Revolucià N Industrial

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TEMA 2 – LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


La Revolución Industrial fue un proceso histórico de transformaciones económicas y
sociales que tuvo lugar aproximadamente entre 1760 y 1840, y que desencadenó
cambios sin precedentes en las sociedades occidentales y, luego, en todo el mundo.
Se caracterizó por el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la producción en gran
escala y la concentración de fábricas en ciudades. La invención más importante del
período fue la máquina de vapor, cuyo combustible era el carbón mineral y cuyo uso
incrementó a niveles sin precedentes la producción y el transporte. También fueron
importantes otros inventos como las máquinas hiladoras y el telar mecánico, que
permitieron producir más textiles en menor tiempo.
La Revolución Industrial comenzó en Inglaterra, donde habían confluido una serie de
condiciones económicas, políticas, sociales y tecnológicas favorables a este gran cambio.
A lo largo del siglo XIX se extendió a otros países de Europa occidental, Estados Unidos y
Japón.

1. LA ECONOMÍA PREINDUSTRIAL.
La organización económica de las sociedades preindustriales tenía los siguientes rasgos:
a) Tres cuartas partes de la población activa se concentraban en el sector primario.
> b) La industria era de tipo artesanal y conservaba todavía rasgos gremiales. Los talleres
artesanos empleaban un reducido número de trabajadores, siendo la maquinaria escasa y
las fuentes de energía la humana, animal o la proporcionada por el agua o el viento. La
especialización era limitada, es decir, que el proceso de trabajo invertido en la creación de
mercancías era controlado de principio a fin por un escaso número de operarios.
c) Predominaba el comercio a larga distancia, los intercambios internos eran escasos y
difíciles debido a las malas comunicaciones y la inexistencia de un mercado unificado.
>d) El desarrollo urbano era escaso. La aldea constituía el centro de organización y
producción. Pocas ciudades superaban los 50.000 habitantes. A mediados del siglo XVIII
el ciclo demográfico sufrió significativas alteraciones debidas esencialmente a una
disminución de la mortalidad. Estas transformaciones llevarían consigo un incremento de
la población acompañado del trasvase de habitantes desde el campo a la ciudad, lo que
repercutió en el desarrollo sin precedentes del URBANISMO.
e) La estructura de la propiedad era de carácter señorial, cimentada en grandes
latifundios cuyos propietarios percibían cuantiosas rentas de carácter feudal procedentes
de una gran masa de CAMPESINOS desprovistos de tierras.
f) Un escaso crecimiento demográfico debido a:
-Un escaso crecimiento vegetativo, condicionado por altas tasas de natalidad y altos
índices de mortalidad, especialmente infantil.
-Un inestable equilibrio entre la población y los recursos. Periódicamente se producían
crisis de subsistencias desatadas por el encadenamiento de malas cosechas. La escasez
de alimentos originaba hambrunas que a su vez producían epidemias difundidas con gran
rapidez entre una población muy débil.

En el siglo XVIII
Se produjeron ciertos cambios en ese modelo demográfico; así en algunas zonas de
Europa hubo un incremento de los excedentes alimentarios y una mejor nutrición, lo que
se tradujo en la disminución de hambrunas y epidemias y, consiguientemente, en la
reducción de la mortalidad. Otro factor que influyó en el descenso de la mortalidad fue un
cierto progreso de la medicina. El resultado fue un crecimiento demográfico que sin
embargo no afectó por igual a todo el continente.
El aumento de la población intensificó la demanda de alimentos y manufacturas, también
Zincrementó la disponibilidad de mano de obra, tanto en el campo como en la industria,
factores determinantes en el desarrollo de la revolución agrícola e industrial.

La protoindustrialización.
A lo largo del siglo XVIII se produjeron significativos cambios económicos que precedieron
a la revolución industrial. Estas alteraciones reciben el nombre de: "protoindustrialización"
Se concretaron en:
La expansión del comercio, que estimuló las manufacturas y permitió la acumulación de
capitales, parte de los cuales fueron invertidos en la naciente industria moderna.
El nacimiento de una industria rural denominada "Domestic System" que se desarrolló al
margen de las reglamentaciones gremiales. Se trataba de una industria de carácter rural
que conjugaba el trabajo agrícola con la manufactura casera de textiles por lo que no se
desarrollaba en las fábricas.
Tenía las siguientes características:
El empresario (capitalista) era generalmente un comerciante no un industrial.
Proporcionaba materia prima a los campesinos, esencialmente mujeres, y éstas la
trabajaban en su hogar.
El pago se realizaba mediante salario.
e ario
El campesino no era dueño ni de la materia prima ni del producto resultante, aunque sí
lo era de los útiles de trabajo.
La producción trascendía la limitación del mercado local o regional, estaba destinada a
la exportación.
Esta actividad se desarrolló al margen de la reglamentación de los gremios de
artesanos. Dependía del capital mercantil. trituras
El proceso de trabajo era sencillo y no requería una maquinaria compleja.
Se concentró esencialmente en el sector textil, con la fabricación de mercancías de
lana o lino.

2. LA 1ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Lo que conocemos como 1ª Revolución Industrial se inició en Inglaterra durante la
segunda mitad del siglo XVIII. Fue posible gracias a una serie de transformaciones en las
estructuras económicas y demográficas:
Agrarias
Fueron esenciales. Precedieron y facilitaron las de la industria. Por su ritmo acelerado y
su trascendencia han sido consideradas una auténtica revolución agrícola.
Demográficas
Durante el siglo XVIII la población de Gran Bretaña aumentó aceleradamente pasando de
unos 6 millones de habitantes en 1750 a 28 en 1850, lo que constituyó una innegable
revolución demográfica.
Técnicas. Una vez aplicadas al sistema productivo condujeron a un excepcional
incremento de los bienes materiales.
Comerciales. Gracias al desarrollo de las comunicaciones y la revolución en los
transportes se multiplicaron las relaciones comerciales.

2.1. La revolución agrícola inglesa.


A mediados del siglo XVIII Inglaterra contaba con la agricultura más productiva de Europa,
debido a que sus estructuras habían sido objeto de una serie de transformaciones:
Cambios en la estructura de la propiedad agraria. Los "openfields" (campos abiertos) son
sustituidos por las "Enclosures" (cercamientos).
La puesta en práctica de innovaciones agrarias que posibilitaron el gradual abandono del
barbecho a raíz de la aplicación del "Sistema Norfolk", la estabulación del ganado, la
introducción de nuevos cultivos (maíz, patata, plantas forrajeras, etc.) y el empleo hacia
1870 de los primeros modelos de maquinaria agrícola (sembradoras, trilladoras).
Debido a estas medidas, entre 1700 y 1800 los rendimientos agrícolas se incrementaron
en un 90%.

Las "Enclosures" o cercado de los campos abiertos fueron puestas en práctica en


Inglaterra tras la aplicación de las "Leyes de cercamiento" (Enclosure Acts) que
establecían "la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas
abiertas y comunes y de las tierras baldías y comunes" situadas en cada territorio.
Los campos abiertos (openfields) eran explotados colectivamente por pequeños
agricultores que tuvieron que abandonarlos porque sus derechos basados en la tradición
no fueron respetados por las nuevas leyes. Se trataba de parcelas de tierra a las que los
campesinos tenían acceso, pero sin ostentar la titularidad de propietarios.
Estaban dispersas en zonas de terreno desconectadas entre sí y abiertas a la entrada del
ganado. Los rendimientos de estas tierras eran muy bajos y su función económica estaba
orientada a la subsistencia.
Las leyes de cercamiento supusieron la sustitución de los derechos comunales por los de
propiedad privada. Las parcelas antes dispersas pasaron a ser propiedad de particulares,
agrupadas y cerradas mediante vallas. En ellas se aplicaron las mejores técnicas del
momento (rotación de cultivos, drenaje de suelos, empleo de nuevos abonos, etc)

Los campesinos desposeídos hubieron de desplazarse a las ciudades en busca de


sustento o a convertirse en jornaleros. Con ello la actividad agrícola dejó de ser un bien
heredado y destinado a la subsistencia para convertirse en una empresa regida por las
leyes del mercado, orientada al logro de beneficios y ejercida por asalariados.

Los cercamientos contribuyeron a:


La mejora de productividad agrícola y el incremento de los excedentes alimentarios
disponibles.
La mejora en la calidad de la alimentación que propició la "Revolución Demográfica".
Un aporte de capital procedente de los beneficios de los terratenientes, esencial en la
financiación de las nuevas empresas industriales.
• El suministro de una mano de obra barata que fue empleada en la industria y
contribuyó a la acumulación de capital esencial para su desarrollo.

El Sistema Norfolk
La introducción del sistema Norfolk allí donde se produjo eliminó el barbecho, mediante la
introducción de plantas forrajeras y la conveniente rotación de cultivos. Supuso la
estabulación del ganado (alimentado con los forrajes) y, junto con la mejora del utillaje
agrícola (aún no mecanizado), permitió un incremento, tanto de los rendimientos de la
tierra como de su producción.

Entre las consecuencias de la Revolución agrícola destacan las siguientes:

El crecimiento de sobrantes alimentarios necesarios para satisfacer la fuerte demanda


→ de una población en alza.

3
La disponibilidad de excedentes de mano de obra sobrante del campo, fundamental
→ para satisfacer las crecientes necesidades de una industria urbana en desarrollo.

El incremento de los beneficios de los propietarios de tierras, parte de los cuales se


→ invirtieron en las primeras fábricas modernas.

2.2. La Revolución demográfica.


Se debió fundamentalmente a dos causas:
1. El mantenimiento de unas altas tasas de natalidad (superiores al 40 x mil).
2. El descenso de la mortalidad catastrófica.

Contribuyeron a ello dos factores:


- La mayor disponibilidad de alimentos y la erradicación de las crisis de subsistencia
gracias al incremento de la productividad (Revolución agrícola).
- Los avances higiénicos, sanitarios (especialmente en el campo de la asepsia) y
médicos, constituyendo un importante ejemplo la vacuna contra la viruela (Jenner, 1796).

2.3. Las innovaciones técnicas.


La sustitución de la fuerza humana y animal por la mecánica fue posible gracias a una
serie de innovaciones técnicas que se extendieron por Inglaterra a lo largo del siglo XVIII.
Los conceptos científicos en los que se basaban ya eran conocidos desde hacía siglos,
hecho que contribuyó a que la Primera Revolución Industrial fuese relativamente simple
desde el punto de vista técnico y no muy cara.

La novedad radicó en la aplicación de esos conocimientos ya existentes a la producción


de bienes materiales.
Los principales campos en los que se produjeron las innovaciones técnicas fueron el de la
energía (máquina de vapor de Watt), el textil (hilado y tejido del algodón), la metalurgia
(altos hornos. etc) y, finalmente, los transportes (locomotora de Stephenson).
La incorporación de las máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los
tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se trasladó desde los
talleres artesanales con un reducido número de operarios a las fábricas, donde máquinas
y obreros fueron agrupados en grandes concentraciones.

La división del trabajo derivó en un notable incremento de la productividad, así como en la


disminución de los costes de fabricación, lo que redundó a su vez en la disminución de los
precios y en el crecimiento del número de consumidores.

2.4. La expansión comercial.


Se inició en Inglaterra, alentada por dos circunstancias:
-La consolidación de su mercado interno.
Intervino en ello el crecimiento de una población que incrementó la demanda de bienes, la
mejora de los transportes y de las vías de comunicación (canales fluviales, carreteras y,
más tarde, el ferrocarril), así como la supresión de barreras aduaneras interiores.
El ferrocarril fue el verdadero motor de la revolución de los transportes y la consolidación
de un mercado interior. Inicia su verdadera andadura en el primer tercio del siglo XIX.

-La expansión del mercado exterior que fue posible gracias a:


La ampliación y diversificación del comercio externo, impelido por la demanda de
materias primas (algodón) y la exportación de productos industriales (tejidos).
La ayuda de una potente marina, tanto mercante como militar.
La posesión de un imperio colonial donde adquirir materias primas baratas y exportar la
producción de sus fábricas.

2.5. Los sectores de la producción.


Durante la fase inicial del proceso de industrialización dos fueron los principales sectores
afectados por los cambios:

El sector textil
La industria del algodón se erigió en la actividad líder de la Primera Revolución Industrial
tras incorporar importantes innovaciones a los procesos de tejido e hilado. Desplazó en
magnitud a la de la lana.

En 1733 Kay inventó el telar de Lanzadera Volante, que revolucionó el sector del tejido de
algodón. Más tarde fue el sector del hilado con la Spinning Jenny de Hargreaves (1765) y
la Water Frame de Arkwright (1767) el que polarizó los cambios. En 1779 Crompton
inventó la Mule Jenny, fusión entre la Jenny y la Water Frame.
A principios del siglo XIX ya había varias fábricas con telares automáticos en ciudades
como Manchester o Londres.
Tres hechos contribuyeron a ese éxito:
o La prohibición de importar telas de algodón de la India, principal competidora de
Inglaterra.
O La existencia de grandes plantaciones de algodón en Norteamérica, explotadas en
régimen esclavista que proporcionaban materia prima abundante y barata a las factorías
3 inglesas.
3 La inexistencia de reglamentaciones gremiales en el proceso productivo, lo que sin
duda eliminaba las trabas que sufrían otras actividades.

El sector siderúrgico
Jugó un papel menos relevante que el textil en los inicios de la industrialización.
La industria del hierro estuvo muy vinculada con la minería del carbón. Fue este mineral
(hulla, coque) el que sustituyó a la madera como combustible. Las industrias siderúrgicas
se asentaron allí donde había minas de carbón.

Al desarrollo del sector contribuyó la incorporación de nuevas técnicas como el del


pudelaje del hierro (Henry Cort, 1783) que permitieron eliminar las impurezas del hierro
inglés y emplearlo con mayor eficacia en la producción de bienes.
Mención especial merece el uso del ferrocarril como dinamizador del sector por la gran
necesidad de metal para la fabricación de raíles, máquinas y vagones. Esa demanda se
incrementará a lo largo del siglo XIX.

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