Técnica de Control de La Ansiedad Carlos
Técnica de Control de La Ansiedad Carlos
Técnica de Control de La Ansiedad Carlos
ESTUDIANTE:
CARLOS MANUEL GÓMEZ BARRIOS
CARNÉ:
3005-18-17759
LICENCIADA:
Michelle Coyoy Rodríguez
CURSO:
Psicología Del Deporte y la Recreación
La autogestión es una habilidad clave necesaria en todas las facetas de la vida. Muchos estudiantes
obtienen bajas calificaciones, no porque sean incapaces de asimilar las clases, sino porque se ven
abrumados por la carga de trabajo impuesta. A menudo, los empleados que ascienden en la
jerarquía de una empresa no son los más inteligentes o instruidos, sino los más resolutivos, aquéllos
que son capaces de enfrentarse a una fuerte carga de trabajo y hacer las cosas. Y, aunque no somos
conscientes de ello, la falta de organización personal puede dar al traste con nuestra situación
financiera y con nuestras relaciones interpersonales.
Aunque mucha gente sólo relaciona la autogestión con la gestión del tiempo en realidad es un
concepto mucho más amplio que tiene que ver con lo siguiente:
Conocerse uno mismo. ¿Cuáles son tus valores? ¿Cuál es tu visión de la vida? ¿Cuáles son
tus fortalezas y tus debilidades? Sólo partiendo de esto se puede buscar una vida plena.
Definir objetivos y metas a todos los niveles, de forma que tus acciones obedezcan siempre
a cosas importantes y no te dejes llevar por las crisis de lo urgente. No tiene ningún
sentido estar siempre ocupado, sin más.
Desarrollar tu proactividad. Buscar, con actitud positiva, el camino que te lleve hacia la
vida que quieres vivir. Como decía Steve Jobs, “no pierdas el tiempo viviendo la vida de
otros”.
Aprender a tomar decisiones sobre todas las cosas que te conciernen—aunque la decisión
sea no hacer nada—, para tener siempre el control de tu vida.
Mejorar tu autoestima y confianza. Valorarse a uno mismo, ser asertivo y aprender a decir
no en determinadas circunstancias.
Desarrollarte, crecer, mejorar. Crear la disciplina necesaria para adquirir más
conocimientos, para mejorar tus relaciones con los demás. Cuidar tu mente y tu cuerpo.
Aprender a gestionar el estrés y los conflictos, para lograr una estabilidad emocional
necesaria para funcionar bien en todos los ámbitos de la vida.
Gestionar mejor tu tiempo, no sólo para hacer más cosas, sino para disfrutar más de él. No
hay más tiempo que el que hay, pero puede ser de más calidad.
Desarrollar y mantener la motivación necesaria para conseguir hacer las cosas y para vencer
a la procrastinarían. Como también decía Steve Jobs (disculpad, pero está en mi mente estos
días), “la perseverancia es la mitad de lo que separa el éxito del fracaso”.
Evaluarte de forma regular y hacer los ajustes necesarios. La realidad cambia y es muy
posible que los supuestos que hiciste hace algún tiempo ya no sean muy acertados.
Saber cómo mantener la concentración en lo que están haciendo.
El objetivo final de la autogestión es capacitarnos para lograr la vida que queremos. O, dicho de
otra forma, aumentar mucho las posibilidades de tener una vida feliz.
Por increíble que parezca, el aprendizaje de la autogestión, una competencia tan importante para
nuestro éxito, no está incluida en nuestro sistema educativo. Nadie nos enseña cómo debemos
gestionarnos a nosotros mismos. Es algo que adquirimos de forma más o menos intuitiva, y que
vamos moldeando a base de equivocaciones y fracasos. Un duro camino de aprendizaje.
Algunos reconocen los síntomas de una mala autogestión cuando llegan a un nivel de estrés
superior al que pueden soportar. Sólo entonces se preocupan de mejorar sus habilidades.
Desgraciadamente, otros muchos no son capaces de detectar las causas y echan la culpa de todos
sus problemas a factores externos. Éstos no suelen enderezar el rumbo.
1. Leer. Hay muchos libros de éxito contrastado que te ayudarán a entender el origen de cada
problema y te enseñarán técnicas para mejorar. Dos de mis favoritos son Los 7 hábitos de la
gente altamente efectiva (Stephen Covey, 1989) y Organízate con eficacia (David Allen,
2001). En la web existen multitud de blogs que publican periódicamente información
interesante y consejos al respecto. Suscríbete a los que te gusten para recibir semanalmente
algunos toques de atención.
2. Acudir a cursos especializados, conferencias y eventos que tengan lugar cerca de tu lugar
de residencia. Es una buena opción si no tienes mucho tiempo para leer y quieres acelerar el
proceso.
3. Contratar un especialista o coach personal. Es caro, pero si estás en una situación crítica es
la mejor opción.
En cualquier caso, debes poner en práctica los conocimientos adquiridos y ser constante. Establecer
nuevos hábitos no es tarea fácil y el éxito depende, en definitiva, de ti.
Foco de Atención o Atención Focalizada
La técnica RAIN fue creada fundamentalmente para la regulación emocional, y basada en la idea de
que todas nuestras emociones aparecen por alguna razón. Aplazarlas, negarlas o evitarlas no sería la
solución. Todas tienen legitimidad y son las expresiones más auténticas de nosotros mismos. Lo
más importante entonces es conocerlas, comprenderlas y gestionarlas. De esta manera podemos
tomarlas a nuestro favor y usarlas constructivamente. Eso sí, es un trabajo que requiere práctica y
compromiso de nuestra parte.
Así, RAIN es un acrónimo que creó la profesora Michele McDonald hace 20 años, para poder
proporcionar una técnica guiada de mindfulness que nos permita a las personas hacer una pausa,
conectar con el presente, y replantearnos nuestra emoción y consiste en los siguientes 4 pasos:
I (Indagar): El tercer paso es indagar y preguntarnos por la emoción que estamos sintiendo
con curiosidad y mucha compasión.
La técnica de respiración 4-7-8, también conocida como respiración relajante, consiste en inspirar
durante 4 segundos, retener la respiración durante 7
segundos y exhalar durante 8 segundos.
Este patrón de respiración tiene como objetivo de reducir la ansiedad ayudar a las personas a
dormir. Algunos defensores afirman que el método ayuda a la gente a dormir en un minuto.
¿Qué es la respiración 4-7-8?
La técnica de respiración 4-7-8 requiere que la persona se concentre en inspirar y espirar
profundamente. La respiración rítmica es una parte esencial de muchas prácticas de meditación y
yoga, ya que promueve la relajación.
El Dr. Andrew Weil enseña la técnica de respiración 4-7-8, que cree que puede ayudar en lo
siguiente:
reducir la ansiedad
ayudar a una persona a dormir
gestionar los impulsos
controlando o reduciendo las respuestas de irritación
COMO HACERLO:
Antes de comenzar el ciclo respiratorio, adopte una posición cómoda al sentarse y coloque la punta
de la lengua en el tejido justo detrás de los dientes frontales superiores.
Para usar la técnica 4-7-8, concéntrese en el siguiente esquema de respiración:
vaciar los pulmones de aire
exhalar con fuerza por la boca, cerrando los labios y hacer un ruido «silbante», durante 8
segundos
repetir el ciclo hasta 4 veces
Técnicas de relajación muscular
Estiramiento de brazos
Consiste simplemente en estirar los brazos: puestos de pie, estiraremos los brazos todo lo
posible hacia arriba. Aguantaremos en dicha posición por quince segundos para, de esa
manera, favorecer una mejor circulación respiratoria.
Giro de cadera
Debemos de realizar giros con nuestra cadera. Estaremos de pie e iremos haciendo círculos
con nuestra cadera procurando no mover los pies de su posición. Se repite como mínimo 5
minutos.
La Técnica de Relajación Progresiva de Jacobson nació en 1929. Al día de hoy sigue siendo
una de las técnicas más utilizadas para reducir la ansiedad y el estrés en el mundo.
Se entrenan tres habilidades básicas que alternan la tensión con la relajación muscular:
● Percibir y distinguir la presencia de tensión en cada uno de los músculos del cuerpo.
● Reducir al máximo la tensión presente en los músculos.
● Relajar diferencialmente los músculos mientras se realizan tareas cotidianas.
Este método sigue tres fases y, durante su realización, es importante emplear la técnica de
respiración diafragmática, inspirando lentamente, llevando el aire hasta el vientre, y
espirando también lentamente.
Hemos de partir de una postura cómoda y correcta, como estar sentado en una silla, con la
espalda recta, los hombros relajados y evitando posturas forzadas del cuello, que debe
permitir una alineación de la columna con la cabeza.
Es útil imaginar que tenemos un hilo en la parte superior de la cabeza, que nos tira
suavemente de ella, no dejándola caer hacia adelante, hacia atrás, ni hacia los lados.
Asegurémonos de que no tenemos las piernas cruzadas y de que los pies reposan bien en el
suelo. La realización de estos ejercicios no debe producir ningún dolor ni malestar. Si así
fuera, hay que interrumpir la práctica y consultar con el médico si los problemas persisten.
Consiste en tensionar y relajar diferentes músculos, sosteniendo unos 10-15 segundos tanto
la tensión como la relajación. En este ejemplo nos centraremos en cuatro grupos
musculares:
1. Rostro
Cuello: bajar la cabeza hacia el pecho, notando la tensión en la parte posterior del
cuello. Relajar volviendo la cabeza a la posición inicial, alineada con la columna.
Hombros: inclinar ligeramente la espalda hacia adelante llevando los codos hacia atrás,
notando la tensión en la espalda. Destensar retornando la espalda a su posición
original y reposando los brazos en las piernas.
Brazos y manos: con los brazos en reposo sobre las piernas, apretar los puños, notando
la tensión en brazos, antebrazos y manos. Para descansar, abrir los puños y reposar
los dedos en las piernas.
3. Abdomen
4. Piernas
Estirar una pierna levantando el pie y llevándolo hacia arriba y los dedos hacia atrás,
notando la tensión en toda la pierna: trasero, muslo, rodilla, pantorrilla y pie. Relajar
lentamente, volviendo los dedos hacia adelante y bajando la pierna hasta reposar la planta
del pie en el suelo. Repetir con la otra pierna.
La tercera fase consiste en focalizar la atención en el estado de calma. Puede ser de ayuda
visualizar una escena agradable que pueda evocar diferentes sensaciones. Un buen ejemplo
es visualizarse tumbado en una playa y evocar los colores, el sonido de las olas, el tacto de
la arena, el olor a mar, el calor del sol, la brisa en la piel…
Lo ideal es poder asistir a algunas sesiones de entreno en relajación, como las que se llevan
a cabo en los grupos terapéuticos para familiares que cuidan de personas con Alzheimer en
la Fundación Pasqual Maragall. Es importante practicar individualmente la tensión y
relajación de cada uno de los grupos musculares como se ha descrito, hasta que lo tengamos
integrado y lo dominemos para, luego, repasando mentalmente cada uno de ellos,
consigamos una relajación fluida. Solo la práctica hará que relajarse resulte cada vez más
sencillo.
BRAZOS
Estira el brazo derecho y téngalo tanto como puedas manteniendo el puño cerrado. Ejerce
tensión sobre todo el brazo, desde la mano hasta el hombro. Nota la tensión en el bíceps, el
antebrazo, la muñeca y los dedos. Gradualmente, relaja y baja el brazo hasta donde lo
apoyes. Céntrate, después, en la sensación de relajación, respira normal y deja los músculos
de los brazos flojos, relajados, sin tensión. Nota la diferencia entre tensión y relajación.
Repite la secuencia con el brazo izquierdo.
PECHO
Tensa el pecho, contén el aire; intenta hacerlo como si quisieras reducir los pulmones. Nota
dónde sientes la tensión, hacia la mitad del tórax y a cada una de las mamas. Relájate
gradualmente al expulsar el aire. Céntrate, después, en la sensación de relajación, respira
normal y deja los músculos del pecho flojos, relajados y sin tensión. Nota la diferencia
entre tensión y relajación.
PIERNAS
Tensa la pierna derecha y arquea el pie derecho hacia atrás en dirección a la rodilla. Ejerce
la máxima tensión (glúteos, muslo, rodilla, gemelos, pie). Relaja lentamente y vuelve a la
posición inicial. Céntrate, después, en la sensación de relajación, respira normal y deja los
músculos de la pierna flojos y relajados. Nota la diferencia entre tensión y relajación.
Repite la misma secuencia con la pierna izquierda.
CARA
Cierra los ojos haciendo mucha fuerza. Tienes que sentir la tensión en la zona alrededor de
los ojos. Pon especial atención en las zonas más tensas. Relaja los músculos de los ojos
lentamente y vuelve a la posición inicial. Céntrate, después, en la sensación de relajación,
deja los músculos de los ojos flojos, relajados y sin tensión.
HOMBROS
Inclina el cuerpo hacia adelante. Levanta los brazos, pon los codos hacia atrás y hacia
arriba hasta llegar a la espalda, y arquea la espalda hacia adelante. Comprueba dónde notas
la tensión, desde los hombros hasta la mitad de la espalda. Relaja gradualmente los
músculos, tira el cuerpo hacia atrás y busca la posición inicial. Céntrate, después, en la
sensación de relajación, deja los músculos de los hombros y la espalda flojos, relajados, sin
tensión. Nota la diferencia entre tensión y relajación.
Este tipo de práctica requiere una fase de entrenamiento para lograr mejores sensaciones
de relajación, y, sobre todo, de consciencia corporal. Al principio puede parecer muy
compleja, pero con la práctica, al final se realizará de manera automática y sistemática. Hay
una serie de indicaciones generales en el entrenamiento que es preciso tener en cuenta.
1. Seguir una secuencia ordenada que siempre sea la misma (comenzando por las
manos y acabando por los pies, o viceversa).
2. No hay que preocuparse si se olvida algún músculo para tensar y relajar. En ese
caso lo correcto es continuar con el siguiente ejercicio que se recuerde. Aun así,
para evitar olvidos, lo más adecuado es repasar los músculos mentalmente antes de
comenzar.
3. Tensar durante 2-5 segundos aproximadamente y relajar el músculo dejándolo
suelto, como si se separara de repente de los tendones que lo sujetan. Debe
mantenerse el músculo relajado durante 10-15 segundos aproximadamente antes de
tensar de nuevo.
4. Nunca forzar excesivamente el músculo. Al tensar no se pretende producir un alto
nivel de contracción, sino facilitar la distensión. Si se tensa con demasiada fuerza
puede ser perjudicial y producir molestias (hay que tener especial cuidado cuando se
tensan los pies).
5. Al relajar, debe soltarse el músculo de repente, no hay que distenderlo lentamente,
pues ello requiere un control mayor de los músculos antagonistas.
6. Imaginar en cada momento los músculos que estamos tensando y relajando,
especialmente cuando nos relajamos, y sentir cómo se sigue distinguiendo por sí
mismo después de soltarlo.
7. Concentrarse en la agradable sensación de relajar cada músculo.
8. Una vez relajados todos los músculos, hacer un repaso mental de ellos. Esto facilita
la autoexploración de las partes que no se ha logrado relajar convenientemente. En
esta fase no es preciso tensar ningún músculo.
Como su nombre lo indica es una técnica u forma de terapia en la que se guía a una persona
a través de una serie de imágenes mentales para poder ayudarle a relajarse, explorar sus
pensamientos y emociones, y promover el bienestar.
OBJETIVO:
Con una relajación profunda, donde se invita a la persona a cerrar los ojos y respirar
profundamente para liberar la tensión. Luego, el terapeuta o guía presenta una serie de
escenarios o imágenes sugeridas, como un lugar tranquilo, un jardín, un viaje por un río,
etc. Entonces la persona ingresa en estas imágenes mentales, utilizando todos sus sentidos
para explorar el entorno imaginario. Durante este proceso, el guía puede hacer preguntas
para fomentar la reflexión y la conexión emocional con las imágenes.
Preguntas de reflexión:
Preguntas exploratorias:
¿Cómo te sientes ahora en comparación con antes de la visualización? ¿Hubo alguna parte
de la imagen que te hizo sentir especialmente tranquilo, feliz o inspirado?
¿Hay alguna lección o mensaje que puedas extraer de esta experiencia que pueda ayudarte
a enfrentar un desafío específico en tu vida?
Preguntas de integración:
Durante esta sesión de Imaginación Guiada, las preguntas pueden variar según el objetivo
específico de la sesión y las necesidades individuales de la persona.
El Yoga es una práctica que no solo se enfoca en fortalecer el cuerpo, sino también
en calmar y equilibrar la mente. Las técnicas de relajación en el Yoga juegan un papel
crucial en este aspecto. Una de las técnicas más utilizadas es la respiración consciente,
donde se busca respirar lenta y profundamente, dirigiendo la atención a la inhalación y
exhalación. Esto ayuda a calmar la mente y reducir el estrés.
Asanas (posturas): El yoga incluye una variedad de posturas físicas que se realizan
para fortalecer, estirar y equilibrar el cuerpo. Estas posturas van desde simples hasta
avanzadas y se centran en diferentes partes del cuerpo.
Estudio y reflexión: El yoga no solo se trata de la práctica física, sino también del
estudio y la reflexión. Esto puede incluir la lectura de textos sagrados como los
Yoga Sutras de Patanjali, la Bhagavad Gita u otros textos tradicionales del yoga, así
como la contemplación de conceptos como la compasión, la gratitud y el desapego.
Ética y estilo de vida: El yoga promueve un estilo de vida ético y consciente. Esto
puede incluir principios como la no violencia (ahimsa), la honestidad (satya), la
moderación (brahmacharya), la no posesión (aparigraha) y la auto-disciplina (tapas).
Desechar pensamientos negativos puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden
ayudar. Una técnica efectiva es la de "detención del pensamiento", donde reconoces y
detienes conscientemente los pensamientos negativos cuando surgen, y luego los
reemplazas por pensamientos más positivos o realistas. También puedes practicar la
atención plena para estar más presente en el momento presente y no dejar que los
pensamientos negativos dominen tu mente. Además, trabajar en cambiar tu diálogo interno
y practicar la gratitud puede ayudar a fomentar una mentalidad más positiva.
Objetivo:
Esta técnica viene con el propósito de tomar consciencia de las proyecciones que tendemos
a hacer hacia fuera.
Cuando nos atrevemos a mirar internamente las emociones que determinadas situaciones y
personas desencadenan en nosotros, dejamos de quedarnos anclados en lo “externo” y
“objetivo”. Así, poco a poco vamos aprendiendo a desenmascarar nuestras propias
proyecciones.
Esta práctica nos ayuda a encontrar respuestas, no sólo ante las cuestiones físicas, sino
también frente a las dificultades interpersonales, sociales y laborales. En definitiva, nos
permite transformar las situaciones emocionalmente desafiantes en oportunidades para
crecer y realizar los cambios que deseamos.
Cuestionarnos habitualmente nos permite desarrollar una mirada de comprensión hacia
nosotros mismos y hacia nuestro mundo. Nos aleja de nuestros juicios e interpretaciones y
nos acerca a una mente inocente. Así, cuando nos suceda algo que podamos considerar un
exceso o un defecto, sabremos trascenderlo para regresar al equilibrio.
El resultado de la auto indagación es siempre una nueva comprensión que aumenta nuestro
nivel de autoconciencia, favoreciendo la paz mental y el bienestar emocional.
Permiten retomar la responsabilidad de la propia vida y trascender el papel de víctima. Un
proceso necesario que cada uno ha de experimentar para convertirse en adulto emocional y
en el capitán de su vida.
La Mayo Clinic señala que la respiración de caja puede regular el sistema nervioso
automático además de que realmente puede calmar a una persona, siempre y cuando logre
enfocarse completamente a la respiración. Asimismo, reduce la presión sanguínea
ayudando a generar este sentimiento. Por otra parte, puede ayudar a reducir el estrés y
mejorar el estado de ánimo por lo que también puede servir para personas que sufren
algunas condiciones como depresión, ansiedad o estrés postraumático.
La respiración de caja es recomendada por los Navy SEALs quienes lo practican para
mantener la calma durante momentos de estrés, pero también les da una mayor
concentración para realizar sus tareas. Ellos suelen realizar este tipo de respiración durante
cinco minutos, siendo una cantidad de tiempo importante, ya que realmente puede
impulsar a que la persona se concentre completamente en su respiración, y seguir
mentalmente la imagen de la caja puede ayudar a concentrarse. Por otra parte, los SEALs
han adoptado otra técnica llamada "respiración táctica” para ayudar a los soldados que
tienen alto estrés en combate y batalla.
Este también te puede ayudar si quieres realizar algún tipo de meditación, siendo ideal
para relajarte al final del día o al inicio y tener un mejor desempeño. No importa cuántas
veces lo repitas.
¿Cómo hacer la respiración de caja?
Por qué respirar más despacio y profundo te ayudará a relajarte y evitar la ansiedad,
según la ciencia
Otra forma de cómo seguir los pasos para realizar la respiración de caja y aliviar el
estrés:
¿Qué es el Biofeedback?
El Biofeedback es un dispositivo de
medidas electrónicas computarizadas
que monitorean estas reacciones físicas
y las transforman en gráficas sencillas
de comprender que a su vez permiten
conocer mejor nuestro cuerpo y aprender
a regularlo.
Las técnicas de relajación son una excelente manera de ayudar a manejar el estrés. La relajación no
se trata solo de la tranquilidad o de disfrutar de un pasatiempo. Es un proceso que alivia los efectos
del estrés en la mente y el cuerpo.
Las técnicas de relajación son métodos, procedimientos o actividades que ayudan a reducir la
tensión física y/o mental, reduciendo los altos niveles de estrés, ansiedad o ira que condicionan el
rendimiento.
Su aprendizaje y dominio a cualquier edad permite crear un estado mental a favor de la toma de
decisiones, resolución de problemas o situaciones con mayor concentración y claridad. Se aprende a
controlar pensamientos, en consecuencia, sus emociones lo que favorece la conducta apropiada.
Respiraciones profundas
Una de las maneras más simples de relajarse es practicando la respiración profunda. Usted puede
hacer respiraciones profundas casi en cualquier lugar.
Siéntese o acuéstese y coloque una mano sobre su estómago. Coloque su otra mano sobre
su corazón.
Inhale lentamente hasta que sienta que su estómago se eleva.
Aguante la respiración por un momento.
Exhale lentamente, sintiendo su estómago descender.
Meditación
La meditación involucra concentrar su atención para ayudarlo a sentirse más relajado. Practicar la
meditación puede ayudarlo a reaccionar de manera más calmada a sus emociones y pensamientos,
incluso aquellos que le provocan estrés. La meditación se ha practicado por miles de años y existen
muchos estilos distintos.