Sentidos Especiales-Neurofisiologia VIII

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Instituto Universitario de Tecnología “Elías Calixto Pompa”

El Tigre- Estado Anzoátegui

Sentidos especiales
(neurofisiología)

Profesora: Estudiantes:
Gabriela Calzadilla
Isaac Quintana. C.I: 28.676.687
Derineth Hernández.C.I:30.718.134
Nicole Peraza. C.I: 30.872.268
Paula Teixeira. C.I: 30.763.809

25/04/24

 Sentidos especiales
Los sentidos espaciales son considerados así, porque gracias a ellos podemos relacionarnos con el
exterior y realizar más fácilmente las funciones básicas; por ejemplo, para desplazarnos de una
forma rápida de un lugar otro es indispensable la vista, pues de otra forma implicaría más tiempo y
ayuda para poder lograrlo. El olfato, nos permite detectar olores agradables y desagradables. El
gusto parte esencial de la alimentación, sin él la comida no tendría ningún sabor y no sería
apetecible. Por medio del oído percibimos los ruidos y podemos detectar algún peligro inminente,
además otra función fundamental del oído es el equilibrio, que nos permite mover nuestro cuerpo
libremente y nos protege de caídas. Los sentidos especiales son llamados así por lo complejo de
transmitir sus estímulos a la corteza cerebral, además de que están ubicados en una parte específica
del cuerpo.
El sistema sensorial es parte del sistema nervioso, responsable de procesar la información sensorial.
El sistema sensorial está formado por receptores sensoriales y partes del cerebro involucradas en la
recepción sensorial. Los principales Sistemas Sensoriales son: la vista, el oído, el tacto, el gusto,
olfato, vestibular y propioceptivo.

 Componentes: Los sistemas sensoriales están constituidos por receptores, una vía
aferente o de conducción de potenciales de acción, o impulsos nerviosos en sentido
periferia-centro, que llegan al Sistema Nervioso Central (SNC).

 Células Receptoras: Las células sensoriales son células que detectan información (como
sonidos, luz, tacto, olor, sabor, y temperatura) y estas se caracterizan principalmente ya
que, mediante receptores en su superficie, la envían a través de los nervios hasta el
cerebro.

 Órgano Sensorial: Los Órganos Sensoriales forman parte de tal cadena del sistema
sensorial que se encuentra en nuestro sistema nervioso y son órganos sensibles que
persisten cualquier tipo de energía y expresión que se encuentre en nuestro medio
interno y externo. Se transforman en impulsos nerviosos que van directamente hacia
nuestro cerebro donde son interpretados para obtener información y actuar de manera
adecuada al momento en el que se experimenta la sensación.

* Lengua: Es uno de los órganos sensoriales más importantes, La lengua es un órgano que cuenta
con casi 10.000 papilas gustativas. Sentido químico que sirve para darnos las cualidades de los
sabores. Los gustos primarios son agrio, dulce, salado y amargo; actualmente se añade un quinto
gusto denominado umami (sabroso o delicioso).

* Oído : Es el responsable de captar las vibraciones que nos llegan del exterior y transformarlas en
impulsos nerviosos para que lleguen a nuestro cerebro para ser interpretadas. El oído se divide en
tres zonas todas conectadas entre sí.
-Zona externa del oído: está compuesta por el pabellón auditivo u oreja y el conducto auditivo
externo. El oído externo cuenta con glándulas que producen cera y pelos, mediante los cuales logra
dirigir las ondas sonoras hacia la siguiente zona: el oído medio.
-Zona media del oído: está formada por el tímpano que es el encargado de conducir las ondas
sonoras hacia el oído interno. Además, este está conectado, gracias a la trompa de Eustaquio, con la
nariz y la garganta que regula la entrada y salida de aire con el fin de equilibrar las posibles
diferencias de presión.
-Zona Interna del oído: aquí se encuentran una serie de canales membranosos situados en la parte
densa del hueso temporal y que se dividen en tres partes caracol, vestíbulo y canales semicirculares,
comunicadas entre sí.

 Nariz: Es otro de los órganos sensoriales más importantes. Un órgano responsable de


que podamos percibir olores, aunque no se limita a esto. De hecho, muchas de las
sensaciones que percibimos en nuestra boca y que atribuimos al sentido del gusto son
en realidad olfativas y tienen su origen en los nervios olfativos. El olfato es, además,
nuestro sentido más estrechamente relacionado con la memoria. La nariz se divide en
región interna, formadas por ambas fosas nasales, el apéndice nasal, y la región externa
en las fosas nasales, se encuentra también una gran cantidad de pelos fuertes, que
dificultan el paso de cuerpos extraños. Es el más sensible de todos nuestros sentidos:
tienen alrededor de 100 millones de receptores del olfato. Existen siete olores
primarios: alcanfor, almizcle, flores, menta, éter, acre y podrido, olores que se
corresponden con los siete tipos de receptores existentes en las células de la mucosa
olfatoria.

 Ojo: Su función es interpretar las vibraciones electromagnéticas producidas por la luz


para que estás sean traducidas por el cerebro gracias al nervio óptico. El ojo o globo
ocular tiene forma esférica y está compuesto por capas: La esclerótica, cuya función es
la de proteger al ojo, la úvea formada por la coroides, el cuerpo ciliar y el iris y
finalmente, la retina, que es la zona sensible a la luz y por lo tanto la más importante. El
ojo es un órgano par y simétrico, situado en la cara formando parte del rostro, situado
en la cavidad orbitaria.
 Piel: Órgano sensorial encargado de transmitir el sentido del tacto. A través de la piel
somos capaces de percibir todo aquello que palpamos o que está en contacto directo
con nuestro cuerpo, desde objetos a sustancias. Todo esto se consigue gracias a los
receptores del tacto situado en la capa externa de la piel denominada epidermis. De este
modo todas las sensaciones captadas por los receptores serán enviadas al cerebro
mediante las fibras nerviosas. La piel consta de tres capas principales de tejido: la capa
externa (epidermis), la capa media (dermis) y la capa interna (hipodermis).
Un detalle importante es que cada zona de la piel no posee el mismo número de receptores de ahí
que está sea más o menos sensible. Los receptores táctiles de la piel son los corpúsculos de
Meissner (sensibles al contacto), corpúsculos de Vater-Paccini (sensibles a las deformaciones de la
piel), corpúsculos de Krause (sensibles a las bajas temperaturas) y corpúsculos de Ruffini (sensibles
a los aumentos de temperatura.
Según la Procedencia del Estímulo:
 Exteroceptores: Entregan información acerca del ambiente externo, gracias a ellos los
seres vivos pueden orientarse en sus desplazamientos, reconocer alimento, encontrar
pareja, aprender, conocer el entorno, entre otros. Generalmente las sensaciones
exterorreceptivas provienen de la superficie del cuerpo.
 Interceptores: Se localizan en el interior de los órganos del cuerpo, son afectados por
los cambios fisiológicos de las condiciones internas como pH, temperatura y presión
osmótica.
 Propioceptores: Los receptores propioceptivos son estructuras especializadas
localizadas en los músculos, tendones, articulaciones y el oído interno que
proporcionan información sobre la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio,
permitiendo el mantenimiento del equilibrio y la coordinación de movimientos.
Según el Tipo de Estímulo:

 Quimiorreceptores: Permiten detectar la concentración de sustancias químicas, entre


ellos el gusto (en la boca), el olor (en la nariz), la cantidad de oxígeno en la sangre
arterial, la osmolaridad de los líquidos corporales y la concentración de dióxido de
carbono y se divide en 2 (internos y externos).
 Mecanorreceptores: Son receptores sensibles a estímulos mecánicos de diferentes
tipos. Detectan cuando se produce un estiramiento o deformación en los tejidos,
proporcionan la sensación del tacto, vibración y presión gracias a los distintos
corpúsculos de Pacini, receptores de Merkel, corpúsculos de Krause, corpúsculos de
Ruffini.
 Fotorreceptores: son células especializadas que se encuentran en la retina. Tienen la
capacidad de transformar la luz en impulsos nerviosos que llegan al cerebro a través del
nervio óptico (foto transducción), haciendo posible el complejo proceso de la visión.
Existen dos tipos de células fotorreceptoras: conos y bastones. Los conos permiten
detectar los colores, mientras que los bastones hacen posible la visión en condiciones
de escasa luminosidad.
 Termorreceptores: Son capaces de discriminar temperaturas en un rango comprendido
entre -10 °C percibidas como extremadamente frías y 60 °C que son percibidas como
extremadamente calientes. Pueden ser externos que se localizan en la piel o internos
como los ubicados en el hipotálamo que detectan la temperatura interna del organismo.
 Nociceptores: Son receptores del dolor que se activan cuando se produce un daño en los
tejidos que puede estar causado por un estímulo mecánico como un golpe intenso, pero
también por un estímulo térmico como en una quemadura o químico. Están formados
por terminaciones nerviosas libres que no forman corpúsculos y se encuentran
distribuidas en la piel y en gran parte de los órganos internos como las articulaciones y
el periostio que recubre los huesos.

 Información sensitiva
La información sensitiva, viaja en forma de potenciales de acción de igual amplitud, pero de
frecuencia variable y solo son discriminadas en el cerebro. El cerebro no determina el tipo de
estímulo porque todos llegan como potenciales de acción, sino a través de donde llegó el potencial

 Conversión de energía en una señal eléctrica


La conversión de energía en una señal eléctrica en los sentidos somáticos es un proceso clave para
la fisiología humana. En este caso, la energía mecánica, térmica o química proveniente de estímulos
externos o internos es transformada en señales eléctricas que son transmitidas a través del sistema
nervioso para su procesamiento en el cerebro. Por ejemplo, cuando tocamos un objeto, la energía
mecánica ejerce presión sobre receptores sensoriales en la piel, lo que desencadena la generación de
señales eléctricas que viajan a lo largo de los nervios periféricos hacia el sistema nervioso central.
Allí, estas señales son interpretadas como sensaciones táctiles, de presión, temperatura o dolor. Este
proceso es fundamental para nuestra percepción del mundo que nos rodea y para nuestra capacidad
de respuesta a estímulos externos.

 Potencial de los receptores


El potencial de los receptores en los sentidos somáticos se refiere a la generación de cambios
eléctricos en las células receptoras en respuesta a estímulos físicos, térmicos o químicos. Estos
cambios eléctricos, conocidos como potenciales receptores, son el primer paso en la conversión de
energía en una señal eléctrica que será transmitida al sistema nervioso. Cuando un estímulo afecta a
un receptor sensorial, desencadena la apertura o cierre de canales iónicos en la membrana celular
del receptor. Este proceso provoca una alteración en el potencial eléctrico a través de la membrana,
generando así el potencial receptor. Este cambio en el potencial eléctrico es fundamental para la
transducción sensorial, es decir, la conversión del estímulo físico en una señal eléctrica que puede
ser transmitida al sistema nervioso. Los diferentes tipos de receptores sensoriales presentes en los
sentidos somáticos, como los receptores táctiles, térmicos y de dolor, tienen propiedades únicas que
determinan la forma en que responden a los estímulos y generan potenciales receptores específicos.

 Sistema visual o sentido de la vista


La visión es un sentido que consiste en la habilidad de detectar la luz y de interpretarla (ver). La
visión es propia de los animales teniendo estos un sistema dedicado a ella denominado sistema
visual. La visión artificial extiende la visión a las máquinas. El sentido de la vista permite que el
cerebro perciba las formas, los colores y el movimiento, esta es la manera en que vemos el mundo.
La primera parte del sistema visual se encarga de formar la imagen óptica del estímulo visual a la
retina (sistema óptico). Esta es la función que cumplen la córnea y lo cristalino del ojo.

 Ojo
El ojo es el órgano encargado de la recepción de los estímulos visuales, cuenta con una arquitectura
exquisita y altamente especializada producto de millones de años de evolución en los animales. El
globo ocular tiene tres envoltorios, que del exterior al interior son: Capa fibrosa externa: compuesta
de dos regiones: esclerótica y córnea Capa vascular mediana (úvea): está conformada por tres
regiones, la coroide, el cuerpo ciliar y el iris. Retina o capa neural: se compone de 10 capas, que
desde el exterior en el interior del globo se denominan: epitelio pigmentado, capa de conos y
bastones (receptora), membrana limitante externa, capa nuclear externa, capa plexiforme externa,
capa nuclear interna, capa plexiforme interna, capa de células ganglionares, capa de fibras del
nervio óptico, y membrana limitante interna.

 Cavidades del ojo


Además de estas capas, el ojo tiene cavidades: Cavidad vítrea, que contiene el humor vítreo, y se
encuentra detrás del cristalino, conformando el núcleo transparente, gelatinoso del globo ocular.
Cámara posterior; situada ante el cristalino, y posterior al iris, contiene humor acuoso. Cámara
anterior, ubicada entre la córnea (hacia delante) y el iris y cristalino (atrás) también contiene humor
acuoso.

 Vía óptica
La vía óptica está formada por las células fotorreceptoras (conos y bastones), las neuronas de la
retina y los nervios ópticos que llevan la información hasta el área visual del cerebro, situada en el
córtex del lóbulo occipital (corteza visual). En los conos y bastones, células excitables situadas en la
retina, la luz incide y produce una reacción química que transforma el estímulo lumínico en un
impulso nervioso (proceso conocido como transducción sensorial). El impulso nervioso generado en
las células fotorreceptoras es transmitido mediante sinapsis a las llamadas neuronas bipolares y
estas a las neuronas ganglionares Las vías ópticas se componen del nervio óptico, quiasma, cintillas
ópticas, cuerpo geniculado externo, radiaciones ópticas y corteza visual.

 Sistema auditivo o sentido de la audición


El sistema auditivo es el conjunto de órganos que hacen posible el sentido del oído en un ser vivo1.
El sonido se transmite por ondas que viajan por el aire. El sistema auditivo recibe estas señales y las
transmite al cerebro. El sistema auditivo humano está formado por secciones: el oído externo, el
oído medio y el oído interno. Estas estructuras toman las ondas sonoras y las convierten en señales
eléctricas, que se envían a las partes auditivas del cerebro.

 Características generales
El sistema auditivo es responsable de transformar las variaciones de presión originadas por la
propagación de las ondas sonoras en el aire en impulsos eléctricos que los nervios acústicos
transmiten a nuestro cerebro para la asignación de significados.
El sistema auditivo consta de dos procesos: el proceso fisiológico, que captura todas las vibraciones
y las envía al cerebro para su interpretación, y el proceso psicológico, que recibe los estímulos, los
procesa y los interpreta según el significado almacenado.
El sistema auditivo se compone del oído externo, el oído medio y el oído interno. La audición
comienza en el oído externo, donde las ondas sonoras viajan hasta el conducto auditivo externo y
golpean el tímpano, que vibra y transmite las vibraciones a los tres huesecillos del oído medio.

 Procesos de la audición
la función auditiva es un sistema muy delicado y complejo que implica dos tipos de procesos para
que podamos oír de manera exitosa:
Proceso fisiológico: acá se captan todas las vibraciones y se envían al cerebro para que éste las
interprete. En este proceso actúa el Sistema auditivo periférico.
Proceso psicológico: se reciben los estímulos, se procesan y se interpretan según el significado
almacenado que se tenga de ellos. Lo realiza el Sistema auditivo central.

 OIDO
El oído es el órgano que sirve para oír y mantener el equilibrio. El oído consta de tres partes: el oído
externo, el oído medio y el oído interno. El oído capta las ondas sonoras que viajan por el aire y las
transforma en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta como sonidos. El oído también percibe
los movimientos de la cabeza y el cuerpo y ayuda a regular el equilibrio, y sus partes son:

 Características anatómicas (División)


El oído se divide en tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
1. Oído externo: está compuesto por la oreja y el conducto auditivo externo. La función principal
del oído externo es captar las ondas sonoras y dirigirlas hacia el tímpano. Está formado por un gran
pabellón auricular y un conducto auditivo externo, además del tímpano. Las dos primeras partes
están formadas por cartílago, a excepción del lóbulo, que es un conjunto de piel y tejido adiposo. Su
función es captar el sonido, recogiendo las ondas sonoras, y conducirlo a la parte media e interna de
la oreja
2. Oído medio: incluye la cavidad timpánica y la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo).
El oído medio se encarga de amplificar las ondas sonoras transmitidas por el tímpano y enviarlas al
oído interno a través de la ventana oval.
3. Oído interno: está formado por la cóclea, el vestíbulo y los canales semicirculares. El oído
interno convierte las vibraciones sonoras en señales eléctricas que son enviadas al cerebro a través
del nervio auditivo, permitiendo así la percepción del sonido. Además, el oído interno también es
responsable del equilibrio y la orientación espacial.
* Mecanismos básicos de la audición (Pasos)
Los mecanismos básicos de la audición implican una serie de pasos que se llevan a cabo en el oído
para convertir las ondas sonoras en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar como sonido.
Estos mecanismos incluyen:
1. Captación del sonido: El oído externo capta las ondas sonoras del entorno y las dirige hacia el
tímpano a través del conducto auditivo externo.
2. Amplificación de las ondas sonoras: En el oído medio, las ondas sonoras hacen vibrar el tímpano,
lo que a su vez mueve los huesecillos (martillo, yunque y estribo). Estos huesecillos amplifican las
vibraciones y las transmiten a la ventana oval.
3. Transmisión al oído interno: Las vibraciones amplificadas llegan al oído interno a través de la
ventana oval. En la cóclea, un órgano en forma de caracol lleno de líquido, las vibraciones se
convierten en señales eléctricas por medio de células ciliadas especializadas.
4. Transducción de las señales: Las células ciliadas convierten las vibraciones mecánicas en señales
eléctricas que son transmitidas al nervio auditivo.
5. Envío de señales al cerebro: El nervio auditivo transporta las señales eléctricas al cerebro, donde
son procesadas e interpretadas como sonido. El cerebro reconoce la frecuencia, intensidad y
dirección del sonido, permitiendo así la percepción auditiva.
Estos mecanismos trabajan en conjunto para permitirnos escuchar y percibir el mundo que nos
rodea a través del sentido del oído.

 Vía auditiva
La vía auditiva es el sistema de conexiones nerviosas que transmiten las señales auditivas desde el
oído hasta el cerebro para su procesamiento y percepción. Los componentes principales de la vía
auditiva incluyen:
1. Nervio auditivo (VIII par craneal): También conocido como nervio vestibulococlear, es el
encargado de transportar las señales eléctricas generadas en el oído interno hacia el cerebro.
2. Núcleos cocleares: Situados en el tronco encefálico, reciben las señales del nervio auditivo y son
el primer centro de procesamiento de la información auditiva.
3. Vías ascendentes: Las señales auditivas son transmitidas desde los núcleos cocleares a través de
diferentes vías ascendentes en el tronco encefálico, como la vía lemniscal y la vía olivo coclear,
hasta llegar al tálamo.
4. Cuerpo geniculado medial del tálamo: En el tálamo, las señales auditivas son procesadas y
transmitidas a la corteza auditiva primaria en el lóbulo temporal del cerebro.
5. Corteza auditiva primaria: Ubicada en el lóbulo temporal, esta región cerebral es responsable de
interpretar y dar significado a las señales auditivas recibidas, permitiendo la percepción consciente
del sonido.
6. Vías secundarias y asociativas: Además de la corteza auditiva primaria, existen otras regiones
cerebrales involucradas en el procesamiento auditivo, como la corteza auditiva secundaria y áreas
asociativas que contribuyen a la localización espacial del sonido, la discriminación de tonos y la
interpretación del lenguaje.

 Sistema vestibular
El sistema vestibular es un sistema sensorial complejo que se encuentra en el oído interno y se
encarga de mantener el equilibrio, la postura y la orientación espacial del cuerpo. Está compuesto
por estructuras como los canales semicirculares, el utrículo y el sáculo, que detectan los cambios de
movimiento y posición de la cabeza. El sistema vestibular trabaja en conjunto con otros sistemas
sensoriales, como la visión y el sistema somatosensorial, para mantener el equilibrio y la estabilidad
del cuerpo.

 Características generales
El sistema vestibular es responsable de mantener el equilibrio, la postura y la orientación espacial
del cuerpo. Algunas características generales de este sistema son:
• Está compuesto por el laberinto membranoso del oído interno, que incluye los conductos
semicirculares, el utrículo y el sáculo.
• Detecta la posición y los movimientos de la cabeza en el espacio a través de la información
sensorial proveniente de los órganos vestibulares.
• Funciona en estrecha colaboración con el sistema visual y el sistema propioceptivo (sensación de
posición y movimiento del cuerpo) para mantener el equilibrio y la estabilidad del cuerpo.
• Los órganos vestibulares detectan aceleraciones lineales y angulares, así como la posición estática
de la cabeza en relación con la gravedad.
• La información vestibular se integra en el tronco del encéfalo y en el cerebelo para generar
respuestas motoras que mantienen la postura y el equilibrio del cuerpo.

 Mecanismos Básicos del equilibrio


Los mecanismos básicos del equilibrio que son controlados por el sistema vestibular incluyen:
Reflejos vestíbulo-espinales: Estos reflejos ayudan a mantener la postura y el equilibrio del cuerpo
en respuesta a los cambios en la posición de la cabeza. Por ejemplo, cuando inclinamos la cabeza
hacia adelante, los reflejos vestíbulo-espinales activan los músculos de la espalda para mantenernos
erguidos.
Reflejos vestíbulo-oculares: Estos reflejos permiten mantener la estabilidad visual durante los
movimientos de la cabeza. Cuando movemos la cabeza, los reflejos vestíbulo-oculares ajustan los
movimientos de los ojos para contrarrestar el movimiento y mantener la fijación visual en un objeto.
Reflejos vestíbulo-cerebelosos: Estos reflejos contribuyen a la coordinación y precisión de los
movimientos corporales. El cerebelo recibe información del sistema vestibular y otros sistemas
sensoriales para ajustar y modular la actividad muscular necesaria para mantener el equilibrio y
realizar movimientos precisos.
Adaptación vestibular: El sistema vestibular es capaz de adaptarse y compensar cambios en las
condiciones del equilibrio, como al caminar sobre una superficie irregular o al viajar en un vehículo
en movimiento. Esta capacidad de adaptación es crucial para mantener la estabilidad y prevenir
caídas.

 Sistema gustativo
El sistema gustativo, también conocido como sentido del gusto, es uno de los cinco sentidos
primarios del ser humano que le permite percibir y distinguir los sabores de los alimentos y las
sustancias que entran en contacto con la boca. El sentido del gusto es fundamental para la
alimentación y la supervivencia, ya que nos ayuda a identificar los alimentos que son nutritivos y
seguros, así como a evitar aquellos que puedan ser tóxicos o dañinos.

 Características generales
El sistema gustativo es responsable de la percepción de los sabores a través de las papilas gustativas
ubicadas en la lengua, el paladar, la garganta y la parte superior de la faringe. A continuación, se
presentan algunas características generales sensitivas del sistema gustativo:
1. Papilas gustativas: Las papilas gustativas son pequeñas estructuras en forma de botón que
contienen células especializadas llamadas células gustativas. Estas células tienen receptores
sensoriales que detectan los diferentes sabores y envían señales al cerebro a través de los nervios
gustativos.
2. Tipos de sabores: El sistema gustativo es capaz de detectar cinco sabores básicos: dulce, salado,
ácido, amargo y umami. Cada tipo de sabor está asociado con receptores específicos en las papilas
gustativas que responden a compuestos químicos particulares presentes en los alimentos.
3. Sensibilidad: El sistema gustativo es altamente sensible y puede detectar concentraciones muy
bajas de sustancias químicas que producen sabores. Por ejemplo, algunas personas son capaces de
identificar sabores amargos en concentraciones extremadamente bajas, lo que puede ser una ventaja
evolutiva para detectar alimentos tóxicos.
4. Interacción con otros sentidos: El sentido del gusto interactúa estrechamente con el sentido del
olfato para proporcionar una experiencia sensorial completa al comer. La combinación de la
información proveniente del sistema gustativo y del olfato contribuye a nuestra percepción de los
sabores y aromas de los alimentos.
5. Adaptación: El sistema gustativo es capaz de adaptarse a diferentes estímulos gustativos con el
tiempo, lo que puede influir en nuestras preferencias alimentarias y en nuestra percepción de los
sabores. Por ejemplo, la exposición repetida a un sabor puede disminuir su intensidad percibida.

 Sistema olfatorio o sentido de olfato


El sistema olfatorio es el conjunto de estructuras y procesos encargados de la detección y
procesamiento de los estímulos químicos relacionados con el sentido del olfato. Este sistema
permite a los seres vivos percibir y distinguir diferentes olores en el ambiente, lo que les brinda
información importante sobre su entorno y les ayuda en la identificación de alimentos, peligros y
compañeros potenciales.

 Algunas características importantes del sistema olfatorio son:


• Órganos sensoriales: El sistema olfatorio incluye los órganos sensoriales responsables de la
detección de olores, como la mucosa olfativa ubicada en la parte superior de la cavidad nasal. En
esta mucosa se encuentran los receptores olfativos, células especializadas en detectar moléculas
químicas presentes en el aire.
• Receptores olfativos: Los receptores olfativos son proteínas sensibles a sustancias químicas
específicas que se disuelven en la mucosa olfativa al inhalar el aire. Estos receptores son capaces de
identificar una amplia variedad de moléculas odoríferas y enviar señales al cerebro para su
procesamiento.
• Vías de transmisión: Una vez que los receptores olfativos detectan un olor, envían señales
eléctricas a través del nervio olfativo hasta el bulbo olfatorio en el cerebro, donde se procesa y se
interpreta la información sensorial.
• Percepción de olores: El cerebro integra las señales provenientes de los receptores olfativos para
identificar y distinguir diferentes olores. Esta capacidad de discriminación olfativa es fundamental
para la supervivencia y el bienestar de los organismos, ya que les permite detectar alimentos
frescos, evitar sustancias tóxicas y reconocer a individuos de la misma especie.
• Relación con la memoria y las emociones: El sistema olfatorio está estrechamente relacionado
con la memoria y las emociones, ya que ciertos olores pueden evocar recuerdos vívidos y
desencadenar respuestas emocionales intensas. Esta conexión entre el olfato, la memoria y las
emociones es conocida como "memoria olfativa"

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