Vulnerabilidad de Los Ecosistemas Atmosféricos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

TEMA I: ALCANCES Y PERSPECTIVAS DE LA VULNERABILIDAD ECOLÓGICA Y LA

BIODIVERSIDAD
- Subtema 1.1. Definición del concepto de vulnerabilidad ecológica
- Subtema 1.2. VULNERABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ATMOSFÉRICOS
- Subtema 1.3. Vulnerabilidad del ecosistema forestal
- Subtema 1.4. Vulnerabilidad del ecosistema marítimo

SUBTEMA 1.1. DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE VULNERABILIDAD ECOLÓGICA


VULNERABILIDAD ECOLÓGICA O AMBIENTAL

El concepto de vulnerabilidad conlleva diversas definiciones, algunas de las cuales son de


carácter general y pueden aplicarse en diferentes contextos, mientras que otras solo son de
aplicación a ámbitos muy concretos, tal es el caso de la concepción del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), el cual en el contexto de la ocurrencia de desastres, define la
vulnerabilidad como:

La probabilidad de que, debido a la intensidad de un evento externo y a la


fragilidad de los elementos expuestos, ocurran daños tanto en la economía, la
vida humana, así como en el medio ambiente (Zapata, R., 2000).

Para el BID vulnerabilidad es una condición de susceptibilidad a estados de choque externos


que pueden amenazar recursos naturales, sistemas de vida, obras de infraestructura,
productividad económica y prosperidad de una región (BID, 1999).

La vulnerabilidad, hace referencia a un término empleado en diversos campos y con


diferentes acepciones, que trata de la cualidad de ser susceptible o indefenso y por ende,
afectado.

Así se tiene entonces que, la vulnerabilidad ecológica o ambiental trata del grado
de resistencia que posee un ecosistema, componente o entorno, ante problemas
ambiéntales, de origen natural y/o antrópicos.

Por lo tanto, hace referencia al grado o nivel de exposición y resistencia que


presenta un ecosistema al entrar en contacto con un riesgo particular; donde
dicho ecosistema presenta una sensibilidad o grado de afectación debido a la
exposición; además que también puede presentar resiliencia, es decir, capacidad
para resistir o recuperarse del daño. (Clark et al., 2000), mencionado por Gómez
J. (2001).
.

La vulnerabilidad ambiental también trata de la propensión o predisposición interna de todo


ecosistema, o de alguno de sus componentes a sufrir daño ante la presencia de una
determinada fuerza o energía potencialmente destructiva (Vargas, 2001).

La vulnerabilidad ambiental depende de factores tales como:

- Grado de Exposición: Que hace referencia al tiempo y modo de sometimiento


de un ecosistema a un cambio externo.
- Sensibilidad: Grado de afectación del sistema debido al cambio externo,
magnitud de la respuesta de un sistema a un evento externo.
- Capacidad de adaptación: Hace referencia a la facultad del sistema para
ajustarse al cambio externo, moderando los daños potenciales y
aprovechando las oportunidades para hacer frente a las consecuencias

Cabe destacar que el termino capacidad de adaptación, está estrechamente vinculado al


término resiliencia, el cual hace referencia a la facilidad y rapidez del sistema para recuperarse
de un estrés experimentado.

La vulnerabilidad, de forma general, hace referencia al grado de debilidad o exposición de un


elemento o conjunto de elementos frente a la ocurrencia de una amenaza natural o antrópica,
de una magnitud dada, la cual se expresa frecuentemente en términos de probabilidad, en
porcentaje de 0 a 100

En resumen, la vulnerabilidad ambiental y ecológica puede definirse entonces como el grado


de resistencia, ante la presencia de una amenaza y un riesgo particular del medio natural y de
los seres vivos que conforman un determinado ecosistema.

No todos los ecosistemas presentan el mismo grado de vulnerabilidad, pues esta depende del
grado de exposición, la sensibilidad y de la capacidad adaptativa, que se produce
esencialmente como consecuencia de diferentes impactos. Por ejemplo al calentamiento
global, pérdida de biodiversidad y/o al cambio climático.
LA VULNERABILIDAD AMBIENTAL Y SU IMPACTO.

La vulnerabilidad ambiental tiene un impacto significativo, puesto que puede llevar a la


degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, la escasez de recursos naturales y
por lo tanto a la inseguridad de las comunidades humanas.

Por otra parte, la vulnerabilidad ambiental conlleva a pensar en desigualdades, ya


que las poblaciones más frágiles suelen ser las de menos recursos tanto
económicos como sociales, por tanto están más expuestas a amenazas y riesgos
ambientales, teniendo menos capacidad para adaptarse y recuperarse.

La degradación de los ecosistemas conlleva a hablar de degradación ambiental, la cual de


acuerdo con Johnson et al (1997, p.583), claramente trata de un término de connotación
negativa; el cual generalmente está vinculado a un cambio o perturbación artificial, o de origen
antrópico.

Esta trata habitualmente de la percepción de una disminución de las condiciones naturales o


del estado original del medio ambiente.

Cabe destacar que la degradación ambiental siempre tiene como agente causal al
ser humano, mientras que los procesos o fenómenos naturales solo causan
cambios, no degradan ambientes.

La degradación ambiental puede ser conceptualizada como cualquier modificación adversa de


los procesos, funciones o componentes ambientales, o como una modificación adversa de la
calidad ambiental. En otras palabras, degradación ambiental implica impacto ambiental
negativo.

VULNERABILIDAD AMBIENTAL, AMENAZA Y RIESGO.

Como se dijo anteriormente el concepto de vulnerabilidad ambiental o ecológica, se refiere a la


exposición a un elemento externo, amenaza y/o riesgo de cambio, del cual el grupo expuesto
no tiene control, donde se incluyen elementos internos que determinan la vulnerabilidad del
ecosistema. Y aunque los distintos ecosistemas, comunidades o individuos pueden afrontar el
mismo riesgo, esto no implica que su vulnerabilidad sea la misma, pues cada uno de estos
presentan una interacción particular entre el elemento externo y su capacidad interna, que
determina su vulnerabilidad (Vogel, 1997)
.

Por lo tanto se debe hacer notar que el grado de resistencia del medio natural y de los seres
vivos que conforman un determinado ecosistema, hace referencia a la vulnerabilidad ecológica
o ambiental la cual denota la incapacidad de absorción, a través del autoajuste, de los efectos
de un determinado cambio sobre su medio ambiente, es decir, su inflexibilidad o incapacidad
para adaptarse a ese cambio

Por lo tanto, de acuerdo con Wilches G (2001), la vulnerabilidad determina la intensidad de los
daños que produzca la ocurrencia efectiva del riesgo sobre la comunidad, producto de una
amenaza.

Como Amenaza, para una comunidad, se puede considerar la posibilidad de


que se presente un riesgo, frente al cual dicha comunidad en particular, es
vulnerable.

Por riesgo, se debe entender cualquier evento de origen natural o antrópico


que signifique un cambio en el medio ambiente que ocupa una comunidad
determinada, que sea vulnerable a ese fenómeno

En resumen El que un evento o fenómeno se considere o no un riesgo, dependerá de


que el lugar donde se manifieste, esté ocupado o no por una comunidad
vulnerable al mismo

El que se considere o no amenaza, dependerá de la probabilidad de su


ocurrencia.

Y el que se convierta o no en desastre, dependerá de la magnitud real con


que efectivamente se manifieste el suceso, así como del nivel de
vulnerabilidad de la comunidad

Los conceptos de vulnerabilidad y riesgo están íntimamente ligados entre sí, puesto que, un
suceso de la naturaleza o de origen humano sólo adquirirá la condición de riesgo cuando su
ocurrencia se prevea o sea inevitable, en un espacio ocupado por una comunidad que sea
vulnerable frente a dicho suceso.

Se debe acotar que un desastre, puede representarse como el producto de la convergencia, en


un momento y lugar determinados, de los factores riesgo y vulnerabilidad, lo que puede
representarse a través de:
Desastre = Riesgo x Vulnerabilidad
.

Ahora bien, la estabilidad de todo ecosistemas depende de su capacidad para resistir,


adaptarse y/o evolucionar frente a los sucesos naturales, así como para afrontar la acción del
hombre.

Es así como un desastre, frente a un ecosistema, conlleva a su destrucción, bien sea total o
parcial, así como transitoria o permanente, lo cual se presenta cuando actúa una amenaza
(fuerza destructiva) y encuentra vulnerabilidad o condiciones de debilidad para enfrentarla.

El concepto riesgo incluye la probabilidad de ocurrencia de un acontecimiento natural o


antrópico y su valoración en cuanto a sus efectos nocivos, es decir su vulnerabilidad. Se trata
de la dimensión probable del daño en un período determinado, ante la presencia de una
actividad o evento peligroso, el cual presenta dos componentes: la amenaza potencial y la
vulnerabilidad del sistema.

El riesgo generalmente se valora de forma cualitativa. Aunque también pude valorarse


cuantitativamente, a través de la medición de la probabilidad de ocurrencia y sus pérdidas. Por
lo tanto, cuando se cuenta con los datos adecuados para realizar un cálculo de probabilidad, se
puede definir la magnitud del riesgo. De no existir esta posibilidad, sino que solo exista
intuición o criterio personal, se está frente a la incertidumbre.

El riesgo ambiental, de conformidad con la legislación ambiental m exicana vigente, hace


referencia a una situación cercana al daño, y a la gravedad de los efectos que se pueden
generar al llevarse a cabo actividades productivas sobre ecosistemas o en el ambiente.

Por otra parte, se debe destacar que los desastres y su gestión, así como la gestión ambiental,
se encuentran estrechamente relacionadas, puesto que una buena gestión ambiental consigue
reducir la frecuencia e impactos ocasionados por un desastre. Contrariamente, una deficiente
gestión del medio ambiente, conlleva a debilitar los ecosistemas, incrementando la
vulnerabilidad de los ecosistemas

Así se tiene que los trastornos provocados por desastres repentinos, o el estrés ocasionado por
aquellos desastres de aparición lenta, contribuyen a una disminución de la resiliencia de los
ecosistemas y su capacidad para satisfacer las necesidades de consumo humano.
.

Para finalizar, por su parte, la amenaza se trata del suceso peligroso, se refiere al factor externo
al que está expuesto una comunidad o ecosistema, representado por la potencial ocurrencia de
un fenómeno desencadenante el cual puede producir un desastre al manifestarse.

Por lo tanto, es fundamental considerar dentro del más amplio ámbito de la gestión ambiental
a la gestión de desastres, pues es esencial para que los esfuerzos de recuperación reduzcan el
riesgo de futuros desastres.

SUBTEMA 1.2. VULNERABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ATMOSFERICOS

INTRODUCCION

En la actualidad no quedan dudas la dependencia global que se tiene de la naturaleza, razón por la
que se debe aprender y enseñar una relación armónica con ella; lo que incluye el manejo de la
actividad antrópica, de manera que el ser humano satisfaga sus necesidades presentes sin
comprometer las necesidades de las generaciones venideras.
El estudio de los ecosistemas, permite evaluar, prevenir, mitigar, corregir y/o compensar el
impacto de la actividad antrópica sobre la naturaleza, logrando de esta manera una relación
sostenible.
Toda acción irracional que se produzca en los ecosistemas, trae como consecuencia verdaderas
reacciones en cadena, pues una vez iniciado el proceso destructivo del ambiente resulta muy difícil
detenerlo; es importante que tomar conciencia de ello, puesto que el ser humano es la especie
que más contribuye al desequilibrio del medio ambiente.

ECOSISTEMAS
Hablar de ecosistemas, conlleva al conocimiento previo de algunos conceptos tales como ecología
y medio ambiente. La ecología por su parte hace referencia aparece por primera vez en el año
1866, término acuñado por el zoólogo y médico Ernest Haeckel, el cual la definió como el estudio
de las relaciones entre los organismos y el ambiente. Por su parte, el concepto de ecología se le
debe al botánico ingles Arthur G. Tansley, quien en 1927, hace referencia a las relaciones
complejas que se dan entre los organismos y los factores físicos del ambiente.
Por lo tanto, la ecología es la ciencia que estudia las interacciones entre los seres vivos, plantas,
animales y seres humanos, entre sí y con el medio ambiente en el que habitan. Cabe destacar que
en las posibilidades de vida de un determinado animal o planta influyen diversos factores, entre
los que figuran elementos los del clima, la composición del suelo, de la atmósfera y del agua.
Por su parte, el medio ambiente representa el espacio en el que se desenvuelven los seres vivos y
que permite la interacción de los mismos. Sin embargo, este sistema no solo está conformado por
seres vivos, pues también lo componen elementos abióticos , sin vida, y por elementos artificiales.
Es así como el medio Ambiente, hace referencia, según Roa J. (2002), al complejo sistema
interdependiente de factores físicos, químicos, biológicos, sociales y culturales en el que ocurren
los procesos naturales que permiten el desarrollo de las actividades humanas. Cabe destacar que
los factores físicos y químicos comprenden todo lo inerte, los biológicos abarcan a los seres vivos,
lo social se refiere a la estructura organizacional de las especies, y lo cultural engloba lo hecho por
el hombre.
Ahora bien, dentro del medio ambiente se encuentran inmersos los ecosistemas, los cuales
podrían definirse como el conjunto formado por un espacio determinado y todos los seres vivos
que lo habitan, por lo que se puede decir que están conformados por el medio físico, químico y los
seres vivos que en él se encuentran.
En otras palabras, el ecosistema es una unidad formada por factores bióticos (seres vivos, plantas
y animales) y abióticos (componentes que carecen de vida, como por ejemplo los minerales y el
agua), en la que existen interacciones vitales, fluye la energía y circula la materia.

VULNERABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS


Hasta finales de la década de los años sesenta, el hombre consideraba que la biosfera, atmósfera,
la hidrosfera y la litosfera, tenían una capacidad ilimitada para asimilar las diferentes
concentraciones de las sustancias emanadas de los procesos antropogénicos y, además, que
existía una armonía entre el hombre y la naturaleza.
Fue necesario que se abordara seriamente lo relativo a la velocidad de crecimiento de la población
y las consecuencias de una sobre población y la generación de residuos, para comprender
definitivamente que la capacidad del planeta era limitada y que los efectos del ser humano sobre
el equilibrio de la naturaleza eran impredecibles.
Actualmente, el equilibrio de los ecosistemas se encuentra seriamente amenazado por el efecto
de sucesos antropogénicos como el calentamiento global y cambio climático, el estrés hídrico y la
escasez de agua, deforestación, sobreexplotación de los recursos naturales, sobre población y
generación de residuos, efecto de invernadero y la lluvia ácida, entre otros.
Cabe destacar que todo ecosistema natural mantiene su equilibrio debido a un conjunto de
fuerzas opuestas que regulan sus procesos, en este este sentido por ejemplo, las plantas utilizan
energía solar y sustancias como dióxido de carbono, agua y sales minerales, para sintetizar en sus
tejidos compuestos orgánicos altamente energéticos; estos compuestos constituyen la fuente de
materia y energía o base alimentaria del mundo animal. Sin embargo, al morir los seres vivos,
intervienen los microorganismos, descomponedores o reductores, para convertir los compuestos
orgánicos de los tejidos en sustancias simples como dióxido de carbono. agua y sales minerales,
además de transformar la energía química contenida en esos compuestos orgánicos en calor.
Por lo tanto, se dice que el equilibrio del ecosistema se mantiene, por una parte, ya que toma
materia de la biosfera como dióxido de carbono, agua y sales minerales y la reintegra en las
mismas condiciones y, por otra, recibe una cantidad de energía solar y la libera como calor, por lo
que no hay acumulación permanente de materia y energía.
La capacidad de un sistema para mantenerse en equilibrio depende de su propio control,
resiliencia, para contrarrestar las fuerzas opuestas que intervienen en los procesos. La
vulnerabilidad de un ecosistema, conlleva a que estos pierdan el equilibrio fácilmente, mientras
que otros se resisten al cambio.

VULNERABILIDAD Y CONTAMINACIÓN ATMOSFERICA


De acuerdo con la Estrategia Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISRD
2009) la vulnerabilidad se refiere a las características y las circunstancias de una comunidad,
sistema o bien, que los hacen susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza. Por otra parte,
según el V informe sobre Cambio Climático del IPCC, Grupo II (impactos, adaptación y
vulnerabilidad) 2009, se trata de la propensión o predisposición a ser afectado negativamente.
Se debe hacer mención que al hablar de vulnerabilidad atmosférica, es imprescindible hacer
mención del aire, es decir, el conjunto de gases que forman la atmósfera, recurso indispensable
para el desarrollo de la vida, y el que mayor interacción presenta con la biosfera, y los seres vivos
aerobios somos más dependientes de él. Cabe destacar que este no representa un recurso
ilimitado, sino un bien limitado sobre el cual se deben evitar alteraciones de su calidad, que
pudiesen representar un peligro para el equilibrio biológico del sistema Tierra, al interferir en el
ritmo normal de los ciclos biogeoquímicos de los gases que lo conforman y en sus mecanismos de
autorregulación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se dice que existe contaminación del aire
cuando en la composición de este, se encuentran sustancias extrañas, en determinadas cantidades
y durante determinados periodos de tiempo, que pueden resultar nocivas para el ser humano, los
animales, las plantas o las tierras, así como perturbar el bienestar o el uso de los bienes.
Ahora bien, de acuerdo con la ley mexicana 34/2007, de 15 de noviembre, sobre de calidad del
aire y protección de la atmósfera, este tipo de contaminación se define como la presencia en la
atmósfera de materias, sustancias o formas de energía que impliquen molestia grave, riesgo o
daño para la seguridad o la salud de las personas, el medio ambiente y demás bienes de cualquier
naturaleza.
Atendiendo a su origen, las fuentes de contaminación del aire se pueden agrupar en dos tipos: A)
Naturales y B) Artificiales o Antropogénicas.
Las fuentes de contaminación atmosféricas de origen natural, hacen referencia a aquellas
emisiones de contaminantes generados por la actividad natural de la geosfera, la biosfera, la
atmósfera y la hidrosfera, como son:
- Las erupciones volcánicas, las proporcionan a la atmósfera compuestos de azufre, dióxido
de azufre (SO2) y ácido sulfhídrico (H2S), así como una gran cantidad de partículas que se
diseminan por ella como consecuencia de la acción del viento
- Los incendios forestales que se producen de forma natural y que emiten altas
concentraciones de dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno, humo, polvo y cenizas
- Las tormentas eléctricas, las cuales dan lugar a la formación de óxido de nitrógeno al
oxidar el nitrógeno atmosférico.
- Ciertas actividades de los seres vivos, como es el proceso de respiración que incrementan
la cantidad de CO2; los procesos de reproducción y floración en plantas de polinización
anemófila, las cuales producen polen y esporas que al concentrarse en el aire, provocan
alergias respiratorias (polinosis), donde(se ve afectado más del 20 % de la población
urbana; y finalmente, la descomposición anaerobia (fermentación) de la materia orgánica,
proceso en el, cual se genera metano (CH4).
Respecto a las fuentes de contaminación de origen Artificial o Antropogénicas, estas son el
resultado de la actividad del ser humano. En su mayor parte, la contaminación procede del uso
indiscriminado de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas).
Entre las actividades humanas generadoras de contaminación se destacan:
En el hogar, el uso de calefacciones y otros dispositivos domésticos que emplean combustibles de
origen fósil como fuentes de generación de calor.
El transporte automotor, cuyo grado de contaminación provocada dependerá de la clase de
combustible utilizado, del tipo de motor, del empleo de catalizadores y de la densidad del tráfico.
El transporte terrestre y aereo, representan el mayor grado de contaminación, pues la incidencia
del ferrocarril y la navegación es menor, ya que estos suelen estar alejados de los núcleos de
población.
La industria, donde el grado de contaminación al aire depende del tipo de actividad que se lleve a
cabo. Así se tiene que por ejemplo, las centrales térmicas, las cementeras, las siderúrgicas, la
industria del papel y las químicas, se encuentran entre las que más contaminación generan.
La agricultura y la ganadería, implican el uso intensivo e indiscriminado de fertilizantes. Es asi
como por ejemplo amplias superficies de determinados cultivos (campos de arroz) y la elevada
concentración de ganado vacuno provocan un aumento en la atmósfera de gases de efecto
invernadero, como es el caso del metano (CH4).
A continuación, se presenta una tabla donde se hace una comparación entre la contaminación
natural, contra la de origen humano (en porcentaje).

Contaminantes Partículas SO x CO x NO x Hidrocarburos

Origen natural 88,7 57,1 90,6 88,7 84,5

Origen humano 11,3 42,9 9,4 11,3 15,5


Fuente: Sanz Sa.

Hoy día, es una realidad que la contaminación del aire constituye un problema en las grandes
ciudades y en las zonas con alta actividad industrial, pues es en estos lugares donde se generan y
liberan hacia la atmosfera considerables cantidades de agentes contaminantes.
Desde sus orígenes, y desde el momento en el las personas conformaron en comunidades, se han
emitido contaminantes al aire, acción esta que se incrementó con la llegada de la Revolución
Industrial, momento en el cual el trabajo manual fue reemplazado por maquinaria, básicamente
por la introducción de tecnologías que empleaban el vapor y que hacían posible elevar los niveles
de producción. Lo que trajo como consecuencia un incrementó en el uso de combustibles fósiles,
como es el caso del carbón mineral y el petróleo; los cuales al consumirse emitían grandes
cantidades de contaminantes a la atmósfera.
Desde entonces la contaminación del aire se ha convertido en una constante en diferentes países
y ciudades industriales, lo que ha causado problemas de salud a la población, asi como, casos
graves y dramáticos, como lo fueron la niebla tóxica londinense de 1952, el deterioro de los
bosques europeos debido a la lluvia ácida, en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX. Al
igual que la grave situación de la calidad del aire en la Ciudad de México, Tokio y Sao Paulo,
durante las últimas décadas del siglo anterior.
La contaminación atmosférica no representa novedad alguna en la historia, y tampoco es el
producto exclusivo de la actividad antrópica, sin embargo, en la actualidad ha llegado a poner en
peligro a la biosfera.
Por fortuna, la naturaleza tiene la capacidad de depurar o autorregular en cierta medida la
presencia de contaminantes, pues la lluvia, el viento y la vegetación pueden eliminar los
contaminantes, transformándolos o inmovilizándolos, disminuyendo o anulado su toxicidad hacia
los diferentes organismos.
Ahora bien, se debe tener claro que esta capacidad autodepuración tiene límites, por lo que los
problemas reales de contaminación surgen cuando las emisiones contaminantes son excesivas e
indiscriminadas, y sobrepasan dicha capacidad.
Para finalizar, se debe tener en cuenta que la composición química del aire se mantiene
prácticamente constante debido a diferentes procesos de autorregulación, como son los ciclos
biogeoquímicos (carbono, nitrógeno, oxígeno y azufre especialmente) y a las transformaciones
cíclicas en los que se integran sus componentes. Estos ciclos se autorregulan mediante diferentes
mecanismos, no obstante, las actividades humanas los aceleran, rompiendo su equilibrio,
ocasionando la presencia en la atmósfera de agentes contaminantes del aire.

SUBTEMA 1.3. VULNERABILIDAD DEL ECOSISTEMA FORESTAL

QUÉ SON LOS ECOSISTEMAS FORESTALES

Los ecosistemas forestales, hacen referencia a áreas en las que predominan los árboles, en los
cuales existen comunidades de animales, plantas y microrganismos, formando una biocenosis o
conjunto biótico, que a su vez interactúan con los elementos abióticos presentes, como son el
suelos, clima y agua.

Los ecosistemas forestales, conforman los bosques, los cuales actúan como un conjunto de
componentes, así como un conjunto de procesos del ecosistema y con diversas características,
tales como:

- Son ecosistemas que dependen del agua, por lo tanto es importante la disponibilidad de
esta.
- Se desarrollan en suelos ricos en nutrientes y profundos, pero no en suelos muy
pedregosos y de poca profundidad.
- En las zonas donde se establecen los ecosistemas forestales, se generan abundante
materia orgánica, además de convertirse en zonas receptoras de agua. Ya que tienen una
función de barrera que detiene los vientos húmedos y facilita la condensación del agua
generándose así las precipitaciones.
- Es un gran regulador de la escorrentía e infiltración del agua. Filtran el agua a través de su
vegetación y la devuelven por evapotranspiración.
- Presentan una alta productividad primaria y una estructura compleja que presenta, lo que
permite una gran variedad de nichos ecológicos, posibilitándose así la existencia de una
gran diversidad de organismos.

Con respecto a la flora del ecosistema forestal, esta es muy variada en cuanto al número de
especies de árboles, ya que estas cambian en función de la zona climática que se encuentre. Por
ejemplo, en las selvas lluviosas, que forman parte de los ecosistemas forestales tropicales, se
encuentran la mayor diversidad de árboles. También hay ecosistemas templados y tropicales,
además de presentarse el ecosistema forestal subártico donde la diversidad es menor, aunque en
él se encuentra por ejemplo La Taiga, un bosque boreal propio de la región rusa de Siberia, con un
gran número de árboles.

IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES O ECOSISTEMAS FORESTALES

Es de suma importancia evitar que los bosques del mundo sufran daños, según el informe
Evaluación de los recursos forestales mundiales 2020, emitido por la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Los bosques ocupan casi un tercio de la
superficie total del planeta. Abarcando un área total de aproximadamente 4.060 millones de
hectáreas (ha), lo que corresponde al 31 por ciento de la superficie total, siendo las zonas
tropicales las que poseen la mayor proporción de los bosques del mundo, 45 por ciento
aproximadamente, localizándose el resto en las regiones boreales, templadas y subtropicales.
Cabe destacar, que más de la mitad de los bosques del mundo, 54 por ciento, se encuentra situada
en solo cinco países, como son la Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos de América y China.

Ahora bien, la importancia de los bosques radica en que los componentes y procesos que integran
a estos ecosistemas, proporcionan múltiples beneficios al ambiente, la fauna y la sociedad. Pues
es bien sabido que desde un punto de vista de la ecológico, los bosques ayudan a la regulación del
clima y al amortiguamiento del impacto de diversos fenómenos naturales.

Además de que los bosques mantienen la provisión de agua en calidad y cantidad, generan
oxígeno, controlan los procesos de erosión, así como la generación, conservación y recuperación
del suelo.

Por otra parte, contribuyen con la captura de carbono y la asimilación de diversos contaminantes,
resguardan la biodiversidad, de los ecosistemas y las formas de vida, propician y permiten la
polinización de plantas y el control biológico de plagas, y son reservorio genético de la vida y
proporcionan infinidad de sustancias de gran utilidad a la humanidad para el combate de las
enfermedades

También se tiene que los bosques son un espacio en donde se lleva a cabo los procesos de
degradación y reciclaje de desechos orgánicos, son fuente importante de materias primas.
En resumen, aportan enormes beneficios económicos, sociales y ambientales.

VULNERABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES

La deforestación representa un hecho que se ubica dentro de los diez grandes problemas
ambientales en este momento; según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC)
Para el año 2007, este grupo, en su cuarto informe de evaluación (IPCC, 2007), estimó que la
deforestación y la degradación del bosque, fueron responsables del 17,4 por ciento de todas las
emisiones de gases de efecto invernadero, y que en su mayor parte estas emisiones son
ocasionadas por fuentes antropogénicas.

Cabe destacar que la deforestación se relaciona con otras problemáticas, tales como la extinción
de especies o pérdida de biodiversidad, inundaciones, erosión y contaminación de la atmósfera,
pues en la medida en que se talan los árboles, desaparecen una serie de contribuciones que estos
hacen al planeta.

La importancia de los árboles para la conservación de la vida, estriba en que presencia conlleva a
la producción de oxígeno y a la captación de dióxido de carbono lo que le permite asegurar su
biomasa.

Se debe mencionar entre otros aspectos, que la tala de árboles permite la liberación del carbono
existente en su estructura, convirtiéndose en una fuente de monóxido de carbono (CO), el cual es
uno de los gases de efecto invernadero causantes del aumento de la temperatura global de la
tierra. Los árboles almacenan en su estructura toneladas de carbono y al cortarlos envían a la
atmósfera estos gases que se encuentran altamente concentrados. Es decir, si faltan los árboles
que ayudan a limpiar el aire, su contaminación tiende a aumentar, puesto que no hay reducción
de las emisiones de los gases de efecto invernadero.

Ahora bien, entre los beneficios que aportan los bosques se tienen entre otros: son un banco de
biorecursos y de especies endémicas, disminuyen el cambio climático, aumentan la biodiversidad,
ayudan al ciclo del agua, guardan el calor del suelo, ya que representan una barrera entre el aire
frío y la superficie del suelo. Asimismo, evitan el desplazamiento de especies de plantas e insectos
a zonas con climas distintos. También ayudan a mitigar el ruido, además de que ayudan a
perpetuar el ciclo hidrológico, devolviendo el vapor de agua a la atmósfera.

Cabe destacar que si no hay árboles, aumenta la frontera de la desertificación, ya que la tierra se
puede volver árida por la degradación forestal y la reducción de la calidad del bosque.

García M. (2016), plantea que son múltiples las causas, naturales y antrópicas, que conllevan a la
deforestación, entre las cuales se tienen incendios forestales, pastoreo intensivo, el cual afecta el
brote de nuevos árboles, la agricultura intensiva que ha llevado adelante la siembra de
monocultivos tales como cacao, café, palma aceitera; dejando de lado la rotación de cultivos que
permitan una recuperación del suelo.
Para finalizar, se debe destacar que la falta de bosques ocasiona la pérdida del hábitat de millones
de especies, pues de acuerdo con García M. (2016), se calcula que el 70 % de animales y plantas
habitan los bosques, además de coadyuvar al cambio climático, y que los suelos húmedos sin la
protección de los árboles se secan rápidamente.
SUBTEMA 1.4. VULNERABILIDAD DEL ECOSISTEMA MARÍTIMO

INTRODUCCION

En la actualidad, la población mundial sobrepasa los 7.800 millones de personas, experimentando


un desarrollo tecnológico inconcebible décadas atrás. Donde dicho desarrollo ha conllevado al
incremento paralelo de necesidades de espacio, alimento y una calidad de vida asociada
estrechamente a las comodidades del mundo desarrollado; lo que ha impactado negativamente
sobre el medio ambiente, fuente de materia prima y sumidero de residuos, hasta un punto tal, en
el cual se hace evidente la capacidad limitada de los ecosistemas para asimilar los diversos modos
de presión antropogénica y seguir manteniendo su integridad estructural y funcional.

Por su parte, una de las características de la relación entre la sociedad humana y los ecosistemas
marítimos, era la consideración del mar como una fuente inexplorada e inagotable de recursos,
teniendo en cuenta que la naturaleza en su conjunto, tenía como única razón de ser suministrar
espacio y alimento a la especie humana, además de servir como sumidero infinito para los
residuos generados como resultado de su creciente y rápido desarrollo.

ECOSISTEMAS ACUATICOS
Un ecosistema acuático es todo aquel que se desarrolla en un cuerpo de agua tanto en dulce como
salada, el cual puede tener diversos tamaños y naturaleza. Incluye mares, lagos, ríos, pantanos,
arroyos, lagunas y costas, entre otros; en los cuales se encuentra todo tipo de seres vivos,
animales, plantas y otros organismos.
El concepto de ecosistema tiene una relación estrecha e interdependiente con los sistemas
humanos a través de un conjunto de procesos ecológicos que son percibidos como beneficios o
servicios ecosistémicos, para el desarrollo de los diferentes sistemas culturales en todas sus
dimensiones, político, social, económico, tecnológico y/o cultural.
Según Roa J. (2002), hasta los años sesenta del pasado siglo XX, la descarga de residuos líquidos y
sólidos en los diferentes cuerpos de agua, ríos, lagos, mares y/o estuarios, no modificó sus
propiedades naturales, de forma irreversible, debido a que la carga contaminante vertida era
inferior a su capacidad de autodepuración.
Posteriormente, y como consecuencia de la explosión demográfica, entre otras causas, los
contaminantes vertidos en los cuerpos de agua, ha sobrepasado en muchos casos la capacidad
natural de purificación, transformándolas en focos permanentes de contaminación, al perder las
masas de agua receptoras sus propiedades físicas, químicas y biológicas necesarias para mantener
el equilibrio del ecosistema.
La pérdida cada vez mayor de la calidad de las aguas naturales ha llevado a plantearse la necesidad
de revisar el modelo actual de gestión de los residuos líquidos y estudiar su incidencia en la
disponibilidad de agua para las futuras generaciones.
ECOSISTEMAS MARINOS O MARITIMOS
Los ambientes marino costero, según Cortés, J. y cols. (2020) se definen como aquellos ubicados
en la costa con una clara influencia marina, tales como estuarios, manglares, entre otros, y los
mari nos propiamente dichos, ambientes pelágicos y más profundos, los cuales comprenden la
parte más baja de las cuencas fluviales, bahías, estuarios y lagunas costeras, zonas rocosas, playas,
arrecifes, plataformas continentales y taludes, así como las zonas de afloramiento.
La región de América Latina y el Caribe, en términos de biodiversidad, es considerada como una
zona con gran potencial económico. Donde una importante proporción de esta biodiversidad, flora
y fauna, se encuentra en los ecosistemas marino costeros, los cuales, incluyen, entre otros,
manglares, estuarios, marismas, lechos de pastos marinos y arrecifes coralinos, entre otros.
Rodríguez J y Ruiz J. (2010), hacen mención de que en el marco de un escenario de cambio global
generalizado, donde la presión humana sobre los ecosistemas marinos ha alcanzado un nivel sin
precedentes, provocando la continua disminución de sus recursos biológicos.
Los ecosistemas marino costeros de América Latina y el Caribe, están siendo impactados por la
actividad humana y por los efectos del cambio climático, directa e indirectamente. Sucesos como
la deforestación, conversión de suelos para la agricultura, cultivo de mariscos, minería de sal a
gran escala y las descargas de efluentes contaminados al mar, entre otros tensores, acentúan los
impactos asociados al cambio climático en los ambientes marino costeros.
Se debe tener en cuenta que los océanos están aumentando su temperatura, y algunas de las
consecuencias de este evento son el aumento de su nivel, modificación en la distribución,
comportamiento y reproducción de especies marinas, entre otros; además de la alteraciones en
los patrones de las corrientes oceánicas. De esta manera se tiene que los resultados de estos
eventos, antrópicos y climáticos, impactan a estos ecosistemas, reduciendo significativamente su
resistencia y resiliencia, comprometiéndose de esta manera su capacidad de suministrar bienes y
servicios, incluso pudiendo llegar hasta la extinción de especies.
Por lo tanto, en cuanto a la vulnerabilidad de los ecosistemas marino costeros, latino americanos,
se tiene que los diferentes impactos, incluyendo los del cambio climático, se manifiestan en un
contexto preexistente, derivado de las actividades humanas como son el turismo, expansión
urbana no planificada, contaminación de fuentes terrestres y auge de la acuicultura, que se
desarrollan en torno a estos ecosistemas.
Cabe destacar que las actividades humanas, representan una amenaza para las poblaciones de
peces, corales y manglares, donde ya se han observado algunos de esos impactos, tal es el caso del
blanqueamiento de los corales en el Caribe, asociados al aumento de la temperatura y la pérdida
de cobertura de manglares. Por otra parte, las actividades humanas localizadas en las zonas
costeras bajas, contribuyen al aumento de una exposición y vulnerabilidad de la población ante los
efectos del cambio climático, aumento del nivel del mar, erosión costera y las marejadas.
Para finalizar, en referencia a la zona costera mexicana, esta cuenta con una importante
biodiversidad que brinda diversos beneficios ambientales, la cual es fuente de alimentación y
recursos económicos para las poblaciones locales, además de proteger las costas de los eventos
meteorológicos extremos y de la elevación del nivel medio del mar. Esta zona además, concentra
aproximadamente el 15 % de la población total del país, en la cual se lleva a cabo el desarrollo de
diversas actividades económicas, entre las que se cuentan la extracción de hidrocarburos y
minerales, el turismo, la pesca, la acuicultura, y la transportación marítima.
Sin embargo, la destrucción de los ecosistemas costeros, junto con una planeación territorial
desarticulada han generado una amplia vulnerabilidad de las costas mexicanas ante diversos
efectos del cambio climático, como son los huracanes, tormentas tropicales, aumento del nivel del
mar e inundaciones, cambios de salinidad e hipoxia, acidificación del océano, entre otros. Eventos
estos que afectan tanto a los ecosistemas costeros, como a los arrecifes coralinos y manglares,
promueven reducción de la biodiversidad, expansión de especies invasoras, erosión, asi como, a
las actividades de las poblaciones locales e inversionistas, en cuanto a la disminución del turismo,
menor rentabilidad de las pesquerías y de la acuicultura, entre otros.
.

Referencias Bibliográficas

- Aneas S. (2000) Riesgos y peligros: una visión desde la Geografía. En: Scripta Nova.
Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales Nº 60. Universidad de Barcelona, p.3

- Corporación Andina de Fomento (2014). INDICE DE VULNERABILIDAD Y ADAPTACIÓN AL


CAMBIO CLIMÁTICO en la región de América Latina y el Caribe.
-
- Ecologia Verde. Ecosistema forestal: qué es, características, flora y fauna.
https://www.ecologiaverde.com/ecosistema-forestal-que-es-caracteristicas-flora-y-
fauna-2899.html

- Ecosistemas, revista científica y técnica de ecología y medio ambiente. (2004). Efectos


biológicos de la fragmentación de hábitats: nuevas aproximaciones para resolver un viejo
problema. Recuperado el 21 de octubre del 2011 de: http://www.revistaecosistemas.net/

- Gómez J. (2001). Vulnerabilidad y Medio Ambiente. Naciones Unidas. Comisión


Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Seminario Internacional Las
diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina y el Caribe.

- Foschiatti, A. M. H. (2004). Vulnerabilidad global y pobreza : Consideraciones


conceptuales. Geográfica Digital, 1(2), 1–20. https://doi.org/10.30972/geo.122589

- Panel Intergubernamental de Cambio Climático IPCC. (2007). Cambio climático y


biodiversidad. s.l.: Unidad de Apoyo Técnico del Grupo de Trabajo.

- Perez B. (2017). Contaminación Atmosférica - Fuentes de contaminación. Universidad


Autonoma del Estado de Hidalgo.
https://www.uaeh.edu.mx/docencia/P_Presentaciones/Sahagun/industrial/2017/Conta
minacion_atmosferica_fuentes_de_contaminacion.pdf

- Roa J. (2002). Fundamentos básicos de los procesos ambientales para ingenieros. Fondo
Editorial UNET (FEUNET). San Cristóbal. Venezuela.

- SEMARNAT. (2013). Calidad del aire y una practica de vida. Obtenido de SEMARNAT:
http://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/Libros2013/CD001593.pdf

- The Ecologist en Español para España y Latinoamérica. (2010). The Ecologist en Español
para España y Latinoamérica. Recuperado el 23 de octubre 2011, de:
http://www.theecologist.net/files/docshtm/index.asp

- Wilches G (1993). La vulnerabilidad global. Los desastres no son naturales, Colombia, Red
de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina, 1993, pp. 37–38.
.

MATERIAL AUDIOVISUAL

EcologíaVerde. Contaminación Atmosférica - Contaminación Ambiental.


https://www.youtube.com/watch?v=ZzxyIuzjbms

GIZ- Mexico. ¿Qué es vulnerabilidad y cómo adaptarse al cambio climático?.


https://www.youtube.com/watch?v=qvQsswKeusc

Gestión del Riesgo, Cambio Climático y Desarrollo (PNUD) .Conceptos Básicos de la Gestión
de Riesgos. https://www.youtube.com/watch?v=Af7cd5TECKw

El País. Ciudad de México ahogada por la tormenta perfecta de contaminación.


https://www.youtube.com/watch?v=nbLSrqN-TLw

Ministerio del Ambiente del Perú. Ciudades y Vulnerabilidad – INDECI. https://youtu.be/-


iEQYZZWlpw

Proyecto AMAUTA. Contaminación Atmosférica: "01:Introducción a la contaminación


atmosférica". ttps://youtu.be/VT1flM0UT4o?list=PLurrVXhDuRWC3lGs3IBxdimZGfJHrXqCs

También podría gustarte