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Cuento TLR

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Experiencias Paranormales

Mis padres se casaron en el año 2005, mi padre futbolista profesional y mi madre ama
de casa, vivían en Guadalajara de donde son originarios, ahí mi padre jugaba en el club
Atlas de Guadalajara.

Yo nací en febrero de 2007, para junio de ese año mi padre fue cambiado al equipo de
Santos Laguna en la ciudad de Torreón Coahuila, cuando nos mudamos a Torreón fue
muy difícil encontrar casa, me platico mi madre que las casas solían ser muy oscuras y
no encontraban una que les gustara.

Un conocido les dijo de una casa que se pondría en renta, uno de unos conocidos y ellos
vivían ahí, pero se cambiarían a otra casa.

Fueron a ver la casa, era una casa muy bonita, moderna, con grandes ventanales, un
jardín muy bonito y una pequeña alberca, por dentro tenía espacios amplios y
agradables.

Aunque la casa era muy bonita, mi madre no se sintió cómoda y cuando salieron de ahí
le dijo a mi padre que algo en la casa no le había gustado. Aun así, a la semana se
mudaron a esa casa.

Por cuestiones del trabajo, mi padre viaja mucho y nos debemos quedar solas, algo a lo
que estamos acostumbrados y no nos da miedo, pero en esa casa era diferente; desde el
primer día que nos quedamos solas mi madre escucho unos ruidos raros, pero como
nunca había tenido una experiencia paranormal lo justificaba con otras cosas, hasta que
diferentes personas comenzaron a decirle que sentían algo raro estando en la casa.

Mi madre pronto se dio cuenta que algo o alguien estaba en esa casa y que sea lo que
sea no nos quería ahí, por otra parte, mi padre no creía en nada de esto y pensaba que
serían los nervios de que mi madre estaba en otra ciudad y lejos de su familia.

Azotes de puertas, ruidos en la cocina, cosas que cambiaban de lugar eran solo algunas
de las cosas que experimentaba mi madre día con día.

Cada vez se volvía más agresivo, cada vez esa presencia se sentía más fuerte, algunas
visitas que llegaron a ir a la casa pasaron varios sustos, algunos de ellos llegaron a ver la
figura de un hombre atrás de ellos y solo sentían algo que no sabían cómo explicar.
Mientras que mi madre vivió con más miedo cada día, lo que sea que estuviera ahí no la
quería en la casa.

Un día mi padre experimento algo muy raro que lo hizo pensar que talvez si había algo
ahí que no es de este mundo, esa noche mi madre y yo estábamos en Guadalajara y mi
padre durmió solo en la casa, el platica que en medio de la noche un ruido lo despertó,
algo se había caído, fue un ruido seco, un solo golpe, al levantarse para ver que había
sido descubrió el control de la televisión de su recamara en la puerta de su recamara,
algo que no tenía sentido.

En otra ocasión mi madre se encontraba en casa, ella y yo que para ese entonces tendría
uno u ocho meses de edad, ella platica que de pronto sintió como algo la jalo fuerte de
las presillas del pantalón.

Hubo ocasiones en las que varias personas al mismo tiempo escuchaban unos ruidos que
no son fáciles de explicar, mi madre mi padre y un compadre de ellos estaban viendo
una pelea de box una noche en la casa, de pronto y de la nada se escuchó como pusieron
a girar varias monedas a la vez, en otra ocasión mi abuelita y mi madre se empezaron a
dar cuenta que cada determinado tiempo se escuchaban tres golpes pero no podían saber
de dónde salía ese ruido, solo podían darse cuenta que cada veinte minutos se
escuchaban tres golpes seguidos y a los veinte minutos de nuevo otro tres golpes, más
esto paso por algún rato y después no se escuchó nada.

Un día por la mañana mis padres acabados de levantar escucharon el monitor que estaba
en su recamara en el cual podían escuchar lo que pasaba en mi recamara, escucharon
que yo lloraba, pero mi madre al llegar a mi cuarto y abrir la puerta se dio cuentas que
yo dormía y el ruido dejo de escucharse. Ese mismo día llevaron mi cuna a su recamara
para que yo ya no durmiera sola y no volvieron aprender el monitor.

Todo esto ocurrió en horario de invierno por lo cual oscurecía muy temprano, a las
6:00pm ya no había luz natural. Mi mama cada vez tenía más miedo, cada día lo que sea
que hubiera ahí se volvía más agresivo.
Cuando mi padre salía de viaje mi mama me platica, que desde las 5:00pm ella se
encerraba conmigo en su habitación con todo lo necesario para que yo tuviera mis
alimentos, y siempre dormía con todas las luces de la casa prendidas al igual que la
televisión.

En una visita que nos hizo mi abuelita un día por la mañana escucho que había alguien
en la cocina, ella estaba en la planta alta en su recamara, y se le hizo extraño que alguien
a altas horas de la noche hiciera tanto ruido, pero igual pensó en aprovechar que había
alguien en la cocina para bajar por agua, bajo las escaleras de manera normal, hasta que
a media escalera se percató de que el ruido había cesado y estaba todo en completa
oscuridad, se le hizo muy extraño pero no le dio muchas vueltas al asunto y se subió a
dormir.

Al otro día por la mañana le pregunto a mis papas si ellos estaban a esa hora de la
madrugada en la cocina, a lo que ellos dijeron que no, que no habían salido de su
habitación en toda la noche, lo cual a mi abuelita puso un poco nerviosa.

Un día mi tía fue de visita desde Guadalajara, llego a quedarse en la casa con nosotros,
y al igual que mi madre, durante el día llego a escuchar los portazos que azotaban
constantemente, una noche mi madre me estaba bañando y mi tía estaba en la cocina
cenando, de pronto sintió que alguien la observaba desde el jardín, ella con un poco de
nervio fue a asomarse para cerciorarse que no hubiera nadie dentro de la casa, observó
que una puerta de cristal que daba hacía el jardín estaba abierta, como ustedes ya saben
cuándo es de noche en los cristales se refleja lo que está dentro de la casa más que el
exterior, y ella al jalar el cristal para cerrarlo observo que en la esquina del comedor
estaba un hombre de pie, ella simplemente no pudo voltear a verlo, agacho la mirada y
se subió a la recamara, llegando lloro con mi madre de lo asustada que estaba y ninguna
de las dos bajo hasta la mañana siguiente.

Mi madre a pesar de vivir nerviosa trataba de reírse un poco del asunto y restarle
importancia ella decía nunca haber visto nadie, simplemente haber sentido cosas y
escuchado ruidos, pero un día eso cambio una noche que mi madre me estaba dando un
baño, estábamos en una recamara en la planta alta, cuya ventana daba hacia el exterior
de la casa, mi padre acababa de salir a un mandado del cual no tardaría, eran como las
7:00pm y mi madre me platica que cando estaba en la cama secándome, algo golpeo con
mucha fuerza la ventana, mi madre volteo inmediatamente, pensando que era mi papa
queriendo jugarle una broma, pero al instante en el que volteo a la ventana recordó que
estaba en el segundo piso, seguido delos golpes en la ventana observo unas grandes
manos recargadas junto con una cara que era recuerda era horrible, pegada a la ventana
observándola, mi madre me abrazo, salió corriendo de esa recamara, se encerró en otra
y se puso a llorar, cuando mi padre regreso, mi madre seguía muy asustada llorando y le
dijo “lo que sea que este en esta casa, no me quiere aquí, cada vez es más agresivo, cada
vez se hace más presente, y cada vez me asusta más, vámonos de aquí por favor".

Despues de ese día buscaron otro lugar en donde vivir, lo que fuera sería mejor que
seguir viviendo en esa casa del terror.

Tiempo despues mi madre conocía a una persona que vivía a contra esquina de esa casa,
y platicando con ella se enteró que a ella en su casa también le pasaban cosas
sobrenaturales.

Mi madre nunca quiso investigar porque le pasaron esas cosas a ella, y a pesar de que
antes de eso nunca había vivido algo parecido, pareciera que el haber tenido esa
experiencia la ha hecho un poco más sensible y susceptible a este tipo de
acontecimientos.

Yo no recuerdo lo que vivimos, lo que sé es por lo que mis padres me han platicado,
siempre me han dicho que mientras vivimos en esa casa fui una beba muy llorona y
muy sensible, pero a partir de que nos mudamos pude dormir una noche completa.

Yo sé que no todos va a creer lo que vivimos en el fraccionamiento “los azulejos” de


Torreón Coahuila, sé que muchos de ustedes al leer mi historia pensaran que es
producto de una gran imaginación, solo espero que nunca lleguen a una casa donde su
tranquilidad se vea a truncada por algo que no pueden ver.

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