes.

Si el heredero no se encuentra en posesión de los bienes de la herencia, tendrá un lapso de diez


años para hacer.

Los incapaces: niños, niñas y adolescentes, entredichos e inhabilitados tendrán un lapso de un año
a partir de que cese la incapacidad más los diez años si no se encuentran en posesión de los bienes
de la herencia
II 29 oct (Es lo mismo de arriba creo REVISA)

Sucesiones.

Concepto de derecho
hereditario

Conjunto de normas jurídicas


que ubicadas en el derecho privado regulan la transmisión de un patrimonio que
ha quedado sin titular producto de la muerte de una persona natural.

Este conjunto de normas jurídicas


que están ubicadas en el derecho privado, no están ubicadas en el derecho de
familia, se relacionan y se auxilian recíprocamente, pero no pertenecen al
derecho de familia.

Es el Código Civil Venezolano


el que establece como se va a repartir ese patrimonio que ha quedado sin
titular, producto de la muerte de una persona natural. El de cujus transmite su
patrimonio a sus sucesores o causahabientes, estos sucesores pueden ser
personas naturales o jurídicas, pero el causante, el de cujus, siempre será una
persona natural.

Todas las normas que regulan


el derecho hereditario se circunscriben a la muerte, la muerte es un hecho
natural y un hecho jurídico, porque producen consecuencias jurídicas: se abren
los actos de última voluntad; se extinguen las rentas vitalicias; con la muerte
se extingue el matrimonio; la comunidad conyugal; se abre la tutela de niños,
niñas y adolescentes; nacen nuevas situaciones jurídicas como el pago del
impuesto sucesoral; también, la muerte es un hecho procesal, cuando fallece el
demandante o el demandado, el proceso se paraliza mientras se citan a los
herederos.

Si alguna vez desaparece la


muerte, desaparecerá el derecho hereditario, como lo ideó el premio nobel de
literatura, el portugués Saramago, en su obra intermitencias de la muerte.
Donde imaginó una sociedad donde la muerte ha desaparecido producto de una
mutación, originada porque la tierra se movió un grado, y como nadie sabe lo
que tiene hasta que lo pierde, la gente se hizo infeliz porque nadie fallecía,
desapareciendo los seguros, las funerarias, los suicidios, etc., y la gente se
quería morir y no podía, luego la tierra volvió a su grado y volvió la muerte y
todos volvieron a ser felices.

Clases de sucesiones por causa


de muerte

Son dos: La sucesión ab


intestato y la sucesión testamentaria.

La sucesión ab intestato

Llamada también abintestato, o


intestada, sin testamento. Esta sucesión se da cuando no existe una
manifestación expresa de voluntad del de cujus, de la forma como éste va a
repartir su patrimonio para después de su muerte, la ley presume, en ausencia
de esa manifestación de voluntad, que debe repartirse ese patrimonio que ha
quedado sin titular, producto de la muerte de una persona natural, como lo
establece el Código Civil.

Es decir, el patrimonio
hereditario será repartido como lo establece nuestro código sustantivo, el cual
señala quienes son los herederos ab intestatos y las diversas cuotas de
partición, las cuales pueden ser iguales o desiguales, como se verá más adelante.
(Vid. Cfr. CROME, Dirotto Privado
Francese Moderno, Trad, ot. Ascoli Cammeo. Milano, 1906, p.269. Bensa,
Compendio d`Istotuzioni di Diritto Civile Italiano. Torino, 1897, pág.175)

El beneficio de inventario

La confusión del patrimonio


del difunto con el del heredero, que es uno de los efectos patrimoniales más
importantes de la sucesión hereditaria, puede perjudicar tanto a los herederos
como a los acreedores hereditarios. Al heredero, cuando habiendo éste aceptado
una herencia pasiva, está obligado con sus propios bienes la insuficiencia del
caudal hereditario. A los acreedores de la herencia, en el caso de un heredero
cargado de deudas; ya que peligraría el cobro íntegro de sus créditos por la
concurrencia de los acreedores del heredero.

En conclusión, si el heredero
acepta la herencia pura y simple está obligado a pagar hasta con su propio
patrimonio; pero si acepta la herencia a beneficio de inventario, los
acreedores hereditarios, es decir, los acreedores que tenía el de cujus, sólo
cobrarán sus acreencias con el patrimonio hereditario, quedando incólume el
patrimonio del heredero.

Por eso es que los romanos


inventaron dos instituciones: el beneficio de inventario solicitado por el
heredero y la separación del patrimonio del de cujus y del heredero, solicitada
por los acreedores de la herencia, para impedir la confusión del patrimonio y
mantener separado ese patrimonio que ha quedado sin titular.

Por lo tanto, la finalidad de


ambas instituciones es común: impedir la confusión y mantener separado el
patrimonio. Sin embargo, cabe destacar, que los fines específicos de ambas
instituciones son diversos porque cada uno de ellos persigue un interese
especial y origina distintos efectos.

El beneficio de inventario
solicitado por los herederos beneficia a los mismos, pues sólo a ellos
beneficia, manteniendo separados ambos patrimonios (el patrimonio hereditario
del patrimonio de los herederos).

La separación del patrimonio del de cujus y


del heredero, solicitada por los acreedores de la herencia, beneficia solamente
a los acreedores hereditarios, asegurando a éstos un derecho preferente
respecto a los acreedores del heredero sobre los bienes del difunto, es decir,
un derecho de preferencia sobre los acreedores que tenía el difunto, que son
los acreedores de la herencia. Fíjense que hay dos tipos de acreedores los
acreedores propios del heredero, por deudas adquiridas por éste y los
acreedores del difunto por deudas adquiridas por este en vida.

Los acreedores del heredero


viendo que han entrado al patrimonio del heredero van a atacar ese nuevo
patrimonio fresco que se va a confundir con el patrimonio propio del heredero,
pudiendo perjudicar a los acreedores de la herencia, para evitar esto los
acreedores de la herencia pueden utilizar el beneficio de separación del
patrimonio y cobrar con preferencia.

La separación en el beneficio
de inventario es total, ambos patrimonios van a permanecer separados, en la
separación del patrimonio del de cujus y del heredero, solicitada por los
acreedores, la confusión es parcial, solamente hasta la acreencia demanda, la
otra parte queda en confusión.

El beneficio de inventario es
comunicable, basta que uno de ellos acepte la herencia a beneficio de
inventario para que los beneficie a todos los herederos, mientras que en la
separación del patrimonio del de cujus y del heredero, no es comunicable, sólo
beneficia al acreedor que ha sido más diligente y la ha solicitado.

La comunicabilidad no es
obstáculo para que coexistan herederos puros y simple con herederos
beneficiarios o a beneficio de inventario.

Los menores, los entredichos,


los inhabilitados y las personas jurídicas de derecho público y de derecho
privado siempre aceptaran la herencia a beneficio de inventario.

Recordemos que los incapaces


están sometidos a un régimen de protección y todas las normas que regulan la
protección de incapaces son de orden público, por lo tanto, indisponibles.

Los niños, niñas y


adolescentes aceptaran la herencia a beneficio de inventario y a través de sus
representantes legales, los cuales son sus padres o en defecto de ellos el
tutor, recordemos que ellos están sometidos a un régimen de representación.

El entredicho aceptará la
herencia a beneficio de inventario a través de su tutor.
El inhabilitado aceptará la
herencia a través de su curador, recordemos que la curatela es un régimen de
asistencia, el curador complementa la voluntad del inhabilitado.

Formalidades del beneficio de


inventario

Se debe solicitar por escrito


ante el Juez de Municipio y si dentro de los herederos hay niños, niñas y
adolescentes se debe solicitar por escrito ante el Juez de Protección, basta
que alguno de los herederos se encuentre en estado de minoridad para que se
produzca el fuero de atracción del tribunal de protección y sea éste el
tribunal competente, si todos son mayores de edad se hará la solicitud ante el
tribunal de municipio.

En el escrito se debe de
identificar plenamente al de cujus y a sus herederos, con sus nombres,
apellidos, estado civil, profesión, nacionalidad, cédula de identidad,
domicilio, se debe colocar en el escrito si los herederos son niños, niñas o
adolescentes, si son entredichos o inhabilitados. Al de cujus, además, de
identificarse plenamente, se debe señalar cual ha sido si último domicilio, ya
que la sucesión se abre en el momento de la muerte y en el último domicilio del
de cujus.

Se debe anexar también al


escrito de solicitud de aceptación de la herencia a beneficio de inventario, el
acta de defunción, las partidas de nacimiento, el acta de matrimonio, si se
trata de una unión estable de hecho puede anexar el acta de unión estable de
hecho debidamente registrada en el Registro Civil, en su defecto, copia
certificada de la sentencia en la cual se declaró la unión estable de hecho y
cualquier otro medio probatorio donde se evidencia el vínculo de parentesco.

El solicitante puede aceptar


la herencia a beneficio de inventario de una vez en el escrito de solicitud o
reservarse hacer la aceptación de la herencia a beneficio de inventario después
que se haya hecho el inventario de los bienes hereditarios.

Se debe hacer una publicación en


un periódico y un edicto que se publicará en las puertas del tribunal.

El heredero que se encuentre


en posesión de los bines de la herencia tiene tres meses para hacer el escrito
y presentarlo al tribunal y proceder a realizar el inventario solemne de los
bienes de la herencia.

Podrá pedir una prórroga de


tres meses más, transcurrido el lapso si no hizo la declaración de aceptación
de la herencia a beneficio de inventario, deberá hacerla dentro de los cuarenta
días siguientes.

Si el heredero no se encuentra
en posesión de los bienes de la herencia, tendrá un lapso de diez años para
hacer.

Los incapaces: niños, niñas y


adolescentes, entredichos e inhabilitados tendrán un lapso de un año a partir
de que cese la incapacidad más los diez años si no se encuentran en posesión de
los bienes de la herencia
III (29 oct)

Buenos días, mis estimados alumnos del quinto semestre de derecho de la Universidad Santa
María.
Yo soy su profesor de Sucesiones.
Mi nombre es LUIS GONZALO BARRIOS PATIÑO, mi teléfono es 0416 7360971.
La materia consta de 16 temas.
Haremos cuatro evaluaciones, dos por video-llamadas y dos a través de dos ensayos.
Llámenme por teléfono para tener sus números telefónicos.
IV Luis Gonzalo Barrios Patiño • 8 nov

Colación
e imputación. Concepto y naturaleza jurídica de la colación.

Origen y desarrollo histórico. Personas obligadas a colacionar y personas con

derecho a la colación. Bienes y cosas colacionables. Modos de colacionar.

Efectos de la colación por imputación.

Dice el art.

1083 del C.C que “el hijo o descendiente que entre en la sucesión, aunque sea a beneficio de
inventario, junto con sus hermanos o hermanas, o los descendientes de unos y otras, deberá traer
a colación todo cuanto haya recibido del de cujus por donación, directa o directamente, exceso el
caso en que el donante haya dispuesto otra cosa”.

Del texto de este artículo se colige la necesidad de aclarar, en primer lugar, qué se debe entender
por colación; y en efecto, del mismo texto del citado artículo se puede deducir el concepto, que no
es otro que

“la obligación en que se encuentran ciertos herederos forzosos, que concurren con otros a una
sucesión, de aportar a la masa hereditaria determinadas liberalidades recibidas del causante antes
de la muerte de éste, a fin de que los otros coherederos participen proporcionalmente de ellas”.

(Cabanellas); o como dice De Ruggiero: “es la obligación y correlativo derecho que liga a los
herederos y descendientes llamados a la sucesión del mismo ascendiente, en virtud de la cual los
donatarios deben aportar a la masa a dividir, las donaciones que les hubieren sido hechas por el
difunto”.

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