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Fallo

La sentencia analiza el recurso de apelación presentado por la actora respecto a la valoración de la incapacidad física y rechazo de la incapacidad psicológica y daños en la muñeca determinados en la sentencia de grado. La Cámara confirma lo decidido en primera instancia al no encontrar elementos suficientes en el recurso que modifiquen tales conclusiones.

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Fallo

La sentencia analiza el recurso de apelación presentado por la actora respecto a la valoración de la incapacidad física y rechazo de la incapacidad psicológica y daños en la muñeca determinados en la sentencia de grado. La Cámara confirma lo decidido en primera instancia al no encontrar elementos suficientes en el recurso que modifiquen tales conclusiones.

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Poder Judicial de la Nación

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO -


SALA V
Expediente Nº 64746/2017/CA1
SENTENCIA DEFINITIVA 85212
AUTOS: “DALLACAMINA, Luciana Monica c/ GALENO ART S.A. s/ Accidente Ley
Especial” (JUZGADO Nº 58)

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina, a


los 30 días del mes de junio de 2021 se reúnen las señoras juezas de la Sala V, para
dictar la sentencia en esta causa, quienes se expiden en el orden de votación que fue
sorteado oportunamente; la doctora BEATRIZ E FERDMAN dijo:
I. Contra la sentencia de la anterior instancia dictada el 28/12/2020
–cuya copia obra a fs. 112/116- que hizo lugar a la demanda incoada, apela la parte
actora conforme los términos de los agravios que expone en el memorial recursivo
agregado en forma digital con fecha 03/02/2021, sin réplica de la contraria. Por la
regulación de sus honorarios se agravia el perito médico.
En este sentido, los agravios de la actora apuntan a controvertir la
valoración de la prueba médica realizada en grado en tanto sostiene que el porcentaje de
incapacidad otorgado por el perito, incluido los factores de ponderación, resultó mayor
que el utilizado por la sentenciante. Así, refiere que al 6% de incapacidad debe
adicionarse un 2% por los factores de ponderación, lo que totaliza una incapacidad física
total del 8%. Luego se agravia por el rechazo del porcentaje de incapacidad psicológica
por considerar que el mismo fue injustificado y arbitrario. Por último, se agravia por el
rechazo del segundo accidente denunciado ante la inexistencia de incapacidad anátomo
funcional y por el rechazo del incremento previsto por el art. 3 de la ley 26.773 al
tratarse de dos accidentes in itinere.
Para así decidir, la sentenciante de la anterior instancia sostuvo que,
en base a la pericia médica realizada, la actora padecía un 6,12% de incapacidad en su
tobillo derecho generada por el primer siniestro reclamado, sin incorporar el porcentaje
determinado por el perito médico en el plano psicológico de la peritada. Nótese en este
aspecto que la a quo valoró el nexo de causalidad que compete a su órbita, y más allá del
peritaje realizado, no encontró prueba válida que le permitiera tener por demostrado que
la afección psicológica se hubiera originado causalmente con motivo del evento dañoso
reclamado.
II. Cabe memorar que el actor inició la acción que nos ocupa ante
los sucesos dañosos ocurridos el día 13/06/2016 cuando al caerse en el cordón de la
vereda sufrió un esguince de tobillo y el día 16/06/2016 -mientras se dirigía a atenderse
con la ART- al descender del colectivo cayó y se lesionó la mano y muñeca izquierda.
La ocurrencia de los mismos, no ha sido controvertida ante esta alzada como así
tampoco la asistencia brindada por la ART demandada.

Fecha de firma: 30/06/2021


Firmado por: JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA 1
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

#30522701#294689392#20210630101125688
Lo que se discute entonces, es la graduación de la incapacidad física
detectada, la existencia de daños que permita viabilizar el reclamo por las dolencias de la
muñeca y por último, la existencia o no de nexo causal adecuado que habilite el
resarcimiento del daño psicológico reclamado.
En el primer tópico debo decir que no le asiste razón al apelante, en
tanto la forma debida para incorporar la incidencia de los factores de ponderación se
encuentra descripta por la propia norma: Operatoria de los Factores. Una vez
determinados los valores de cada uno de los 3 factores de ponderación, éstos se
sumarán entre sí, determinando un valor único. Este único valor será el porcentaje en
que se incrementará el valor que surja de la evaluación de incapacidad funcional de
acuerdo a la tabla de evaluación de incapacidades laborales. La existencia de rangos
de valores para cada factor, implica que queda a criterio del evaluador la aplicación de
un valor particular en función de las circunstancias que rodeen al damnificado.
A su vez, es de destacar que los factores de ponderación incluidos
por el perito médico en su informe técnico fueron: dificultad para realizar tareas 10%,
necesidad de reubicación 10% y edad 0,62%.
En este contexto, la sumatoria de los mismos y su incidencia sobre
el 6% del grado incapacitante no arroja el valor referido por la recurrente, por lo que
corresponde confirmar la cuantificación realizada en grado.
III. Respecto a las dolencias sufridas por la actora en su mano
afectada, debo decir que los argumentos recursivos no alcanzan para rebatir lo decidido
en la anterior instancia en base al dictamen médico acompañado.
Digo esto porque el perito médico en este aspecto explicó que la
patología denunciada no presentaba secuelas al momento de la inspección clínica
realizada ni sintomatología alguna que determinara un grado incapacitante en términos
del baremo LRT. Es decir que, la actora en la actualidad, no presenta alteraciones físicas
ni funcionales en su mano izquierda, aclarando que para así concluir el perito sustentó su
análisis en los estudios de imágenes solicitados a esos fines.
En efecto, los estudios practicados revelaron que la accionante no
presenta secuelas anátomo funcionales derivadas del segundo accidente por el que se
accionó, observando además que la recurrente no indicó en momento alguno la
existencia de algún error en la metodología utilizada por el galeno o el inadecuado uso
su conocimiento científico.
En virtud de ello, cabe concluir que el reclamante no ha logrado
acreditar el presupuesto esencial de toda pretensión resarcitoria, esto es, la existencia de
daño actual físico resarcible (cfr. art. 1737 CCC) requisito insoslayable y previo para la
eventual procedencia de la acción incoada, por lo que corresponde confirmar también
este tramo de la sentencia cuestionada.

Fecha de firma: 30/06/2021


2 JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA
Firmado por:
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

#30522701#294689392#20210630101125688
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CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO -
SALA V
IV. Ahora bien, respecto al daño psicológico pretendido, los
términos expuestos por el apelante, conllevan al análisis de la prueba pericial médica
producida en la causa, como elemento de prueba que debe ser apreciado y valorado, al
igual que los restantes, de conformidad con las reglas de la sana crítica (cfr. arts. 386 y
477 del CPCCN); pero lo cierto, es que no puedo dejar de advertir -en el mismo sentido
referido por la sentenciante de grado- que del informe pericial no surge un análisis
razonado de la cuestión debatida y tampoco que hubiera explicado las circunstancias
fácticas y científicas que lo llevaron a establecer la incapacidad psicológica atribuida en
el 10% de la total obrera respecto a la vinculación específica con el infortunio narrado –
tropiezo y caída en el cordón de la vereda-, por lo que no resulta razonable otorgar al
hecho denunciado idoneidad suficiente para provocar un daño psicológico sin elementos
de juicio objetivos que así lo permitan concluir, o lo que es lo mismo, no existen
elementos objetivos para atribuir a las contingencias denunciadas idoneidad causal para
dar lugar a una RVAN en los términos previstos por los decreto 658/1996 y 659/1996.
En efecto, no se aportó una explicación detallada de las operaciones
técnicas realizadas y de los principios científicos en que se funda el galeno para
diagnosticar una RVAN como hubiese correspondido de conformidad con las reglas del
art. 472 del CPCCN. Las constancias de la causa no traducen que la reclamante presente
“un deterioro, disfunción, disturbio, alteración, trastorno o desarrollo psicogénico o
psicorgánico, que afectando sus esferas afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita su
capacidad de goce individual, familiar, laboral, social y/o recreativa” (Castex,
Mariano, “El daño en psicopsiquiatria forense”, Primera parte, Punto 2; Daño psíquico
y su concepto. Editorial Ad-hoc, Buenos Aires 2003).
Por otro lado, cabe destacar que los signos aislados que no
conforman una categoría diagnóstica no son compatibles con la figura de daño psíquico
como así tampoco lo son las molestias, el sufrimiento, las preocupaciones, la afrenta a
los sentimientos, la pérdida de autoestima, la afectación en valores éticos y morales, etc.
(cfr. Castelado, Silvia, “El daño psíquico; delimitación conceptual y su especificidad.
en casos de accidentes de tránsito, mala praxis médica y duelo”. En Cuadernos de
medicina forense Argentina, Año3-Nª1 (2011),
Como bien indica la magistrada que me precedió en el análisis, el
juicio de causalidad es siempre jurídico. Aún en los casos en que los especialistas lo
formulen en forma concreta o asertiva, lo cierto es que es tarea específica de los peritos
como auxiliares de la justicia el de establecer la existencia de la enfermedad y su posible
etiología, pero incumbe a los jueces evaluar las circunstancias de cada caso concreto y
en su caso la determinación y alcance de dicho nexo.
De modo que para determinar el carácter indemnizable de una
secuela no basta con que ésta haya sido comprobada por el perito médico, sino que es

Fecha de firma: 30/06/2021


Firmado por: JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA 3
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

#30522701#294689392#20210630101125688
necesario que en el caso se presenten elementos de juicio suficientes que demuestren el
nexo causal de la patología con el evento dañoso, y en el caso de autos no se advierten
esas circunstancias corroborantes respecto del daño psíquico (cfr. art. 377 del CPCCN).
Por ello, pese a la conclusión a la que arribó el perito, no resulta
razonable concluir que los sucesos de autos hubiesen impactado en la esfera psíquica de
la trabajadora de modo de ocasionar algún tipo de secuela psíquica de carácter
irreversible en nexo de causalidad adecuado en el marco de la LRT. Por ello,
corresponde confirmar la sentencia apelada.
V. Con relación al agravio formulado por el rechazo del incremento
indemnizatorio con sustento en lo normado por el art. 3 de la ley 26.773, la Sra. Jueza a
quo, con apoyo en jurisprudencia emanada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
concluyó que al no haberse producido el accidente denunciado en el lugar de trabajo o
en ocasión del mismo, no correspondía incluir el incremento indemnizatorio dispuesto
por el art. 3 citado.
Bajo tales premisas, el memorial en estudio ni siquiera menciona las
conclusiones que integraron los fundamentos del decisorio que intenta cuestionar,
limitando su recurso a ratificar el planteo de inconstitucionalidad del art. 3 de la ley
26.773 sin exponer un argumento válido que permita a esta alzada ponderar una solución
diferente a la que se arribó en la instancia de origen, resultando que la crítica esbozada
carece de relevancia jurídica a los fines pretendidos, pues solo demuestra su
disconformidad con el decisorio y no alcanza a constituir una crítica concreta,
pormenorizada y razonada a los fines de lo normado por el art. 116 de la L.O.
No obstante ello, a fin de salvaguardar el derecho de defensa de la
apelante, debo puntualizar que coincido con las conclusiones que fundaron el decisorio
apelado. En efecto, cabe memorar que el art. 3 de la ley 26.773 establece que “Cuando
el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el dependiente mientras se
encuentre a disposición del empleador, el damnificado… percibirá junto a las
indemnizaciones dinerarias previstas en este régimen, una indemnización adicional de
pago único en compensación por cualquier otro daño no reparado por las fórmulas allí
previstas, equivalente al veinte por ciento (20%) de esa suma”. Se advierte entonces que
el accidente “in itinere” ha sido excluido del recargo del artículo 3 en tanto que el hecho
no ocurre “en el lugar de trabajo” ni mientras el dependiente se encuentra “a
disposición del empleador”.
Y en orden al planteo de inconstitucionalidad articulado en su
demanda -y que reitera en el memorial recursivo-, corresponde recordar que es doctrina
reiterada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que la declaración de
inconstitucionalidad de una norma de jerarquía legal constituye la más delicada de las
funciones susceptible de encomendarse a un Tribunal de Justicia, siendo un acto de

Fecha de firma: 30/06/2021


4 JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA
Firmado por:
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

#30522701#294689392#20210630101125688
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suma gravedad institucional y que debe considerarse como “ultima ratio” del orden
jurídico, de tal forma que únicamente debe recurrirse a ella cuando una estricta
necesidad así lo requiera (Fallos, 264:51; 285: 322; 300: 1041 y 308:647 entre muchos
otros) a la que sólo corresponde llegar una vez establecida su contradicción con los
preceptos de la Ley Fundamental (Fallos 296:117) y luego de haber demostrado el
agravio en el caso concreto (Fallos, 302:166).
En este contexto, la exclusión dispuesta por el art. 3 no resulta
irrazonable como decisión legislativa no mereciendo reproche constitucional alguno, en
especial si se tiene en cuenta que la responsabilidad por accidentes en el trayecto es un
supuesto de responsabilidad objetiva en el que ya no es posible identificar alguna
intervención del obligado o de alguien por quien deba responder en el entramado causal
de modo de evitar, prevenir o disminuir el daño y en el que no existen otros “daños no
reparados por las fórmulas” de los que sea, de modo directo o indirecto responsable una
aseguradora de riesgos del trabajo, pues las consecuencias de dicha categoría de
accidente solamente son resarcibles en el marco de las normas específicas
transaccionales y no constituyan un supuesto de responsabilidad en el ámbito del
derecho civil.
En el accidente “in itinere” hay un elemento diferencial claro que es
que no ocurre en el marco efectivo de la prestación laborativa, ni estando el trabajador a
disposición del empleador laborando con cosas de éste o sujeto a su poder de dirección,
sino que en el suceder intervienen factores extraños a la conducta y deberes del principal
y si bien es cierto que históricamente no ha sido obstáculo para establecer una
reparación al trabajador como un modo de extender el horizonte de protección también
al infortunio “in itinere” las circunstancias distintivas apuntadas en estos eventos
también lleva a que no se configure un trato desigual o discriminatorio en la exclusión
dispuesta por el art. 3 de la ley 26.773.
Desde tal perspectiva de análisis y que en el caso de marras no ha
actuado como agente del daño ni el demandado ni el empleador los criterios de
constitucionalidad de las normas que regulan esas situaciones son distintas sin que se
advierta en qué medida para situaciones como la presente, existiría la
inconstitucionalidad de la norma, por lo que se impone el rechazo del planteo articulado
en tal sentido.
De todos modos, tales cuestiones han sido objeto de tratamiento y
decisión por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Espósito Dardo Luis
c/ Provincia ART S.A. s/ accidente - ley especial” del 7 de junio de 2016 donde
estableció que entre las modificaciones introducidas por la ley 26773 el art. 3 dispuso
que, “(…) cuando se tratara de un verdadero infortunio o enfermedad laboral, y no de
un accidente in itinere, el trabajador damnificado o sus derechohabientes percibirían,

Fecha de firma: 30/06/2021


Firmado por: JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA 5
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

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además de las prestaciones dinerarias antes mencionadas, una indemnización adicional
-en compensación de cualquier otro daño no reparado por las tarifas- (…)”
(considerando nro. 5), doctrina ésta, adoptada en pronunciamientos posteriores dictados
por nuestro más Alto Tribunal donde se debatían cuestiones como la aquí resuelta en
orden a la aplicación de la ley 26.773 a los efectos de fijar los montos resarcitorios por
incapacidades laborales (ver entre muchos otros, “Aguirre, Antonio Aniceto c/ Liberty
ART S.A. s/ accidente ley especial”; CNT 7824/2012/1/RH1; “Alarcon Stella Maris c/
Swiss Medical S.A. y otro s/ accidente” CNT 24049/2013, RH1, sentencias del 12 de
julio de 2016).
VI. Los porcentajes de honorarios regulados en la anterior instancia
a los profesionales intervinientes no resultan desajustados con relación a las tareas
realizadas, su complejidad y la relevancia para la resolución de la causa, teniendo en
cuenta las pautas del artículo 38 LO y las escalas arancelarias de la actividad pericial,
por lo que también propicio su confirmación.
Teniendo en cuenta el hecho objetivo de la derrota las costas de
alzada deben ser impuestas a la actora vencida (artículo 68 CPCCN) regulando los
honorarios de los profesionales intervinientes en alzada en el 30% de lo que fuera
regulado por la actuación en la instancia anterior (artículo 30 de la ley 27.423).

La doctora GRACIELA LILIANA CARAMBIA manifestó:


Que por análogos fundamentos adhiere al voto de la Sra. Jueza de
Cámara preopinante.

En virtud de lo que surge del acuerdo que antecede, el TRIBUNAL


RESUELVE: 1. Confirma la sentencia de origen en lo que fue materia de agravios con
costas de alzada a la actora vencida. 2. Regular los honorarios de los letrados
interviniente por su intervención en la alzada en el 30% de lo que les fuera regulado por
su actuación en la instancia anterior. 3. Regístrese, notifíquese, cúmplase con el art. 1 de
la ley 26.856 Acordadas C.S.J.N. 15/13 punto 4) y 24/13 y devuélvase. Con lo que
terminó el acto, firmando las señoras juezas por ante mí, que doy fe. Se deja constancia
que la Dra. María dora Gonzalez no vota en virtud de lo dispuesto por el art 125 LO.
FL

Beatriz E. Ferdman Graciela Liliana Carambia


Jueza de Cámara Jueza de Cámara

Fecha de firma: 30/06/2021


6 JULIANA CASCELLI, SECRETARIA DE CAMARA
Firmado por:
Firmado por: BEATRIZ E. FERDMAN, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: GRACIELA CARAMBIA, JUEZ DE CAMARA

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