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PRIMER ALTAR

(De rodillas)
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

Invierno (IV semana de Adviento)


(De pie)
Monición: Jesús es el hijo de Dios, pero nace también como verdadero
hombre, metido en una genealogía. Él es llamado por el evangelista Mateo
hijo de David, por medio del cual llega a Abraham. La historia de la
salvación concluye en Él, que ya la ha acompañado misteriosamente.
Escuchemos.
Del Evangelio según san Mateo
(Mt 1, 1-16)

Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham


engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus
hermanos, Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom,
Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a
Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz
engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David.
David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a
Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a
Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a
Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró
a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías
engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.
Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel
engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim,
Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim,
Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán,
Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que
nació Jesús, llamado Cristo.
Palabra del Señor.

ORACIÓN DE ALABANZA A JESÚS EUCARISTÍA.


Ministro: En la santa Eucaristía están presentes las “obras maravillosas”
que Dios ha realizado en la Historia de Salvación. Mientras contemplamos
este misterio digamos.
R. Te adoramos, Señor y creemos en ti.
Jesús, pan vivo bajado del cielo. R.
Jesús, víctima de propiciación por nuestros pecados. R.
Jesús, fuente de pureza y santidad. R.
Jesús, amigo y hermano nuestro. R.
Jesús, alimento y fuerza en nuestro camino. R.
Jesús, alivio y consuelo en nuestros sufrimientos. R.
Jesús, camino, verdad y vida. R.

Oración litánica

Monitor: En la estación de invierno la naturaleza reposa y se regenera en


la espera de una renovada fecundidad. Oremos para que toda la familia
humana, que peregrina en el tiempo, se renueve en el Espíritu Santo,
tomando conciencia que, en Cristo, Señor del Universo y centro de la
Historia, tiene cumplimiento la esperanza eterna diciendo juntos:

Dios creador y Señor, escuchamos

Para que la Palabra de Dios sembrada en el campo de la Iglesia inspire


propósitos de renovación y madurez en obras de justicia y de paz. Oremos.
Para que la semilla que el labrador de los campos ha confiado en la tierra,
fructifique y produzca una cosecha abundante y no falte a nadie el pan
cotidiano. Oremos.
Para que en nuestro tiempo con las conquistas de la ciencia y de la técnica
no venga a menos el sentido de la vocación fundamental del hombre como
colaborador. Oremos.
Para que en las conciencias se disipen las sombras de la incredulidad y de
la espera de Cristo, Sol de justicia; se refuerce la esperanza de un
acontecimiento constructivo y sereno. Oremos.
Para que la tierra no permanezca esclava de los egoísmos intelectuales,
sino según el designio del Padre ofrezca los bienes necesarios para la vida
de cada hombre y para el desarrollo de todas las naciones. Oremos.
ORACIÓN
Oh Dios, nuestro Padre, en el curso de los siglos y de las generaciones que
han preparado la venida de Cristo tu Hijo, no has dejado faltar signos
continuos de tu sabiduría y misericordia; haz resplandecer sobre nosotros
la luz plena de la verdad, para que cooperemos generosamente a las
esperas justas de progreso y de paz. Por Jesucristo nuestro señor. Amén.
Terminemos nuestra oración con la oración que Cristo nos enseñó: Padre
Nuestro Ave María y Gloria…
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
SEGUNDO ALTAR

(De rodillas)
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

Primavera (I Semana de Cuaresma).

(De pie)
Monición: La Voz de Juan el Bautista resuena y amonesta a disponer el corazón
a la venida del Señor. Su figura austera, su vida penitente nos llama al
desprendimiento de las cosas vanas, el cambio de conducta, a la confesión de los
pecados.

Del Evangelio según san Marcos


(Mc 1, 1-18)

Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta:
Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, apareció Juan bautizando en el
desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. Acudía a él gente de
toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán,
confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y
miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de
desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os
bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea,
y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que
el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi
Hijo amado, en ti me complazco». A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció
en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los
ángeles le servían. Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena
Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la
Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando
las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser
pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron.
Palabra del Señor.

ORACIÓN DE ALABANZA A JESÚS EUCARISTÍA.


Ministro: Jesucristo ha querido permanecer entre nosotros en el sacramento del
amor; nosotros que estamos ante su presencia alabémosle de todo corazón
diciendo

R. Te alabamos y te bendecimos.

Cristo, Maestro y Salvador de los hombres. R.


Cristo, Mesías enviado al mundo. R.
Cristo, Fuente de vida y sabiduría. R.
Cristo, Buena Noticia de los pobres. R.
Cristo, Médico de los enfermos. R.
Cristo, Palabra de verdad. R.
Cristo, Luz de la gracia. R.
Cristo, Pan bajado del cielo. R.
Cristo, Misterio pascual. R.
Cristo, Muerto y Resucitado por nosotros. R.
Cristo, Sacramento de nuestra fe. R.
Cristo, presencia permanente entre nosotros. R.

Oración litánica

Monitor: La pascua es el corazón del año litúrgico: tiempo de despertar en Cristo


nuestro Señor, primavera del Espíritu Santo. Como la creación, así también la
Iglesia se prepara a un nuevo florecimiento de fe y de caridad a través de un
itinerario de oración, de penitencia y de servicio fraterno. Oremos a Dios padre,
para que refuerce nuestro empeño de renovación humana y cristiana en la
escucha de la Palabra y en la atención a los signos de los tiempos, diciendo
juntos:

Dios de la libertad y de la paz, escúchanos.

Para que la comunidad eclesial reencuentre la auténtica medida del amor, don de
sí, superación de todo egoísmo, encuentro de personas que caminan juntos bajo
la mirada de Dios. Oremos.

Para que no nos dejemos vencer por las dificultades y por las incidías del mal,
sino que sigamos a cristo en el camino de la cruz, sabiendo que la semilla
fecundada por el sacrificio, traerá frutos de resurrección y vida nueva. Oremos.

Para que las familias vivan en la fidelidad y en el amor y a las categorías sociales
sepan superar las contraposiciones estériles, las generaciones se encuentren en
un dialogo abierto y de confianza. Oremos.

Para que el hombre moderno sepa comprender el prodigio de la creación que cada
año se renueva, y colabore al designio de Dios con el mejoramiento interior y el
generoso servicio del bien común. Oremos.

Para que el mensaje de la esperanza cristiana florezca en gesto de reconciliación y


de fraternidad, las armas de la destrucción se transformen en instrumento de
progreso y de paz. Oremos.

ORACIÓN
Oh Dios, fuente inagotable de vida, ayuda con la fuerza de tu espíritu a la humanidad que
aspira a un bienestar de justicia y de paz, para que sea fortalecido en cada hombre la fe
en la victoria del bien sobre el mal, prometida y actuada en la cruz de tu Hijo. Tu que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Terminemos nuestra oración con la oración que Cristo nos enseñó: Padre Nuestro
Ave María y Gloria…
TERCER ALTAR
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

(De rodillas)
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Verano (I Semana después de Pentecostés).

(De pie)
Monición: Jesús bautizando y consagrado por el Espíritu, es movido y
guiado por el Espíritu a la misión; él actúa en la potencia del mismo
Espíritu. Viene así proclamado el cumplimiento de la profecía de Isaías
sobre el siervo de Dios lleno de aquel Espíritu y enviado a anunciar a los
pobres el Evangelio al realizar los signos de la salvación y a predicar el
tiempo de la gracia.
Del Evangelio según san Lucas
(Lc 1, 1-4)

Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se
tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos
oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de
haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por
su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas
que has recibido.
Palabra del Señor.

ORACIÓN DE ALABANZA A JESÚS EUCARISTÍA.


Ministro: Proclamemos la bondad de Dios y exaltemos su misericordia,
que se ha manifestado, en las palabras de salvación que hemos escuchado
diciendo:
R. Gloria a ti por los Siglos.
Te damos gracias, Dios, Padre nuestro, por Jesucristo, tu Hijo, el Pan de la Vida.
R.
Tú has dispuesto para todos alimento y bebida, y nos has preparado ahora a
nosotros el alimento espiritual -el Cuerpo de Cristo-, que nos da la vida eterna. R.
Del mismo modo que el pan de la Eucaristía, que vamos a compartir, ha sido
amasado con muchos granos, así también nosotros, tu Iglesia, seamos
congregados por la fe y el amor de un extremo al otro de la tierra en tu Reino. R.
Te damos gracias, Dios, Padre nuestro, por Jesucristo, tu Hijo, el que es, el que
viene, el que vendrá. R.

Oración litánica
Monitor: La Iglesia, nacida por el sacrificio de Cristo, recibe en
Pentecostés el bautismo del Espíritu y se manifiesta a los hombres como
sacramento universal de salvación. Es una Iglesia toda eucarística y
misionera, que ofrece al Señor las primicias del apostolado y del martirio,
llamando de nuevo a todas las culturas y a todos los pueblos a formar
parte del Reino de Dios.
La estación de Verano, llena de sol y de vida parece manifestar la
fecundidad y la alegría que ha brotado de Pentecostés. Es el tiempo de la
cosecha, el tiempo del encuentro entre los hombres, para superar las
barreras y las diferencias sociales, y así construir una sola familia. Oremos
juntos diciendo:
Renuévanos, Señor, con la fuerza de tu Espíritu
Para que la Iglesia de nuestro tiempo, a imagen de la primera comunidad
cristiana, sea perseverante en la enseñanza de los Apóstoles, en la fracción
del Pan, en la comunión fraterna y en la oración. Oremos.
Para que el Espíritu de Cristo renueve los prodigios de Pentecostés: haga
de los pequeños, de los jóvenes y de los ancianos los profetas y los
testimonios del Señor: suscite apóstoles y ministros del Evangelio. Oremos.
Para que el Señor inspire y confirme el propósito de la virginidad para el
Reino de los Cielos, bendiga y santifique el pacto nupcial encienda en
todos, el deseo de acoger, servir y promover la vida. Oremos.
Para que Dios bendiga el trabajo en los campos y en las oficinas; haga
fecunda toda iniciativa, para liberar al hombre de la esclavitud moral y
material, y para descubrir la miseria y el hambre en el mundo. Oremos.
Oración
Oh Padre, que has donado al mundo tu Espíritu como fruto de nuestra
redención, cumple también en nuestro tiempo los prodigios de la Iglesia
Apostólica, para que los hombres de toda lengua y de toda nación, unidos por tu
Palabra, se den la mano para renovar la faz de la tierra. Por Jesucristo nuestro
señor. Amén.
Terminemos nuestra oración con la oración que Cristo nos enseñó: Padre Nuestro
Ave María y Gloria…
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

CUARTO ALTAR

(De rodillas)
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado

Otoño (III Semana de septiembre)


(De pie)
Monición: “El verbo se hace carne” es el contenido de la Navidad. El evangelista
San Juan quiere decir que el Hijo de Dios, que existe en la eternidad, que es Dios
y creador, que es fuente de la Vida y de la Luz, es verdaderamente hombre y no
sólo en apariencia.

Del Evangelio según san Juan


(Jn 1, 1-18)
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en
el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella
estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la
vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para
dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar
testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su
casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos
de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que
nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado
su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da
testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante
de mí, porque existía antes que yo». Pues, de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A
Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
Palabra del Señor

ORACIÓN DE ALABANZA A JESÚS EUCARISTÍA

Ministro: Jesucristo ha querido permanecer entre nosotros en el sacramento del


amor; nosotros que estamos ante su presencia alabémosle de todo corazón
diciendo:

R. Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias.


Señor Jesús tú eres la Luz que destruye nuestras tinieblas. R.
Tú eres la Verdad que disipa nuestro error. R.
Tú eres el camino que guía nuestros pasos. R.
Tú eres el Pan que sacia nuestra hambre. R.
Tú eres el agua viva que apaga nuestra sed. R.
Tú eres la Salud que cura nuestros males. R.
Tú eres la Vida que vence nuestra muerte. R.
Tú eres la resurrección que garantiza nuestra vida. R.

Oración litánica
Monitor: Juntos hacemos fiesta porque Dios ha bendecido el trabajo en los
campos. Nosotros hemos sembrado y regado, la Providencia ha fecundado. Día
tras día, el hombre con el trabajo de sus manos y con las técnicas más avanzadas
se ha hecho colaborador de Dios en el proyecto de la creación. Bendito sea el
Señor. El Otoño es la estación de la última recolección de la siembra y de retomar
en cada sector la vida comunitaria. En este tiempo estamos todos llamados a
revelar las intenciones y los designios de Dios con el testimonio de fe, el sentido
de responsabilidad y la generosa apertura a los hermanos.
Como los antiguos patriarcas retomemos el camino, bajo la mirada del Padre, del
encuentro con Cristo que viene, orando juntos diciendo:

Bendice a tu pueblo, Señor.


Para que toda la comunidad se una en la acción de gracias a Dios creador y
Padre, fuente primera de todo bien y de todo progreso material y espiritual.
Oremos.
Para que el trabajo y todas sus expresiones traigan luz y fuerza por la palabra y
por el ejemplo de Cristo, en la conciencia que en Él está el futuro del hombre.
Oremos.
Para que en todas partes la tierra se trabaje eficazmente, para eliminar el
escándalo de la desnutrición y del hambre y los bienes creados por todos son
compartidos entre todos. Oremos.
Para que en la comunidad eclesial y en la sociedad docentes, padres y
estudiantes aprendan a educarse mutuamente en la búsqueda de la verdadera
sabiduría. Oremos.
Para que sea santificado el Nombre y el Día del Señor, y en la acción de gracias
de cada domingo, cada uno de nosotros reciba el Espíritu Santo que lo hace vivir
y trabajar en la serenidad y en la paz. Oremos.

Oración
Oh padre, que en Cristo tu Hijo has dado al hombre la verdad que lo ilumina, el
sendero que le indica el camino, la vida que continuamente lo renueva; ayúdanos
con la fuerza de tu Espíritu, para que progresemos cada día en el conocimiento
de tu amor y en la esperanza del Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Terminemos nuestra oración con la oración que Cristo nos enseñó: Padre Nuestro
Ave María y Gloria…
V/ En los cielos y en la tierra sea por siempre muy amado
R/ El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO


SOLEMNIDAD

MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, sean bienvenido hoy a esta gran fiesta del Corpus Cristi, hoy celebramos la
Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo; nacida en el siglo 13 y que nos hace centrar nuestra
atención agradecida en la Eucaristía como sacramento en el que Cristo Jesús se nos da como
alimento para el camino, haciéndonos comulgar con su propia Persona, con su Cuerpo y Sangre,
bajo la forma del pan y del vino. Es en la Eucaristía donde se renueva mística y sacramentalmente
el sacrificio de Jesucristo en la Cruz. Es Jesús real y verdaderamente presente en el pan y el vino
consagrados. En este sacramento confesamos que la presencia de Jesús en las especies eucarísticas
no es sólo simbólica sino real.
Celebrando con agradecimiento este don, nos sentimos llamados, una vez más, a vivir muy unidos a
él y a caminar por el camino de su amor, buscando instaurar el Reino de la paz y de la justicia,
frutos del Espíritu que son urgentes para nuestra Patria y que sin duda brotan y tienden hacia la
Eucaristía. Es por eso que esta asamblea es manifestación de la Iglesia que hace presente a Cristo y
que por la oración consecratoria de la Plegaria Eucarística se hará real y verdaderamente presente
en las especies eucarísticas y entre nosotros mismos; por eso vivamos intensamente esta Eucaristía.
Nos ponemos de pie y entonamos el canto que acompaña la procesión de entrada.

1a. LECTURA: [Ex 24, 3-8]


El libro del Éxodo nos presenta el rito con el que el Dios de Israel ratifica una alianza de amor con
su pueblo, en el monte Sinaí... A esta iniciativa divina el pueblo corresponde prometiendo una
aceptación libre y total de la Ley. Escuchemos
2a. LECTURA: [Heb 9, 11-15]
La Carta a los Hebreos se inspira en el ritual del templo de Jerusalén para explicar el efecto salvador
del sacrificio de Cristo... Él es el Sumo Sacerdote que, con su sangre, nos obtiene de Dios los bienes
definitivos. Escuchemos.
OFRENDAS:
Con nuestras ofrendas agradezcámosle al Padre el que podamos renovar hoy el memorial de la muerte y
resurrección de su Hijo Jesucristo... Él es el Pan de vida que nos alimenta en el arduo camino hacia la patria
verdadera.

COMUNIÓN:
Si la celebración de hoy es especial para todos los católicos, al acudir a comulgar es una alegría
única. Conscientes de que es al mismo Cristo que recibimos, acerquémonos con mucha devoción y
con gran reverencia a recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor... El Cordero inmolado por nosotros
“una vez para siempre”, quiere quedarse realmente presente entre nosotros hasta el final de los
tiempos.
MONICIÓN ANTES DE LA PROCESIÓN
La Solemnidad de El Cuerpo y La Sangre de Cristo es un día Eucarístico por excelencia en la
Iglesia, en el que confesamos públicamente nuestra fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
Al disponernos para esta procesión por algunas calles de nuestra comunidad, vivamos intensamente
este momento adorando y bendición al Señor que sacramentalmente permanece entre nosotros en
las especies eucarísticas del pan y del vino.
Preces
Sacerdote: Presentemos nuestras súplicas confiadas a Dios, nuestro Padre, que
nos ama con un inmenso amor. A cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.
1. Por todos los que formamos la Iglesia -laicos y ministros ordenados-, para que
nuestro bautismo y la celebración de la Eucaristía, nos impulsen al encuentro
personal y comunitario con Cristo, experiencia vital y fundante de una fe que se
traduce en la coherencia y el testimonio de vida nueva. Roguemos al Señor.
2. Por los que nos gobiernan, para que, a ejemplo del Buen Pastor, en medio de la
situación social tan compleja en que vivimos, provean de oportunidades
educativas, deportivas y económicas necesarias que logren sanar el tejido social y
busquen incansablemente la paz. Roguemos al Señor.
3. Por todos los que nos preparamos a celebrar el Jubileo 2025, para que sea un
verdadero acontecimiento eclesial que sea capaz de sostener la fe y ser un
estímulo para la nueva evangelización. Roguemos al Señor.
4. Por todos los mexicanos que tienen la posibilidad de votar el próximo domingo
2 de junio, para que, ejerciendo este derecho, sean adultos audaces y patriotas,
con la consciencia que fuera de la democracia no hay ni libertad, ni paz, ni
progreso, ni civilización. Roguemos al Señor.
5. Por todas las familias de nuestra parroquia, para que, como iglesias
domésticas, generen una cultura vocacional, que promueva las vocaciones al
ministerio ordenado, a la vida religiosa y a todas aquellas vocaciones específicas.
Roguemos al Señor.
6. Por los que celebramos esta Solemnidad de El Cuerpo y La Sangre de Cristo,
para que profundicemos en nuestra fe y en nuestro amor por la Eucaristía y
desde ella, seamos promotores incansables de la justicia y la paz. Oremos.
Sacerdote: Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre los
hombres y mujeres del mundo entero. Por Jesucristo nuestro Señor.

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