Kovel Translations
Kovel Translations
Kovel Translations
1
El regreso de la Dama Caballero
2
Kovel Translations
Ilustración: Jiya
Primer Arco
Capítulos: 21 al 30
Traducción: Kiara
Edición: Nemoné
Aclaración:
3
El regreso de la Dama Caballero
Contenido
4
Kovel Translations
Sintió que todos las murmuraciones giraban entorno a ella. No había podido
destruir la evidencia, y no tenía más remedio que beberla. Una vez que esto terminara,
volvería a arriesgarse y rompería la tetera.
Ella habló suavemente, a pesar de saber cuánta sal contenía el té. Beberlo esta-
ría lejos de ser agradable, pero ella no podría retirarse ahora.
— ¡Uub... ub!
Helen intentó soportarlo, pero había sido educada como una mujer noble deli-
cada y mimada y no podía tolerar algo tan horriblemente fuerte. Ella lo escupió de su
boca.
5
El regreso de la Dama Caballero
Elena no perdería tan fácilmente. Helen tuvo que intentar romper la tetera de-
lante de todos, de lo contrario, podría haber sido difícil arriconarla tal y como estaba
ahora.
Elena fingió taparse la boca con sorpresa, tal como Helen había hecho.
—Oh, ¿qué podría haber en el té? ¿No dijo lady Selby que no había nada en ello?
No es un veneno, ¿verdad?
— ¿Veneno?
—Seguramente no…
El ruido de la multitud se hizo más fuerte, y Elena miró a su alrededor con una
expresión de miedo.
6
Kovel Translations
Helen llevaba una máscara inocente mientras culpaba a Margaret por su crimen.
— ¿De qué estás hablando? Solo hice lo que tú, lady Selby, me dijiste que hi-
ciera...
—Sí, fue lady Lawrence quien nos pidió que fuéramos a la mesa donde estaba
sentada lady Blaise. Es un insulto que haya derribado las tazas de té a propósito.
Elena se apartó de ellos como si ya no fueran dignos de tratar con ella. Las mu-
jeres habían cambiado de objetivo y condujeron a su miembro más débil a un rincón.
Elena sabía desde el principio que Helen era la mente maestra, sin embargo, no se mo-
lestó en decir la verdad. Por alguna razón, Sarah y Margaret habían seguido las ins-
trucciones de Helen y también eran culpables.
Los ojos de Elena volvieron a su posición original, y vio a Mirabelle sentada allí
con una cara pálida. Le habló con una voz completamente diferente de cuando condujo
a Helen a una esquina.
Para Mirabelle, esta era la primera vez que ocurría algo como esto. Aunque no
tenía mucha experiencia social, no podía haber imaginado que habría algo extraño en
7
El regreso de la Dama Caballero
el té que le habían ofrecido. Aún más, recordaba la mirada de desprecio que todos ha-
bían dirigido hacia ella. En ese momento, todos los pelos de su cuerpo se erizaron y se
quedó inmóvil, sin saber qué hacer.
— Mi hermana.
— ¿Sí?
Elena volvió la cabeza hacia Helen, que aún intentaba hablar para salir de la si-
tuación, y luego se volvió a Mirabelle para responder su pregunta. El perfil de Elena era
tan elegante como una estatua de mármol tallada por los dioses.
—Es un secreto.
Mirabelle puso mala cara a su respuesta. Entonces ella levantó un pulgar hacia
arriba y le susurró en voz baja.
Elena parecía un poco diferente de la que Mirabelle conocía hasta ahora, pero no
lo dijo en voz alta. Ella parecía aún más asombrosa cuando tenía confianza.
—Este es el comienzo.
Sin embargo, de ahora en adelante, el enemigo con el que tenía que lidiar era Pa-
veluc, quien derrocaría al Emperador en el futuro y se convertiría en un Rey traicionero.
Y, para evitar un camino así para Paveluc, a Elena nunca le faltarían habilidades como
8
Kovel Translations
caballero o como dama. Ella podría hacer algo más que llorar como Helen si es necesa-
rio; tenía que actuar más inteligente que nadie.
De repente recordó que se suponía que Carlisle la visitaría pronto. ¿En qué es-
taba pensando Carlisle? Elena deseó que fuera tan simple como conocer las intencio-
nes de Helen.
9
El regreso de la Dama Caballero
De forma privada o pública, Carlisle y Elena no tenían contacto entre sí, por lo
que una visita oficial no tenía sentido de muchas maneras.
Tal vez sería mejor salir y darle a Carlisle la oportunidad de acercarse a ella. La
criada de pie junto a ella, Mary, respondió de inmediato.
—Sí, mi señora.
10
Kovel Translations
Elena miró a Sophie. Ella fue la criada que la cubrió cuando fue a rescatar al
Príncipe Heredero. Sin embargo, a pesar de la recompensa en oro, Sophie había comen-
zado a actuar con arrogancia y Elena no aprobaba ese comportamiento.
—Sí, mi señora.
Elena ignoró la mirada de Sophie y se permitió prepararse con los suaves movi-
mientos de Mary. Más tarde tendría que abordar la actitud de Sophie, pero ahora su
mente estaba ocupada con los pensamientos acerca de Carlisle, así que tenía poco
tiempo para otra cosa distinta.
Ella no sabía de qué manera Carlisle iba a llegar, pero, ¿seguro tendría al menos
un guardia con él? Decidió que sería mejor asegurarse de que supiera dónde estaba
ella y reunirse con él afuera. Sería más seguro que el castillo Blaise, donde había mu-
chos ojos en el reloj.
— ¿A dónde, mi señora?
11
El regreso de la Dama Caballero
—A la calle principal.
♦♦♦
Después de llegar a la calle principal, la más transitada del sur, Elena le dijo al
cochero que la recogiera nuevamente por la noche y le devolvió el carruaje.
El problema era, sin embargo, que había más de uno o dos seguidores.
12
Kovel Translations
Ella tenía una sensación ominosa. Carlisle no habría enviado a todas estas per-
sonas.
Qué problemático.
Este era el centro de la ciudad más grande de la región sur, pero al salir de la ca-
rretera principal uno podía encontrar un lugar fresco incluso a mediodía. Irónicamente,
no había ningún lugar tan sucio y feo como este en un área rica.
Elena se deslizó en un callejón oscuro sin dudar. Miró a su alrededor y vio un es-
pacio adecuado para tratar con sus perseguidores. Ella hizo lo posible para moverse
hacia allí rápidamente cuando...
—Eus...
13
El regreso de la Dama Caballero
—Shh.
Era una palabra corta, pero ella había escuchado esa voz antes. Elena dejó de lu-
char. Si su memoria le servía bien...
Era como si el azul de sus ojos fuera el único color en el mundo y ardieran como
las llamas.
—Su Alteza.
14
Kovel Translations
Tan pronto como se dio cuenta de quién era, notó que podía sentir su cálido
aliento en su frente. Su mano grande aún se aferraba a su hombro, y él tenía la altura
15
El regreso de la Dama Caballero
suficiente para que ella solo pudiera hacer contacto visual cuando levantaba la cabeza.
Podía sentir la fuerza de su cuerpo donde estaban presionados juntos.
—Kugg...
Ante el repentino sonido de la risa suave de Carlisle, Elena lo miró con una ex-
presión confusa.
Ante su tono frío, Carlisle apartó la mano de su hombro con una mirada de pe-
sar.
— ¿Cómo qué?
—Como si yo fuera un villano. Debes haberlo olvidado ya, además fuiste tú quien
me apuntó con un cuchillo primero.
—No puedo evitar que seas popular. Tan pronto como saliste del castillo Blaise,
tenías tanta gente siguiéndote.
16
Kovel Translations
Después de que Carlisle terminó de hablar, él se alejó primero y ella supo que
debía seguirlo. Caminó detrás de Carlisle y después de una corta distancia llegaron a
una casa en mal estado.
Carlisle parecía haber planeado un área segura para su reunión con Elena. En el
exterior, la casa parecía bastante normal, pero el interior estaba limpio y ordenado,
como si estuviera bien cuidado. La llevó a la mesa y sacó una silla para que pudiera
sentarse, luego se sentó frente a ella.
— ¿Hay algo más que quieras saber aparte de la identidad de las personas que
te siguieron?
— ¿Estás bien?
Tenía una flecha en la espalda la última vez que se encontraron. Era imposible
que la lesión se hubiera curado en solo diez días, pero Carlisle se comportó como si
nunca hubiera estado lesionado. No era nada más que una rutina diaria para él.
—En lugar de vigilancia, piense en ello como protección desde la última vez que
nos separamos.
Aunque había sospechado que Carlisle contrataría a alguien para vigilarla, fue
mucho antes de lo que ella esperaba. La hizo sentir un poco incómoda pensar en los
1
Arraigado = Acostumbrado.
17
El regreso de la Dama Caballero
ojos que la habían estado observando silenciosamente. Sin embargo, ya que decidió
eventualmente convertirse en emperatriz, sabía que era inevitable.
—Si vas a atrapar y torturar a las personas que me estaban siguiendo, yo perso-
nalmente...
—No tienes que hacer nada. Te traje aquí porque algunos de ellos eran caballe-
ros de tu familia.
— ¿Qué?
Si Carlisle no la hubiera detenido antes, Elena podría haber levantado una cuchi-
lla contra ellos. Puede haber habido una situación en la que se tuvo que derramar san-
gre para guardar sus secretos. Carlisle le había dicho a Elena que cubriera sus habilida-
des si era posible.
Cuando comprendió mejor la situación, hizo una pequeña reverencia hacia Car-
lisle, estaba agradecida de que él la encontrara primero.
—No te inclines.
—Oh, pero...
Elena miró directamente a los ojos de Carlisle. Había un curioso calor en ellos.
Eran de un color azul frío, pero ardían tan calientes como una llama.
18
Kovel Translations
19
El regreso de la Dama Caballero
Elena recordó que el hombre frente a ella provenía de uno de los linajes más no-
bles en todo el Imperio de Ruford. Es el siguiente en convertirse en emperador. Llevaba
su orgullo con la misma facilidad que lucía sus galas.
—Ya veo.
—Con la excepción de los caballeros de tu familia, están mis hombres y los hom-
bres del marqués Selby.
Elena sabía que sus sospechas eran correctas. Sin embargo, era difícil decir con
qué fin había contratado Helen a los hombres. Elena no sería derrotada fácilmente por
nadie, pero no podía adivinar si su propósito era su propia vida o simplemente la vigi-
lancia.
Fue Helen quien la provocó primero. Era ridículo querer tomar venganza solo
porque las cosas no habían resultado como ella quería.
— ¿Algo más?
— ¿Como qué?
20
Kovel Translations
— ¡Oh! Había una pregunta que quería hacer. Nunca antes nos hemos visto públi-
camente, pero si nos casamos de repente, todos a mi alrededor pensarán que es ex-
traño. Necesito crear algunas historias que los convenzan.
Carlisle parecía haber perdido sus palabras por un tiempo, así que Elena tomó la
conversación.
—En primer lugar, me gustaría organizar los contratos para nuestro matrimonio.
¿Hay algún término que quieras que acepte?
—Cuando te veo, siento que no necesito nada. Pero a veces siento una codicia in-
soportable.
—Ah...
Elena no sabía cómo responder a eso. Desde su primer encuentro, Carlisle a ve-
ces le había hablado con un extraño afecto. Una vez más, ella quería preguntarle si se
habían conocido en el pasado, pero pensó que él lo negaría como la última vez.
21
El regreso de la Dama Caballero
con alguien que acababa de conocer. Una de las hipótesis más realistas se formó en su
cabeza.
— ¿Eres un filántropo?2
Se preguntó si se amarían.
Si es posible, ella necesitaba el poder que trae consigo el título de Princesa He-
redera.
—Si no hay nada que se te ocurra ahora, piensa más en las condiciones que
deseas. Mientras tanto, te diré la mía.
—Dime.
2
Filántropo = Persona que ayuda a los demás de manera desinteresada.
22
Kovel Translations
Frente a sus ojos azules mortales, Elena repitió sus palabras con voz clara.
—Por favor, actúa en público como si me amaras una vez que te conviertas en
emperador.
— ¿Eh...?
Elena lo miró sin parpadear. De ahora en adelante, si tuviera que firmar un con-
trato, obtendría tantos beneficios como pudiera. La negociación por unos pocos años
de poder no era suficiente; ella también tenía que controlar períodos más largos. No
tenía ninguna intención de comprometerse.
—Sí.
Todos los contratos fueron un intercambio de uno por uno. Ahora que Carlisle
aceptó la condición de Elena, se sintió inclinada a aceptar lo que él quisiera.
Elena tenía una expresión alentadora y Carlisle continuó con voz suave.
3
Un recuerdo que es inolvidable/imborrable/inextinguible.
23
El regreso de la Dama Caballero
—Cierto.
Carlisle continuó.
24
Kovel Translations
— ¿Por qué?
—Porque…
Elena se mordió el labio. No era algo en lo que ella no pensara. Solo porque era
un matrimonio político, no significaba que no compartieran una cama ocasionalmente.
Para solidificar su poder, era mejor dar a luz a un príncipe que heredaría el trono en el
futuro.
Ella lo sabía bien. El problema era que sus ambiciones no consistían necesaria-
mente en consolidar su poder como emperatriz en sí misma. Su objetivo era evitar la
destrucción de su familia con Carlisle a su lado, y dio la casualidad de que convertirse
en emperatriz era la mejor manera de hacerlo.
—Esto no es una opinión. Pensando objetivamente, no creo que ahora sea el mo-
mento adecuado.
25
El regreso de la Dama Caballero
— Eso... significa que no puedo vivir solo como tu mujer. No sé por qué aceptaste
casarte conmigo, pero hice esta propuesta porque quería ser la emperatriz. Hasta en-
tonces, no quiero renunciar a mis habilidades de combate con espada.
Carlisle, que había estado escuchando en silencio hasta entonces, fue el primera
en hablar.
Ante esa pregunta, de repente se preguntó cómo se vería en los ojos de Carlisle.
Ella debe parecer una aristócrata pueril4. Sin embargo, no le importaba si arriesgaba su
vida por el poder o parecía una loca, siempre que mantuviera a su familia a salvo.
4
Pueril: Es un adjetivo que se utiliza para señalar que un adulto tiene conductas infantiles.
26
Kovel Translations
—Por tu culpa, hay una razón más por la que debería ser emperador.
—Eso significa…
Gracias a Dios.
Fue solo por un momento que Elena pudo suspirar de alivio. Carlisle aún no ha-
bía terminado.
—Hasta que te conviertas en emperatriz. Después de eso, no. Una vez que te
conviertas en la emperatriz que deseas, entonces vive solo como mi esposa.
—Ah...
De hecho, esta vida matrimonial era un futuro que no había pintado más allá de
que Carlisle se convirtiera en emperador. Después de eso, existía la posibilidad de que
él pudiera conocer a otras mujeres y volverse indiferente ante Elena. Así, podía disfru-
tar de una vida relativamente libre como emperatriz y terminar su vida en silencio. O
bien, Carlisle podría despedirla de la posición de emperatriz, o Elena podría destro-
narlo si él dirigiera un mal gobierno y ella pudiera poner a alguien más en su lugar.
27
El regreso de la Dama Caballero
No le importaba en qué tipo de futuro viviría. Pero lo que Carlisle propuso ahora
era un futuro en el que nunca había pensado hasta ahora. Sus palabras de vivir única-
mente como su mujer le parecían llenas de significado.
Tan pronto como llegó la implicación de que ella lo estaba "utilizando", Elena
dejó de pensar y respondió rápidamente. Carlisle ya había hecho muchas concesiones
y necesitaba urgentemente su protección. Su conciencia le picó culpable, pero ella no
había podido dar ninguna otra respuesta.
Él tenía una mirada de satisfacción, sin saber si era una elección renuente o no.
—Espero que tengas a mis hijos. Serían encantadores si tuvieran el cabello rubio
y los ojos rojos como tú.
— ¿Qué?
Elena se perdió. Parecía que no podía amar a su hijo a menos que se pareciera a
ella.
Era hora de que Carlisle ofreciera sus condiciones para el contrato de matrimo-
nio.
—Llámame Caril.
— ¿Eh? disculpa
¿Él quería que lo llamara por un apodo, asi tan… de repente? ¿Por qué?
—Me pediste que fingiera amarte. ¿Pero seguirás dirigiéndote a mi tan formal-
mente? Seré tu marido, ¿verdad?
—Ah, pero...
Más preguntas amenazaron con salir de su boca, pero ella simplemente asintió
con la cabeza cuando vio la mirada decidida de Carlisle en su rostro.
Sí. No importaba si ella lo llamaba Caril. Con gusto lo llamaría caquita de perro si
él aceptaba sus otras condiciones.
—Puede que a los demás les parezca extraño si uso un apodo desde el principio,
así que actuaré formalmente en situaciones externas. Por favor entiende eso.
—Lo dejaré a tu juicio. Pero puedes llamarme así cuando estemos solos.
29
El regreso de la Dama Caballero
Una sonrisa pintoresca se dibujó en los labios de Carlisle. Fue su primera sonrisa
genuina que no parecía ser una broma o una expresión sombría.
Ella no conocía a nadie que sonriera así solo porque se le llamaba por un apodo.
Pero aún no había terminado.
30
Kovel Translations
Eso significaba verlo todos los días. Por lo general, las parejas en matrimonios
políticos terminan tomando sus propias comidas y no se encuentran cara a cara a me-
nos que sea absolutamente necesario. Por supuesto, en el caso de Elena, tenía la in-
tención de permanecer lo más cerca posible de Carlisle para protegerlo. Pero ella
nunca imaginó que él lo sugeriría primero.
Ella aceptó de inmediato, ya que no era un mal negocio, pero se preguntó qué
quería realmente. Después de un momento de contemplación, volvió a hablar.
—Nuestro contrato se está haciendo más largo, así que, ¿podrías traerme un bo-
lígrafo y papel?
Carlisle se levantó y luego colocó una pluma y un papel en la mesa frente a ella.
Elena comenzó cuidadosamente a anotar todas sus condiciones.
31
El regreso de la Dama Caballero
Sophie fue incapaz de contener su ira y colgó la ropa. Mary se acercó a Sophie
con su lavado en una cesta.
— ¿No estás siendo demasiado grosera con lady Elena después de regresar del
viaje?
Elena no podía tratarla así. Era increíble que Sophie cerrara los ojos por ella
cuando solo le dio una fría moneda.
—Mary, no hables de cosas que no sabes. Ella es la que me debe una deuda.
— ¿Qué? ¿Deuda? Como tú, soy yo quien está en deuda con lady Elena. No actúes
arrogante y compórtate. Estoy diciendo esto por tu bien...
— ¿Q-Qué...?
Sophie hizo una mueca cuando se dio cuenta de las palabras que inadvertida-
mente salieron de su boca.
32
Kovel Translations
—Fue cuando viajamos a la boda de Glenn. En medio de la noche, lady Elena salió
a ver a un hombre y no regresó hasta la mañana.
— ¿Por qué te mentiría? Ella me dijo personalmente que hay un hombre que
ama.
Sophie se llevó un dedo a los labios y miró a Mary, que tenía una mirada incré-
dula en su rostro.
—Oh, ya veo. ¿Entonces ella ha estado haciendo esto todas las noches?
—Sí.
— Sí, pero Lady Elena no sabe que yo sé, entonces, ¿puedes guardar un secreto?
34
Kovel Translations
3. Usar apodos.
Eran solo unas pocas líneas escritas en una hoja de papel, pero Elena sabía el in-
menso peso de este contrato sobre su futuro matrimonio. Hasta ahora, todo había sa-
lido de la forma que había querido, pero aún se sentía tensa, ya que todavía no había
garantías.
Los términos de Elena parecían adecuados para un matrimonio político, pero los
de Carlisle parecían como el de dos amantes.
—Dije antes que quería ser tu arma secreta. Para ser más claros, quiero crear
otra identidad, una que no sea ni Elena Blaise, ni una princesa.
—No.
35
El regreso de la Dama Caballero
Carlisle se negó rotundamente antes de que pudiera siquiera terminar. Sin em-
bargo, Elena tampoco se rendiría fácilmente. El alcance de su actividad en su vestido
era muy limitado, y Elena quería darle fuerzas a Carlisle no solo como una princesa,
sino como un caballero.
Además, no podía arriesgarse a quitarle los ojos de encima por un momento, te-
miendo que él pudiera ser asesinado en su ausencia. No había mucho tiempo antes de
que Paveluc se revelara. Para entonces todo tiene que estar listo.
—Sabes cómo son mis destrezas de esgrima. ¿Quieres desperdiciar mis habilida-
des?
Ella sintió un pinchazo de culpa por la forma en que condujo con decisión hacia
su objetivo, pero todo esto se trataba de convertirlo en emperador. Aunque no había
estado cerca de Carlisle por mucho tiempo, ella ya notó que él no cambiaba de opinión
fácilmente.
Ella dudaba si este método funcionaría, pero la luz en sus ojos inesperadamente
comenzó a brillar.
36
Kovel Translations
Elena nunca había estado en una situación como esta en su vida. La mera idea de
actuar de un modo lindo le hizo sentir la piel de gallina en el brazo, pero si funcionaba,
ella haría más que eso.
Cerró los ojos con fuerza y abrió la boca para hablar de nuevo.
—Sé lo que quieres decir. Pero quiero protegerte. Por favor, permíteme esto.
Puso énfasis adicional en la palabra "por favor", y su corazón latía con anticipa-
ción por su respuesta. La preocupación revoloteó en la cara de Carlisle antes de que se
convirtiera en algo más suave.
—Todavía no…
—Kugg.
El repentino resoplido de risa de Carlisle causó que los ojos de Elena se ensan-
charon. Ella pensó que podría haber sido burlada.
—Me gustaría molestarte más, pero es probable que te enojes si voy más lejos.
—No, me temo que querré hacer lo que me pides. Puedes ser más peligrosa de lo
que pensaba.
37
El regreso de la Dama Caballero
—La primera mujer en casarse contigo corre el riesgo de ser infeliz. ¿Sería tan
malo si me pudieras permitir esto?
—Sí.
—Quizás. Pero fuiste tú, no yo, quien propuso esta boda. No olvides que fuiste tú
quien vino a mí ese día.
—Si me permites esta condición, haré una cosa que desees en el futuro.
— ¿Cualquier cosa?
Ella debe haber atraído su atención más de lo que pensaba. Esperaba que fuera
suficiente. Carlisle no tenía nada que perder.
Ella no conocía todas las variables que cambiaron en este futuro, pero sería me-
jor que actuará como su caballero.
Ella rápidamente puso una quinta condición en el papel antes de que él pudiera
cambiar de opinión.
38
Kovel Translations
5. Permitir que Elena Blaise oculte su identidad cada noche y actúe como un
caballero. A cambio, ella hará cualquier cosa por Caril.
39
El regreso de la Dama Caballero
—Dejémoslo como está, y cuando necesitemos añadir algo más, podemos sim-
plemente agregarlo. Si queremos cambiar algún punto, ambos tenemos que estar de
acuerdo con ello.
—Bien.
En la parte inferior del contrato, Elena escribió que se podría agregar o eliminar
más contenido con el consentimiento mutuo. La mayoría de lo que pensaba que era im-
portante ya estaba resuelto, por lo que ahora sólo faltaba afinar los detalles.
Era hora de decidir las consecuencias que implicaba no cumplir o romper lo pro-
puesto en el contrato.
De hecho, la mayor parte del contrato estaba a favor de Elena. Solo tenía dos co-
sas en mente: primero, que tenía que comprometerse antes de convertirse en la mujer
de Carlisle y que eso sería después de haber sido elevada a emperatriz, y segundo, que
ella haría una cosa que él quisiera. Carlisle no tenía otras condiciones difíciles, pero
Elena quería proteger el contrato.
—Hmm... Entonces, prométeme una cosa. Que no me odiarás por lo que haga
cuando no puedas cumplir tu promesa.
40
Kovel Translations
Carlisle estaba sentado frente a ella con los brazos cruzados, emitiendo un aura
que lo hace parece peligroso.
Los instintos de Elena estaban en alerta. Algo era ominoso. Era una condición
simple, pero de alguna manera se sentía más inquieta de lo que estaría arriesgando su
vida. No le molestó que no le diera ningún detalle, pero su imaginación la dejó sin re-
solver.
Elena pensó por un momento, mirando el contenido del papel. Ella tomó una de-
cisión en su corazón y luego le respondió con un tono de voz uniforme.
— ¿Qué?
Carlisle se quedó asombrado ante su respuesta. Se suponia que sería algo que le
beneficiara a ella, no a otros. Sin embargo, Elena estaba más interesada en lograr su
propósito original en lugar de castigarlo.
Era mucho más específico y aterrador que los términos vagos que ofrecía. Ella
se preguntó acerca de su disposición a aceptarlos, pero él asintió con la cabeza.
41
El regreso de la Dama Caballero
—Por supuesto.
Ella decidió no cuestionarlo. Como hasta ahora, Elena estaba ocupada escri-
biendo cosas antes de que Carlisle cambiara de opinión. Desde el principio, era impor-
tante llevar este contrato en una dirección más ventajosa para ella. No importaba lo
que Carlisle estuviera pensando.
Carlisle tomó la pluma sin dudarlo y colocó su firma al final del contrato. De al-
guna manera, la nitidez de su guión parecía encajar con su personalidad. Cuando Elena
terminó de firmar por fin, le entregó una copia del contrato.
—Ah, tenemos que crear una historia para convencer a otros de nuestro matri-
monio. ¿Por qué no tenemos nuestro primer encuentro en un baile?
—Buena idea.
—Los caballeros de la familia deben estar preocupados. Tengo que volver a casa
a tiempo.
—Ah, sí.
42
Kovel Translations
Ella también quería casarse rápidamente. Pero el tono de Carlisle, era distinto al
de ella, sonaba como si no quisiera pasar un minuto más alejado.
Su voz tenía un tono casual, pero parecía saber cómo agitar el corazón de una
mujer. ¿Hablaba habitualmente a otras mujeres también? Elena sacudió la cabeza des-
preocupadamente ante el pensamiento.
—Sí, lo haré.
—Entonces apresúrate. También tengo que irme, tengo algunos negocios espe-
rándome en la Ciudad Capital.
—Sí.
Elena había planeado mudarse a la Ciudad Capital lo antes posible para poder
proteger a Carlisle en caso de peligro. Pero luego Carlisle dijo exactamente lo contrario
de lo que Elena estaba pensando.
—Estoy ansioso por tener que dejarte aquí sola. Así que te veré de nuevo en la
capital lo más rápido posible.
—Sí.
Ella no sabía cómo responder a su tono preocupado, por lo que dio una res-
puesta simple.
— ¿Quién es?
43
El regreso de la Dama Caballero
—Asegúrate de no hacerlo.
Normalmente, uno diría humildemente que no era necesario hacerlo. Una son-
risa divertida se extendió en la cara de Elena.
Por un momento, sintió que Carlisle dudaba acerca de algo, pero pronto la ex-
presión de su rostro cambió. Elena pensó que debía haber sido un error y apartó la mi-
rada. Fue entonces, antes de que ella lo supiera, un hombre apareció súbitamente ante
los dos.
A primera vista, tenía el cabello azul oscuro, casi negro. Su piel era pálida, sus
ojos color gris piedra y la expresión en su rostro le daban un aire de tristeza. Era una
cara graciosa pero normal, algo que no le llamó la atención a simple vista y podía olvi-
darse fácilmente. Sin embargo, los instintos de Elena cosechados gracias a su antigua
vida le dijeron que este hombre era tan peligroso como una hoja afilada.
— ¿Cómo lo haces?
Había algo muy singular en su voz plana. En lugar de un caballero que mostraba
su rostro al aire libre, era como un asesino al acecho en la oscuridad.
—Se dice hola. Este es Kuhn Kasha. Es mi subordinado del que te hablé antes.
44
Kovel Translations
—Hola, sir Kasha. Escuché que tú serás quien me proteja. Soy Elena Blaise.
Kuhn la miró sin decir nada. En cuanto a las primeras impresiones, parecía un
poco arrogante.
—Hay algunas personas bajo mi mando que a veces no escuchan mis palabras.
—Ah, ya veo —Elena quería decir "¿Es eso una excusa?", pero pensó que era me-
jor simplemente asentir.
—Entiendo.
Tal vez fue porque Carlisle le dio una patada antes, que Kuhn habló.
45
El regreso de la Dama Caballero
Tan pronto como llegó el carruaje, Elena se despidió brevemente de Carlisle an-
tes de entrar.
Ella estaba levantando los pies para subir al carruaje cuando Carlisle le tendió la
mano para ayudarla a entrar. Ella lo aceptó como parte de la buena etiqueta estable-
cida en su cerebro desde temprana edad.
Carlisle miraba directamente a Elena con ojos profundos, luego presionó lenta-
mente sus labios en el dorso de su mano blanca. Era un saludo común entre los nobles,
pero esto era algo diferente. Esto venía de un príncipe a una joven noble.
46
Kovel Translations
♦♦♦
47
El regreso de la Dama Caballero
Carlisle había sonreído ante sus súplicas hoy, y parecía disfrutar bromeando con
ella besándole la mano.
—Oh, ya veo…
De alguna manera era extraño. Era como si solo estuviera mostrando ese lado
de sí mismo a Elena.
48
Kovel Translations
—Voy a ir a verla.
Sin embargo, Carlisle le había asegurado que era un hombre capaz, y también
sentía curiosidad por el alcance de las habilidades de Kuhn.
Uno podría preguntarse acerca de sus intenciones, pero Kuhn solo la miró en si-
lencio con una expresión inmutable. Comparado con Carlisle, este hombre parecía no
tener ninguna emoción.
Ella negó con la cabeza y luego salió del carruaje. Kuhn se inclinó detrás de ella
en despedida.
♦♦♦
49
El regreso de la Dama Caballero
Perdió la cuenta de cuánto tiempo caminó hasta que levantó la vista y vio que la
entrada del castillo Blaise estaba iluminada con varias antorchas. Cuando se acercó,
vio a un grupo de personas reunidas afuera, incluido su hermano Derek.
— ¿Hermano?
— ¿Estás bien?
Derek la miró de arriba abajo para ver si estaba lastimada, y luego frunció el
ceño.
—Ah...
Solo entonces Elena se dio cuenta de quién fue la persona que asignó a los caba-
lleros para seguirla. Rápidamente volvió sus pensamientos hacia una excusa ade-
cuada.
Pensó que podría haber preocupado a alguien en casa, pero no esperaba que su
hermano la estuviera esperando con el castillo iluminado de esta manera. Si ella hu-
biera llegado más tarde, seguramente todo el lugar se hubiera puesto de cabeza.
—Yo... Yo solo quería un poco de aire fresco, así que vagaba por las calles. Ni si-
quiera sabía que los caballeros me estaban siguiendo, ¿cómo podría decir que me es-
capé de ellos?
—Porque era una zona concurrida y había tanta gente, ¿verdad? No sé qué pasó.
50
Kovel Translations
Derek no le hizo más preguntas a Elena, y miró a los caballeros que estaban de-
trás de él. Algunos de los caballeros parecían apagados, pero no podía preguntarles
por la historia completa.
Por todas las apariencias, Derek estaba demasiado avergonzado para admitir
que estaba preocupado por Elena. Sintió pena por los caballeros que tendrían que so-
meterse a los ejercicios, pero a la vez se se sintió entusiasmada de que su hermano es-
tuviera preocupado.
—Gracias, hermano.
Derek y todos los caballeros de la familia volvieron al castillo. Mirando a sus es-
paldas retirarse, la cara de Elena se ensanchó en una sonrisa.
51
El regreso de la Dama Caballero
Ante el tono confuso de Mirabelle, Elena supuso que Derek aún no le había dicho
nada al resto de la familia. Eso fue un alivio. Ella no quería que todos se preocuparan.
—Bueno, es tarde, pero no es tan tarde. ¿Y qué más hay que hacer en casa? A ve-
ces necesitas salir afuera para aliviar el estrés. Aunque hubiera sido mejor si me hubie-
ras llevado contigo.
En su vida anterior, las dos nunca habían estado lejos por mucho tiempo, pero
después de regresar al pasado, había dejado a Mirabelle sola más a menudo. Elena
apreciaba mucho a su hermana. Su corazón ansiaba estar con ella, pero ahora Elena se
veía obligada a estar lejos; en las sombras.
Luego, después de su boda con Carlisle, ya no tendría mucho tiempo para estar
con ella...
52
Kovel Translations
—Sí, lo sé.
Elena fue directamente a donde estaba sentada Mirabelle y la tomó con fuerza
en sus brazos. La diminuta figura de Mirabelle fue sofocada por su abrazo.
— ¿Joyería?
Solo entonces Elena se dio cuenta de que su joyero estaba abierto junto a Mira-
belle.
Era un anillo con una cuenta de gema azul. A la mayoría de los nobles les en-
canta adornarse con joyas finas; Cuanto más grande es la piedra preciosa, más impor-
tante se siente la persona. Sin embargo, este anillo era una banda lisa y delgada de
53
El regreso de la Dama Caballero
plata sin una ornamentación elegante, nada más que una cuenta azul en el medio. Era
muy simple y barato.
Tan pronto como Elena vio el anillo, se acercó como si estuviera poseída.
Aquí está.
En su última vida, nunca había quitado este anillo de su cuerpo ni por un mo-
mento. Después de que su familia muriera, ella huyó del castillo Blaise y, durante mu-
cho tiempo, del Imperio de Ruford. Tenía que ocultar su identidad como mujer noble y
había vagado desesperada por la necesidad de dinero. Ella vendió el vestido que lle-
vaba y los pocos accesorios que tenía en ese momento.
Este anillo fue lo único que le quedó, el que no pudo vender por su poco valor.
Recordó una conversación que tuvo con el dueño de una joyería en ese momento.
—No sé qué gema es la que está puesta en este anillo. Lo compraría si fuera un
zafiro, pero nunca antes había visto o escuchado de una piedra como esta.
— ¿Cuánto tiempo ha estado aquí este anillo? —murmuró para sí misma—. Este
anillo es muy viejo. Debe haber sido hace diez años cuando lo vi por primera vez.
— ¿De verdad?
Estaba segura de que el anillo no era de su madre. Aparte de eso, no sabía cómo
terminó en su joyero.
Ella sabía que la voz pertenecía a un hermoso joven, y su tono era grave con se-
riedad. ¿Quién era ese chico? Por mucho que lo intentara, no podía recordar nada más.
Se preguntaba quién se la había dado cuando era joven.
55
El regreso de la Dama Caballero
No sabía cómo había conseguido el anillo, pero ahora lo usaría para recordar los
días en que ella era un caballero solitario.
— ¿Pero no es un poco simple? Si te gustan los anillos, puedes llevar algo más
bonito.
—No, está bien. Lo guardé durante mucho tiempo, por lo que debe ser querido
para mí.
—Pero eso es una cosa, y comprar nuevas joyas es otra. Hay una nueva joyería
que dice que tienen muchas piezas excelentes.
Mirabelle estaba a su lado. Elena vivió una vida de austeridad y de alguna ma-
nera ahorró incluso más dinero que en el pasado. Sin embargo, había una lección im-
portante que sabía.
56
Kovel Translations
Más importante aún, Elena tenía que crear su primera reunión con Carlisle en el
baile, y tendría que prestar especial atención a su apariencia. Afortunadamente, el ves-
tido ya se había pedido y la compra de joyas sería suficiente para completar los prepa-
rativos.
La campana fue utilizada por los nobles para llamar a las criadas que esperaban
afuera. Elena estaba acostumbrada a hacer todo por sí misma, pero podría parecer
inusual para los demás, por lo que trató de usar a las criadas siempre que fuera posi-
ble. Era un hábito crucial si se convertía en princesa más tarde.
Mary estaba tartamudeando, incapaz de hacer contacto visual. Elena sintió que
algo estaba mal, así que habló en un tono casual.
— ¿Qué pasa?
57
El regreso de la Dama Caballero
58
Kovel Translations
59