UD3 - Tecnicas de Laboratorio

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UNIDAD 3: LÍQUIDOS Y REACTIVOS UTILIZADOS EN EL

LABORATORIO

Módulo Profesional: Técnicas Generales de Laboratorio

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Índice

RESUMEN INTRODUCTORIO ....................................................................... 2

INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 2

CASO INTRODUCTORIO ............................................................................ 3

1. EL AGUA DEL LABORATORIO .................................................................. 4

1.1. Tipos de agua ................................................................................. 4

1.2. Obtención del agua ......................................................................... 6

2. REACTIVOS QUÍMICOS .......................................................................... 8

2.1. Identificación y manejo .................................................................... 9

2.2. Clasificación, envasado y etiquetado ................................................ 10

2.3. Requisitos de limpieza y manipulación .............................................. 21

2.4. Conservación y almacenamiento ...................................................... 21

2.5. Fichas de seguridad ....................................................................... 22

RESUMEN FINAL .................................................................................... 29

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RESUMEN INTRODUCTORIO

En esta unidad “Líquidos y reactivos utilizados en el laboratorio”, estudiaremos la


importancia del agua, los tipos que hay y cómo se obtienen. Además veremos
todos los productos químicos, desde su identificación, clasificación, manejo,
etiquetado, conservación hasta las fichas de seguridad.

INTRODUCCIÓN

Muchos de los procesos que se realizan en el laboratorio necesitan usar el


agua. Esta tiene diferentes papeles como, por ejemplo, puede ser disolvente,
actúa como reactivo, es básica en el autoclave, para las destilaciones, para la
limpieza, etc.

Existen diferentes niveles respecto a la calidad del agua, basada en diferentes


parámetros. Los parámetros fisicoquímicos, los más importantes son la
conductividad eléctrica y la resistividad, los parámetros microbiológicos y la
dureza. Según los parámetros fisicoquímicos podemos clasificar el agua en 4
tipos diferentes de aguas, empezando por el tipo 1, agua ultrapura, y
disminuyendo su calidad hasta llegar al agua tipo 4, que es el agua de menor
pureza y que solo se relega su uso a laboratorios en los que, la calidad del agua,
no intervenga en los estudios realizados.

De ahí la gran importancia del agua, ya que siempre hay que tener en cuenta
qué agua estamos utilizando ya que, los análisis y técnicas que utilizamos, son
muy sensibles a los posibles contaminantes del agua.

También veremos varios mecanismos de obtención de los diferentes tipos de


agua, destilación, ósmosis inversa, etc.

Los riesgos por el uso de los productos químicos en el laboratorio han disminuido
a lo largo de los años debido, principalmente, a la automatización de muchas de
las técnicas realizadas y, también por el mayor conocimiento de sus trabajadores
en temas como la peligrosidad de dichos productos, las medidas de seguridad
que hay que adoptar, la forma de manipularlos y el conocimiento del etiquetado
de los mismos.

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CASO INTRODUCTORIO

Estas trabajando en el laboratorio y antes de realizar la toma de muestras y fijar


la preparación con formol, preparamos la solución fijadora de formol diluido al
10%. Nos disponemos en la campana de seguridad pero, tras un error, se
produce un derrame del producto, salpicándote tanto en la cara como en el
cuerpo. Todos los trabajadores conocen perfectamente el protocolo de actuación
ante un accidente, por lo que comienzan neutralizando el producto derramado,
solicitan ayuda y socorren al accidentado, lavando con agua abundante las zonas
de contacto en el cuerpo y los ojos. Gracias a la rápida acción del personal del
laboratorio, neutralizando y lavando con agua y detergente a su compañero, este
no ha sufrido daños graves.

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1. EL AGUA DEL LABORATORIO

Tras realizar los medios de cultivo utilizando agua y los diferentes productos,
como la agarosa, procedes a la limpieza del material utilizado. Tras semanas
estudiando las colonias que han crecido en las placas, procederás a esterilizarlas
para su posterior eliminación en el autoclave, utilizando siempre agua destilada.

El agua es el líquido que mayoritariamente se utiliza en los laboratorios clínicos y


de anatomía patológica, siendo importante contar un agua de calidad, ya que la
calidad del agua que se usa en los laboratorios determina la calidad de los
resultados obtenidos en los mismos. Esto es imprescindible, debido a que el uso
de un agua de gran calidad evita las interferencias en los resultados de los
análisis y, además, disminuye el deterioro de los equipos del laboratorio.

COMPRUEBA LO QUE SABES:

¿Crees que el agua que solemos usar en nuestra casa del grifo y
embotellada sirve para trabajar en el laboratorio? ¿Por qué?
Coméntalo en el foro de la unidad.

1.1. Tipos de agua

En los laboratorios podemos encontrar hasta cuatro tipos de agua, los cuales
vienen definidos por diferentes estados de pureza, dependiendo de la cantidad de
determinadas sustancias presentes en las mismas y de las propiedades que
posean.

De manera general, se cuantifican principalmente dos parámetros


fisicoquímicos para determinar la calidad del agua, según diferentes estándares
establecidos como, por ejemplo, las guías de la American Society for Testing and
Materials (ASTM), las guías del Clinical and Laboratory Standards Institute
(CLSI), o la nomativa de la ISO® 3696 para aplicaciones de laboratorio. Estos dos
parámetros son la conductividad y la resistividad, que se miden y controlan con
el conductímetro.

• Conductividad: la conductividad es una medida directamente proporcional


a la cantidad de sales disueltas en el agua. Se mide en microsiemens por
centímetro (µS/cm).
• Resistividad: es una magnitud inversa a la conductividad y se expresa en
megaohms por centímetro (mΩ.cm).

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Los tipos de agua que se encuentran en los laboratorios, según los estándares de
la ASTM, son los siguientes:

• Agua Tipo I

El agua tipo I es lo que se conoce como agua ultrapura, debido a que es el


agua más pura que se utiliza en los laboratorios clínicos y anatomopatológicos.
Esta agua presenta un valor máximo de conductividad eléctrica a 25ºC de 0,056
µS/cm, un valor mínimo de resistividad a 25ºC de 18,2 mΩ.cm, un valor máximo
de carbono orgánico total de 10 mg/L, un valor máximo de sodio de 1 mg/L, un
valor máximo de cloruros de 1 mg/L y un valor máximo de sílice total de 3 mg/L.
Por todo ello, es el agua con mayor grado de pureza que se ha podido obtener,
utilizado en aquellos estudios y análisis que son muy sensibles a los posibles
contaminantes. Algunos ejemplos de estas aplicaciones son la preparación de
soluciones para cromatografía líquida de alta resolución (HPLC), la preparación de
soluciones para cultivos celulares, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o
diferentes técnicas de secuenciación del material genético, entre otras.

• Agua Tipo II

El agua tipo II es un agua de categoría inferior al agua ultrapura. Esta agua


presenta las siguientes características: un valor máximo de conductividad
eléctrica a 25ºC de 1 µS/cm, un valor mínimo de resistividad a 25ºC de 1
mΩ.cm, un valor máximo de carbono orgánico total de 50 mg/L, un valor
máximo de sodio de 5 mg/L, un valor máximo de cloruros de 5 mg/L y un valor
máximo de sílice total de 3 mg/L.

Este es el tipo de agua que con mayor frecuencia se utiliza en los laboratorios
clínicos y de anatomía patológica, empleándose para preparar la mayoría de los
reactivos y disoluciones necesarios en los laboratorios, así como para rellenar los
analizadores y procesadores automáticos, entre otras posibles funciones.

• Agua Tipo III

El agua tipo III es un agua menos pura que la tipo II, presentando las siguientes
características: un valor máximo de conductividad eléctrica a 25ºC de 4 µS/cm,
un valor mínimo de resistividad a 25ºC de 0,25 mΩ.cm, un valor máximo de
carbono orgánico total de 200 mg/L, un valor máximo de sodio de 10 mg/L, un
valor máximo de cloruros de 10 mg/L y un valor máximo de sílice total de 500
mg/L.

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Este tipo de agua no se utiliza directamente en procesos analíticos, pero es muy
empleada, ya que es el tipo de agua con el cual se realiza el último enjuague de
todo el material de vidrio. Además, se usa para la limpieza de los autoclaves y
para rellenar algunos sistemas de análisis que requieren agua para mejorar la
calidad de los resultados, pero que no interviene directamente en el estudio.

• Agua Tipo IV

El agua tipo IV es el agua de menor pureza que se puede obtener. Este tipo de
agua no se utiliza normalmente en los laboratorios clínicos y de anatomía
patológica, quedando su uso restringido a los laboratorios de investigación donde
no sea necesario emplear agua de una pureza tan elevada como, por ejemplo,
algunos laboratorios agroalimentarios.

Las características de este tipo de agua son las siguientes: presenta un valor
máximo de conductividad eléctrica a 25ºC de 5 µS/cm, un valor mínimo de
resistividad a 25ºC de 0,2 mΩ.cm, un valor máximo de sodio 50 mg/L y un valor
máximo de cloruros de 50 mg/L.

En la siguiente tabla se expresan de manera resumida las características


fisicoquímicas que presentan los distintos tipos de agua.

Clasificación de los distintos tipos de agua que se pueden encontrar en un laboratorio

1.2. Obtención del agua

La obtención de los diferentes tipos de agua en los laboratorios clínicos y de


anatomía patológica se lleva cabo empleando distintos sistemas de purificación
del agua. Estos sistemas suelen combinar la destilación y la desionización y, en
muchos casos, incluyen la ósmosis inversa, de tal modo que se asegura la
completa eliminación de iones y sustancias orgánicas no volátiles

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• Destilación.

La destilación es una técnica física de purificación del agua. La base de esta


técnica es transformar el agua en vapor y, una vez conseguido este vapor,
hacerlo pasar por un refrigerante apropiado para condensarlo y recoger el agua
destilada en un reservorio. Esta agua destilada estará libre de impurezas no
volátiles, principalmente las sales.

• Desionización.

Las desionización es una técnica que purificación del agua que se basa en la
utilización de diferentes resinas sintéticas de intercambio iónico. Estas resinas
eliminan las sales ionizadas que contiene el agua. El modo de actuar de las
resinas es sustituir los cationes presentes en el agua por protones, y los aniones
por grupos hidroxilos. Este agua desionizada, como su propio indica, está libre de
iones que pueden interferir en las técnicas analíticas.

• Ósmosis inversa.

La ósmosis inversa en un proceso de purificación del agua, que se basa en hacer


pasar un caudal de agua a través de una membrana semi-permeable, en contra
de sus propiedades fisicoquímicas, es decir, que se hace pasar el agua desde una
solución más concentra en sales y otros contaminantes hacia una solución menos
concentrada, mediante la aplicación de presión.

Con esta técnica se consigue agua altamente purificada y libre de gran cantidad
de iones y sustancias volátiles.

La obtención de agua ultrapura o de tipo I suele requerir varias etapas de


purificación. Esto se puede hacer realizando varias destilaciones de manera
secuencial, obteniendo agua bi- o tridestilada, o bien haciendo pasar el agua por
múltiples sistemas de resinas sintéticas y membranas semi-permeables,
consiguiendo un agua de un elevado grado de pureza. Además, es muy
importante que estos sistemas de obtención de agua ultrapura dispongan de un
reservorio o depósito de almacenamiento del agua, para así poder mantener la
calidad del agua de manera constante, lo cual se consigue normalmente haciendo
recircular de manera periódica esa agua.

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COMPRUEBA LO QUE SABES:

Si montaras un laboratorio para trabajar por cuenta ajena. ¿Qué


método para obtención de agua, de los que hemos visto,
utilizarías? ¿Por qué? Coméntalo en el foro de la unidad.

2. REACTIVOS QUÍMICOS

Trabajando con ácido clorhídrico, tuviste un derrame en la campana de gases.


Gracias a tu rápida reacción se pudo solventar el problema, ya que conocías
perfectamente plan de actuación ante cualquier derrame o vertido de los
reactivos. Cuando se limpió la zona de trabajo, se detectó que el fallo había sido
no cerrar el producto con su tapón.

Los reactivos químicos son una serie de sustancias que tienen la capacidad de
interacción con otras sustancias y, gracias a esta interacción, originar una tercera
sustancia o compuesto de características y propiedades distintas a las dos
primeras. Este proceso de interacción entre dos sustancias se denomina
reacción química, a la tercera sustancia se le denomina producto de la
reacción.

En los laboratorios clínicos y anatomopatológicos estos reactivos químicos son de


gran importancia, estando presentes y siendo necesarios para multitud de
ensayos, análisis, pruebas de valoración, etcétera. Además, todos estos reactivos
deben ser de buena calidad y estar en perfecto estado de conservación para que
todas las pruebas diagnósticas den los resultados esperados, sin que existan
errores en sus procedimientos.

Todos estos reactivos químicos pueden ser de muy distintos tipos, encontrando
reactivos sólidos, reactivos líquidos, reactivos liofilizados o disoluciones de
reactivos preparadas comercialmente. Debido a esta elevada variabilidad y forma
de los reactivos, es imprescindible tener algunos criterios claros antes de trabajar
con ellos en el laboratorio.

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2.1. Identificación y manejo

• Identificación.

Aproximadamente año y medio después de la entrada en vigor del Reglamento


REACH se publica, en el seno de la Comisión Europea, el Reglamento sobre
clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (Reglamento (CE)
nº 1272/2008 o Reglamento CLP). Mediante este nuevo Reglamento Comunitario
se pretende aplicar en el marco de la Unión Europea los criterios internacionales
acordados en el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado
de Productos Químicos (SGA) aprobado por Naciones Unidas

Además, el Reglamento CLP, aproxima y unifica las legislaciones existentes sobre


los criterios de clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas.

Su entrada en vigor establece una serie de obligaciones a las empresas del


Sector Químico, reclasificando sus productos con:

o Nuevas clases y categorías de peligro.


o Nuevos pictogramas.
o Nuevas frases de riesgo.
o Nuevas frases de prudencia.
o Cambiar el contenido de las etiquetas.
o Cambiar el contenido de Fichas de Datos de Seguridad.

Existen 28 clases de peligro que, a su vez, se agrupan en 79 categorías. Dentro


de las 28 clases, se agrupan en 3 bloques:

o PELIGROS FÍSICOS: teniendo en cuenta sus propiedades fisicoquímicas.


o PELIGROS PARA LA SALUD: teniendo en cuenta sus propiedades
toxicológicas)
o PELIGRO PARA EL MEDIO AMBIENTE: todo lo que entrañe un riesgo
para el medio ambiente.
Clases y categorías de peligro según CLP

• Manejo.

A la hora de manipular cualquier reactivo químico, es fundamental conocer qué


tipo de sustancia y qué precauciones hay que tener con ella. Para ello, es
necesario identificar la sustancia, conociendo su nombre, pureza, propiedades
químicas y físicas, peligrosidad, etcétera. Toda esta información aparece en la
etiqueta del producto, que veremos más adelante.

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Durante el manejo de cualquier reactivo químico hay que seguir todas las
indicaciones que se han obtenido con la identificación del mismo, teniendo en
cuenta los avisos de peligrosidad que aparezcan en su etiqueta, así como todas
las indicaciones DE PELIGROSIDAD (frases H) y los consejos de prudencia (frases
P) de que se indiquen.

Pero, además, se deben tomar las precauciones necesarias, para evitar posibles
contaminaciones o vertidos accidentales de los reactivos durante el manejo. Para
esto, es importante seguir una serie de reglas que se describen a continuación:

o Seleccionar la pureza del reactivo más apropiada para la técnica o análisis


que se va a realizar; y siempre que sea posible, usar el frasco de menor
tamaño.
o Una vez extraído el reactivo, tapar inmediatamente el frasco para evitar la
salida de vapores, y las posibles confusiones de tapones.
o Los tapones de los frascos de reactivo, nunca se deben dejar sobre la
superficie de trabajo, sino que siempre los debemos sujetar con los dedos.
o Si es necesario mantener algún frasco de reactivo destapado durante un
proceso, no situarlo en lugares donde puede recibir salpicaduras de agua o
de otros reactivos.
o Nunca volver a introducir en el frasco original, ningún resto de reactivo o de
solución que haya sobrado después de realizar el procedimiento.
o Mantener siempre limpios y ordenados los armarios y estantes donde se
coloquen los reactivos, así como las balanzas de pesada, limpiando
cualquier salpicadura inmediatamente después de que se produzca.
o Rotular todos los frascos de reactivos o de soluciones, cuyas etiquetas
originales se hayan deteriorado por el uso.

2.2. Clasificación, envasado y etiquetado

• Clasificación.

Existen multitud de clasificaciones de reactivos químicos pero, en el caso de los


laboratorios clínicos y de anatomía patológica, la clasificación que interesa es la
que hace referencia a la calidad o pureza de estos reactivos químicos, ya que
para realizar las técnicas analíticas que se llevan a cabo en estos laboratorios, es
necesario contar con reactivos de un alto grado de pureza.

Hoy en día, la mayoría de las casas comerciales ofrecen variedad de pureza en


los distintos reactivos que tienen a la venta, especificando en la etiqueta de cada
uno ellos esta pureza o, mejor dicho, las impurezas permitidas por las

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especificaciones de calidad de los reactivos, así como de los resultados de los
análisis que se van a realizar son esos reactivos.

Por todo ello, a la hora de escoger un tipo de reactivo u otro, habrá que tener en
cuenta el fin de ese reactivo, o lo que es lo mismo, las técnicas analíticas en las
cuales se va a emplear ese reactivo.

EJEMPLO PRÁCTICO

Pepe acaba de llegar de vacaciones y su jefe le pide que,


aprovechando que hay menos cantidad de trabajo, se dedique a
clasificar los reactivos que han llegado nuevos al laboratorio.
¿Cómo puede clasificar los reactivos?

SOLUCIÓN

Pepe tiene que tener en cuenta el fin de ese reactivo, es decir, las técnicas
analíticas en las cuales se va a emplear ese reactivo.

Si los clasificamos según su calidad/ pureza los puede clasificar en: reactivos para
el análisis, reactivos purísimos y reactivos especiales.

Así, a nivel comercial se pueden distinguir tres calidades/purezas distintas de los


reactivos químicos:

o Reactivos para análisis: son todos aquellos reactivos cuyo contenido en


impurezas no supera la cantidad mínima de sustancias especificadas por
el método de análisis que se vaya a emplear. Así, se tendrá que tener en
cuenta las técnicas que se realizan en el laboratorio para adquirir los
reactivos químicos necesarios para realizar esas técnicas.
o Reactivos purísimos: son todos aquellos reactivos que presentan un
alto grado de pureza, acercándose en muchos casos al 100%. Estos
reactivos son de utilidad en los laboratorios, ya que con la adquisición de
un reactivo purísimo se pueden obtener diferentes diluciones a la pureza
o concentración de reactivo que exija la técnica de análisis que va a
utilizar. En este sentido, son muy útiles y presenten la ventaja que con
menos cantidad de frascos se tienen todos los reactivos necesarios para
todas las técnicas empleadas. Su principal inconveniente, es que suelen
comercializarse en frascos de mayor tamaño, por lo que, si son reactivos
que no se utilizan con mucha frecuencia y se deja mucho tiempo el frasco
abierto, puede perder calidad y por tanto no sería aconsejable su uso.

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o Reactivos especiales: los reactivos químicos especiales, son todos
aquellos reactivos que presentan unas calidades específicas para
determinadas técnicas analíticas, muy específicas y que requieren esa
calidad. Algunas de estas técnicas que requieren de este tipo de reactivos
especiales son la cromatografía líquida o la espectrofotometría, entre
otras.

• Envasado y etiquetado.

Todos los reactivos químicos comercializados deben presentarse en unos envases


especiales, los cuales deben cumplir las siguientes características:

o Deben estar diseñados, de tal manera, que no sea posible ningún tipo de
pérdida de su contenido durante el transporte de los mismos.
o Los materiales con los que se fabriquen los envases, así como sus cierres,
deben ser materiales estables, que no puedan ser atacados, reaccionar o
formar combinaciones peligrosas con el reactivo que van a albergar.
o Los envases y cierres para reactivos químicos deben ser sólidos y fuertes,
para evitar fugas de posibles vapores.
o Los envases con sistema de cierre reutilizable deben estar diseñados de tal
forma que, el envase, pueda cerrarse varias veces sin pérdida de su
contenido.

Según el SGA, todo reactivo químico debe incluir obligatoriamente en su envase,


de manera legible e indeleble, una etiqueta bien visible, que es la primera
información básica que recibe el usuario, sobre los posibles peligros y las
precauciones que se deben tomar a la hora de trabajar con el producto. Además,
dicha etiqueta debe estar redactada en el idioma oficial del Estado y debe
contener las siguientes partes:

o Identificación del producto y de la sustancia o sustancias peligrosas


que componen la mezcla32 (nombre y número/s de identificación33).
o Cantidad nominal (masa o volumen) de la sustancia o mezcla contenida
en el envase.
o Nombre, dirección y teléfono del fabricante e importador: o lo que
es lo mismo, del responsable de su comercialización en la Unión Europea.
o Indicaciones de peligros. Frases H: Las frases de riesgo (frases R) del
antiguo Reglamento Europeo serán ahora indicaciones de peligro o frases
H con el CLP. Describen al detalle la naturaleza del peligro, se expresan
con la letra H y tres números.
▪ Peligros físicos: Frases H200 - H299
▪ Peligros para la salud: Frases H300 - H399
▪ Peligros para el medio ambiente: Frases H400 - H499

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o Consejos de prudencia. Frases P: Los consejos de prudencia (frases S
del antiguo reglamento), según el Reglamento CLP se
denominarán frases P. Son consejos de recomendaciones para evitar
efectos adversos tanto en el uso como en la eliminación de la sustancia o
mezcla. Se expresan con la letra P y tres números. Los nuevos consejos
de prudencia (frases P), que se codifican del modo siguiente:

▪ Consejos generales: P 1 00
▪ Consejos de prevención: P 2 00
▪ Consejos de respuesta: P 3 00
▪ Consejos de almacenamiento: P 4 00
▪ Consejos de eliminación: P 5 00.

Para facilitar el etiquetado, como norma general, no se podrán incluir más


de 6 consejos de prudencia en las etiquetas o fichas de seguridad (FDS), a
menos que estos sean necesarios para reflejar la naturaleza y severidad de
los peligros. Será el productor el que valore su importancia y decida cuáles
debe incorporar (lo cual podría disminuir el nivel de protección del
usuario).

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o Palabra de advertencia: vocablo que indica el nivel de gravedad de
peligros potenciales. Hay dos categorías: para sustancias con peligro menos
grave se usa la palabra “Atención” y para las sustancias con peligros graves
se usa la palabra “Peligro”.

o Información suplementaria: se consideran frases que aportan más


información sobre sustancias o mezclas que se consideran peligrosas. Se
identifican con las letras EUH, seguido de tres números.

16
o Pictogramas de peligro: aparece de manera destacada. Composición
gráfica que contiene un símbolo más otros elementos gráficos, como un
contorno, un motivo o un color de fondo, y que sirve para transmitir una
información específica sobre el peligro en cuestión. El nuevo reglamento ha
modificado los pictogramas.

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Comparativa entre pictogramas antiguos y pictogramas nuevos:

Pictogramas nuevos

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Ejemplo de etiqueta

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EJEMPLO PRÁCTICO

Llega al laboratorio un paquete con la etiqueta que


aparece a continuación. ¿Qué significa esos símbolos?
¿Qué precauciones tienes que tener en cuenta para
abrirlo?

SOLUCIÓN

Las imágenes, más la palabra DANGER, advierten de peligro de: sustancias


inflamables, explosivas, toxicidad agua categoría 1 y cancerígeno,
mutágeno.

Demás la etiqueta te indica el tipo de producto y te informa del proveedor


del mismo y un teléfono por si fuera necesario

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2.3. Requisitos de limpieza y manipulación

A la hora de manipular correctamente los reactivos químicos es importante


conocer el modo de actuar cuando se debe limpiar el material que ha estado
en contacto con el reactivo, así como, tener preparado un plan de actuación ante
cualquier derrame o vertido de los reactivos.

En cuanto a la limpieza, siempre se deben seguir las instrucciones que aparecen


las fichas de seguridad de los productos, así como todos los consejos recogidos
en las frases H y P.

Por su parte, el plan de actuación ante un vertido debe ser preparado por el
departamento de prevención del laboratorio pero, en su preparación, deben
intervenir y ofrecer sus opiniones y conocimientos todos los trabajadores del
laboratorio. En dicho plan de actuación deben aparecer todos los nombres y
números de teléfono de las personas o instituciones de contacto en caso de
vertido, así como los planes de evacuación del propio laboratorio y del edificio, si
es pertinente. Además, aparecen instrucciones para la contención de la sustancia
derramada, un inventario de los materiales de control para ese derrame y de los
equipos de protección personal, así como el medio adecuado para eliminar los
materiales de limpieza.

2.4. Conservación y almacenamiento

La conservación y almacenamiento de los reactivos químicos en los laboratorios


siempre debe hacerse en el lugar previamente establecido y cumpliendo con la
normativa vigente, por ello, de nuevo, se hace referencia al departamento de
prevención del laboratorio, el cual deberá velar por el cumplimiento de la
normativa, siempre en colaboración y concordancia con todo el personal del
laboratorio.

En líneas generales, esta conservación y almacenamiento debe realizarse en una


estancia separada del propio laboratorio o, en su defecto, en armarios de
seguridad habilitados en el propio laboratorio, pero lejos de fuentes de calor.

En cualquier caso, habrá que distribuir y ordenar los productos según su


categoría, por ejemplo, separar los reactivos ácidos de los básicos, colocando
entre ellos materiales inertes; y, por supuesto, los materiales inflamables y
extremadamente inflamables deben colocarse en estancias separadas y lejos de
cualquier fuente de ignición y/o calor.

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PARA SABER MÁS…

En el siguiente enlace puedes ver NTP (Notas Técnicas de


Prevención) específicas de laboratorio según la búsqueda
efectuada. Estas notas son guías de buenas prácticas editadas por
el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
(INSHT). Sólo tienes que escribir la palabra “LABORATORIO” en el buscador y se abrirá
un menú extensible con todas las posibilidades. ¡¡Prueba!!"

https://www.insst.es/ntp-notas-tecnicas-de-
prevencion?p_p_id=inssbtportalbuscadorportlet_WAR_inssbtportalbuscadorportlet_INST
ANCE_7XGcPBL6yF0x&p_p_lifecycle=1&p_p_state=normal&p_p_mode=view&p_p_col_i
d=column-
2&p_p_col_count=1&_inssbtportalbuscadorportlet_WAR_inssbtportalbuscadorportlet_IN
STANCE_7XGcPBL6yF0x_javax.portlet.action=searchData

2.5. Fichas de seguridad

Las fichas de datos de seguridad (FDS) de los reactivos químicos son una
importante fuente de información complementaria a la que aparece en la
etiqueta. Además, constituyen una herramienta de trabajo imprescindible en el
campo de la prevención de riesgos laborales y de la protección del medio
ambiente, debido a que presentan toda la información necesaria sobre un
reactivo químico, para tomar las medidas necesarias para la protección de la
salud y la seguridad en el lugar de trabajo.

Las fichas de seguridad deben ser suministradas a los laboratorios por el


responsable de la comercialización de los reactivos químicos con los que el
laboratorio trabajo. En dichas fichas de seguridad, además aparece información
sobre las propiedades fisicoquímicas de la sustancia, las cuales complementan los
peligros para la salud y el medio ambiente. Por su parte, también poseen
información sobre los riesgos derivados de esas propiedades fisicoquímicas, sobre
controles de exposición a la sustancia, sobre su manipulación, almacenamiento y
eliminación.

Estas fichas también informan sobre las medidas de lucha contra incendios, los
medios de protección, las precauciones a tomar en caso de vertido accidental y
sobre primeros auxilios.

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PARA SABER MÁS…

Las fichas de seguridad deben redactarse en la legua oficial del


Estado y ser suministradas de forma gratuita por el responsable
de su comercialización, en la primera entrega del producto al
laboratorio. Estas fichas han de ser renovadas siempre que se
produzcan revisiones por nuevos conocimientos científicos, relativos a la seguridad y a
la protección de la salud y del medio ambiente, sobre el reactivo químico.

Deben contener información sobre 16 aspectos (Reglamento CE nº. 1907/2006)


que han sido adaptados al SGA.

• Sección 1: Identificación de la sustancia o la mezcla de la empresa y un


teléfono de emergencias.
• Sección 2: Identificación de los peligros.
• Sección 3: Composición e información sobre los componentes.
• Sección 4: Primeros auxilios. Principales síntomas y efectos, indicación de
la atención médica y tratamientos que deban dispensarse de inmediato.
• Sección 5: Medida de lucha contra incendios. Medios de extinción, peligros
específicos derivados de la sustancia o mezcla, recomendaciones para el
personal de lucha contra incendios.
• Sección 6: Medidas en caso de vertido accidental. Precauciones personales,
EPI, procedimientos de emergencias, métodos y material de contención y
limpieza.
• Sección 7: Manipulación y almacenamiento. Precauciones para una
manipulación y almacenamiento seguro, posibles incompatibilidades.
• Sección 8: Controles de exposición y protección individual.
• Sección 9: Propiedades físicas y químicas.
• Sección 10: Estabilidad y reactividad química. Posibilidad de reacciones
peligrosas, condiciones que deben evitarse, etc.
• Sección 11: Información toxicológica.
• Sección 12: Información ecológica. Toxicidad, persistencia y
degradabilidad, potencial de bioacumulación.
• Sección 13: Consideraciones relativas a la eliminación.
• Sección 14: Información relativa al transporte. Clases de peligro para el
transporte, peligros para el medio ambiente, precauciones para los usuarios.
• Sección 15: Información reglamentaria. Reglamentación y legislación en
materia de seguridad, salud, medio ambiente y evaluación de la seguridad
química.
• Sección 16: Otra información.

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A continuación se muestra un ejemplo de dicha FDS con sus 16 secciones.

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RESUMEN FINAL

En esta unidad hemos visto la utilización de los líquidos en el laboratorio.


Primero, desglosando todo lo relativo al agua que se utilizada, sus tipos y los
procedimientos sobre cómo obtener ese agua.

En cuanto a los reactivos químicos en los laboratorios, hemos visto la importancia


de la identificación y manejo de los mismos, sus diferentes símbolos y
pictogramas, así como las indicaciones de riesgo y de seguridad.

De igual forma, la clasificación, envasado y etiquetado de los productos, la


información que se desprende de una simple etiqueta… Y los requisitos de
limpieza y manipulación, así como la conservación y almacenamiento de los
distintos reactivos químicos.

Finalmente, hemos visto las fichas de seguridad, que muestran un resumen de


todos los aspectos que le influyen a una determinada sustancia o reactivo
químico.

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