Danzas Del Peru

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La marinera norteña

La marinera es el baile nacional del Perú, con raíces en el fandango español, la


zamacueca africana y los bailes indígenas en parejas. En esencia la danza
representa el coqueteo, la
insinuación de una pareja. La mujer
de pollera y con pañuelo provoca al
hombre con sus movimientos
elegantes.
Cada región tiene su propio estilo,
acentuado por variaciones en el
tempo, clave, vestimenta y pasos.
La norteña, de Trujillo, es juguetona
y coqueta y la acompaña una
banda. La mochera, también en el
norte, refleja sus orígenes
campesinos en la vestimenta de los bailarines. La limeña es considerada la
más antigua. Las parejas de traje elegante bailan al ritmo de la guitarra y el
cajón.
La marinera no es solo un baile, es una industria artesanal para bordadoras,
tejedoras y artistas de filigrana. Su vigor se siente en las manos de los
artesanos, el ritmo de los músicos y los hilos de las costureras.
Fiel a sus raíces mixtas, la marinera atraviesa regiones y rompe fronteras
llegando a donde sea que vivan peruanos. Se han fundado muchas escuelas
de baile en los Estados Unidos, desde Washington, DC, hasta Seattle,
Washington, donde familias peruanas mantienen fuertes vínculos con su
cultura. Es así como esta tradición ha llegado a ocupar un primer plano en
celebraciones sociales de toda índole, formando un elemento importante de la
identidad peruana en el extranjero.
Origen:
Existen distintas teorías sobre el nacimiento de la marinera. Algunas sugieren
que su origen es español y que sus elementos, como las coplas -letras
cantadas- y palmas, provendrían de los bailes hispánicos: el minué o el
fandango. Según historiadores, estas danzas eran practicadas por muchas
parejas durante las reuniones de la élite virreinal, las cuales fueron copiadas
por la servidumbre y, posteriormente, por el pueblo.
Por otro lado, existen estudios que sostienen que la marinera es de origen
exclusivamente peruano, teniendo como principal influencia la zamacueca,
danza ancestral que mezclaba ritmos españoles, indígenas y africanos. Este
baile se volvió muy popular en el siglo XIX no solo en el Perú, sino también en
diferentes partes de Sudamérica. Debido a la Guerra con Chile, el escritor
peruano Abelardo Gamarra propuso que se denomine 'marinera' en honor a
Miguel Grau y a los héroes de la Marina de Guerra del Perú.

Muy a pesar de su origen, lo cierto es


que este importante baile peruano es
producto del mestizaje cultural e
histórico acontecido en el Perú, el
cual reúne raíces indígenas,
españolas y africanas.
Este importante baile peruano es
producto del mestizaje cultural e
histórico acontecido en el Perú.
Las variantes de la marinera a lo
largo del Perú
Entre las muchas versiones de marinera que existen en todo el Perú, tres son
las más reconocidas: la limeña, norteña y andina. La primera se caracteriza por
tener movimientos más suaves y marcados, teniendo como especial cualidad la
elegancia. El varón sostiene un pañuelo con la mano derecha y coloca la mano
izquierda en la cintura de su acompañante. La dama también lleva un pañuelo
y con la mano izquierda levanta sutilmente su falda. Ambos se colocan frente a
frente acercándose lentamente hasta que cambian de posición. La danza
culmina con seducción y flirteo entre los danzantes al ritmo de cajón y guitarra.
La marinera norteña, la más reconocida y practicada en todo el país, tiene
como clásico punto de inicio sonoro la percusión de una tarola. La pareja se
saluda con reverencias y
mantiene cierta distancia,
la cual se va acortando
mediante avanza el
coqueteo. Ella esquiva la
mirada de él hasta que
se inicia el característico
zapateo que simboliza la
aceptación del hombre
como su enamorado.
Este, a su vez, la seduce
con elegantes
movimientos de su
pañuelo y sombrero de
paja.
Por otro lado, la versión andina, usualmente practicada en Arequipa y Puno,
tiene influencias del huayno -género musical propio de estas regiones-. Al igual
que las marineras costeras, esta danza también tiene como principal atractivo
el cortejo entre la pareja danzante; sin embargo, su ritmo es más pausado y
posee un aire señorial. La práctica del zapateo también es muy característica;
el varón con más fuerza y la dama siempre con delicadeza.

Vals Peruano
El vals peruano es un género musical originado en el Perú dentro del género de
la música criolla y afroperuana, que se desarrolló en Lima y en gran parte de la
costa peruana, en los siglos XIX y XX.
El vals es proveniente de Europa y fue practicado por sectores aristocráticos
pero transformado por músicos populares, quienes lo transfirieron de la
orquesta de cuerdas y piano a la práctica de la guitarra y con textos propios.
Los criollos de antaño, solían llamar valse, como una manera de identificarlo
más como del Perú y queriendo castellanizar la palabra vals. En los tiempos
actuales, y desde hace años, se le llama vals o vals criollo cuando se está en
Perú, pero cuando se está fuera, es llamado vals peruano, siendo esta
denominación aceptada incluso dentro del
Perú.
Aunque el vals peruano nació entre los
criollos de la clase media, lenta y
seguramente se abrió paso entre sectores
de condición económica más humilde,
además, hemos de reconocer que hubo un
grupo de polendas encabezado por
Alejandro Ayarza; periodista incisivo,
dramaturgo chispeante que tomó el nombre
de su seudónimo literario: ‘Karamanduka’.
El canto solista o en dúo, acompañado al inicio por guitarras y luego también
por el contrabajo y piano, era parte fundamental de toda reunión o jarana, en
casas particulares, solares y callejones. Estos son los espacios en los que se
nutre y fomenta el desarrollo de esta música. Los valses más antiguos, de fines
del siglo XIX, y principios del Siglo XX, se reconocen como valses de la
Guardia Vieja. El tiempo y la práctica popular de la tradición oral hacen perder
la memoria de algunos autores; sin embargo, en El Libro de Oro del Vals
Peruano, escrito por los musicólogos: Raúl Serrano y Eleazar Valverde,
constan entre los más importantes compositores de la Guardia Vieja: José
Sabas Libornio-Ibarra, autor de la mazurca Flor de Pasión; Julio Flórez y Juan
Peña Lobatón, autores de El Guardián; Óscar Molina, autor de Idolatría; Rosa
Mercedes Ayarza de Morales, pianista, compositora y recopiladora, en cuyo
repertorio se encuentran diversos géneros como pregones, danza habanera,
marineras y tonderos; de sus obras, compuestas o recopiladas por ella, se
recuerdan:
 La Picaronera
 Frutero Congo
 La Jarra de Oro
 Congorito
 Moreno Pintan a Cristo
Alejandro Ayarza, conocido como Karamanduka, es autor de «La Palizada».
Pedro Augusto Bocanegra, autor de Vicenta, La Alondra, se le atribuye también
La Bóveda Azulada, y compuso también huayños A Orillas del Mantaro y Soy la
Hoja Desprendida.
Otros cultores del criollismo cuyas canciones se consideran clásicas del
repertorio criollo son: Filomeno Ormeño, autor de Cuando me Quieras, Canción
de Carnaval; Alberto Condemarín, autor de Hermelinda, Rosa Elvira; Alejandro
Sáenz, Envenenada, La Cabaña; Braulio Sancho Dávila; La Abeja; Nicanor
Casas Aguayo Ídolo; sin olvidar y dejar de mencionar a Máximo Bravo, los
hermanos Augusto y Elías Ascuez, Samuel Joya.
El trabajo artístico de Felipe Pinglo Alva, da inicio a otra etapa en la historia del
vals criollo peruano; con sus valses y composiciones en otros géneros, como el
one-step, que enriquecieron la cultura musical de Lima, fusionando elementos
musicales del lenguaje local con otros correspondientes a los géneros
musicales que se escuchaban por
la radio y que se apreciaban en el
cine. Pinglo, autor de más de cien
canciones (entre las que
destacan: El Plebeyo, Mendicidad,
La Oración del Labriego, El
Canillita, El Huerto de mi Amada,
Horas de Amor) vivió en Lima en
los primeros cuarenta años del
siglo XX, muerto en 1936, y logra
dar testimonio de la sociedad de
su tiempo, en momentos en que
surgían los movimientos obreros anarquistas, y ocurrían la Primera Guerra
Mundial y la Revolución rusa; y, de otro lado, cobraran importancia la radio y el
cine en Lima. Su lenguaje musical incorpora melodías y armonías de gran
complejidad asumiendo la influencia de la música norteamericana, de los blues
y el fox-trot, entre otras expresiones. Este proceso de reinterpretación de
elementos foráneos para lograr una identidad propia, se observa en el vals
peruano, que ha recibido influencias del tango, el bolero y bossa nova.
Muchos compositores continuaron la obra de los viejos maestros. Entre ellos se
encuentran, como importantes hitos de esta cultura musical limeña los
compositores: Pablo Casas, autor de Anita, Olga, Digna; Lorenzo Humberto
Sotomayor, pianista y autor de Corazón, El Solitario, Lima de mis Amores,
Cariño Mío; Pedro Espinel, el rey de las polkas y sus composiciones La
Campesina, Sonrisas, Ojazos Negros; Eduardo Márquez Talledo (Nube Gris,
Ventanita); Manuel Acosta Ojeda (Madre, Cariño, Puedes irte, Así te quiero yo,
Canción de Fe).
Son pocas las mujeres compositoras, sin embargo, el repertorio logrado por
Serafina Quinteras, Alicia Maguiña y Chabuca Granda, nos muestran una gran
calidad y la característica general de abordar todo tipo de temas; personales y
sociales. Serafina Quinteras (Muñeca Rota, Parlamanías); Alicia Maguiña
(Inocente Amor, Soledad Sola, indio, Estampa Limeña); Chabuca Granda (La
Flor de la Canela, Cardo o Ceniza, Gracia, Callecita encendida, Bello
Durmiente, Puente de los Suspiros, entre otras más).
Intérpretes
Entre los solistas y grupos que le dieron renombre al vals peruano, podemos
destacar a:
 Eloísa Angulo
 Delia Vallejos
 Jesús Vásquez
 Esther Granados
 Chabuca Granda
 Alucia Maguiña
 Eva Ayllón.
 Arturo Cavero
 Rafael Matallana
 Las Limeñitas y Ascoy
 Los Chamas
 Los Romanceros Criollos
 Los Embajadores Criollos
 Los Morochucos
 Los Troveros Criollos
 Fiesta Criolla
 Los Kipus
Polka Peruana

Nace en Bohemia (en la actual republica Checa), en Europa, de origen


cortesano, bailado en los salones, conformado por parejas independientes, se
origina como un género musical popularmente para fiestas donde es muy
aceptado y acogido por la gente.
Sale de los salones de Europa para llegar al
Perú en el siglo XIX, fue interpretada por las
clases sociales dominantes de la ciudad de
Lima, se conoce como todos los baile y danzas
que llegaron a las américas la elegante Polka se
escapa de estos salones, y se mezcla con las
características criollas limeñas y asume nuevas
características en su forma de bailar y en su
forma musical, convirtiéndose rápidamente en
un baile muy popular.
La polka llega con un estilo cortesano el cual va
creciendo y por su aceptación en varias
ciudades, va abarcando Europa,
influenciándose de los otros géneros musicales
como el afro con los moros andaluces, parte de los gitanos, y su cultura taurina.
Es así como llega al Perú en el siglo XIX con sus propias particularidades
europeas y sucede la mezcla con la guitarra peruana, que le da un ritmo
sincopado, siendo aceptado por el cancionero popular y aún más con los
compositores que se inspiraron en su ritmo alegre y dinámico, compartiendo
escenarios con el vals, marinera, one step, etc. siendo referencia musical a
Felipe Pinglo Alva y Pedro Espinel.
La polka criolla limeña tiene sus propias características que la hacen muy
diferentes a la de otros localidades en el Perú y en Latinoamérica es muy
dinámica, que invita a la alegría y al juego con la pareja, además permite
movimiento y desplazamientos con pasitos y saltos muy pequeños buscando
no despegarse del piso, se ha convertido en otro género musical más en el
Perú y marca sus diferencias con nuestro Vals peruano, tanto en su forma de
interpretación en el canto por la alegría de los cantantes como en su forma de
bailarlo por la dinámica y alegría de sus ejecutantes. En varias décadas del
siglo XX estuvo presente en todas las radioemisoras de radio y televisión y no
existía algún programa musical que la tenga siempre presente; los más
famosos autores y compositores de nuestra música criolla crearon letras y
melodías de este popular género musical: entre ellos podemos mencionar a
bardo Felipe Pinglo Alva, con la popular "La Canción del Porvenir"; al chalaco
Manuel "Chato" Raygada , con la canción que casi es un himno en el primer
puerto "Nostalgia Chalaca"; a la célebre Isabel “Chabuca” Granda,
rememorando los famosos carnavales en la ciudad de Lima con "Carnaval de
calles"; el célebre compositor iqueño Francisco Pérez Anampa, con la hasta
hoy muy popular "A la Huacachina"; a don Filomeno Ormeño, con temas como
"La Canción del Carnaval" o el tema "Tacna" que ha convertido en casi un
himno en la ciudad heroica; mención especial merece don Pedro Espinel al que
muchos denominaron
como "El Rey de las
Polkas" por la cantidad
y calidad de Polkas de
su creación.

Expresa elegancia,
cortesía, sutilidad,
picardía y alegría,
podemos ver esa
funcionalidad en
salones y festividades criollas. La continua personificación de las parejas en su
forma de vestir hace que esta danza sea muy autóctona y perteneciente a la
época contemporánea. Para la interpretación musical de la polcase utiliza un
ritmo binario y siempre se baila en pareja mixta independiente los espacios
pequeños o grandes en donde se puede lucir en cada reunión, siempre
muestra la intención de la alegría, el juego y la diversión en su ejecución. Los
movimientos binarios son, en general, en tiempo vivo y se diferencian de las
otras, que lo son en tiempo moderado. Estas últimas son más elegantes en su
coreografía.

Tondero
Es una danza y genero musical criollo del norte peruano. Deriva del mestizaje
musical y cultural que hubo entre el pueblo gitano (migrantes del sur de España
y el este de Europa) con los afroperuanos y nativos norteños. Se origino a partir
del siglo XVI, luego que las culturas indígenas precolombinas, entraron en
contacto con los invasores españoles y africanos.
El tondero posee un ritmo cautivador, que conquista el oído del que la escucha,
se inicia con una especie de lamento o requiebro en las guitarras, que se
asemeja a un redamo, para luego introducir un paso firme y cadencioso,
sugerente y espaciado, que invita a bailar, acompañado por el cajón o el
"checo" (calabaza seca) de filiación afroperuana. Tiene parentesco con otras
danzas musicales y coreografía a fin, como la marinera o la cueca e igualmente
su relación con la antigua danza indígena de la Pava, cuya memoria aún
perdura entre Lambayeque, Piura y Tumbes, imitaba a la pareja, que hacían
tales aves. el cortejo Es importante señalar que, aunque tengan similitud el
tondero y marinera son completamente diferentes, por ello no hay punto de
comparación o competencia.
El tondero es una danza que se baila a pie desnudo sobre el suelo, el hombre
viste prendas de tocuyo, pantalón y camisa, de color claro, blanco o crema;
algunas veces pantalones oscuros, Si se quiere contrastar; añadiéndose a todo
ello una faja de Igual material.
La mujer, Viste una falda o pollera norteña
y la blusa blanca en tres cuartos, sencillas,
Sin mayores bobos o adornos las trenzas,
en algunos casos adornadas de flores. El
hombre con un sombrero vueludo simple,
de tipo campesino, en algunos se agrega
un chal simple para la mujer, pero algunos
estudiosos sostienen que este detalle
proviene de la marinera.
En el tondero la danza es una imitación de
los pasos del Pavo que corteja a su
pareja, de allí que la posición del Cuerpo
de los danzantes sube y baja.

Festejo
El Festejo es una danza peruana de raíces africanas representativa del
mestizaje peruano practicado en la costa central, vigente en Lima e Ica,
especialmente en Cañete y Chincha. Se baila durante las fiestas populares y
en reuniones sociales, tiene un ritmo festivo vinculado al rito del amor como
acto de virilidad, juventud, vigor y fecundidad.
El festejo fue creado por los habitantes negros que fueron traídos a Lima como
esclavos desde África (el Congo, Angola, y Mozambique), Durante el siglo XVII
por los conquistadores españoles para realizar faenas agrícolas, aunque cabe
resaltar que el objetivo era el trabajo en las minas debido a su físico robusto;
sin embargo, el clima frio de la sierra era adverso para ellos alegándolos al
trabajo de campo y doméstico. Es así que su letra narra las costumbres,
alegrías, penas y sufrimientos de la raza.
Para el acompañamiento musical, originalmente se usó tambores de parche
sobre madera o botijas de arcilla calabazas, la maraca, cencerro de madera,
tablitas, siendo enriquecido con el correr de los años con instrumentos como el
cajón de madera, de origen afroperuano sobre el cual se sienta el musico y
ejecuta el ritmo típico usando sus dedos y palmas de sus manos, también se
acompaña con la guitarra, la quijada de burro y las palmas de los
espectadores. La música se desenvuelve siguiendo un compás de notas en
cuatro por cuatro, el ritmo es continuado y estéticamente sensual, esto se logra
mediante golpes de cajón y la quijada de burro, cajita, agregándole
últimamente las congas y el bongo.

La coreografía es libre, en ella la creatividad juega un papel importante, es ágil


y dinámica en la danza, combinan pasos en el lugar y pasos de
desplazamiento, siendo característica de dichos pasos el apoyarse en las
puntas de los pies, y dando en otros pequeños saltos en los que se levantan
los pies del piso.
El uso de la vestimenta se torna
discutible en algunos casos, sin
embargo, algunos conjuntos utilizan
la vestimenta propia de los negros
esclavos en las que se aprecia la
influencia africana; mientras en otro
y que lo más generalizados, utilizan
trajes propios del siglo XIX que
consiste en camisa y pantalón con
unas blondas en el botapié y un
pañuelo a la cintura, camisones de
manga ancha y chaleco, no usan
calzado.
Las mujeres utilizan en muchos casos una pañoleta amarrada a la cabeza,
algunas ya no la usan; vestido o falda de
colores y muy amplia, fustanes largos de
color blanco, tampoco usan calzado.
El festejo es considerado como la más
antigua de las manifestaciones propias de
la negritud en el Perú, y dio origen a una serie de bailes con coreografía propia
como el Alcatraz, el Inga, entre otros.

Danza afroperuana
Con la llegada de las poblaciones africanas a la costa del Perú en la época
colonial, también llegaron tradiciones musicales. Con el tiempo, estas
tradiciones se mezclaron con la música española del siglo XIX, creando lo que
hoy se conoce como música afroperuana. Los géneros de la marinera, el
festejo, landó, tondero, la zamacueca y el contrapunto de zapateo, entre otros,
tienen una rica tradición de bailes y rituales.
El atajo de negritos y la yunsa son bailes afroperuanos tradicionales de la costa
sur-central en el departamento de Ica. Esta región rural alberga una de las
mayores concentraciones de afroperuanos del país. Los bailes son
manifestaciones culturales de la identidad, memoria y conocimientos musicales
y rituales desarrollados localmente.
Procesión de Atajo de Negritos
Cada navidad, grupos del
atajo de negritos salen a las
calles de El Carmen a
zapatear, bailar y cantar de
casa en casa para celebrar al
niño Jesús. Por medio de su
vestimenta y sus canciones,
hacen referencia al trabajo
agrícola y época de esclavitud,
parte importante de la
memoria colectiva.

Celebraciones de la yunsa
En febrero, durante la cosecha de algodón, los residentes de El Carmen
organizan fiestas populares conocidas como yunsas. Celebran con comida y
bebida, música huachihualo (caracterizada por llamada y respuesta entre
solista y coro) y bailes acrobáticos. La actividad central del evento es el corte
de un árbol, el cual determina quién será el organizador de la próxima yunsa.
La familia Ballumbrosio
Amador Ballumbrosio es reconocido como “el padrino de la música
afroperuana”. De joven rehusó convertirse en un trabajador más y se dedicó a
crear música con sus manos y pies. Amador se propuso difundir el zapateo y
propagar la cultura afrodescendiente a través de sus hijos. Hoy en día la familia
Ballumbrosio mantiene las tradiciones afroperuanas por medio de festivales,
eventos y talleres.

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