MARX U2 Economia Politica
MARX U2 Economia Politica
MARX U2 Economia Politica
El pensamiento de Marx:
Se reconoce que Marx no puede ser dividido en disciplinas como sociología, política o
economía, ya que él mismo cuestionaría esa distinción. Se hace referencia a las fuentes
del marxismo según Lenin, que incluyen la filosofía clásica alemana, la economía
política clásica inglesa y el socialismo utópico francés.
En el Manifiesto Comunista de 1848, Marx presenta una visión más completa del
surgimiento del modo de producción capitalista, destacando su papel en la
transformación de la sociedad feudal y en la creación de nuevas fuerzas productivas.
Sin embargo, también señala las contradicciones inherentes al capitalismo, donde las
relaciones de producción burguesas se vuelven demasiado estrechas para contener las
riquezas creadas, lo que lleva a crisis y conflictos sociales. Posteriormente, en textos
como "Trabajo asalariado y capital" de 1849 y los Grundrisse de 1857, Marx profundiza
en su análisis de la economía política, explicando la teoría de la explotación y la
relación dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. En el
prefacio de los Grundrisse, Marx resume su concepción al afirmar que las relaciones de
producción constituyen la base económica de la sociedad, sobre la cual se eleva una
superestructura jurídica y política, y que el modo de producción determina el proceso
social, político e intelectual en general.
¿Qué es el capital?
"El Capital" es la obra principal de Karl Marx en la que desarrolla su análisis crítico del
sistema capitalista. Originalmente concebida como una trilogía, solo se completó y
publicó el primer volumen durante la vida de Marx, en 1867. Los otros dos volúmenes
fueron compilados y editados por Friedrich Engels a partir de los manuscritos de Marx
después de su muerte.
Marx no solo proporciona un análisis económico detallado, sino que también expone
las contradicciones internas del sistema capitalista, como las crisis periódicas y la
tendencia a la sobreproducción. Además, discute el fetichismo de la mercancía, que es
la forma en que las relaciones sociales entre las personas se encubren bajo las
relaciones entre las cosas en una economía de mercado.
Aunque el primer volumen de "El Capital" es el más conocido y estudiado, los otros dos
volúmenes completan la obra y profundizan en temas como la circulación del capital y
la relación entre la producción y la distribución. En conjunto, la trilogía constituye una
crítica radical al sistema capitalista y una exploración exhaustiva de su funcionamiento
interno.
Además, Marx buscó demostrar que el capitalismo contiene en sí mismo las semillas
de su propia destrucción, debido a sus contradicciones internas y su tendencia
inherente a generar crisis económicas. Esta comprensión es esencial para la lucha de la
clase obrera por su emancipación, ya que proporciona una base científica para
entender la necesidad y la posibilidad de transformar el sistema capitalista en uno más
justo y equitativo.
En resumen, el objetivo de "El Capital" es proporcionar una herramienta teórica para
la comprensión y la crítica del capitalismo, así como para la emancipación de la clase
obrera y la construcción de una sociedad sin explotación ni opresión.
Marx profundiza en el concepto de trabajo abstracto, señalando que deja una especie
de "sudor" del trabajador sobre la mercancía, refiriéndose a la parte del trabajador
que se exterioriza en el objeto producido. Este aspecto vivo del trabajo es la fuente de
valor y riqueza. Marx diferencia entre el valor de uso, determinado por el trabajo
concreto específico, y el valor de cambio, determinado por el trabajo abstracto.
El trabajo abstracto permite igualar las mercancías porque es común a todas ellas, lo
que posibilita su comparación cuantitativa, que se realiza mediante el tiempo de
trabajo. Aunque todos los trabajos abstractos se miden en tiempo, no todos son
iguales en términos de valor, ya que algunos generan más valor que otros debido a su
complejidad. Marx propone reducir todo trabajo complejo a trabajo simple, que es
aquel que cualquier ser humano puede realizar sin preparación especial de aptitudes.
El valor se mide por el tiempo de trabajo, pero la riqueza material puede aumentar
mientras que el valor puede disminuir o mantenerse constante, lo que evidencia una
contradicción inherente al sistema capitalista. Marx recurre a conceptos hegelianos
como la medida, que es la unidad entre cantidad y cualidad, para explicar la relación
entre el valor y el tiempo de trabajo como medida de su magnitud. Solo después de
entender la sustancia del valor, se puede abordar el análisis de su magnitud utilizando
el tiempo de trabajo como medida.
El concepto de "tiempo de trabajo socialmente necesario" introduce una distinción
crucial en la teoría del valor de Marx. Este concepto reconoce que el valor de una
mercancía no está determinado por el tiempo de trabajo individual empleado en su
producción, sino por el tiempo de trabajo medio requerido para producir esa
mercancía en condiciones sociales normales y con la destreza media de los
trabajadores.
Marx distingue entre el valor de uso y el valor de una mercancía. Mientras que el
valor de uso se refiere a la utilidad de una mercancía para satisfacer una necesidad
humana, el valor está determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario
para producir esa mercancía. Marx señala que una cosa puede tener valor de uso sin
ser una mercancía, como el aire o la tierra virgen. Para convertirse en mercancía, un
producto debe no solo tener valor de uso, sino también ser producido para el
intercambio en el mercado.
En la sociedad socialista, Marx sugiere que la distribución de los productos del trabajo
se basaría en el tiempo de trabajo de cada individuo, lo que garantizaría una
distribución justa y proporcional de los bienes. El tiempo de trabajo desempeñaría un
papel crucial tanto en la regulación de la producción como en la distribución de los
productos. Marx enfatiza que en la sociedad socialista, las relaciones sociales entre los
individuos y su trabajo, así como entre los individuos y los productos de su trabajo,
serían claras y transparentes. A diferencia de la sociedad capitalista, donde las
relaciones sociales se distorsionan y se convierten en relaciones entre cosas en el
mercado de mercancías, en la sociedad socialista estas relaciones se basarían en la
cooperación y la comprensión mutua.
Además, el autor, señala que incluso después de la abolición del modo capitalista de
producción, la determinación del valor seguiría siendo relevante en la medida en que
la sociedad aún necesitaría regular la duración del trabajo, distribuir el trabajo social
entre diferentes grupos productivos y llevar a cabo una contabilidad adecuada.
Marx utiliza esta comparación para resaltar las diferencias fundamentales entre la
sociedad capitalista y una sociedad basada en la propiedad social de los medios de
producción y la planificación consciente de la economía. Mientras que en la sociedad
capitalista prevalece el fetichismo de la mercancía y las relaciones sociales se
distorsionan a través del mercado, en la sociedad socialista se busca una organización
más transparente y justa del trabajo y la producción.