UNIDAD 1 - Laboratorio Clinico
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Además, es preciso conocer las características de los métodos de análisis, las limitaciones de
estos, las posibles interferencias, la preparación del paciente y, por último, realizar los cálculos
de costo-beneficio de su introducción.
Química sanguínea
Incluye pruebas para el estudio del metabolismo de los carbohidratos, las proteínas, los
lípidos, el agua y los electrólitos y el equilibrio ácido-básico; enzimas séricas, productos
intermedios o finales del metabolismo, oligoelementos, hormonas y niveles de medicamentos
en sangre, entre otros.
Hematología
Estudios de la hemostasia
Agrupan a todas las pruebas que permiten explorar los mecanismos de la coagulación
sanguínea, la fibrinólisis y la actividad de los trombocitos.
Inmunología
Examen químico y citológico de la orina, del líquido cefalorraquídeo, del líquido amniótico o
sinovial, del seminal, de la saliva, y de exudados y trasudados.
Biología molecular
De introducción reciente en el laboratorio clínico, se emplean las sondas de ADN para el
estudio de enfermedades infecciosas, neoplásicas y de origen genético, así como para sustituir
cada vez más los métodos clásicos de estudio del sistema inmunológico. El ADN disponible
para una reacción, es ampliado por medio de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR),
que redunda en diagnósticos más rápidos y específicos y abre posibilidades insospechadas
unos pocos años atrás.
Laboratorios del nivel primario de atención médica realizan examen parasitológico de heces
fecales, así como examen directo de esputo. En los demás niveles, estas investigaciones, así
como todos los demás exámenes parasitológicos, microbiológicos y serológicos, son realizados
por los laboratorios de microbiología, que constituyen una especialidad diferente. En la
mayoría de los países del continente americano, todas estas investigaciones forman parte del
contenido de trabajo de los laboratorios clínicos, al igual que los exámenes citológicos.
Aunque este orden no ha sido aceptado en todos los países, es una guía útil para clasificar el
personal:
Al finalizar la carrera de medicina, realizan estudios de posgrado con una duración variable, de
acuerdo con el país (siempre tres años o más). Al finalizarla, los médicos poseen un perfil muy
amplio, que les permite dominar casi cualquier aspecto de la actividad del laboratorio. En
algunos países, este especialista es llamado patólogo clínico.
2 - Licenciado en bioquímica
Esta carrera capacita a sus egresados para realizar funciones asistenciales, docentes,
administrativas y científicas que incluyen distintas áreas de actividad dentro del laboratorio, en
lo fundamental, la de química clínica y todo lo relacionado con el manejo de la calidad. Algunas
de estas actividades pueden requerir estudios de posgrado. En varios países también se
incluyen en este grupo: los licenciados en Biología, en Química y en Farmacia. En Argentina,
por ejemplo, existe el perfil llamado Bioquímico y en España el de farmacéutico analista.
4 - Auxiliares técnicos
5 - Auxiliares de laboratorio
Esto indica que no existe un proyecto único de diseño de un laboratorio clínico, que pueda ser
aplicado de manera universal. En todos los casos, el diseño debe ser realizado por el arquitecto
responsable, con la asesoría del especialista en laboratorio clínico, que presentará su
propuesta al inversionista principal.
CRISTALERÍA.
Durante décadas, la totalidad de los tubos de ensayo o de cultivo, las pipetas, los embudos y
los frascos para medir o para contener (Figura 1), se fabricaron de vidrio, lo que hizo que se les
diera el nombre genérico de cristalería. No siempre el vidrio con el que estaban elaborados era
inerte, lo cual provocaba frecuentes interacciones con su contenido; pero su inconveniente
fundamental era su fragilidad al chocar y el coeficiente de expansión al ser sometido a la
acción de las altas temperaturas, lo cual también provocaba su rotura. Esta última condición se
resolvió con el cristal de boro-silicato, de alta resistencia térmica.
En la actualidad, los utensilios de vidrio han sido sustituidos casi todos por similares de plástico
(sobre todo polietileno y polipropileno), con alto grado de resistencia a la acción de los ácidos
y álcalis. Sin embargo, su resistencia térmica es menor que la del cristal de boro-silicato y oscila
entre 80 ºC como límite, para el polietileno de superior al polietileno y al polipropileno y
resiste temperaturas superiores a 200 ºC. Además, es casi inerte y su superficie es
impermeable. Estas características hacen que se le emplee con frecuencia para los sistemas de
tuberías de los equipos automatizados.
Muchos de estos utensilios plásticos son desechables (los tubos para colectar las muestras de
sangre, las puntas de las pipetas de pistón y otros). Los que son reutilizables requieren un
tratamiento cuidadoso que garantice que han quedado libres de cualquier sustancia
contaminante. El tubo, pipeta o recipiente plástico que se va a reutilizar, no solo debe parecer
limpio, sino que tiene que estar muy limpio. En caso de dudas, es preferible desecharlo.
La limpieza de los recipientes y de otros artículos de vidrio, casi siempre se realiza con algún
detergente industrial (previo enjuague con abundante agua corriente, para eliminar su
contenido). Después del tratamiento con detergente, se dan varios pases por agua
desmineralizada y, en caso de necesidad, se tratan con ácido (nítrico o clorhídrico) o con
solución de bicromato de potasio y ácido sulfúrico. El secado se efectúa en una estufa, a 90 ºC,
durante una hora. Para el material plástico, se recomienda usar detergentes ligeramente
alcalinos o neutros, no-iónicos y realizar un cuidadoso enjuague con agua desmineralizada.
Pueden secarse bajo una corriente de aire. En ambos casos se han empleado con éxito
máquinas para el lavado y secado automáticos y, en el caso de utensilios plásticos, baños
ultrasónicos.
Existen muchos catálogos de fabricantes, que deben ser consultados cuando se va a escoger el
material que se va a emplear en el laboratorio clínico.
REACTIVOS.
Los reactivos son soluciones de sustancias químicas puras, o compuestos biológicos específicos
(enzimas, antígenos, anticuerpos), o una mezcla de ambos, que se añaden a la muestra para
producir una reacción capaz de determinar en ella una modificación tal que genere una señal
medible. Muchas de estas soluciones pueden prepararse en el laboratorio, pero la mayor parte
de las que se usan en la actualidad son producidas de forma industrial por casas fabricantes
especializados, que las comercializan en forma de juegos de reactivos, presentados en
estuches, por lo general con un nivel de calidad muy confiable.
El almacenamiento de los reactivos debe hacerse siguiendo las instrucciones del fabricante. De
modo muy general, los que se conservan a temperatura ambiente (de 20 a 25 ºC) requieren un
lugar fresco, seco, ventilado y no expuesto a la luz. En nuestro país, donde la temperatura
ambiente suele exceder los 30 ºC en locales no climatizados, la conservación de algunos
reactivos puede crear un conflicto. En este sentido, la situación de los que se conservan en
refrigeración (es decir, de 0 a 4 ºC) plantea menos dificultades. Recuerde siempre que la mesa
de trabajo y la campana de extracción, no son lugares adecuados para almacenar reactivos.
La programación del suministro de reactivos es todo un arte que se domina con experiencia y
sentido común. Aunque el jefe del departamento delegue en otro profesional (por lo general,
un bioquímico o tecnólogo), ello no lo exime de mantener una supervisión constante de esta
actividad. La cantidad de un reactivo en existencia en el almacén, debe oscilar entre un mínimo
que no permita que se agote antes de la llegada de la siguiente remesa y un máximo por
encima del cual no se debe pasar para evitar su posible vencimiento, con el consiguiente
perjuicio económico.
EQUIPOS.
Los equipos que se emplean en los laboratorios clínicos, muestran un grado cada vez mayor de
complejidad y sofisticación en su diseño, pero su manejo es sencillo para un operador
calificado. Existen instrumentos para cubrir todas las necesidades de los laboratorios, a todos
los niveles de la red sanitaria; corresponde al profesional responsable evaluar sus necesidades
específicas (actuales y perspectivas), mediante un estudio serio y detallado, antes de proceder
a solicitar la compra de un determinado equipo.
Para realizar la valoración inicial, es necesario informarse bien sobre las características técnicas
y de seguridad de los distintos equipos disponibles en el mercado, así como de su costo inicial
y de mantenimiento, el consumo de reactivos y de material gastable. También debe tenerse en
consideración el apoyo técnico ofrecido por el fabricante para la instalación del equipo,
mantenimiento preventivo y su reparación, entrenamiento del operador y garantía de
suministros. Una vez que se disponga de toda la información requerida, debe realizarse la
selección de acuerdo con los criterios siguientes: