Trabajo de Arte Yoyoi Kusma
Trabajo de Arte Yoyoi Kusma
Trabajo de Arte Yoyoi Kusma
Nos encontramos ante una obra perteneciente a la artista japonesa Yayoi Kusama.
Yayoi Kusama nació en Matsumoto, Nagano, Japón, el 29 de marzo de 1928. Comenzó
su carrera artística en la década de los años cincuenta. Sus inicios estuvieron muy
marcados por la influencia de la pintura tradicional japonesa y por los pensamientos
obsesivos y las consecuencias de sus crisis alucinatorias, que la artista atribuye a los
malos tratos sufridos en su infancia. Así nació el concepto que la artista llama redes de
infinito, grandes superficies cubiertas por lunares que constituyen desde entonces su
elemento plástico más característico, su seña de identidad.
En 1957 abandonó Japón para vivir en los Estados Unidos. Durante su estancia en Nueva
York, estableció rápidamente su reputación como un líder en el movimiento avant-garde.
Organizó “happenings” extravagantes en lugares visibles y concurridos como el Central
Park y el Puente de Brooklyn. Fue enormemente productiva, y contó con Joseph Cornell y
Donald Judd entre sus amigos y seguidores, pero no logró beneficiarse económicamente
de su trabajo.
Su trabajo comparte algunos atributos del feminismo, minimalismo, surrealismo, Art Brut,
pop y expresionismo abstracto. Ella misma se describe como una artista obsesiva. Su
obra está impregnada de contenido autobiográfico, psicológico y sexual, e incluye
pinturas, esculturas, performances e instalaciones.
Se trata de un una imagen artística creada por Kusama, quien percibe la realidad de una
manera subjetiva, la cual transmite, e invita a todo tipo de público a crear su propia
interpretación. Bajo el título de `Ready to Blossom in the Morning´, finalizada en 1989 y
perteneciente al estilo Art Brust, Pop Art. Las flores son un tema recurrente en la obra de
la inclasificable artista japonesa. Kusama utiliza el tema de las flores en sus pinturas
siempre con un tratamiento personal, propio de la genialidad del artista. Desde muy chica
experimentó alucinaciones y pensamientos obsesivos, e incluso una naturaleza suicida.
Yayoi Kusama afirma: ``Hago mis obras para sobrevivir al dolor, al deseo de la muerte´´.
Ella, ve su vida como un punto entre millones de otros puntos y se deja fluir entre formas
orgánicas que te hacen sentir dentro de la misma célula de la existencia, caminos y rutas
que no van a ningún lado, pero que siempre fluyen.
Dentro del nivel icónico , nos encontramos los elementos morfológicos, en los que
destaca un formato diagonal de la imagen. Donde las formas que se observan a primera
vista, las dos flores; tulipanes para ser exactos, indican una orientación que se prolonga
desde el punto diagonal izquierdo de la obra, hasta su avance en sentido directo a su
diagonal contraria. Produciendo una sensación diagonal de la imagen.
Su realización está elaborada en tonos medios y una gama de colores vibrantes,
enérgicos y devoradores; que aportan luz, vida y realismo. Se recurre a la saturación y
brillo para la obtención de colores impactantes. Predomina el color rojo del fondo, frente a
la utilización del amarillo, verde y rosado de las flores. Yayoi Kusama es mundialmente
conocido por sus patrones de lunares y por su uso del color, en el que abundan colores
intenso en la realización de sus obras.
En el desarrollo del nivel pre-iconográfico y atendiendo a las figuras, podemos decir que
destacan en primer plano frente al fondo, dos flores que se observan nítidamente. Y
destacamos la ausencia de cualquier elemento humano que se presenta en la obra.
Yayoi Kusama dice en relación a su pintura Flor (1954): ``Un día estaba mirando una flor
roja en el mantel y vi los patrones que tenía, cuando miré al techo vi el mismo patrón y en
las paredes, en mi cuerpo y en el universo. Me sentía girando en el infinito del tiempo y
del espacio. Cuando me di cuenta, me asusté´’.
Para finalizar con el nivel simbólico, destacamos dos aspectos a tratar. Los símbolos
cromáticos, donde predomina el color rojo del fondo y el amarillo de una de las flores, que
representan los colores primarios y evocan la calidez. Mientras que los secundarios como
el rosado y verde son fríos y nos recuerdan a la hierba. Y el símbolo de las formas
básicas, que en este caso sin duda alguna hace referencia al círculo. Elemento
compositor de esta obra y un punto imprescindible a tratar en esta artista.
La artista es tan famosa por sus excepcionales obras como por su traumática historia
marcada por abusos. La técnica de Kusama se caracteriza por saturar lienzos y diversos
espacios físicos con círculos multicolores, puntos y lunares repetitivos que invaden y
diluyen todos los elementos alrededor. Escenas que crean un infinito ilusorio, motivo
recurrente en cada una de sus piezas.
Para Kusama los lunares tienen la forma del sol, “significan la energía masculina, la
fuente de la vida”, pero también tienen “la forma de la luna, simbolizando el principio
femenino de la reproducción y el crecimiento”. Para ella, los lunares de colores son todo.
Y los ve –o alucina verlos- desde su infancia, como si su visión fuera surrealista.
Estos patrones psicosomáticos han sido la fuga para el trastorno obsesivo-compulsivo y la
depresión que acompañan a Kusama desde la infancia. Sus trabajos pictóricos, esculturas
y escritos surrealistas son un constante diálogo interno, medios por los cuales refleja
también su represión sexual, la empatía por los movimientos feministas así como
experiencias de diversas facetas en su historia personal. Ella es parte de su obra.
“Nuestra tierra es sólo un lunar entre los millones de estrellas del cosmos. Los lunares son
un camino al infinito. Cuando borramos la naturaleza y nuestros cuerpos con lunares, nos
integramos a la unidad de nuestro entorno. Nos volvemos parte de la eternidad…”
Yayoi Kusama