La Casa-Torre de Hurtado de Mendoza en Martioda.

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LA CASA-TORRE DE HURTADO DE MENDOZA EN

MARTIODA (ÁLAVA). ESTUDIO HISTÓRICO-ASTÍSTICO DE


SU REFORMA Y RENOVACIÓN DECORATIVA

Fernando R. Bartolomé García

Profesor Titular de Historia del Arte


Departamento de Historia del Arte y Música
Universidad del País Vasco UPV/EHU

1
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 3
1.1 Estado de la cuestión ..................................................................................................4

II. LOS HURTADO DE MENDOZA. SEÑORES DE LA TORRE ........................................ 8


2.1. Joaquín María Hurtado de Mendoza (1747-1821) y la renovación de la torre ........ 14
2.1.1 Gertrudis Martínez de Medinilla (1732-1775) como tutora y administradora de los bienes
Joaquín María Hurtado de Mendoza ................................................................................................. 17
2.1.2. Situación y gestión económica de Joaquín Hurtado de Mendoza .......................................... 20
2.1.3. Matrimonio y nobleza titulada ......................................................................................... 24
2.1.4. Vida entre Vitoria y Martioda........................................................................................... 26
2.1.5. Su relación con Martioda en lo terrenal y espiritual ........................................................ 28
2.1.6. Formación cultural y colecciones artísticas ...................................................................... 32
2.1.7. Muerte y herederos ......................................................................................................... 36

3. LA REFORMA INTEGRAL DE LA TORRE EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX: LA NUEVA CASA


SOLARIEGA DE LOS HURTADO DE MENDOZA........................................................... 39
3.1.3.1. La casa de Martioda, en comunión con la naturaleza .................................... 45
3.2. Distribución de los espacios interiores ................................................................. 48

4. RENOVACIÓN DECORATIVA DE LA CASA SOLARIEGA......................................... 58


4.1. Revestimientos cromáticos ................................................................................. 58
4.1.3. Intervención del siglo XVIII ............................................................................................... 61
4.1.4. Intervención del siglo XIX. Pinturas murales de raigambre clásica .................................. 66
4.1.5. Intervención del siglo XX .................................................................................................. 72

4.2. La influencia china en el aparato decorativo ........................................................ 73


4.3. Papeles pintados................................................................................................. 78

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 84
ANEXOS.................................................................................................................. 92

2
I. INTRODUCCIÓN
La casa torre de Hurtado de Mendoza está situada en la localidad alavesa de Martioda, pueblo
y concejo que pertenece al municipio de Vitoria. Se encuentra al noroeste de esta ciudad en el
extremo oeste de la Llanada occidental alavesa. Formó parte junto a Hueto de Arriba y Hueto
de Abajo del ayuntamiento de de los Huetos, hasta que en julio de 1975 se incorporó junto a
estas localidades al municipio de Vitoria.1 Se levanta en la sierra de Badaya en el paso natural
hacia Cuartango y en las rutas que llevan a los puertos cantábricos a través de Ullívarri y
Arrato. Junto a las rutas y caminos que desde la Edad Media comunicaban Zaragoza y Bilbao.
En un lugar privilegiado símbolo de poder y autoridad del linaje de los Hurtado de Mendoza.

Entre lo más destacado del patrimonio monumental de esta localidad está la iglesia de San
Juan Evangelista, construida a finales del siglo XV bajo patronato de Juan Hurtado de Mendoza
y Mendoza, señor de Martioda, Los Huetos, Urrialdo y Berganzo y su esposa Aldonza de
Barrionuevo y Toledo.2 Al mismo patronato perteneció la ermita de Nuestra Señora de
Urrialdo, una construcción del románico tardío de la que tan solo se conservan sus muros tras
el incendio sufrido en 1935.3 El más importante conjunto arquitectónico civil de esta localidad
de Martioda es la casa-torre de Hurtado de Mendoza vinculada a una de las familias alavesas
más antiguas, los Hurtado de Mendoza, poseedoras a su vez de la desaparecida torre de
Mendivil, donde se sitúa la cuna del linaje, y las de Fontecha y La Corzana. Este enorme
patrimonio arquitectónico nos da una idea del poder que pudo llegar a alcanzar este linaje a
finales del siglo XIV. Un buen ejemplo de ello es la casa-torre de Hurtado de Mendoza que
gracias a la intervención de las instituciones ha cesado de deteriorarse y está en proceso de
recuperación.

El descubrimiento en algunas estancias de la primera planta de interesantes pinturas murales


decorativas es lo que ha motivado que el Servicio de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de la
1
VIDAL-ABARCA, J.; PÉREZ DE HEREDIA, M., Heráldica de los Municipios, Concejos y Núcleos de Álava, II
Cuadrillas de Añana, Ayala, Campezo-Montaña Alavesa, Salvatierra, Vitoria-Gasteiz y Zuia. Vitoria-
Gasteiz, Diputación Foral de Álava, 2007, p. 270. El actual escudo del concejo de Martioda se define de
la siguiente manera “De sinople, un castillo de oro aclarado, acompañado en punta de dos osos de plata
hereidos, adosados; entando en punta de plata, cargado de una panela de gules”.
2
LÓPEZ DE GUEREÑU, G., Álava solar de arte y fe. Vitoria, Obra Cultural de la Caja de Ahorros y Monte
de Piedad, 1962, p. 301. ENCISO VIANA, E.; PORTILLA VITORIA, M. J.; EGUIA LÓPEZ DE SABANDO, J.,
Catálogo monumental de la Diócesis de Vitoria. La Llanada Alavesa Occidental. Tomo IV, Vitoria, Obra
Cultural de la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria, 1975, pp. 503-507.
3
Ibid., pp. 508-511. Tras el incendio sufrido el 29 de septiembre de 1935 salió a la luz un interesante
conjunto de pinturas góticas. ALDECOA, A., “Importante descubrimiento arqueológico. Las valiosas
pinturas murales en la ermita de Urrialdo”. Vida Vasca, XVI, 1939, pp. 17-19. LÓPEZ DE GUEREÑU, G.,
op. cit., p. 122. SÁEZ PASCUAL, R., La pintura gótica en Álava. Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava,
1997, pp. 83-86.

3
Diputación haya encargado a la empresa Petra S. Coop., un exhaustivo informe de estos restos
pictóricos. Posteriormente se ha procedido a su consolidación y a la ejecución de un estudio
histórico-artístico que avale los resultados del informe previo, para pasar posteriormente a su
restauración. Los revestimientos cromáticos encontrados en el interior de la casa solariega,
producto de la renovación arquitectónica de la torre medieval durante la segunda mitad del
siglo XVIII, son de gran interés y excepcionalidad dado que son pocos los casos, dentro del
territorio alavés, en el que este tipo de revestimiento decorativo en el interior de una casa
señorial haya llegado casi intacto hasta nuestros días. La ejecución se llevó a cabo en tres
fases, la primera que coincide con el momento de la renovación de la torre hacia los años 60
del siglo XVIII, con pinturas y papeles pintados de los que todavía quedan algunos pequeños
fragmentos. La segunda que situamos en la primera década del siglo XIX y que se centra
principalmente en el aparato decorativo del salón con algunas modificaciones estructurales en
el interior de la casa torre y con el uso de papeles pintados en algunas habitaciones. La última
fase debe situarse hacia principios del siglo XX momento en el que se ocultaron muchas de
estas intervenciones anteriores con una pintura azul y se transformaron otras.

1.1 Estado de la cuestión

Los primeros datos que se ofrecen de esta torre los encontramos en una descripción que se
hace en 1671 para el expediente de ingreso en la Orden de Alcántara de Juan Agustín Hurtado
de Mendoza, por la que sabemos que se encontraba muy deteriorada e inhabitable. El erudito
del siglo XVIII, Joaquín José de Landázuri y Romararte apenas aporta ningún dato en su extensa
bibliografía, tan solo menciones históricas vinculadas a Martioda y a la familia Hurtado de
Mendoza en la que se hace una breve referencia a la Torre.4 No volvemos a encontrar nuevas
aportaciones hasta que la publicación, a mediados del siglo XIX, del Diccionario geográfico-
estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar de Pascual Madoz, en la que se
hace una pequeña mención a la torre y palacio.5 Tendremos que esperar a los trabajos de la
profesora Micaela Portilla para poder conocer con profundidad todo lo relativo a la
construcción de la casa-torre y al linaje con la que está relacionada. El año 1958 publicaba un

4
LANDÁZURI Y ROMARARTE, J. J., Los compendios históricos de la ciudad y villas de la M.N. y M.L.
provincia de Álava, Pamplona, Imprenta Miguel de Cosculluela, 1798. Ed., Diputación Foral de Álava,
1928, pp. 143-145.
5
MADOZ, P., Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Tomo
XI, Madrid, 1848, p. 265. “Torre y palacio de los señores de la v. de este nombre, en cuyo centro está sit.
Fue construida sobre los años 1200; es de bastante elevación y casi igual a las demás de los tiempos
feudales: está circunvalada de fosos y tiene un puente levadizo para entrar en ella; próximo a sus muros,
y dentro del terr. Que cerca el foso, hay tres cuerpos de edificio donde se hayan las habitaciones que en
el día se ocupan: en la pared de su escalera principal existe sepulcros de los antiguos señores”.

4
artículo monográfico titulado La torre de Hurtado de Mendoza en Martioda, donde presenta la
primera aproximación al tema con datos inéditos de archivo y documentos gráficos de gran
interés.6 Tendremos que esperar hasta 1978 para que vuelva a reflexionar sobre este conjunto
arquitectónico en su monumental obra Torres y casas fuertes de Álava.7 Del 27 de septiembre
al 2 de octubre de 1982 se celebraba un congreso sobre La formación de Álava en el que la
profesora Portilla presentaba una ponencia sobre las torres de Guevara, Martioda, Mendoza y
Quejana en la historia alavesa.8 Tres años después la misma autora publicaba un libro de
divulgación titulado Las torres de Mendoza y Martioda con un contenido similar a los
anteriores estudios y un aparato grafico a todo color.9

En estos exhaustivos trabajos la profesora Portilla sitúa en primer lugar la construcción a nivel
geográfico para posteriormente realizar un interesante estudio histórico-artístico de la misma.
Atendiendo al estilo y a la documentación manejada considera que debe fecharse hacia finales
del siglo XIII, poco después de la unión de los Hurtado y los Mendoza con el matrimonio
establecido entre Diego Hurtado de Mendoza y Leonor Hurtado. No debieron de vivir mucho
tiempo en esta torre pues ya desde el siglo XVI se documenta a los señores de Martioda en la
ciudad de Vitoria con importantes casas en la calle Pintorería. Durante el siglo XVII la torre ya
se encontraba en ruinas y según esta autora tendremos que esperar hasta finales del siglo XVIII
para que fuera convertida en una casa solariega dieciochesca. Publicaciones posteriores de
tipo divulgativo, artículos de periódico y distintas páginas de internet repiten los datos
ofrecidos en las publicaciones de la profesora Portilla anteriormente mencionados.10

6
PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de Hurtado de Mendoza en Martioda (Álava)”. Boletín de la
Institución Sancho el Sabio, Tomo II, n.º 2, 1958, pp. 239-254.
7
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava. Tomo II, Vitoria, Obra Cultural de la Caja de
Ahorros Municipal de la Ciudad de Vitoria, 1978, pp. 717-732.
8
PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Guevara, Martioda, Mendoza y Quejana en la Historia alavesa.
En Congreso de Estudios Históricos “La formación de Álava”, Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava,
1982.
9
PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Mendoza y Martioda. Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava,
1982.
10
LLANOS, A., Una arquitectura defensiva, castillos y torres fuertes del País Vasco, Vitoria-Gasteiz,
Servicio de publicaciones del Gobierno Vasco, 2006. LÓPEZ DE LA CALLE, A., Pueblos de Vitoria.
Mártioda, [sic.] un pueblo agrícola lleno de pequeños tesoros: una docena de vecinos disfruta de la
tranquilidad y el patrimonio histórico de la localidad. Publicado en Gaceta municipal, Udal kazeta,
Vitoria-Gasteiz, Vitoria-Gasteiz, 2a época, n.º 62 (jul. 2006), p. 12. Torres, castillos y casas solariegas, p.
2.
https://es.wikipedia.org/wiki/Torre_de_Hurtado_de_Mendoza (Consultado 27/10/17).
http://www.castillosnet.org/espana/informacion.php?ref=VI-CAS-010 (Consultado 27/10/17).
http://www.castillosdeespaña.es/es/content/martioda-torre-de (Consultado 27/10/17).

5
En el año 1998 en el Servicio de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de la Diputación Foral de
Álava encarga un Análisis estratigráfico de la casa-torre de Mártioda dirigido por el profesor
Agustín Azkarate, en el que se presentan las diferentes fases constructivas del edificio.11 El
Servicio de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de la Diputación Foral de Álava inicia los
trámites el año 2011 para proceder a la rehabilitación de este complejo arquitectónico. En
abril de ese mismo año el Departamento de Euskera, Cultura y Deportes de la misma
Diputación autoriza a la empresa Ondare Babesa S.L. el proyecto de excavación arqueológica
dirigido por F. Javier Ajamil que consistía en una excavación integral así como de cuatro
sondeos en el interior de la casa torre y lectura de los alzados. Paralizados los trabajos los
resultados y las conclusiones del mismo se presentaron en un informe al Servicio de
Patrimonio Histórico-Arquitectónico de la Diputación.12 Los trabajos de excavación en el
interior de la torre y actualización del análisis de alzados se reinician en 2015 tras la
presentación del pertinente proyecto de excavación arqueológica y actualización del análisis
de alzados de la casa-torre por la empresa Ondare Babesa S. L., y la obligada renovación del
permiso parte del Departamento de Euskera, Cultura y Deportes de la mencionada Diputación.
La dirección de este proyecto y la redacción de la memoria final corrieron a cargo de F. Javier
Ajamil.13 Entre sus muchas conclusiones se destaca la falta de materiales arqueológicos en el
subsuelo lo que hace imposible determinar el origen de la edificación y su evolución. Sobre
esta roca se levantó la torre hacia finales del siglo XIII principios del XIV con cinco fases de
construcción que abarcan desde el siglo XIII al XX. Este proyecto de recuperación ha generado
abundante información periodística en la que se hace referencia al estado ruinoso de la torre y
a la inversión realizada por la diputación para su recuperación.14

11
AZKARATE, A. (dir.), Análisis estratigráfico de la casa-torre de Mártioda, (Mártoda, Álava), Vitoria-
Gasteiz (memoria del proyecto inédita). Vitoria-Gasteiz, 1998, Depositado en el Servicio de Patrimonio
Histórico-Arquitectónico de la Diputación Foral de Álava.
12
AJAMIL BAÑOS, F. J., (dir)., Excavación arqueológica y análisis arquitectónico de la casa-torre de
Hurtado de Mendoza (Martioda, Álava) Informe fase IV (Memoria inédita). Excavación de tres sondeos
arqueológicos, 2011. AJAMIL BAÑOS, F. J., “Casa-Torre de los Hurtado de Mendoza, en Martioda”,
Arkeoikuska, Investigación arqueológica, 12, 2012, pp. 133-134.
13
AJAMIL BAÑOS, F. J., (dir.), Excavación arqueológica y actualización del análisis de alzados de la casa-
torre de Hurtado de Mendoza (Martidoa, Álava). Memoria final de resultados (Inédita). 4 de febrero de
2016.
14
http://www.noticiasdealava.com/2017/05/01/araba/la-torre-de-martioda-luce-nueva-imagen
(Consultado 27/10/17). http://www.elcorreo.com/alava/araba/201511/17/torre-martioda-grave-
deterioro-20151116215035.html (Consultado 27/10/17). http://www.europapress.es/euskadi/noticia-
diputacion-alava-licita-obras-restauracion-torre-martioda-cerca-290000-euros-20161018132608.html
(Consultado 27/10/17). https://www.youtube.com/watch?v=Ifi38ArePHU (Consultado 27/10/17).
https://www.ondarebabesa.com/2016/01/15/documentacion-arqueologica-de-la-torre/ (Consultado
27/10/17). http://www.20minutos.es/noticia/2865540/0/diputacion-alava-licita-obras-restauracion-

6
El estudio histórico-artístico lo hemos estructurado de la siguiente manera. Lo iniciamos con
una con una aproximación a los señores de la torre, centrándonos en el que creemos
protagonista de toda esta renovación decorativa, Joaquín María Hurtado de Mendoza (1747-
1821) a quien analizamos en profundidad. Posteriormente hemos estudiado la reforma
integral de la torre entre los siglos XVIII y XIX para convertirla en una nueva casa palacio. El
siguiente apartado lo hemos dedicado a su renovación decorativa, los revestimientos
cromáticos en las intervenciones llevadas a cabo durante los siglos XVIII, XIX y XX, así como las
pinturas chinas que sabemos por fotografías estuvieron decorando el salón principal y todo el
conjunto de papeles pintados.

torre-martioda-por-cerca-290-000-euros/ (Consultado 27/10/17).


https://elpais.com/diario/2001/06/23/paisvasco/993325202_740215.html (Consultado 27/10/17).
https://www.gasteizhoy.com/restauracion-torre-martioda/ Consultado 27/10/17).

7
II. LOS HURTADO DE MENDOZA. SEÑORES DE LA TORRE
Como señala la historiadora M. J. Portilla fueron algunos genealogistas de los siglos XVII y XVIII
los que primero estudiaron el origen de este linaje situado en un hijo “hurtado” de la reina
Urraca de Castilla y Pedro Fernández de Lara llamado Fernán Pérez de Lara tras el fracaso del
matrimonio entre Urraca y el rey de Aragón Alfonso I el Batallador.15 Fernán López de Lara
“hurtado” era señor de Álava, Mendivil, Martioda, Estarrona, Los Huetos y la Ribera del
Zadorra casado con Guiomar Alonso. Estas posesiones pasaron a su hija Leonor Hurtado
casada con Diego López de Mendoza, señor de Mendoza y de otras tierras alavesas durante el
siglo XIII.16

Ya en 1262 los señores de Martioda son cofrades de Álava. Hurtado Díaz de Mendoza señor de
Martioda fue un poderoso hombre situado en la corte de Alfonso X. Padre de Juan Hurtado de
Mendoza “el barbudo” que casó con su prima María de Mendoza señora de la casa de
Mendoza uniéndose los señoríos de Mendoza y Mendivil. Hijo segundo de este matrimonio fue
Juan Hurtado de Mendoza “el viejo”, que vivió en tiempos de Alfonso XI, para quien ejerció
como diplomático. Fue “Tercero de los ricos hombres que cerca de Victoria en el campo de
Arriaga, hallándose en él presente el mismo señor Rey don Alfonso le entregaron
voluntariamente la tierra de Álava a 2 de abril de la hera 1370 que corresponde al año 1332 y
por este servicio el Rey don Alonso le donó y confirmó los lugares de los Huetos, que ya fueron
poseídos por otros de su linaje. Fue señor de la casa de Mendoza y lugares de su estado,
vasallo del expresado señor Rey don Alonso quien le armó caballero del Orden de la Vanda en
la iglesia de las Huelgas de Burgos y su embaxador a los Reyes don Felipe de Francia y don

15
Para confeccionar este apartado he contado fundamentalmente con la bibliografía que especifico a
continuación, con documentación archivística consultada y con la inestimable ayuda del genealogista
Juan Vidal-Abarca a quien quiero agradecer su siempre inestimable colaboración. PORTILLA VITORIA, M.
J., “La torre de Hurtado de Mendoza en Martioda…, pp. 239-254. PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y
casas fuertes de Álava…, pp. 717-732. PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Guevara, Martioda,
Mendoza y Quejana en la Historia alavesa..., PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Mendoza y
Martioda... pp. 44-64.
16
PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de Hurtado de Mendoza en Martioda…, pp. 239-254. PORTILLA
VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, pp. 717-732. PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de
Mendoza y Martioda... pp. 44-64. “Lope García de Salazar dice a fines del siglo XV, en sus «Bienandanzas
y Fortunas», que don Diego Hurtado de Mendoza tomó a comienzos del siglo XIII el apellido «Hurtado»
porque, habiendo muerto en Arrato su padre don Lope González de Mendoza, en lucha con los
Guevaras como se ha dicho, el ama que lo criaba lo llevó a ocultas, «furtado», a Navarra; allí creció y
volvió a Álava a vengar a su padre «e llamáronle don Diego Furtado Mantoluçea, porque veniendo
cubierto de un manto sobre las armas, vengó la muerte de su padre». Don Diego Hurtado, continúa
Lope García de Salazar, casó en Mártioda y «eredó con aquella mujer la casa de Martuada, e a
Escarronae a Cueto e a Veto que eran del padre della que no dexó otro eredero e otrosí eredo con esta
muger la casa de Mendibel, que es allí cerca». Esteban de Garibay, en cambio, habla de don Fernán
Hurtado padre de doña Leonor Hurtado, aunque sostiene que su nombre es un patronímico derivado de
Fortunius, Fortunio, Fortún u Ortuño —«Hurti» en euskera”.

8
Duarte de Inglaterra”.17 Efectivamente Juan Hurtado de Mendoza fue mensajero de paz de
Alfonso XI en 1339 ante los reyes de Francia e Inglaterra durante los inicios de la guerra de los
Cien años consintiendo una tregua durante medio año. Además tuvo otras misiones ante el rey
Eduardo III de Inglaterra, como el matrimonio de su hija, la princesa Juana y solucionar otras
tensiones políticas.18 Juan Hurtado de Mendoza “El viejo” estuvo casado con María de
Mendoza y Díaz, fue su sucesor Juan Hurtado de Mendoza “el limpio” un importante político
con altos cargos en la corte, heredero de Martioda, Mendivil, Estarrona y los Huetos,
Almanzán, Castro, Gormaz y Agreda, que casó con María de Castilla, nieta de Alfonso XI y
sobrina de Enrique II. “En memoria de esta señora se pusieron y se conservan hoy las armas de
los Reyes de Castilla con las de Mendoza en la Iglesia de San Juan de la villa de Martioda” de la
que los Hurtado de Mendoza fueron patronos.19 Juan “el limpio” había luchado junto a Enrique
de Trastamara en la batalla de Nájera, fue Alférez mayor de Castilla bajo reinado de Juan I y
Mayordomo mayor de Enrique III.

El señorío de Martioda y los Huetos fue Heredado Ruy Díaz de Mendoza hijo segundo de don
Juan “el Limpio” y María de Castilla. Participó en la batalla de Murviedro donde ganó la
bandera de Valencia “que presentó al señor Infante de Castilla don Fernando, rey que después
fue de Aragón”, fue Almirante mayor de Castilla, también Montero mayor de Enrique III y
Mayordomo de Juan II. Casó con doña Mayor de Ayala Guzmán. Dejaron heredera de Mártioda
y los Huetos a María de Mendoza y Ayala casada en primeras nupcias con Diego Pérez de
Sarmiento y Castilla, Repostero mayor de Juan II ricohombre de Castilla, III Duque de Hijar y
señor de Salinas de Añana, Labastida, Peñacerrada y Ocio, murió en 1434 sin sucesión. Volvió a
contraer matrimonio con Juan Hurtado de Mendoza o Juan de Martioda, según la fuente
utilizada. Durante este periodo la torre de Martioda estaba al cargo de Alcaides bajo dirección
de María de Mendoza. Fue enterrada en el convento de San Francisco de Vitoria, junto a su
abuela y otros familiares en una sepultura con su efigie y los escudos de Mendoza, Hurtado y
Ayala.20

17
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza, Zúñiga, Barrientos,
Necolalde, Martinez de Medinilla, y Salcedo, Conde de Villafuente Bermeja, Marques de Mirabal, Señor
de Martioda...”, Madrid, 1790.
18
SANTOYO, J. C., “Un embajador medieval en Inglaterra, Juan Hurtado de Mendoza”. Boletín de la
Institución Sancho el Sabio, XX, tomo 20, 1976, pp. 221-243. PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de
Hurtado de Mendoza en Martioda…, pp. 239-254. PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de
Álava…, pp. 717-732. PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Mendoza y Martioda... pp. 44-64.
19
Fundación Sancho el Sabio, Sign., A-D2.
20
PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Mendoza y Martioda... pp. 52.

9
María de Mendoza y Ayala no tuvo descendencia con Diego Pérez Sarmiento y Castilla pero sí
con su segundo esposo Juan Hurtado de Mendoza, señor de Urrialdo, lo que “ensució” la
sucesión de los señores de Mártioda poniendo en entredicho la nobleza de los Hurtado de
Mendoza, al casarse una infanta de Castilla con uno de sus vasallos.21 El sucesor fue Juan
Hurtado de Mendoza y Mendoza, señor de Martioda, los Huetos, Urrialdo y Berganzo casado
en 1470 con Aldonza de Barrionuevo y Toledo. Fue Alcalde del castillo de San Vicente, y de la
Puente del Rey de la ciudad de Vitoria y vasallo de los Reyes Católicos, no obstante su dudosa
nobleza le privó de de grandes cargos y títulos y probablemente influyera en que se casara con
una mujer no perteneciente a la nobleza alavesa. Lo hizo con una noble de Soria, Aldonza de
Barrionuevo y Toledo. Fueron los encargados de erigir la actual iglesia de Martioda, de la que
eran patronos, de la misma manera que de la iglesia monasterial de Urrialdo. Es en esa nueva
iglesia de Martioda donde en los contrafuertes de la cabecera y en una de las bóvedas góticas
se puede ver los escudos de los Hurtado y de los Barrionuevos sorianos. La presencia de este
matrimonio en la torre de los Martioda se confirma con el testamento de Juan Hurtado de
Mendoza dictado en este lugar el 3 de octubre de 1502.22

El sucesor fue Luis Hurtado de Mendoza y Barrionuevo, señor de Martioda, los Huetos,
Berganzo y Urrialdo, estos dos últimos heredados de su hermano Vicente. Estuvo casado con
Catalina Sáenz de Cortazar y Zárate. Su heredero fue Juan Hurtado de Mendoza y Sáez de
Cortazar casado en 1538 con Águeda de Ullibarri y Briviesca segunda nieta del comendador
Juan de Briviesca, capitán general de Juan II y Enrique IV.23 Fue señor de Martioda, Los Huetos,
Urrialdo y Berganzo, tuvo litigios por Berganzo y Estavillo con el Condestable, ganando
Berganzo en 1565 y perdiendo Estavillo. Mantuvo el patronato divisero de las iglesias de San
Juan de Martioda y Nuestra Señora de Urrialdo, fundó un mayorazgo y testó en Hueto de
Arriba el 19 de julio de 1578. Según apunta la profesora M. Portilla es posible que fueran los
encargados de mandar construir el coro de la iglesia de Urrialdo, que se conoce gracias a una
fotografía de Gerardo López de Gereñu. El antepecho decorado llevaba labrados los escudos
de los señores de Martioda y el de Águeda de Ullívarri. De esta misma época datan las pugnas
que tuvieron con el obispado de Calahorra por mantener intactos sus privilegios históricos.
Gracias a lo cual consiguieron que los obispos no lograran pedir cuentas de diezmos y primicias

21
Ibid., pp. 52. Se le denomina Juan de Mendoza, según el epitafio de María de Hurtado de Mendoza o
Juan de Mártioda, según un informador del siglo XVII.
22
PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de Hurtado de Mendoza en Martioda…, pp. 239-254. PORTILLA
VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, pp. 717-732. PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de
Mendoza y Martioda... pp. 44-64.
23
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f.

10
a los patronos de la iglesia de Martioda y solo pudieran visitar el Sacramento en estas dos
iglesias de patronato.24

Le sucedió su hijo Juan Hurtado de Mendoza y Ullíbarri casado en 1574 con Elena de Soto y
de la Puerta, hermana de Juan de Soto, señor de Marzano y varón de San Fradelo en Sicilia,
habiendo participado en la batalla de Lepanto junto a Juan de Austria.25 Juan hurtado de
Mendoza y Ullíbarri heredó las posesiones familiares y ejerció diversos puestos institucionales
siendo Diputado General de Álava, Procurador General, Alcalde de Vitoria y segundo Alcalde.
Será el primogénito de este matrimonio Juan Hurtado de Mendoza y Soto (1580-1640) el
nuevo señor de Martioda, Los Huetos, Urrialdo y Berganzo. Fue Diputado y Capitán General de
la provincia de Álava y casó en 1609 con María de Salvatierra y Salvatierra nacida en Legarda
el 21 de abril de 1594. Señora de Gauna, de la torre de Ascarza y patrona del colegio seminario
de San Prudencio de Vitoria.26 El primogénito fue Juan Bernardino Hurtado de Mendoza y
Salvatierra, nacido en Urrialdo en 1610, señor de Martioda, Los Huetos, Urrialdo y Berganzo,
caballero de la Orden de Alcántara (1622), gentilhombre de la casa del rey Felipe IV. Casó en
1634 con Leonor Puente Hurtado de Mendoza Zuñiga y Barrientos nacida en Cadiñanos el 4
de octubre de 1606, señora de las casas de La Puente de Traslaviña y Medina Rosales de
Cadiñanos. Fue patrona de varias iglesias parroquiales y cabeza del linaje Barrientos en Medina
del Campo y de la casa de las Torres de Cadiñanos. Juan Bernardino fue hermano de Lucas
Hurtado de Mendoza caballero de la Orden de Álcantara, Marqués de Gauna y Teniente
General de los reales ejércitos.27 El matrimonio entre Juan Bernardino Hurtado de Mendoza y
Leonor Puente tuvo al menos dos hijos Juan Bernardino y Bernardo Hurtado de Mendoza y
Zúñiga. Juan Bernardino fue el primogénito, nació en Cadiñanos el 17 de enero de 1636, fue
caballero de Calatraba (1647) y murió sin descendencia el 15 de julio de 1652 por lo que la
línea del linaje de los Hurtado de Mendoza pasó a su hermano Bernardo Hurtado de Mendoza
y Zúñiga Barrientos (1643-1687) hasta su mayoría de edad bajo la tutela de su tío Lucas
Hurtado de Mendoza.28

Bernardo Hurtado de Mendoza y Zúñiga Barrientos (1643-1687), nació en Traslaviña el 18 de


abril de 1643, señor de Martioda, Los Huetos, Urrialdo y Berganzo, gentilhombre de Carlos II y
alcalde de Vitoria en 1674. Casó el 14 de diciembre de 1665 con Antonia de Necolalde y

24
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 725.
25
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f.
26
Ibíd., s.f.
27
Ibíd., s.f.
28
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 726.

11
Hurtado de Mendoza, nacida en Urretxu (Gipuzkoa) el 12 de julio de 1647 y señora de las
torres de Necolalde de Zumárraga y su mayorazgo. Como eran primos se casaron con dispensa
de la Iglesia por su consanguinidad en segundo grado. Hija de Juan de Necolalde, consejero de
hacienda de Felipe IV y caballero del hábito de Santiago y de Antonia Hurtado de Mendoza y
Salvatierra, casados en 1641 tras el regreso de Juan de Necolalde de su misión en Londres. El
mayorazgo Necolalde-Hurtado de Mendoza fue fundado por Antonia Hurtado de Mendoza y
Salvatierra tras la muerte de su esposo, al quedar sin herederos varones fue heredado por
Antonia de Necolalde y Hurtado de Mendoza pasando a formar parte de los mayorazgos de los
Hurtado de Mendoza.29

Quedo como sucesor su hijo Juan Joaquín Hurtado de Mendoza y Necoalde (1670-1739) señor
de las casas de Mendoza, la Puente, Traslaviña, y los solares de Urrialdo, Martioda, Los Huetos,
Berganzo y Serranos del el Nigar. Fue Maestre de Campo, Comisario y Diputado General de la
provincia de Álava y Alcalde de Vitoria. El año 1701 entregaba las llaves de la Ciudad a Felipe V
siendo Procurador General. Como apunta M. Portilla Cuando se proyectaron las obras del
convento de San Francisco de Vitoria en 1691 se interesó por el patronato de las capillas de
San Juan y la Cruz. Casó con Rafaela Gregoria de Foronda y Lazcano (1657-1743) señora de las
torres de Iturrizar de Manurga y Lazcano.30 De este matrimonio nacieron tres varones, Juan
Agustín, Bernardo y Joaquín Hurtado de Mendoza y Foronda los dos hermanos mayores
murieron, por lo que la línea sucesoria de la torre solariega de Martioda pasó al segundón
Joaquín Hurtado de Mendoza y Foronda (1704-1764).31

Joaquín Hurtado de Mendoza Zúñiga y Barrientos y Necolalde nació en Vitoria el día 8 de julio
de 1704 era señor de las casas de Mendoza, Martioda, la puente y Traslaviña, torres de
Necolalde y Lazcano en la provincia de Gipuzkoa, de los Ascarza y Medina Rosales Iturrizar,
fortaleza de Hueto, hermandades de Martioda y los Huetos, jurisdicción de la Oca, Villas de
Berganzo y Serranos de Nijar, pariente mayor de la expresada casa de la Puente, de la de
Gauna como señor de la referida torre Ascarza, cabeza del antiguo linaje de Barrientos, patrón
de las iglesias parroquiales de San Juan de Martioda y Nuestra Señora de Urrialde en la
provincia de Álava, de Nuestra Señora de Traslaviña, San Miguel de Linares, San Miguel de

29
LACABE AMORENA, M.ª D., Juan de Necolalde un secretario de Felipe IV en la Guerra de los trienta
años, Tesis Doctoral Inédita, Universidad de Deusto, 2012. PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas
fuertes de Álava…, p. 726. Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de
Mendoza…”, s.f.
30
Ibid.
31
Ibid., Juan Agustín Hurtado de Mendoza (1691-1755?) fue Diputado General de la provincia de Álava
(1744-47) casó en 1732 con Leonor Pérez de Aracial y Dávalos. Bernardo Hurtado de Mendoza Colegial
Mayor del Arzobispo de Salamanca, fiscal en Barcelona, Regenta de Galicia y Fiscal del Real Consejo

12
Tedo, San Andrés de Biañez, San Pedro de Romaña en las encartaciones de Bizkaia, de las de
San Martín de Aedo y San Juan de Bárcena en el Valle de Angulo del Reino de Castilla y de
Santa María de la Piedad de la Villa de Medina del Campo. Al ser un segundón en la línea de
sucesión se le dirigió a la carrera de leyes con la intención de que lograra acceder a algún
puesto de funcionario en la corte. Alcanzó los cargos de Colegial Mayor de San Bartolomé en
Salamanca, Alcalde de Hijosdalgo de Valladolid, Corregidor de Guipúzcoa Oidor de la Real
Chancillería de Valladolid y miembro del Consejo de su Majestad en el Consejo de Hacienda, y
alcalde regidor de Azkoitia. Murió en Vitoria el día 22 de diciembre de 1764.32 Casó en 1747
con Gertrudis Martínez de Medinilla y Salcedo, nacida en Córdoba el día 3 de enero de 1732 y
muerta en Vitoria el 6 de febrero de 1775.33 Hija de María Teresa Alfonso de Salcedo Ortés de
Velasco y de Manuel Martínez de Medinilla duodécima nieta de Pedro Martínez de Medinilla,
ballestero mayor del rey Alfonso XI. Como patronos de la iglesia de Martioda parece que
sufragaron el retablo mayor coronado por los escudos de los Hurtado de Mendoza y Martínez
de Medinilla, y se pintó un tríptico con flores y jarrones que contenía las indulgencias que
Clemente XIII había otorgado a los cofrades de Urrialdo.34

32
PORTILLA VITORIA, M. J., Las torres de Mendoza y Martioda... pp. 56-57.
33
AHDV., sig. 03166-002.00, microfilm. 120, fol. 26. 6-2-1775. Iglesia de San Miguel. Defunciones.
34
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 727. ENCISO VIANA, E.; PORTILLA
VITORIA, M. J.; EGUIA LÓPEZ DE SABANDO, J., op. cit., p. 506.

13
2.1. Joaquín María Hurtado de Mendoza (1747-1821) y la renovación
de la torre

Joaquín María Hurtado de Mendoza Martínez de Medinilla, Zúñiga, Barrientos, Necoralde y


Lazcano es, como hemos visto, hijo de Joaquín Hurtado de Mendoza Zúñiga y Barrientos (1704-
1764) y Gertrudis Martínez de Medinilla Salcedo (1732-1775). Nació en Valladolid en 1747,
cuando su padre ostentaba el cargo de Oidor de la Real Chancillería de Valladolid y la familia
vivía en esta ciudad castellana. Sus primeros estudios los llevó a cabo en Valladolid pues
sabemos que con siete años contrajo el cólera en esta ciudad. Este dato lo conocemos gracias
a la existencia, en el convento de Santa Cruz de Vitoria, de un retrato votivo en el que aparece
junto a su padre agradeciendo la intervención
milagrosa de la Virgen del Rosario, en sendos
procesos en los que estuvieron a punto morir.35
Joaquín Hurtado de Mendoza aparece retratado
con unos 50 años vestido de jurista con toga
negra, golilla y peluca blanca como Oidor de la
Real Chancillería de Valladolid, mientras que su
hijo Joaquín María Hurtado de Mendoza y
Martínez de Medinilla se le presenta como un
niño de siete años vestido a la moda dieciochesca
de influencia francesa con una amplia casaca de
puños vueltos, abotonada con un galón dorado
que recorre todos los bordes de la misma. En la Fig. 2. Cuadro votivo. Joaquín María Hurtado de
Mendoza junto a su padre. Convento de Santa
parte superior la Virgen del Rosario, de la que Cruz (Vitoria-Gasteiz)
fueron devotos, vestida y rodeada por un halo
con ráfagas, y en la inferior derecha, una leyenda en la que se nos informa del doble milagro.
Al parecer Joaquín Hurtado de Mendoza y Foronda estando en Valladolid se sintió gravemente
enfermo y para recobrar su salud volvió a Vitoria para ponerse bajo la protección de su
milagrosa imagen del Rosario en la iglesia del convento de Santo Domingo. Llegó muy débil y
sin fuerzas “temieron no saliera vivo del coche, pidió le acompañasen a este templo donde
suplicando con todo rendimiento y confianza a esta Soberana Señora por su salud” se recobró
35
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 727. CANTERA ORIVE, J. , “Convento de
Santa Cruz” en ENCISO VIANA, E., (coor.) Catálogo Monumental Diócesis de Vitoria. Ciudad de Vitoria,
Vitoria, Obra Cultural Caja de Ahorros Municipal ciudad de Vitoria, 1971, p. 251, fot. 446. Esta pintura
votiva sin duda perteneció al convento de Santo Domingo de Vitoria y tras su exclaustración pasaría al
de Santa Cruz.

14
sin emplear otro remedio. No quedó aquí la intervención milagrosa de esta pequeña Virgen
pues su hijo Joaquín María Hurtado de Mendoza y Martínez de Medinilla con siete años, en
1754, se contagió en Valladolid de cólera, enfermedad de la que habían muerto otras cuatro
personas. Se encomendó a esta Virgen del Rosario ofreciéndola un frontal y al poco se
encontró sano. Este dato anecdótico nos sirve para conocer la profunda religiosidad de su
familia y la gran devoción y confianza que tuvieron en la Virgen del Rosario del convento de
Santo Domingo.36 Este mismo dato se puede confirmar en otros documentos donde se declara
ser devoto de la Virgen del Rosario que acabamos de comentar, de Nuestra Señora de
Urrialdo, Nuestra Señora de los Dolores y San Joaquín su patrón personal.37 También en su
testamento hace una profunda introspección personal de su sentimiento religioso.

Joaquín María Hurtado de Mendoza y Martínez de Medinilla es el mayor de tres hermanas,


María Gertrudis, María del Rosario Rita y María Luisa Hurtado de Mendoza Martínez de
Medinilla. María Gertrudis (1750-1818) nacía en Tolosa el día 5 de septiembre de 1759 y se
casaba en 1756 con Manuel María de Urdaibay y Gómez de la Torre (1744-1830), debieron de
residir entre Gernika y Bilbao, ciudad en la que murieron y fueron enterrados.38 Tuvieron, al
menos, una hija Josefa de Urdaibay y Hurtado de Mendoza (1778-1847) última señora de
Martioda, Urrialdo y Los Huetos desde 1840 hasta el día de su muerte el 15 de noviembre de
1847. María del Rosario Rita Hurtado de Mendoza y Martínez de Medinilla nacía en Tolosa el
24 de septiembre de 1751, se casaba en 1770 con Miguel Catalá y Zapata de Calatayud, conde
de Cirat y de Villafranqueza, con lo que el linaje de los Hurtado de Mendoza entroncará con la

36
Esta talla de la Virgen del Rosario puede fecharse entre 1500 y 1510 y responde al estilo característico
de las imágenes de Malinas, algo gotizantes, aunque ya con características del Primer Renacimiento.
Esta ciudad flamenca se especializó en la confección de pequeñas vírgenes y santas que alcanzaron gran
éxito y que, por su reducido tamaño, fueron fáciles de exportar, llegando a muchos rincones de Europa.
En concreto en Álava se conservan ocho piezas similares. Esta imagen de la Virgen del Rosario llegó a
Vitoria en 1510 traída de Flandes por Diego Martínez de Maestu, un importante mercader de esta
ciudad. Su fama milagrera comenzó en el viaje de vuelta a Vitoria, pues sobrevino una gran tempestad
que se sosegó tan pronto como Diego abrazó la imagen. A su llegada a Vitoria permaneció un tiempo en
su casa, para pasar posteriormente a la capilla Landázuri del convento de Santo Domingo. Las noticias de
los milagros que realizaba esta imagen motivaron la creación de la cofradía de la Virgen del Rosario y la
concesión de indulgencias por parte del papa Adriano VI. Esta cofradía realizó en el convento de Santo
Domingo su última celebración el día de Candelas de 1835. Tras la exclaustración de este convento, la
imagen fue llevada a la colegiata de Santa María, donde se colocó en la capilla central de la cabecera,
detrás del presbiterio, manteniendo su cofradía y su tradicional devoción. Hoy se encuentra depositada
en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz. MARIETA, Fr. J., Historia de Nuestra Señora del
Rosario de Vitoria, Vitoria, 1611. AZCARATE, J. M., “Catedral de Santa María” en ENCISO VIANA, E.,
(coor.), op. cit., pp. 106, 311, 318. EGUIA LÓPEZ DE SABANDO, J., “Imágenes de Malinas en Álava”
Cultura. Cuadernos de Cultura, 5 (1983), pp. 24-32.
37
Archivo Histórico Provincial de Álava (en adelante AHPA.). Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 6264, 1820-
1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de 1821).
38
Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia (en adelante AHEB.), sig. 069400300, Libro n.º 3 de difuntos
de la parroquia del Señor Santiago de Bilbao. 1784-1820, s.f.

15
alta nobleza titulada. Tuvieron un hijo llamado Pedro Pascual Catalá y Hurtado de Mendoza
(1772-1801) conde de Cirat y Villafranqueza que casó en 1791 con Joaquina Perelló y Lanuza
(1751-1828), los dos nacieron en Valencia y tuvieron un heredero Pedro de Alcántara Catalá y
Peiró (1796-1840), señor de Martioda, Urrialdo y Los Huetos a partir de 1821. La última
hermana de Joaquín fue María Luisa Hurtado de Mendoza y Martínez de Medinilla de la que
solo sabemos que nació en Valladolid en 1756 y que en 1783 su hermano solicita una prórroga
para liquidar el censo que había tomado para casarla.39

Mientras su padre, Joaquín Hurtado de Mendoza y Foronda, ejerció distintos cargos


profesionales la familia no debió de tener una residencia fija. Fue Colegial Mayor de San
Bartolomé en Salamanca, Alcalde de Hijosdalgo y Oidor de la Real Chancillería de Valladolid,
lugar en el que nació Joaquín María en 1747 y su hermana Luisa en 1756. Corregidor de
Guipúzcoa donde residieron en Tolosa, lugar en el nacieron María Gertrudis en 1750 y María
de Rosario Rita en 1751. Finalmente fue miembro del Consejo de su Majestad en el Consejo de
Hacienda en Madrid. A la muerte de su padre en 1764, Joaquín María disponía tan solo de 17
años y ya era señor de Martioda y de todas las heredades paternas, por lo que al menos hasta
1766 su madre actuó como tutora.40 Debió de formarse en Valladolid y la Corte hasta que a la
muerte de su progenitor se instalara en Vitoria.

39
Algunos de estos datos son gentileza de Juan Vidal-Abarca y López. Archivo Histórico Nacional (en
adelante AHN), Consejos, 9943, A. 1783, Exp. 6. XIMENEZ DE EMBUM, J.; GONZÁLEZ PALENCIA., A.,
Catálogo alfabético de los documentos referentes a títulos del reino y grandezas de España conservados
en la sección de Consejos Suprimidos, Madrid, 1952, p. 3.
40
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 727. Archivo de la Real Chancillería de
Valladolid (en adelante ARCHV), Sala de Hijosdalgo, caja 1888,8, 1765. Pleito en el que María Gertrudis
de Medinilla actúa como tutora de su hijo Joaquín María Hurtado de Mendoza y Medinilla con el
Diputado General de Álava sobre la recepción al estado noble de ciertos vecinos de la hermandad de los
Huetos sin seguir el procedimiento habitual.

16
2.1.1 Gertrudis Martínez de Medinilla (1732-1775) como tutora y
administradora de los bienes Joaquín María Hurtado de Mendoza

Como ya hemos comentado tras la muerte de su padre en 1764 la familia establece su


residencia fija en Vitoria en la primera vecindad de la calle Pintorería. En esos momentos
Joaquín María disponía de 17 años, María Gertrudis de 14, Rosario 13 y María Luisa de 8 años,
por lo que todos eran menores y quedarán al cargo de su madre, quien actuará como tutora y
curadora de todos ellos hasta su fallecimiento en 1775. Su objetivo fue organizar las cuentas y
todas las posesiones familiares que iban a recaer en el primogénito Joaquín María Hurtado de
Mendoza. En este sentido Gertrudis Martínez de Medinilla va ser un personaje clave pues
todas las gestiones que realiza no tenían otro objetivo de beneficiar a la familia. Fue ella quien
enseñó a su hijo a administrar sus bienes y a actuar como un rentista en beneficio del
patrimonio familiar.

En 1769 encargaba el arreglo de una casa en la tercera vecindad de la calle Herrería de Vitoria
perteneciente a la capellanía que estaba en la iglesia parroquial de San Pedro de esta ciudad y
que había sido fundada por Martín Fernández de Iturrizar y Manurga “para ponerla en estado
de poderla habitar y producir un ventajosa renta a favor de la capellanía”. Para ello solicitó un
censo redimible hipotecando las casa que se estaban reparando y otra en la segunda vecindad
de la calle Herrería también perteneciente a la misma capellanía.41 En 1770 intenta recuperar
un depósito de 102802 r de vellón que su marido había dejado en el convento de San Pablo de
lo orden de predicadores de Valladolid el 24 de julio de 1761.42 Otro de los objetivos de
Gertrudis Martínez de Medinilla fue conseguir matrimonios ventajosos para sus hijos. En
concreto logró casar a su hija María del Rosario Rita Hurtado de Mendoza con Miguel Catalá y
Zapata, conde de Cirat y de Villafranqueza, vecino de la ciudad de Valencia, hijo legitimo de
Juan Bautista Catalá y Ribout Montañer, dueño y señor del lugar de Tormos y de la Torre de
Bujarron y Ana María de Zapata de Calatayud Folch de Cardona vecinos de la misma ciudad.43

41
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1305, 1769, fols. 1501-1502 (14 de noviembre de 1769). Ibid., fols.
1526-1533 (15 de noviembre de 1769).
42
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1714, 1770, fols. 1250-1252 (14 de septiembre de 1770). Ibid., fols.
1343-1345. (6 de octubre de 1770).
43
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1714, 1770, fols. 1306-1307 (28 de septiembre de 1770). Poder que
da María del Rosario Hurtado de Mendoza y Medinilla a don José Álvarez Jordan. Ibid., fols. 1308-1309
(28 de septiembre de 1770) Poder de María del Rosario Hurtado de Mendoza a Simón de Nájera. Ibid.,
fols. 1612-1622 (7 de noviembre de 1770). Contrato matrimonial entre Miguel Catalá Zapata de
Calatayud Ceberio y María del Rosario Hurtado de Mendoza Martínez de Medinilla.

17
Se dispusieron 11000 ducados en dinero, ropa nueva y alhajas de diamantes como dote de
María del Rosario Rita Hurtado de Mendoza que fueron pagados en distintos plazos.44

Unirá por sugerencia del vicario cuatro capellanías merelengas de las que era patrón su hijo
situadas en la parroquia de Villareal de Urrecchua (Urretxu) en Gipuzkoa dentro de la antigua
diócesis de Pamplona. Una fundada por Luis de Necolalde con una renta anual de 100 ducados,
otra instituida por María Francisca de Necolalde sobre censos que producían al año 1346
reales y 12 maravedíes. La tercera también creada por María Francisca de Necolalde que
pertenecía a la casería de Zelaia en Ezquioga (Ezkio) con 150 ducados de renta. La cuarta
dotada por Martín de Lizarazu con 100 ducados de renta anual.45

En su política de arrendamientos puso en explotación un gran número de heredades desde la


muerte de su marido hasta la suya propia el 6 de febrero de 1775 (Vid. tabla de
arrendamientos). Interpuso pleitos y reclamaciones para el cobro de rentas y deudas
pertenecientes a los mayorazgos de su hijo.46 Un buen ejemplo lo tenemos en la reclamación
de condena que pidió para el maestro de obras Francisco Ortiz, quien no había cumplido con
las condiciones establecidas para arreglar los tejados de la iglesia de Aedo, en el valle de
Carranza, de la cual era patrono su hijo. Al parecer el trabajo no se realizó en condiciones lo
que provocó la ruina de la bóveda de una capilla poniendo en riesgo a toda la iglesia.47

El propio Joaquín María Hurtado de Mendoza habiendo cumplido ya la mayoría de edad siguió
confiando en la tutela y administración de su madre pues en 1773, con 26 años, otorga su
poder a su progenitora para que pudiera seguir gestionando sus bienes y hacienda.48 A partir
de 1775 se tiene que hacer cargo de toda la hacienda familiar siguiendo el camino abierto por
su madre de la que destacan “su maternal cariño y afectuosa inclinación de su generoso
corazón, teniendo siempre presente la unión y buena armonía con que supo conservar y

44
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1714, 1770, fols. 1646- 1653 (10 de noviembre de 1770), Carta de
pago de Miguel Catalá y María del Rosario Hurtado de Mendoza su mujer a María Gertrudis Martínez de
Medinilla.
45
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1102, 1771, fols. 838-841 v. (8 de agosto de 1771).
46
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1301, 1773, fols. 466-468 (26 de abril de 1773). Reclamación de 70
ducados de vellón que se le debe por la renta de una casa que habita el deudor (Manuel Ortiz de Zárate)
perteneciente a los mayorazgos de Joaquín María tutelados por Gertrudis de Medinilla.
47
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1304, 1774, fols. 1319-1321 (15 de diciembre de 1774). Poder
cumplido a Andrés Fernandez de Aguirre procurador de la audiencia eclesiástica de dicho obispado de
Santander.
48
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1301, 1773, fols. 1765-1768 (12 de diciembre de 1773). Ibid., 1304,
1774, fols. 179-182 (1 de marzo de 1774) María Gertrudis Martínez de Medinilla en nombre de su hijo
en virtud del poder general que en mi favor otorgó para administrar todos sus bienes da su poder a
Pedro de Echauz agente de los Reales consejos para que en nombre de su hijo gobierne y administre y
ponga en cobros todos sus bienes y hacienda en Madrid.

18
mantener su casa y familia”.49 Tras su muerte hizo una repartición equitativa de todos sus
bienes entre sus hijas y Joaquín María Hurtado de Mendoza, teniendo en cuenta que este
último era el primogénito y por tanto el principal heredero de los bienes familiares.50 A él le
tocaba a partir de este momento velar por su parentela y por la gestión económica de los
mismos.

49
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 89-94.
50
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-ss. (8 de abril de 1775) Inventario de Gertrudis
Martínez de Medinilla.

19
2.1.2. Situación y gestión económica de Joaquín Hurtado de Mendoza

Tras la muerte de su madre en 1775 Joaquín María Hurtado de Mendoza y Martínez de


Medinilla debe tomar las riendas como cabeza familiar. El primer paso fue convertirse en el
curador de sus hermanas, aún solteras, María Gertrudis y María Luisa Hurtado de Mendoza,
menores de 25 años pero fuera de la edad pupilar. Esto fue estipulado en el testamento de la
madre y aceptado de buen grado por sus hijas que consideran a su hermano el primogénito,
poseedor de su casa y de todos sus mayorazgos y un hombre de “acostumbrada humanidad”.51
A partir de este momento comenzará a nombrar administradores para gestionar todas sus
propiedades, patronatos, obras pías y acciones situadas en Álava, Madrid, Gipuzkoa, el señorío
de Bizkaia, Burgos (valle de Tobalina, Cadiñanos), La Rioja (Baños de Rio Tobia y Villaverde de
Rioja), Valladolid (Medina del Campo) y tras su matrimonio, las casas, cortijos, tierras, viñas
olivares y otros bienes que poseían en Cádiz (Puerto Real, Jerez de la Frontera y sus términos)
(Vid. Cuadro de administradores y apoderados). Como rentista se preocupará de mantener y
aumentar la política de alquileres que había sostenido su madre poniendo en explotación la
mayor parte de sus tierras y casas rurales y urbanas. (Vid. Tabla de arrendamientos).

Disponía de seis mayorazgos a su cargo con sus respectivas propiedades, el fundado por Juan
de Mendoza el 19 de julio de 1578, el de Lope de Barrientos que fue obispo de Cuenca, Juan
de Necolalde y doña María Zabaleta vecinos de Villarreal de Guipúzcoa, Juan de Medina
Rosales vecina del valle de Tobalina, Puente Hurtado de Mendoza vecino del valle de
Arcentales y Martín de Lazcano de Gipuzkoa. Todos estos mayorazgos le producían
aproximadamente unos 6000 ducados al año.52

A la larga lista terrenos, fincas y otras propiedades se unen las casas que disponía y alquilaba
en Vitoria, Zurbano, Alegría, Argómaniz, Foronda, Oreitia, Ascarza, Cádiz y Madrid entre otras
(Vid. Tabla de arrendamientos). La mayor parte de ellas están vinculadas a mayorazgos como
las dos viviendas que tenía en Madrid y que había heredado en 1731 en las últimas voluntades
de María Hurtado de Mendoza, vinculadas al mayorazgo de Juan de Mendoza. Una estaba en
la calle la Cruz y la otra en la Gorgera y se encontraban con necesidades de reparos inmediatos
para evitar su ruina. El costo de esta labor ascendía a 7.000 ducados para lo que tuvo que tuvo

51
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 89-94.
52
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1306, 1777, fols. 893-895 (22 de junio de 1777).

20
que solicitar al rey licencia para imponer a censo redimible las dos casas y el mayorazgo del
que formaban parte.53

Otro de los objetivos de Joaquín María Hurtado de Mendoza como cabeza familiar y curador
de sus hermanas fue el de establecer buenos contratos matrimoniales que fueran en beneficio
y dieran “mayor lustre y esplendor a la familia”. El 17 de abril de 1776 se protocolizaba el
enlace entre María Gertrudis Hurtado de Mendoza y Manuel María de Urdaibay y Gómez de la
Torre, primogénito de José Antonio de Urdaibay y Larrinaga y María Antonia Gómez de la Torre
oriundos de Gernika. La dote establecida para María Gertrudis fue de 11.000 ducados, más
todas sus alhajas que le había dejado su madre y ropas propias, mientras que su futuro esposo
aportaba 2000 ducados y el compromiso de sus padres a tenerles en su casa “todo el tiempo
que las partes estuvieran conformes”.54 El pago de los 11000 ducados le supuso a Joaquín
María Hurtado de Mendoza un importante esfuerzo económico por lo que tuvo que constituir
varios censos, uno de 3000 ducados hipotecando ahajas de plata que había heredado de sus
padres,55 y otro de 22.000 reales tomado del licenciado Pedro Matías de la Fuente presbítero
beneficiado del cabildo de la universidad de Vitoria y cura rector de la iglesia parroquial de San
Miguel haciendo cesión de rentas de los mayorazgos que Joaquín María tenía en Vitoria y en
Martioda.56

En 1778, Joaquín María Hurtado de Mendoza, residente en Martioda, iniciaba los trámites para
casar a su hermana menor, María Luisa Hurtado de Mendoza con Miguel Jiménez Navarro
intendente de Cuenca. Igualmente, como había establecido su madre, la dote a aportar era de
11000 ducados de la legítima paterna y materna, con la condición de que renunciara a favor
del primogénito todos los bienes y acciones le pudieran pertenecer por herencia. Joaquín
María daba su poder a su hermana María del Rosario y su cuñado Miguel de Catalá, residentes
en Valencia, para que establecieran los capítulos matrimoniales del contrato de casamiento.57
De nuevo, el pago de esta importante cantidad le hizo contraer censos redimibles sobre los
bienes y raíces de sus mayorazgos, para lo que tuvo que solicitar el beneplácito real pues “no
53
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1306, 1777, fols. 893-895 (22 de junio de 1777). Ibid., fols. 910-913
(4 de julio de 1777)
54
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1303, 1776, fols. 211-225 (17 de abril de 1776). Matrimonio entre
Manuel María de Urdaybai Gómez de la Torre y María Gertrudis Hurtado de Mendoza y Medinilla.
55
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1303, 1776, fols. 282-286v. (16 de mayo de 1776) Lista de alhajas
hipotecadas.
56
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1303, 1776, fols. 322-325 (30 de mayo de 1776). Ibid., 1306, 1777,
fols. 602-604 v. (24 de abril de 1777). Carta de pago. Pedro Matías de la fuente presbítero y beneficiado
del ilustre cabildo de la Universidad y cura de la iglesia de San Miguel de Vitoria presta a Joaquín María
Hurtado de Mendoza y Medinilla 22000 r. de vellón.
57
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1312, 1778, fols. 149-152 (6 de marzo de 1778).

21
tengo bienes libres con que pagarla”.58 A lo conseguido por los créditos añadió 5000 r. de parte
de los sueldos que le debía la Real Hacienda a su padre por los servicios prestados.59 El pago
fue lento pues en 1781 solicita al consejo de Cámara de Castilla aumentar la prorroga
aprobada pues había tenido que enfrentarse a la reedificación y reparos de casas a lo que
había que sumar los gastos de su boda.60 Todavía en 1783 sigue pidiendo moratorias de pago
arguyendo que el año anterior había tenido muchos gastos en la reedificación de una casa de
Medina del campo perteneciente al mayorazgo Barrientos y la reparación de sus casas de
Madrid, deterioradas por un pedrisco que afectó a los tejados y a las ventanas. Los gastos, en
esta ocasión ascendían a 4000 ducados lo que no le permitía hacerse cargo de la deuda con su
hermana, pues de lo contario “le supondría dejar sin los precisos alimentos y gastos muy
regulares para mi manutención y el de mi casa y familia”.61

Tras su matrimonio en 1779 su capital se vio acrecentado gracias a los bienes de su mujer.
Asumirá la gestión de todo su patrimonio y se convertirá en su representante legal. Al tratarse
de bienes situados en Cádiz dará su poder a Pedro de Madrazo vecino de la zona para que en
su nombre y el de su esposa pudiera administrar “las casas, cortijos, tierras, viñas, olivares,
censos y demás posesiones” que su mujer poseía en Jerez de la Frontera, Puerto Real y otros
lugares cercanos y para que tomara cuentas de cómo se encontraba todo ese patrimonio y lo
pusiera en explotación.62 Hace lo mismo con las posesiones que Vicenta Carrasco y Mirabal
tenía en Madrid, en este caso, y “según corresponde en buena economía” unifica sus bienes y
los de su esposa en un único administrador con residencia en la capital.63 También se tuvo que

58
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1312, 1778, fols. 153-155 (6 de marzo de 1778). Poder a Pedro de
Echaluz de la villa de Madrid para que en mi nombre parezca ante el rey y señores de su real cámara de
Castilla… Ibid., fols. 475-478 (14 de junio de 1778). “Poder a José de Urdaneta vecino de Vitoria para que
en mi nombre saque y tome un censo redimibles a cualesquiera comunidades capellanías obras pias y
personas particulares con quienes tratare hasta la cantidad de 11000 d. para pagar a la señora Maria
Luisa, mi hermana…. Sobre los mayorazgos de Mendoza y otros de que soy legítimo y espero seme
conceda por su magestad y otros 100000 r de vellón para repara y componer dos casas sitas en la calle
de la cruz y en la Gorguera de la villa de Madrid pertenecientes a la agregación que hizo María Hurtado
de Mendoza en su testamento….”
59
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1711, 1779, fols. 674-675 v. (16 de julio de 1779).
60
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 498-500. Poder a Pedro Sancho Gómez vecino de
Madrid para que le represente ante los señores del consejo de Cámara de Castilla y en los demás
tribunales y audiencias.
61
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1710, 1783, fols. 398-401 (21 de mayo de 1783). Poder a Pedro
Sancho Gómez.
62
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1711, 1779, fols. 676-677 (16 de julio de 1779). Poder a Pedro
Madrazo vecino de Jerez de la frontera para que gobierne y administre sus bienes.
63
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1711, 1779, fols. 966-969 (6 de noviembre de 1779). Poder para
gestionar sus bienes en Madrid.

22
enfrentar a la demanda que José Vicente de Omaña, regidor de la ciudad de Oviedo, le
interpuso ante la Chancillería de Valladolid el dos de junio de 1779 por un mayorazgo fundado
José González de Uzqueta, del consejo y cámara de Castilla, caballero de la Orden de Santiago
y comisario general de la cruzada, que en su opinión pertenecía a su mujer Catalina Valdés.
Joaquín María Hurtado de Mendoza defendía que ese mayorazgo le pertenecía legítimamente
a María Vicenta Carrasco Mirabal por lo que nombrará apoderados para dilucidar su posesión
ante los tribunales.64 Mantuvo además otros pleitos abiertos para defender los intereses de las
propiedades de su mujer ante la chancillería de Granada y otros tribunales.65

64
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1711, 1779, fols. 690-692 (4 de agosto de 1779). Poder a Juan
Campero vecino de la ciudad de Valladolid para que les represente en la Real Audiencia y Chancillería de
Valladolid. AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1710, 1783, fols. 936-939 (20 de octubre de 1783). Poder a
José Barreras y Vicente González por la posesión del mayorazgo fundado por José González de Uzqueta.
65
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1710, 1783, fols. 431-433 (7 de junio de 1783). Poder a Antonio
Vastroviejo y otros para que le representen ante la Chancillería de Granada y le defiendan en el pleito
interpuesto por el marqués de Villamarta, vecino de Jerez de la Frontera, por el que pretende que
contribuya con 2000 d. anuales para alimentos de los mayorazgos que goza y posee mi mujer. Ibid., fols.
673-675 (5 de agosto de 1783). Poder para que le representen ante los tribunales en el pleito contra
Francisco Ruiz Celín vecino de Jerez de la Frontera sobre el pago de arrendamiento del cortijo de Fuente
Bermeja propio del mayorazgo de Mirabal.

23
2.1.3. Matrimonio y nobleza titulada

Al igual que su hermana María Gertrudis, Joaquín María Hurtado de Mendoza y Martínez de
Medinilla consiguió acceder a la ansiada nobleza titulada, Este deseo de conseguir un título
propio para su familia se puede advertir en la solicitud que en 1781 dirigía al rey Carlos IV con
un memorial en el que se detallaba la historia genealógica de la familia y su limpieza de
sangre.66 Joaquín María consiguió los títulos de conde de Villafuente Bermeja y marqués de
Mirabal gracias a su acertado matrimonio con Vicenta Carrasco y Mirabal, marquesa de
Mirabal y condesa de Villafuente Bermeja. De hecho a partir de 1779 y hasta el día de su
muerte en todos los documentos se hace llamar conde de Villafuente. Este matrimonio se llevó
a cabo el 28 de abril de 1779 en Madrid en la iglesia de Nuestra señora del Buen Suceso,
cuando Joaquín María contaba con 32 años.67 Además de los títulos aportados por el
matrimonio Joaquín María Hurtado de Mendoza ostentaba los señoríos de Martioda, Los
Huetos, jurisdicción de la Occa, Villas de Berganzo y Serranos de Nigar, casas de Mendoza en
Martioda, la Puente y Traslaviña, torres de Necolalde y Lazcano en Gipuzkoa, además de las de
Ascarza, Iturrizar, Medinilla y Rosales del antiguo linaje de Barrientos.68
Su esposa Vicenta Carrasco y Mirabal era natural de Jerez de la Frontera, condesa de
Villafuente y marquesa de Mirabal, poseía “ilustres Mayorazgos fundados por Ministros del
mayor grado de la Corona”. Su padre Pablo Carrasco Moya Ferrer y de Mora fue Coronel del
regimiento de Caballería de la Costa del Reino de Granada y Comandante de la ciudad Vélez-
Málaga y su madre María Magdalena de Mirabal, cuarta marquesa de Mirabal y quinta
condesa de Villafuente Bermeja tras el fallecimiento de su hermana mayor Josefa Micaela de
Mirabal.69 Su abuelo materno fue Luis de Mirabal Espinola, primer marqués de Mirabal, fue

66
LACABE AMORENA, M.ª D., op. cit., p. 16.
67
AHN., 1.1.2.2//CONSEJOS, 9943, A.1779, Exp.5. El 24 de marzo de 1779 Joaquín Hurtado de Mendoza
y Martínez de Medinilla, solicitando Real licencia para casarse con doña María Vicenta Carrasco y
Mirabal, Marquesa de Mirabal y Condesa de Villafuente Bermeja.
68
Fundación Sancho el Sabio, sig., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f.
69
AHN., Consejos, 9943, A. 1786, Exp. 3. Por el fallecimiento de María Magdalena de Mirabal y con el
permiso Pablo Carrasco y Ferrer, María Vicenta Carrasco y Mirabal y su marido Joaquín María Hurtado
de Mendoza piden se despachen los mencionados títulos. Para ello se presentan la real carta de
sucesión a favor de doña María Magdalena de Mirabal por fallecimiento de su hermana Josefa Micaela
de Mirabal, en el título de Marquesa de Mirabal y posesión de mismo por María Vicenta Carrasco
Mirabal. AHN., Consejos, 5240, Exp. 53. 1787. El Diputado general de Álava confiesa que Joaquín María
Hurtado de Mendoza, marido de doña María Vicenta Carrasco y Mirabal, Marquesa de Mirabal y
Condesa de Villafuente Bermeja, exhibió los siguientes documentos: Títulos de Marqués de Mirabal, y
Vizconde de Mirabal, cancelado, a favor de don Luis de Mirabal y Spínola, concedido en 31 de octubre
de 1722, libre a perpetuidad de lanzas y media annata. Certificado de carta de pago de media annata
por cuatro sucesiones en el título de Conde de Villafuente Bermeja; de Beatriz de Mirabal, por muerte
de Luisa Mirabal Ponce de León, su hermana; de Josefa Micaela de Mirabal, por muerte de su prima la

24
embajador en Holanda y presidente del Consejo de Castilla de Felipe V y Luis I.70 El mayorazgo
de Uzqueta, que también le pertenecía, fue fundado por José Gonzalo de Uzqueta, caballero
de la Orden de Santiago, señor de Boadilla, miembro del Consejo y Cámara de Castilla,
presidente de Consejo de Hacienda, gobernador de Indias y comisario General de la Santa
Cruzada y ministro de Felipe IV. Por la posesión de este mayorazgo era patrona del Convento
de Carmelitas Descalzas de la ciudad de Calahorra y del de la villa de Beas, además de varias
iglesias colegios y capillas.71

Esta unión hizo que Joaquín María Hurtado de Mendoza pasara a formar parte de la nobleza
titulada elevando su estatus social y su hacienda familiar. A juzgar por cómo se describe tiene
en alta consideración su linaje pues según relata “procede de uno de los más antiguos e
ilustres linages de estos Reynos, qual es la casa de Mendoza, que además de comprobarse esto
por la notoriedad, lo comprueba asimismo la antiquísima posesión de los Señoríos de Martioda
y los Huetos, poseídos siempre por sus ascendientes, desde que se hace memoria en la historia
de esta familia muchos documentos que se conservan en el Archivo de esta Casa…” “…de los
quales consta que varias veces se enlazó con las Casas Reales de Castilla y Aragón, que salieron
de ella tantos grandes hombres, a quienes en gran parte se debió la conquista del Reyno de los
Moros, que en la Corte de los Reyes intervinieron en los más arduos negocios, y que ocuparon
las más altas dignidades del Estado, desde que en el Reynado del Rey Don Alfonso el VII hace
mención la Historia de esta familia, distinguiéndose en todos tiempos en fidelidad y zelo en el
servicio de los Reyes antecesores”.72

citada doña Beatriz en 26 de octubre de 1767; de María Magdalena de Mirabal Spínola, por muerte de
su hermana Josefa Micaela; y de María Vicenta Carrasco y Mirabal, su hija, por muerte de la citada doña
María Magdalena.
70
Luis Félix de Mirabal y Espinola nació en Jerez de la frontera en 1657 y murió en Madrid el 24 de enero
de 1729. Pertenecía a una familia hidalga, su padre Juan Francisco de Mirabal, caballero de la orden de
Alcantara y su madre María Luisa Espinola y Morales. Tuvo cuatro hermanos, el mayor Juan Francisco de
Mirabal y Espinola fue nombrado por Carlos II primer conde de Villafuente Bermeja. Los siguientes
fueron Rodrigo de Mirabal, contralmirante de la Real Armada, y Martín de Mirabal. Don Luis tuvo tres
hijas: Mariana Melchora, Josefa Micaela y María Magdalena, II, III y IV condesas de Mirabal.
http://www.boadilla.com/pages/mirabal.htm (consultado 28/11/2017) HERRERA Y HUME, F.; RIVERO Y
CAMACHO, T., Estudio genealógico de una familia andaluza: los Dávila de Jerez de la Frontera.
consentimiento del padre
71
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f. (21 de enero
de 1790).
72
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f. (21 de enero
de 1790)

25
2.1.4. Vida entre Vitoria y Martioda

Desde la muerte de su padre se instala en Vitoria donde disponía de una casa en la primera
vecindad de la calle Pintorería. También poseía otras casas, que habitualmente tuvo
arrendadas, en la misma Pintorería, en la calle Santo Domingo, cerca de su plazuela, enfrente
de la casa de Nicasio José de Velasco, en la segunda vecindad de la calle Herrería junto al
convento de Santa Cruz y varias en la tercera vecindad de la Zapatería.73 (Vid., tabla de
arrendamientos) En esta ciudad ocupó distintos cargos como los de regidor y alcalde de
Vitoria.74 Como más adelante expondremos creemos que fue Joaquín María Hurtado de
Mendoza el encargado de llevar a cabo la reforma de la casa principal del mayorazgo de
Martioda. Varios datos nos confirman que la vivienda estaba ya habitable y fue utilizada
habitualmente por este personaje y su familia. En concreto sabemos que en 1778, aún soltero,
se declaraba “residente en mi villa de Martioda”75, tras su matrimonio en 1779 vuelve a vivir a
Vitoria junto a su esposa pues en 1780 está ejerciendo como alcalde de esta ciudad. En 1781 y
en fechas posteriores le volvemos a localizar en Martioda, lo que nos hace pensar que esta
casa fuera empleada como una segunda residencia.76 Otro dato de gran interés para apuntalar
lo anteriormente expuesto se sitúa en 1808, durante la invasión francesa, cuando hace una
reclamación al Diputado General de Álava para que los mandos militares que ocupaban su casa
de Vitoria la abandonaran lo antes posible. Dada la situación y mientras este problema se
resolvía se iba a vivir a Martioda.

“Desde el ingreso de las primeras tropas francesas en la ciudad he sufrido gustoso el


gravamen. Teniendo incesantemente ocupada mi casa con varios generales y otros
oficiales de graduación. Vs sabe como me he comportado y que apenas habrá quien me

73
ARCHV., Registro de ejecutorias, caja 3776,28. En 1805 tuvo un pleito con Nicasio José de Velasco que
llegó hasta la Chancillería de Valladolid por un pozo o conducto de agua que iba por la calle Correría
hacia el Portal de Arriaga.
74
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 727. En 1780 ya aparece como alcalde,
también se le vuelve a localizar entre 1813 y 1814. AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1709, 1780, fols.
963-964, 963-964.
75
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1312, 1778, fols. 83-84, 149-152, 475-478 (28 de enero, 6 de marzo
y 14 de junio de 1778).
76
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 582-583 (21 de septiembre de 1781). AHPA -
APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 10261, 1814, fols. 82 y ss. (28 de octubre de 1814). Ibid., 6264,
1820-1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de 1821). Cuando el 28 de octubre de 1814 redacta su primer
testamento se declara vecino de la ciudad de Vitoria y residente en la villa de Martioda. El segundo
testamento fechado el día 16 de febrero de 1821 se redacta en este mimo lugar, haciendo referencia a
que “fue vecino de Vitoria”, lo que nos confirma que en los últimos años de su vida residía en su casa
torre. En toda la documentación que hemos podido consultar queda muy clara la relación personal con
esta localidad y los vínculos emocionantes que le unen a ella.

26
haya excedido en atenciones hacia mis huéspedes con quienes no he reparado en gastos
por complacerlo. En medio de esto me encuentro con la sensible novedad con que la
guardia del excelentísimo Sr. Vendier, general de división, que está actualmente
hospedado en mi casa me ha impedido por dos veces entrar en ella. No alcanzo en que
puede convertirse esto, pero yo no puedo sufrir un procedimiento tan ofensivo a mi
persona y de mi propiedad. Espero que Vs. Tomará en consecuencia esta ocurrencia y
no contrañará abandone mi casa y domicilio como voy a ejecutarlo partiendo a mi lugar
de Martioda mientras no esté seguro de disponer de mi habitación como corresponde.
Entre tanto me prometo que Vs. Tendrá la voluntad de tomar medidas oportunas para
hacer cesar semejantes vejaciones. 1 de abril de 1808. El conde de Villafuente“77

En 1814 de nuevo aparece como vecino de Vitoria y residente en Martioda y hasta su muerte
en 1821 seguirá residiendo en esta villa lo que nos confirma que durante toda su vida vivió a
caballo entre Vitoria y Mártioda, entre la ciudad y el campo. No obstante también sabemos
que debió de pasar temporadas puntuales en Madrid, sobre todo en vida de su esposa, donde
disponía de dos viviendas que había heredado en 1731 de María Hurtado de Mendoza,
vinculadas al mayorazgo de Juan de Mendoza. Una de esas casas estaba en la calle Cruz y otra
en La Gorguera número 26 de la manzana 212 (actual Núñez de Arce).78 También disponía de
otra vivienda, probablemente vinculada al patrimonio de su mujer, en la calle Leganitos. Todas
las habitaciones de estas casas estaban arrendadas, salvo un piso en Leganitos que utilizaban
cuando se trasladaban a Madrid. En 1782 decide cambiar su domicilio de Leganitos por otro en
La Gorgera “por ser esta suficiente para mi aposentamiento y de mi familia en las temporadas
que fuere a Madrid” y porque Leganitos estaba en una zona más cara y le podía proporcionar
mayores beneficios económicos.79 Este mismo año había solicitado a la villa de Madrid
mantener el uso de coche vinculado a sus casas “para nuestro servicio y conveniencia en esta
referida ciudad su circunferencia y demás pueblos donde nos conviniere y fueren mandando,
que no se nos impida ni estorbe por persona alguna”.80

77
Archivo del Territorio Histórico de Álava (en delante ATHA-FHPA) DH-123-5-27, fols. 32-33).
78
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1306, 1777, fols. 893-895 (22 de junio de 1777). Ibid., fols. 910-913
(4 de julio de 1777)
79
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1972, 1782, fols. 1026-1028 (22 de julio de 1782).
80
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1972, 1782, fols. 10-11 (1 de enero de 1782). Poder a Pedro Sancho
Gómez.

27
2.1.5. Su relación con Martioda en lo terrenal y espiritual

Son muchos los documentos en los que subraya su vínculo personal con “mi villa de Martioda”
señalando expresamente que es “señor en lo espiritual y temporal” de esta localidad. Lo cierto
es que su preocupación por todo lo que ocurre en este lugar es patente a lo largo de toda su
vida. Ejerció como alcalde mayor de la hermandad de los Huetos, Urrialdo y Martioda
defendiendo sus intereses ante las distintas instituciones.81 Un ejemplo lo tenemos en la queja
que interpuso en 1783 ante el Diputado General de la provincia para que abrieran de nuevo el
camino público de Mandojana, pues había sido siempre de gran utilidad a los vecinos de “mi
estado de Martioda y Urrilado” y de otros pueblos para llegar a Vitoria, evitando el gran rodeo
que de lo contrario debían dar.82

Su interés por el mantenimiento de las dos iglesias de Martioda, San Juan y Nuestra Señora de
Urrialde, también queda de manifiesto, aún siendo patrono divisero de las iglesias vizcaínas de
Nuestra Señora de Traslaviña (Artzentales), San Miguel de Linares (Artzentales), San Miguel de
Aedo (Carranza), San Andrés de Biañez (Carranza), San Pedro de Romaña (Trucios), además de
San Martín de Aedo y San Juan de Bárcena del valle de Angulo en Castilla y Santa María de la
Piedad de la Villa de Medina del Campo (Valladolid). Al fin y al cabo, las iglesias de Martioda
habían sido fundadas por su tronco familiar directo y era allí donde algunos de sus
antepasados estaban enterrados. También habían contribuido en la erección del templo donde
todavía se pueden ver objetos donados y escudos de sus ancestros. Incluso sus propios padres
debieron de sufragar el retablo mayor coronado por los escudos de los Hurtado de Mendoza y
Martínez de Medinilla.

El propio Joaquín María Hurtado de Mendoza se preocupó personalmente de que la capellanía


fundada en la iglesia de Martioda por María Hurtado de Mendoza tuviese siempre un capellán
que pudiera cumplir con las obligaciones estipuladas en la misma, administrando los santos
sacramentos y cumpliendo con todas sus funciones.83 No es por eso extraño que tenga un
especial interés en mantener intactos sus derechos y en beneficiar a estas dos iglesias de

81
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 10257, 1802, fols. 57-59. (12 de mayo de 1802)
Nombramiento de Alcalde de la hermandad de los Huetos, Urrialdo y Martioda
82
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1710, 1783, fols. 402-405 (21 de mayo de 1783). Pode a Javier Ruiz
de Galarreta para que le represente ante el Diputado General de esta Provincia.
83
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 582-583 (21 de septiembre de 1781).
Nombramiento de capellán a Gabino se Salazar presbítero y confesor aprobado. Ibid., 1972, 1782, fols.
1045-1046 (2 de agosto de 1782). Nombramiento de Luis Elorza presbiterio. Ibid., 1708, 1785, fols. 500-
504 (6 de agosto de 1785). Nombramiento de Agustín de Corcuera.

28
Martioda en todo lo posible. En varias ocasiones tuvo que luchar legalmente para que no se
realizaran visitas pastorales por parte del obispado de Calahorra, aspecto que quiere remarcar
y recordar en su testamento para la posteridad pues, además de dejar 200 fanegas de trigo
para el arca de misericordia de la iglesia dispone que “no se pase el libro donde se tenía la
razón por ninguna visita ni de un obispo o visitador”.84

Su implicación en la parroquia de Martioda también queda de manifiesto al final de su vida


cuando deja “para el uso de mi iglesia con la propiedad al señor o señora de la casa de
Mendoza y señor o señora de esta mi villa” una caldera con su hisopo, incensario, naveta,
atriles, además de unos misales con cantoneras de plata.85 A esto hay que sumar las casullas
estola, manípulos, albas, amitos, manteles de altar, bursas, velos y corporales que tenía para
su uso en su oratorio.86

También resultan ilustrativas las indicaciones que hace para que se le entierre en la Iglesia de
San Juan de Martioda de la que era patrono. Solicita ser amortajado, como era habitual, con el
hábito de san Francisco con un entierro de cuerpo presente con las celebraciones, misas
cantadas y responsos habituales. Más curioso resulta el interés que manifiesta porque su
cuerpo fuera llevado por cuatro vecinos de Martioda y por el banquete funerario que se debía
de realizar. Una costumbre que solía ser habitual pero que en ocasiones no era muy bien visto
por las jerarquías religiosas, por lo que en algunos obispados se buscaba la supresión de los
mismos, al considerarse más un acto de vanidad y ostentación que de Piedad.87 En este caso se
advierte un intento de agradar a sus vecinos y vasallos de Martioda con una gustosa y
abundante comida siempre que le encomendaran a Dios.

“Quiero que mi cuerpo sea llevado a la iglesia por cuatro vecinos y me den tierra y
después a todos se les dé de merendar un plato bueno de carne otro de bacalao con su
pan y vino todo abundante con un plato de nueces y otro de queso y me encomiende a
dios. A las vecinas se les de chocolate aunque con su azucarillo, bizcochos y pan con
aquel, todo abundantemente y me encomienden a Dios. A los mozos se les de la
misma merienda que a los vecinos. A los señores curas de la letanía que vinieran a mi
entierro se les de dos o tres platos buenos para la merienda y para postre, y se les

84
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 729.
85
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 6264, 1820-1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de 1821).
Anotado en Martioda el 22 de diciembre de 1814.
86
Ibid., anotación del 15 diciembre de 1820.
87
MARTÍNEZ GIL, F., Muerte y sociedad en la España de los Austrias, Cuenca, Universidad de Castilla- La
Mancha, 2000, pp. 428-429.

29
ponga cuatro botellas de buen vino y a mas los bizcochos acostumbrados con el pan y
vino clarete para aquella”.88

Otra manifestación de la política paternalista practicada por estas élites locales a través de la
beneficencia quedó materializada en la fundación de obras pías, hospitales u otras
instituciones caritativas y asistenciales que buscaban el mantenimiento vivo del status
personal y familiar. En este caso, Joaquín María dotó una obra pía para mujeres jóvenes
preferiblemente huérfanas y para pobres vecinos de Martioda, además de repartir tras su
muerte una limosna de 4000 reales entre los pobres y todos los vecinos de su villa siempre y
cuando le encomendaran a Dios, además de 2000 r. a cada uno de sus criados y criadas de su
casa de Vitoria y de la de Martioda.89 A este habitual interés por mantener su recuerdo vivo se
suman todo tipo de celebraciones perpetuas con misas, responsos en distintas iglesias y
conventos.90

“Mando que se celebren dos misas rezadas en altares privilegiados por mi alma, las de
mis señores padres y abuelos y demás de mi obligación satisfaciendo limosna para
cada una cuatro reales, las que se han de decir y celebrar en esta forma, a saber 300
misas en la citada iglesia de San Juan de esta villa, 500 en el convento de San Francisco,
otras 500 en el de Santo Domingo, 200 en el de San Antonio, y las 500 restantes en la
parroquia de San Miguel, todas en la ciudad de Vitoria dejando su pronta satisfacción
al arbitrio de mis albaceas y testamentarios”.91

Se preocupó por mantener vivas todas las capellanías fundadas por sus antepasados, en
especial la instituida en la iglesia de Martioda por María Hurtado de Mendoza.92 Pero también
las constituidas en la parroquia de Urretxu en Gipuzkoa por Luis de Necolalde con una renta
anual de 100 ducados y con la obligación de rezar 72 misas al año en días y altares señalados.
Otra creada por María Francisca de Necolalde sobre censos que rentaban al año 1346 reales y
88
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 6264, 1820-1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de 1821).
89
Ibid., La dotación ascendía a 100 ducados para las jóvenes huérfanas y 50 para los pobres.
90
Ibid., “Dejo perpetuo a la casa de mendoza ambas fincas que llevo declaradas en este capítulo con la
carga de tres misas perpetuas dando por si limosna a 10 ducados por cada una señalándolas los días en
lo que se han de celebrar que son el de Nuestra Señora de los Dolores y San Joaquin y Nuestra Señora
del Pilar y si en estos días cae en un dia festivo se celebrara su víspera o al otro siendo personales el cura
que es y fuese de esta mi villa de Martioda y dichas escrituras parroquiales de San Juan ante portalatina
echando antes o después un responso encomendando una … a mi mujer y a mi y demás interesados
mios y lo sobrante que quede para que posea la casa y Señorio de Mendoza como asi mismo se dote a
estos efectos la función de san Joaquín en el convento de las madres Brigidas de la ciudad de Vitoria”.
91
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 10261, 1814, (28 de octubre de 1814).
92
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 582-583 (21 de septiembre de 1781). Ibid., 1972,
1782, fols. 1045-1046 (2 de agosto de 1782). Ibid., 1708, 1785, fols. 500-504 (6 de agosto de 1785).

30
12 maravedíes, con la obligación de celebrar las misas que tuvieran cabida en esa cantidad y
de confesar y explicar la doctrina cristiana las fiestas y domingos de adviento y cuaresma,
además de pagar 40 ducados a la fábrica por la oblación. Otra de la misma María Francisca de
Necolalde que pertenecía a la casería de Zelaia en Ezquioga (Ezkio) con 150 ducados de renta
aplicados a las misas correspondientes al alba, los domingos y las fiestas, en el altar del Rosario
con dos responsos y la oblación. Y la dotada por Martín de Lizarazu con 100 ducados de renta
anual destinados a las misas y limosnas.93 A estas fundaciones en tierras guipuzcoanas hay que
sumar la capellanía merelenga de la iglesia parroquial de San Pedro de Vitoria que había
mandado fundar el cura Martín Fernández de Iturrizar y que Joaquín María Hurtado de
Mendoza había heredado tras la muerte de su último poseedor, Pedro Ruiz de Arcaute.94
Tampoco descuidó las capellanías de su esposa en la iglesia parroquial de Puerto de Santa
María (Cádiz) instituidas por Isabel de Sousa y su marido Gabriel Sarmiento y que habían
heredado tras quedar vacantes por el fallecimiento de José Rodríguez de Rivera su último
poseedor.95

93
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1102, 1771, fols. 838-841 v. (8 de agosto de 1771).
94
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1301, 1773, s/f. (19 de febrero de 1773) Poder que da María
Gertrudis de Medinilla A Bernardo Leca. Ibid., 1304, 1774, fols. 46-47 (1 de febrero de 1774).
95
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1710, 1783, fols. 984-985v (10 de noviembre de 1783). Nombra
como capellán a Francisco de Paula José de Madrazo vecino de Jerez de la Frontera. AHPA - APAH.,
Andrés de Lezana, 8943, 1784, fols745-749 (20 de agosto de 1784).

31
2.1.6. Formación cultural y colecciones artísticas

Todo indica que fue un hombre con una buena formación cultural. En su condición de ilustrado
fue socio de número de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y formó parte de la
Comisión alavesa de agricultura y economía rustica de la misma Sociedad durante 1774, siendo
consiliario en 1780 y recaudador en 1783. Fue también suscriptor de la Gaceta de Madrid en
Vitoria, lugar al que visitaba con cierta frecuencia lo que le mantuvo en relación con la corte y
las nuevas modas que allí llegaban con más rapidez.96 En Vitoria estuvo relacionado con la élite
cultural y económica de la ciudad, como no podía ser de otra forma, al pertenecer a ese grupo
privilegiado de actores sociales y formar parte de las habituales relaciones de clientelismo
establecido entre las oligarquías urbanas nobiliarias. Conoció y convivió con destacados
personajes como Ramón María Aguirre Ortes de Velasco, marqués de Montermoso, con el
marqués de la Alameda, marqués de Legarda, Lorenzo Prestamero Sodupe, Justo Antonio de
Olaguibel, Valentín de Foronda y otros muchos personajes alaveses miembros de la Real
Vascongada de Amigos del País e imbuidos todos ellos por los nuevos aires del pensamiento
ilustrado que estaba triunfando en Francia.

Su casa y los bienes que poseía eran bien conocidos por la intelectualidad alavesa como se
puede comprobar en la Guía de forasteros en la que se hace referencia a algunas de las obras
más preciadas del conde de villafuente.

“Santa Catalina, cuadro reputado por de Leonardo Vinci. En una pintura acabada, su
dibujo y su estilo sorprende, y es muy digna de ocupar un lugar distinguido en las
mejores colecciones: tiene de alto 31 pulgadas, y 25 y media de ancho. Otro de la
Asunción de nuestra Señora: alto tres varas con 7 y media pulgadas, y dos varas con 5 y
media pulgadas de ancho. Otro sobre lámina de cobre, que representa la oración del
Señor en el Huerto, de Guido Rheni, alto 22 pulgadas y 17 de ancho. Dos cuadros vistas
de Portugalete, y arenal de Bilbao, de una vara de ancho, y 24 pulgadas el alto, su

96
MARTÍNEZ RUIZ, J., Catálogo general de individuos de la RSB de Amigos del País (1765-1793), San
Sebastián, 1985, Edición facsímil conmemorativa del II Centenario de la muerte del fundador de la
RSBAP, D. Xavier María de Munive e Idiaquez, conde de Peñaflorida, t. XII (adicional). BENITO AGUADO,
T., "Vitoria tras la guerra de la independencia. Proyectos políticos y enfrentamiento social en tiempo de
paz", en AMORES CARREDANO, J. B. (coord.) Los tiempos de Espada: Vitoria y La Habana en la era de las
revoluciones atlánticas. Vitoria-Gasteiz, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, 2014,
pp. 55-86. VIDAL-ABARCA, J.; VERASTEGUI, F.; OTAZU, A., Fausto de Otazu a Iñigo Ortés de Velasco.
Cartas 1834-1841, Vitoria, Diputación Foral de Álava, Departamento de Administración Foral y Local y
Desarrollo Comarcal, 1995, 2 v., p. 704. AHN., Consejos, Leg. 51644.

32
autor don Luis Paret, quando era pintor de cámara del señor infante D. Luis. Merecen
compararse con las mejores obras de esta clase de los más sobresaliente profesores.
Hay también una urna antigua o tazón de pórfido encarnado, que el curioso observará
con gusto por la magnitud, bello dibuxo, apreciable materia de que está formado, y su
perfecta conservación: tiene 23 pulgadas de alto con su peaña y tapa, 29 de largo por
la boca con la salida de los mascarones que sirven de asas, y 17 pulgadas de ancho en
lo interior por la boca: su figura es ovalada”97

De esta descripción se desprende la magnífica colección de pinturas y otras obras de arte que
Joaquín María Hurtado de Mendoza disponía en sus casas. Muchas de ellas heredadas de sus
antecesores pero otras adquiridas por él mismo, pues las vistas del Arenal de Bilbao y de
Portugalete las debió de encargar el propio conde en el periodo de destierro de la corte que
Luis Paret y Alcázar sufrió en Bilbao entre 1778 y 1789. Es más que probable que la presencia
de un pintor de esta categoría en Bilbao atrajera a artistas y a amantes de la pintura de Bizkaia
y provincias colindantes, pues bien sabemos que recibió importantes encargos de
instituciones, iglesias y particulares. No es por tanto descabellada la idea de que durante esos
años se pudieran conocer, coincidiendo con el encargo de la serie de vistas de puertos del
Cantábrico que el rey Carlos III le había encargado a este pintor.98

De sus antepasados heredó una magnífica colección de objetos de plata, casi todos de uso,
pero con un valor intrínseco que le permitió en ocasiones recurrir a ellos para hacer frente a
sus pagos (Vid., cuadro de joyas y objetos de plata).99 No hay más que recordar que a la hora
de pagar la dote de su hermana María Gertrudis Hurtado de Mendoza hipotecaba algunas de
estas piezas por valor de 30269 reales.100 También heredó de sus padres una buena colección

97
PRESTAMERO SODUPE, L.; AGUIRRE ORTÉS DE VELASCO, R., M.ª, (Marqués de Montehermoso), Guía
de Forasteros en Vitoria por lo respectivo á la tres bellas artes de Pintura, Escultura, y Arquitectura, con
otras noticias curiosas que nacen de ellas, Vitoria, Imprenta de Baltasar Manteli..., 1792, pp. 27-28.
98
Para más información sobre Paret, vid.: DELGADO, O., Paret y Alcázar. Puerto Rico, Madrid,
Universidad de Puerto Rico, Universidad de Madrid, Instituto Diego Velázquez del C.S.I.C, 1957. DE
BARAÑANO K. M.ª, GONZÁLEZ DE DURANA ISUSI, J., "Puertos Vascos en la obra pictórica de Luis Paret y
Alcázar", Anuario, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Bilbao, 1986, 1987, p. 27. Luis Paret y Alcázar, 1746-
1799 (Cat. exp.). Vitoria-Gasteiz, Gobierno Vasco, Departamento de Cultura, 1991, pp. 231-233.
MORALES Y MARÍN, J. L., Luis Paret: vida y obra, Zaragoza, Aneto, 1997. CALVO SERRALLER, F., (et al.),
Goya y el infante don Luis, el exilio y el reino, arte y ciencia en la época de la ilustración española,
Madrid, Patrimonio Nacional, 2012. LABEAGA, J. C., La obra de Luis Paret en Santa maría de Viana,
Pamplona, 1990. BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., José López de Torre (1755-1829) y la pintura neoclásica en
Álava, Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava, 2007, pp. 35-36.
99
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). Inventario de los
bienes que quedaron de María Gertrudis Martínez de Medinilla.
100
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1303, 1776, fols. 282-286v. (16 de mayo de 1776) Lista de alhajas
hipotecadas: “Dos fuentes crecidas y ocho medias fuentes de peso de 16 libras; una fuente crecida con

33
de pinturas que debió de acrecentar, compuesta por retratos, temas religiosos, países, frisos,
láminas, pinturas de papel con marcos dorados y cristales. Un buen número de muebles,
camas, catres de moda, armarios de haya, canapés, peinador, sillones, sillas, poltronas,
taburetes, escritorios, escaparates, mesas de estrado, escaños, artesas, arcas, cajas, cofres y
cubas, de entre ellos destaca un biombo de grandes dimensiones, dos tocadores con encimera
de piedra de jaspe con pies de talla dorada y sus espejos, dos mesas de charol, una de
veinticuatro cubiertos y otra de diez, dos rinconeras, tres papeleras de nogal fabricadas en
Vitoria imitando de las de Holanda. A esto hay que añadir arañas y cornucopias de cristal,
tapices, reposteros, sobrepuertas, alfombras.101

También disponían, como es habitual, de gran cantidad de objetos de uso domestico de peltre,
estaño, cobre, hierro, loza y otros materiales, de todos ellos hay destacar dos docenas de
jícaras, que no son otra cosa que tacitas pequeñas sin asa para tomar chocolate que podían ser
colocadas sobre las macerinas de plata. Estas piezas eran de “china blanca”, o lo que es lo
mismo, porcelana china comercializada por la Compañía de indias, objetos de gran exquisitez
solo al alcance de las élites que podían permitirse este tipo de bienes importados de lujo.
Además utilizaban vajillas de Talavera y Alcora, dos de las fábricas de lozas más prestigiosas
existentes en España en el siglo XVIII y un buen número de botellas y copas de cristal
probablemente de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.102

En lo que se refiere a textiles destacan las colgaduras, cortinas de damasco y de velillo, que es
una tela muy fina tejida con hilo de plata, junto con otras más bastas de estopa y caña para
proteger las vidrieras y evitar la entrada del frío. Sábanas de Holanda con encajes,

su jarro y un bernegal dorado todo con armas, de peso de 12 libras, 10 onzas y 6 ochavas; ocho
macerinas de peso de nueve libras y 13 onzas y media; dos bandejas con asas grandes de peso de nueva
libras y 10 onzas; tres salvillas de pie de peso de 8 libras 10 onzas y 4 ochavos; dos ensaladeras
redondas; dos salseras de figura de barco de peso de 3 libras y nueve onzas; una palangana con su jarro,
jabonera y golilla de peso de 3 libras y 10 onzas; dos bandejas redondas de peso de seis libras once
onzas y cuatro ochavas que todas montan 1513 onzas de plata a precio de 20 r. onza valen 30260 r de
vellón”.
101
Ibid.
102
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). Calderones, peroles
ollas, tarteras, brasero, acetres, chocolateras, cazuelas, cazos, cubiletes, vidrieras, calentadores,
almireces, candeleros, molino, velón, copas, trasfuegos, morillos, trébedes, sartenes, planchas, parrillas,
madores, garrapiñeras grandes de estaño de Inglaterra, tres chocolateras de hierro, una olla de hierro,
36 platos de estaño de Inglaterra con 4 fuentes y medias fuentes, dos cantinas de los mismo con sus
cajas, una olla grande de cobre de camino para la cocinar, una chocolatera grande de cobre, 24 jícaras
(vasijas pequeñas para tomar chocolate) y sus platillos de china blanca, dos docenas de botellas de
cristal, 42 copas de los mismo, 26 fuentes de talavera de Alcora, una vajilla de talavera fabricada de la
montaña que se compone de 11 docenas y media de platos, 40 fuentes, 6 medias fuentes y otras piezas.

34
almohadones y almohadas del mismo tipo de tela y otras forradas en terciopelo encarnado,
sobrecamas de cotonía, otras pintadas de Holanda y más finas de damasco carmesí con
galones de plata. Colchas de Inglaterra, manteles de terliz y otros materiales, una sobremesa
de raso luso blanco bordada de oro y otra de tafetán verde guarnecida de gasa, servilletas,
paños de manos, fundas, mantas, colchones, jergones y otros objetos. A esto hay que añadir
toda la guarnicionería o talabartería para los dos caballos y el coche que tenían a su servicio.103

Es evidente que Joaquín María Hurtado de Mendoza dispondría de una buena biblioteca con
obras heredadas de sus antepasados, no hay más que recordar que su padre fue un
importante jurista y tuvo que tener una buena colección de libros de consulta y de otros
temas. La condición de ilustrado del conde de Villafuente y su participación activa en la Real
Sociedad Bascongada de Amigos del País hace plausible se preocupación por las letras y por las
publicaciones españolas y extrajeras. Tan solo sabemos que entre otros libros disponía de las
obras de Benito Jerónimo freijoo, las poesías completas de José Joaquín Benegasi, un
diccionario de francés en dos tomos, el Compendio de Historia de España del padre Duchesne
traducido por Juan Francisco de Isla y un volumen de arte francés.104

103
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775).
104
Ibid.

35
2.1.7. Muerte y herederos

El 14 de febrero de 1821 moría en su casa torre de Martioda con 73 años habiendo redactado
sus últimas voluntades ante el notario de Antezana Pedro Antonio Ortiz de Zárate.105 Como
albaceas y testamentarios quedaban Manuel María Urdaibai conde de Cirat y Fernando
Maximo de Llano vecino de Madrid Gentil hombre de su Magestad y secretario de los señores
infantes don Carlos y don Francisco de Paula.106 Al no disponer de descendencia directa deja
como herederas a sus dos hermanas mayores Rosario Rita y María o en el caso de no
sobrevivirle a sus descendientes.

“Nombro por mi única y universal heredera a la citada señora Doña María Gertrudis
hurtado de mendoza mi hermana mayor y por su fallecimiento caso de verificarse
antes del mio a sus hijos y herederos legítimos”. En un manuscrito firmado el 15 de
diciembre de 1820 concreta que:

“Siéndome permitido disponer como de bienes libres en conformidad de las leyes y


nuevas instituciones que gobiernan en la actualidad en esta monarquia española de la
mitad de todas mis fincas, haciendas, plata labrada y demás bienes derechos
vinculados que poseo y me pertenece por justos y legítimos títulos, lego y mando
íntegramente la citada mitad de todo sobre mis dichos bienes a mi sobrino el
excelentísimo Sr. D. Pedro de Alcantara de Catala conde Cirat y Dª Maria del Rosario
Hurtado de Mendoza mi hermana mayor, y para que en caso no esperado de que
sobreviva yo a dicho mi sobrino o falleciera sin sucesión lego y mando la expresada
mitad de mis bienes vinculados que según llevo dicho me pertenecen como libres a
doña Maria Gertrudis Hurtado de Mendoza mi segunda hermana y en su falta a su hija
primogenita Josefa de Urdaibai y en su hijo primogénito don Mariano Mazarredo y en
falta de este a su sucesor don José Maria de Mazarredo y después en su tercer
hermano Joaquin Mazarredo y si faltasen sus hermanos entren sus hermanas”.107

Finalmente el señorío de Martioda, los Huetos, Urrialdo y Berganzo pasó al nieto de su


hermana María del Rosario Rita Hurtado de Mendoza, Pedro de Alcántara Catalá y Perelló
(1796-1840). María del Rosario casó en 1770 con Miguel Catalá y Zapata de Calatayud, conde
de Cirat y de Villafranqueza. Su hijo primogénito Pedro Pascual Catalá y Hurtado de Mendoza

105
AHDV., sig. 03166-002.00, microfilm. 120, fol. 206 v. 14- 02- 1821.
106
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 10261, 1814, fols. 82- (28 de octubre de 1814).
107
Ibid.

36
(1772-1801) nació en Valencia y contrajo matrimonio en la misma ciudad con Joaquina Perelló
y Lanuza (1751-1828). Su hijo Pedro de Alcántara y Perelló (1796-1840) heredó el título
paterno de conde de Cirat y Villafranqueza y el señorio de Martioda, los Huetos, Urrialdo y
Berganzo. Murió en Toulouse el 19 de agosto de 1840 por lo que este señorío de Martioda
pasó a María Josefa de Urdaibay y Hurtado de Mendoza (1778-1847), hija de María Gertrudis
Hurtado de Mendoza Martínez de Medinilla (1750-1817) y Manuel María de Urdaibay y Gómez
de la Torre (1744-1830). María Josefa casó con Lope García de Mazarredo y Gómez de la Torre
en 1796. Era poseedora de cinco mayorazgos que se repartieron entre sus cinco hijos,
Mariano, José, Joaquín, Ventura casada con Braulio de Zubia y Manuela casada con Romualdo
de Landecho cuyo heredero fue José de Landecho.108

El resto de las relaciones personales y familiares más cercanas quedan de manifiesto en sus
últimas voluntades redactadas 16 de febrero de 1821. A su hermana María Gertrudis la deja un
tocador de plata y de dos aderezos de diamantes y a su sobrino Pedro de Alcántara de Catalá
conde Cirat y Villafranqueza una sortija de brillantes con una orla de rubís, unos botones de
camisa de brillantes, la hebilla del corbatín de oro y su reloj personal. A José María Maestro
por la gran amistad que se procesan y los favores dispensados un conjunto de plata compuesto
por palancana, jabonera, jarro y otras cosas. A Pepa Maestro por su compañía y afecto 12.000
reales. A Petra de Ibarzabal un aderezo de diamantes, dos docenas de cubiertos de plata y dos
candeleros del mismo material. A su criado Antonio Pérez de Manzanos por sus servicios y por
aguantarle sus impertinencias le deja dos telas de lienzo, 20.000 reales de vellón en metálico y
algunos atrasos por sus salarios. También dos docenas de cubiertos de plata que están en su
casa de Martioda y el usufructo de una casa de la calle San Francisco de Vitoria de cinco reales
al día a Isabel de Manzanos y fallecida esta a su criado, así como abundante ropa de cama.
Ramona de Galarreta y Román de Osaba a cada uno 10.000 r demás de una cama con
almohadas, sabanas y colchones. El reloj de la sala que estaba en la subida de la casa de
Martioda se lo deja a Francisco de Iturralde beneficiado de Oyardo, una yugada que tenía en
esta misma casa a Francisco Pérez de Manzanos y a Francisco de Balanzategui 4000 r. por sus
buenos servicios. Todos los libros de la casa de Mendoza y todas sus armas las deja en el
archivo del convento de San Francisco de Vitoria.109

108
LACABE AMORENA, M.ª D., op cit., p. 314.
109
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 6264, 1820-1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de
1821). “Declaro ser perteneciente al oratotio del mayorazgo de Necolalde de la pintura de Santa
Catalina que se halla fuera de él y colgada en el estrado de mi casa de Vitoria y el cuadro de Nuestra
Señora de la Ascensión ser también vinculado dos docenas de platos de plata que se hallan con las

37
armas de Mendoza por el derecho … y con las de zabaleta pertenecientes a este mayorazgo con otras
piezas que se hallan con las mismas armas y las que solo se hallasen con las de Mendoza son
correspondientes a este mayorazgo”.

38
3. LA REFORMA INTEGRAL DE LA TORRE EN LOS SIGLOS
XVIII Y XIX: LA NUEVA CASA SOLARIEGA DE LOS
HURTADO DE MENDOZA

Antes de comenzar a analizar la reforma integran de la torre debemos hacer algunas


precisiones terminológicas. Aunque la denominación de palacio rural o casa palacio es correcta
y ha sido empleada en muchos estudios, hemos optado por denominar a la nueva construcción
como casa principal o casa solariega.110 Esto se debe a que en la Edad Moderna el término
palacio solo se utilizaba para referirse a edificios vinculados al poder real o eclesiástico
mientras que a la arquitectura señorial siempre se la define en la documentación como “casa”
o “casa principal de mayorazgo”.111 Es por ello que nos hemos decidido por emplear las
expresiones casa o casa solariega en referencia a que pertenece al solar o linaje más antiguo y
noble de una familia.112

Como ya señaló la profesora M.


Portilla “los Hurtado de Mendoza
debieron de vivir poco en
Martioda” trasladados a Vitoria
donde disponían de una casa
principal en la calle Pintorería y de
otras muchas en la misma ciudad
que solían arrendar. La torre
quedó por tanto empleada para

otros usos en manos de alcaides Fig. 3. Casa torre de Hurtado de Mendoza en Martioda (Álava)
controlados por la familia. No
obstante, ya a principios del siglo XVI, en 1502 Juan Hurtado de Mendoza y Mendoza testaba
en la torre lo que indica que todavía era habitable para sus propietarios. Pero ya entrado el
110
RAMALLO ASENSIO, G., “Palacios rurales asturianos”, en RAMALLO ASENSIO, G., (coord.) Arquitectura
señorial en el norte de España, Gijón, Universidad de Oviedo, 1993, pp. 63-80. BARRIO LOZA, J.A., “La
arquitectura señorial en Euskadi”, en RAMALLO ASENSIO, G., (coord.) Ibid., pp. 162-203.
111
Sobre el término palacio vid., LAMPÉREZ Y ROMEA, V., Arquitectura civil española de los siglos I al
XVIII, tomo I, Madrid, 1922, pp. 195-196. CARO BAROJA, J., La casa en Navarra, Pamplona, 1982, tomo I,
pp. 16-17. TOVAR MARTÍN, V., “La renovación de la arquitectura palacial de Madrid y los Goyeneche”
en GARCÍA GAINZA, M. C., (dir.), Juan de Goyeneche y su tiempo, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1982,
p. 58. BORRÁS GUALÍS, G.; GÓMEZ URDÁÑEZ, C.; LOMBA SERRANO, C., Los palacios aragoneses,
Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón, 1991, p. 11. GÓMEZ URDÁÑEZ, C., Los palacios
aragoneses, Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón, 1999, pp. 20-21. ANDUEZA
UNANUA, P., La arquitectura señorial de Pamplona en el siglo XVIII. Familias, urbanismo y ciudad,
Pamplona, Gobierno de Navarra, 2004, pp. 96-100.
112
RAE

39
siglo XVI la profesora Portilla documenta el uso de la edificación como una prisión con grilletes
y cadenas en manos de alcaides de confianza.113 A lo largo del XVII la torre debió de ir quedado
abandonada hasta terminar en estado ruinoso, pues en una visita ocular que hacen los
informadores del expediente de ingreso en la Orden de Alcantara de Juan Agustín Hurtado de
Mendoza comprueban que “desde el primero suelo de la dicha torre hasta el texado della, que
son otros cuatro suelos, están inabitables por estar quitadas las tablas y muchas de las
maderas, con que toda abitacion de la torre esta reducida a solo el primer suelo”.114 No
obstante, el 21 de septiembre de 1669, Antonia Hurtado de Mendoza y Salvatierra viuda de
Juan de Necolalde fundaba desde Martioda ante el escribano Pedro de Mayora el mayorazgo
de Necolalde con sus posesiones en Urretxu, Zumarraga, San Sebastián y otros lugares. Al
parecer se instaló a vivir en esta torre y concertó el matrimonio de su hija Antonia de
Necolalde con su primo Bernardo Hurtado de Mendoza115

Tendremos que esperar hasta bien entrado el siglo XVIII para que la torre fuera recuperada
como casa principal del mayorazgo. Esta reforma la llevó a cabo Joaquín María Hurtado de
Mendoza y Martínez de Medinilla (1747-1821) marqués de Mirabal y conde de Villafuente. Ya
hemos comentado que en 1778 está viviendo en Martioda, lugar en el que pasará muchas
temporadas combinando su residencia entre la ciudad y el campo. A partir de 1814 comenzó a
residir de forma continua en esta villa, confesando en varias ocasiones que era residente en
Martioda y que “fue vecino de Vitoria”. Otro dato que reafirma que la casa estaba plenamente
habitable se aporta en 1808, cuando hace una reclamación al Diputado General de Álava para
que los mandos militares que habían ocupado su casa de Vitoria, durante la invasión francesa,
abandonaran su propiedad. Mientras este problema se resolvía se iba a vivir a Martioda su
segunda residencia. No podemos dejar de lado el gran apego que siente por “su villa de
Martioda” y por sus vecinos e iglesia de patronato, en la que fue enterrado como hemos
podido comprobar en el capítulo anterior.

No sabemos si en vida de sus padres Joaquín Hurtado de Mendoza y Foronda y Gertrudis


Martínez de Medinilla se iniciaran las obras de reforma, pero resulta significativos que los dos
murieran en Vitoria y no en Martioda como lo hace su hijo. Creemos que la primera gran obra
de reforma debió de realizarse en la décadas de los 60 o 70, todavía en vida de su madre
Gertrudis Martínez de Medinilla y algunos años antes de 1778, pues en esa fecha ya está
residiendo en Martioda. Fue en este momento cuando la torre familiar se convirtió en una

113
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 720.
114
Ibid., pp. 717-718.
115
LACABE AMORENA, M.ª D., op. cit., p. 309.

40
casa solariega de uso estacional. Uno de los motivos de esta importante transformación es el
de su matrimonio con Vicenta Carrasco y Mirabal, en 1779, natural de Jerez de la Frontera,
condesa de Villafuente y marquesa de Mirabal y poseedora de “ilustres Mayorazgos fundados
por Ministros del mayor grado de la Corona”. Con este matrimonio consigue entroncar con la
nobleza titulada adquiriendo los títulos de su esposa. Esta nueva posición y su relación con una
familia de la aristocracia le obligaba a demostrar su hacienda personal y la consideración de su
estirpe, pues según él mismo relata “procede de uno de los más antiguos e ilustres linages de
estos Reynos, qual es la casa de Mendoza, que además de comprobarse esto por la
notoriedad, lo comprueba asimismo la antiquísima posesión de los Señoríos de Martioda y los
Huetos, poseídos siempre por sus ascendientes”.116

El abolengo de su linaje se debía acompañar de una casa solariega a la altura de la familia con
la que entroncaba. Que mejor sitio que volver a recuperar su torre familiar, su casa principal
de mayorazgo, donde estaban los orígenes de los señores de Martioda, pues es habitual que
estas familias conserven la torre fuerte como testimonio del abolengo del linaje.117 Este
aspecto es el que nos hace pensar que su matrimonio fuera uno de los principales motivos
para llevar a cabo la gran reforma emprendida en esta torre familiar en un intento de
recuperarla como un espacio perfectamente habitable y de disfrute. Disponemos de otro dato
documental que reafirma esta hipótesis pues en 1781 solicita al consejo de Cámara de Castilla
aumentar la prorroga que le habían concedido en el pago de los 11000 ducados de la dote a su
hermana María Luisa. Los motivos que argumenta es que “he tenido en la redificación reparos
y obras de casas y otros edificios a que ha sido preciso atender para su conservación y en los
gastos de boda no he podido cumplir con aquella obligación ni al presente me es posible
hacerlo por hallarme en la misma necesidad de continuar con los reparos y obras de casas”.118

Esta rehabilitación consistió en el aumento de número de plantas de cuatro a cinco, se cierran


todas las ventanas y saeteras medievales buscando un aspecto más moderno y abriendo otras
más grandes recercadas con sillares bien trabajados alrededor de las cuatro fachadas
buscando la regularidad, la aireación y luz necesaria en una casa que se levantaba bajo los
parámetros constructivos más modernos al amparo del pensamiento ilustrado. Es en la planta

116
Fundación Sancho el Sabio, sign., A-D2. “Don Joachín María Hurtado de Mendoza…”, s.f. (21 de enero
de 1790).
117
RAMALLO ASENSIO, G., op. cit., pp. 69-70. “esto se hacía especialmente preciso en un tiempo en el
que se obtenían privilegios de nobleza con excesiva facilidad y se investigaba frecuentemente temas tan
espinosos como la limpieza de sangre”.
118
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 498-500. Poder a Pedro Sancho Gómez vecino de
Madrid para que le represente ante los señores del consejo de Cámara de Castilla y en los demás
tribunales y audiencias.

41
baja y en la primera donde se construyó concretamente la nueva casa solariega aprovechando
los muros perimetrales de la torre. Para su construcción se empleó piedra en lugar de otros
materiales como el ladrillo habitual en la arquitectura doméstica de Navarra, Aragón y La
Rioja.119 Por su parte en Álava se optó por la piedra o la combinación de los dos materiales,
zócalos de piedra y pisos de ladrillo.120

Se accedía al edificio por una puerta habilitada en el lado izquierdo de la fachada sur
manteniendo las antiguas entradas a la torre. Esta puerta principal era de arco apuntado en la
primera planta y su acceso se hacía por escaleras que nacían de la esquina suroeste. La
entrada en la planta baja coincidía con el zaguán y estas escaleras, es adintelada con boceles, y
todavía conserva la puerta original reforzada con chapas, batientes y remaches de hierro en la
que se puede leer la siguiente inscripción: "ME YZO JOSE D LEZEA ANO 1799". En la planta baja
de la casa solariega se advierten ventanas originales tres en la fachada norte del cuerpo central
y dos ventanucos en el lado derecho. En la primera planta los vanos se disponen de forma
regular y casi simétrica tanto en la fachada principal como en la trasera.121 Parece que fue en
ese momento cuando se dividieron en diferentes estancias las plantas baja y primera aunque
se advierten cambios en su distribución probablemente realizados en la primera mitad del
siglo XIX.

El aspecto exterior del nuevo edificio es de gran simetría y austeridad, sin ornamentación, ni
escudos pues estas casas solariegas supeditaban la arquitectura a las necesidades del campo,
pues no dejaba de ser una construcción rural con pretensiones interiores de palacio. También
es cierto que la arquitectura que por estas fechas se estaba imponiendo estaba imbuida en un
clasicismo arquitectónico que se aleja de la exuberancia decorativa de la arquitectura castiza
de raigambre rococó. También la ausencia de escudos exteriores es entendible y se encuadra
en el momento en el que se hace la renovación, puesto que los grandes y recargados blasones

119
RIVAS CARMONA, J., “El palacio barroco en la Ribera de Navarra” en El arte barroco en Aragón, Actas
del III Coloquio de Arte Aragonés, vol. I, Huesca, Diputación Provincial de Huesca, 1985, pp. 195-205.
RIVAS CARMONA, J., “Una propuesta de tipología del palacio barroco en Navarra”, Primer congreso
general de Historia de Navarra, PV, tomo VI, Anejo 11, 1988, pp. 415-427. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L.;
FERNÁNDEZ GRACIA, R., “La arquitectura y urbanismo en la Navarra del siglo XVIII”, Ibaiak eta Haranak,
Guía del patrimonio histórico artístico y paisajístico, tomo VIII, San Sebastián, Etor, 1991, pp. 228-240.
AZANZA LÓPEZ, J. J., “El palacio y la casa señorial” en Arte en Navarra, Pamplona, Diario de Navarra,
1994, n.º 28, pp. 433-448. ANDUEZA UNANUA, P., La arquitectura señorial…, p. 123-126. ANDUEZA
UNANUA, P., "La arquitectura señorial navarra y el espacio doméstico durante el Antiguo Régimen",
Cuadernos de la Cátedra de Patrimonio y Arte navarro, 4. Casas señoriales y palacios en Navarra, 2010,
págs. 219-263.
120
BEGOÑA AZCÁRRAGA, A. de, Arquitectura doméstica en la llanada de Álava. Siglos XVI, XVII y XVIII,
Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1986, pp. 42, 50.
121
AJAMIL BAÑOS, F. J., (dir.), op. cit., pp. 103-115.

42
barrocos fueron sustituidos por otros más sencillos o por su ausencia.122 Igualmente las
puertas de entrada a la casa son de gran sobriedad, algo que está en la línea de muchos de los
palacios y casas de mayorazgo construidas en el siglo XVIII en el País Vasco, siendo común a
otras zonas colindantes norteñas donde prima lo puramente arquitectónico.123 Lo cierto es que
en muchas ocasiones las austeras fachadas de los palacios no transmitían la riqueza decorativa
de sus interiores en un intento de no revelar la intimidad de sus moradores y en relación con el
modo de pensar y las leyes sociales imperantes en cada momento.124

Esta austeridad estructural exterior contrasta con lo que debió de ser el interior. En ese
espacio particular y familiar era donde se situaban las llamadas habitaciones de ostentación en
las que hacer una demostración del status personal, símbolo del éxito social y económico. Los
datos documentales y los restos de revestimientos decorativos conservados de algunas de las
estancias nos sirven para darnos cuenta de que el espacio más vistoso se encontraba
principalmente tras los muros de la casa.

La pérdida de algunas partes del interior del edificio y sus transformaciones posteriores nos
hacen difícil hacer una reconstrucción totalmente fiable de la utilidad de cada una de las
estancias de la nueva casa solariega. Para conocer el destino que se dio a cada una de ellas
hemos partido de los espacios interiores actuales y de las modificaciones posteriores que
hemos podido detectar, de los restos decorativos que han llegado a nuestros días y de los
modelos constructivos de la misma época que nos han servido de patrón. Pero algo que
consideramos esencialmente importante ha sido el ensayo titulado -Discurso sobre la
comodidad de las casas que procede de su distribución exterior e interior-, perteneciente a la
segunda parte de Arquitectura, publicado el año 1768 por Tomás Rables en Vitoria tras su
presentación en las Juntas de la Sociedad Bascongada de Amigos del País en 1766.125 El tratado
es anónimo aunque se apunta la posibilidad de que fuera escrito por el Marqués de
Montermoso.126 Esta obra sirvió de modelo para la reforma que se había llevado en el palacio
Insausti de Azkoitia (Gipuzkoa). La obra de restauración fue promovida por Xabier María de

122
Ibid. se cita: DE CEBALLOS-ESCALERA GILA, A., "Breves notas sobre los orígenes de la evolución de la
heráldica hispana" en ESPARZA LEIBAR, A., et al., El escudo de Gipuzkoa. Una aproximación a la
heráldica institucional de los territorios de lengua vasca, Donostia-San Sebastián. Eusko Ikaskuntza,
2010, pp. 120-121.
123
RAMALLO ASENSIO, G., (coord.), op. cit. ANDUEZA UNANUA, P., La arquitectura señorial…, p. 134-
137.
124
ELSEN, A. E.; MILLER LANE, B., VON MOOS, S., La arquitectura como símbolo de poder, Barcelona,
Tusquets, 1978, pp. 32-33.
125
PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A., “Del palacio Insausti” en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J.,
Discurso sobre la comodidad de las casas, que proceden de su distribución exterior e interior y el palacio
de Insausti, Bilbao, Colegio oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, 1990, p. 15.
126
Ibid., p. 38

43
Munibe, conde de Peñaflorida, un ilustrado formado en Toulouse con buenas relaciones con
Ignacio Manuel de Altuna, el marqués de Narros y el marqués de Montermoso, todos ellos
participaron de las tertulias que se organizaban en este palacio guipuzcoano, que fueron el
germen de la Sociedad Bascongada de Amigos del País. Al abrigo de esta institución fue
publicado éste y otros discursos, siguiendo en la mayor parte de los casos textos traducidos del
francés y otros idiomas.

Sin duda esta obra debió de ser conocida por Joaquín María Hurtado de Mendoza, no hay más
que recordar que fue socio de número de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y
que formó parte de la Comisión Alavesa de Agricultura y Economía Rustica de la misma
Sociedad durante 1774, siendo Consiliario en 1780 y recaudador en 1783.127 El texto fue
publicado en Vitoria en 1768 en un ambiente ilustrado en el que Joaquín Hurtado de Mendoza
se desenvolvía con naturalidad. Además tuvo que conocer por fuerza la reforma llevada a cabo
en el palacio Insausti entre los años 1747 y 1752, puesto que algunos años de su infancia los
pasa junto a su familia en Gipuzkoa y siguió manteniendo una buena relación por motivos
personales y familiares con esta provincia.

Esta obra no aporta grandes novedades pues hunde sus raíces en la tratadística arquitectónica
tradicional siguiendo planteamientos de Vitrubio, Alberti, Paladio, Jacques-Francois Blondel o
Ardemans entre otros. El modelo propuesto está tomado de las villas campestres francesas y
algunos de esos aspectos se pueden ver en esta casa solariega de Martioda. En este texto se
advierten los planteamientos de la arquitectura racional propuesta por la mentalidad ilustrada
basadas en la distribución, el decoro y la conveniencia presentes también en tratados como el
de Benito Bails que añadirá la euritmia y la proporción como principios básicos de una
vivienda.128

127
MARTÍNEZ RUIZ, J., Catálogo general de individuos de la RSB de Amigos del País (1765-1793), San
Sebastián, 1985, Edición facsímil conmemorativa del II Centenario de la muerte del fundador de la
RSBAP, D. Xavier María de Munive e Idiaquez, conde de Peñaflorida, t. XII (adicional). BENITO AGUADO,
T., "Vitoria tras la guerra de la independencia. Proyectos políticos y enfrentamiento social en tiempo de
paz", en AMORES CARREDANO, J. B. (coord.) Los tiempos de Espada: Vitoria y La Habana en la era de las
revoluciones atlánticas. Vitoria-Gasteiz, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, 2014,
pp. 55-86. VIDAL-ABARCA, J.; VERASTEGUI, F.; OTAZU, A., Fausto de Otazu a Iñigo Ortés de Velasco.
Cartas 1834-1841, Vitoria, Diputación Foral de Álava, Departamento de Administración Foral y Local y
Desarrollo Comarcal, 1995, 2 v., p. 704.
128
BAILS, B., Elementos de Matemáticas. Tomo IX, parte I. Que trata de la Arquitectura civil, 2.ª edición
corregida por el autor, Madrid, imprenta de la viuda de D. Joaquín Ibarra, 1796. Ed. Facsímil, Colegio
Oficial de Aparejadores y Arquitectos técnicos de Murcia, Consejería de Cultura y Educación, Obra
Cultural de la Caja de Ahorros Provincial, Departamento de Historia del Arte, Valencia 1983.

44
.
3.1.3.1. La casa de Martioda, en comunión con la naturaleza

Al enfrentarnos a una construcción situada en el campo, como es la casa de mayorazgo de


Martioda debemos considerar la relación entre arquitectura y naturaleza. Un vínculo que la
literatura artística, filosófica y científica había tenido en cuenta desde la antigüedad, pero que
en la Edad Moderna toma especial sentido poniendo en relación el conocimiento del universo
y con ser humano en base a planteamientos aristotélicos posteriormente superados. Gracias al
empirismo y racionalismo, a mediados del siglo XVIII, la arquitectura busca integrarse en la
naturaleza apoyada en los principios de racionalidad y funcionalidad. Se recupera el mito de la
cabaña rústica presente en la obra de Marc-Antoine Laugier (1753/55) entendida como
principio básico de la arquitectura donde la simplicidad es el modelo de perfección basado en
las reglas de la razón.129

La vida en el campo había sido elogiada desde la antigüedad en relación con las villas y casas
campestres, entendidas como lugares de descanso y disfrute. Esta visión idílica del mundo
rural como lugar de residencia ajena de los males que acecha la ciudad ha ido manteniéndose
a lo largo de los siglos por pensadores y teóricos. Virgilio, Tusci, Plinio el joven, Cicerón y
Vitruvio daban sus recomendaciones para construir o habitar en una residencia campestre,
siglos después Bocaccio, Alberti insisten en las bondades de la vida natural fuera de la
mundana ciudad, también Palladio considera que las casas de campo son el lugar en el que
“parará el resto del tiempo en ver y ornar sus posesiones, y con la industria y el arte de la
agricultura aumentar sus bienes…” “…el ánimo cansado de las agitaciones de la ciudad se
repondrá y confortará, y tranquilamente podrá dedicarse a los estudios de las letras y a la
contemplación”.130

Todos estos planteamientos se repiten en la literatura inglesas del siglo XVIII en los escritos de
Shaftesbury (1671-1713), Alexander Pope (1688-1744) o Jane Austen (1775-1817) entre
otros.131 Rousseau también consideraba que el hombre moderno se había convertido en
esclavo de la ciudad, lugar relacionado con el vicio y la perdición, por lo que propone la
reconciliación con la naturaleza y las costumbres populares insistiendo en que “tenemos que
volver a la naturaleza”. Esta idea se generalizó durante la Ilustración y también está presente

129
LAUGIER, M. A., Essai sur L´Architecture, París, Chez Duchesne, 1755 (ed. MAURE RUBIO, L., Ensayo
sobre arquitectura, Madrid, Akal, 1999, pp. 15-16.
130
ACKERMAN, J., S., La villa forma e ideología de las casas de campo, Madrid, Akal, 1997, pp. 12-13, 43-
45, 126-146.
131
Ibid., p. 10.

45
de alguna forma, entre los intelectuales españoles como Antonio Ponz o Jovellanos
preocupado por alcanzar la felicidad y la prosperidad pública mejorando las comunicaciones, el
campo, la multiplicación de arboledas, la industria y las ciencias.132 El gusto por las costumbres
populares, la inocencia, la felicidad y alegría del pueblo crearon un ambiente propicio a la
comunión con la naturaleza y a la vida en su entorno. Las élites sociales sufrieron el fenómeno
de la pebeyización participando en juegos y divertimentos populares que se advierte con
claridad en pinturas, cartones y tapices de la época.

No es por eso extraño que esta forma de pensar, unida a otros motivos que ya hemos
planteado, animara a Joaquín María Hurtado de Mendoza a recuperar su casa de mayorazgo
convirtiéndola en una residencia temporal, en un pulmón alejado de la vida urbana, en la que
en sus últimos años decidió residir de forma continua. Más en un momento en el que las villas
castillo volvieron a ser recuperadas como se puede apreciar en las construcciones de
importantes arquitectos ingleses como John Vanbrugh o Robert Adam.133

132
JOVELLANOS, G., M. de, Memorias histórico-artísticas de arquitectura, (ed. CRESPO DELGADO, D.;
DOMENGE I MESQUIDA, J.,), Madrid, Akal, 2013, pp. 13-28.
133
ACKERMAN, J., S., op. cit., p. 32.

46
Fig. 4. Nomenclaturas espacios interiores.

47
3.2. Distribución de los espacios interiores

El concepto de espacio ha sido considerado por distintos especialistas como la “verdadera


esencia” de la arquitectura y como una “creación histórica”.134 Se ha debatido profundamente
en la historiografía tradicional y sigue siendo un aspecto de estudio y reflexión constante en el
ámbito del arte, la filosofía, o la ciencia formulando distintas teorías y posturas en ocasiones
enfrentadas. Como se ha señalado en muchas ocasiones el espacio define volúmenes y
recorridos en el interior del edificio haciendo posible su función arquitectónica. No obstante,
desde la Edad Moderna se ha defendido la relación existente entre el edificio y el espacio
exterior que le rodea, aspecto que ya los grandes tratadistas como Alberti habían planteado,
dando tanta importancia al interior como al entorno en el que el edificio se sitúa.135

El primer aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de analizar los espacios interiores de
la casa solariega de Martioda es que la reforma llevada a cabo se tuvo que realizar de una
forma encorsetada, pues se adaptó a una torre medieval ya construida, lo que ha provocado
que la planta del edificio tenga unas características muy particulares limitadas por la
construcción ya existente. No obstante podríamos afirmar que es similar a la de otras casas
señoriales del País Vasco y el norte de España, en forma de bloque cúbico, cerrada y compacta,
con varias alturas y sin patio.136 Su distribución interior también ha sufrido varias
modificaciones estructurales y decorativas entre los siglos XVIII y XX, pero aun se diferencian
con claridad cinco alturas, una planta baja destinada a servicios comunes, primera planta o
espacio noble con las estancias más destacadas, segunda dedicada al retiro con varias
habitaciones, tercera para el servicio y cuarta a modo de desván. Con la reforma llevada a cabo
en el siglo XVIII se produce una transformación en el concepto de vivienda al superar las
estrechuras de la torre medieval. La ampliación se lleva a cabo bajo nuevos planteamientos
presentes en las construcciones del momento y apoyadas en la tratadística tradicional de la
que beben los teóricos y arquitectos presentes durante el siglo XVIII como Fray Lorenzo de San

134
MADERUELO, J., La idea del espacio en la arquitectura y el arte contemporáneos, 1960-1989, Madrid,
Akal, 2008. ARGAN, G. C., El concepto de Espacio Arquitectónico. Desde el Barroco a nuestros días,
Buenos Aires, Nueva Visión, 1984, p. 13.
135
GIEDION, S., Espacio, Tiempo y Arquitectura, Madrid, Reverte, ed. 2009. ARGAN, G. C., op. cit., pp. 13-
28. MORALES, J. R., “La concepción espacial de la arquitectura”, en MORALES, J. R., Arquitectónica,
Santiago de Chile, Universidad de Chile, 1969. MONTANER, J. M., “Espacio”, en RODRÍGUEZ, C., (ed.)
Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales, Barcelona, UPC, 2000, pp. 97- 108. ALEGRE
CARVAJAL, E.; GÓMEZ LÓPEZ, C., Órdenes y espacio: Sistemas de expresión de la arquitectura moderna
(siglos XV-XVIII), Madrid, Uned, 2016, pp. 13-53.
136
BEGOÑA AZCÁRRAGA, A. de, op. cit. BARRIO LOZA, J. A., “La arquitectura señorial en Euskadi” en
RAMALLO ASENSIO, G., (Coord.) Arquitectura señorial en el norte de España, Oviedo, Universidad de
Oviedo, 1993, pp. 161-203.

48
Nicolás, Tomás Vicente Tosca, Athanasio Genaro Brizguz y Bru, Benito Bails o Teodoro
Ardemans, entre otros.137 La comodidad, la búsqueda de aire limpio y saludable y la situación
del edificio son algunas de las preocupaciones de los arquitectos y maestros de obras del
momento. Lo cierto es que la nueva reforma llevada en Martioda se tuvo que adaptar al
espacio existente y a la situación del edificio original.

La planta baja de la casa de Martioda ha sido completamente transformada por sus diferentes
usos a lo largo del siglo XX. La profesora M. Portilla indica que fue casa rectoral y vivienda de
dos inquilinos dedicados a actividades agropecuarias que han modificado sustancialmente los
espacios interiores.138 A las habitaciones dedicadas a la vivienda se unen otros espacios para
alojar el ganado a modo de cuadras y pocilgas con sus pesebres. En el momento en el que se
reformó la casa principal probablemente este espacio estuviera dedicado a almacén, bodega,
granero o cuadra. No pensamos que pudiera utilizarse como habitaciones para el servicio pues
es un espacio construido sobre la roca madre y con poca luz, no muy adecuado para la vida.
Ardemans aconseja para las casas de campo que “se habite siempre en lo alto, huyendo de la
baja habitación; pues esta solo es buena para elegirla en caballerizas, cocheras, carbonera,
leñera, bodega y otras oficinas familiares”.139 Disponía de dos accesos adintelados, uno del
siglo XV o XVI que comunica con la planta baja y el otro abierto con la reforma del siglo XVIII
con puerta reforzada con chapas, batientes y remaches de hierro realizada en 1799. Esta
entrada se comunicaba con la planta baja de forma directa a través de un zaguán (P001) y con
la primera planta mediante dos tramos de escaleras exentas. Al exterior doble patio, en la
actualidad empedrado con cantos rodados, siguiendo la tradición de los patios y zaguanes
tradicionales, con acceso a la casa solariega y a dos edificios anexos, uno probablemente fuera
una cochera (A001)140 y otro, que durante el siglo XX estuvo funcionando como escuela
(E001).141

137
SAN NICOLAS, FRAY L., de, Arte y uso de arquitectura dirigido al patriarca San Joseph con el primer
libro de Euclides…, (ed.) Madrid, Manuel Román, 1736, TOSCA, T. V., Compendio Mathematico, en el que
se contiene todas las materias más principales de las Ciencias que tratan de la cantidad…, Valencia,
Antonio Bordazar, 1707. TOSCA, T. V., Tratados de arquitectura civil, montea y cantería y reloxes que
compuso…, Valencia, Oficina de los Hermanos de Orga, 1794 (ed. 1992). BRIGUZ Y BRU, A. G., Escuela de
arquitectura civil, en que se contiene los órdenes de arquitectura, la distribución de los planos de los
templos y casas y el conocimiento de los materiales, Valencia, Oficina de José Thomás Lucas, 1738.
BAILS, B., op. cit. ARDEMANS, T., Ordenanzas de Madrid y otras diferentes que se practican en las
ciudades de Toledo y Sevilla…, (ed.) Madrid, Oficina de Doña María Martínez Dávila, 1830.
138
PORTILLA VITORIA, M. J., Torres y casas fuertes de Álava…, p. 729.
139
ARDEMANS, T., op. cit., p. 37.
140
BAILS, B., op. cit., pp. 61-62. Considera que las cocheras se deben orientar hacia el norte.
141
AJAMIL BAÑOS, F. J., (dir.), op. cit., pp. 43, 129.

49
La idea de que este espacio (E001) fuera utilizado con fines agropecuarios la debemos
descartar al haber localizado bajo distintas capas de pintura y encalados restos de papeles
pintados del siglo XVIII, lo que nos hace pensar que esta edificación estuvo destinada a otra
función vinculada con la casa. Es probable que con este edificio se buscara conectar la casa con
el espacio natural o el paisaje, dada su cercanía al patio y a lo que pudo ser una zona
ajardinada o abierta a la naturaleza, al modo del Palazzo italiano u hôtel francés del siglo XVIII.
Desconocemos su uso original por lo que proponemos la posibilidad de que funcionara a modo
de cenador, aunque resulta demasiado cerrado pues estas construcciones solían ser mucho
más abiertas. La definición que el Diccionario de Autoridades (1726-1729) nos da del término
cenador coincide con esta idea de edificio abierto en conexión con el jardín “Placetuela, o
lonjeta quadrada, o aovada, dispuesta en los jardines, huertas, o estanques, fabricada de
madera, cubierta de ramos y hojas de diferentes plantas, que se ponen para este efecto al
rededor. Llamose así por el fin principal para que se inventó este recreo, que fue el de cenar en
él los veranos, desfrutando la frescura, suavidad y fragráncia que ofrece la amenidad del
sitio”.142 La posibilidad más factible es que fuera un gran comedor privado destinado a
celebraciones puntuales abierto al patio y a la naturaleza. Disponía de cinco ventanas
orientadas al oeste y dos puertas, una al sur y otra al este abiertas al patio. El patio estaba
cerrado con muros buscando la intimidad del recinto. Benito Bails en su tratado considera que
en todo gran edificio deben existir dos comedores, uno de invierno y otro de verano con
distintas orientaciones.143

A la casa principal se accedía por la fachada sur a través, como ya hemos comentado, de una
puerta adintelada reforzada con chapas, batientes y remaches de hierro realizada en 1799 por
el herrero José de Lezea.144 Se encuentra en la parte central del edificio como defienden Bails y
Laugier, este último considera que la forma rectangular de las puertas es la más sencilla y
cómoda.145 Se entraba a un zaguán que daba acceso a la planta baja y a la primera mediante
dos tramos de escaleras que conducían a la zona noble. Uno comunicaba con un corredor
(P104) y el otro con la antigua puerta de la torre por la que se accedía al recibidor (T101). No
disponemos de imágenes que nos ilustren su forma y características pero si nos basamos en las
que se usaban para acceder a los pisos superiores de las que hay fotografías debieron de ser

142
RAE. Diccionario de Autoridades. Tomo II (1729). Término cenador.
143
BAILS, B., op. cit., p. 35.
144
Probablemente relacionado con una familia de herreros apellidados Lecea situados en el siglo XVI en
Salvatierra. PORTILLA VITORA, M. J., Catálogo Monumental Diócesis de Vitoria. Llanada Alavesa oriental
y Valles de Barrundia, Arana, Arraya y Laminoria, Vitoria, Obra Cultural de la Caja de Ahorros Municipal
de Vitoria, 1992, p. 583.
145
BAILS, B., op. cit., pp. 53, 70. LAUGIER, M. A., op. cit., p. 61.

50
escaleras rectas con la huella de baldosa de barro cocido y el zanquín o bozel de madera, pero
más amplias y lujosas que las empleadas en el interior de la casa.

Las escaleras y el zaguán eran el espejo del resto de la vivienda señorial pues allí se producía el
primer contacto con la casa, donde poder transmitir una buena imagen del estatus de la
familia. El propio Benito Bails lo confirma diciendo que todos los que “entraren formarán
aventajado concepto de la magnificencia del dueño”.146 Los zaguanes daban acceso a los
visitantes y solían servir en ocasiones como entrada de carruajes. El pavimento de los suelos
era habitualmente de cantos rodado, losas de piedra o incluso de tierra compactada. La
escalera, según el Discurso sobre la comodidad de las casas, “es la parte más precisa y
frecuentada” por ese motivo le dedica un extenso apartado en el que se analiza las nueve
condiciones que debe de tener una buena escalera: forma, luz, construcción, altura y anchura
de las gradas, corriente de los tramos, mesillas o descansos y adorno.147 El tratadista Laugier
considera que debe estar situada en el lado izquierdo del zaguán. Por la documentación
sabemos que la escalera principal de Martioda estaba decorada con un reloj a la subida de la
casa, probablemente en algún descansillo o en el corredor. Lo cierto es que las escaleras según
el Discurso debían de tener adornos, estucos, dorados, pinturas estatuas y jarrones “hacen de
ellas una vista maravillosa ayudadas de la mucha luz que las baña”, en una “aumento
progresivo del adorno según se asciende”.148 Otros tratadistas del siglo XVIII como Fray
Lorenzo de San Nicolás, Tomás Vicente Tosca o Athanasio Genaro Brizguz y Bru insisten en que
las escaleras son partes principales en un edificio por lo que aportan instrucciones concretas
para su diseño y ejecución.149 Muchos de ellos basados en obras clásicas como las de Vitruvio,
Alberti o Paladio entre otros. Benito Bails, por ejemplo, siguiendo a Paladio considera que una
escalera debe de tener tres aberturas: la puerta por la que se accede, las ventanas que
iluminan los escalones y la abertura por la que se entra en el piso de arriba.150

Estas viviendas “de consideración” deben tener tres zonas más o menos definidas: la de
sociedad, ostentación y retiro. La primera está destinada a convivir con las visitas y sirve de
unión con las otras dos. La de ostentación se destina a la representación, con los mejores

146
BAILS, B., op. cit., pp. 70-73.
147
“Discurso sobre la comodidad de las casas, que proceden de su distribución exterior e interior y el
palacio de Insausti”, en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J., op. cit., pp. 115-133.
148
“Discurso sobre la comodidad de las casas, que proceden de su distribución exterior e interior y el
palacio de Insausti”, en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J., op. cit., p. 129.
149
SAN NICOLAS, FRAY L., de, Arte y uso de arquitectura dirigido al patriarca San Joseph con el primer
libro de Euclides…, Madrid, Manuel Román, 1736, pp. 195-196. TOSCA, T. V., Compendio Mathematico…,
p. 238. TOSCA, T. V., Tratados de arquitectura civil…, p. 243. BRIGUZ Y BRU, A. G., op. cit., pp. 105-106.
150
BAILS, B., op. cit., p. 71, 75. Considera que en opinión de algunos maestros la luz que ilumina las
escaleras debe proceder de la parte de arriba.

51
muebles, las más destacadas decoraciones y suntuosos aderezos, buscando transmitir la
posición del propietario. La de retiro que es la zona más personal e íntima “que se consagra a
la vida del amo y ama de la casa”.151 Una distribución parecida plantea Bails en lo que
denomina piezas de necesidad, de comodidad y de decencia basadas en la conveniencia,
decoro, euritmia y proporción.152

El espacio que ocupaba la antigua torre medieval es dedicado tras la reforma del siglo XVIII a
zona de sociedad y retiro, resguardada del frío por los grandes muros de la edificación, con
abundancia de luz y bien aireados gracias a los nuevos vanos abiertos. Subiendo desde el
zaguán de entrada y a través de uno de los tramos de escalera comentados se daba paso a lo
que pudo ser el recibidor (T101) que servía de acceso y coincidía con la entrada original de la
torre. Ésta sala tiene decoraciones del siglo XVIII tanto en la puerta de entrada como en la de
salida que comunica con la estancia (T103). Este espacio (T103) por sus características debió de
funcionar a modo de pequeño distribuidor decorado con restos de pinturas murales fechables
en el siglo XVIII, a la que se podía acceder por los dos corredores (P104) y (P103) y daba paso a
tres estancias (T102, T101, T105) y al corredor (P104) a través de una puerta orientada al sur.
En este distribuidor estuvieron colocadas las escaleras que comunicaban con el piso superior,
la zona de retiro donde se encontraban las habitaciones. Era, según las fotografías históricas,
un tipo de escalera ciega con la huella de baldosa de barro cocido y el zanquín o bozel de
madera.

A la estancia (T102) se accedía desde el corredor (P103), del distribuidor (T103) y el recibidor
(T101). Por su localización es posible que fuera despacho y archivo con acceso desde distintos
lugares y muy cerca de la entrada para poder recibir sin tener que acceder a la parte más
íntima de la casa. No estuvo decorada con un revestimiento cromático y es posible que llevara
papeles pintados del siglo XVIII. Frente al recibidor (T101) y al distribuidor (T103) se sitúa la
habitación (T105), que en su origen estuvo abierta al salón principal pero que en la reforma del
siglo XIX se cerró convirtiendo esa puerta en un armario. Pudo tener función de antesala o
biblioteca cercana al salón principal. Según se aprecia en las catas realizadas estuvo bien
decorada con pinturas murales del siglo XVIII alrededor de las puertas que luego
comentaremos y que son coincidentes en motivos con las pinturas del distribuidor y recibidor.

De la habitación (P105) pasamos a un gran salón espacioso y bien iluminado, con dos ventanas
en el muro este y otras dos orientadas al sur (P105). Se trata de una habitación de ostentación

151
Ibid., pp. 89-91.
152
BAILS, B., op. cit., p. 49, 51.

52
o de sociedad, la más grande e importante de toda la casa. Está presidida por una chimenea
francesa de mármol colocada en medio del muro interior orientado al oeste como
efectivamente recomienda Bails, “en las paredes que están frente a la fachada” para no
debilitar el muro de ésta y aprovechar la luz de las ventanas y poder poner más asientos en
este lugar.153 Esta pieza dispone de una doble secuencia decorativa, una del siglo XVIII de la
que solo quedan pequeños restos de papel pintado en un marco de madera y un revestimiento
cromático del siglo XIX con motivos arquitectónico que más adelante comentaremos. Tuvo tres
accesos, por la habitación (T105), la antesala (P106) y el corredor (P104). Disponía de un
amplio acceso con puerta de doble ala que daba paso a una alcoba de buenas dimensiones
(T104), que aunque en la actualidad está abierta a la antesala (T103) en su origen estuvo
cerrada y probablemente fuera abierta en el siglo XX. Por este carácter de alcoba sin ventanas
pensamos que pudo funcionar como oratorio pues por la documentación sabemos que la casa
disponía de uno con un buen número de objetos y ropas litúrgicas para las celebraciones.154
Esta habitación tiene cubierta con doble tramo de bóveda de aristas, baldosa cerámica en el
pavimento y se decora con motivos que corresponden con la intervención del siglo XIX. Bails
considera importante que en un palacio se disponga de capilla u oratorio donde se pueda oír
misa sin salir de casa “cosa muy incómoda en invierno por causa del frío”. No se debe poner
muy cercano “a las piezas de estrado” ni tampoco junto a la “antecámara donde está la gente
de librea” o las zonas de comedor.155

El salón también se abre al corredor sur de la casa que comunicaba de forma directa la entrada
con la antigua torre medieval mediante una puerta central abierto al distribuidor (T103). Este
pasillo distribuidor estaba bien iluminado con cuatro grandes vanos, suelo entablado y una
puerta casetonada de madera de doble ala que aun se puede ver en algunas fotografías y que
separaba las escaleras del corredor. El mismo salón principal se abre al norte con una antesala
(P106) estructurada en tres espacios de los que en origen solo fueron dos (P106 – P108). Estas
antesalas, ante-rooms o ante habitaciones las propone James Adam y Robert Adam en The
Works in arquitectura (1778). Suelen colocarse como espacio intermedio o tránsito entre
distintos lugares de la casa, en este caso entre el corredor y el salón principal. Funcionan como

153
BAILS, B., op. cit., pp. 88-89.
154
AHPA - APAH., Pedro Antonio Ortiz de Zárate, 6264, 1820-1821, fols. 11-16 v. (16 de febrero de
1821). Para el uso de la iglesia de Martioda de la que era patrón deja una caldera con su hisopo,
incensario, naveta, atriles, además de unos misales con cantoneras de plata (anotado en Martioda el 22
de diciembre de 1814). A esto hay que sumar las casullas estola, manípulos, albas, amitos, manteles de
altar, bursas, velos y corporales que tenía para su uso en su oratorio (anotación del 15 diciembre de
1820).
155
BAILS, B., op. cit., pp. 86-87.

53
lugares de separación y tiene distintos usos, como evitar ruidos o servir de lugar de espera
para el servicio o los invitados.156 Junto a esta antesala encontramos otra habitación con
ventanas al este y al norte a modo de gabinete (P108) y en la que se advierten tres secuencias
decorativas, una del siglo XVIII probablemente con papeles pintados, otra del XIX que coincide
con la decoración del salón y la actual del siglo XX. Aunque no disponía de fuego bajo sí que se
observa la existencia de una chimenea de fábrica que comunicaba con la planta baja y que
pudo calentar este espacio. Estos gabinetes son “piezas consagradas a la lectura o al trabajo y
deben tener cierto aire de simplicidad para mayor recogimiento”.157 Para Benito Bails los
gabinetes son “piezas secretas adonde se retira el dueño de la casa para escribir o estudiar, de
lo cual se infiere que no sea menester sean muy grandes ya por razones de su destino y por lo
que importa”.158 Junto a estos espacios (P106 y P108) hay un pequeño habitáculo (P107) que
pudo funcionar como despensa o almacén para guardar objetos de uso para el salón y el
oratorio y que fue abierto en el siglo XIX. Debió de estar cubierto por papeles pintados del siglo
XIX.

El corredor del ala norte (P103) comunica las estancias nobles de la casa (T102) (T103) y (P106)
con el comedor (P102). Tenía el suelo entablado, estaba bien aireado e iluminado mediante
cuatro grandes vanos y decorado con pinturas arquitectónicas del siglo XIX en sus muros,
probablemente acompañados por grandes lienzos y otros objetos. “Estos pasadizos o
comunicaciones son precisos para evitar los rodeos y para que tengan a mano todos los
auxilios que pueda uno necesitar de los oficios y otros parages comunes; para evadirse quando
se desea, y para ir y venir sin molestar a ninguno, ni molestarse”.159 A estos corredores Bails los
llama “galerías” y sirven de comunicación entre distintas zonas, pueden exponer libros,
pinturas, monedas u objetos de historia natural, deben ser más largos que anchos, estar muy
bien iluminados además de tener espejos frente a las ventanas.160 Ardemans considera que
sirven de resguardo para las habitaciones o dormitorios interiores donde se hace la vida.161

156
CENICACELAYA, J., “Notas sobre la distribución y la comodidad de las casas en Europa, desde
mediados del 500 hasta finales del 700”, en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J., op. cit., pp. 62-
63.
157
“Discurso sobre la comodidad de las casas, que proceden de su distribución exterior e interior y el
palacio de Insausti”, en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J., op. cit., p. 148..
158
BAILS, B., op. cit., p. 84. También habla de otras piezas pequeñas llamadas retretes que no son más
que “antecámaras de desahogo, los tocadores, los gabinetes donde se duerme la siesta, las piezas chicas
con nicho…” y para otros muchos usos. Serían “piezas muy socorridas y necesarias en toda casa de
consideración”.
159
Ibid., pp. 94-95.
160
BAILS, B., op. cit., pp. 85-86.
161
ARDEMANS, T., op. cit., p. 38.

54
El comedor también llamado “comedero” según el Discurso sobre la comodidad de las casas,
“debe ser cuadrado por la facilidad de acudir a todas partes con igualdad”, con armarios en sus
paredes para guardar, mantelerías, vajillas de plata, loza o porcelana junto con toda la
cristalería necesaria.162 A esto hay que añadir el almacenamiento de alimentos de uso habitual
y otros más inusuales.163 Efectivamente esta casa disponía de todos estos objetos de uso a
juzgar por los bienes que Joaquín María Hurtado de Mendoza había heredado de su madre. Se
concreta en este tratado que “El marqués de Legarda ha hecho construir en Vitoria uno de
estos comederos, que puede servir de modelo por lo bien ideado y ejecutado”.164 Este
comedor se abría, como ya hemos comentado, mediante una puerta adintelada al corredor
(P103) y a la gran cocina (A101) pero también disponía de unas escaleras con un cerramiento
visto al exterior que comunicaban con la segunda planta.

La cocina estaba sobre el edificio anexo de la cochera separada por tanto del resto de las
estancias de la casa siguiendo los modelos franceses (A101). Este aspecto se remarca en el
Discurso sobre la comodidad de las casas… donde se recomienda que las cocinas no estén ni
muy cerca ni muy lejos del resto de las estancias, pues si están junto a las habitaciones “el
hedor que exhalan continuamente, el vapor dañoso del carbón, el olor de los guisados penetra
hasta los quartos interiores y arruina sus muebles. A mas de esto el ruido de los criados, y el
golpeo de los almireces de los que trabajan en la preparación de los manjares incomoda
mucho”.165 Pero tampoco es bueno que se alejen demasiado o se tengan que subir escaleras o
atravesar patios pues hay que utilizar mayor número de empleados y las “viandas se enfrían en
el camino”. Recomienda que se pongan, como en este caso, junto a los patios sobre
caballerizas y cocheras o en una extremidad de la casa para evitar incendios y olores. Parece
que fue un espacio bien cuidado con baldosas cerámicas en el suelo de grandes dimensiones,

162
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). Algunos de estos
objetos inventariados debieron de formar parte de este comedor: 36 platos de estaño de Inglaterra con
4 fuentes y medias fuentes, dos cantinas de los mismo con sus cajas, 24 jícaras (vasijas pequeñas para
tomar chocolate) y sus platillos de china blanca, dos docenas de botellas de cristal, 42 copas de los
mismo, 26 fuentes de talavera de Alcora, una vajilla de talavera fabricada de la montaña que se
compone de 11 docenas y media de platos, 40 fuentes, 6 medias fuentes y otras piezas y todas las
vajillas y objetos de plata (vid. cuadro de objetos de plata). Manteles de terliz y otros materiales, una
sobremesa de raso luso blanco bordada de oro y otra de tafetán verde guarnecida de gasa, servilletas,
paños de manos…
163
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). Entre los alimentos
que se inventarían tenemos: aceite, tocino, manteca, garbanzos, habas, nueces, maíz, bacalao, harina,
dulce en almíbar, azúcar, cacao y chocolate.
164
Ibid., p. 146
165
“Discurso sobre la comodidad de las casas, que proceden de su distribución exterior e interior y el
palacio de Insausti”, en PEÑA, I.; LARAÑAGA, J. A.; CENICACELAYA, J., op. cit., pp. 141-142.

55
un horno esquinero y varias cocinas con sus respectivas chimeneas.166 Debió de estructurarse
en varios espacios, incluso en uno de ellos se han localizado papeles pintados del siglo XIX.
Consideraciones similares realiza Bails añadiendo que deben colocarse en un sitio alto a fin de
que las aguas puedan ser evacuadas más fácilmente y que disponga de distintos espacios para
despensas y reposterías donde guardar vajillas y provisiones.167 También en la cocina
encontramos una letrina de la que tan solo queda el conducto de desagüe que se debe poner
en relación con la política higienista del momento. Está orientada al norte pues como indica
Bails, siempre debe estar resguardada del sol y del calor. Sería ideal en su opinión si desaguara
en un arroyo o poder utilizar las bajantes por donde descienden las aguas llovedizas para evitar
los molestos hedores. También se pueden recoger los excrementos en un depósito a modo de
pozo séptico o de drenaje subterráneo que pueda comunicarse con el mar o un río teniendo
mucho cuidado “que no infeccione las aguas de algún pozo, aljibe o fuente”.168

Unas escaleras situadas en el distribuidor (T103) daban, ya comentadas, daban paso a la


segunda planta destinada al retiro más personal con habitaciones para dormir. Debieron de
seguir el modelo de alcobas “en nicho” a la francesa con el espacio básicamente necesario
para una cama colocada en un lado. De este piso se podía subir a la tercera planta destinada
probablemente al servicio y a la última que pudo funcionar a modo de desván. Todas las
habitaciones y corredores estuvieron cubiertas por un sistema de bovedillas de mortero con
viguetas de madera salvo algunas habitaciones como la (T101) y la (T104) que emplean dos
tramos de bóveda de aristas. El resto de cubriciones lisas y bajado de techos se realizó en el
siglo XX. Por su parte los suelos fueron en su mayor parte de ladrillo macizo que hemos
denominado baldosa cerámica y de tarima probablemente de roble en los corredores. Las
baldosas, ladrillos y tejas utilizadas en esta casa probablemente se realizaran en la cercana
tejería de Ullibarri Arrazua que abastecía de estos materiales a Vitoria y zonas circundantes.169

Tras reflexionar sobre los espacios interiores de la casa solariega de Martioda creemos que se
puede afirmar que esta construcción se llevo a cabo apoyada en el pensamiento ilustrado de la

166
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). Algunos de estos
objetos inventariados pudieron formar parte de esta cocina: Calderones, peroles, ollas, otra olla grande
de cobre de camino para la cocinar, tarteras, brasero, acetres, chocolateras, cazuelas, cazos, cubiletes,
calentadores, almireces, candeleros, molinos, trasfuegos, morillos, trébedes, sartenes, planchas,
parrillas, madores, garrapiñeras grandes de estaño de Inglaterra, tres chocolateras de hierro, otra
grande de cobre, una olla de hierro, platos, fuentes…
167
BAILS, B., op. cit., pp. 57-60.
168
BAILS, B., op. cit., pp. 87-88.
169
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1708, 1785, fols. 175-176 (8 de marzo de 1785) Lorenzo de
Balenzategui maestro tejero de Ullibarri Arrazua se obliga a hacer en la tejería de Ullibarri Arrazua y
entregar a Rafael Antonio de Olaguibel 200 carros de ladrillo, seis mil baldosas y 12 carros de tejas.

56
época buscando como plantean algunos tratados del momento la comodidad, conveniencia y
decoro. Todo ello teniendo en cuenta la calidad de la persona para la que se diseña la casa y la
riqueza o sencillez que le corresponde.170 Laugier considera que la decoración debe estar en
relación con la “clase y facultades de sus dueños” y en esta misma línea Bails afirma que “sería
muy del caso que cada uno se hiciese justicia a sí mismo, de modo que no viéramos hombres
que no tienen más circunstancia que ser ricos, empeñados en igualar y aun exceder en la
magnificencia exterior e interior de sus casas a los primeros y más principales señores del
reino”.171

170
BAILS, B., op. cit., pp. 32-33.
171
BAILS, B., op. cit., p. 33.

57
4. RENOVACIÓN DECORATIVA DE LA CASA SOLARIEGA
El aparato decorativo localizado en la casa solariega responde según se advierte en las catas
realizadas por la empresa Petra S. Coop., a tres intervenciones. La primera corresponde con el
momento en el que la torre medieval se transforma en una casa solariega del siglo XVIII. La
segunda debemos situarla a principios del siglo XIX y coincide con algunas modificaciones en el
tabicado interior del edificio. La última intervención en el revestimiento decorativo de la casa
debería situarse hacia principios del siglo XX.

4.1. Revestimientos cromáticos

La historia de la arquitectura debería ir unida a la de sus revestimientos cromáticos y


decorativos. Desde la antigüedad los edificios fueran civiles o religiosos se han acompañado de
pinturas murales interiores e incluso exteriores con la intención de embellecer o transmitir un
contenido iconográfico o simbólico a esas construcciones. Este fenómeno se conoce muy bien
en el ámbito religioso, pues nuestras iglesias siempre han contado con una epidermis
cromática que cubría muros, portadas, imágenes y retablos entre otras cosas. Los estudios del
profesor Pedro Luis Echevarría Goñi han aportado importantes datos sobre la pinceladura
mural de nuestras iglesias en el ámbito del País Vasco, poniendo el acento en la importancia
que estos revestimientos tuvieron y haciéndonos tomar conciencia a todos los profesionales
dedicados al patrimonio arquitectónico de la importancia de los mismos y de su conservación.
Gracias a su labor investigadora y didáctica se ha conseguido frenar un fenómeno que se
estaba generalizado desde el siglo XX y que consistía en desollar las iglesias despojándolas de
sus revestimientos para dejar la piedra vista.172 De este modo se devolvía a estos edificios una

172
ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., Contribución del País Vasco a las artes pictóricas del Renacimiento. La
pinceladura norteña. San Sebastián, 1999, pp. 56-88. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., “Las artes figurativas en la
época moderna en la Llanada oriental: El taller de Salvatierra y la pinceladura del siglo XVI”, en PASTOR
DÍAZ DE GARAYO, E. (coord.) La Llanada oriental a través de la historia: claves desde el presente para
comprender nuestro pasado. Vitoria, Diputación Foral de Álava, 2003, pp. 98-101. ECHEVERRÍA GOÑI, P.
L.; VÉLEZ CHAURRI, J. J., “El retablo mayor y la pinceladura de la parroquia de San Antolín de Urbina”, en
PORTILLA VITORIA, M. J., et al.: Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria. T. IX. El Valle de Zuia y las
Tierras de Legutiano. Vitoria, Fundación Caja de Ahorros de Vitoria y Álava, 2007, pp. 248-263.
ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., “Obras de arte de la pinceladura alavesa del siglo XVI. Los “cuadros” de
Gardelegi”, en Estudios de Historia del Arte en memoria de la profesora Micaela Portilla. Vitoria,
Diputación Foral de Álava, 2008, pp. 261-272. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., “Contribución del País Vasco a las
artes pictóricas del Renacimiento: la pinceladura norteña”. Revisión del Arte del Renacimiento. Eusko
Ikaskuntza. Cuadernos de Artes Plásticas y Monumentales, 17 (1998), pp. 91-106. ECHEVERRÍA GOÑI, P.
L.; GALLEGO SÁNCHEZ, A., “La pinceladura de la Parroquia de San Cristóbal de Heredia (Álava)”. Akobe,
n.º 7 (2006), pp. 19-30. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., “La eclosión de las artes figurativas en la Llanada

58
rusticidad irreal que caló muy bien en la mentalidad minimalista actual y que hunde sus raíces
en las interpretaciones intervencionistas de Eugène Viollet-le-Duc, en la falsa búsqueda de la
unidad de estilo que se impuso en la restauración arquitectónica de buena parte del siglo XX
en España.

En el ámbito de la arquitectura civil el revestimiento cromático ha sido mucho menos


estudiado en nuestras tierras y por sus características ha llegado hasta nosotros de una
manera más parcial. Al encuadrarse en el espacio de lo privado ha sufrido continuas
modificaciones por cambios de gusto y adaptaciones de la vivienda. Esto hace que
encontrarnos con conjuntos decorativos como el de Martioda, en el ámbito local en el que nos
movemos, sea algo excepcional. Conocemos algunos casos en Álava con restos de pinturas
murales del siglo XVI bastante alteradas y deterioradas. Los dos ejemplos más significativos
han sido estudiados por la restauradora D. Pardo San Gil en su Tesis Doctoral.173El primero es
el palacio Lazarraga en Zalduondo (Álava) donde se localizaron unas pinturas murales en la
solana de dicho palacio atribuidas al pintor Diego de Cegama. En 1980 fueron arrancadas y
trasladadas a un nuevo soporte quedando descontextualizadas. El segundo ejemplo de pintura
civil, también del siglo XVI, se localiza en el caserio Etxebarri de Llodio (Álava), un conjunto
atribuido por el profesor P. L. Echeverría Goñi al pintor Juan de Armona. Fue descubierto por
casualidad tras un incendio que sufrió el edificio en 2009 y han sido recuperadas por la
Diputación Foral de Álava tras una restauración de urgencia. Entre otros ejemplos que
podemos aportar en el ámbito civil están las decoraciones exteriores de palacios como el del
Marqués de la Alameda construido en Vitoria entre 1731 y 1735 o el de los Maturana
Verástegui, ya muy transformado.

En el resto del País Vasco tenemos gran cantidad de ejemplos con revestimientos cromáticos
exteriores, entre los más significativos está el caserío Olazarre de Lezama con motivos

oriental (1564-1623). Lope de Larrea y los preceptos del Romanismo. Diego de Cegama y la pinceladura”,
en Agurain, 1256-2006. Congreso 750 aniversario de la fundación de la villa de Salvatierra. Vitoria,
Ayuntamiento de Salvatierra, 2011, pp. 296-326. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L.; VÉLEZ CHAURRI, J. J., Las artes
del Renacimiento”, en TABAR ANITUA, F.; ECHEVERRÍA GOÑI, P. L.; VÉLEZ CHAURRI, J. J., Catálogo
Monumental. Diócesis de Vitoria. T. X. Los Valles occidentales entre el Ayuda, el Zadorra y el Inglares. La
villa de La Puebla de Arganzón, Vitoria, Fundación Caja Vital Kutxa Álava, 2011, pp. 109-11. Ibid.,
“Ollávarre”, pp. 432-433. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L, Los dos retablos de la iglesia parroquial de San Martín
de Bachicabo. Álava. Tríptico, Diputación Foral de Álava, 2012.
173
PARDO SAN GIL, D., La pintura mural del siglo XVI en Álava. Propuesta de protección integral. 2007
(Tesis Doctoral inédita).

59
geométricos en su fachada.174 El palacio de Riscal o Gortazar en Areatza (Bizkaia) con
decoración entre los vanos y el alero, atribuida a José Antonio Hurtado de Amézaga y su mujer
María Josefa Vildósola. Los palacios Bidarte y Ansotegui de Markina-Xemein y el de la Guerra o
Icaza de Larrabetzu con un gran friso pintado en su parte superior. El palacio de Oquendo de
Arriba en Sopuerta (Bizkaia) con unos curiosos trampantojos del siglo XVIII que fingen ventanas
con las representaciones de sus propietarios Miguel de Oquendo y Antonia Cipriana de Murga.
En Gernika (Bizkaia) con dos ejemplos significativos desaparecidos, la casa de los muñecos y el
palacio Allendesalazar. De gran interés resulta la Etxepintxoa en Berriatua (Bizkaia), un palacio
del siglo XVIII con toda la fachada profusamente decorada con motivos figurativos. Los
ayuntamientos de Durango y Arrankudiaga o la casa Simitur de Mundaka entre otras son un
ejemplo de que las decoraciones exteriores de los edificios fueron muy comunes sobre todo
durante el siglo XVIII. Estas pinturas ilusionistas en fachadas de edificios civiles se pueden
clasificas según Aspiasu Pinedo en tres grupos, el primero centrado en motivos arquitectónicos
y heráldicos, el segundo con narraciones figurativas y el tercero formas geométricas.175

Queda de manifiesto que los revestimientos cromáticos exteriores fueron comunes en


viviendas urbanas y rurales del País Vasco. Este fenómeno fue también común en el interior de
estos mismos edificios con pinturas murales, papeles pintados, paramentos cerámicos o
incluso textiles. Un buen ejemplo encontramos en la casa torre de los Varona con un magnifico
conjunto de papeles pintados conservados casi intactos desde que fueron colocados para
embellecer los espacios interiores de esta vivienda.176 Lamentablemente, los deterioros
causados por el paso del tiempo o los cambios de gusto han hecho que muchos de estos
edificios vinculados a la aristocracia o a la alta burguesía ya nos dispongan de conjuntos
decorativos interiores, pero no cabe duda que con el tiempo irán descubriéndose algunos
ejemplos significativos. Esto hace que por el momento el caso de Martioda sea un ejemplo
excepcional en el ámbito rural vasco, en el que podemos admirar varias secuencias decorativas
con restos de papeles pintados y pinturas murales.

174
BARRIO LOZA, J. A., Bizkaia, arqueología, urbanismo y arquitectura histórica, Bilbao, Diputación Foral
de Bizkaia, 1991.
175
ASPIAZU PINEDO, R., “Las casas pintadas de Bizkaia. Pintura figurativa externa en los edificios civiles
del Antiguo Régimen”, Narria, Estudios de artes y costumbres populares, 1993, pp. 14-24.
176
MARTÍNEZ ÁLAVA, C. J., La torre-palacio de los Varona: historia y patrimonio. Vitoria-Gasteiz,
Diputación Foral de Álava, 2009.

60
4.1.3. Intervención del siglo XVIII

Creemos que la primera y más importante intervención se fue llevada a cabo por Joaquín
María Hurtado de Mendoza Martínez de Medinilla (1747-1821) pues sabemos
documentalmente que residió a caballo entre Vitoria y Martioda, donde testó y murió. Los
datos indican que ya a partir de 1778 la casa está en condiciones de ser habitada pues Joaquín
María se declara “residente en mi villa de Martioda” convirtiéndose en su vivienda habitual a
partir de 1814, hasta su muerte en 1821. En base a estos datos nos inclinamos a pensar que la
reforma integral pudo ser realizada en la década de los 60 o 70, todavía en vida de su madre
Gertrudis Martínez de Medinilla, y con anterioridad a 1779, año en el que contrae matrimonio
con Vicenta Carrasco y Mirabal, natural de Jerez de la Frontera, condesa de Villafuente y
marquesa de Mirabal. Con esta unión consigue entroncar con la nobleza titulada lo que le
obliga a demostrar sus raíces y la importancia de su linaje a través de su torre familiar. Un dato
que apuntala esta hipótesis se sitúa en 1781 momento en el que él mismo confiesa que ha
gastado mucho dinero en el reparo de sus casas y en su boda.177

Su matrimonio y el apego que siente hacia Martioda y la vida en el campo fueron razones
suficientes para intervenir en su torre familiar y convertirla en una digna casa solariega de
retiro siguiendo los postulados de la arquitectura palaciega del siglo XVIII, que buscaba
comodidad, una buena distribución interior y exterior, la salubridad que aporta una buena
ventilación conseguida mediante grandes vanos y otros aspectos higienistas que el
pensamiento ilustrado fue considerando importantes para la vida diaria. Pero no se podía
olvidar un aspecto tan importante como el de la belleza interior y exterior de la casa, pues era
uno de los mejores escaparates que una buena familia podía disponer de cara a la ostentación
pública y privada. A esto había que añadir fundaciones de patronatos y mayorazgos con sus
respectivos legados, así como todas aquellas acciones de representación que los poderosos
estaban obligados a tener en la comunidad y que se materializaban en una política donativa,
piadosa y de caridad cristiana. Estas actitudes no sólo se vieron como una manifestación de
piedad, sino que también respondieron a una necesidad espiritual, social y artística que, en
último término, buscaba el bienestar, el prestigio de sus poseedores y el equilibrio social.

177
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 8942, 1781, fols. 498-500. Poder a Pedro Sancho Gómez vecino de
Madrid para que le represente ante los señores del consejo de Cámara de Castilla y en los demás
tribunales y audiencias.

61
La casa solariega de Martioda se planteó en un inicio como una segunda vivienda rural a modo
de villa u hôtel francés donde lo privado se comunica con el exterior y la naturaleza. Por eso no
es de extrañar que muchos de los motivos decorativos que nos vamos a encontrar tengan
relación con el mundo natural y animal. Pavos reales, gallinas, búhos y otras aves jalonan los
muros de la torre ofreciéndonos un curioso repertorio ornamental relacionado con el gusto de
la época y con los del propietario, pues no hay que olvidar que formó parte de la Comisión
Alavesa de Agricultura y Economía Rustica de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País,
lo que demuestra que mostró interés por el mundo rural.

Las pequeñas ventanas


abiertas anuncian un
repertorio decorativo muy
singular y sin parangón en el
País Vasco. La visión parcial a
la que podemos acceder no
nos permite ofrecer, por el
momento, una precisión
cronológica muy precisa,
pues tan solo se aprecian
pequeñas partes y no el
conjunto completo. Todos
estos motivos se localizan en Fig. 5. Coronamiento de la puerta. Estancia (T101)
los muros de la torre
medieval, lo que puede ser significativo a hora de ser estudiados. Se emplean como
coronamientos de las puertas incluso de la que existía en la (T105) que comunicaba con el
salón principal (P105) lo que quiere decir que se hicieron en el momento de la reforma de la
torre cuando esta puerta se abría al gran salón de la casa. Todos ellos están cubiertos por una
capa de pintura de azul ultramar aplicada hacia principios del siglo XX.

En el recibidor (T101) encontramos restos de pinturas murales en el exterior de puerta de


entrada a la torre así como en el intradós de la misma con grandes roleos de los que tan solo
se aprecian pequeñas partes. Dentro de esa misma estancia en el dintel que comunica con el
distribuidor (T103) se localiza el conjunto más completo compuesto por lo que parece un
enmarcamiento fingido sobre la puerta que sirve de base a un motivo que probablemente sea
simétrico presidido por un gran pavo real con el plumaje desplegado flanqueado por carnosos

62
roleos grises y rojos, por un búho y seguramente algún otra ave en la zona izquierda que aún
no se puede ver. Esta misma estancia es probable que tuviera papeles pintados aunque por el
momento no se ha localizado ningún resto. En el distribuidor (T103) emplea motivos similares
en el dintel de la puerta que comunica con el recibidor (T101). Lo que parece un pavo sin el
plumaje desplegado preside la composición, está colocado sobre un soporte del que salen
grandes roleos franqueados a los lados por otras dos aves. En la puerta de enfrente que
comunica con la (T105) un basamento vegetalizado está presidido por un gallo de plumaje
negro con dos gallinas a los lados.

En la habitación (T105) la
puerta en su interior se
enmarca con dos columnas de
fuste estriado y capitel corintio
que están perfiladas en negro y
pintadas con ocres y tierras.
Sustentan un pequeño
entablamento azul y parece
que sobre él se vuelve a

recurrir a los motivos vegetales


Fig. 6. Distribuidor (T105)
de tonos rojizos. En el muro
este de la misma estancia se vuelven a encontrar motivos que flanquean y coronan lo que en
el siglo XVIII fue una puerta abierta al gran salón y que en el siglo XIX se convirtió en un
armario. Se repite el mismo esquema que en las habitaciones anteriores, un gran roleo a modo
de basamento está presidido por un ave flanqueada por otras dos a los lados. La parte superior
no se ve porque en esta estancia se bajó el techo en el siglo XX y queda detrás del mismo.
También en el marco de la derecha se aprecia lo que parece una columna de fuste torso con el
capitel corintio. El intradós de la puerta, hoy armario, también tuvo roleos.

Se trata de una pintura mural aplicada al temple con aglutinantes orgánicos naturales. Técnica
y estilísticamente los dibujos están bien resueltos con un grueso trazo negro carbón que
delimita los contornos, bien sombreados y con pequeños detalles que demuestran la habilidad
del pintor. La paleta está basada en tres colores primarios, rojo de minio, amarillo y azul

63
esmalte combinadas con tierras derivadas del rojo, ocres derivados del amarillo y un azul
ceniza. Todos ellos comparten armonía y están bien equilibrados.178

La aparición de roleos con pájaros en distintas composiciones tiene una largar tradición en el
ámbito decorativo. Entroncan con los grutescos del siglo XVI donde las formas se entrelazan y
en ocasiones resulta difícil distinguir lo real de lo fantástico. No obstante aves y roleos
entremezclados vemos en diseños de Agostino Veneziano inspirados en el Ara pacis romano o
en planchas creadas por Enea Vico hacia 1545 con aves y motivos vegetales a candelieri, igual
que Peter Hille con roleos encumbrados por un gallo de 1574, entre otros ejemplos. Habrá que
esperar al siglo XVII para que esos motivos se vayan haciendo aun más reconocibles y
naturalistas influidos por los nuevos planteamientos contrarreformistas que buscan despojar
de todo componente fantástico aquellas decoraciones que iban destinadas a las iglesias donde
hasta ese momento poblaban formas oníricas de confusa interpretación. Bandas decorativas
de Hieronymus Bang, Hans Janssen, Theodor Bang o Stefano della Bella se pueblan de aves
entre follajes. Paul Androuet Ducerceau tiene muchas composiciones de grandes roleos
simétricamente colocados lo mismo que Alex Loir o Abraham Helmhack. Algunos diseños de
Dietrich Meyer el joven de hacia 1680 con carnosos roleos con aves enfrentadas tiene bastante
relación con las pinturas de Martioda.

El siglo XVIII fue especialmente prolífico en el uso de aves y pájaros como motivos decorativos
vinculados principalmente con el arte oriental. Resulta habitual este tipo de ornamentación en
la porcelana china de importación y japonesa de estilo Kakiemon imitada por las fábricas de
lozas europeas, también en papeles pintados y revestimientos textiles como las telas
indianas.179 Algunas recopilaciones de diseños realizados por Gilles-Marie Oppenord (1672-
1742) tienen interesantes conexiones con las halladas en la casa solariega de Martioda, como
en su obra Livre de fragments d'architectures…180 También resulta ilustrativo su libro titulado
Desseins de couronemens et amortissemens… destinado a coronamientos de puertas como los

178
En base a los análisis llevados a cabo por la empresa Arte-Lab S. L., el pigmento estaría compuesto
por yesos, silicatos y carbonato cálcico, el azul por azul esmalte, blanco de plomo, carbonato cálcico y
tierras, el rojo o anaranjado por minio, blanco de plomo y carbonato cálcico.
179
ÁGREDA PINO, A. M., “entelar el muro: Los revestimientos textiles en la arquitectura occidental”, en
GÓMEZ URDÁÑEZ, C., (coor.) Sobre el color en el acabado de la arquitectura histórica, Zaragoza,
Universidad de Zaragoza, 2013, pp. 273-330.
180
OPPENORD, G. M., Livre de fragments d'architectures recüeilis et dessinés à Rome d'après les plus
beaux monuments, Paris, Gabriel Huquier, c. 1748.

64
empleados en Martioda.181 Libros con
representaciones de pájaros, plantas y flores
como Recueíl des differentes especes
d´oiseaux…, de Gabriel Huquier, publicado hacia
1745 o Douze Cahiers d'animaux… diseñado por
Edme Bouchardon y otros presenta abundantes
modelos de aves que pudieron servir de
182
inspiración a los artistas. Roleos vegetales con flores y pájaros presenta la obra Ornements
divers,diseñada por François Boucher (1703-1770) entre otros. Especialmente interesantes son
los paneles murales de Christophe Huet, para el Cháteau de Champs realizados hacia 1740 en
los que se pueden ver grandes conexiones con lo descubierto en Martioda, con aves
enfrentadas sobre soportes arquitectónicos entre coberturas vegetales. Igualmente
interesantes son los revestimientos textiles de Philippe de Lasalle (1723-1805) fechados en
1777 con variedad de aves para el palacio rococó de Catalina II ubicado en la ciudad de
Tsárskoye Seló (actualmente llamada Pushkin).183

181
OPPENORD, G. M., Recueil des oeuvres de Gille-Marie Oppenord ... contenant deux mille motifs avec
fragments de consoles, agrafes, c
..., París, E. Rouveyre, 188?.
182
HUQUIER, G., Recueíl des differentes especes d´oiseaux, fleurs, plantes et trophées de la Chine, París,
chez Huquier, c. 1745. BOUCHARDON, E., (et al.) Douze Cahiers d'animaux dessinés par Bouchardon,
Desmoulins, Huet et Oudry…, Paris, chez L. M. Bonnet, 1772-1778.
183
GRUBER, A., Vögel Vogeldarstellungen auf Textilien vom 13. Bis zum 20. Jahrhundert, Abegg-Stiftung
Riggisberg, 1988, pp. 125-130. GRUBER, A. (ed.), The history of Decorative arts. Classicism and the
Baroque in Europe, London, 1994, p. 209.

65
4.1.4. Intervención del siglo XIX. Pinturas murales de raigambre
clásica

La renovación decorativa llevada a cabo en el siglo XIX se puede advertir en el salón principal
(P105) en el corredor (P103), en el oratorio (T104) y en la antesala (P106). Es probable que
afectara también a otros espacios en los que en la actualidad no queda ningún resto. La hemos
situado por sus características estilísticas hacia principios del siglo XIX, todavía en vida de
Joaquín María Hurtado de Mendoza y Martínez de Medinilla, probablemente hacia 1814
terminada ya la guerra de la Independencia y momento en el que estuvo residiendo en
Martioda hasta su muerte en 1821. Se acompañó de algunas reformas estructurales en el
interior de la casa solariega. La
puerta existente entre el recibidor
(T101) y el distribuidor (T103) se
cerró para convertirse en un
armario lo mismo que la que
comunicaba la habitación (T105)
con el salón (P105). Con estos
cerramientos se elimina la
posibilidad de pasar de forma
directa del recibidor al salón
principal por el interior de la
antigua torre. Igualmente se

Fig. 7. Salón principal (P105) foto 2011. crearon espacios nuevos en la


cocina (A101) y en la antesala
(P106) donde se abrió una pequeña zona probablemente dedicada a despensa o armario para
guardar objetos necesarios en esta ala de la casa.

El salón principal (P105) es donde más y mejores restos se conservan, lo que aporta una buena
visión de conjunto con una decoración de carácter arquitectónico, en el que todos los muros
repiten con algunas variaciones el mismo esquema basado en tres grandes espacios, un zócalo,
una zona media y un friso superior. El muro oeste estaba presidido por una gran chimenea
central con dos puertas laterales en las esquinas. Dispone de zócalo de base negra con un
enmarcamiento morado que encuadra una moldura de imitación ocre de color siena tostada.
La zona media se compone de cerco amarillo perfilado por líneas ocres, que cobija un espacio
verde en cuyo centro se coloca un marco fingido perfilado en negro y sostenido por dos

66
tachuelas con dos guías de hilo anudadas que se unen a sendas arandelas que sujetan el
marco, todo pintado como si de un trampantojo se tratara. El friso superior debió de ser azul y
decorado en algunas zonas con finos motivos florales y vegetales, hoy está cubierto por un
color tierra aplicado seguramente en el siglo XX. En fotografías antiguas vemos que la
chimenea mantenía el esquema empleado en el muro y se remataba por un festón de flores de
gusto neoclásico que recorría el cerco amarillo que hemos descrito. Las puertas iban jaspeadas
a los lados y con un
entablamento fingido en el
dintel, recorridos por guirnaldas
y ramos florales colgantes.

El muro norte con una sola


puerta abierta a la antesala
(P106) repite la decoración
arriba descrita. A los lados del
acceso central tres zonas bien
definidas, un zócalo con

enmarcamientos rectangulares,
Fig. 8. Estancia (T104).
una zona media con cerco
amarillo, fondo verde con marco fingido en el centro y un friso superior tapado por el ocre del
siglo XX. Sobre la puerta un enorme entablamento clásico fingido con guirnaldas en su remate
y ramos de flores colgantes en los laterales. El muro orientado al sur con dos vanos abiertos
emplea el mismo esquema que hemos detallado en el norte y oeste. La única diferencia es que
los recercos e intradós de las ventanas van completamente jaspeados, lo mismo que el
parteluz donde se representa una pilastra del mismo tono jaspeado. El muro este se abre a dos
vanos y está completamente perdido pero por los pequeños restos que un se conservan
responde al modelo descrito en el resto del salón. En la antesala (P106) se repite el mismo
esquema, y aunque ya muy perdido, aun se advierten los recercos jaspeados de la ventana. En
el corredor (P103) quedan algunos restos que confirman que se empleó el mismo esquema
que en salón aunque con intervenciones posteriores. En el gabinete (P108) bajo la intervención
del siglo XX se advierte la presencia de la misma decoración empleada en el salón principal.

La alcoba (T104), que creemos tuvo función de oratorio, utiliza otro programa decorativo pero
también de carácter arquitectónico y estilo neoclásico. Un basamento jaspeado recercado por
un marco amarillo; una zona media lisa de tono azul claro flanqueada por pilastras que

67
delimitan los paños con el capitel toscano, recorrido por guirnaldas de hojas y un friso liso. Las
dos bóvedas de aristas que cubren el espacio están pintadas en un color liso con los nervios
remarcados en azul y la clave con una corona de laurel.

El estilo es neoclásico con una clara influencia de la antigüedad grecoromana. El


descubrimiento de Pompeya y Herculano durante la primera mitad del siglo XVIII supuso un
nuevo impulso en el desarrollo del estilo neoclásico en Europa que fue cuajando a lo largo de
la segunda mitad del siglo XVIII e incluso durante la primera del XIX. publicaciones como Le
Antichità di Ercolano Esposte (1757-92) donde en 8 volúmenes se presentaban los hallazgos en
las excavaciones de Herculano, Pompeya y Estabia fueron fundamentales para el conocimiento
de la antigüedad y su difusión a través de la grandes academias fundadas en Europa y América.
Lo mismo que Le pitture antiche d'Ercolano e contorni incise con qualche spiegazione publicado
en 1757 donde se muestran pinturas escogidas de la ciudad de Herculano con motivos
figurativos y algunas planchas de carácter arquitectónico.184 Estas ciudades se convirtieron en
el punto de mira de arquitectos y artistas, en una capsula del tiempo en la que inspirarse y
obtener modelos directos en los que no solo se conservaban arquitectura y escultura sino
también motivos pictóricos, tan escasos en otros yacimientos y edificios conservados. La
publicación y recopilación de estos motivos en libros como los mencionados se convirtió en la
fuente de inspiración obligada para cualquier artista que no tuviera la fortuna de viajar a estas
ciudades romanas y que quisiera estudiar y conocer el estilo antiguo. No es por ello extraño
que las grandes academias españolas como la de San Fernando o San Carlos dispusieran de
estos trabajos e incluso las escuelas de dibujo provinciales se preocuparan por tener de algún
ejemplar, así como vaciados de esculturas y láminas con las obras griegas y romanas más
conocidas.

No es por tanto nada raro que estos motivos y tipologías decorativas arquitectónicas
empleadas en las villas romanas como en la casa del fauno de Pompeya, entre otras, tengan
grandes similitudes con las formas reproducidas en Martioda. Lo mismo que con recientes
recreaciones realizadas en el Museo Domus en Cantabria de una habitación de la ciudad
romana Julióbriga o de un triclinio o comedor de una casa romana recreada por el Museo de
Zaragoza a partir de los restos encontrados y los estudios arqueológicos. En la obra de G.
Albertolli publicada en 1787 se encuentran grandes similitudes en las guirnaldas, festones e

184
BAIARDI, O. A., (et. al). Le pitture antiche d'Ercolano e contorni incise con qualche spiegazione, Tomo
primo, Napoli, nella Regia Stamperia, 1757.

68
incluso en la distribución decorativa de enmarcamientos rectangulares.185 En Ornamenti diversi
del mismo autor se establecen interesantes comparativas en festones florales y lazadas
empleadas en Martioda.186 En todas estas recopilaciones y en otras muchas publicadas hacia
finales del siglo XVIII y principios del XIX encontramos patrones estilisticos que se pueden
relacionar facilmente con el aparato decorativo empleado en las habitaciones P105 y T104.

Es difícil conocer con exactitud al artista que realizó esta decoración arquitectónica de la casa
solariega de Martioda. Pero lo cierto es que las características estilísticas y formales nos hacen
pensar en un artista puesto al día con los nuevos gustos neoclásicos. En estos momentos las
principales novedades vinieron de los maestros formados en Madrid, que regresaron a estas
tierras y gracias a la proliferación de sus obras o a su participación en la Escuela de Dibujo,
difundieron entre los jóvenes artistas los entresijos de la nueva estética. De entre ellos
podemos destacar al arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel que estuvo dos años en la capital
bajo la dirección del prestigioso Ventura Rodríguez, o a los también importantes Francisco
Sabando, Francisco de Urruela e Ibarra, Manuel Peña, Eugenio de Murga, Antonio Rubio o el
pintor Valentín de Arambarri.187 De todos ellos me inclino a pensar en profesor de dibujo

185
ALBERTOLLI, G., Alcune decorazioni di nobili sale ed altri ornamenti, Incisi da Giacomo Mercoli e da
Andrea de Bernardis, Milano, 1787. ALBERTOLLI, G., The architecture, decoration and furniture of the
royal palaces ... Albertolli, Giocondo, 1742-1839. Boston, G.H. Polley & co, 1903.
186
ALBERTOLLI, G., Ornamenti diversi / inventati, disegnati ed esegiti da Giocondo Albertolli ... ; incisi da
Giacomo Mercoli Luganese ..., Milano, 1782.
187
BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Las artes pictóricas del neoclasicismo en Álava”, Ondare, n.º 21, 2002,
pp. 193-208. BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., José López de Torre (1755-1829) y la pintura neoclásica en
Álava, Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava, 2007.

69
Valentín de Arambarri como posible decorador de todo este conjunto realizado a principios del
siglo XIX en la casa principal de mayorazgo de Martioda.

Con trece años comienza su formación con el pintor vitoriano Pablo Jiménez, en concreto el
contrato de aprendizaje se firma el día seis de agosto de 1763. Terminado su proceso de
formación y reconocida su valía para el dibujo y la pintura, es enviado a la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde además de perfeccionar su estilo se puso al día
con los nuevos gustos e ideales academicistas imperantes en los principales centros de
producción artística. En esta Academia ingresa en noviembre de 1773 con veintitrés años, y al
parecer tan solo permaneció un año, puesto que en 1774 es nombrado profesor honorario de
la Escuela Gratuita de Dibujo de Vitoria. En realidad el puesto de profesor honorario era
destinado a socios de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, su función no
asalariada era, en un principio, ayudar a José de Murga, el único maestro con el que esta
Escuela inició su andadura a partir de 1774. En esta academia alcanzó el puesto de profesor de
dibujo y permaneció en ella durante algunos años. Nunca rompió sus lazos con Madrid, el lugar
en el que se había formado, pues como sabemos en 1801 se traslada a Aranjuez con motivo de
terminar de ejecutar los dibujos de los mosaicos de Cabriana (Álava) encargados por la Real
Academia de la Historia en 1794 y entregados en 1803. Esto nos confirma los conocimientos
que de primera mano tuvo de la antigüedad romana copiando mosaicos y otros objetos
encontrados en el yacimiento de Cabriana (Álava). Fue además de dibujante, pintor dorador de
retablos, pincelador de conjuntos murales y decorador, pues los últimos años de su vida los
pasó trabajando en el palacio de Aranjuez en Madrid.188

188
BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “El profesor de Dibujo Valentín de Arambarri”. En VÉLEZ CHAURRI, J. J.;
ECHEVERRÍA GOÑI, P. L.; MARTÍNEZ DE SALINAS OCIO, F., Estudios de Historia del Arte en memoria de la
profesora Micaela Portilla. Vitoria-Gasteiz, Universidad del País Vasco. Diputación Foral de Álava, 2008,
pp. 15-25. A Valentín de Arambarri se le documentan distintas obras, la primera en 1785 con la pintura y
jaspeado de los colaterales del Rosario y San José en la iglesia de Navarrete (La Rioja), a esta misma
localidad volverá tres o cuatro años más tarde para pintar el retablo y todos los muros de la sacristía,
probablemente es la obra más importante de todas las que conservamos y en la que mejor se puede
advertir sus características formales como pintor y dibujante. Por las mismas fechas se le localiza en
Labastida donde probablemente se encargara de jaspear unas andas y unos ciriales que en 1784 había
realizado Francisco Sabando. En 1786 concurre sin éxito al remate de la policromía de los retablos de
San Juan del Ramo en Viana. A finales de la década de los ochenta traslada su domicilio a la calle
Cuchillería y se enfrenta a toda la pintura de la sacristía de Navarrete. Después de esta importante
intervención le encontramos en la iglesia de San Juan en Laguardia donde jaspea y pinta los retablos de
San Andrés y Santiago junto con las bóvedas de sus respectivas capillas. En 1791 doraba el respaldar de
la cajonera de Peñacerrada. Un año más tarde vuelve a la iglesia de San Juan de Laguardia para pintar la
caja del desaparecido órgano y en 1793 redactaba las condiciones para el jaspeado del retablo mayor de
Arroiabe realizado por Pablo Jiménez. Tres años más tarde contrataba el retablo de Santa Catalina en la

70
El estilo de Valentín de Arambarri denota con claridad su formación reglada y académica. Es un
digno heredero de la gran tradición pictórica mural sabiendo aunar la espectacularidad que
por sí misma tiene esta especialidad, con la serenidad y estoicismo que el Neoclasicismo
impone. Se expresa mediante el dibujo y la proporción, como se puede apreciar en los fingidos
marcos arquitectónicos o “colgaduras de buen gusto” que cobijan a sus retablos, superando
los apoteósicos y coloristas pabellones que durante el siglo XVIII, coronaban las grandes
máquinas barrocas y rococós. Sus trabajos más figurativos son obras llenas de aplomo y
serenidad, basadas en estudios anatómicos e inspiradas en las esculturas clásicas. Analizando
su obra es fácil comprender la posible participación de Valentín de Arambarri en la decoración
de la casa solariega de Martioda.

capilla de Francisco Hurtado de Corcuera en San Miguel de Vitoria. El mismo año reconocía el retablo
mayor del convento de las dominicas de Vitoria policromado por su maestro Pablo Jiménez, y en 1797
iniciaba una obra importante, el retablo mayor y los dos laterales de la iglesia de Foronda, que habían
sido diseñados por Justo Antonio Olaguíbel. A finales de siglo y principios del XIX se dedica a terminar los
dibujos de los mosaicos de Cabriana encargados por la Real Academia de la Historia y descubiertos por
Prestamero en 1794 y los últimos años de su vida los pasó como decorador en el palacio de Aranjuez
(Madrid) donde debió de fallecer.

71
4.1.5. Intervención del siglo XX

La intervención que creemos se debe situar a principios del siglo XX se limita a un tono azul
cielo que cubre por completo las habitaciones de la torre, en concreto la (T101), (T102), (T103)
y (T105). También se conservan restos en el corredor (P103) en la antesala (P106). En el
gabinete (P108) con un ocre amarillo una greca y una línea en azul añil que separa un friso con
el azul cielo descrito en el resto de las salas. En el salón (P105) también se detecta una franja
ocre que cubre el friso superior. A esta intervención hay que sumar la sustitución de los techos
de bovedillas empleados en el siglo XVIII y XIX por otros lisos realizados mediante tablillas y
pintados de azul. Se aprecian muy bien en las habitaciones (T105), (P108) y (P105) pero
también debieron bajarse en otras estancias. En general es un revestimiento cromático de
calidad inferior a los anteriores.

Fig. 9 Habitación (T101). Color azul que cubre muros y techos.

72
4.2. La influencia china en el aparato decorativo

En el salón principal de la casa solariega se combinan dos conjuntos decorativos, el


revestimiento cromático ya descrito de estilo neoclásico y carácter arquitectónico realizado a
principios del siglo XIX y unas pinturas chinas sobre un soporte vegetal con fragmentos de
seda.189 En la actualidad están desaparecidas pero M. Portilla las pudo ver colocadas en su
sitio, o al menos lo que quedaba de ellas, en una visita que realizó en 1958 y que describió
como “bellísimos Kakemonos cuyas figuras de jinetes graciosos, animales estilizados y paisajes
de ensueño y fantasía oriental, reflejan el gusto que por el mundo lejano y exótico, que se
abría entonces al
comercio y a la cultura
europea, sintieron las
generaciones de los
últimos años de la
pasada centuria”.190 Por
tanto las conocemos
gracias a las
descripciones hechas
por esta profesora y a
las tres fotografías en
blanco y negro
realizadas por Guereñu
que M. Portilla publicó
Fig. 10. Salón (P105) 1985. Se puede ver la colocación de las pinturas chinas. en el artículo de 1958 donde
se dieron a conocer por primera vez.191 Las últimas referencias gráficas que tenemos de ellas
son una fotografías de 1985 y otra de 2010. En la de 1985 se ve el conjunto del salón en el que
se aprecia una de las pinturas con cierta claridad y otra parece intuirse. En la de 2010,
realizada en una visita por miembros de la Diputación Foral de Álava, se ve una de ellas con
mayor nitidez y en la que ya se aprecian claros deterioros. En la actualidad su paradero se

189
Los análisis realizados por Arte Lab. S.L de los diminutos restos que han quedado sobre la pared al ser
arrancaos determinan que se trata de una pasta semiquímica cruda, con mezcla de fibras vegetales,
además, se localizan algunas fibras que podrían proceder de fragmentos de seda.
190
PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de Hurtado de Mendoza…, p. 241. PORTILLA VITORIA, M. J., Las
torres de Mendoza y Martioda…, p. 45. “Varios kakemonos orientales con pinturas de paisajes, plantas,
delicadas gacelas, bellísimos pájaros y personajes exóticos”.
191
PORTILLA VITORIA, M. J., “La torre de Hurtado de Mendoza…, p. 250.

73
desconoce y tan solo quedan, como ya hemos comentado, tres fotografías en blanco y negro
del fondo de Guereñu y las dos restantes en color de 1985 y 2010.

A simple vista parece que estas piezas se convierten en el elemento central de toda la
composición pictórica del salón. Las pinturas estuvieron cobijadas bajo un marco fingido
perfilado en negro y con el interior delineado en blanco y terminación en greca geométrica en
las esquinas. Queda sostenido, también de forma fingida, por dos tachuelas con dos guías de
hilo anudadas que se unen al marco mediante unas arandelas. Son de los que se denominan
marcos de perfil plano o baquetón, puestos
de moda en época fernandina y que solían
fabricarse en caoba o nogal y fueron
utilizados sobre todo para el enmarcado de
obra gráfica.192 Dentro de este
enmarcamiento distinguido se debieron de
presentar estas pinturas chinas.

Existieron 9 marcos fingidos en todo el salón,


dos en el lado oeste flanqueando la
chimenea, dos junto a la puerta norte, otras
dos en el muro sur y tres más en el este
entre las dos ventanas. Por las fotografías
sabemos que la que representa grullas de
Manchuria estaba en el lado norte entre las
salidas a las habitaciones (T104) y (P106). Es

Fig. 11. Garzas en su ubicación original. Foto 2010. posible, aunque no se aprecia con la
suficiente definición para hacer una
afirmación rotunda, que los ciervos moteados estuvieran en el muro oeste entre la chimenea y
la puerta de la alcoba (T104). Por último pensamos que en este mismo lado estuviera la
pintura de los jinetes y arqueros donde el soporte está completamente liso y sin intervención
de color. Dentro de los marcos fingidos del muro sur hay pintadas unas escenas que buscan
asemejarse a estas pinturas chinas. En el resto no sabemos lo que contenían pues no se
conserva nada.

192
TIMÓN TIEMBLO, M. P., El marco en España, del mundo romano al inicio del Modernismo, Madrid,
2002, p. 323.

74
Las tres obras de las que solo poseemos fotografías antiguas representan escenas típicamente
chinas. Una de ellas con dos grullas de Manchuria sobre un tronco de un árbol, probablemente
un pino, otra con dos ciervos moteados tumbados con un pájaro sobre una rama y la última,
un paisaje con un cazador a caballo tensando su arco para lanzar una flecha a un ave que vuela
en lo alto y otro personaje recogiendo algo del suelo. Estilísticamente parecen pinturas chinas
antiguas sobre un soporte vegetal de papel
con trazas de seda según se establece en los
análisis de las micromuetras enviadas al
laboratorio y obtenidas de pequeños restos
que han llegado hasta nuestros días. Todo
apunta a que se trata de obras antiguas
probablemente del siglo XVII o XVIII.

Las obras venidas de Oriente llegaron con


mucha facilidad a Occidente, ya que se
trataban de rarezas exóticas, fáciles de
transportar y con gran demanda en Europa y
América. Muchos productos venidos de estas
tierras como la porcelana china, las lacas
japonesas o los marfiles filipinos se
convirtieron en el objetivo de las clases más
altas por su exotismo, delicadeza y calidad. El
orientalismo estaba de moda, alcanzando sus
máximas cotas durante los siglos XVII, XVIII y
XIX. Su gran demanda hizo que muchos

países practicaran políticas proteccionistas


Fig. 12. Ciervos moteados (Foto 1958)
potenciando la imitación sistemática de estos
productos. No obstante, recibir un objeto elaborado en China, Japón o Filipinas era sinónimo
de estatus y se convertía en un símbolo de diferenciación personal y familiar. La puerta de
salida de muchas de estas obras fue Filipinas, en contacto directo con América y Europa a
través de las rutas comerciales. Los exóticos productos orientales salidos de Filipinas tenían un
largo periplo hasta llegar a la metrópoli: de Manila se dirigían a Acapulco a bordo del galeón de
Manila o de la Nao de la China; más tarde, por tierra, eran transportados a Veracruz, donde

75
nuevamente se embarcaban para cruzar el océano Atlántico hasta Canarias y por último
llegaban a Sevilla, desde donde se distribuían por toda España193.

La pintura china de importación solía realizarse sobre papel de arroz hecho de tiras finas
obtenidas de la médula del tallo de la plata Aralia papyrifera o Tetrapanax papyrifera.
Normalmente se utilizaba la técnica de la aguada que se diferencia de la acuarela en que sus
colores son más densos y se utiliza el blanco como color. Los temas empleados eran chinos
pero la composición y la estética era más occidentalizada ya que iban a ser destinados al
comercio europeo. Normalmente se podían comprar en los mercados de Cantón o Pekín y se
enviaban mediante las compañías de indias o misiones.194 Las pinturas de Martioda no
responden a las características de estas obras de importación y parecen realizadas para el
propio mercado chino.

El interés por los objetos exóticos en la familia Hurtado de Mendoza no solo lo vemos en estas
pinturas chinas que decoran el salón principal, también sabemos por un inventario de 1775
que disponían de dos docenas de jícaras, tacitas pequeñas sin asa para tomar chocolate, de
“china blanca”. De esta manera se denominaba a la porcelana china comercializada por la
Compañía de indias, solo al alcance de las élites y de los gustos más refinados.195 También
disponían de vajillas de Alcora, donde se buscaba imitar a través de su vidriado estannífero la
blancura de la porcelana venida de oriente, lo mismo que a través de series como la chinesca o
extravagante u otras generalizadas en el siglo XVIII que emulaban las decoraciones orientales o
chinoiserie. Incluso en un documento personal del siglo XVIII en el que Joaquín María Hurtado
de Mendoza describe los orígenes de su propia familia inicia el texto con una letra capital
decorada con una pagoda y motivos chinescos. De todo esto se desprende el interés por el
mundo oriental coincidente con los gustos generales del momento que anhelaban los
productos exóticos y la estética asiática.

193
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América. Estado de la cuestión”, en El Extremo Oriente Ibérico, Madrid, 1989, pp. 445-457. SERRERA, R.
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194
SANTOS MORO, F. J. de., La vida en papel de arroz. Pintura china de exportación. Madrid, Secretaría
General Técnica. Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación, 2006.
195
AHPA - APAH., Andrés de Lezana, 1302, 1775, fols. 295-321 (8 de abril de 1775). 24 jícaras y sus
platillos de china blanca.

76
Las pinturas chinas que decoraban este salón son coincidentes con la escuela Nanpinha o
Nampin que tuvo gran éxito en la ciudad de Nagasaki durante el periodo Edo. Su referente fue
Shen Nanping o también conocido como Shen Quan (c. 1682-1760), un artista especializado en
pintura de flora y fauna china sobre todo aves, flores, arboles y rocas entre otros motivos con
una estética tradicional. Viajó a Japón donde tuvo mucha repercusión y seguidores lo que
permitió que su estética se difundiera con rapidez tanto en oriente como en occidente. Son
pinturas de gran minuciosidad y realismo como si de tratados de zoología se trataran.196 Los
motivos tratados en las que decoraban Martioda son de gran similitud, probablemente esto
fueron cortados para adaptarlos a los marcos fingidos, para aportarles un carácter más
europeizante y poder aprovéchales en el resto de los marcos.

196
HIDEMI, K., "Las raíces japonesas de Shen Nanpin", en Ars Orientalis , vol. 19, 1989, pp. 79-102.
MECCARELLI, M., "Chinese Painters in Nagasaki: Style and Artistic Contaminatio during the Tokugawa
Period (1603-1868)" Ming Qing Studies 2015, pp. 175-236.

77
4.3. Papeles pintados.

El papel pintado, mural o de colgadura se ha utilizado desde hace siglos en la decoración de


interiores, su especificidad está en que se coloca sobre paredes interiores con la función de
decorar o embellecer un espacio. Están a caballo entre las Bellas Artes y el trabajo industrial,
pues se trata de una obra seriada cuyo resultado es la suma de distintos pliegos unidos unos
junto a otros para completar un conjunto. Tienen su origen en oriente llegando a Europa a
través de las vías comerciales y ha estado siempre muy relacionado con los textiles y sus
diseños. En un inicio su uso quedó restringido a las clases más acomodadas y eran habituales
en palacios de los siglos XVIII y XIX. Con la industrialización se fueron generalizando pues su
producción era menos artesanal y mucho más rápida, vistosa y efectista. Los cambios de gusto
y la fragilidad del material con el que se realizan han motivado que no sea muy habitual que
papeles pintados antiguos lleguen hasta nuestros días. De ahí que por exiguo e insignificante
que parezca un fragmento debe ser valorado en su justa media.

En el País Vasco tenemos pocos pero buenos ejemplos de papeles pintados del siglo XIX. La
casona de Churruca-etxea de Azkoitia (Gipuzkoa) dispone en su salón de una gran cenefa
superior con personajes cobijados por una arquitectura neogótica rematada por crestería. El
fantástico conjunto de papeles panorámicos de la Torre de los Varona en Villanañe (Álava) con
temas como La caza en Compièges de la casa francesa Jacquemart & Bernard (1812) sobre
diseño de Carle Vernet (1758-1836) o Paisajes de España pintada en grisalla y fechada hacia
1818, aunque en este caso anónima.197 En el comedor de la villa Eguzkialde de San Sebastián
de la familia Londaiz–Churruca se conservaban papeles panorámicos de la casa Zuber,
instalada en Rexheim, Alsacia (Francia) con temas de la Guerra de la Independencia Americana,
impresa y editada en 1852. Incomprensiblemente han desaparecido en el año 2002 tras el
derribo de la casa. También de gran interés es el conjunto del antiguo palacio Arratabe,
propiedad del ayuntamiento de Aretxabaleta (Gipuzkoa), en el que se muestran panorámicas
de la ciudad francesa de Lyon de la manufactura de Felix Sauvinet, de París, editadas en 1821.
Igual de excepcional que los papeles de la Torre de los Varona son los conservados en el
palacio Gastañaduy de Eskoriatza (Gipuzkoa) con temas como La chasse en Compiegne,
diseñado por Carlos Vernet de la casa Jacquemart y Bernard de 1814 y Monumentos de París

197
MARTÍNEZ C. J., La torre-palacio de los Varona: historia y patrimonio, Vitoria, Diputación Foral de
Álava, 2009. RODRÍGUEZ LASO, L. Conservation et restauration des paiers peints en Europa. Actes. París.
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mano. La recuperación de los papeles pintados históricos, Bilbao, Universidad del País Vasco, 2004.

78
realizados por la manufactura Dufour (1812-1814) a partir de los diseños de Jean Bock y
Vernet.198

Es evidente que los restos de papeles pintados encontrados en Martioda no tiene la


espectacularidad de los arriba comentados, pues nos enfrentamos a un muestrario de
fragmentos encontrados en distintas estancias de la casa solariega a los que hay que intentar
dar coherencia. Lo verdaderamente interesante es que detrás de capas de pintura e incluso
mortero hayamos encontrado estos vestigios gracias a la rápida intervención de José Cortés,
responsable de la sección de papel del Servicio de Restauración de la Diputación Foral de
Álava. Resulta también excepcional la cronología de los
mismos pues se han localizado papeles fechables en el siglo
XVIII y otros, más abundantes, del XIX.

Los papeles del siglo XVIII podrían corresponder


perfectamente con la primera fase decorativa de la casa
solariega que hemos situado en el apartado de pintura mural
hacia la segunda mitad del siglo XVIII aproximadamente. Se
localizan en dos lugares de la casa solariega en el edificio
anexo (E001) y en el salón principal (P105). Los encontrados
en el pabellón (E001) nos confirman que este espacio tuvo
una importante función dentro de la casa construida en el
siglo XVIII. Como ya hemos comentado, proponemos la
posibilidad de que funcionara a modo de cenador o lugar de
reunión para celebraciones junto al jardín y el patio de la
casa. De este lugar se ha podido rescatar tres papeles de las
mismas características morfológicas pero con motivos
decorativos diferentes. Al parecer seguían un sistema
Fig. 13. Puerta con papeles
pintados siglo XVIII (E001). combinatorio en el que se alternaban estos tres papeles. Uno
de ellos, blanco, y del que menos restos se conservan se
localiza en una esquina y junto a los marcos de las puertas, esto indica que se trataba de una
tira decorativa colocado de forma estratégica en distintas partes del edificio. Los otros dos
papeles localizados, uno de fondo azul y otro rojo, se colocaban en bandas alternándose uno
junto al otro (azul, rojo, azul, rojo…) y siempre a modo de zócalo hasta la mitad del muro.

198
MARTIARENA, X., Papeles pintados, 1835. Eskoriatza , Aretxabaleta , Donostia, Villanañe y Azkoitia
http://xabimartia.blogspot.com.es/ (consultado 21 de diciembre de 2017). FERNÁNDEZ BEOBIDE, J. J.;
HORCAJO CALIXTO, L., Villas de San Sebastián, 2016, pp. 186-205.

79
El azul está peor conservado, tiene el fondo punteado y dos motivos diferentes, a la izquierda
finos rameados que nacen de un jarrón y de un tronco común de tono ocre que termina en
cascada, y a la derecha un medallón de aljofares con motivos en su interior y del que cuelga lo
que parece un enlazado vegetal del mismo tono ocre. El de
fondo rojo además de localizarse en estos mismos muros
se encontró en una puerta de madera desubicada en la
casa solariega y que debió de pertenecer a este cenador.
En concreto coincide en medidas con una puerta hoy
tapiada que comunicaba la planta baja de la casa principal
con este espacio anexo. El motivo empleado bajo fondo
rojo se estructura en base a un gran medallón ovalado con
un perlado interior que cobija una escena. En ella se
reconoce un árbol, un niño alado y una joven que se agarra
a una rama y con su mano derecha ofrece algo al niño. Es
probable que se trate de Venus y Cupido en el momento
en el que la diosa le regala el arco y las flechas, unas con
punta de oro, para promover el amor y otras de plomo para provocar el olvido y la ingratitud.
El medallón se remata con una cinta enlazada en su parte superior y es abrazado en la inferior
por unas ramas florales unidas por una lazada de la que cuelga un trofeo con lira, flecha, arco,
pájaro y otros objetos que no podemos concretar.

Estos papeles del siglo XVIII, u otros con motivos decorativos diferentes, también debieron de
estar presentes en el interior de la casa solariega. Lamentablemente solo nos han llegado
escasos restos en el salón principal (P105), sobre el marco de madera de la puerta norte que
comunicaba con la antesala (P106). Los pequeños retazos que se han podido recoger apenas
nos permiten reconstruir la plantilla decorativa empleada. Son de fondo azul con zonas de
rayas verticales y otras de red de rombos con pequeños roleos vegetales y flores diseminadas.
Predomina el azul para los fondos, el blanco para los motivos dibujados y algunos toques rojos.
Se aprecia como suele ser habitual en estos papeles del siglo XVIII el trabajo a punta de pincel
además del mecánico.

80
Los papeles pintados del siglo XIX que han sido localizados podrían estar también en relación
con la reforma decorativa que hemos situado a principios del siglo XIX o también podrían
deberse a intervenciones posteriores a lo
largo del mismo siglo. Los restos más
significativos se han encontrado en un
habitáculo de la cocina (A101), aunque
por fotografías sabemos que en la
antesala (P106) también existieron. Los
encontrados en la habitación de la
cocina, cuyo uso desconocemos, son
varios pliegos en los que se puede ver la
secuencia decorativa. Ocupaba todo el
muro y consta de zócalo, banda central y
zona superior. El zócalo es una imitación
de madera con su veteado fingido color
roble. La cenefa central es estrecha y
sirve para diferenciar la parte superior de
Fig. 15. Papeles panorámicos siglo XIX. Cocina (A101) la inferior. Está flanqueada por dos líneas,
amarilla y ocre, y en el centro destaca una
bella banda floral de distintas tonalidades donde en la actualidad predominan los rojos y
amarillos. La zona alta es una escena panorámica con motivos campestres en los que puede
diferenciar con claridad variedad de árboles y vegetación, pequeños rebaños de ovejas, una
casa, una mujer y un niño dando de comer a unas aves y un puente sobre un río con un joven
pescando.

Una fotografía realizada en la visita del 2011 nos permite ver los papeles pintados de la
antesala (P106) y de los que en la actualidad no quedan restos. Dispone de zócalo con motivos
geométricos trazados por lo que parecen hojas o tréboles que dan paso a una especie de
entablamento o faja arquitectónica de tono marmóreo. La banda central enmarca hojas
rizadas de color ocre con flores blancas. La zona superior es un papel blanco donde se
diseminan joyas colgantes de color verde.

Estos pliegos siguen las características de los papeles panorámicos del siglo XIX, como los
encontrados en los palacios del País Vasco arriba descritos, lo que demuestra que su uso fue
algo generalizado entre las casas más pudientes. Si duda, conocían sus casas, compartían sus

81
gustos e imitaban a los más innovadores que importaban las modas imperantes en las grandes
ciudades españolas y en otros países. Sin duda Joaquín María Hurtado de Mendoza (1747-
1821) y Rodrigo Ramón Miguel Varona (1753-1830), dueño y renovador de la torre de los
Varona en Villanañe (Álava), se conocieron y visitaron sus mansiones renovadas a principios
del siglo XIX. No es por ello nada extraño que en sus dos casas principales de mayorazgo y en
muchos otras de la zona se utilizaran papeles pintados panorámicos como un elemento de
distinción y lujo entre la oligarquía local.

Probablemente la mayor parte de esto papeles fueran importados de Francia o traídos de La


Real Fábrica de Papeles Pintados de Madrid (1786-1836), aunque también podía proceder de
importantes productores como Inglaterra. Habrá que esperar hasta 1845 para que en Vitoria
también se fabricaran. La impresión se hacía mediante planchas o rodillos de cobre o de
madera mediante la técnica de talla dulce. Se preparaba un fondo pintado de un color y sobre
él se impresionaban los motivos mediante las planchas superponiéndose los colores.

Fig. 16. Papeles siglo XIX. Antesala (P106)

82
83
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91
ANEXOS

92
TABLA DE ARRENDAMIENTOS

FECHA ARRENDADOR ARRENDATARIO BIEN LUGAR TIEMPO PRECIO REFERENCIA DOCUMENTAL


ANUAL
28 de mayo María Gertrudis Domingo Pérez de Dos Junguitu 10 años AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1771 Martínez de Gereñu heredades 1102, 1771, fols. 562-563.
Medinilla como
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
2 de abril de María Gertrudis Nicolás López de Dos Arriaga 9 años Cuatro AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1772 Martínez de Armentia heredades fanegas y 1102, 1771, fols. 438-439.
Medinilla como media de
tutora y curadora trigo bueno
de Joaquín María y limpio
Hurtado de
Mendoza
3 de abril de María Gertrudis Francisco de Tres la Puebla 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1772 Martínez de Montoya heredades de fanegas de 1001, 1772, fols. 442-443.
Medinilla como Arganzon trigo bueno
tutora y curadora y limpio
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
13 de abril María Gertrudis Zeledón de Mendoza Tres Olarizu 9 años Cinco AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1772 Martínez de y su mujer Josefa Díaz heredades fanegas de 1001, 1772, fols.477-478
Medinilla como de Villafranca trigo
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
9 de julio de María Gertrudis Lorenzo de Arrieta Diferentes Mendiola 9 años Doce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1772 Martínez de heredades fanegas de 1001, 1772, fols. 909- 910 v.
Medinilla como trigo
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
28 de agosto María Gertrudis Simón de Altuna Una casa en Vitoria 9 años Setenta y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1772 Martínez de la segunda un ducados 1001, 1772, fols. 1044-1045.
Medinilla como vecindad de
tutora y curadora la calle
de Joaquín María Herrería. Muy
Hurtado de notoria, que
Mendoza linda con el
convento de
Santa Cruz
25 de María Gertrudis José de Lete y su Diferentes La Puebla 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
febrero de Martínez de mujer heredades de fanegas y 1301, 1773, fols. 180-181v.
1773 Medinilla como Arganzón media
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
2 de marzo María Gertrudis Antonio Fernández Diferentes Arroiabe 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1773 Martínez de de Arnoia heredades fanegas y 1301, 1773, fols. 238-239.
Medinilla como media
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
23 de marzo María Gertrudis Carlos de Orruño Diferentes Antezana 9 años Doce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1773 Martínez de heredades fanegas de 1301, 1773, fols. 365-366
Medinilla como trigo
tutora y curadora
de Joaquín María

93
Hurtado de
Mendoza
3 de mayo María Gertrudis José Ruiz de Apodaca Diferentes Arzubiaga 9 años AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1773 Martínez de heredades 1301, 1773, fols. 500-501.
Medinilla como
tutora y curadora
de Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
7 de octubre María Gertrudis Celedonio Ortiz de Diferentes Durana. 9 años Siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1773 Martínez de Landaluze heredades intermedio 1301, 1773, fols. 1594-1595.
Medinilla como s de
tutora y curadora fanegas y
de Joaquín María media de
Hurtado de trigo
Mendoza
10 de marzo Joaquín María Francisco de Anda Diferentes La Puebla 9 años Veinte AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Hurtado de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 202-203
Mendoza en trigo
nombre de su
madre
10 de marzo Joaquín María Esteban Rodríguez Diferentes la Puebla 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Hurtado de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 204-205.
Mendoza en trigo
nombre de su
madre
9 de abril de María Gertrudis Tomás López de la Diferentes Armentia 9 años Doce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1774 Martínez de Puente heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 353-354.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
9 de abril de María Gertrudis José López de la Diferentes Vitoria 9 años Ocho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1774 Martínez de Puente heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 355-356.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
9 de abril de María Gertrudis Donato de Urbina Diferentes Gobeo 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1774 Martínez de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 357-358.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Juan Ruiz de Arbulo Diferentes Matauco 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 359-360.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Miguel Iñiguez de Diferentes Alegría 9 años Ocho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de Gordoa heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 361-362.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Diferentes Alegría 9 años Once AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 363-364
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Diferentes Alegría 9 años Cuatro AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 365-366

94
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Antonio de Zuazo Diferentes Alegría 9 años Trece AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 367-368.
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
10 de abril María Gertrudis Hermenegildo López Diferentes Alegría 9 años Nueve AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1774 Martínez de de Audícana heredades fanegas de 1304, 1774, fols. 369-370
Medinilla en trigo
nombre de su hijo
Joaquín María
Hurtado de
Mendoza
3 de enero Joaquín María Andrés de Betolaza Una heredad Olarizu 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1775 Hurtado de fanegas de 1302, 1775, fols. 1-2v.
Mendoza trigo
12 de marzo Joaquín María Luis Manuel de Casa con su Zurbano 9 años Diez y seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1775 Hurtado de Ziairduia huerta, era y fanegas de 1302, 1775, fols. 217-218.
Mendoza postergado y trigo
diferentes
heredades
19 de marzo Joaquín María Pedro de Olano Diferentes Zurbano 9 años Ocho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1775 Hurtado de heredades fanegas de 1302, 1775, fols. 219-220.
Mendoza trigo
19 de marzo Joaquín María Francisco de la Rosa Diferentes Zurbano 9 años Nueve AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1775 Hurtado de heredades fanegas de 1302, 1775, fols. 221-222.
Mendoza trigo
5 de abril de Joaquín María Antonio de Mendabia Una casa en Alegría 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1775 Hurtado de la calle mayor ducados al 1302, 1775, fols. 288-289.
Mendoza año
18 de abril Joaquín María Francisco López de Una casa con Manurga 9 años Tres AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1775. Hurtado de Ipiña huerta raíz y fanegas de 1302, 1775, fols. 334-335
Mendoza tres trigo
heredades
5 de enero Joaquín María Francisco de Aspuru Una casa en Vitoria 9 años Treinta y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1776 Hurtado de la tercera seis 1303, 1776, fols. 15-16.
Mendoza vecindad de ducados
la Zapatería
5 de enero Joaquín María María Josefa de Una casa en Vitoria 9 años Cuarenta AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1776 Hurtado de Mandijur la tercera ducados 1303, 1776, fols. 17-18.
Mendoza vecindad de
la Zapatería
5 de enero Joaquín María Antonio Landaluce Una casa en Vitoria 9 años Catorce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1776 Hurtado de la calle Santo ducados 1303, 1776, fols. 18-19.
Mendoza Domingo
5 de enero Joaquín María Clemente de Uruina Una casa en Vitoria 9 años Veinte AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1776 Hurtado de la calle Santo ducados 1303, 1776, fols. 21-22.
Mendoza Domingo
6 de marzo Joaquín María Juan Antonio Ruiz de Una casa con Zurbano 9 años Veintisiete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1777 Hurtado de Luzuriaga y su mujer su borda, era, fanegas de 1306, 1777, fols. 441-442.
Mendoza huerta con trigo
pozo y
diferentes
heredades
24 de marzo Joaquín María Bernardo de Aldai y Diferentes Vitoria 9 años Siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1777 Hurtado de su mujer heredades fanegas de 1306, 1777, fols. 479-480.
Mendoza trigo
24 de marzo Joaquín María Francisco Pérez de Diferentes Alegría 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1777 Hurtado de Arrilucea y su mujer heredades fanegas de 1306, 1777, fols. 481-482.
Mendoza trigo
24 de marzo Joaquín María Francisco Pérez de Diferentes Alegría 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1777 Hurtado de Arrilucea y su mujer heredades fanegas de 1306, 1777, fols. 481-482.
Mendoza trigo
1 de abril de Joaquín María Francisco Ruiz de Una casa con Argómaniz 9 años Ocho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,

95
1777 Hurtado de Mendoza su rain y fanegas de 1306, 1777, fols. 507-508.
Mendoza borda y trigo
diferentes
heredades
19 de abril Joaquín María Benito de Luzuriaga Una casa con Foronda 9 años Siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1777 Hurtado de su era y rain y fanegas de 1306, 1777, fols. 592-593.
Mendoza diferentes trigo
heredades
18 de marzo Joaquín María Lorenzo Sáez de Diferentes Vitoria 9 años cinco AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1778. Hurtado de Aldama heredades fanegas de 1312, 1778, fols. 199-200.
Mendoza trigo
29 de agosto Joaquín María Juan Santos Una casa con Oreitia 9 años Once AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1778 Hurtado de Sendadiano su huerto fanegas de 1312, 1778, fols. 641-642.
Mendoza trigo
15 de marzo Joaquín María Fernando de Diferentes La Puebla 9 años Siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1779 Hurtado de Mendoza y consorte heredades fanegas y 1711, 1779, fols. 201-202.
Mendoza media de
trigo
22 de mayo Joaquín María José de Iriarte Una casa en Vitoria 6 años Quince AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1781 Hurtado de la calle Santo ducados 8942., 1781, fols.
Mendoza Domingo
29 de Joaquín María Pascual de Abeleyra Una casa en Vitoria 9 años Cuatrocient AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
octubre Hurtado de la primera os treinta 8942, 1781, fols. 678-679.
1781 Mendoza vecindad de reales
la calle
Pintorería
que linda por
la parte del
medio con la
casa principal
de dicho
señor conde
14 de marzo Joaquín María José Ruiz de Apodaca Tres Arzubiaga 9 años Dos AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1782 Hurtado de heredades fanegas de 1972, 1782, fols. 384-385.
Mendoza trigo
24 de Joaquín María Francisco de Anda Diferentes La Puebla 10 años Veintidós AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
febrero de Hurtado de heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 133-134.
1783 Mendoza trigo
24 de Joaquín María Esteban Rodríguez Diferentes La Puebla 10 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
febrero de Hurtado de heredades fanegas y 1710, 1783, fols. 135-136.
1783 Mendoza media de
trigo
24 de Joaquín María Diego José de Lete Diferentes La Puebla 10 años Siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
febrero de Hurtado de heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 137-138.
1783 Mendoza trigo
11 de marzo Joaquín María Enrique Ruiz de Diferentes Alegría 9 años Once AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Alegría heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 185-186.
Mendoza trigo
11 de marzo Joaquín María Tomás López de la Diferentes Mendoza 9 años Trece AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Puente heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 187-188.
Mendoza trigo
15 de marzo Joaquín María Patricio González de Diferentes Alegría 9 años Doce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Ibarra heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 198-199.
Mendoza trigo
15 de marzo Joaquín María Tomás Díaz de Diferentes Alegría 9 años Catorce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Durana heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 200-201.
Mendoza trigo
15 de marzo Joaquín María Miguel Iñiguez de Diferentes Alegría 9 años Nueve AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Gordoa heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 202-203.
Mendoza trigo
15 de marzo Joaquín María Hermenegildo López Diferentes Alegría 9 años Diez AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de de Audicana heredades fanegas de 1710, 1783, fols.204-205.
Mendoza trigo
18 de marzo Joaquín María Celedonio Ortiz de Diferentes Durana 9 años Dos AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Landaluze heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 216-217.
Mendoza trigo
19 de marzo Joaquín María Donato de Urbina Diferentes Gobeo 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 7183 Hurtado de heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 222-223.
Mendoza trigo
21 de marzo Joaquín María Bernardo de Arrieta y Dos Vitoria 9 años Nueve AHPA - APAH., Andrés de Lezana,

96
de 1783 Hurtado de Antonia de Espejo heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 229-230v.
Mendoza trigo
22 de marzo Joaquín María Carlos Orruño Diferentes Antezana 9 años Doce AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 233-234.
Mendoza trigo
27 de marzo Joaquín María Gregorio Ortiz de Diferentes Junguitu 9 años Tres AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Urbina heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 248-249.
Mendoza trigo
29 de marzo Joaquín María Francisco Antonio de Diferentes Arroiabe 9 años Seis AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Arroyabe heredades fanegas de 1710, 1783, fols.256-257.
Mendoza trigo
31 de marzo Joaquín María Miguel Jiménez Diferentes Castillo 9 años Cuatro AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1783 Hurtado de Aberasturi heredades fanegas de 1710, 1783, fols. 271-272.
Mendoza trigo
4 de marzo Joaquín María Luis Manuel de Una casa con Zurbano 9 años Diez y siete AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1784 Hurtado de Ziordia su huerta y fanegas de 8943, 1784, fols. 201-202v
Mendoza era y trigo
diferentes
heredades
22 de marzo Joaquín María María Josefa de una casa en Vitoria 9 años Cuarenta AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1784 Hurtado de Mendijur la tercera ducados 8943, 1784, fols. 277-278.
Mendoza vecindad de
la calle
Zapatería
linda con el
cantón que
baja a iglesia
de San Pedro
22 de marzo Joaquín María Francisca de Goicolea Una casa en Vitoria 9 años Treinta y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1784 Hurtado de la tercera seis 8943, 1784, fols. 279-280.
Mendoza vecindad de ducados
la calle
Zapatería de
Vitoria
27 de marzo Joaquín María Pedro Ochoa de Diferentes Zurbano 9 años Ocho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1784 Hurtado de Olano heredades fanegas de 8943, 1784, fols.289-290.
Mendoza trigo
27 de marzo Joaquín María Francisco de la Rosa Diferentes Zurbano 9 años Nueve AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1784 Hurtado de heredades fanegas de 8943, 1784, fols.281-292.
Mendoza trigo
1 de julio de Joaquín María Nicolás López de Diferentes Arriaga 9 años Cuatro AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1784 Hurtado de Armentia heredades fanegas de 8943, 1784, fols. 559-560.
Mendoza trigo
14 de marzo Joaquín María La casa torre Ascarza 9 años Dos AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1785. Hurtado de de Ascarza fanegas y 1708, 1785, fols. 181-182.
Mendoza media de
trigo de los
cuales tres
cuatillos se
deban
pagar al
conde de
Bado y el
resto al de
Villafuente
12 de junio Joaquín María Manuel de Lezcurra Una casa en Vitoria 9 años Treinta y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de 1785 Hurtado de la calle Santo dos 1708, 1785, fols. 401-402.
Mendoza domingo de ducados
Vitoria

97
ADMINISTRADORES Y APODERADOS

FECHA PROPIETARIO ADMINSITRADOR / OBJETO A ADMINISTRAR REFERENCIA DOCUMENTAL


APODERADO
14 de septiembre de María Gertrudis de Juan Campero Gutiérrez Pida, reciba y cobre de depósito AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1770 medinilla Salcedo madre del convento de San Pablo de lo 1714, 1770, fols. 1250-1252.
tutora y curadora de orden de predicadores de
6 de octubre de 1770 Joaquín María y el resto Valladolid 102802 r de vellón que AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de sus hijas. existen depositados en el dicho 1714, 1770, fols. 1343-1345.
convento en donde los puso el
dicho señor don Joaquín Hurtado
de Mendoza su marido
19 de febrero de 1773 María Gertrudis de Bernardo Leca Que habiendo vacado la AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
medinilla Salcedo madre expresada capellanía por muerte 1301, 1773, fols.
tutora y curadora de de Don Pedro Ruiz de Arcaute su
Joaquín María Hurtado ultimo poseedor, se solicitó ante
de Mendoza justicia real ordinaria por parte
del licenciado Saturnino Díaz de
Arcaya presbítero beneficiado del
cabildo de la Universidad se
hiciese a su favor la presentación
y nombramiento de la expresada
capellanía alegando para ellos
varios motivos a que me opuse…
8 de junio de 1773 María Gertrudis de Vicente Beltrán de Vedia Para que les represente en el AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
medinilla Salcedo madre procurador de la Real pleito interpuesto sobre la 1301, 1773, fols. 635-638v.
tutora y curadora de Audiencia y Chancillería capellanía merelenga en la iglesia
Joaquín María Hurtado e Valladolid de San Pedro fundada por Martín
de Mendoza Fernández de Iturrizar….

12 de diciembre de 1773 Joaquín María Hurtado María Gertrudis Para que administre y ponga en AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de Medinilla cobro todos mis bienes y 1301, 1773, fols. 1765-1768.
hacienda de cualquier especie y
calidad que sean que me tocan y
pertenecen a mis mayorazgos,
obras pías. Legítima herencia,
libres y vinculados, arriendos,
uso, inquilinos, renteros…
1 de marzo de 1774 María Gertrudis Pedro de Echauz agente Para que gobierne y administre y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
Martínez de Medinilla de los Reales consejos ponga en cobros todos sus bienes 1304, 1774, fols. 179-182.
en nombre de su hijo en y hacienda pertenecientes a sus
virtud del poder general mayorazgos, patronazgos,
que en mi favor otorgó herencias libres, obras pías….
para administrar todos
sus bienes
15 de diciembre de 1774 Joaquín María Hurtado Andrés Fernández de Para que se condene al dicho AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Aguirre procurador de la maestro que hizo el tejado y a los 1304, 1774, fols. 1319-1321.
audiencia eclesiástica mayordomos que ajustaron las
del obispado de obras de de la iglesia del lugar de
Santander Aedo en el valle de Carranza.
11 de octubre de 1774 Joaquín María Hurtado Francisco Antonio de Para que reclame lo que le debe AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Bárcena vecino de José del Cosio 1304, 1774, fols. 1133-1136.
de Medinilla Medina del Campo
20 de febrero de 1775. Joaquín María Hurtado Pedro de Echauz agente Como administrador de sus AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de los reales consejos bienes y los de sus hemanas. 1302, 1775, fols. 115- 119.
de Medinilla
22 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado Alonso de Celada Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez administre sus bienes en el lugar 1302, 1775, fols. 227-228.
de Medinilla de Cariñanos en el valle de
Tobalina.
29 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado José de Mendizabal Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez administre sus bienes de 1302, 1775, fols. 265-267.
de Medinilla patronatos y obras pías y
acciones
30 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado Juan José de Aranegui Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,

98
de Mendoza Martínez vecino de San Sebastián administre sus bienes en la 1302, 1775, fols. 268-269.
de Medinilla ciudad de San Sebastián y sus
términos.
30 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado Antonio José de Iturbe Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de la villa de Villarreal administre sus bienes de la villa 1302, 1775, fols. 270-271.
de Medinilla de Guipúzcoa de Villareal sus términos y
cercanías
30 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado Domingo del Campo Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez administre sus bienes de Erbi (en 1302, 1775, fols. 272-273.
de Medinilla el señorío de Vizcaya) y sus
términos y cercanías
30 de marzo de 1775 Joaquín María Hurtado Marcos de la Toba Para que en su nombre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez administre sus bienes del lugar 1302, 1775, fols. 274-275.
de Medinilla de Sopuerta en las encartaciones
de Vizcaya y sus términos y
cercanías.
24 de mayo de 1775 Joaquín María Hurtado Francisco Antonio de Para que administre sus bienes. AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Bárcena vecino de 1302, 1775, fols. 513-515.
de Medinilla Medina del Campo

23 de enero de 1776 Joaquín María Hurtado Francisco Antonio de Para que administre sus bienes y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Bárcena vecino de parezca ante la justicia ordinaria 1303, 1776, fols. 53-54.
de Medinilla Medina del Campo para reclamar varias propiedades
que me corresponden en dicha
villa y en otras cercanas.
28 de enero de 1778 Joaquín María Hurtado Antonio de Iturbe. Para que en mi nombre y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Vecino de Villarreal de representación presente todas y 1312, 1778, fols. 79-80.
de Medinilla Guipúzcoa cualquieras capellanías a los
patronos de que soy legítimo y
actual poseedor por mi casa y
mayorazgo, fundadas en la
propia villa de Villareal como en
los demás pueblos de la referida
Guipúzcoa.
28 de enero de 1778 Joaquín María Hurtado Ventura Alonso de Para que en su nombre le AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Celada vecino de la villa representa en todos los 1312, 1778, fols. 81-82.
de Medinilla de Cadiñanos tribunales audiencias y juzgados
eclesiásticos y seculares,
superiores e inferiores y siga
todos los pleitos y causas civiles…
que tengo o que tuviera.
28 de enero de 1778 Joaquín María Hurtado José de Mendizabal Para que le represente en AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez vecino de Vitoria tribunales y juzgados… 1312, 1778, fols. 83-84.
de Medinilla
6 de marzo de 1778 Joaquín María Hurtado Pedro de Echaluz de la Para que en mi nombre parezca AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez villa de Madrid ante el rey y señores de su real 1312, 1778, fols. 153-155.
de Medinilla cámara de Castilla… y haga la
más vehemente y humilde
suplica y representación pidiendo
se digne a concederme su real
beneplácito y facultad para que
pueda tomar e imponer a censo
redimible sobre los bienes y
raíces de los expresados
mayorazgos que gozo.
14 de junio de 1778 Joaquín María Hurtado José de Urdaneta vecino Para que en mi nombre saque y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de Vitoria tome un censo redimibles a 1312, 1778, fols. 475-478.
de Medinilla cualesquiera comunidades
capellanías obras pías y personas
particulares con quienes tratare
hasta la cantidad de 11000 d.
16 de julio de 1779 Joaquín María Hurtado Pedro Madrazo vecino para que gobierne y administre AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de Jerez de la Frontera las casas, cortijos, tierras, viñas, 1711, 1779, fols. 676-677.
de Medinilla y su mujer olivares, censos y demás
posesiones en Jerez, sus términos
y de los de la villa de Puerto Real
y otros que pertenecen a la
señora María Vicenta Carrasco y
Mirabal y Espinola, mi legitima
mujer

99
6 de noviembre de 1779 Joaquín María Hurtado Pedro de Sancho Gómez Le quite el poder que tiene a AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
7 de julio de 1780 de Mendoza Martínez Pedro de Echaluz su 1711, 1779, fols. 966-969.
de Medinilla administrador en Madrid, para AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
unificar en un único 1709, 1780, fols. 595-598v.
administrador las posesiones que
él tiene en Madrid y las que tiene
su esposa.
21 de julio de 1781 Joaquín María Hurtado José Mendizabal Para cobrar dos censos AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez 8942, 1781, fol. 469.
de Medinilla
4 de agosto de 1781 Joaquín María Hurtado Pedro Sancho Gómez Para que me represente ante los AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez vecino de Madrid señores del Real Supremo 8942, 1781, fols. 498-500.
de Medinilla Consejo de Cámara de Castilla y
en los demás tribunales y
audiencias donde conviniere
21 de noviembre de Joaquín María Hurtado Norberto de Bustamente Para que administre todos los AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1781 de Mendoza Martínez vecino de la villa de Haro bienes, hacienda y acciones que 8942, 1781, fols. 828-830v
de Medinilla tengo y me pertenecen en la villa
de Boadilla de Rio Tobia y
heredades de tierra blanca y
viñas de ella y en la de Baños de
Rio Tobia y Villaverde de Rioja y
los arriende junto o separados a
cualesquiera comunidades y
personas particulares.
1 de enero de 1782 Joaquín María Hurtado Pedro Sancho Gómez, de Para que en mi nombre solicite AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Madrid licencia para tener y mantener en 1972, 1782, fols. 10-11.
de Medinilla dicha ciudad y en nuestras casas
libremente coche y usar de él
para nuestro servicio y
conveniencia en esta referida
ciudad su circunferencia y demás
pueblos.
17 de enero de 1782 Joaquín María Hurtado Francisco Xabier Ruiz de Para que aparezca ante el AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Galarreta procurador de maestra de campo comisario y 1972, 1782, fols. 38-39.
de Medinilla esta ciudad de Vitoria diputado General de Álava y en
los demás tribunales y audiencias
y requerimientos con la real
cedula expedida en Aranjuez a 28
de junio del pasado año.
18 de mayo de 1782 Joaquín María Hurtado Fernando de Zenzano mi Para que administre todos sus AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez secretario residente en bienes y mayorazgos…. 1972, 1782, fols. 598-601.
de Medinilla Vitoria

9 de agosto de 1782 Joaquín María Hurtado Bernardo de la Toba Para que administre sus bienes AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez en las encartaciones 1972, 1782, fols. 1094-1095.
de Medinilla
24 de abril de 1783 Joaquín María Hurtado Carlos del Campo vecino Para que administre todos sus AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez de Medina del Campo bienes y hacienda de la dicha villa 1710, 1783, fols. 326-328v.
de Medinilla de Medina del Campo y pueblos
circundantes.
21 de mayo de 1783 Joaquín María Hurtado Pedro Sancho Gómez. Para el pago de la dote de su AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez hermana María Luisa Hurtado de 1710, 1783, fols. 398-401.
de Medinilla Mendoza se le permitió imponer
censo redimible sobre los
mayorazgos de que soy poseedor
de 11.000 d.
21 de mayo de 1783 Joaquín María Hurtado Javier Ruiz de Galarreta Para que le represente ante el AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Diputado General de esta 1710, 1783, fols. 402-405.
de Medinilla Provincia e interponga la queja.
Pues en el Lugar de Mandojana
hermandad de Badaya han
cerrado el camino publico
destinado al tránsito de las
gentes, carros y caballerías que
ha servido siempre para el paso
de los vecinos moradores de mi
estado de Martioda y Urrialdo y
de otros pueblos para llegar a
esta ciudad y otras partes.

100
7 de junio de 1783 Joaquín María Hurtado Antonio Vastroviejo y Para que le representen ante la AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez otros Chancillería de Granada para que 1710, 1783, fols. 402-405.
de Medinilla le defiendan en el pleito que me
ha puesto el marqués de
Villamastra vecino de Jerez de la
frontera por el que pretende que
contribuya con 2000 d. anuales
para alimentos de los
mayorazgos que goza y posee mi
mujer, suponiendo ser inmediato
sucesor a ellos sobre que he sido
citado.
5 de agosto de 1783 Joaquín María Hurtado Poder a varias personas Para que le representen en el AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Real Consejo de Guerra y en los 1710, 1783, fols. 673-675.
de Medinilla y su mujer demás tribunales en el pleito
contra Francisco Ruiz Celín vecino
de Jerez de la Frontera sobre el
pago de arrendamiento del
cortijo de fuente bermeja propio
del mayorazgo de Mirabal que
goza y posee la dicha señora
María Vicente Carrasco mi
mujer.
20 de octubre de 1783 Joaquín María Hurtado José Barreras y Vicente Por la posesión del mayorazgo AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez González fundado por José González de 1710, 1783, fols. 936-939.
de Medinilla Uzqueta caballero de la orden de
Santiago que fue del consejo de
Cámara de Castilla. El pleito está
en la Chancillería con don José
Vicente de Omaña vecino y
regidor de la ciudad de Oviedo
sobre la pertenecía del
mencionado mayorazgo de
Uzqueta que le pertenece a su
mujer María Vicenta….
25 de febrero de 1785 Joaquín María Hurtado Ha muerto su administrador en AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez Medina del campo por lo que da 1708, 1785, fols. 155-156.
de Medinilla su poder para que se recuperen
todos los papeles.

26 de abril de 1785 Joaquín María Hurtado Matías de Alba Castro Para que administre sus bienes AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez vecino de Medina del en Medina del Campo. 1708, 1785, fols. 233-236.
de Medinilla Campo.

12 de mayo de 1785 Joaquín María Hurtado Fermín José de Aizpuru Para que administre los bienes y AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez rentas de su casa y mayorazgo de 1708, 1785, fols. 319-322.
de Medinilla Necolalde y en Gipuzcoa.
18 de junio de 1785 Joaquín María Hurtado José de Mendizabal Para el cobro del concurso de AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
de Mendoza Martínez acreedores de los bienes de 1708, 1785, fols. 409-441v.
26 de junio de 1785 de Medinilla Nicolas de Arroyuelo y Lacerda la AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
herencia para pago de deudas 1708, 1785, fols. 414-416.
30 de junio de 1785 1500 d. de dos censos, uno de AHPA - APAH., Andrés de Lezana,
1000 y otro de de 500. 1708, 1785, fols. 422-427.

101
CUADRO DE JOYAS Y OBJETOS DE PLATA

OBJETO Material PESO


Un aderezo Diamantes
Una fuente grande de con su jarro con las Plata sobredorada
armas de Zabaleta

Taza Pata sobredorada


Dos candeleros pequeños Plata
Dos bandejas grandes con dos asas cada una Plata
perteneciente al mayorazgo

Veinticuatro platos Plata 23 libras y 11 onzas

Cuatro medias fuentes Plata 6 libras, 9 onzas y 3


ochavas
Dos fuentes grandes Plata 4 libras 7 onzas y 6
ochavas
Dos saleras y dos ensaladeras Plata 4 libras, 9 onzas y 2
ochavas
Cuatro candeleros con su platillo y Plata 5 libras y 6 onzas
espabiladeras

Un juego de palangana con su pola, jarra y Plata 4 libras 10 onzas y 4


jabonera ochavas

Una salvilla con su moldura Plata 5 libras y 5 onzas

Juego de palangana con su jarra, jabonera y Plata 4 libras, 10 onzas y 2


golilla ochavas

Doce platos Plata 11 libras 7 onzas y 4


ochavas
Doce platos Plata 11 libras 11 onzas

Cuatro medias fuentes Plata 5 libras 10 onzas

Salvilla Plata 4 libras y 4 ochavas

Salvilla Plata 4 libras 2 onzas y 6


ochavas
Salvilla Plata 3 libras 3 onzas 4
ochavas
Salvilla Plata 3 libras 3 onzas 4
ochavas
Salvilla Plata 2 libras 6 onzas 30
ochavas
Salvilla Plata Una libra y 4 onzas

102
Dos bandejas Plata 6 libras 11 onzas 49
ochavas
Fuente Plata 7 libras 6, 11 onzas 6
ochavas
Azafate Plata 15 onzas

Cuatro candeleros Plata 3 libras 2 onzas 3


ochavas
Salero y pimentero Plata 11 onzas y 2 ochavas

Tres docenas de cucharas y tres tenedores Plata 10 libras 9 onzas y 3


ochavas
Doce cuchillos con cabos de plata Plata 1 libra, 14 onzas

Nueve cuchillos Plata

Dos fuentes crecidas y ocho medias fuentes 16 libras


Una fuente crecida con su jarro y un Plata sobredorada 12 libras, 10 onzas y 6
bernegal dorado todo con armas ochavas
Ocho macerinas Plata 9 libras y 13 onzas y
media
Dos bandejas con asas grandes Plata 9 libras y 10 onzas
Tres salvillas de pie Plata 8 libras 10 onzas y 4
ochavos
Dos ensaladeras redondas y dos salseras de Plata 3 libras y nueve onzas
figura de barco
Palangana con su jarro, jabonera y golilla Plata 3 libras y 10 onzas
Dos bandejas redondas Plata 6 libras, 11 onzas y 4
ochavas
Una fuente del mayorazgo Necolalde Plata sobredorada 7 libras y 4 onzas y 6
ochavas
Un bernegal y una jarra del mayorazgo Plata 5 libras y 5 onzas
Necolalde
Dos bandejas, dos candeleros y unas Plata 11 libras y 15 onzas y 5
vinajeras con su platillo del mayorazgo ochavas
Necolalde
dos lámparas de plata del mayorazgo de Plata 3 libras y media onza
Mendoza
Veinticuatro platos con sus armas y cuatro Plata
cucharones también con ellas.
Cuatro candeleros con sus armas Plata
Doce cuchillos con cavos de plata Plata 1 libra, 14 onzas

9 cuchillos con cabos de plata Plata 1 libra y 6 onzas

Una pila con la concepción dorada Plata sobredorada de 7 onzas

Otra pila con nuestra señora al remata Plata 4 onzas

Otra pila con pilares y la Concepción Plata 4 onzas y 7 ochavas

103
Dos cocos guarnecidos de plata repujada en Plata Onza y media
onza y media

Un cucharon Plata 9 onzas y 4 ochavas


Dos trinchantes con cabos de plata Plata 7 onzas

Seis mancerinas Plata 3 libras, 4 onzas y 4


ochavas
Otras tres mancerinas Plata 3 libras y 4 onzas y 4
ochavas
Otras seis igual Plata 3 libras y 4 onzas y 4
ochavas
Tintero, salvadera y caja de oblea y plata con Plata Una libra, 7 onzas y 7
las armas de los Mendoza ochavas

Un sello con dichas armas Plata Una onza

Una toaleta de dos cajas grandes jarro


palancana
Dos cajas vaso y cuchillo

Dos candeleros

Dos escobillas

Espejo Plata 14 libras una onza y 4


ochavas
Un bastón con puño de plata Plata Una onza
Un cofrecito de filigrana Plata 8 onzas y 4 ochavas

Una efigie del redentor con san Juan y María Plata 5 libras y trece onzas
al lado y cuatro animales que sostiene la
peana

Varios retazos de plata Plata 2 libras y 2 onzas


Un salero de moda, tres cucharitas, Plata 3 libras y 12 onzas
angarillas y un candelerito

104

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