Danzas Del Peru
Danzas Del Peru
Danzas Del Peru
Vals Peruano
El vals peruano es un género musical originado en el Perú dentro del género de
la música criolla y afroperuana, que se desarrolló en Lima y en gran parte de la
costa peruana, en los siglos XIX y XX.
El vals es proveniente de Europa y fue practicado por sectores aristocráticos
pero transformado por músicos populares, quienes lo transfirieron de la
orquesta de cuerdas y piano a la práctica de la guitarra y con textos propios.
Los criollos de antaño, solían llamar valse, como una manera de identificarlo
más como del Perú y queriendo castellanizar la palabra vals. En los tiempos
actuales, y desde hace años, se le llama vals o vals criollo cuando se está en
Perú, pero cuando se está fuera, es llamado vals peruano, siendo esta
denominación aceptada incluso dentro del
Perú.
Aunque el vals peruano nació entre los
criollos de la clase media, lenta y
seguramente se abrió paso entre sectores
de condición económica más humilde,
además, hemos de reconocer que hubo un
grupo de polendas encabezado por
Alejandro Ayarza; periodista incisivo,
dramaturgo chispeante que tomó el nombre
de su seudónimo literario: ‘Karamanduka’.
El canto solista o en dúo, acompañado al inicio por guitarras y luego también
por el contrabajo y piano, era parte fundamental de toda reunión o jarana, en
casas particulares, solares y callejones. Estos son los espacios en los que se
nutre y fomenta el desarrollo de esta música. Los valses más antiguos, de fines
del siglo XIX, y principios del Siglo XX, se reconocen como valses de la
Guardia Vieja. El tiempo y la práctica popular de la tradición oral hacen perder
la memoria de algunos autores; sin embargo, en El Libro de Oro del Vals
Peruano, escrito por los musicólogos: Raúl Serrano y Eleazar Valverde,
constan entre los más importantes compositores de la Guardia Vieja: José
Sabas Libornio-Ibarra, autor de la mazurca Flor de Pasión; Julio Flórez y Juan
Peña Lobatón, autores de El Guardián; Óscar Molina, autor de Idolatría; Rosa
Mercedes Ayarza de Morales, pianista, compositora y recopiladora, en cuyo
repertorio se encuentran diversos géneros como pregones, danza habanera,
marineras y tonderos; de sus obras, compuestas o recopiladas por ella, se
recuerdan:
La Picaronera
Frutero Congo
La Jarra de Oro
Congorito
Moreno Pintan a Cristo
Alejandro Ayarza, conocido como Karamanduka, es autor de «La Palizada».
Pedro Augusto Bocanegra, autor de Vicenta, La Alondra, se le atribuye también
La Bóveda Azulada, y compuso también huayños A Orillas del Mantaro y Soy la
Hoja Desprendida.
Otros cultores del criollismo cuyas canciones se consideran clásicas del
repertorio criollo son: Filomeno Ormeño, autor de Cuando me Quieras, Canción
de Carnaval; Alberto Condemarín, autor de Hermelinda, Rosa Elvira; Alejandro
Sáenz, Envenenada, La Cabaña; Braulio Sancho Dávila; La Abeja; Nicanor
Casas Aguayo Ídolo; sin olvidar y dejar de mencionar a Máximo Bravo, los
hermanos Augusto y Elías Ascuez, Samuel Joya.
El trabajo artístico de Felipe Pinglo Alva, da inicio a otra etapa en la historia del
vals criollo peruano; con sus valses y composiciones en otros géneros, como el
one-step, que enriquecieron la cultura musical de Lima, fusionando elementos
musicales del lenguaje local con otros correspondientes a los géneros
musicales que se escuchaban por
la radio y que se apreciaban en el
cine. Pinglo, autor de más de cien
canciones (entre las que
destacan: El Plebeyo, Mendicidad,
La Oración del Labriego, El
Canillita, El Huerto de mi Amada,
Horas de Amor) vivió en Lima en
los primeros cuarenta años del
siglo XX, muerto en 1936, y logra
dar testimonio de la sociedad de
su tiempo, en momentos en que
surgían los movimientos obreros anarquistas, y ocurrían la Primera Guerra
Mundial y la Revolución rusa; y, de otro lado, cobraran importancia la radio y el
cine en Lima. Su lenguaje musical incorpora melodías y armonías de gran
complejidad asumiendo la influencia de la música norteamericana, de los blues
y el fox-trot, entre otras expresiones. Este proceso de reinterpretación de
elementos foráneos para lograr una identidad propia, se observa en el vals
peruano, que ha recibido influencias del tango, el bolero y bossa nova.
Muchos compositores continuaron la obra de los viejos maestros. Entre ellos se
encuentran, como importantes hitos de esta cultura musical limeña los
compositores: Pablo Casas, autor de Anita, Olga, Digna; Lorenzo Humberto
Sotomayor, pianista y autor de Corazón, El Solitario, Lima de mis Amores,
Cariño Mío; Pedro Espinel, el rey de las polkas y sus composiciones La
Campesina, Sonrisas, Ojazos Negros; Eduardo Márquez Talledo (Nube Gris,
Ventanita); Manuel Acosta Ojeda (Madre, Cariño, Puedes irte, Así te quiero yo,
Canción de Fe).
Son pocas las mujeres compositoras, sin embargo, el repertorio logrado por
Serafina Quinteras, Alicia Maguiña y Chabuca Granda, nos muestran una gran
calidad y la característica general de abordar todo tipo de temas; personales y
sociales. Serafina Quinteras (Muñeca Rota, Parlamanías); Alicia Maguiña
(Inocente Amor, Soledad Sola, indio, Estampa Limeña); Chabuca Granda (La
Flor de la Canela, Cardo o Ceniza, Gracia, Callecita encendida, Bello
Durmiente, Puente de los Suspiros, entre otras más).
Intérpretes
Entre los solistas y grupos que le dieron renombre al vals peruano, podemos
destacar a:
Eloísa Angulo
Delia Vallejos
Jesús Vásquez
Esther Granados
Chabuca Granda
Alucia Maguiña
Eva Ayllón.
Arturo Cavero
Rafael Matallana
Las Limeñitas y Ascoy
Los Chamas
Los Romanceros Criollos
Los Embajadores Criollos
Los Morochucos
Los Troveros Criollos
Fiesta Criolla
Los Kipus
Polka Peruana
Expresa elegancia,
cortesía, sutilidad,
picardía y alegría,
podemos ver esa
funcionalidad en
salones y festividades criollas. La continua personificación de las parejas en su
forma de vestir hace que esta danza sea muy autóctona y perteneciente a la
época contemporánea. Para la interpretación musical de la polcase utiliza un
ritmo binario y siempre se baila en pareja mixta independiente los espacios
pequeños o grandes en donde se puede lucir en cada reunión, siempre
muestra la intención de la alegría, el juego y la diversión en su ejecución. Los
movimientos binarios son, en general, en tiempo vivo y se diferencian de las
otras, que lo son en tiempo moderado. Estas últimas son más elegantes en su
coreografía.
Tondero
Es una danza y genero musical criollo del norte peruano. Deriva del mestizaje
musical y cultural que hubo entre el pueblo gitano (migrantes del sur de España
y el este de Europa) con los afroperuanos y nativos norteños. Se origino a partir
del siglo XVI, luego que las culturas indígenas precolombinas, entraron en
contacto con los invasores españoles y africanos.
El tondero posee un ritmo cautivador, que conquista el oído del que la escucha,
se inicia con una especie de lamento o requiebro en las guitarras, que se
asemeja a un redamo, para luego introducir un paso firme y cadencioso,
sugerente y espaciado, que invita a bailar, acompañado por el cajón o el
"checo" (calabaza seca) de filiación afroperuana. Tiene parentesco con otras
danzas musicales y coreografía a fin, como la marinera o la cueca e igualmente
su relación con la antigua danza indígena de la Pava, cuya memoria aún
perdura entre Lambayeque, Piura y Tumbes, imitaba a la pareja, que hacían
tales aves. el cortejo Es importante señalar que, aunque tengan similitud el
tondero y marinera son completamente diferentes, por ello no hay punto de
comparación o competencia.
El tondero es una danza que se baila a pie desnudo sobre el suelo, el hombre
viste prendas de tocuyo, pantalón y camisa, de color claro, blanco o crema;
algunas veces pantalones oscuros, Si se quiere contrastar; añadiéndose a todo
ello una faja de Igual material.
La mujer, Viste una falda o pollera norteña
y la blusa blanca en tres cuartos, sencillas,
Sin mayores bobos o adornos las trenzas,
en algunos casos adornadas de flores. El
hombre con un sombrero vueludo simple,
de tipo campesino, en algunos se agrega
un chal simple para la mujer, pero algunos
estudiosos sostienen que este detalle
proviene de la marinera.
En el tondero la danza es una imitación de
los pasos del Pavo que corteja a su
pareja, de allí que la posición del Cuerpo
de los danzantes sube y baja.
Festejo
El Festejo es una danza peruana de raíces africanas representativa del
mestizaje peruano practicado en la costa central, vigente en Lima e Ica,
especialmente en Cañete y Chincha. Se baila durante las fiestas populares y
en reuniones sociales, tiene un ritmo festivo vinculado al rito del amor como
acto de virilidad, juventud, vigor y fecundidad.
El festejo fue creado por los habitantes negros que fueron traídos a Lima como
esclavos desde África (el Congo, Angola, y Mozambique), Durante el siglo XVII
por los conquistadores españoles para realizar faenas agrícolas, aunque cabe
resaltar que el objetivo era el trabajo en las minas debido a su físico robusto;
sin embargo, el clima frio de la sierra era adverso para ellos alegándolos al
trabajo de campo y doméstico. Es así que su letra narra las costumbres,
alegrías, penas y sufrimientos de la raza.
Para el acompañamiento musical, originalmente se usó tambores de parche
sobre madera o botijas de arcilla calabazas, la maraca, cencerro de madera,
tablitas, siendo enriquecido con el correr de los años con instrumentos como el
cajón de madera, de origen afroperuano sobre el cual se sienta el musico y
ejecuta el ritmo típico usando sus dedos y palmas de sus manos, también se
acompaña con la guitarra, la quijada de burro y las palmas de los
espectadores. La música se desenvuelve siguiendo un compás de notas en
cuatro por cuatro, el ritmo es continuado y estéticamente sensual, esto se logra
mediante golpes de cajón y la quijada de burro, cajita, agregándole
últimamente las congas y el bongo.
Danza afroperuana
Con la llegada de las poblaciones africanas a la costa del Perú en la época
colonial, también llegaron tradiciones musicales. Con el tiempo, estas
tradiciones se mezclaron con la música española del siglo XIX, creando lo que
hoy se conoce como música afroperuana. Los géneros de la marinera, el
festejo, landó, tondero, la zamacueca y el contrapunto de zapateo, entre otros,
tienen una rica tradición de bailes y rituales.
El atajo de negritos y la yunsa son bailes afroperuanos tradicionales de la costa
sur-central en el departamento de Ica. Esta región rural alberga una de las
mayores concentraciones de afroperuanos del país. Los bailes son
manifestaciones culturales de la identidad, memoria y conocimientos musicales
y rituales desarrollados localmente.
Procesión de Atajo de Negritos
Cada navidad, grupos del
atajo de negritos salen a las
calles de El Carmen a
zapatear, bailar y cantar de
casa en casa para celebrar al
niño Jesús. Por medio de su
vestimenta y sus canciones,
hacen referencia al trabajo
agrícola y época de esclavitud,
parte importante de la
memoria colectiva.
Celebraciones de la yunsa
En febrero, durante la cosecha de algodón, los residentes de El Carmen
organizan fiestas populares conocidas como yunsas. Celebran con comida y
bebida, música huachihualo (caracterizada por llamada y respuesta entre
solista y coro) y bailes acrobáticos. La actividad central del evento es el corte
de un árbol, el cual determina quién será el organizador de la próxima yunsa.
La familia Ballumbrosio
Amador Ballumbrosio es reconocido como “el padrino de la música
afroperuana”. De joven rehusó convertirse en un trabajador más y se dedicó a
crear música con sus manos y pies. Amador se propuso difundir el zapateo y
propagar la cultura afrodescendiente a través de sus hijos. Hoy en día la familia
Ballumbrosio mantiene las tradiciones afroperuanas por medio de festivales,
eventos y talleres.