PRACTICO
PRACTICO
PRACTICO
Es decir, la operación del analista se dirige a tratar de producir alguna modificación, a tratar de
intervenir de incidir sobre los puntos de fijación que comandan la neurosis y la formación de
síntomas. Esta segunda dimensión del cliché que podemos atribuir a los puntos de fijación
pulsional en lo icc es la que produce la detención de las asociaciones en el campo de la cura, la
que produce el cese del recuerdo o la que introduce el límite a la posibilidad de la
rememoración, y es la que da lugar a la repetición en acto.
Si bien establecimos una relación entre la tarea del analista y la fijación porque la operación del
análisis se dirige a los puntos de fijación pulsional icc, que sostienen la neurosis y el síntoma de
quien consulta, desde otra perspectiva podemos decir que la tarea del analista y la fijación se
excluyen y esto es sí lo pensamos del lado del analista.
Del lado del analista, su quehacer es excluyente con sus propios puntos de fijación, para que
el analista pueda sostener la escucha, la atención flotante y la regla de la abstinencia tiene
que quedar por fuera sus propios puntos de fijación libidinales y para ello es necesario el
análisis de sus propios complejos, el análisis personal, para que la cura no sea dirigida desde
los propios puntos de fijación del analista. Es decir, para Freud el “no fijarse” es posible
únicamente a partir del análisis del analista y que éste haya tomado noticia de sus propios
complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el analizado le ofrece”. (Delgado,
recuperado del texto Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico). Esto a su vez, es
lo que posibilita que la única singularidad en juego en el análisis sea la de aquel que consulta.
En este mismo texto Freud aconseja a los analistas suspender su saber teórico al momento de
escuchar a sus pacientes, ya que para poder sostener esa atención libremente flotante es
necesario desprenderse, poner en pausa el saber teórico. Esta es la única manera que el
analista puede disponerse, prestarse y dejarse sorprender. Esto es fundamental ya que cuando
escuchamos, lo hacemos desde nuestras fijaciones libidinales icc que nos producen
satisfacción, no pudiendo así sostener la atención flotante que Freud nos indica. La fijación por
parte del analista excluye la posibilidad de hacerle lugar a lo sorpresivo, lo imprevisto.
CASO DIARIO: El lugar del analista aparece luego de haber concluido con un tratamiento, que
estaba orientado desde una dimensión del ideal, un tratamiento tanto con relación a su
tratamiento personal como su práctica profesional, donde había una orientación muy marcada
de “reivindicación del amor al padre”. él conducía los tratamientos desde una posición
salvacionista, donde había un igual para todos. Todos los padres debían ser salvados, esta
posición se reforzaba en su análisis personal, que él ubica en realidad que se trataba más bien
de un tratamiento psicoterapéutico más que un análisis con orientación lacaniana. Es a partir
del efecto que tuvo en él la intervención, ese encuentro con el analista supervisor que lo llevó a
una modificación en su posicionamiento subjetivo y cómo eso repercutió en su práctica como
analista. En otras palabras, hay algo de su neurosis en esas cuestiones que estaban presentes
en su práctica. El amor del padre, cierta posición salvacionista de como él dirigía las curas. Eso,
no suficientemente analizado, es lo que produce el obstáculo en la cura que un analista dirige.
Si yo escucho a todos mis pacientes desde una posición respecto a lo que estaría bien o mal en
una vida, en ese punto, yo no voy a escuchar nunca la singularidad de ese sujeto que viene a
hablar.
“Hay que salvar al padre”: propios complejos del analista que inciden en la práctica que no
están suficientemente analizados.
La pregunta del supervisor: ¿todos los padres deben ser salvados? Osvaldo localiza en esa
supervisión que hay algo de sus propios complejos que no están suficientemente analizados y
lo obliga a volver a análisis. Luego de la supervisión y del sueño como que se corre de ahí y
puede notar que ese síntoma es porque su padre le escondía su identidad y no la acumulación
de diario como tal cual se entiende. No solo aparecen estas cadenas asociativas, sino que
también emerge la angustia y que, a partir de ese efecto, se resuelve esa inhibición que
presentaba el sujeto en el campo del deseo y cierta melancolizacion. Además, de esa práctica
sintomática: acumular diarios. Pudo separar la palabra diario de di/ario: O sea separarse del
sentido y significado de la palabra.
La ética del psicoanálisis implica la Regla de Abstinencia y el Deseo del analista y determina
que no es una técnica ya que, el psicoanálisis es una práctica que no se basa en ningún
protocolo y en ningún estándar, sino que se sostiene a partir de principios que orientan el
modo de posicionamiento del analista y de intervenir en la transferencia.
La Regla de Abstinencia es un término introducido por Freud, que Freud lo propone como
respuesta frente al obstáculo que depara la transferencia, ubica del lado del analista la regla de
la abstinencia. Como correlato de esta regla ubicamos al Deseo del Analista en la enseñanza de
Lacan. Ambos términos tienen varios puntos en común que vamos a ir desglosando, pero al
mismo tiempo cada una tiene su particularidad. Es decir, que no se trata de sinónimos, sino
que los pensamos en correlatos.
Lo primero que ubica es que este enamoramiento hay que tomarlo como un efecto de la
situación analítica y no producto de los atributos de la persona del analista. la regla de
abstinencia, que implica: “dejar subsistir en el enfermo, necesidad y añoranza, como fuerzas
pulsionales de trabajo y alteración, y guardarse de apaciguarlas mediante subrogados”. Es
decir, que Freud despeja la transferencia de amor del plano de lo imaginario y lo introduce en
relación con la pulsión. Esta transferencia de amor, se la trata como algo no real, como una
situación que se atraviesa en la cura
REGLA DE ABSTINENCIA
El DESEO DEL ANALISTA, introducido por Lacan, no es un concepto el deseo del analista,
sino que él lo introduce:
Operador que nos permite pensar, desde qué lugar opera el analista en la
transferencia. Este punto va en la vertiente como veníamos trabajando la regla de
abstinencia.
Es un operador en la cura que permite abordar la dimensión pulsional.
El analista se oferta como un lugar vacío, porque es necesario causar ese vacío para
que un sujeto hable y no llenarlo con algún saber. El analista se corre de ese lugar de
saber, no se identifica a eso, sino que el analista, su posición va a implicar hacerse
causa del deseo, y por deseo no hablamos del deseo de la persona. Insisto en que no
hay personas del analista allí, la única persona es el paciente.
3. Explique los tres momentos de la dirección de la cura que Freud establece en “Más allá
del principio del placer” y cómo se conceptualiza el lugar del analista en cada uno de los
mismos.
Se pueden definir tres momentos de la dirección de la cura:
1- El arte de la interpretación: Es cuando Freud trata al síntoma histérico como un
fenómeno psíquico, que tiene un sentido a descifrar por vía de la interpretación y que
en el origen de este síntoma se ubica una vivencia sexual prematura traumática. El
lugar del analista es tratar hacer consciente lo inconsciente y es donde se establece la
regla de asociación libre. El analista ocupa la función descifrar este inconsciente
descriptivo como si fueran jeroglíficos.
2- El levantamiento de las resistencias: Es cuando Freud empieza a encontrarse con
problemas en la relación paciente-analista y va a conceptualizar el concepto de
transferencia, en su vertiente de resistencia. Estamos en la época de los escritos
técnicos y donde Freud se da cuenta que no alcanza con interpretar el síntoma. La
persona del analista juega un papel crucial en esta instancia porque se instala en el
centro de esta neurosis artificial, al ser el sujeto supuesto a saber hay una demanda de
sentido por parte del analizante, aquí se introduce la regla de abstinencia.
3- Las resistencias estructurales/ resistencias mayores en el análisis/ resistencias al
levantamiento de las resistencias: Es cuando se verifica que el síntoma persiste. El
sujeto viene pidiendo que alivien de su síntoma, pero cuando está a punto de ser así o
de ser eliminado esté empeora. Encuentra que hay una satisfacción masoquista en el
síntoma, por eso el sujeto se aferra al síntoma. El descubrimiento de Freud de que el
aparato psíquico no está gobernado por el principio de placer sino por una mezcla
pulsional entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte que no es simétrica ya que la
pulsión de vida aparece solo como una limitación para que no se inunde el aparato.
Inconsciente económico. En transferencia Freud se topa con un límite al poder
recordar a partir del agieren (repetición en actos de fragmentos penosos de la vida real
que toma como objeto a la persona del analista).
La sugestión piénsenlo:
Si el análisis se corresponde con la sugestión estamos en el campo de las psicoterapias, hay una
caída de la regla de abstinencia. Mientras que el psa es una experiencia ética sostenida desde
la regla de la abstinencia y desde el deseo del analista. En psa la cura no se produce por
sugestión, sino que el psa hace uso de la sugestión para hacer cumplir un trabajo psíquico al
paciente. Ej: frente a una acto fallida el analista no le dice que no sabe, sino que hace uso del
efecto sugestivo que es necesario para sostener un análisis, para luego relanzarlo y poner a
trabajar al paciente. El análisis mismo es el que irá haciendo caer ese efecto sugestivo en tanto
el sujeto se encuentra con el saber que está en su icc y no del lado del analista
es una experiencia ética sostenida desde la regla de abstinencia y desde el deseo del
analista.
En el psicoanálisis la cura no se produce por sugestión, sino que el psicoanálisis hace uso
de la sugestión para hacer cumplir un trabajo psíquico al paciente, velando por su
autonomía.
El analista tiene que estar a distancia de una posición pedagógica, educar(establecer un
ideal que hay que alcanzar) , gobernar(implica la sujeción a ciertos universales) y curar(es x
añadidura y no resolución). Estas operaciones son contrarias a la posición del analista. La
practica del psa se dirige a lo singular que no encaja en ningún universal, es lo que viene
siempre a estallar el universal.