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“La costumbre Mercantil tendrá la misma autoridad que la ley comercial, siempre que no la
contraríe manifiesta o tácitamente y que los hechos constitutivos de la misma sean públicos,
uniformes y reiterados en el lugar donde hayan de cumplirse las prestaciones o surgido las
relaciones que deban regularse por ella (…)”.
Legalidad: Hay una subordinación total a la ley por parte de la costumbre, ésta
no puede contrariarla.
Publicidad: La costumbre debe ser reconocida por el grupo o sector dentro del
cual va a regir, es decir, tiene que ser notoria o conocida por quienes se
encuentran regulados por ella para que pueda ser aceptada como norma de
derecho.
Uniformidad: Las prácticas deben realizarse de la misma forma. La uniformidad
se refiere a la manera como se lleva a cabo la práctica mercantil.
Reiteración: Los actos que forman la costumbre deben haberse repetido y
practicado durante cierto tiempo, es decir no pueden ser transitorios u
ocasionales.
Obligatoriedad: Elemento que hace referencia al convencimiento por parte de
las personas que realizan determinada práctica de no poder sustraerse a su
cumplimento, generando así una norma jurídica. La costumbre debe
“considerarse” obligatoria para quienes la practican, es decir, la conciencia de
estar trasgrediendo una norma jurídica cuando no se obra conforme a ella (la
costumbre).
Vigencia: Hace referencia a la permanencia en el tiempo de la práctica
realizada por los comerciantes.
Es por eso que, la Cámara de Comercio de Bogotá en sus estudios, verifica también el
cumplimiento de estos requisitos en las prácticas comerciales, para asegurar de ese modo, que
estas tienen la fuerza vinculante inherente a la ley y que además ostentan una verdadera
vocación de permanencia y no surgieron tan solo para dar solución a una situación coyuntural.
Cinco testigos idóneos inscritos en el registro mercantil: Arts. 190 del C.P.C y 6
del C. Com.
Dos decisiones judiciales proferidas dentro de los cinco últimos años anteriores
al diferendo, en donde se hubiere reconocido la costumbre que se pretende
probar como un criterio valido de interpretación: Art. 6 C.Co.
Certificado de la Cámara de Comercio del lugar donde rija la costumbre que se
pretenda probar: Art. 86 numeral 5 C.Co