Manual Del Venerable Gran Maestro

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MANUALES DEL RITO ESCOCÉS

ANTIGUO Y ACEPTADO

TOMO XX:
VENERABLE GRAN MAESTRO

Jorge Norberto Cornejo

2024

1
Venerable Gran Maestro

Vigésimo grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado

2
3
El Gran Maestro (Portugal, 1842)

4
I. INTRODUCCIÓN

5
INTRODUCCIÓN

“Seremos como la Estrella Matutina que anuncia la llegada del día”.

Este grado presenta el concepto de la Maestría bajo una nueva luz. Existe una Maestría
formal, derivada del nombramiento o la elección, cuyo valor es institucional.
Existe una Maestría racional, característica del hombre cuya razón gobierna sus actos y
sentimientos.
Existe una Maestría interior, expresada en el Sí-Mismo como Maestro y centro de la
personalidad, en torno al cual giran los arquetipos y figuras simbólicas del ser (“los Oficiales
del Maestro”).
Y existe una Maestría iniciática, interior y exterior a la vez, que engloba y supera las
anteriores. Es la Maestría del hombre que guía sus actos por la razón, sin que la razón lo
limite; que centra su ser en el Sí-Mismo, sin que este lo devore, y que, siendo totalmente
Maestro, es completamente libre.
La Maestría es tal en cuanto quien la detenta es absolutamente experto en el manejo de las
herramientas de su Oficio. Experticia que lo capacita para la enseñanza del Oficio. Y que le
permite, a su vez, trascender, cuando lo desee, esas mismas herramientas, liberándose de ellas
cuando su creatividad lo requiera.
Una Maestría que tampoco es rígida, dogmática, monolítica, imposible de error. Por el
contrario, el Ritual dice que «El Universo se encuentra en perpetua evolución», y la
evolución es un concepto central para el Gran Maestro. Por lo tanto, como todo evoluciona,
la Gran Maestría, el grado 20°, no puede ser un logro definitivo, sino sólo una etapa, un paso
hacia la consecución de una Perfección que, por cierto, jamás se alcanza en forma definitiva.
Ahora bien, este grado tampoco se limita a una consideración, sea profunda o superficial, de
la Maestría masónica. Su simbolismo es más amplio; de hecho, contiene algunos elementos
simbólicos que recuerdan mitologías realmente arcaicas, casi prehistóricas. Mitologías en las
que el Rey o el principal de una tribu (el Gran Maestro de una comunidad) era comparado
con el planeta Venus y sufría un Ritual de nacimiento, muerte y renovación periódicos.
Hay un aspecto final del grado que no podemos pasar por alto, y que ya hemos hallado en
otros grados del Rito Escocés. Nos referimos al tema de la conjunción de los opuestos.
Por ejemplo, en el Ritual de Blanchard (2002), se encabeza este grado con el título “Venus,
o Adonis”. En el nacimiento de Adonis hay un mito incestuoso, y recordemos que a Moabón,
personaje que aparece en algunos grados, ciertos Rituales lo consideraban “hijo del incesto”.
La alegoría es, por supuesto, alquímica y psicológica, y se vincula con la conjunción de los
opuestos, dado que el incesto alquímico es el regreso temporario al inconsciente materno,
donde la dualidad se disuelve e impera la disolución, siempre temporaria, en la unidad.
En un grado como este que, como veremos, está consagrado al “fuego”, el incesto simbólico
es la disolución temporaria del ser individual en las “aguas madres”.
La conjunción de los opuestos se expresa, entre otras formas, en la conjunción armónica entre
pensamiento y sentimiento, entre la razón y la emoción, efectuada por la vía de los símbolos
y conducente a la verdadera libertad. Según Sebastiani: “De las enseñanzas del Ritual
emerge el problema central del hombre que consiste en alcanzar en forma ´justa y perfecta´

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la expresión de la mente y del sentimiento de manera de adquirir una fuerte y segura
estabilidad interior”. En este orden de ideas, el amarillo referiría al aire y, en sentido mental,
al intelecto, la razón; y el azul al agua, el sentimiento, las emociones, siendo el azul y el
amarillo los colores simbólicos del grado. La razón, clara como el aire, y las emociones,
fluyentes como el agua. Entre ambos, mente y sentimiento, debe establecerse un equilibrio
que rija nuestro comportamiento. El Gran Maestro es, entonces (o debería ser), un hombre
equilibrado, en el que tienen su lugar todos los aspectos y facetas de la personalidad humana.

“La Masonería, la Arquitectura, es una búsqueda con profundidad de la esencia de la Ley y


de la Forma, y la proyección de sus consecuencias en la Obra” (E. Seleson)

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II. MEMORIAL

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Definición del grado: es el vigésimo grado del Rito, el segundo del Consejo de Kadosh y el
segundo de la Sexta Clase o Serie de grados. Siendo parte del Consejo, naturalmente es un
grado Templario, pero con algunas características particulares, que lo sitúan cerca del
Simbolismo y de las Logias de Perfección.
Tribuno u Orador: así califican este grado algunos Rituales. La idea es que su instrucción
debería capacitar intelectualmente a los Hermanos en forma tal que fuesen doctos en el Arte
de la Palabra, en el Arte del Verbo, del Logos. Para Javier Otaola, la oralidad es fundamental
en la metodología masónica, que se constituye en una suerte de mayéutica que, por medio
del hablar en la Logia, en tolerancia con el hablar de los otros, finalmente permite la
comprensión profunda de lo que uno mismo es en su esencia.
Asimismo, el Arte de la Palabra implica poseer un gran número de signos que representan
significados sin pronunciar sonidos, pero que nos recuerdan la importancia otorgada al propio
cuerpo, porque “las palabras sellan lo que el cuerpo ya sabe” (D´Ors).
“La Cámara de recepción del Grado se llama Tribuna, y en ella los Venerables Grandes
Maestros Ad Vitam tienen la obligación de recordar a cada paso el simbolismo de todos los
grados precedentes para adquirir la necesaria perfección”. Por esto último se entiende que
los Iniciados de este grado deben poseer un conocimiento profundo de todo el simbolismo y
el pensamiento masónicos; en otros términos, deben poseer la Palabra que da vida al
simbolismo. Deben ser expertos en el Arte de la Memoria, vivificado por el Verbo, que
encuentra su expresión en la Retórica, el Arte de la Palabra Oral.
Como dijimos, el grado presenta definidos vínculos con la Masonería Simbólica, como puede
apreciarse en su título. Por ello se ha dicho que “es a la Masonería Inefable lo que el Past
Master a las Logias Simbólicas”.
Según algunos Rituales: “En este Grado el Hermano recipiendario, que ha de ser un Gran
Pontífice o Maestro Escocés, debe conocer con claridad la diferencia entre los métodos
sintético y analítico y su aplicación al desarrollo de las Ciencias, puesto que son éstas las
que, partiendo de los primeros principios, nos llevan al conocimiento de las verdades”. De
alguna manera, por lo tanto, el grado 20° recupera temáticas del Gran Maestro Arquitecto
(12° del Rito Escocés), en el que se insistía en el conocimiento de las ciencias para la
formación masónica. En ambos grados, 12° y 20°, se alcanzaría un cierto nivel de la Gran
Maestría, es decir, una adquisición, siempre parcial pero cada vez más completa, profunda y
elevada, de la Sapientia.
El simbolismo de este grado es eminentemente solar, expresando un arquetipo luminoso,
viril, masculino. De hecho, algunos Rituales denominan a sus poseedores “Caballeros del
Sol”, grado que en la escala actual del Rito Escocés es el 28°. Esto indica la importancia dada
al Sol y su simbolismo para el Venerable Gran Maestro. Lo que, en una muy interesante
dualidad, contrastará con el simbolismo del grado 21° (Noaquita o Caballero Prusiano), de
carácter decididamente lunar, femenino, maternal.

Otras denominaciones: Venerable Gran Maestro de todas las Logias Simbólicas, Maestro
Ad Vitam, Maestro Asociado Ad Vitam, Past Master, Sublime Gran Patriarca, Soberano
Príncipe Masón, Gran Maestro de la Sabiduría, Caballero Gran Maestro del Templo de la
Sabiduría, Gran Maestro de la Clave de la Sabiduría. En general, todos ellos aluden a un
estado exaltado de la Maestría Simbólica.

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Símbolos principales:
• El triángulo.
• El triángulo pitagórico.
• La escuadra.
• Los tres pilares.
• El número nueve.
• Las nueve luces.
• Los nueve Grandes Maestros.
• El octógono.
• El mazo.
• La rama de acacia que, según algunos Rituales, reemplazó, como símbolo, a la
granada.
• El perfume, “que se difundió por el Templo de Salomón”.
• La piedra fundamental.
• La mezcla sagrada.

Colores del grado: azul y amarillo. Se dice que representan “sabiduría y riqueza”. En tal
sentido, recordemos que, entre los siete pares de opuestos que menciona el Sepher Yezirah,
los dos primeros eran Sabiduría-Insensatez y Riqueza-Pobreza.
“Así como el Sol brilla sobre nosotros desde las alturas de los cielos, así también los talentos
cuyas semillas existen en el corazón humano debe desarrollarse bajo los rayos del Sol de la
divina Sabiduría”. (Paracelso)

Objetivos exotéricos:
• Esparcir en toda la sociedad las luces de la educación y del conocimiento,
fundamentadas en las ciencias.
• Luchar para mantener a todo trance, por todos los medios posibles, el derecho que
tienen los hombres a la igualdad.
• Perfeccionarse en el “Arte de la Palabra”, exotéricamente considerado.
• Trabajar por la educación masónica de los Venerables de las Logias.
• Evitar que los llamados a presidir las Logias se perpetúen en sus puestos.
• Combatir todo atisbo de “despotismo” masónico.
• Trabajar en las Logias con asiduidad, puntualidad y constancia.
• Establecer vínculos entre el Consejo de Kadosh y las Logias Simbólicas.
• Estudiar la Masonería como un sistema filosófico.

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Objetivos esotéricos:
• Impartir instrucción masónica (esotérica) a los miembros de los grados anteriores.
• Vivenciar y vivificar la enseñanza impartida y recibida en las Logias Simbólicas.
• Restituir los Rituales de las Logias Simbólicas a su pureza original.
• Perfeccionarse en el “Arte de la Palabra”, esotéricamente considerado.
• Recordar que aquellos que presiden las Logias son “el primero entre sus iguales”, y
deben dar muestra permanente de Sabiduría, tanto profana como masónica.
• Estudiar el simbolismo esotérico del número nueve.
• Profundizar en el simbolismo de las nueve luces.
• Profundizar en el Misterio de la Conjunción de los Opuestos.
• Buscar la “Verdadera Luz”.

Leyenda: el grado no presenta una Leyenda bien definida. Los Rituales dicen que “este
grado recuerda a los sabios caldeos adoradores del Fuego, que formaban en otros tiempos,
en los desiertos, verdaderas tribus de oradores encargados de predicar y difundir la
Verdad”. Luego, en el Ritual de Iniciación, el Candidato representa a Zorobabel, con lo que
es difícil establecer una continuidad temporal entre esto y la afirmación anterior.
Por ello, consideramos que la Leyenda puede basarse en el Mazdeísmo, la religión de
Zoroastro, los adoradores del Fuego, en la que, como vimos en el Caballero de Oriente,
Zorobabel había sido iniciado. De esta forma, la Leyenda consistiría en el siguiente relato,
que guarda relación con lo que se estudiará casi al final del Rito, en el Príncipe del Real
Secreto:
- Una vez concluido el Templo, Salomón convocaba regularmente un Consejo de
Grandes Elegidos particularmente destacados, que fueron honrados con el título de
Grandes Maestros.
- Con el tiempo se dispersaron y sus sucesores fueron iniciados en el Zoroastrismo, al
igual que Ciro y Zorobabel.
- Una vez reconstruido el Templo, se reanudó la Asamblea de los Grandes Maestros,
hasta la destrucción definitiva del Santuario.
- El Consejo fue reconstruido una vez más al conformarse el Rito Escocés.
Además, los Rituales hacen referencias ocasionales a otros aspectos de una Leyenda
masónica; por ejemplo, mencionan de paso, la abadía de Kilwinning, Escocia, indicando que
“allí se encuentran los anales de nuestra Orden”. A Kilwinning habrían llegado los masones
después de la dispersión causada por la destrucción del Templo de Salomón, y participado
en su construcción, pero esto no tiene sustento histórico.

Título de la asamblea: Logia de Venerables Maestros. La Logia no puede abrirse sin que se
encuentren presentes, como mínimo, nueve Hermanos. Los antiguos Rituales indicaban que
“todos deben permanecer cubiertos”, pero esta práctica ha caído en desuso. Cubrirse con el
sombrero era, en la antigua Masonería inglesa, un símbolo de autoridad, y estaba reservado
a los Maestros de Logia.

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Oficiales: El Maestro se titula Muy Venerable Gran Maestro y representa, al igual que en el
grado 15°, al rey Ciro. Lleva corona y está decorado con las insignias reales de un monarca
persa. Sin embargo, no utiliza cetro, sino que dirige los trabajos a golpe de mazo, dado que
es un Maestro Masón.
Según Vuillaume:

No podemos abrir juicio sobre esa opinión.


Los restantes Oficiales son:
• Dos Vigilantes, que representan a los principales Oficiales de Ciro.
• El Orador.
• El Secretario.
• El Tesorero.
• El Primer y el Segundo Expertos.
• El Hospitalario.
Que, junto con el Maestro (y sin contar el Guarda Templo Externo) conforman los nueve
cargos obligatorios en una Logia del grado 20°. Como se puede apreciar, la distribución de
tales cargos es similar a la de una Logia Simbólica.

Vestimenta: traje usual.

Mandil: es amarillo, bordado y ribeteado de azul. En el centro se pintan o bordan tres


triángulos equiláteros concéntricos, que remiten al número nueve, característico de este
grado. En los nueve vértices deberían indicarse las iniciales de las Nueve Grandes Luces
aunque, como veremos, la naturaleza de las mismas debe modificarse para otorgarles un
alcance esotérico. Por eso las Nueve Grandes Luces que indicamos más adelante no
coinciden con las señaladas en el dibujo. En el centro del triángulo interior se inscribe el
Tetragrammaton, en caracteres fenicios. Abajo del mismo, vemos las letras hebreas Yod, He,
Yod, escritas verticalmente.

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Sobre el Tetragrama se aprecian las letras Aleph, Vau, Resh; que juntas con las tres anteriores
forman la expresión hebrea correspondiente a ¡Fiat Lux! En el centro del mandil, por lo tanto,
hay “una cruz formada por letras sagradas”. De acuerdo con mi amigo C. A. C., la última
frase se pronuncia Iehí (la í acentuada) Or: ¡Sea la Luz!

Las Nueve Grandes Luces: proponemos Justicia-Verdad-Tolerancia en el triángulo interior


(igual a las actuales); Luz-Vida-Amor1 en el triángulo medio y Sabiduría-Fortaleza-Belleza
en el exterior.

Cordón: se utilizan dos bandas cruzadas, una azul y otra amarilla.

Joya: es un triángulo de oro, en el que se inscriben las mismas letras que en el mandil.

Guantes: blancos.

1
Esto apunta realmente a los términos en inglés: Light; Life; Love, abreviado LLL, tres escuadras; donde el
Maestro corresponde a la Luz, que viene de Oriente; el Primer Vigilante a la Vida, dado que paga el salario y
el Segundo Vigilante al Amor, por su asociación con la Belleza.

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Las decoraciones del grado (Francia – siglos XVIII-XIX)

Decoración del Templo: se denomina Santuario. Se asciende al Oriente por una tarima
formada por 9 escalones. Sobre ella está el trono del Gran Maestro. Delante del mismo se
coloca la Mesa del Gran Maestro, en la que se destacan: el Libro, la escuadra y el compás, el
mazo y la espada.
Delante de la Mesa del Gran Maestro se coloca, sobre un trípode, un brasero con un Fuego
siempre encendido.

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La Estrella Flamígera está rodeada por nubes y montada sobre una especie de mástil, en la
forma de un estandarte. Regularmente está en el Oriente, pero en la Iniciación se la traslada
por el Templo.
Sobre el trono del Maestro, se ve un triángulo circunvalado por un círculo radiante (“un
círculo glorioso”) y, en el centro del triángulo, la expresión Fiat Lux.
Entre la mesa del Maestro y el Sur se coloca un gran candelabro de 9 luces, con la forma de
tres triángulos. Las velas serán de cera amarilla. Este candelabro de nueve brazos debe ser lo
primero que ve el Candidato al ingresar en la Logia, durante la Iniciación. Y sus luces se
mantienen siempre encendidas, “para hacernos presente que no puede formarse una Logia
de Grandes Maestros sin nueve que posean ese grado”.
Según algunos Rituales, la excepción a lo indicado es la Iniciación, en la que, cuando ingresa
el Candidato, las nueve luces están apagadas.
De ser necesario, pueden agregarse otras luces en diferentes partes del Templo, pero siempre
formando triángulos o cuadrados.
El Altar del Incienso es un objeto Ritual de importancia en la Iniciación. Se coloca cerca del
Candelabro de Nueve Luces. El él debe arder un Fuego Eterno y, cuando el Ritual lo
prescribe, colocarse el incienso más puro.
El Altar Central es de forma triangular. Sobre él se colocan: un triángulo, una escuadra, un
octógono y un triple triángulo.
En el centro de la Logia, rodeando el Altar Central, hay tres columnas en forma de triángulo,
sobre las cuales se leen las siguientes inscripciones:
• Verdad (columna de Oriente)
• Justicia (Occidente)
• Tolerancia (Sur)
Nuevamente se destaca, como en la mayoría de los grados, la idea de Verdad, mientras que
Justicia y Tolerancia parecen referir a los opuestos complementarios del Rigor y la
Compasión, de las dos columnas cabalísticas.
Las tres columnas estarán rodeadas por un círculo de bronce, que representa el círculo secreto
de Grandes Maestros que Salomón convocaba en la Bóveda Sagrada. Y que luego se
dispersaron “por todo el Universo”, por lo que el círculo se disgregó, para reconstruirse cada
vez que se reúne una Logia del grado 20°. Y, en el centro del círculo, se encuentra “el punto
de exactitud, que nos enseña el punto de Perfección”.
Al igual que en las Logias Simbólicas, en el Templo deberán verse la Piedra Bruta y la Piedra
Cúbica.

Cuadro del grado: no lo hemos visto reproducido gráficamente, pero los Rituales lo definen
como un octógono; en cinco de sus lados se eleva un cuadrado y un triángulo en los tres
restantes. En las esquinas de cuadrados y triángulos se dibujan las iniciales de las 29 virtudes
de un Gran Maestro (notar que 4x5 + 3x3 = 29). En el centro del octógono se representan las
nueve grandes luces.

15
El Templo de este grado, según Quesada (1844)

16
Horas de trabajo:
Para abrir: el Ritual se abre a “la hora de ir en busca de la Verdadera Luz”2.
Para cerrar, los antiguos Rituales incluían una frase enigmática: “Hermano mío, entrad en la
cueva de Siloc (o Siloé3), trabajad con el Gran Rafodom, dirigid vuestros pasos al Sol y
entonces la Gran Águila Negra os cubrirá con sus alas, hasta que al fin obtengáis lo que
deseáis, con la ayuda de los Muy Sublimes Príncipes, Grandes Comendadores del Real
Secreto”.
Es imposible, en la actualidad, desentrañar el sentido que esta frase pudo tener en el Rito
Escocés del siglo XVIII. Hoy todo eso, generalmente, se suprime, y sólo se dice que la
Clausura se efectúa “a la hora en que el Mundo espera la Luz”.

Instrumentos de trabajo: todos los instrumentos de la Masonería Simbólica, con los que se
busca “elevar un edificio perfecto en sus partes y honorable para el constructor”.

Las 29 virtudes de un Venerable Gran Maestro: Sabiduría, Conocimiento, Plenitud en la


Vida, Interés por todo lo Humano, Valor, Firmeza, Ecuanimidad, Paciencia, Ética, Honor,
Fidelidad, Puntualidad, Solidaridad, Fraternidad, Lealtad, Generosidad, Rechazo de la
Opresión, Comprensión de la Humanidad, Trabajo, Perseverancia, Admiración por el
Universo, Asombro ante la Naturaleza, Respeto por el Otro, Respeto por las Diferencias
Religiosas, Amor por la Humanidad, Entendimiento de la Naturaleza Humana, Verdad,
Justicia y Tolerancia.
¿Existirá alguna vez alguien que las posea todas?

Orden del grado: este grado posee una multitud de signos, toques y señales que, en general,
remiten a la simbología de los tres primeros grados, al Templo de Salomón y a la Masonería
Operativa. De esa forma, el Signo de Orden es exactamente igual al del grado de Compañero.

El Signo de las Dos Escuadras: consiste en arrodillarse con ambas piernas (una escuadra),
inclinar el cuerpo hacia delante, apoyar los codos en el suelo (segunda escuadra), e inclinar
la cabeza un poco hacia la izquierda. El signo está indicando que, quien lo efectúa, se ve
sorprendido o maravillado por algo majestuoso, típicamente por la grandeza del Universo.

El Signo de las Tres Escuadras: Primera escuadra: colocar la mano derecha sobre el
corazón, con los dedos unidos y extendidos, y dar dos pequeños golpes. Segunda escuadra:
separar el dedo pulgar de la misma mano, formando ángulo recto. Tercera escuadra: colocar
la mano izquierda sobre la cadera, también en ángulo recto. Se dice que la primera escuadra
corresponde a la Verdad, la segunda a la Justicia y la tercera a la Tolerancia.

El Signo de las Cuatro Escuadras: es igual al anterior, pero agregando una cuarta escuadra,
que se forma uniendo los talones de los pies, en ángulo recto. Recordemos que los antiguos

2
No es, por lo tanto, una hora determinada, sino que puede indicar cualquier instante en que se perciba la
necesidad de la Iluminación.
3
Según la Biblia, Siloé era una especie de piscina, no una cueva. Siloh significa “tranquilidad, reposo” y
también “el enviado”. Silo fue un lugar sagrado de la religión cananea, y luego del judaísmo; hoy es un sitio
arqueológico.

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Rituales ingleses de la Masonería Simbólica, con relación a esta forma de colocar los pies,
decían que “en esta posición se reciben las enseñanzas de la Masonería”.

El Signo de las Cinco Escuadras: Primera y segunda escuadras: cruzar los brazos sobre el
pecho, colocando el derecho sobre el izquierdo, de forma tal que cada brazo forme un ángulo
recto. Tercera y cuarta escuadras: extender ambos dedos pulgares hacia arriba. Quinta
escuadra: unir los talones de los pies, en la misma forma en que se efectúa en la Masonería
Simbólica. El signo es, entonces, una combinación del símbolo de la escuadra con el quinario
de la Estrella Flamígera. Según Dalchó (1802) el “Signo de las Cinco Escuadras” lo efectuó
Salomón al concluir el Templo, lo cual no fue mencionado en las Leyendas de las Logias de
Perfección.

La Señal de Introducción: es una especie de toque que se utiliza para ingresar a las Logias
de este grado. Consiste en alzar la espada (o, en su defecto, el brazo derecho), delante de la
cabeza, como quien se apresta a parar un golpe. El Hermano a quien la señal va dirigida saca
su propia espada y, finalmente. ambas espadas se unen por las puntas y se forma la bóveda
de acero (que aquí es, más exactamente, un “arco de acero”). Como puede apreciarse, aquí
se retoman parte de los signos de los grados 15° y 16°, más la referencia a la bóveda de acero,
que se efectúa como si un Gran Maestro estuviese a punto de ingresar a una Logia Simbólica.
Los Hermanos deben ingresar al Templo de dos en dos, y efectuar cada pareja el signo que
acabamos de referir.

Toque: tomarse recíprocamente el codo derecho con la mano derecha, los dedos apretados y
el pulgar separado. Apretar cuatro veces, después resbalar la mano a lo largo de la parte
interior del brazo hasta el puño, y tomarse ambas manos con la garra de Maestro, presionando
con el índice sobre la muñeca del otro Hermano. Una parte de estos movimientos son
similares a los del Maestro Secreto, pero en orden inverso.

Toque de Introducción: se da después de realizar la señal homónima. Consiste en tomarse


mutuamente la mano derecha, colocando recíprocamente el pulgar en la muñeca. Después
apretar las muñecas nueve veces y finalmente retirar las manos hasta que queden unidas sólo
por las puntas de los dedos. Entonces, pronuncian simultáneamente la palabra Ciro. Notar
cómo, al igual que el Toque anterior, este va de “adentro hacia afuera”.

Signos «afirmativo» y «negativo»: se efectúan al aceptar o rechazar, respectivamente, un


Candidato para la Iniciación en este grado. El signo afirmativo se realiza elevando la mano
derecha sobre la cabeza, el segundo colocando dicha mano delante de la frente, como si se
rechazara una persona.

Palabras de Pase: Jekson, Nikelots, Animane, Zanabazare, Jubellum (ver “Para


reflexionar”). Vuillaume da para la dignidad de Past Master de una Logia Simbólica un
término muy similar a Jekson: Jersan, interpretado como duricies sive scandalum (“dureza
o escándalo”), que no alcanzamos a comprender. El autor referido considera que esos
términos aluden a las cualidades que debería tener el jefe de los esenios, a quienes considera
como los transmisores de los misterios masónicos.
También vuelve a aparecer Stolkin, escrito de distintas maneras. Por ejemplo, Schoukain,
que los Rituales interpretan como “libre de posesión” o “posesión franca”, difícil de asociar

18
con el grado. Similar a la interpetación de Pike es vincularlo con shtol (shin-tav-vav-lamed):
plantar y kin (caf-iod- nun) recto, justo, honesto, base, soporte, pedestal. Algo así como estar
bien plantado, bien afirmado (en lo recto y justo) lo contrario del "ambiguo" Johaben. Puede
ser “hombre íntegro”.
En algunos Rituales aparece el nombre teofórico Balthazar, que se interpreta como líder,
quien tiene condiciones para liderar.

Palabras Sagradas: Razah-Betsijah (ver “Para reflexionar”).

Sobre el Ritual de Apertura: en forma diferente a la mayoría de los grados, en este, durante
el Ritual de Apertura, es el propio Maestro el que verifica la condición de los Hermanos: para
ello desciende las nueve gradas del Oriente, verifica que todo esté en Orden y luego asciende
las nueve gradas hasta su estación. Además de una cierta demostración de humildad, aquí
están representados el sendero del descenso y el sendero del ascenso, que luego habremos de
profundizar en el Kadosh.

Los Nueve Grandes Maestros: algunos Rituales mencionan los “Nueve Grandes Maestros”,
cuya memoria sería honrada por el candelabro de nueve luces y a los que estarían dedicados
los nueve viajes de la Iniciación.
Según Castelli, estos Nueve Grandes Maestros serían: 1) Z
1) Zorobabel, 2) Esdras, 3) Josué, 4) Nehémie (Nehemías), 5) Azarías, 6) Ra'amyah, 7)
Mordejai, 8) Balsam, 9) Mispar.
Varios de estos personajes son poco significativos, ya sea histórica o masónicamente.
Una alternativa es tomar a los “Nueve de la Fama” o “Nueve Valerosos”: son nueve
personajes históricos que fueron considerados como los máximos representantes del ideal de
la caballería. Se les estructuró en tres ternas, según su religión, mostrando a los mejores
caballeros del paganismo, el judaísmo y el cristianismo. Su elección pronto se convirtió en
un tema común en la literatura y el arte de la Edad Media y quedó establecida en la
imaginería popular.
Los Nueve de la Fama son:
De la época pagana:
o Héctor de Troya
o Alejandro Magno
o Julio César
De los tiempos del Antiguo Testamento o del Tanaj:
o Josué
o David
o Judas Macabeo
Del período cristiano:
o Rey Arturo
o Carlomagno
o Godofredo de Bouillón

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La relación con la Masonería de estos personajes es solo tangencial, pero tiene la ventaja de
no estar limitados a una religión específica, y de ser todos importantes histórica o
legendariamente.

Batería: 3 golpes, por 1+2.

Marcha: se compone de nueve pasos en escuadra, que recuerdan los nueve viajes de la
Iniciación.

Aclamación: ¡Fiat Lux!

Edad: no la cuento ya.

Prerrogativas: en la actualidad, ninguna especial.

Examen de Reconocimiento:
• P.: Hombre de poca fe, ¿por qué dudas?
• R.: Porque pienso.
• P.: ¿Cuál era tu nombre antes de recibir este grado?
• R.: Zorobabel.
• P.: ¿Cómo te llamas ahora?
• R.: Ciro4.
• P.: ¿De dónde vienes?
• R.: De la Bóveda Sagrada del Templo erigido por Salomón, destruido por
Nabucodonosor, reconstruido por Zorobabel, derribado y reformado por Herodes y
desolado definitivamente por Tito, hijo del emperador Vespasiano.
• P.: ¿Qué deseas hacer entre nosotros?
• R.: Visitar y ver vuestros trabajos, así como enseñar los míos, para que juntos
rectifiquemos la materia y hallemos finalmente el Real Secreto.
• P.: ¿Qué traes?
• R.: Gloria, Grandeza y Belleza (o Hermosura).

4
Esto es muy interesante, porque parece implicar una inversión del simbolismo del grado 15°. Aquí el
Candidato aspira a personificar el arquetipo corporizado en Ciro, y abandonar el arquetipo representado por
Zorobabel. Esto indica, con claridad, un retorno a lo pagano, después de haber trabajado dentro del monoteísmo
hebreo. Además, así como Ciro se caracterizó por su tolerancia, amplitud de criterios y respeto hacia todos los
pueblos, así el Gran Maestro debe ser amplio, comprensivo y tolerante hacia todos los Ritos, de forma tal que
pueda “reunir lo disperso”. Por eso una de las columnas en el centro del Templo lleva el rótulo “Tolerancia”,
virtud que, por cierto, no era característica de Zorobabel. Algunos Rituales, en lugar de referir a Ciro (“Ciro el
Viejo”) lo hacen a Jerjes I (“Asuero”) o a Ciro el Joven (que califican de “Ciro Artajerjes”; históricamente hubo
varios Artajerjes, de hecho, uno de ellos prohibió la reconstrucción del Templo de Jerusalén). Existe, aun dentro
de los historiadores y especialistas en el tema, mucha confusión entre estos personajes.

20
• P.: ¿Cuál es tu gran Deseo?
• R.: Acceder a la Fuente de donde nace todo Deseo.

21
III. DISCIPLINAS SUGERIDAS

22
El repaso de todos los conceptos, cuadros, signos y símbolos de los tres Grados Simbólicos,
hasta volverse un auténtico Gran Maestro de los mismos. La meditación en el símbolo del
candelabro de nueve luces, casi pensado como un árbol con tres grupos de tres ramas cada
uno. También la meditación sobre las letras resh y shin, esta última considerada como el
“arquetipo del fuego”.

23
IV. RITUAL

24
RITUAL DE APERTURA

En los primeros Rituales la ceremonia de Iniciación en este grado era breve, y no se apoyaba
sobre una Leyenda bien construida. Por el contrario, la instrucción era muy extensa, y
abundaba en pormenores sobre los Templos de Salomón y Zorobabel. Con el paso del tiempo,
sobre todo en Estados Unidos, el Ritual evolucionó hacia una descripción e “internalización”
simbólica de las virtudes que debería poseer un Maestro Masón en general, y un Maestro de
Logia en particular. Nosotros creemos que, en todas estas modificaciones ritualísticas,
podemos encontrar vestigios de un perdido esoterismo, que intentaremos recuperar.
Como ya dijimos, en forma diferente a la mayoría de los grados, durante el Ritual de
Apertura, es el propio Maestro el que verifica la condición de los Hermanos: para ello
desciende las nueve gradas del Oriente, verifica que todo esté en Orden y luego asciende las
nueve gradas hasta su estación.
El Ritual se abre a “la hora de ir en busca de la Verdadera Luz”. No es, por lo tanto, una
hora determinada, sino que puede indicar cualquier instante en que se perciba la necesidad
de la Iluminación.
Entre el Maestro y el Primer Vigilante, se cambian las siguientes preguntas y respuestas.
• P.: “¿Dónde se coloca vuestro Maestro?”
• R.: “Al Oriente”.
• P.: “¿Por qué al Oriente?”
• R.: “Porque el Sol glorioso nace en el Oriente para iluminar el Mundo”.
• O bien “Desde el Oriente podrá comunicar la Luz de la Verdad”.
Luego el Maestro pregunta sucesivamente:
“¿De qué está compuesto el primer (y así hasta el quinto) cuadrado masónico?”
“¿Cuál es el primer (y así hasta el tercero) Gran Triángulo Masónico?”
Las respuestas implican la enumeración de las 29 virtudes de un Gran Maestro, ya descriptas.
Entre el Maestro y algunos de los presentes tiene entonces lugar el diálogo mencionado en
una de las lecturas de Instrucción:
• P.: Hermano en el Sur, ¿qué buscamos en la Masonería?
• R.: Luz, la Luz del Conocimiento, la Ciencia y la Filosofía.
• P.: Hermano en el Norte, ¿qué buscamos en la Masonería?
• R.: Luz, la Luz de la Libertad del pensamiento, de la palabra y de la acción.
• P.: Hermano en el Oeste, ¿qué buscamos en la Masonería?
• R.: Luz, la Luz del Secreto, del Silencio y del Misterio.
El Maestro agrega: “Si deseamos abrir la Logia, primero debemos ver la verdadera Luz
Masónica”.
Y luego dice: ¡Que ardan las nueve luces en nuestra Logia! (en realidad, ya están encendidas,
por lo que se refiere a “luces” en sentido metafísico, como los Nueve Grandes Maestros a los

25
que se alude en el grado). Responde el Primer Vigilante: “Puesto que las nueve luces están
ardiendo, podemos comenzar los trabajos”.
Y el Maestro concluye exclamando: ¡Fiat Lux!, y luego dice:
VGM: “Puesto que estoy sentado al Oriente, abro la Logia”.

26
RITUAL DE INICIACIÓN

La Iniciación en este grado consta de nueve fases:


• I. Ingreso al Templo y examen preliminar.
El Candidato representa a Zorobabel, en el rol de quien colocó la Piedra Fundamental del
Segundo Templo. Ingresa en la Logia por sí mismo, decorado con las insignias del grado 19°,
sin prescribirse formalidad alguna para ello.
El Candidato se coloca en el centro del triángulo formado por las tres columnas, junto al
Altar Central, y toma asiendo en una silla de brazos, de color azul. El primer objeto que debe
presentarse a su atención es el Candelabro de Nueve Luces.
A continuación, debe demostrar todos los signos, palabras y toques de los 19 grados
anteriores, confirmando de esa forma su Maestría.
• II. Las dos luces.
El Candidato declara que desea la admisión en este grado “para recibir el beneficio de dos
luces, que le son desconocidas”.
• III. Los 9 viajes.
“El Maestro realiza nueve viajes en el curso de su Iniciación, después de los cuales se
purifica por el hierro y por el fuego”.
Durante los viajes, pueden hacerse preguntas o algún tipo de prueba sobre la tierra, el agua y
el aire.
• IV. La prueba del acero.
Se apoya la punta de una espada sobre la cabeza, pecho y abdomen del Candidato. Y se le
dice que “para ser un Hombre completo, un Gran Maestro, cabeza, pecho y vientre deben
trabajar en unidad”.
• V. La prueba del fuego.
Se realiza acercando un recipiente con carbón encendido al rostro del Candidato, de forma
tal que este perciba su calor. El Maestro dice: “El fuego escapa siempre a las capturas de
nuestro espíritu porque está dentro de nosotros mismos”.
• VI. El Juramento.
El Candidato da nueve pasos en escuadra hasta la Mesa del Maestro, asciende los nueve
escalones, se arrodilla y coloca su mano derecha sobre el Libro, y el Maestro la suya sobre
la del Candidato.
El Candidato se compromete a cumplir con lo inscripto en los cinco cuadrados y los tres
Grandes Triángulos masónicos, es decir, ser un ejemplo de lo que se consideran las 29
virtudes de un Gran Maestro.
En particular, jura valorar y respetar los principios contenidos en las Nueve Grandes Luces.
Promete que, en caso de ser llamado a presidir una Logia, lo hará con sabiduría y
ecuanimidad. Y se resalta la importancia del Secreto.

27
Durante el Juramento, debe volver a sentir el calor del Fuego.
• VII. Encendido de las 9 luces.
El Maestro dice “La Luz brilla”, y todos responden: “Lux Est”.
Se encienden sucesivamente las Nueve Luces, y para cada una, el Iniciado dice: “Que la Luz
de la ------------ brille en mí”, mencionando cada una de las “virtudes” referidas en los Tres
Grandes Triángulos.
• VIII. La Estrella.
Se le presenta al Candidato la Estrella de la Mañana (el Lucífero), en la forma del Pentagrama
Dorado, rodeado de nubes.
El Maestro narra la historia legendaria de los sabios caldeos, adoradores del Fuego, y de los
sabeos, adoradores de los astros.
Mientras tanto, el Candidato toma el incensario desde el Altar correspondiente, e incensa la
Estrella nueve veces.
• IX. La Consagración.
El Maestro le explica al Candidato, una vez finalizado el incensado de la Estrella, el
verdadero significado del término “Lucifer”. Le explica lo que significa el “portador de la
Luz”, las interpretaciones gnósticas de la disputa entre Lucifer y Jehová, y se eleva por sobre
las doctrinas religiosas triviales y limitadas.
La Consagración culmina cuando el Iniciado atraviesa la bóveda de acero formada por todos
los presentes.
Y el Maestro le da esta admonición: Alrededor de todo gobernante siempre estará la curia
encargada del boato ritual y los cortesanos, quienes harán la fiesta y participarán del
banquete. En medio de la muchedumbre también estarán los aduladores que le harán gracia
y vítores a su paso. El líder vacío, atrapado en su investidura, se hará adicto a sus vasallos
lisonjeros tanto como él lo será de ellos. Que eso nunca te ocurra, para que puedas llevar
con dignidad el título de Gran Maestro.

28
RITUAL DE CLAUSURA

El primer acto de la clausura, es el incensado amplio y total del templo. Esto recuerda la
leyenda del Templo de Salomón que, al ser consagrado, se llenó de un perfume misterioso,
junto con toda la ciudad de Jerusalén. Quizás esto representa la Iluminación, que “envuelve”
al Iniciado como el humo y el aroma del incienso.
Se anuncia que se clausura “a la hora en que el Mundo espera la Luz”, se forma la cadena,
circulan las Palabras y se clausura en la forma usual.

29
V. INSTRUCCIÓN

30
Primera lectura: “Iniciatoria” (La Iniciación)

• P.: ¿A quién representa el Candidato en la Iniciación?


• R.: A Zorobabel, aunque no en su rol de Rey de Israel, sino en el de quien colocó la
Piedra Fundamental del Segundo Templo.
• P.: ¿Qué simboliza Zorobabel?
• R.: El Maestro en cuyo corazón mora el juicio y fluye la inteligencia.
• P.: ¿Cómo ingresó al Templo?
• R.: Por sus propios medios, porque es un hombre libre5.
• P.: ¿Qué declaró al ingresar al Templo?
• R.: Que deseaba la admisión en este grado “para recibir el beneficio de dos luces,
que le son desconocidas”.
• P.: ¿Qué iluminan esas dos luces?
• R.: El Templo terrenal y el Templo Universal.
• P.: ¿Ya las conocíamos?
• R.: En realidad sí, si recordamos la Esfera Terrestre y la Esfera Celeste que decoraban
las columnas del Compañero.
• P.: Entonces, ¿por qué dice que le son “desconocidas”?
• R.: Porque desea avanzar más allá.
• P.: ¿Qué Libros nos permiten leer?
• R.: El Libro del Hombre y el Libro de la Naturaleza.
• P.: ¿Cuánto conocemos de estos libros?
• R.: Cada siglo solo puede descifrar una línea.
• P.: ¿Cuántos viajes realizó el Candidato?
• R.: Nueve.
• P.: ¿Por cuántas purificaciones debió pasar?
• R.: Por dos: la del hierro y la del fuego.
• P.: Describe la prueba del hierro.
• R.: Se apoyó la punta de una espada sobre la cabeza, pecho y abdomen del Candidato.
• P.: ¿Qué simbolizó?
• R.: Que “para ser un Hombre completo, un Gran Maestro, cabeza, pecho y vientre
deben trabajar en unidad”.

5
Nótese como contrasta esto con otros grados, como el Caballero de Oriente o el Príncipe de Jerusalén, en los
que Zorobabel ingresaba siendo esclavo, incluso cargado de cadenas.

31
• P.: ¿Es que aun no somos un “Hombre completo”?
• R.: El hombre es un constante devenir hombre, afirmarse como hombre.
• P.: ¿Algo más?
• R.: Se dice que la prueba del hierro nos purifica “de las penas y miserias del mundo”.
• P.: Describe la prueba del fuego.
• R.: Se acercó un recipiente con carbón encendido al rostro del Candidato, de forma
tal que este percibiera su calor.
• P.: ¿Para qué?
• R: Para recordar que nuestros antepasados eran purificados por el fuego. “El Fuego,
pasaje necesario para llegar a la Verdad”.
• P.: ¿Qué sintió durante el Juramento?
• R.: Nuevamente el calor del fuego.
• P.: ¿Qué le recordó esto?
• R.: “El que está cerca de la Verdad está cerca del fuego”.
• P.: ¿Por qué insistimos tanto con el fuego?
• R.: Según Plotino, el fuego es el más bello de todos los elementos.
• P.: ¿Dónde habita, entonces, el Fuego?
• R.: En la Belleza.
• P.: ¿Qué ocurrió después?
• R.: El Candidato fue conducido al Candelabro de Nueve Brazos, que en ese instante
se encontraba apagado, y comenzó la ceremonia de encendido de las luces.
• P.: ¿Qué dijo el Maestro?
• R.: El Maestro, paradójicamente, dijo “La Luz brilla”, y todos respondieron “Lux
Est”, cuando en realidad el Candelabro tenía sus luces apagadas. Claramente, la
referencia es a una Luz que no es visible con los ojos.
• P.: ¿Cuál fue el símbolo de la Consagración?
• R.: Cuando el Iniciado atravesó la bóveda de acero formada por todos los presentes.
• P.: ¿Por qué?
• P.: Este es un honor reservado en Masonería al Gran Maestro y los Grandes
Dignatarios. Por lo tanto, es una forma de reconocer tal condición en el Nuevo
Iniciado.
• P.: ¿Qué le dijo el Maestro al nuevo Iniciado?
• R.: “Sed como la estrella matutina que anuncia la llegada del día; id a llevar y
esparcir por el mundo la verdad y desterrar las tinieblas”.
• P.: ¿Por qué?

32
• R.: Para comparar al Iniciado con el Fuego, que emite luz y disipa las tinieblas.
• P.: ¿Puedes decirnos algo más sobre la “estrella”?
• R.: Es el símbolo de la autoconsciencia del ser humano, que se eleva sobre el fondo
obscuro de la inconsciencia de la materia6.
• P.: ¿Cuál fue el premio que recibió el Iniciado?
• R.: Reunirse con los Compañeros de sus primitivos trabajos.

6
Tomado de Heidegger. En algún grado se ha dicho que posiblemente todas las formas existentes, aun las del
reino inorgánico, posean un grado de consciencia, pero de todas formas el mismo sería menos que ínfimo.

33
Segunda lectura: “Simbólica” (El Simbolismo)

• P.: ¿Qué simbolizan en Masonería las velas amarillas?


• R.: Simbolizan vejez, ancianidad.
• P.: ¿Quiénes son, simbólicamente, los “Nueve Ancianos Sabios”?
• R.: Los nueve Oficiales del grado.
• P.: ¿Qué simboliza el paso del siete al nueve?
• R.: Recordemos que alcanzan siete para constituir una Logia Simbólica. El nueve está
llevando, por consiguiente, tal Logia a otro nivel, y ese es uno de los objetivos de una
Logia de Grandes Maestros.
• P.: ¿Qué simboliza el número nueve?
• R.: Es un número de gran riqueza simbólica, expresada en multitud de significados.
Se ha asociado el candelabro de nueve brazos a la Sabiduría, y en el mismo sentido
puede interpretarse la escala de nueve peldaños (la Scala Philosophorum de los
alquimistas). Para Sebastiani, el nueve revela «la multiplicidad de las expresiones en
la manifestación cósmica». En general, el nueve corresponde al fin de un ciclo, dado
que es el último de los números enteros de una sola cifra. Por el mismo motivo, indica
una cierta culminación, el haber alcanzado un estado o un objetivo. Esto es
perfectamente consistente con la condición de Gran Maestro de todas las Logias
Simbólicas, que puede considerarse como un estado exaltado, logrado, de la Maestría
Masónica.
• P.: ¿Qué es la Sabiduría?
• R.: La Sabiduría es un dar para vaciarse. Es un dar para tener el espacio para recibir.
• P.: ¿Con qué puedes relacionar eso?
• R.: Con el esoterismo del acto de escribir, visto en el Maestro Secreto.
• P.: ¿Qué ocurrió cuando Salomón dedicó el Templo?
• R.: “Un perfume exquisito llenó todo Jerusalén”.
• P.: ¿Dónde se coloca vuestro Maestro?
• R.: Al Oriente. “Puesto que estoy sentado al Oriente, abro la Logia”. “Desde el
Oriente podrá comunicar la Luz de la Verdad”.
• P.: ¿Por qué al Oriente?
• R.: Porque el Sol glorioso nace en el Oriente para iluminar el Mundo.
• P.: ¿Cuándo colocó Zorobabel la primera piedra del Segundo Templo?
• R.: Al amanecer.
• P.: ¿De dónde proviene la autoridad del Maestro?
• R.: De su asociación con el simbolismo y la función del Sol, dador de Luz.
• P.: Hermano en el Sur, ¿qué buscamos en la Masonería?

34
• R.: Luz, la Luz del Conocimiento, la Ciencia y la Filosofía.
• P.: Hermano en el Norte, ¿qué buscamos en la Masonería?
• R.: Luz, la Luz de la Libertad del pensamiento, de la palabra y de la acción.
• P.: Hermano en el Oeste, ¿qué buscamos en la Masonería?
• R.: Luz, la Luz del Secreto, del Silencio y del Misterio.
• P.: ¿Qué simboliza el Fuego?
• R.: La transformación, el cambio, la transmutación.
• P.: ¿Qué simboliza el Aire?
• R.: Lo que se ha liberado, lo sutil, el Telesma.
• P.: ¿Qué relación existe entre ambos?
• R.: Lo que se libera es consecuencia de la acción del Fuego.
• P.: ¿Cómo lo simbolizamos?
• R.: Mediante el arder del incienso.
• P.: ¿Qué relación existe entre el Fuego y el Verbo?
• R.: “Toda vida que brilla es una vida que habla” (Bachelard).
• P.: ¿Por qué hacemos tanto hincapié en la fidelidad y la perseverancia?
• R.: Porque son dos virtudes masónicas de gran importancia. En particular, la fidelidad
es el fundamento y la base de la fraternidad. “Este grado se ocupa de la fidelidad y
la perseverancia a fin de alcanzar la Perfección”. Se entiende, por supuesto, que se
refiere a la Perfección en la Maestría de una Logia.
• P.: ¿Qué letra corresponde específicamente a este grado?
• R.: La letra hebrea resh.
• P.: ¿Por qué?
• R.: La forma de la resh o reish corresponde al perfil de la cabeza; una cabeza
encorvada. Siendo una cabeza, es a la vez un Principio, el primero, el líder. El
simbolismo de la «cabeza» es especialmente apropiado para este grado, pues el
Venerable Gran Maestro es la «cabeza» de las Logias Simbólicas. Esta cabeza busca
expresarse, y lo conseguirá a través de la palabra (recordar que el miembro del 20° se
conoce también como Tribuno u Orador). Si bien la cabeza que es la resh está gacha,
es una cabeza doblada, su esfuerzo consiste en rectificarse, escuadrarse, ponerse
derecha (recordar las escuadras en los signos de este grado).

35
La letra hebrea resh o reish, asociada con la cabeza

• P.: ¿Qué simbolizan el azul y el amarillo?


• R.: El empleo de estos colores se remonta a la Masonería Operativa. Una de las
preguntas empleadas en la misma era, aproximadamente: “¿Cómo estaba vestido el
Maestro?”, a lo que se respondía: “De azul y amarillo”. Estos colores están
comparando al Maestro con el Sol (amarillo) en su aparente jornada por el cielo
(azul). Algunos Rituales indican que el amarillo (o el dorado) es un símbolo de
jerarquía, por lo que corresponde adecuadamente a un Maestro. Y que el azul es un
emblema de la Verdad, sobre la que aquella jerarquía se fundamenta y que es una de
las columnas de este grado.
• P.: ¿Qué simboliza el triángulo pitagórico?
• R.: Según algunos investigadores, en la Masonería Operativa, al abrir la Logia, el
Maestro y los dos Vigilantes formaban un triángulo rectángulo uniendo sus mazos (o
sus varas). En este contexto es, por lo tanto, un símbolo de autoridad esotérica, la que
trasciende la mera autoridad formal otorgada por las Obediencias masónicas
constituidas.
• P.: ¿Qué simboliza el mazo?
• R.: Es un símbolo de autoridad, pero, más esotéricamente, representa la energía
concentrada o focalizada en un punto, para producir un resultado final y definitivo.
Ambas ideas no son excluyentes, pues podemos pensar que la verdadera autoridad
proviene de la capacidad para focalizar adecuadamente la energía.

36
VI. PARA REFLEXIONAR

37
1. Hay una continuidad importante entre los grados 19° y 20°. Dicha continuidad se
establece a través de distintos aspectos simbólicos, por ejemplo:
• Ambos implican un título elevado (Gran Pontífice y Gran Maestro).
• En los dos grados los colores predominantes son el azul y el amarillo.
• Dalchó (1802) habla de este grado como del “Gran Pontífice, que es Gran Maestro
de todas las Logias”.
2. Como ya sabemos, el Templo masónico simboliza el Universo. En este grado ese hecho,
conocido desde la Masonería Simbólica, debería ser enfatizado. Lo que ocurre en el Templo
intenta reproducir los fenómenos que tienen lugar en el Cosmos. Los Oficiales, por lo tanto,
son actores de un drama simultáneamente humano y cosmológico.
3. Se dice que Salomón “cortó y colocó la primera piedra, que después sostuvo el Templo”.
Esta piedra, de forma cúbica, es un símbolo cosmológico, que refiere al Principio que
sostiene el gran edificio del Universo. Y se agrega que la piedra fundamental fue colocada
antes de salir el Sol. Es decir, antes del nacimiento de la Luz, antes de la manifestación del
Universo. ¿Será esa Piedra el Logos todavía inexpresado?
Además, al colocar la piedra trabajó con la mezcla de “harina, leche, aceite y vino, en su
mayor pureza”, con que se realizaba la Consagración del grado 14°. Con lo cual todo se
armoniza y unifica: el origen del Cosmos, la fundación del Templo, la Consagración de un
Perfecto Masón, son actos equivalentes y correspondientes. ¡Como es arriba, así es abajo!
Claramente, el acto de colocar la primera piedra es fundamental en el simbolismo de este
grado, dado que se refiere que Zorobabel colocó dicha piedra en el Segundo Templo. ¿Quién
colocará la piedra en el Tercer Templo, el de nuestro interior?
4. ¡Fiat Lux! Esta expresión se pronuncia enfáticamente al abrir los trabajos. Lo que,
nuevamente, le da a los mismos un sentido cosmológico. Abrir los trabajos, por lo tanto, es
recrear el momento originario (si es que existió) del Universo. Y, recordando la noción de
atemporalidad presentada en el grado 19°, podemos pensar que la idea es indicar que el Fiat
Lux es un acto generador que está ocurriendo permanentemente, en todo instante y en todo
lugar, y que es precisamente tal atemporalidad lo que sostiene la existencia del Universo. Y
por eso el Gran Maestro, por esa condición de atemporalidad simbólica, no tiene edad
definida.
5. La referencia a la Justicia, la Verdad y la Tolerancia, si bien es valiosa, parece algo
relativamente moderno. Corresponde a la época en que la Sabiduría, la Fortaleza y la
Belleza de la Arquitectura Operativa fueron reemplazadas por conceptos vinculados con la
Arquitectura Social.
De todas formas, estas tres nociones son, realmente, fundamentales para cualquiera que
ostente el cargo de Maestro de una Logia. Y recordemos que, entre los Operativos, la
Maestría implicaba actuar como juez entre las disputas y desavenencias que pudieran surgir
entre los Hermanos. Por lo que el antiguo espíritu de las corporaciones no parece haber
desaparecido por completo en este grado. Y esto explica, además, la referencia al rey Ciro,
que fue considerado, en la antigüedad, el más elevado exponente de las referidas virtudes.
En particular, respecto de la Justicia, según John Rawls, “La justicia es la primera virtud de
las instituciones sociales, así como la verdad es a los sistemas del pensamiento”. Para Platón,

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la Justicia es la armonía social, y se alcanza cuando los gobernantes se transforman en
filósofos. Del mismo modo, la armonía en una Logia se alcanza cuando su Maestro es un
verdadero Filósofo (un amante de la Sabiduría).
6. Con el término “virtud” (del latín virtus) se designan aquellas cualidades buenas, firmes
y estables de la persona, que perfeccionan su inteligencia y su voluntad, y la disponen a
conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con más libertad y gozo, acciones excelentes,
para alcanzar su plenitud como persona. Según Platón, todas las virtudes eran de hecho una
y la misma, y estaban incluidas en una única virtud: el conocimiento. Ahora bien, la palabra
“virtud” se ha empleado tanto, que ha perdido su verdadero significado. Hoy, virtud es casi
sinónimo de “hipocresía religiosa”, de “represión sexual” o cuestiones similares. El
significado masónico del término Virtud se comprende mejor con la noción griega de Areté.
La areté (en griego αρετή) era uno de los conceptos cruciales de la ética y la política de la
Antigua Grecia. En su forma más elemental, areté es la "excelencia"; la raíz etimológica del
término es la misma que la de αριστος (aristós, 'mejor'), que designa el cumplimiento
acabado del propósito o función. Anotamos que “función propia”, en griego, se dice
“ergon”, que literalmente significa “trabajo”. La función propia de algo es, entonces, su
trabajo. Según Hipias, el fin de la enseñanza era el “areté”, que significa capacitación para
pensar, para hablar y para obrar con éxito. Hacia la época clásica —sobre todo los siglos
V y IV a. C.— el significado de areté se aproximó a lo que hoy se considera virtud en general,
incluyendo rasgos como la μεγαλοψυχια (megalopsyjía, «magnanimidad»), la σοφροσυνη
(sofrosyne, 'templanza´) o la δικαιοσυνη (dikaiosyne, 'justicia'). La adquisición de la areté
era el eje de la educación (παιδεια, paideia) del joven griego para convertirse en un hombre.
Tanto Platón como Aristóteles hacían de la areté uno de los conceptos centrales de sus
doctrinas éticas. Platón concibe la areté como la perfecta armonía entre la razón, las
emociones y los apetitos (la cabeza, el pecho y el vientre), lo que se encuentra en consonancia
con este grado. Según Aristóteles, la bondad es el ejercicio activo de las facultades de su
alma según la excelencia o la virtud. Masónicamente, Areté sintetiza las ideas de excelencia,
perfección en el Oficio, sabiduría, justicia, ética y valor, y es, por lo tanto, aquello que define
a un Gran Maestro. Sócrates consideraba que la Areté de los seres humanos es la Sabiduría;
por lo tanto, Areté es sinónimo de Sapientia, aquí interpretada como la unión de virtud y
conocimiento. En efecto, se interpretaba la Sabiduría como la habilidad de conocer y la
voluntad de realizar la acción apropiada en una situación determinada. Inherente a ella hay
un componente moral, ya que incluye la facultad de juzgar por la verdad, la bondad y la
belleza, y la de actuar por la igualdad, la libertad y la justicia.
Por esto último, areté presente vínculos con el concepto egipcio de Maat.
7. El conflicto (agón) era básico para los griegos. El conflicto es la medida de las cosas. Las
cosas se comparan en conflicto continuamente, y así establecen su lugar. Algunos
pensadores consideran que uno de los problemas de la sociedad actual es el rechazo del
conflicto, el buscar un mundo vacío, sin desafíos, sin ideales ni grandes proyectos, los que
siempre implican conflictos. Para los griegos, el areté exige que nos esforcemos por la
excelencia en cuanto hacemos, aunque no lo alcancemos. Porque el agón es lo que nos
ennoblece, al margen de si otros tienen más areté que nosotros en un área o en una tarea.
Los otros son el listón que tratamos de saltar, pero como el atleta olímpico que hace salto
de altura, sólo compites al final contra ti mismo, contra tu propia capacidad limitada. Dada
la importancia que el valor militar y la fuerza tenían para los griegos, no es extraño que una

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de las mayores expresiones del areté se diera en el combate, en la forma de la aristeia, el
duelo singular entre dos héroes. La Ilíada está llena de estas escenas, en las que incluso los
combatientes de alrededor se detendrán para contemplar el combate, porque son conscientes
de que presencian algo trascendente. Porque el que se enfrenta siempre es noble, aunque
pierda. Sólo te deshonra el rechazar la oportunidad de ponerte a prueba. Desde otro punto
de vista, agreguemos que el “coraje”, según algunos autores, es la virtud iniciática más
importante. Una idea fundamental que surge de aquí es: dado que, al final, no hay nadie más
contra el que competir que tú mismo (porque el que otro tenga un mayor areté que el tuyo
no resta valor a tu esfuerzo), no hay excusa para no intentar ser mejor. No hay excusa para
la complacencia, para el miedo, o para no atreverse a algo. Son elecciones de cada uno, y
pueden ser válidas, lo que no hay es excusa. La virtud del areté está en el esfuerzo por la
excelencia más que en la excelencia misma, porque si no la buscamos incansablemente,
nunca la hallaremos.
8. ¿Qué quiere decir la palabra Jekson? “Soy lo que soy; es también el nombre del que
encontró la cueva del león, en cuya boca se guardaba la llave del Arca de la Alianza”. Jekson
puede ser simplemente una corrupción de Jackson, “hijo de Jacques”, y tener una mera
significación política relativa a la cuestión de los Estuardo. Pero también podría referir a
Jacques de Molay, y significar que la Masonería es “hija del Temple”. O guardar relación
con el “Maitre Jacques” de la tradición compagnónica.
Pike dice que Jekson refiere a algo “oculto, escondido, secreto”. Dalchó agrega que el león
tenía un collar de oro, en el que se hallaba inscripta la palabra Jechson.
Otras Palabras usadas en el grado también plantean problemas. Por ejemplo, Michell Saint-
Gall dice que el empleo del término Jubellum, en este contexto, no refiere al Asesino de
Hiram, sino que deriva del latín jubilum, “grito del soldado, clamor del guerrero”.
Nikelots es un término tan corrompido que hoy es imposible establecer su verdadero
significado. Algunos lo derivan de nekel (complot) o de nikelout (villanía – bajeza), que
quizás refieran a complots o bajezas perpetrados contra los Estuardo.
9. Animane: Ani, en hebreo, es el pronombre personal Yo, que tiene su equivalente en el
caldeo ana, anah. Por lo tanto, según Pike, ani-m´aneh sería una expresión proveniente del
caldeo que significa “yo soy el que soy”. Y el intento de los introductores de esta Palabra
sería presentar el concepto del Ser impersonal, autoengendrado, inmanente y trascendente
a la vez, sin limitarlo a la expresión religiosa de un único pueblo, como sería si se usara el
término Jehová.
10. Zanabazare. Contrariamente a las opiniones más aceptadas, que la consideran una
corrupción de Nabuzardan o de Zorobabel, Pike considera que esta Palabra tiene
significado propio. E indica para ella una multitud de significados, que giran en torno a
“protección”, “refugio”, “pastor de ovejas”, “rebaño” y “cabras”. Lo cual recuerda al
misterioso Pastor de Cabras del grado 9°. Nosotros creemos que la idea puede ser
“protegerse con piel de oveja o de cabra”, es decir, cubrir el cuerpo con una piel de animal.
Si esto es así, nos encontraríamos con un resabio de antiquísimos ritos, en los que los
sacerdotes se cubrían con pieles de animales y tomaban para sí el “espíritu” del animal.
Pero no tenemos forma alguna de constatar esto, aunque la idea es altamente sugerente.
11. Razah-Betsijah. Los antiguos Rituales franceses la daban como “Palabra Secreta”.
Algunos dicen que esta palabra viene del hebreo y significa macis in solitudine, “Rama de la

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Soledad”. Esto es muy poético, y nos hace pensar en un sabio meditando frente a una rama
de acacia, solo en el desierto. O en Hiram muriendo solo, y teniendo como única compañera
la rama de acacia. Vuillaume hace una pequeña corrección y dice que significa mysterium
in solitudine, “Misterio en el Desierto”. Y otros, también con cierta poesía, dicen “aridez de
la soledad”, y es cierto que la soledad en la que se encuentra todo líder puede ser muy árida.
La interpretación de Pike es menos poética y mucho más concreta: dice que Razah deriva de
un término que significa líder, un líder inspirado e iluminado. Y que Betsijah indica una
multitud de personas. De donde el término compuesto simplemente significa “el líder
inspirado de un grupo de personas”, lo cual es muy apropiado para un Gran Maestro de
todas las Logias Simbólicas.
Pero hay todavía otra lectura, más esotérica. Razah es un término masculino, e indica una
individualidad. Betsijah es un término femenino, y refiere a una pluralidad. Razah-Betsijah
es, entonces, la fusión de la unidad y la pluralidad, de lo masculino y de lo femenino. Y es,
entonces, la unión de los opuestos.
Saint-Gall dice que probablemente el término correcto sea Raza Betsila (resh; zain; aleph –
beth; tzadik; iod; lamed; aleph) con el significado de “el secreto en las sombras”, de
inspiración cabalística.
Humildemente, nosotros proponemos explorar si la palabra Betsijah no es una corrupción
de Beriyah o Briah, el “Mundo de la Creación”, segundo de los “Mundos” de la Cábala.
En el mismo sentido, quizás podría investigarse si Razah no está relacionada con raqia (resh-
coph-iod-ayin), palabra bíblica que significa “firmamento, la bóveda celeste, firme e
imperecedera”, probablemente con los sentidos de “algo que aporta solidez” y “algo que
se expande gradualmente”.
Mi amigo C. A. C. propone la muy interesante interpretación siguiente:

De acuerdo con esto el sentido sería “Casa de la Conversación”, quizás “Casa del Logos o
del Verbo”.
También puede ser Azará Be Zana (ayin; resh; hé – beth – ayin; nun; aleph), que es
cesta/roca/escudo en el atrio del Templo.
12. El Ritual hace una interesante comparación. El caos de grados y Ritos masónicos se
asemeja a la “massa confusa” alquímica. El Iniciado del grado 20° debe aplicar el mazo

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sobre ella, es decir; pulir, purificar y rectificar la confusión en la que ha devenido la
Masonería.

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VII. RÚBRICA

“El Delta, emblema de la Divinidad, colocado sobre la corona que ceñía sus sienes,
simboliza la ceguera de los sacerdotes hebreos, que los llevó a colocarse por encima del
mismo Eterno. Y lo mismo ocurre y volverá a ocurrir con los sacerdotes de todas las
religiones. ¡Que nunca ocurra con un Venerable Gran Maestro!”

En síntesis: este grado necesita que se recuperen los elementos llamados “paganos” de su
Ritual, que constituyen precisamente la parte más interesante del mismo. Y necesita, con
urgencia, dejar de ser conferido por comunicación, para que pueda constituir una verdadera
Iniciación a la Gran Maestría.

“El 20° se ha caracterizado por su simbolismo eminentemente solar. Pero todo en el


Universo tiene dos polos, y si hoy caminamos bajo el Sol, mañana lo haremos a la luz de
la Luna. Y bajo la luminaria de la Noche seremos convocados en el grado 21°.”

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Uno de los signos del Venerable Gran Maestro, en el Ritual de Quesada (1844)

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El Signo de Introducción, según Vuillaume (1822)

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