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Revista de Química. Vol. X. No 2.

Diciembre de 1996

LAS PLANTAS MEDICINALES. EJEMPLO DE NUEVO ESCENARIO


EN UNA CLASICA APROXIMACION PARA EL DESCUBRIMIENTO
DEL MEDICAMENTO

Antonio Monge Vega*

"No hay reglas para hacer castillos en las nubes"


(El hombre eterno; G.K. Chesterton -1925-)

El siglo XX que estamos completando, puede ser reconocido como uno


de los más interesantes de la historia de la humanidad. Por sus conquistas
sociales, con la consideración de la mujer en igualdad al hombre como ser
humano. Por sus conquistas artísticas, en donde medios técnicos muy impor-
tantes han colaborado con la inteligencia y sensibilidad buscando una inter-
pretación de la realidad. Por sus conquistas tecnológicas, poniendo a dispo-
sición de la sociedad entera bienes y servicios simplemente impresionantes.
Por tantas cosas.

Pero, ¿es el mundo más humano? ¿Tantos avances están ayudando al


hombre a encontrarse con su sentido, a reconocerse, a darse cuenta de su au-
téntica filiación y de su último destino?

Viene a cuento la anécdota de aquel profesor español que acompaña a


un colega misionero en Africa a la visita de un gran almacén, para descansar
unos minutos de largas reuniones de trabajo en un caluroso julio madrileño.

* CIFA, Universidad de Navarra, Pamplona, España.

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¿Qué te parece lo que consumen los españoles?, pregunt-a al misionero el profesor
obsequioso. Muy interesante todo, contesta el misionero, pero casi nada de
lo que he visto sería de utilidad para las gentes donde yo trabajo.

Y esta es otra característica de nuestros tiempos. Cosas y más cosas,


Cuántas de ellas sin sentido llenan nuestras aspiraciones y nuestros intereses.
Cuánto hablar y cuánto escribir. Cuánto producir sin saber para que se hace.
Cuánto correr sin tener la menor idea de lo que puede pasar una vez que
se llega a lugar deseado, e incluso ansiado.

La investigación científica es sin duda palabra clave en nuestros tiempos.


Sugiere mucho, todos atienden a su reclamo, de ella se espera mucho. Es signo
de calidad: "tal logro es resultado de una investigación". Es signo de auto-
ridad: "está científicamente demostrado". Por una perversión del lenguaje,
en muchos casos se utiliza también como signo de bondad, sin reflexionar
en que es ésta una cualidad que se escapa de sus límites.

Hay quien califica a la investigación en básica y aplicada. Quien busca


índices para saber si es buena o mala. Quien mide los resultados por los be-
neficios económicos que reporta. Y de muchas otras maneras.

Hay quien califica los centros de investigación por los contratos y ayudas
que logra. Por los puestos a donde son elevados sus investigadores. Entre otras
cosas.

Se olvida con frecuencia que la investigación científica no significa nada


en si misma. Que son los objetivos y los fines que se marcan lo que la define
y la hace grande o insignificante. Que en definitiva, si en la búsqueda de la
verdad no sirve al hombre en su más amplio sentido, de nada sirve.

El medicamento es el bien más importante que ha alcanzado el hombre


en este siglo XX. Y lo será más si cabe, en el próximo milenio.

La medicina actual sin medicamentos sería otra cosa. La llamada calidad


de vida, también. Y es que se puede estar rode~/Jo de cualquier cosa con la
felicidad comprometida ante la ausencia de salud.

Los medicamentos, ocupan un lugar importante en nuestras vidas. Los


tenemos en nuestras casas, y hablamos de ellos en términos técnicos, y en
muchos casos con corrección aún sin ser especialistas.

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¿Pero cuáles son las luces y las sombras que hoy aparecen con los me-
dicamentos? ¿Cómo debe plantearse su futuro? ¿Cuáles son los nuevos es-
cenarios en el descubrimiento?

El siglo XXI tendrá características peculiares, que se vislumbran de gran


influencia en lo cotidiano, también en la investigación científica y en el me-
dicamento.

La primera cuestión a considerar es el carácter universal de las acciones


del hombre. Cualquier cosa que sucede en el planeta tiene influencia sobre
las partes. A nada de lo que suceda sobre la tierra se puede permanecer ajeno.

Esta observación tiene especial importancia en el caso del medicamento


y de la investigación. El objetivo del trabajo debe ser global, al menos en
la visión del problema. Aunque, como es razonable, se intente después una
aproximación en la consideración de un objetivo concreto.

El nuevo escenario es por tanto el planeta Tierra, en su totalidad. Esta


cuestión parece obvia. Sin embargo, contemplando la realidad, nos damos cuenta
de que esto no sucede en la actualidad.

Algún ejemplo puede aclarar nuestro planteamiento. Así, en los medios


de comunicación son noticia, que hacen opinión y mueven intereses (no se
olvide) asuntos como la terapia génica, las moléculas consecuencia de la apli-
cación de la biotecnología, etc ... Terribles enfermedades como Alzheimer
y cáncer. El SIDA como la gran plaga del siglo XX.

También sería bueno considerar, como otro parámetro de interés, el número


de personas que podrán beneficiarse de estas moléculas obtenidas por
biotecnología, a qué países pertenecen, a qué estratos sociales. No se trata
de menospreciar nada, no se trata de poner en crítica nada. Se pretende
únicamente considerar este perfil, que estimamos que en algún caso puede
ser interesante. ¿A cuántas personas afectan las enfermedades degenerativas
como las del SNC o el cáncer? A millones, y es necesario atenderlas. Pero
debe considerarse a tantos otros millones de seres humanos que nunca sufrirán
este tipo de males porque sencillamente se habrán muerto antes, al no alcanzar
una edad en la que estadísticamente sea de consideración este tipo de pro-
blemas. ¿Omisión culpable de gobiernos? ¿Falta de solidaridad?

Además el SIDA, que es una enfermedad terrible y ante la que ningún


esfuerzo será inútil, deben considerarse otras, como la diarrea. Y esto porque

253
implica la muerte de tres millones de personas al año, según comenta el Dr.
Fernando Quevedo de la OMS.

Estimamos que una evaluación con carácter global de las enfermedades


que afectan al hombre, puede demostrar aspectos inéditos del tema.

Otra cuestión importante para el descubrimiento del medicamento, cara


al próximo milenio, puede plantearse en razón del origen de las ideas que
lo hacen posible. Es este aspecto fundamental, y en alguna manera nuevo.

El mundo se ha hecho mucho más interactivo. La comunicación de las


observaciones y resultados es más fácil, abundante y frecuente. Algunas veces
esta comunicación se establece ante la pantalla de un ordenador, lo que es
importante por el número de datos y la rapidez con la que éstos pueden ad-
quiriese. Quizás un poco empobrecedor en lo humano, al menos potencial-
mente. La consecuencia inmediata, a nuestros efectos, es que la información
ahora no queda reservada a un número limitado de personas.

Las ideas nuevas, fruto de la reflexión y del trabajo metódico y bien hecho,
tampoco pertenecen a grandes empresas o centros de excelencia. Pueden
aparecer en geografías diversas en grupos de muy diferente tamaño en lo
personal y en los medios que utilizan. Este es el segundo escenario.

El descubrimiento de un nuevo medicamento es el resultado de un esfuerzo


ordenado de personas. También de la puesta en juego de medios importantes
técnicos y económicos. Es ésta otra característica de nuestros tiempos, aunque
la idea sea individual, el desarrollo y la puesta a punto final no es posible
para el individuo aislado.

El tercer escenario, podemos proponerlo desde ahora mismo, en la coo-


peración entre grupos y personas, entrando juntos a la solución de lo que puede
ser un asunto importante, de interés para la sociedad.

Se proponen, en consecuencia tres (nuevos) escenarios para el tercer


milenio en el descubrimiento del medicamento:

El de la Universalidad frente a localismo.


El de la colaboración frente al individualismo.
El de la persona como centro de la acción.

254
LAS PLANTAS MEDICINALES. UN EJEMPLO DE NUEVO
ESCENARIO EN EL DESCUBRIMIENTO DEL MEDICAMENTO

En los últimos años se puede apreciar un considerable incremento en


el interés por la medicina tradicional. Y esto por razones muy diferentes.

De una parte, y no la menos importante, está la circunstancia de que


para muchas personas, es ésta la única posibilidad que tienen de disponer
de algún medio para atender sus enfermedades.

Las plantas son en la actualidad fuente de medicamentos por tres ra-


zones. Por un lado, está la medicina tradicional, que considera la aplicación
de las plantas en el organismo enfermo, en sus diversas formas, de extractos,
partes completas de la planta, de infusiones, cápsulas, ... Por otro, la utiliza-
ción de plantas como fuente de productos con actividad biológica, bien di-
rectamente, bien transformados. También la utilización de las plantas en la
búsqueda de la molécula líder para una actividad biológica.

Cualquiera de las tres aproximaciones son interesantes y merecen la


dedicación de esfuerzos para su potenciación y solución de problemas inhe-
rentes.

LA MEDICINA TRADICIONAL EN LOS UL TIMOS TIEMPOS

En los últimos años, la medicina tradicional ha recobrado una gran con-


sideración entre las más diferentes sociedades. Es responsabilidad de los
gobiernos e instituciones establecer prácticas seguras con este tipo de aproxi-
maciones. El uso de plantas es una pauta de trabajo muy utilizada.

La situación actual es en algunos casos paradójica. Así por ejemplo, la


capacidad de destrucción, o al menos modificación de grandes masas de ve-
getación por parte del hombre, nunca ha tenido parecido en la historia de
la humanidad. Algunos cálculos estiman que de continuar el estado actual
de la cuestión, aproximadamente la cuarta parte de las plantas que existen
en este momentos habrán desaparecido [1]. Si se tiene en cuenta ahora que
la mayoría de estas acciones se realizan en trópicos y subtrópicos, donde se
acumula la mayor riqueza florística. Y que de otra parte, es precisamente en
estas zonas donde aparece la mayoría de las plantas por estudiar, se com-
prende que de no tomar alguna medida urgente, es posible que se pierda una
información y una riqueza importante, de evaluación desconocida. Es éste
el primer hecho a ·considerar.
255
Otra cuestión que se propone puede relacionarse con la utilización de
las plantas como fuente de nuevos fármacos y de inspiración para el diseño
de futuros compuestos activos. Qué se corresponde con nuestra referente a
la universalidad del tema.

La Asamblea Mundial de la Salud, en su resolución VHA 42.43, urge


a los Estados miembros a:

Hacer un inventario sistemático de las plantas utilizadas por las po-


blaciones como medicina tradicional.
Introducir medidas para la regulación y control de las plantas y para
el mantenimiento de los estándares de calidad.
Identificar aquellas plantas o sus preparaciones derivadas, que pre-
senten una buena relación eficacia/toxicidad.

La anterior declaración debe considerarse con el complemento de la Asam-


blea 44, en donde se reconoce el potencial terapéutico y económico de la me-
dicina en base a plantas. Por esta razón estimula a los estados Miembros a
desarrollar sistemas que permitan una cooperación entre aquellas instituciones
que consideran las nuevas aproximaciones en el descubrimiento de fármacos,
con la medicina tradicional, en la seguridad de que esta acción podrá redundar
en un beneficio en la salud y economía de las sociedades implicadas [2].

Es el momento actual de gran importancia para el desarrollo de una nueva


ciencia, la etnobotánica, que si bien es considerada por los científicos desde
muy antiguo, es ahora cuando toma su esplendor. Esta ciencia considera el
uso histórico y el actual de las plantas por la sociedad, en la medicina, en
el vestir y en cualquier otra aplicación. También en la religiosa [3].

El punto clave para tener éxito en esta ciencia, se centra en el desarrollo


de interrelaciones entre poblaciones indígenas, gobiernos regionales, institu-
ciones y empresas, lo que no siempre es fácil. En ocasiones por desconfianzas
sin base, en otras porque se están persiguiendo intereses diferentes [4]. Es
por tanto la etnobotánica, una ciencia nueva, con metodología emergente si
se quiere adaptar a los nuevos tiempos, que consideran intereses económicos
y políticos de dimensiones importantes nunca antes considerados.

Es necesario desarrollar una logística en el descubrimiento de drogas de


origen vegetal. Un buen ejemplo es el realizado por el Instituto Nacional del
Cáncer USA en la región del Sudeste Asiático, en el quinquenio 1985-1991,

256
en el descubrimiento de compuestos anti-SIDA, continuación de una expe-
riencia anterior en la búsqueda de compuestos con actividad anticancerosa
[5, 6].

Debe considerarse:

a) Criterios de selección en las plantas que se van a recolectar. b)


Autorizaciones para realizar la investigación correspondiente, los permisos
de recolección y la exportación de plantas y materiales de ella derivados. e)
Establecimiento de líneas de cooperación entre instituciones participantes. d)
Determinación de la forma y manera en la que van a distribuirse los bene-
ficios, patentes y publicación de resultados. e) Aspectos logísticos. f) Valo-
ración de los resultados.

No son las anteriores cuestiones menores. Téngase presente que normal-


mente las plantas están en países que buscan su desarrollo, en tanto que los
medios tecnológicos están en instituciones, empresas y sociedades ya desa-
rrolladas. Son distintas formas de plantear problemas, distintas aproximacio-
nes para resolver las dificultades. En muchos casos, también distinto interés
por un mismo dato, según la parte que lo considera.

La palabra clave en la etnobotánica moderna, en la búsqueda del nuevo


medicamento, se establece en base a la cooperación. Si ésta no existe, el tra-
bajo va a resultar simplemente imposible.

El establecimiento de una logística de trabajo es fundamental en estos


momentos. Interesa tener perfectamente documentado un modo de operar que
va a implicar acudir a zonas aisladas, en muchas ocasiones de difíciles ac-
cesos. Que va a suponer manejar grandes cantidades de muestras en la que
no aparezcan artefactos contaminantes, consecuencia de un tratamiento in-
adecuado de la muestra. En una clasificación botánica, no siempre fácil y en
ocasiones muy pobremente documentada, en la determinación de conserva-
ción, transporte, preparación de extractos.

En definitiva, es necesario considerar un programa de trabajo que va a


mover a un gran número de personas y medios •. en un tiempo que no va a
ser corto.

En el caso concreto del programa anti-SIDA (comentando anteriormen-


te), consideró un total de 766 Angiospermas, de las cuales de 351 se disponía

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de una historia de uso medicinal anterior, en tanto que las otras 415 corres-
pondían a plantas completamente nuevas. Del total de plantas estudiadas,
resultaron activas 62 de aquellas de las que se disponía infom1ación anterior
como agentes medicinales y 44 resultaron activas, de entre aquellas de las
que no se disponía de información con anterioridad. El porcentaje es inte-
resante al encontrarse aproximadamente un 15% de plantas activas, pero es
de especial alerta la circunstancia del elevado número que resultaron inte-
resantes, pese a que nunca antes habían sido estudiadas.

Puede reflexionarse igualmente sobre los datos anteriores, si se considera


que solamente un número aproximado a 20.000 especies de angiospermas han
sido estudiadas con anterioridad, de las aproximadamente 250.000 que se
estiman encontrarse en el planeta [7].

De otra parte, es interesante considerar el problema desde otra perspec-


tiva, ante la proporción elevada de especies que han presentado actividad anti-
SIDA y el gran número que serán extintas en los próximos años, es necesario
plantearse la posibilidad de que entre estas últimas se encuentre alguna de
especial utilidad ante tan temible enfermedad [8].

Parecidos comentarios se hacen al programa de descubrimiento de nue-


vos agentes con actividad anti-cáncer del INC de USA El descubrimiento
más significativo ha sido el del diterpenoide taxol aislado de la corteza del
Taxus brevifolia Nutt y de las agujas de varias especies de Taxus. Pese a que
su aislamiento y caracterización se realiza en 1971, cobra su máxima impor-
tancia ante la actividad interesante demostrada en pacientes con cáncer de
ovario refractario y también en el cáncer de pecho. En estos momentos se
está considerando la actividad y selectividad en otros cánceres [9].

Consecuencia del estudio de plantas en la actividad anti-cáncer han sido


cuatro productos fundamentales. Los alcaloides de la Vinca, vinbilastina y
vincristina aislados de Catharanthus roseus y dos lignanos, etopoxido y
tenipoxido, en esta ocasión derivados semisintéticos de epipodofilotoxina un
epimero de podofilotoxina aislado de podophyilum peltatum o de P. emodii
Wallich.

Muchos otros productos de interés en la quimioterapia del cáncer han


sido encontrados en plantas y en la actualidad se encuentran en fases clínicas.

En total entre 1960-1982 se estudiaron aproximadamente 35.000 espe-


cies de plantas terrestres recolectadas por el INC [9]. A comienzos de los años
258
80 este programa se interrumpió. Fundamentalmente porque los resultados
empezaban a ser desalentadores al ser muy escasas las nuevas plantas con
actividad terapéutica. La misma conclusión quedó establecida para productos
con distinto origen de las plantas terrestres; marinos, microorganismos. De
especial importancia fue la ausencia de compuestos con actividad ante tumo-
res sólidos. Pronto se descubrió que esta ausencia de actividad se debió en
gran parte a la utilización de una metodología como la leucemia de ratón,
P388, que no era capaz de detectar compuestos con este tipo de actividad.

A partir de 1985, se puso a punto un nuevo tipo de líneas celulares que


representaban a diferentes tipos de enfermedades que consideran el tumor sólido
[10]. Pero la solución al problema no podía limitarse a los ensayos biológicos.
A lo largo de los años se habían detectado otros problemas que era necesario
solucionar. Se planteó el problema de la recolección de ejemplares, de su
identificación y archivo de especímenes, de cantidades, de almacenamientos
y tratamientos. Se estudió el problema de los extractos, que era necesario
homologar en condiciones de tratamiento, en sus disolventes y fraccionamientos,
también en la conservación.

Otro aspecto que fue importante de desarrollar corresponde a aspectos


relacionados con la colaboración y la compensación por la colaboración en
la búsqueda de nuevos compuestos de interés medicina¡ con origen en las
plantas. Muchas de las plantas interesantes se encuentran en áreas deprimi-
das. En consecuencia, los términos en que debe plantearse la búsqueda que
se está comentando, es el de la colaboración. Es que además, muchos de estos
países tienen una especial sensibilidad hacia la explotación de sus recursos
naturales, en parte porque es una de sus principales fuentes de riqueza, en
parte porque tienen una experiencia pretérita pero todavía reciente de explo-
tación injustificada, por potencias que las han dominado. Piénsese en la
independencia reciente de tantos países. En ciertos casos se está pensando
en los recursos naturales como en el oro del siglo XXI.

La Organización Internacional para el Desarrollo Industrial de las


Naciones Unidas (UNIDO) en la Industria Farmacéutica en 1987 llegaron al
acuerdo con la OMS en que:

Se debe asistir a los países en vías de desarrollo en la realización


de ensayos farmacológicos y clínicos en productos derivados de
plantas. -Se deben promocionar programas de educación conducen-
tes a difundir el uso adecuado de plantas tradicionales y de sus de-
rivados.
259
Se deben encontrar las vías de industrialización de las plantas me-
dicinales.

Más tarde en Nueva Delhi se consideraron a las plantas medicinales como


una forma de promover la cooperación técnica entre los países en vías de
desarrollo con la industria farmacéutica [ 11, 12, 13].

En todo caso la colaboración fundamental que pueden lograr los países


en vías de desarrollo es científica y tecnológica. La económica, a corto plazo,
solamente tendrá un carácter puntual y excepcionalmente se podrá considerar
significativa.

Así, es posible plantear la colaboración en términos de formación. Bo-


tánicos, farmacognostas, químicos y biólogos de países desarrollados pueden
transferir conocimientos a los países en vías de desarrollo con ocasión de una
colaboración del tipo que aquí se indica. Estancias de científicos de países
desarrollados en los poseedores de plantas de interés, es algo usual. El envío
de estudiantes y jóvenes investigadores a aprender técnicas en países desa-
rrollados es muy fácil en temas como este.

La colaboración puede contemplar también acuerdos económicos en caso


de que finalmente la investigación llegue a buen resultado con el descubri-
miento de un nuevo compuesto de interés. La regalías es una forma tradicional
de aproximación, que puede llegar a ser interesante si el compuesto descu-
bierto es importante. Pero deben de considerarse igualmente los caminos nuevos.
Aproximaciones que contemplen la realidad, en un plazo razonable del sentido
de la propiedad.

Por ejemplo, los productos que pueda presentar una planta determinada
serán función de muchas circunstancias, como altura, humedad, terreno, luz, ...
Los cultivos industriales de estas plantas en las zonas donde fueron descu-
biertas, serán una fuente de riqueza. El cultivo en zonas con otros parámetros,
puede resultar complicado y alterar sensiblemente la composición en los
principios activos.

La mejora de plantas en el rendimiento de productos de interés, como


se está haciendo por ejemplo en opiáceos, puede suponer aplicar y transferir
tecnología de importancia a los países que disponen de las plantas.

Debe tenerse en cuenta en esta aproximación la circunstancia de que se


está hablando de culturas diferentes. En ocasiones muy diferentes, con ritmos
260
que no coinciden con los de los países desarrollados. Es por esta razón, que
se considera imprescindible, la formulación de acuerdos marcos mínimos
indispensables para poder trabajar de forma cooperativa y productiva.

Un asunto ejemplificador será el término de confidencialidad y patentes.


Es claro que los resultados que se obtengan deben ser protegidos. Esta pro-
tección debe hacerse por dos razones; de una parte se trata de defender unos
derechos, resultados del buen trabajo y el esfuerzo, de otras se trata de asegurar
la difusión científica. Nada puede hacerse en el plano de las patentes si no
se tiene muy claro y se respeta términos importantes como el de la
confidencialidad.

El intercambio de información es igualmente cuestión de vital importan-


cia en el mundo de la salud. No podía serio menos en el de la medicina tradi-
cional. En los últimos años se está generando una información impresionante
sobre el tema y son muy numerosas las revistas que publican trabajos al res-
pecto. En la actualidad, se utilizan un cierto número de bases de datos que pro-
porcionan información sobre el tema (Natural Product Alert -NAPRALERT-,
MEDLINE, BIOSIS, CA). Muchas otras acciones son conocidas, de ellas un
ejemplo tradicional es "The International Traditional Medicine Newsletter"
publicado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Chicago [14].

Es interesante hacer alguna consideración sobre NAPRALERT. Se inicia


en 1975 e incluye datos sobre productos naturales que considera tanto aspectos
farmacológicos, como sus aplicaciones terapéuticas, estudios botánicos y datos
sobre medicina tradicional [15, 16]. La información de que dispone la base
de datos se comprende, al considerar que crece a un ritmo de 600-700 artículos
mensualmente, sacados de más de un millar de revistas. La colaboración se
encuentra desde el principio, durante y al final del camino.

IMPORTANCIA DE LOS FARMACOS DERIVADOS DE


PLANTAS. INVESTIGACION Y DESARROLLO

Las plantas han sido utilizadas como medicamentos desde hace miles
de años. Formalmente, hasta el desarrollo de la Química Orgánica y las técnicas
instrumentales, han sido las plantas en exclusividad, la única posibilidad de
curar las enfermedades [17].

En los últimos tiempos se ha asistido a una auténtica explosión en la


utilización de plantas como alternativa a los productos de síntesis. En oca-
261
siones se plantea esta alternativa de forma un tanto pasional, defendiendo una
u otra posibilidad como alternativas, no considerando que se trata de aproxi-
maciones a la solución de un problema como es la salud, que no reconoce
opiniones sino resultados. Que no identifica competencias sino aproximacio-
nes útiles para el enfermo que sufre.

Es evidente que en la actualidad, la Investigación y el desarrollo de me-


dicamentos en base a plantas ha sufrido modificaciones muy importantes y
puede decirse, sin temor a ser exagerados, que estamos asistiendo a una auténtica
explosión en la investigación de plantas por la industria farmacéutica.

También se contempla a una auténtica renovación en los estudios de las


plantas con fines terapéuticos, pasando de una consideración intuitiva a la
medida de resultados. De donde se sacan las correspondientes conclusiones
y valoraciones sobre utilidad y seguridad. Forma de trabajar, que está per-
mitiendo desechar utilizaciones tradicionales que no tenían sentido, de una
parte, a la vez que está descubriendo nuevos usos de plantas conocidas, y nuevos
productos en otras nunca estudiadas con anterioridad.

En los últimos años se ha producido en la industria farmacéutica una


caída de paredes que mantenían a los centros aislados técnicamente del ex-
terior. Los laboratorios modernos saben protegerse con los métodos legales
de patentes, se reservan el desarrollo tecnológico de sus productos y su in-
vestigación propia. Pero en la actualidad, buscan fuera la complementariedad
de sus métodos de ensayo y evaluación, y también toda cuanta investigación
pueda ser de interés. Se reconoce que para el mundo del medicamento lo fun-
damental son las ideas, y estas pueden venir desde cualquier parte, desde grupos
de cualquier tamaño, e incluso desde países con independencia de su desa-
rrollo.

Es en este contexto, en el que puede situarse la investigación y el desarrollo


a partir del mundo vegetal, con aplicación a la clínica. En las plantas se en-
cuentran productos de interés según se ha demostrado por la historia. Son
pocos pero suficientes como para determinar su importancia. La cuestión ahora
es otra: Haber encontrado tan pocos productos activos en organismos vivos,
que presentan un elevadísimo número de estructuras procedentes de su
metabolismo, ¿es un resultado razonable? Aparentemente la respuesta debe
ser negativa .

. ¿Por qué se ha llegado a la situación actual? No es fácil la contestación


pero algunas aproximaciones pueden describirse.
262
La primera explicación puede plantearse en el recelo de aquéllos que
tienen las plantas frente al poder de los que tienen medios y dinero. Las ex-
periencias que cuentan unos y otros son afortunadas a veces, y no tanto otras.
Explicaciones y razonamientos los hay siempre para todo, la cuestión es que
de una u otra forma la colaboración no se ha producido con la fuerza y po-
sibilidades que se esperaba. No nos sentimos capaces de dejar libre de culpa
a ninguna de las dos partes, aunque permítasenos una cierta aproximación
al más débil. El hombre al final del camino.

El siglo que ahora estamos acabando se ha presentado también muy


importante en el plano del desarrollo de la humanidad, con sus sombras que
a nadie se nos ocultan. Acciones conducentes a la colaboración, a la com-
prensión y a la ayuda para el desarrollo, son en estos años más importantes
que en ninguna otra época de la humanidad. Con un matiz se habla de ayudar
a comunidades de personas o a individuos, en situaciones concretas. Siempre
al hombre porque en él está la imagen que apela a los demás hombres.

Es esta situación vital y ética la que está comprometiendo a las mujeres


y a los hombres que enfrentan el próximo milenio desde una perspectiva nueva.
Esta aproximación, si se plantea en el tema que nos ocupa, permitirá encon-
trar explicaciones a la nueva realidad.

No sería razonable olvidar la necesidad de nuevos compuestos para


enfermedades conocidas, en éstas se puede encontrar ya un número razonable
de estructuras con origen en plantas. Bien en la determinación de la molécula
líder, bien en la utilización directa de extractos.

Enfermedades tan usuales como el acné, tienen hasta un 30% de sus


preparaciones utilizadas en clínica, con una base en plantas, en parecidos por-
centajes se sitúan los antipiréticos, analgésicos o antiácidos. En porcentaje
muy superior aparecen plantas en la base del tratamiento del asma, antidiareicos,
supresores del apetito, pastas de dientes, ... Todo un catálogo de posibilidades
que se puede deducir de la lectura atenta de farmacopeas. Especialmente en
fármacos que no necesitan receta médica. También son oportunidades en las
cuales el farmacéutico puede encontrar una actividad profesional de primerísima
importancia. Basada en aportaciones científicas y experimentales del máximo
rigor. Estimamos que esta actividad, que en cierta manera devuelve al far-
macéutico su aproximación a la sociedad, es en estos momentos del máximo
interés al estar superadas las aplicaciones terapéuticas de las plantas basadas
simplemente en aproximaciones subjetivas de la experiencia social.

263
No tratemos ahora, porque es sobradamente conocido, el interés de las
plantas en productos establecidos mundialmente en la medicina de prescrip-
ción. Un simple enunciado a estos compuestos puede ser muy representativo.

Por último es necesario pensar en el estado del arte como una nueva cir-
cunstancia a considerar. Como punto de partida, puede considerarse, que
solamente un número escaso de compuestos con actividad biológica se van
a utilizar como tales, sin modificaciones. Esta observación se realiza también
sobre los productos obtenidos en base a microorganismos [ 18].

Otra circunstancia nueva, que aumenta el interés de las plantas en el


descubrimiento de productos con utilidad en clínica, se sitúa en las nuevas
estrategias de investigación científica, que reconocen métodos rápidos, ba-
ratos y fiables para la determinación de actividades biológicas. Esta circuns-
tancia está llevando a realizar el ensayo ciego de productos depositados en
almacenes de los laboratorios, frente a actividades determinadas de interés
por las que disponen del método de evaluación adecuado, y para las que no
se tiene ningún tipo de referencia estructural. Este método de trabajo, que
se está instaurando en las empresas farmacéuticas, y del que de momento no
se tiene ningún tipo de conclusión sobre su bondad, se opone al llamado diseño
racional y está basado en la disponibilidad de gran número de moléculas,
obtenidas de forma rápida y económica, sin que sea importante en principio
aspectos relativos a la pureza, hasta haber encontrado algún tipo de actividad
biológica [ 19].

La metodología anterior, se plantea igualmente en los extractos de plantas,


que no es otra cosa que un cierto número de compuestos químicos, en los
que se reconoce un origen biológico común. A diferencia de los compuestos
obtenidos por práctica de síntesis combinatoria, en las plantas se van a encontrar
estructuras nuevas con mucha frecuencia. Esta circunstancia abre una posi-
bilidad desde el punto de vista de las patentes del máximo interés.

Los próximos años verán un resurgir en la investigación y el desarrollo


de las plantas con aplicación en la clínica humana y veterinaria, y también
en muchas otras aplicaciones de interés para la humanidad. Como en tantas
cosas, ha sido necesario esperar a su momento.

El fenómeno es universal y en él se encuentran implicados no solamente


los paises desarrollados que disponen de las técnicas y los métodos, sino también
aquellos países menos desarrollados que disponen de los productos. Es una
magnífica oportunidad de trabajar juntos y demostrar que las palabras de co-
264
laboración y apoyo en el desarrollo y el bienestar, son algo más que inten-
ciones y buenos deseos. Es tiempo de actuar.

Debe tenerse presente la oportunidad, para los países que disponen de


las plantas, de encontrar beneficios intelectuales y económicos, para su futuro
en el descubrimiento de productos con interés universal.

Queremos terminar esta presentación con la propuesta de trabajo que anun-


ciábamos en nuestras primeras palabras: seamos capaces de trabajar en lo
universal y en la colaboración, encontrando siempre en la persona el centro
y sentido de cualquier acción. El escenario pueden ser las plantas. Quizás
también, cualquier otro del apasionante mundo de la farmacia, responsable
final del medicamento. Ese gran bien que ha puesto a disposición de la
humanidad entera, la inteligencia y el buen hacer de muchos hombres, que
han trabajado en la búsqueda de soluciones para evitar la enfermedad en unos
casos y para recuperar la salud perdida en otros.

El mundo de las plantas es un grito de los países que están alcanzando


su desarrollo. Un anhelo que debe convertirse en realidad porque detrás está
la historia y el esfuerzo de millones de seres humanos, que ahora piden una
justa recompensa, de cara a un milenio en el que el descubrimiento tiene forma
de carta magna en la sociedad. Y es que hay casos que no deben ser opinables,
sino más bien, respetados.

Nota.- Este trabajo forma parte del Proyecto X-2 del CYTED. Es el resultado
de reflexiones y sesiones de trabajo con Ceferino Sánchez y Mahabir Gupta
de Panamá, con Roberto Pinzón de Colombia, con Antonio Lapa de Brasil,
con Oiga Lock de Perú y con Margarita Fernández de España.

265
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