Biomateriales Seminario 1
Biomateriales Seminario 1
Biomateriales Seminario 1
Átomos
La materia se encuentra constituida por partículas indivisibles llamadas átomos, cuya definición es
la de ser la porción más pequeña de un elemento que puede participar en una reacción química.
También se puede definir como la partícula más pequeña de un elemento que tiene las
características de dicha sustancia pura.
Los átomos de distintos elementos químicos se combinan entre sí para formar las moléculas, la
combinación de moléculas en una cantidad medible de un tipo se llama compuesto químico.
El átomo está compuesto de un núcleo y una zona periférica o corteza. Está constituido por una
serie de partículas fundamentales: electrón (en la corteza), protón y neutrón (en el núcleo). Estas
partículas interactúan entre sí de forma que producen una configuración estable.
Tanto los electrones como los protones están eléctricamente cargados. El valor de esta carga es del
orden de 1,60 x 10-19 C, de signo negativo para el caso de los electrones y positivo para los
protones. Los neutrones son eléctricamente neutros.
Las masas de estas partículas subatómicas son infinitamente pequeñas; protones y neutrones tienen
aproximadamente la misma masa, que es significativamente mayor que la de un electrón.
Cada elemento químico se caracteriza por el número de Protones del núcleo o número atómico (Z).
Para un átomo eléctricamente neutro, el número atómico coincide con el número de electrones.
Partes del Átomo
Zona Periférica o corteza:
Es una zona donde se encuentran un único tipo de partícula subatómica; los electrones. Está
formada por una nube de electrones que giran alrededor del núcleo.
Bohr en su modelo atómico afirmó que los electrones corticales giran en una serie de órbitas
permitidas llamadas capas o niveles definidos de energía de tal forma que cuando un electrón
permanece en una órbita, no gana ni pierde energía, su estado energético variará sólo cuando pase a
otra órbita de energía superior o inferior a la inicial.
El núcleo:
El núcleo está constituido por los protones y los neutrones llamados conjuntamente nucleones. El
protón y neutrón tienen prácticamente la misma masa. El protón presenta la misma carga que el
electrón, pero de signo contrario mientras que el neutrón no presenta carga.
Nomenclatura Atómica
Las propiedades químicas de un elemento vienen determinadas por el número de electrones y su
posición en torno al núcleo. En un átomo estable o neutro, el número de electrones es igual al
número de protones. Un núcleo atómico queda caracterizado por dos magnitudes: su masa atómica
representada por la letra A y su número atómico representado con la letra Z.
La masa atómica es la suma de las masas de los protones y neutrones del núcleo.
La masa atómica (A) de un átomo específico se puede expresar como la suma de las masas de los
protones y los neutrones del núcleo. Aunque el número de protones es igual en todos los átomos de
un mismo elemento, el número de neutrones puede variar.
El número atómico, es el número de orden correspondiente a cada elemento de la tabla periódica,
que coincide con el número de protones que posee en su núcleo, y que por tanto coincide con el
número de electrones en los átomos estables o neutros. Todos los átomos que tengan el mismo
número atómico tienen las mismas propiedades químicas.
Así, los átomos de un mismo elemento que tienen dos o más masas atómicas se denominan
isótopos.
Seguido a esto tenemos que, el peso atómico corresponde al peso ponderado de las masas atómicas
de los isotopos, de acuerdo a la abundancia relativa de cada isotopo en la naturaleza. El peso
atómico de un elemento o el peso molecular de un compuesto se puede expresar en una por átomo
(molécula) o en masa por mol de materia.
Enlaces Químicos
Los enlaces químicos son las fuerzas que mantienen unidos a los átomos para formar
moléculas o compuestos. Estos enlaces se forman cuando los átomos comparten o transfieren
electrones, buscando alcanzar una configuración electrónica estable, similar a la del gas noble más
cercano. Las fuerzas que unen a los átomos se denominan fuerzas de cohesión. Estos enlaces
interatómicos pueden ser primarios o secundarios. La fuerza de estos enlaces y su capacidad para
volver a formarse tras su ruptura determinan las propiedades físicas de un material.
Enlaces primarios:
Los enlaces primarios, también conocidos como enlaces intramoleculares, son las fuerzas que
mantienen unidos a los átomos dentro de una misma molécula. Son los enlaces más fuertes y
determinan la estructura básica de la molécula. Los tipos principales de enlaces primarios son:
1. Enlace covalente: Se forma cuando dos o más átomos comparten uno o más pares de
electrones. Es un enlace fuerte y direccional. Puede ser polar o apolar.
En muchos compuestos químicos, los átomos adyacentes comparten dos electrones de valencia. La
molécula de hidrógeno H2 es un ejemplo de enlace covalente, el electrón de valencia de cada átomo
de hidrógeno se comparte con el del átomo de combinación y la capa de valencia se estabiliza. Los
enlaces covalentes se dan en muchos compuestos orgánicos como las resinas dentales en las que los
compuestos forma la columna vertebral de las cadenas de hidrocarburos el átomo de carbono tiene
cuatro electrones de valencia que forman una configuración híbrida y puede estabilizarse al
combinarse con hidrógeno una característica clásica de los enlaces covalentes es su orientación
direccional.
Enlace metálico: Se forma por la compartición de electrones entre átomos metálicos, creando una
nube de electrones deslocalizada que rodea los núcleos atómicos.
Este tipo de enlace puede comprenderse mejor al estudiar un cristal metálico como el oro
puro. Este tipo de cristal está compuesto únicamente de átomos de oro. Al igual que otros metales el
átomo de oro pueden donar fácilmente los electrones de un de su capa externa y formar una nube de
electrones libres la contribución de los electrones libres a esta nube da lugar a la formación de iones
positivos que pueden ser neutralizados al adquirir nuevos electrones de valencia de los átomos
adyacentes
Debido a su capacidad para donar y recuperar electrones los átomos de un cristal metálico
se asemejan a un racimo de iones metálicos positivos rodeado de una nube de electrones esta
estructura es responsable de la excelente conductividad eléctrica y térmica de los metales así como
su capacidad de deformarse plásticamente, las conductividades eléctrica y térmica de los metales
están controladas por la facilidad con que los electrones libres se mueven a través del cristal,
mientras que su capacidad de deformación, se asocia con el movimiento de átomos a lo largo de los
planos del cristal, durante la deformación los electrones se reagrupan fácilmente para mantener la
naturaleza cohesiva del material.
Enlaces secundarios:
Los enlaces secundarios, también conocidos como fuerzas intermoleculares, son las fuerzas que
atraen a las moléculas entre sí. Son más débiles que los enlaces primarios y determinan las
propiedades físicas de las sustancias, como el punto de fusión, punto de ebullición y solubilidad. En
comparación con los enlaces primarios, los secundarios no comparten electrones en su lugar las
variaciones en las cargas entre las moléculas o grupos de átomos provocan fuerzas polares que
atraen a las moléculas
Fuerzas de Van der Waals: Son fuerzas débiles que se originan por dipolos instantáneos o
inducidos en las moléculas. Constituyen la base de la atracción bipolar por ejemplo, en una
molécula simétrica como un gas inerte el campo del electrón fluctúa constantemente. En
general, los electrones de los átomos se distribuyen equitativamente alrededor del núcleo y
producen un campo electrostático alrededor del átomo. Sin embargo, este campo puede
fluctuar, por lo que la carga es alternativamente positiva y negativa. Por lo tanto se crea un
dipolo fluctuante que atraerá otros dipolos similares. Estas fuerzas interatómicas son
bastantes débiles.
Se subdividen en:
Cuando una molécula de agua se entremezcla con otras moléculas de agua el hidrógeno, la parte
positiva de una molécula es atraída por el oxígeno la parte negativa de otra molécula adyacente
formando puentes de hidrógeno. Y seguido esta polaridad es importante a causa de las reacciones
intermoleculares de muchos compuestos orgánicos como la absorción de agua por parte de las
resinas dentales sintéticas.
Enlace metálico.
Energía de enlace
Energía de enlace puede tratarse como la energía necesaria para mantener separados dos
átomos. Inicialmente, la energía de enlace disminuye gradualmente a medida que dos átomos se
acercan. A medida que la fuerza de atracción resultante pasa el pico y comienza a declinar
rápidamente, la energía de enlace también decrece abruptamente. La energía de enlace alcanza un
mínimo cuando la fuerza resultante se vuelve cero. A partir de entonces, la energía aumenta
rápidamente porque la fuerza resultante se vuelve repulsiva y aumenta rápidamente con un pequeño
cambio en la distancia interatómica.
Los materiales sólidos se pueden clasificar según la regularidad con que se sitúan, unos
respecto de otros, los átomos o iones. En un material cristalino, los átomos se sitúan en una
disposición repetitiva o periódica a lo largo de muchas distancias atómicas; es decir, existe un orden
de largo alcance tal que, al solidificar el material, los átomos se sitúan según un patrón
tridimensional repetitivo, en el cual cada átomo está enlazado con su vecino más próximo. Los
metales, muchas cerámicas y ciertos polímeros adquieren estructuras cristalinas en condiciones
normales de solidificación.
Puede definirse una estructura reticular espacial o cristalina, como cualquier disposición de
átomos en el espacio, en la que cada átomo se sitúa de manera similar al resto, formando una
estructura regular, ordenada o cristalina
Para conocer un reticulado espacial es suficiente conocer la unidad más pequeña, la cual, al
repetirse, da lugar a la formación del conjunto. A esa unidad se le denomina, celda unitaria o unidad
repetitiva. La celda unitaria de la mayoría de las estructuras cristalinas son paralelepípedos o
prismas con tres conjuntos de caras paralelas. La celda unitaria se elige para representar la simetría
de la estructura cristalina. De este modo, la celdilla unidad es la unidad estructural fundamental y
define la estructura cristalina, mediante su geometría y por la posición de los átomos dentro de ella.
Al describrir la estructura cristalina, se consideran los átomos (o iones) como esferas sólidas
con diámetros muy bien definidos. Es el denominado modelo atómico de esferas rígidas, en el cual,
las esferas representan átomos macizos en contacto. En el contexto de las estructuras cristalinas, a
menudo, se utiliza la palabra red; en este sentido red significa: disposición tridimensional de puntos
coincidentes con las posiciones de los átomos (o centros de las esferas).
Todas las amalgamas dentales, las aleaciones para colado, los metales forjados, y las láminas
de oro son cristalinos. Algunas cerámicas puras, como las cerámicas con el centro de óxido de
aluminio y zirconio, son totalmente cristalinas. Otras, como las porcelanas dentales, están formadas
por un núcleo de vidrio no cristalino y de inclusiones cristalinas, que proporcionan las propiedades
deseadas, como el color y la opacidad, y que aumentan los coeficientes de expansión térmica,
radiopacidad, fuerza y resistencia a las fracturas.
La mayoría de los sólidos cristalinos son un conjunto de muchos cristales pequeños o granos.
Este tipo de material se denomina policristalino.
Sólidos no cristalinos
TENSION Y DEFORMACION
las fuerzas externas, pero debe tenerse presente que, en realidad, ellas no
Tensión elástica: es causada por una carga que tiende a estirar o alargar un cuerpo. La tensión
elástica también se acompaña de distensión elástica.
Tensión de compresión: es cuando se coloca un cuerpo bajo una carga que tiende a comprimirlo
o acortarlo, la resistencia interna de dicha carga se denomina tensión de compresión
Deformación
Las deformaciones del material pertenecen al grupo de las denominadas lesiones mecánicas. Son
consecuencia de procesos mecánicos, a partir de fuerzas externas o internas que afectan a las
características mecánicas de los elementos constructivos.
Tipos de deformación
Deformación plástica: después de haberse aplicado una fuerza o tensión que supera el límite
proporcional.
Deformación elástica: es la tensión máxima que se puede inducir sin producir deformaciones
permanentes. Esta tensión máxima es ligeramente superior al limite proporcional.
Al someter un cuerpo a una carga se produce una deformación que se puede graficar en una curva
tensión- deformación.
Durante la aplicación de las primeras cargas, la deformación desaparece, pero pasando cierto
limite el material no se recupera totalmente y permanece deformado. Cuando el material recupera
totalmente la forma se dice que se ha comportado elásticamente; si no recupera totalmente su forma
ha sufrido una deformación plástica.
FUERZA: influjo o capacidad que al actuar sobre un cuerpo modifica el estado de reposo o de
movimiento del mismo, imprimiéndole una aceleración.
TIPOS DE FUERZA:
Tracción:
1. Dos fuerzas opuestas entre si, que actual en un material alejándose sobre la misma recta.
2. También llamada, alargamiento (en metales): relación entre el aumento de longitud y la
longitud inicial. Ej: el alambre de ortodoncia.
Compresión:
Dos fuerzas opuestas entre sí, que actúan en un material aproximándose sobre la misma recta. Ej: el
fenómeno de compresión de la cúspide antagonista, sobre el material de obturación.
Compresión diametral:
Ensayo directo de tracción= ensayo brasilero; se utiliza para materiales frágiles.
Cizalla-Corte-Tangencial:
Dos fuerzas opuestas que actúan sobre un material, alejándose sobre diferentes rectas paralelas y
muy cercanas entre sí, paralelas a la superficie del material.
Flexión:
Fenómeno complejo de tracción y compresión.
Torsión:
Dos fuerzas que giran en sentido opuesto entre si, generan deformidades helicoidales.
CURVA TENSIÓN Y DEFORMACIÓN
Relación entre tensión y deformación En el tipo de ensayo mecánico descrito es posible realizar,
como se indicó, una serie de mediciones de fuerza y modificaciones de longitud progresivamente en
aumento.
A partir de ellas se pueden calcular los respectivos valores de tensiones (fuerza/superficie) y de
deformación (variación de longitud/longitud inicial).
En el cuadro 2-1 hay una serie de valores como los que se pueden obtener en un ensayo bajo
compresión o tracción
En la figura 2-4 se encuentra la correspondiente a los valores del cuadro 2-1. Ella es la
representación gráfica del comportamiento del material ante ese tipo de esfuerzo y se la denomina
gráfico tensión/deformación. De su observación se hace evidente que comprende dos zonas o partes
netamente diferenciadas. La primera es recta y la segunda, una línea de poca curvatura. La recta
(corresponde a la representación gráfica de una ecuación de primer grado) indica proporcionalidad
entre ambas magnitudes: tensión y deformación. Señala que a cada aumento de tensión corresponde
un aumento proporcional en la deformación. Si se duplica la tensión, lo mismo sucede con la
deformación, como puede verse en los datos del cuadro 2-1. Esta proporción se mantiene hasta que
la tensión llega al valor indicado por P en el gráfico (500 MPa o poco más). Cuando esa tensión es
superada, la porcionalidad se pierde: la deformación aumenta a un ritmo más veloz, hasta que se
produce la ruptura ante la tensión de 800 MPa, que representa el valor de resistencia del material
ante ese tipo de fuerzas. Esto queda indicado por la terminación de la curva.
Todo lo anterior puede resumirse diciendo que "las deformaciones producidas son proporcionales a
las tensiones inducidas hasta una tensión máxima, que se denomina límite proporcional". Esto
constituye el enunciado de la llamada ley de Hooke y de ello se deduce que límite proporcional es la
tensión máxima que se puede inducir a un material sin que se pierda la proporcionalidad entre
tensión y deformación. La proporcionalidad mencionada en el enunciado de esa ley y observada en
la curva tensión/deformación también puede verificarse aritméticamente. En efecto, si se establece
la relación (cociente) entre cualquier tensión que no supere· el límite proporcional y la
correspondiente deformación, se encontrará un valor constante.
Esa constante se conoce como módulo de elasticidad, módulo elástico o módulo de Young que,
repitiendo, es la relación numérica entre tensión y deformación cuando se cumple la ley de Hooke.
En fórmula: ... _______________ _ E•T/D donde E es el módulo de elasticidad, T es la tensión
igual o inferior al límite proporcional y D es la deformación producida por T.
Módulo de elasticidad
El módulo de elasticidad o de Young puede definirse como el cociente entre la tensión aplicada a un
material y la deformación elástica producida (es decir, que pueda recuperarse tras el cese de la
carga).
"las deformaciones producidas son proporcionales a las tensiones inducidas hasta una tensión
máxima, que se denomina límite proporcional". Esto constituye el enunciado de la llamada ley de
Hooke y de ello se deduce que límite proporcional es la tensión máxima que se puede inducir a un
material sin que se pierda la proporcionalidad entre tensión y deformación. La proporcionalidad
mencionada en el enunciado de esa ley y observada en la curva tensión/deformación también puede
verificarse aritméticamente. En efecto, si se establece la relación (cociente) entre cualquier tensión
que no supere• el límite proporcional y la correspondiente deformación, se encontrará un valor
constante.
Esa constante se conoce como módulo de elasticidad, módulo elástico o módulo de Young que,
repitiendo, es la relación numérica entre tensión y deformación cuando se cumple la ley de Hooke.
En fórmula: E = T/D donde E es el módulo de daslil'idad, T es la tensión igual o inferior al límiLe
proporcional y D es la deformación producida por T.
Deformación elástica y deformación permanente
Establecer la curva tensión/deformación de un material tiene interés no sólo académico o teórico.
La división en dos partes -recta y curva o zonas con. Proporcionalidad o sin ella- indica un
comportamiento netamente distinto. Si se induce una tensión dentro de la primera zona (inferior o
igual al límite proporcional), el material experimenta una deformación. Si esa tensión se retira (se
deja de aplicar la fuerza), puede observarse que la deformación también desaparece, es decir que el
material se ha comportado elásticamente. Si la tensión inducida, en cambio, supera el valor del
límite proporcional, puede observarse al retirarla que, si bien el material se recupera elásticamente,
no lo hace en forma total y queda con una deformación permanente. Se ha deformado
plásticamente.
Un alambre flexible es modulo bajo curva baja poca carga para deformación
Un alambre rígido mayor modulo curva empinada mucha carga para deformación
Resiliencia
Resistencia
La tensión máxima a la ruptura que puede soportar un material se llama resistencia. Siendo la
tensión la resultante de las fuerzas internas generadas o inducidas entre los átomos o moléculas que
tienden a mantener la posición original.
La resistencia es la tensión necesaria para provocar una fractura (resistencia máxima) o una
cantidad especifica de deformación plástica (límite elástico convencional). Cuando descri- bimos la
resistencia de un objeto o material, nos referimos a la tensión máxima que se necesita para provocar
una fractura. Ambos comportamientos pueden explicarse según las propiedades de resistencia,
aunque deberíamos emplear términos adecuados para di- ferenciar la tensión que provoca
deformación permanente y la necesaria para provocar una fractura.
Limite proporcional
Las deformaciones producidas son proporcionales a las tensiones inducidas hasta una tensión
máxima, que se denomina límite proporcional. Esto constituye el enunciado de la llamada ley de
Hooke y de ello se deduce que el límite proporcional es la tensión máxima que se puede inducir a
un material sin que se pierda la proporcionalidad entre tensión y deformación.
La ley de Hooke establece que la tensión y la deformación cambian proporcionalmente dentro de la
región de deformación elástica.
Límite elástico
La tensión máxima que se puede inducir sin producir deformación permanente; es decir, la mayor
tensión a la cual puede ser sometido un material para que vuelva a sus dimensiones originales
cuando se libera la fuerza. Es ligeramente superior al límite proporcional y se la denomina límite
elástico. Sin embargo, como los dos valores son muy próximos e imposibles en la mayoría de los
casos de determinar de modo independiente, pueden, en la práctica, considerarse sinónimos o
equivalentes.