Lyons J. (1984) - CAP 4
Lyons J. (1984) - CAP 4
Lyons J. (1984) - CAP 4
Profesor de Lingüística
Universidad de Sussex
INTRODUCCION
AL LENGUAJE
y A LA LINGÜÍSTICA
Versión española
RAMÓN CERDÁ
Catedrático de Lengua Española
Universidad de Barcelona
Hay que advertir que en este capítulo y a lo largo del libro emplearemos el
término 'gramática' (excepto en frases como 'gramática tradicional' y 'gra-
mática generativa') en un sentido relativamente estricto, en contraste con
'fonología', por un lado, y con 'semántica', por otro. Se trata justamente de
uno de sus sentidos tradicionales próximos a lo que se entiende corrientemen-
te por 'gramatical'. En la actualidad, muchos lingüistas incluyen la 'fonología',
e incluso la 'semántica', en la ~gramática' y esto puede inducir a confusión.
Hasta aquí hemos admitido el supuesto de que las lenguas presentan
dos niveles estructurales, uno fonológico 'y otro sintáctico. En lo que sigue
rechazaremos tal supuesto. Pero para ello habrá que modificarlo; a menos
que aceptemos ampliar el concepto de fonología o el término 'sintaxis' más
allá de sus límites tradicionales. Hemos visto ya que en algunas lenguas na-
turales, posiblemente en todas, hay una dependencia entre niveles que im-
pide la separación rígida de la , estructura fonológica y la estructura sintác-
tica. Ahora tendremos ocasión de comprobar que, en ciertas lenguas al me-
nos, hay un vacío, como si dijéramos, entre sintaxis (en el sentido tradicional)
y fonología. En la gramática tradicional, este espacio queda cubierto 'por el
término 'flexión'.1
con una nasal "alveolar En] en la posición final de sus formas de cita, pero
pueden pronunciarse con nasal labiodental [II)]), ante una consonante labio-
dental C9mo [f] (cf. vienen fieras [bjéneII) fjéras]).
Este tipo de variación se llama subfonémica, pues la distinción entre al-
veolar y labiodental no constituye contraste fónológicamente distintivo entre
las nasales del español, lo que no obsta para que ciertas variaciones contex-
tuales comporten, según la fpnémica americana clásica, la sustitución de un
fonema por otro (cf. 3.5, nota 8). En ambos casos, sobre todo en la fonología
generativa, hoy se habla de derivar o generar todas las formas fonéticamen-
te variables a partir de una f o r m a s u b yac e n t e común, que será
idéntica a la forma de cita de la forma fonéticamente variable en cuestión
o simplemente más similar a la forma de cita que a cualquiera de las demás
variantes fonéticas .
A partir de la distinción entre el lexema (o, más exactamente, lexema de
palabra) y sus formas podemos formular como sigue la distinción tradicio-
nal entre sin t a x i s y f 1 e x i ó n. Tomadas a la vez, la sintaxis y la flexión
son complementarias y constituyen la parte principal, 'si no total, de lo que
denominamos gramática. Conjuntamente, determinan la gramaticalidad (es
decir la buena formación gramatical) de las oraciones: la sintaxis especificandq
cómo se combinan los iexemasentre sí en las distintas con s t r u c c ion e s;
las reglas de flexión (en la medida en que la gramática tradicional disponía
de reglas, en lugar de paradigmas) estableciendo qué formas del lexema de-
ben aparecer en tal y tal construcción. Entre sintaxis y flexión hay un nivel;
o subnivel, de descripción al que se alude con expresiones como 'la tercera
persona del singular, (de la forma de) presente (del lexema) CANTAR'; '(la for-
ma) singular (del lexema) CHICO'. Aquí he introducido deliberadamente una
notación distinta para los lexemas, utilizada en obras recientes; en todo caso,
'cantar' y CANTAR son variantes notacionales que"se refieren exactamente a la
misma entidad.2
La distinción moderna (y, más en particular, post-bloomfieldiana) entre
sin t a x i s y m o r f o lo g í a, según la cual la sintaxis se ocupa de la distri-
bución de las palabras (esto es de las formas de palabra), mientras que la mor-
fología se ocupa de su estructura gramatical interna, resulta, a primera vista,
muy similar a la distinción tradicional entre sintaxis y flexión . Pero difiere de
ella en dos aspectos: (a) la morfología no sólo incluye la flexión, sino también
la de r i v a ció n; (b) trata la flexión y la derivación por medio de reglas que
operan sobre las mismas uni'dades básicas., a saber, los morfemas. Por ejem-
plo, así como la forma flexiva cantar se compone de las unidades más básicas
(morfemas) cant y ar, también la forma derivacional cantante se compone de
las dos unidades más básicas cant y ante. Además, en ambos casos se trata
del mismo proceso de a f i j a ció n, es decir de añadir un a f i j o a una
o
forma de base. Desde este punto de vista, los mor f e m a s -formas míni-
mas- constituyen las unidades básicas de la estructura gramatical. De ahí
que una buena parte de la morfología puede entrar en la sintaxis si se des-
poja la palabra de su antigua posición de privilegio en la teoría gramatical.
Existen argumentos en, favor y en contra de la gramática morfémica o
basada en los morfemas. Lo mismo puede decirse de la gramática más tra-
dicional basada en la palabra. El problema consiste en conservar las ven-
tajas de cada una dentro de una teoría coherente y, en otros aspectos, bien
asentada sobre la estructura gramatical de las lenguas humanas. En. los úl-
timos veinte años se ha alcanzado más progreso en esta dirección que en
cualquier otro período de la larga historia de la lingüística. La mayor parte
de este prqgreso puede atribuirse; directa o indirectamente, a la formaliza-
ción de una teoría de la sintaxis, en el marco de la gramática generativa,
creada por Chomsky. Más adelante, volveremos con mayor detalle sobre ello.
Aquí basta con advertir que, si bien la teoría de la sintaxis de Chomsky se fun-
da en el' morfema y no en la palabra, en su versión más reciente ha ter-
o minado adoptando una concepción más tradicional sobre la complementari-
dad de la sintaxis y la flexión de lo que admitía en versiones anteriores. En
particular, la morfología derivacional no depende ahora del componente sin-
táctico central de la gramática, sino de la estructura del vocabulario (o 1 é-
xi c o). Cualquiera que sea la teoría gramatical con que operemos, esevi-
dente que ya no podemos limitarnos a decir, como hacíamos en la formulación
anterior del principio de la dualidad, que las unidades del nivel primario se
componen de elementos del nivel secundario (1.5). La relación entre los dos
niveles es muchísimo más compleja de lo que esta formulación deja entrever.
No obstante, cabe la posibilidad de gobernar esta complejidad por medio de
reglas. Además, a pesar de las considerables diferencias de estructura grama-
ticaly fonológica que hay entre las lenguas humanas, se observan similitu-
des, igualmente sorprendentes, que vienen a sugerir que al menos algunas
de las reglas que determinan o integran los dos niveles -y que los niños do-
minan en un período reiativamente corto durante la adquisición de la len-
gua- son comunes a todas las lenguas humanas.
son, por definición, oraciones diferentes del español. Desde un punto de vista
teóricamente más general y tradicional, las oraciones pueden definirse como
clases de sartas de formas de palabra, donde cada miembro de la clase pre-
senta la misma estructura sintáctica. Esta definición nos permite, aunque
no nos oblique a ello, tratar (1) y (2) como si fuesen , no oraciones diferentes,
sino versiones alternativas de una misma oración.
Hay que recordar asimismo que toda oración de la lengua hablada lleva
superpuesto a la sarta de formas de palabra un cierto con t o r n o pro s ó-
di c o (en especial, una determinada pauta de entonación) sin el cual no
sería oración. Los lingüistas no se ponen de acuerdo en establecer qué can-
tidad de estructura prosódica de los enunciados hablados ha de atribuirse
a la estructura de las oraciones. La mayoría consideraría propia de la estruc-
tura oracional al menos la parte que distingue las afirmaciones de las pre-
guntas y las órdenes. Nosotros aceptaremos en la práctica esta postura, que
deja abierta la posibilidad de que (1) y (2) se hallen en correspondencia, no
con oraciones únicas, sino con conjuntos de oraciones diferentes del español
hablado. De ahí, y por lo dicho en el párrafo anterior, se sigue que si las
diferencias en el orden de plabras y en el contorno prosódico reciben igual
peso como índices de estructura gramatical, la diferencia entre dos versiones
distintas en entonación tanto en (1) como de (2) contará, en principio, tanto
como la diferencia entre (1) y (2) . Conviene tener bien presente todo esto
aun cuando en muchas partes del libro hablemos como si las oraciones que-
daran satisfactoriamente representadas como meras sartas de palabras.
¿Qué diferencia hay, entonces, entre una sarta de palabras gramatical y
otra no gramatical? La respuesta es simple, aunque poco aclaratoria. Una
sarta no gramatical de palabra es aquélla cuya formación no respeta las re-
glas gramaticales del sistema lingüístico. Este principio no sólo abarca ora-
ciones, sino también frases: por ejemplo, *mañana esta, *se tarde levantó
son no gramaticales (de ahí el asterisco: cf. 2.6). Veamos qué implica esto y
-lo que no es menos importante- qué no implica, en lo que atañe a las
oraciones.
Evidentemente, no implica ninguna actitud normativa o prescriptiva ha-
cia la lengua, pues nos interesamos por las reglas inmanentes que, al margen
de cualquier factor inhibidor o distorsionante sin importancia lingüística,
aplican inconscientemente los hablantes nativos de cada lengua. Tampoco
implica ninguna conexión directa entre gramaticalidad y probabilidad de apa-
rición. Finalmente, tampoco implica la identificación entre gramaticalidad y
significatividad; admite, en cambio, una conexión estrecha y esencial entre,
al menos, parte de la gramaticalidad de las oraciones y la significatividad de
enunciados reales o potenciales. .
92 LA GRAMÁTICA
es una oración perfectamente bien formada del español, aun cuando no pue-
da recibir una interpretación literal coherente. Por el contrario,
No cabe establecer juicios coherentes acerca de hechos así sin distinguir entre
asignar un lexema a una determinada parte del discurso e identificar sus fun-
ciones sintácticas en los distintos contextos.
Muchos tratados modernos hablan de c 1 a s e s de f o r m a en vez de
partes del discurso. Al haber reservado el término 'partes del discurso' para
las clases de lexema, no hay inconveniente en habilitar el término 'clase de
forma' (en uno de sus sentidos) para aquellas clases de forma que tienen una
misma función sintáctica. Podemos, entonces, dar una suerte de interpreta-
ción distribucional a 'función sintáctica': dos formas tienen una misma fun-
ción sintáctica si, y sólo si, tienen la misma distribución (es decir si son inter-
sustituibles: cf. 3.4) en todas las oraciones gramaticales (aunque no necesa-
riamente significativas) de la lengua. Este tipo de definición distribucional
desempeñó un papel decisivo en el último período de la lingüística postbloom-
fiel diana y desbrozó el camino para la gramática generativa chomskyana.
En ,s eguida observaremos que las diversas formas flexivas de un mismo
lexema no presentan, en general, la misma distribución, y que por ello la sin-
taxis y la flexión constituyen partes complementarias de la gramática. Por
ejemplo, chico y chicos difieren distribucionalmente en diversos sentidos, pero
en especial en que el primero, y no el segundo, puede aparecer en una serie
de contextos, entre los cuales se halla
L
4.4. ALGUNOS CONCEPTOS GRAMATICALES MÁS 99
una noción dada presenta matices comunes con otra o puede definirse a par-
tir de ella. La razón por la cual aduzco esta lista considerablemente larga
de conceptos gramaticales en un libro que se supone elemental y muy básico
sobre el lenguaje y la lingüística es que muchas obras comparables no esta-
blecen lo que hemos sentado en el párrafo anterior. Incluso un libro elemen-
tal ha de ofrecer a sus lectores alguna idea sobre el ámbito y la complejidad
del tema que expone. Ningún tratado de teoría gramatical debe dejar de in-
dicar con claridad que, pese a los grandes progresos recientes, estamos to-
davía lejos de disponer de una teoría satisfactoria de la estructura grama-
tical.
Las oraciones pueden clasificarse (y así aparecen clasificadas en. la gra-
mática tradicional) a partir de las dimensiones imbricadas de (a) estructura
y (b) función; luego, según (a), entre s i m pIe s y no simples, y luego, las
n~mples, en complejas y c o m p u e s t a s; según (b), en de c 1 a r a t i vas,
in ter ro g a t i vas, i m p e r a t i vas, etc. La oración simple consta de una
sola c 1 á u s u 1 a (con el contorno prosódico adecuado); la oración compleja
mínima consta de dos cláusulas, una subordinada a la otra; la oración com-
puesta mínima consta de dos o más cláusulas coordinadas. (Para facilitar la
exposición introduciré aquí el término (oración) c o m b i n a d a para abar-
car al mismo tiempo las compuestas y complejas.) Las nociones mendqnadas
de subordinación y coordinación son, como veremos, muy generales y aplica-
bles no sólo a la clasificación de oraciones, sino dentro de las oraciones
mismas.
En cuanto a la clasificación funcional de las oraciones hay que aclarar dos
aspectos. En primer lugar, que si establecemos una distinción entre oraciones
declarativas y aseveraciones, oraciones interrogativas y preguntas, oraciones
imperativas y órdenes, peticiones, etc., podemos decir que es oración decla-
rativa aquélla cuya estructura gramatical es la de las oraciones que suelen
utilizarse, de u¡;t modo característico, para hacer aseveraciones y así sucesi-
vamente. Esto nos permite mantener distintas, e interrelacionadas, la estruc-
tura gramatical de las oraciones y la función comunicativa de los enunciados
(d. 5.5). En el capítulo sobre semántica volveremos a esta distinción. El se-
gundo aspecto se refiere a que 'imperativo', en contraste con 'declarativo' e
'interrogativo', se emplea tradicionalmente, junto con 'indicativo', 'subjunti-
vo', etc., para designar uno de los términos de la categoría gramatical de
modo. Conviene señalar este doble empleo de 'imperativo' aunque no sea mas
que por la confusión que ha causado en la moderna teoría gramatical.
En las oraciones, simples o no, existen diversos tipos de relación entre
la parte y el todo: se trata de las relaciones de con s ti tu ció n. Por ejem-
plo, toda cláusula de oración compleja o compuesta es con s t i t u yen t e
de la oración como un todo; en una oración simple, todas las formas de pa-
labra (digámoslo así) son constituyentes; y los grupos de palabras pueden
constituir, a su vez, f r a s e s, que son también constituyentes de la oración
(de modo que las palabras son constituyentes de las frases y, por tanto, sólo
indirectamente de las oraciones de las cuales son constituyentes las frases).
Como veremos en los apartados siguientes, esta noción de constitución, junto
100 LA GRAMÁTICA
con una versión algo más a,mplia del concepto tradicional de frase, constituye
~l núcleo mismo de la formalización en la gramática generativa chomskyana.
Otro tipo de relación sintáctica -al que la gramática tradicional atribuyó
una importancia particular- es la de de p e n den cia. Se trata de la re-
lación, asimétrica, que existe (para utilizar una terminología moderna) entre
un re gen t e y uno o más d e p e n die n tes. Por ejemplo, se dice que el
verbo r i g e su objeto (si lo tiene) de una determinada manera, como el ver-
bo 'ver', que, al igual que todos los verbos transitivos del español, rige su
objeto en el caso tradicionalmente llamado acusativo (cf. Te vi a ti, frente a
*Vi a tú; pues la categoría del caso, tú frente a ti, etc. constituye una catego-
ría flexiva de los pronombres, aunque no ·de los nombres, en español.) Más
en general, podemos establecer una relación de de/endencia, en una determi-
nada construcción, siempre que la aparición de una unidad, el regente, sea
precondición de la aparición, en la forma apropiaqa, <le una o más unidades,
sus dependientes. Lo que tradicionalmente se denominaba r é g i m e n, tal
como se ha ejemplificado antes, puede incorporarse a un concepto más am-
plio de dependencia que no presuponga variación flexiva. En tanto que la
agrupación de un regente y sus dependientes establece' implícitamente una
relación de parte a todo entre cada una de las unidades y la agrupación mis-
ma, la constitución y la dependencia no son variables totalmente independien-
tes entre sí. La gramática generativa chomskyana ha optado por la constitu-
ción, siguiendo, a -este respecto, a Bloomfield y sus sucesores. La gramática l'
tradicional pone, en cambio, más énfasis en la dependencia. _
En el <l:partado anterior hemos aludido a los verbos transitivos. La dis-
tinción tradicional entre verbos t r a n s i t i vos e in t r a n s i ti vos puede
generalizarse en dos sentidos: en primer lugar, incluyendo los verbos en la
clase más amplia de p red i cad o r e s y así sub clasificar los predicadores
según su val e n c i a, es decir por el número y la. naturaleza de sus unidades
d~pendientes. Incluyendo no sólo el objeto directo a indirecto, sino también
el sujeto, entre los dependientes, podemos decir que un verbo intransitivo
como 'morir' tiene valencia 1, un verbo transitivo como 'comer' tiene valencia
2, verbos como 'dar' o bien 'poner' tienen valencia 3, y así sucesivamente.
Esta noción de valencia, nótese bien, no presupone que los dependientes
de un predicador sean necesariamente frases nominales. Lo que tradicional-
mente se llamaban complementos adverbiales de lugar y de tiempo, etc., tam-
bién entran en la definición de valencia. Hemos de admitir asimismo predi-
cadores con valencia O. Por ejemplo, puede sostenerse que verbos como 'llo-
ver', 'nevar', etc., en español, pertenecen a este tipo, según se desprende de
construcciones como Llueve/Está lloviendo, etc.
Hasta hoy el término 'valencia' (tomado. de la química) no se ha empleado
mucho en la bibliografía británica y americana sobre lingüística. Pero la no-
ción se encuentra latente en buena parte de la teoría gramatical, aunque no
aparezca realmente el término. El aspecto más controvertido y novedoso de
la noción de valencia, tal como la aca,bamos de utilizar, consiste en que des-
virtúa, por .así decirlo., las distinciones tradicionales entre s u jet o y p r e-
dicado (de 1a cláusula), por una parte, y entre sujeto y objeto (del
l
4.5. LA ESTRUCTURA DE CONSTITUYENTES 101
verbo), por otra. Hay que advertir que estas distinciones son lógicamente in-
dependientes, pues la primera descansa en la división de la cláusula (en virtud
de supuestos tradicionales) en dos partes complementarias, lo que no sucede
con la segunda. El sujeto del verbo es la unidad que, aun siendo dependiente
del verbo, al igual que el objeto, determina la forma de aquél en lo que suele
denominarse con e o r da n c i a entre sujeto y verbo (cf. El niño corre fren-
te a *El niño corren, y Los niños corren frente a * Los niños corre). Pueden
aducirse, y de hecho se han aducido, otros criterios para hallar una noción
más general de sujeto sintáctico aplicable a todas las lenguas. Pero la uni-
versalidad de algún tipo de sujeto sintáctico (o de alguna noción más general
que los comprenda todos) es tan controvertida ahora como lo fue .entre los
lingüistas de finales del siglo pasado.
Es preciso notar que (1) y (2) son formalmente equivalentes. Cada uno
dice ni más ni menos lo siguiente: que los con s t i t u yen t e sin m e d i a-
t o s (CI) de desenamoramiento son des y enamoramiento; que los CI de
enamoramiento son en, amor y amiento, y, al no ser posible un nuevo análisis
en el nivel gramatical de descripción, que los con s t i t u yen t e s ter m i-
4.5. LA ESTRUCTURA DE CONSTITUYENTES 103
(3) V + (a)m(i)ento ~ Na
o bien
(4) en + V + (a)m(i)ento~Na
Esto nos dice qj.le, en la práctica, todas las formas de la clase V , son permu-
tables al menos en el ámbito de los contextos. comprendidos en (3) o (4). lII}-
104 LA GRAMÁTICA
El hecho de que el distribucionalismo, ta~ como fue desarrollado por los lin-
güistas postbloomfieldianos, haya caído en descrédito no significa que la na-
ción misma de distribución haya perdido relevancia. en el análisis gramati-
cal. Al contrario, constituye la noción fundamental en la formalización de
la gramática.
Antes de continuar conviene reparar en algo más. La regla (5), frente a
(3) y (4), es potencialroente re c u r s i v a, en el sentido de que puede aplicar-
se a su propia salida (Na) Y formar así un número indefinido de sintagmas de
complej idad crecien Ú~: [des-enamoramiento] , [des-[ des-enamoramiento]], [des-
[des-[des-enamoramiento]]], etc. 3 Como presumiblemente no nos convendrá
considerar de sdesenamoramiento, y aun menos desdesdesenamoramiento, et-
cétera, gramaticalmente bien formados, la regla (5) resulta técnicamente de-
fectuosa, pues enamoramiento y desenamoramiento no son miembros exac-
tamente de la misma clase de formas. Por otro lado, posiblemente en todas
las lenguas naturales hay muchas construcciones sintácticas, si no morfoló-
gicas, totalmente recursivas. A ello se debe que l~s oraciones de una lengua,
aunque finitas en 10ngHud, puedan sh infinitas en número (cf. la definición
que dio Chomsky de 'lengua', citada en 1.2 y 2.6).
Exactamente la misma noción de estructura de constituyentes se aplica
a las secuencias de palabras -f r a s e s, tanto en el sentido tradicional como
cotidiano del término- (según la concepción bloomfieldiana y postbloomfiel-
diana de la morfología). Por ejemplo, sobre la mesa metálica es lo que tra-
dicionalmente se denomina f r a ~ e p r e p o si c ion a 1, compuesta por una
preposición (sobre) y una frase nominal (la mesa metálica), que
a su vez, se compone del a r t í c u 1 o d e fin ido (la) y la frase mesa me-
tálica, que se compone, a su vez, de un nombre (mesa) y un adjetivo (metáli-
ca). Todo ello puede expresarse, sin estos rótulos tradicionales, por medio de
Tanto (6) como (7), al igual que (1) y (2), son representaciones no ro-
tul a d a S de una estructura de constituyentes.
No obstante, lo habitual es operar con la noción de representaciones
ro tul a d a s -donde los rótulos, como hemos visto antes, se emplean 'para
indicar la pertenencia a una determinada clase de forma-o Vamos, pues, a
convertir (6) y (7) en una e s t r u c t u r a par e n té tic a ro tul a d a y
en un á r bol ro tul a d o, respectivamente (8) y (9), utilizando símbolos
mnemotécnicos corrientes como FN para 'frase nominal', P para 'preposi-
ción', FP para 'frase preposicional', A para 'adjetivo', Art para 'artículo (de-
finido)'. Adviértase que (8)
(9) FP
------------
P FN
--------
Art N
N A
sobre la
I Imesa metálica '
Dos hechos generales hay que sentar en cuanto a (8) y (9). El primero es
que representan la frase mesa metálica como pertenecientes a la misma clase
de formas que mesa (N). Se trata de algo distribucionalmente justificable.
Más aún, pese a que determinados principios precisan la secuencia relativa pe
nombres y luego adjétivos dentro de la misma frase en español, no hay límite
para el número de adjetivos que pueden aparecer en tal posición. No obstan-
te, hay dudas razonables sobre la estructura interna de las sartas de adjetivos
en dichas posiciones.
El segundo aspecto se refiere a los términos 'frase nominal' y 'frase pre-
posicional', tomados de la gramática tradicional. No se basan en la noción
de constitución, sino en la de dependencia (cf. 4.4). Una frase nominal, en la
gramática tradicional, es aquélla cuyo regente o ca b e c e r a es un nom-
bre; y una frase preposicional, aquélla cuyo regente o cabecera es una pre-
posición. La representación de estructura de constituyentes en (8) y en (9)
nada indica sobre la dependencia. A este respecto, los términos ' frase nomi-
106 LA GRAMÁTICA
terés para los lingüistas asignan además a cada sintagma bien formado (y, en
especial, a cada oración) una adecuada d e s c r i p ció n e s t r u c t u r a 1.
Esta definición de 'gramática generativa' es más general en un aspecto que
la de Chomsky, pues utiliza el término 'sintagma' donde Chomsky utilizaría
'sarta' o bien 'secuencia'. Como hemos visto, un sintagma es una combinación
de unidades gramaticales (o, en fonología, de elementos) que no presentan
necesariamente un orden secuencial. Aun cuando Chomsky define las oracio-
nes y las frases como sartas (estructuradas), es muy razonable, y, en rigor,
acorde con las concepciones tradicionales, pensar que se trata de sintagmas,
esto es conjuntos de unidades reunidas en una determinada construcción.
Lo que la gramática tradicional consideraba una diferencia de construcción,
en la gramática generativa se identificará como una diferencia de descripción
estructural.
Hay que entender el término 'generar'; utilizado en la definición, en el
sentido que tiene en matemática. Para ilustrarlo, veamos el siguiente ejemplo.
Dado que x pueda tomar como valor cualquiera de los números naturales
{1, 2, 3, ... }, la función X2 + x + 1 (considerada como un conjunto de reglas
u operaciones) genera el conjunto p, 7, 13, ... }. Es precisamente en este sen-
tido abstracto del término como se entiende que las reglas de una gramática
generativa generan las oraciones de una lengua. No es necesario entrar más
en pormenores matemáticos. Lo importante es que 'generar', aquí, no guarda
relación con ningún proceso de producción de oraciones llevado a cabo en la .
realidad por parte de hablantes (o máquinas). Una gramática generativa con-
siste en una especificación matemática precisa de la estructura gramatical
de las oraciones que ella misma genera.
Esta definición no limita la aplicabilidad de la gramática generativa a las
lenguas nat!lrales. De hecho, tampoco implica que la gramática generativa sea
en absoluto pertinente para describir lenguas naturales. Los conjuntos de
sintagmas caracterizados como lenguas por las gramáticas generativas son
lo que los lógicos denominan 1 e n g u a s f o r m a 1 e s. Todo sintagma posible
está o no bien formado; no existen sintagmas en un estado intermedio o in-
deciso a este respecto. Además, todo sintagma bien formado presenta una es-
tructura totalmente determinada, definida por la descripción estructural que
le asigna la gramática. No. está claro que las lenguas naturales sean formales
en este sentido del término. Muchos lingüistas sostendrían que no lo son.
Peto esto no significa que las lenguas formales no puedan utilizarse como
modelo de las lenguas naturales. Basta con que la propiedad de la gramatica-
lidad, aun cuando no quede totalmente determinada, lo sea empíricamente
dentro de unos límites razonables, y también que las demás propiedades es-
tructurales del modelo puedan identificarse en la lengua natural a la que
sirve de modelo la lengua formal en cuestión. Aquí empleamos la palabra
'modelo' en el sentido en que un economista podría hablar de un modelo, di-
gamos, de competencia imperfecta; o un químico, de un modelo de estruc-
tura molecular. En todos los casos, la construcción del modelo supone abs-
tracción e idealización. Lo mismo ocurre en lingüística. La microlingüística
sincrónica teórica, intere~ada por lo que se consideran las propiedades esen-
4.6. LA GRAMÁTICA GENERATIVA 109
r 110 LA GRAMÁTICA
AMPLIACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Además de los contenidos pertinentes de las introducciones generales enumeradas
para los capítulos 1 y 2, Palmer (1971) resulta especialmente provechoso como pun-
to de partida, ya que ofrece las ventajas y desventajas de la imparcialidad teórica.
La mayor parte de las obras más especializadas en la teoría gramatical pueden
clasificarse a partir de las distintas escuelas o movimientos : generativistas, funcio-
nalistas, sistémicas, etc. (d. el capítulo 7). Allerton (1979) y Brown & Miller (1980)
constituyen valiosas excepciones. Así, entre los manuales habituales sobre lingüís-
tica general se encuentra Robins (1979a), capítulos 5-6.
nal, por otro. Las diferencias de terminología y de notación oscurecen con frecuen-
cia estas similitudes.
Gramática inglesa: entre las obras clásicas de referenCia se encuentran Cur-
me (1936); Jespersen (1909-49); Poutsma (1926-9). La obra reciente más comprehen-
siva para el inglés escrito y hablado (en términos exclusivamente sincrónicos) es
Quirk, Greenbaum, Leech & Svartvik (1972), teóricamente ecléctica, pues se basa
en contribuciones procedentes de la mayoría de escuelas actuales de lingüística,
pero es fiable, en general, en todo el tratamiento. Muchas de las preguntas y ejer-
cicios de este capítulo en relación con la estructura gramatical del .inglés pueden
contestarse en parte aprovechando la información de Quirk, Greenbaum, Leech &
Svartvik (1972).
En cuanto al sistema verbal inglés, además de los tratamientos que recibe en
las obras de más arriba con arreglo a cada punto de vista, véanse Leech (1976);
Palmer (1974).
Sobre la gramaticalidad en relación con la significación : añádanse Lyons (1977b),
capítulo 10; Sampson (1975), capítulo 7.
Sobre las palabras y los morfemas: Matthews (1974); Robins (1979a), capítu-
lo 5 -ambos con referencias muy completas a la bibliografía pertinente-o
Sobre las partes del discurso y las clases de formas: completar con Lyons
(1977b), capítulo 1l.
Sobre la perspectiva distribucional en el análisis gramatical, la obra clásica es
Harris (1951). Fries (1952) ilustra esta perspectiva en una escala limitada con res-
pecto al inglés.
Sobre las categorías gramaticales : Lyons (1968), capítulo 7.
Sobre la gramática de dependencia y la noción de valencia, hay muchas más
obras asequibles en francés (donde el libro clásico es Tesniere, 1959), alemán (v. gr.,
Helbig, 1971) y ruso (v. gr., Apresjan, 1974) que en inglés; véase, en todo caso,
Fink (1977).
La llamada gramática de los casos, a que se refieren muchos manuales recien-
tes e introducciones a la · teoría gramatical, se fundamenta en la misma tradición
de la gramática generativa chomskyana y se encuentra igualmente muy influida
por ella.
Para una exposición completa sobre la dependencia en relación con la consti-
tución, véase Matthews (1981).
PREGUNTAS Y EJERCICIOS
5. ¿Qué distinción, si es que la hay, cabe establecer entre las par t e s del
d i s c u r $ o y las c I a s e s d e f o r m a?
9. ..Una forma libre que conste enteramente de dos o más formas menos libres .. .
es una f r a s e. Una forma libre que no sea una frase es una p a I a b r a. Una
palabra, entonces, .. . es una f o r m a I i b r e mí ni m a» (Bloomfield, 1935: 178)
(a) El término 'palabra' es ambiguo (cf. 4.1). ¿Qué tipo de palabra trata de satis-
facer la definición de Bloomfield? (b) ¿Existen palabras tradicionalmente recono-
cidas en español (en el sentido adecuado de 'palabra') que no satisfagan la defini-
ción de Bloomfield? (g) ¿Qué otros criterios se hallan incursos en la definición
de palabras?
11. Componer una lista de cincuenta lexemas' en español cuyas formas de base
terminen en ·ble (como 'aceptable' , ' comestible ', etcétera). (a) Escribir una regla
de forma X + ble ~ y (sustituyendo X e y por rótulos adecuados de clase de
forma) para generar tantas formas de base como sea posible de las cincuenta
pedidas al principio. (b) ¿Para cuántas formas de base de la lista anterior resulta
la regla s e m á n tic a m e n t e satisfactoria?
12. ¿En qué difieren sin t á c tic a m e n t e los nombres propios de los nombres
comunes y pronombres en español? ¿En qué se distinguen sintácticamente los
nombres cuantificables de los no cuantificables?
13. «Hay reglas de orden que gobiernan la aparición de las palabras componentes
de la frase all the ten fine old stone houses, lit. «todas las diez fina vieja piedra
casas», «las diez casas de fina vieja piedra». Algunas de estas reglas son abso-
lutas ... » (Hill ; 1958: 175l . (a) ¿Qué reglas de orden pertinentes a un ejemplo
así son absolutas [en español]? (b) ¿Cuántas frases diferentes podría construir
sustituyendo otras formas de palabras en cada posición? (c) ¿Puede ampliarse
añadiendo otros adjetivos entre el artículo y el nombre? (d) ¿Cuáles son, si es
que los hay, los principios que determinan el orden de las subclases distribucio-
nalmente distintas de adjetivos? (cf. Crystal, 1971: 128-41). (e) ¿Qué importancia
.tiene el acento y la entonación para formular estos principios?
L
PREGUNTAS Y EJERCICIOS 115
18. En términos generales, toda o r a c Ion de c lar a t i v a del español (v. gr.,
'Carlos está en casa', 'Su hermano jugó al fútbol en el equipo nacional') puede
ponerse en correspondencia con una oración interrogativa ('¿Está Carlos en. casa?',
'¿Jugó su hermano al fútbol en el equipo nacional?') y viceversa . También puede
emparejarse toda o r a ció n a f ir m a t i va (v. gr., 'Le gustan el pescado y
las patatas', 'La chica del garaje le sonrió dulcemente', '¿Jugó su hermano al fút-
bol en el equipo nacional?') con una correspondiente o r a ció n n e g a ti v a
('No le gustan el pescado y las patatas,' 'La chica del garaje no le sonrió dulce,
mente', '¿No jugó su hermano al fútbol en el equipo nacional?') y viceversa . ¿Pue-
de formular una regla que ponga en correlación la's oraciones declarativas con
las interrogativas, y otra regla que haga lo mismo entre afirmativas y negativas?
¿Qué tienen en común ambas reglas? ¿Cuál es la correspondiente oración decla-
rativa de '¿Llamó alguien?'? ¿Y la correspondiente oración afirmativa de '¿No vio
a nadie? '? La oración ' Nadie llamó ', ¿es afirmativa o negativa, a partir de su regla?
Verbo ~ Aux V
Aux ~ Tiempo (M)
Tiempo ~ {Presente, Pasado}
M ~ {querer. poder. deber}
V ~ {abrir, ver. venir, . .. }
En estas reglas, 'Aux' representa mnemotécnicamente '(verbo) auxiliar '; 'M' 'ver-
bo modal' y 'V', 'verbo (léXico)' : Los paréntesis contieneñ datos opcionales. A su
vez, las llaves comprenden conjuntos de datos de los cuales sólo uno será selec-
cionado por las reglas de reescritura . (Para más detalles, cf. Lyons (1977a) o los
manuales corrientes.)
(a) Enumérense cinco sartas generadas por las reglas de más arriba indi-
cando su m a r cad o r f r a s e a l.
(b) ¿Cuántas sartas diferentes generan las reglas para cada verbo léxico?
r 110 LA GRAMÁTICA
(c) ¿Qué otras operaciones se n"quieren para generar formas verbales como
abrió, quiere ver, ha visto, podría haber abierto, quisiera haber venido, etc.?
(d) ¿Existen otros verbos auxiliares, en español, no comprendidos por las re-
gias de más arriba?
(e) ~A qué se debe que en las reglas no se hayan previsto las distinciones
de número (singular/plural: v. gr., abre/abren, tengo/tenemos) y de voz (activa/
pasiva/refleja: v. gr., abre/es abierto/ se abre)?
Bongo-bongo
(Inglés)
[Español]
4
iwampi isulpin. pul ap tiwampi isulpi6in?
(He beats his wife (regularly) .) (Since when have you stopped beating your hus-
[(101) suele vapulear a su mujer.] band?)
[¿Desde cuándo ya no vapuleas a tu marido?]
2
5
tixawampixep?
ap piwampi issulpifin .
(Have you finished hitting me?)
(We do not beat our wives .)
[¿Has terminado de pegarme?]
[No vapuleamos a nuestras esposas.]
3 6
jem tiwampusu ivand? iwampusi isulpin.
(Why were you beating that drum?) (She was beating her husband .)
[¿Por qué golpeabas aquel tambor?] [(Ella) vapuleaba a su marido .]
PREGUNTAS Y EJERCICIOS 117
7 17
iOilpixet. zgoldifini isurgo zalp.
(She is falling in love with you.] (Some of our friends are pipe-smokers.]
[(Ella] se enamora de ti.] [Algunos amigos nuestros son fumadores de
pipa .]
8
18
ixaOilpusip.
pirdi isurgexo zalp.
(They had fallen in love with us.]
(Fred is smoking a pipe.]
[Se han enamorado de nosotros.]
[Alfredo fuma (ahora) en pipa.]
9 19
ixa0i1pixe. uholdifini ixayimkik.
(They are in love with her.] (That friend of mine is he re now.]
[Están enamorados de ella.] [Aquel amigo mío está aquí ahora.]
20
10
iharti ixayiyimkosi izgoldin.
spurje i0ilpu zjelt.
(The farmer brought his friends.]
(Children love books.]
[El agricultor trajo a sus amigos.]
[A los niños les entusiasman los libros.]
21
11 u6imbi ixajarcexe pird.
pixaoilpixo ijelt. (The girl over there is Fred's fiancée.]
(We love this book.] [La chica de allí es la prometida de Alfredo.]
[Nos encanta este libro.]
22
ixacengosu uwing usark.
12
(She was wear¡'ng that expensive dress.]
ioungosu ujelt.
[(Ella] llevaba aquel vestido caro .]
(She was reading that book.]
[(Ella] le ía aquel libro.]
23
icengo pirt sark.
13 (She always dresses beautifully.]
u6imbi ioungexo jelt. [(Ella] siempre se viste maravillosamente.]
(That girl is reading a book.]
[Aquella chica lee (ahora] un libro.]
24
pul tixazimjek?
A (How long have you been up?]
izeltu uxaxarpik pu iOamp . [¿Cuánto tiempo llevas levantado?]
(The books are on the table.]
[Los libros están sobre la mesa.] 25
uzgoldi6ini bump bump ixazazimjexep.
(Those friends of yours got me up very early .]
15
[Aquellos amigos tuyos me hicieron levantar
ispurje ixaxarpus.
muy temprano.]
(The children were in bed.]
[Los niños estaban en cama.]
26
uzgarti ihoncos: iharti ixahoncek.
16 (Those farmers were getting rich : this farmer is
pixaxarpixe ifurj. rich (already).]
(1 am putting baby to bed.] [Aquellos agricultores se hacían ricos: este agri-
[Acuesto al bebé.] cultor (ya] lo es.]
r
118 LA GRAMÁTICA
27 30
zdarbu ufirt: l!Sarbu pirt uxaflrtlk. uwunt usturpl i!Santusl uhart Isulpin . .
(R.oses are beautlful: thls rose Is really beautlful
now.) (Those bllnd mice you see over there were
[Las rosas son hermosas: esta rosa es bien bo- chasing that farmer's wife.)
nita (ahora).] [Aquellos ratones ciegos que ves all[ perseguían
a la esposa de aquel agricultor.]
28
kansi l!Si!Silpl stlmb: korti l!Santi pirt stlmb.
(Hans is a lady-killer: Kurt Is a wolf.) 31
[Hans es un donjuán : Kurt es un calavera .] Iflrt Istlmbi Il5ilpi gonc zgart.
(These ' pretty glrls are always falling In love
29
pinge i!Santi skuld. with rich farmers .) ,
(Ping Is a flsherman .) [Estas chicas guapas siempre se enamoran de
[Plng es pescador.] agricultores ricos.]