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Casacion Torres - Cuevas.Monzon

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SUMARIO

MOTIVOS DEL RECURSO

Errónea aplicación de un precepto legal al no sustentarse el resolutorio

con los elementos probatorios del expediente de marras

OBJETO DEL RECURSO

Se case el resolutorio dictado con fecha 7 de abril, del corriente, por el

Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 del Departamento Judicial de San

Isidro en la causa N°3385/3404 y 3550, se aplique correctamente la

normativa vigente que atañe al caso.

PARTES INTERVINIENTES

Imputados: MIGUEL ALEJANDRO TORRES, FEDERICO

BERNARDO CUEVA y EDUARDO OMAR MONZON, con la

asistencia letrada del Dr. Gustavo Alberto Semorile con domicilio en

la calle Ituzaingo 349, casillero 1206, San Isidro.

Domicilio ante la alzada: Calle 8 e/56 y 57, Sala de Profesionales,

casillero 515, Ciudad de La Plata.

Ministerio Público Fiscal: Dr. Eduardo Rodriguez

1
INTERPONE RECURSO DE CASACIÓN

Ecxmo. Tribunal:

GUSTAVO ALBERTO SEMORILE, abogada T° XIV

F° CASI, a cargo de la asistencia técnica de EDUARDO OMAR

MONZON, MIGUEL ALEJANDRO TORRES y FEDRICO

BERNARDO CUEVA, imputados en la causa nº 3385/3404 y 3550,

manteniendo el domicilio legal constituido a VVEE, respetuosamente

digo:

I. OBJETO

Que en legal tiempo y forma vengo a interponer RECURSO

DE CASACIÓN contra el resolutorio del Tribunal en lo Criminal nro.

3 del Departamento Judicial de San Isidro, en causa N° 3385/3404 y

2
3550, dictado el 7 de abril de 2014, por el que se resuelve: I-

CONDENAR a MIGUEL ALEJANDRO TORRES y FEDERICO

BERNANRDO CUEVA, a la pena de DOS AÑOS Y SEIS MESES

DE PRISIÓN DE EJECUCIÓN CONDICIONAL, por resultar

coautores penalmente responsables del hecho identificado con el nro

II), calificado legalmente como amenaza coactivas, y por los hechos

llevados a cabo el día 13 de junio de 2009 en la localidad de

Carapachay, partido de Vte. López y en perjuicio de Ariel Pvejero y

Roberto Barraza. II- CONDENAR A EDUARDO OMAR

MONZON, A LA PENA DE TRES AÑOS DE PRISIÓN DE

EJECUCIÓN CONDICIONAL, E INHABILITACIÓN

ABSOLUTA PERPETUA, por resultar coautor penalmente

responsable del delito de exacciones ilegales agravadas, y por los

hechos llevados a cabo el día 15 de julio de 2010 en la localidad de

Villa Martelli, Partido de Vte. López, y en perjuicio de Gabriel Raúl

Figueroa.

II.ADMISIBILIDAD

3
Se hacen presentes todos y cada uno de los requisitos

sustantivos y formales de la vía que se intenta y exigidos para la legal

interposición del presente recurso. Concurren, en efecto:

1. La resolución que cuestionamos es una de las expresamente

atacables mediante el presente recurso según el art. 450 del

CPPBA, por ser sentencia definitiva.

2. Inobservancia de las normas de carácter adjetivo: Como se

verá más adelante, y habrá de alegarse, se demostrará la errónea

aplicación de la ley de forma

3. Término Legal: El presente recurso se interpone dentro del

plazo previsto por el Art. 451 del Código Procesal Penal de la

Provincia de Buenos Aires.

En consecuencia de lo preceptuado ut- supra, y al

no observarse elementos que impidan la remisión de las actuaciones a

la Excma. Cámara Provincial de Casación Penal, estima esta asistencia

técnica que la concesión del presente recurso resulta plenamente

viable.

4
III. MOTIVOS - FUNDAMENTACIÓN

Inobservancia en la aplicación de preceptos legales al no

sustentarse el resolutorio con los elementos probatorios del expediente

de marras, arts. 168.1° y 171 de la Constitución Provincial, y 210, 373

y 448.1º de la legislación adjetiva.

La decisión

El resolutorio impugnado entiende que corresponde

condenar a los aquí imputados MIGUEL ALEJANDRO TORRES y

FEDERICO BERNANRDO CUEVA, a la pena de DOS AÑOS Y

SEIS MESES DE PRISIÓN DE EJECUCIÓN CONDICIONAL,

por resultar coautores penalmente responsables del hecho identificado

con el nro II), calificado legalmente como amenaza coactivas, y por los

hechos llevados a cabo el día 13 de junio de 2009 en la localidad de

Carapachay, partido de Vte. López y en perjuicio de Ariel Ovejero y

Roberto Barraza y a EDUARDO OMAR MONZON, A LA PENA

DE TRES AÑOS DE PRISIÓN DE EJECUCIÓN

CONDICIONAL, E INHABILITACIÓN ABSOLUTA

PERPETUA, por resultar coautor penalmente responsable del delito

de exacciones ilegales agravadas, y por los hechos llevados a cabo el

5
día 15 de julio de 2010 en la localidad de Villa Martelli, Partido de

Vte. López, y en perjuicio de Gabriel Raúl Figueroa.

Los antecedentes

Con fecha 7 de abril del año en curso, el Tribunal Oral en

lo Criminal nro. 3 del Departamento Judicial de San Isidro dictó

veredicto condenatorio en la causa nro. 3385/3404 y 3550, seguida a

Miguel Alejandro Torres, Federico Bernardo Cueva y Eduardo Omar

Monzon.

Torres y Cueva, fueron condenados por el hecho

denominado como número II, correspondiente a la causa nº 3385; es

así como, el Tribunal tuvo por probado que: “El día 13 de mayo de

2009, en la oficina de la guardia de la empresa Berkes, sita en Díaz

Vélez 5513 de la localidad de Carapachay, en horas de la mañana,

arribaron los funcionarios policiales Cuevas y Torres, donde tras una

breve entrevista trasladaron a Barraza y Ovejero hasta la seccional de

Carapachay, argumentando que estaban vinculados al delito de robo

de automotor. Siendo acompañado por su jefe de producción Sr.

6
Musante y una vez en la seccional los tres imputados amenazaron a

los empleados con la perdida de libertada por estar involucrados en

una causa penal, salvo que renunciaran a sus empleos. Los tres en

connivencia, les manifestaron en tono amenazante que para no quedar

detenidos por robo de autos, debían renunciar a sus empleos,

propuesta realizada por Musante aparentando supuesta ayuda. Así

Musante los acompaño hasta el Correo Argentino desde donde

remitieron telegramas de renuncia. Una vez lograda la renuncia, los

dos primeros imputados rompieron los documentos que involucraban

a los dos renunciantes.”

Monzon fue condenado en relación al hecho denominado

nº III, teniendo por acreditado el Tribunal sentenciante que: “El día 15

de julio de 2010 dos funcionarios policiales, integrantes del gabinete

de prevención de la Comisaría de Villa Martelli – Vte. López Cuarta-

interceptaron en la intersección de la calle Grecia y Laprida, a quien

se conducía en un Chevrolet Corsa con patente DZM-298, siendo

conducido a la seccional aprehendido en el marco de una

investigación por portación ilegal de arma de guerra, le exigieron la

entrega indebida del rodado Chevrolet corsa y a pagar la suma de

7
quince mil pesos, intimidando a Gabriel Figueroa, que si no lo hacia

lo involucraban en otro delito, el del homicidio de “Pichi”

Bustamante, entrega que produjo, para así una vez recibido el rodado

por ambos sujetos, lo vendieron y entregaron el rodado de mención al

agenciero Fabián García por la suma de veinte mil pesos, la que

convirtieron en provecho propio.”

Los agravios

A fin de realizar en forma ordenada los agravios que a

continuación se postularan, primeramente desarrollare los

concernientes al hecho denominado como número II) y a continuación

los denominados como número III).

Es así como el hecho denominado como número II) los

Magistrados sentenciantes los subsumieron en el tipo previsto y

reprimido por el art. 149 bis segunda parte del Código Penal.

Esta asistencia técnica sostiene que el hecho imputado y

subsumido en el tipo legal elegido deviene atípico.

8
En el caso bajo análisis el tipo de amenazas coactivas estipula:

“será reprimido… el que hiciera uso de amenazas con el propósito de

obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo en su contra.”

Un aspecto relevante del tipo a tener en cuenta, es el aspecto

central del tipo objetivo, siendo las amenazas; definiendo estas –según

el diccionario de la lengua Española-, amenazar es dar a entender con

actos o palabras que se quiere hacer algún mal a otro. Alarmar es

asustar, sobresaltar o inquieta, mientras que amedrentar significa

infundir miedo o atemorizar.

“La amenaza en sentido jurídico-penal coincide con el sentido

gramatical de la expresión, pudiendo, por lo tanto definirse

simplemente como la exteriorización, hecha por una persona a otra,

del propósito de causarle a él, o a otro, un mal.”1

En este sentido la doctrina ha entendido que el mal con el que se

amenaza debe referirse con un interés legítimo de la víctima.

Es decir que surge con claridad de la letra de la ley que los

sujetos activos del delito – Cueva y Torres- debieron exteriorizar la

voluntad de causarle un mal a los damnificados Barraza y Ovejero.


1
1 Codigo penal comentado, Zaffaroni-Baigún, ed. Hammurabi, pág 546

9
Sin embargo, debo sostener que mis asistidos actuaron

aparándose en el cumplimiento de su deber y esto es, frente a la

posible comisión de un delito de acción pública deben proceder de

acuerdo a como manda la ley.

Los testigos que se presentaron en el debate y vieron la

filmación de seguridad donde constan los hechos llevados a cabo por

Barraza y Ovejero, nos ilustraron que los mismo realizaron un daño o

quisieron forzar la cerradura de un Fiat Uno que se encontraba en la

entrada de la empresa LADISLAO BERKES.

Frente a esto resulta incuestionable que ambos damnificados en

autos habrían cometido un hecho que debía ser investigado. Bajo estas

circunstancias se realiza una denuncia y mis representados –Torres y

Cueva- realizan lo que corresponde en cumplimiento de sus funciones.

Es así como, atento lo que surge de autos, notifica a los Sres.

Barraza y Ovejero de la formación de causa y de los derechos que le

asisten. Lo que ocurriese después es de total ajenidad para los mismos.

Ahora bien, debo poner de manifiesto con respecto a que

V.V.S.S. sostuviesen que mis defendidos hablaban con Barraza y

10
Ovejero e indagaban a los mismos por un supuesto hecho de robo y

con posterioridad el hecho “investigado” devino en un daño; entiendo

que la calificación del hecho a investigar prima facie queda en cabeza

del representante del Ministerio Público Fiscal y no de los

funcionarios policiales. Por otro lado, lo que haya ocurrido con el

sumario o parte donde consta la denuncia y demás tareas realizadas le

corresponde al Fiscal de turno que intervino reclamarlos, toda vez que

como lo determina nuestra ley de forma es este a quien se le debe

consultar, y quien debe indicar a los funcionarios policiales cuales son

los pasos a seguir.

Como surge de autos, el sumario se realizo y tanto Barraza como

Ovejero firmaron el acta donde se le notificaron los derechos. Firma

que fue reconocida como propia de ambos damnificados durante el

debate oral.

Debo sostener que la amenaza requerida por el tipo no existió,

porque ambas víctimas fueron denunciadas por la posible comisión de

un delito y a ambos se les notificaron los derechos de acuerdo como la

ley manda.

11
Existe la posibilidad, por parte de las victimas que hayan

distorsionado lo sucedido con el propósito de sacar un rédito en sede

laboral. Es así como, resalto que la denuncia por lo ocurrido se realizó

un año después y una vez iniciado el reclamo por una indemnización

por despido indirecto.

Deberé resaltar, que atento los dispuesto por el art. 242 y ss de la

ley de contrato de trabajo, por la conducta desplegada por los aquí

damnificados el empleador podría haber despedido a ambos con justa

causa y consecuentemente no realizar pago de indemnización alguna.

Sin embargo, infiero que ambos empleados prefirieron renunciar a que

conste en sus respectivos historiales laborales los motivos por los

cuales fueron desafectados de sus labores. Situación que luego se

arrepintieron y decidieron reclamar una indemnización, siendo que

para obtener la misma era menester realizar la denuncia que derivo en

la sentencia impugnada.

A fin de concluir con el primer agravio debo traer a colación un

fallo de la Cámara Nacional en Criminal y Correccional, sala IV, del

25/09/02, causa 19380, “Di Giorgi, Patricia” “El tipo penal del art. 149

bis, in fine, del Cód. Penal, exige que la amenaza esté dirigida

12
específicamente a obligar al sujeto pasivo “a hacer, no hacer o tolerar

algo contra su voluntad” y es esta exigencia lo que distingue a esta

figura del tipo de amenazas, que no requieren ningún propósito sino

simplemente anunciar a un sujeto determinado que quiere ocasionarle

algún daño futuro. Las conductas previstas por uno y otro tipo penal

son radicalmente distintas. La amenaza de “pagarlo caro” y de

“quedar en la calle” alude a la consecuencia de una querella futura.

Esta conclusión solo puede arribarse si no se descontextualiza la frase

en cuestión o se la analiza parcialmente –como pareciera haberlo

hecho el juez de grado-. Muchas amenazas quedan fuera de la

persecución penal si las causa o el fin que las inspira, las priva de un

elemento para considerarlas típicas: la calidad de injustas. Todas las

amenazas de causar un daño amparadas por el derecho no pueden

considerarse constitutivas de un delito penal.”2

Con respecto al segundo agravio, que se relaciona con el hecho

denominado como número III), que lleva como único condenado al Sr.

Monzon, en este caso seré muy breve.

2
Cámara Nacional en Criminal y Correccional, sala IV, del 25/09/02, causa 19380, “Di Giorgi,
Patricia”

13
Principalmente, debo destacar que la investigación de este hecho

se inicia a raíz de una declaración prestada en los términos del art. 308

del CPPBA; declaración que no fue prestada bajo juramento de decir

verdad y en un infructuoso intento por parte del Sr. Figueroa de

mejorar su situación procesal en otra investigación. Sosteniendo su

inocencia hasta la actualidad y por tanto debiendo sostener la versión

que nos llevo hasta la condena de mi defendido.

Puedo afirmar categóricamente, que no se ha probado a quien le

entregaran el auto estos mendaces individuos. El Sr. Enrique Figueroa,

sostuvo que los papeles del auto Chevrolet Corsa los entrego en la

comisaría, más nuca dijo a quien.

Por esto, es que sostengo que si bien el origen del automotor

resulta oscuro, lo cierto es que con la prueba de autos únicamente a mi

defendido se le podría imputar un encubrimiento.

Insisto, que la denuncia no es más que un intento desplegado por

el los hermanos Figueroa de mejorar la situación de uno de estos en el

hecho por el cual se lo condenara a la pena de 18 años de prisión; por

el cual se declara inocente hasta la actualidad.

14
V. SOLUCIÓN QUE SE POSTULA

Como se desprende de las consideraciones efectuadas en el

acápite anterior, por no verificarse los extremos requeridos por la

normativa de fondo, debe en consecuencia revocarse el resolutorio

dictado, disponiéndose la absolución de los Sres. Torres, Cueva y

Monzon.

VI. RESERVA DEL CASO FEDERAL

Encontrándose afectadas las garantías de orden

constitucional alegadas en el presente escrito de impugnación, hago

expresa reserva del caso federal en los términos del artículo 14 de la

ley 48.-

VII.PETITORIO

En virtud de lo expuesto, y en su mérito, a VV.EE.

solicito:

1. Se tenga interpuesto en legal tiempo y forma el

15
presente recurso de casación y se lo declare admisible –art. 456 del

C.P.P.-.

2. Se case la resolución recurrida, resolviendo el caso con

arreglo a la ley y doctrina jurisprudencial del Excmo. Tribunal de

Casación Penal (art. 460 del Código Procesal Penal).

PROVEER DE CONFORMIDAD
SERA JUSTICIA

Gustavo Alberto Semorile

Abogado Tº XIV Fº 28 CASI

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