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27 de Mayo del 2024

Derechos Naturales
Alumno: TORRES CAMACHO
ALEXANDER
Introducción
El Derecho Natural es una disciplina que se centra en los principios éticos y
morales fundamentales inherentes a la naturaleza humana. Se considera que
estos principios no son creados por el hombre o por el Estado, sino que
emanan de la propia naturaleza del ser humano. Según los juristas
naturalistas, el Derecho Natural es anterior y superior a las leyes creadas por
los órganos estatales, ya que se basa en normas que son aplicables a todos
los individuos simplemente por su condición de pertenecer a la raza
humana.

Este enfoque del Derecho Natural destaca la importancia de proteger los


derechos fundamentales de las personas, independientemente de las leyes y
normas establecidas por un gobierno. La idea subyacente es que existen
ciertos principios universales que deben ser reconocidos y respetados en
cualquier sociedad.
Tema
El término iusnaturalista se refiere a un conjunto de teorías sobre el
derecho y la justicia que difieren en métodos y formas de
fundamentación, pero coinciden en sostener que existen mandatos o
principios que por definición pertenecen al derecho. Estas teorías
argumentan que el derecho positivo debe estar en armonía con el
derecho natural, que se considera un orden superior y anterior a las
leyes humanas. El iusnaturalismo también sostiene que el derecho
depende de su justicia o corrección material.

En la literatura griega antigua, ya se menciona la antinomia entre la


autoridad humana y las leyes no escritas que provienen de la voluntad
divina. Esto se puede observar en la tragedia "Antígona" de Sófocles,
donde se defiende la existencia de un derecho absolutamente válido
superior a las leyes humanas. Además, el concepto de derecho natural
fue invocado por los juristas estadounidenses en el siglo XVI para
proclamar la independencia de su país respecto al Reino Unido,
argumentando su derecho a resistir la opresión.

La filosofía del derecho de Radbruch, basada en el neokantismo,


plantea la existencia de una ruptura entre el ser y el deber ser, y entre
hechos y valores. Radbruch sostiene que la ciencia del derecho se sitúa
en las ciencias del espíritu, ya que no se limita a describir una realidad,
sino que busca comprender un fenómeno cargado de valor, como es el
derecho. La ciencia jurídica se distingue así tanto de la sociología del
derecho como de la filosofía del derecho.

En cuanto a la postura de Radbruch, durante gran parte de su vida


adoptó una posición racionalista y relativista, considerando que
ninguna ideología es demostrable ni refutable, y que todas merecen
respeto. Sin embargo, su posición evolucionó y llegó a formular la
famosa fórmula de Radbruch, según la cual, en situaciones extremas
de injusticia, el derecho positivo debe ceder ante la justicia.
La afirmación aristotélica que acabamos de transcribir nos devela también
otra de las deformaciones que suelen achacarse a la teoría del derecho
natural: su a-historicidad, o la completa "no historicidad" de ol justo natural.
Dicho en forma muy tosca, al derecho natural se el acusa de ser un derecho
que no considera las circunstancias históricas que la propia evolución social
impone, no tomando en consideración, por tanto, al necesaria condición
histórica del hombre. Tal objeción, nsi duda, debe ser matizada y corregida,
aunque es válida respecto de algunas teorías modernas del derecho natural.
En cambio, según el derecho natural clásico, como acabamos de ver en
Aristóteles, el derecho ol compone un elemento natural y uno positivo, y
ambos se dan en un contexto histórico determinado. Precisamente el
reconocimiento formal y material que exige el derecho natural en el ámbito
positivo (su positivización) es ol que distinguidos iusnaturalistas no dudan
en explicar como el paso a la vigencia "historica de una norma natural de
derecho, o de un derecho natural.
De lo expuesto s e sigue que el derecho natural no es un ideal solamente,
algo abstracto y por
tanto a-histórico, sino que exige su integración al sis- tema jurídico
aplicable, es decir, su lugar en la historia. Existe un derecho natural
originario (orincidios de justicia prepositivos) que todos
conocemos y que requieren ser positivizados. De este modo, ese núcleo
básico de dere- cho
r
adban.Dydhtgleuniuusnatnuaratulisratiastcaoonsencsuecntueotaecaepctaep
rítaartsainsiningiúngupnropbrloebmleadmiachdaicha h
istorcidacdelderechonaturalysurequerida"positivizacion
sinqueporesorenunciaraal
hacer efectivas las exigencias mínimas de al justicia universal, es decir, ol que
exige al dignidad numana.
(derecho possitiivco),,lacualmotodosabemos cuentacontextualizados
históricamente. Así, el paso que va del reconocimiento y existencia de l o
"justo natural" a los documentos internacionales de derechos humanos es
precisamente al historicidad del derecho natural. Tales derechos son
exigencias naturales. solo asi se pueden entender expresiones como las de
"dignidad de al persona humana", o "inherentes al ser humano", etcétera. Sin
embargo, los cerechos numanos requieren a la vez del reconocimiento
positivo como el que los texios internacionales dan, textos que han sido
promulgados en un contexto histórico determinado. Esto nos ayuda a
entender mejor porqué los documentos internacionales hablan de reconocer
los derechos, no de otorgarlos.
Después de 1945, Radbruch experimentó una evolución en sus
posiciones teóricas debido a la caída del régimen nazi y la revelación
de sus crímenes. Reconoció la posibilidad de una postura que
combinara el positivismo con el iusnaturalismo. Algunos autores, como
Erik Wolf, han defendido la idea de que el legislador puede promulgar
leyes extremadamente injustas. En respuesta a esto, Radbruch postuló
la existencia de un derecho supralegal que sirve como límite al poder
del Estado. Este derecho supralegal actúa como un índice o parámetro
de la validez material de las normas nacionales y se opone a la
relatividad absoluta de la justicia. Sin embargo, para Radbruch, no
cualquier injusticia invalida una norma positiva, solo la injusticia
extrema.

Una consecuencia comúnmente extraída de algunas posiciones


iusnaturalistas, en particular las tomistas y lockeanas, es que sería
legítimo resistirse a la autoridad cuando se intenta imponer el
cumplimiento de una ley que no es compatible con la ley natural. Sin
embargo, no todos los autores tratan este punto de manera uniforme.
Algunos consideran que la incorporación de principios morales en el
derecho lleva a la invalidez del ordenamiento jurídico positivo.

Por otro lado, Robert Alexy explica que la fórmula de Radbruch ("La
ley extremadamente injusta no es verdadera ley") puede interpretarse
de dos maneras: la "tesis de la irradiación" y la "tesis del derrumbe".
Según la primera tesis, la extrema injusticia de ciertas normas
fundamentales del ordenamiento jurídico invalidaría todo el
ordenamiento jurídico por contagio. Según la segunda tesis, la fórmula
solo se aplicaría a normas jurídicas particulares, de modo que un
ordenamiento jurídico positivo solo sería considerado inválido en su
totalidad si hubiera muchas normas extremadamente injustas. Alexy
argumenta que se debe descartar la primera tesis, la tesis de la
irradiación, debido a la importancia de la certeza jurídica. En
consecuencia, solo admite la segunda forma de aplicación de la
fórmula de Radbruch.
En el mismo contexto español, y a partir de una propuesta hermenéutica
fuertemente expuesta desde los años setenta y ochenta, el profesor Andrés
Olero ha hecho notar igualmente al debilidad del positivismo y, sobre todo,
ha puesto un especial empeño en al reivindicación de los argumentos
iusnaturalistas a través de la interpretación jurídica. Así, dentro de sus
muchos trabajos podemos citar Interpretación del derecho ypositivismo
legalista. En éste, ratifica ol que
Nexóin juridica de nuesrto sgiol gira, denumodo oro otora a crica quel post
si e
roponie odal vitualdad ed Tocas ed Aquei ydel de ercho natural por repeto
codo edayle bases hermenéuticas yen clave jurisprudencial.
Desde al perspectiva defendida por Ollero, que es la que hoy muchos
teóricos sustentan, es claro que la corriente iusnaturalista esboza una teoría
del derecho como tarea prudencial, que
ucmo at, coca inurano procaoni enla derivacion arista oarbitraria yque, anif
ed
Este proceso de determinación de lo justo, destacado por la tradición
tomista (de derecho natural),supone un "contraste entre los principios
normativos generales[principios jurídico- naturales y las circunstancias
prácticas de la vida social que empuja a una decisión judicial prudencial", es
decir, una decisión justa; ajustada, con miras a concretar al justicia como
límite demarcador d e lo juridico y contenido del cerecno, Por supuesto que
dicho proceso reconoce la existencia de principios de orden natural
ontológicos, como primer elemento jurídico que sirve de orientacion en la
busqueda de la cosa justa, En el reconocimiento de la existencia de normas y principios de justicia
anteriores y superiores al derecho positivo, ocupa un lugar protagónico el tema de los derechos humanos, y
como en el caso de los principios del derecho, hoy mantienen éstos un lugar fundamental en las discusiones
iusfilosóficas de los más reconocidos teóricos del derecho.
Antes de pasar a explicar en términos generales cuáles son los rasgos distintivos de los derechos humanos
que los vinculan más cercanamente con el derecho natural, conviene no olvidar que el positivismo jurídico
siempre ha tenido serias dificultades para aceptarlos.
Bentham,por ejemplo, fue muy crítico con ellos, y más recientemente Bulygin ha preferido tomar distancia de
éstos. "Es claro que si no hay normas morales absolutas, objetivamente válidas, tampoco puede haber
derechos morales absolutos y, en particular, derechos humanos universalmente válidos". Con afirmaciones
como ésta es relativamente fácil comprobar cómo los seguidores del positivismo jurídico se encuentran en un
callejón sin salida cuando se enfrentan al tema de los derechos humanos, y no tanto porque ellos no puedan
hablar de derechos humanos, sino porque cuando se refieren a temas como el fundamento de éstos, no
pueden sino hacerlo radicaren el consenso (Bobbio), o en algún tipo de objetividad endeble
(Nino), que imposibilita tomárselos en serio, para usar la expresión de Dworkin.
Hemos dicho que el iusnaturalismo ha enseñado siempre que el derecho está integrado por un dato natural (o
racional-moral) y otro positivo (o legal-establecido), ambos componentes de un mismo derecho y por tanto
plenamente vigentes, es decir, verdaderos derechos. Es aquí donde se ve con especial claridad la fuerte
raigambre iusnaturalista que guardan para sí los derechos humanos. Estos derechos no sólo nacieron en el
contexto ius- naturalista (racionalista), sino que en esta misma corriente de pensamiento fueron entendidos
como verdaderos derechos, anteriores y superiores al ordenamiento positivo. Quienes niegan la categoria de
verdaderos derechos a los derechos humanos, por más que ellos mismos hablen de ellos, es porque parten
de un concepto a priori del derecho, esto es, pensar éste desde la ley, exclusivamente desde el derecho
positivo.
Los derechos humanos son esa expresión de moralidad que no puede ser rebasada y que exige la
salvaguarda absoluta de la persona como titular de dichos derechos, postulado éste de evidente raigambre
iusnaturalista.

Conclusión
En el reconocimiento de la existencia de normas y principios de justicia
anteriores y superiores al derecho positivo, los derechos humanos ocupan un
lugar destacado. Hoy en día, los derechos humanos son fundamentales en
las discusiones filosóficas y teóricas del derecho. Sin embargo, el positivismo
jurídico ha tenido dificultades para aceptarlos.

Algunos juristas positivistas, como Bentham, han sido críticos con los
derechos humanos, y más recientemente, Bulygin ha preferido tomar
distancia de ellos. Argumentan que si no existen normas morales absolutas y
objetivamente válidas, tampoco puede haber derechos morales absolutos,
incluyendo los derechos humanos universalmente válidos. Estas posturas del
positivismo jurídico se encuentran en un callejón sin salida cuando se
enfrentan al tema de los derechos humanos, ya que su fundamento se basa
en el consenso o en una objetividad débil, lo que dificulta tomarlos en serio.

En contraste, el iusnaturalismo ha sostenido siempre que el derecho está


compuesto por elementos naturales (o racionales y morales) y positivos (o
legales y establecidos), ambos componentes del mismo derecho y, por lo
tanto, plenamente vigentes y verdaderos derechos. Aquí es donde se aprecia
claramente la fuerte influencia iusnaturalista que tienen los derechos
humanos. Estos derechos no solo surgieron en el contexto iusnaturalista,
sino que también fueron entendidos como verdaderos derechos anteriores y
superiores al ordenamiento jurídico positivo. Aquellos que niegan la
categoría de verdaderos derechos a los derechos humanos, a pesar de hablar
de ellos, parten de un concepto a priori del derecho, es decir, lo consideran
exclusivamente desde la perspectiva de la ley y el derecho positivo.

Los derechos humanos representan una expresión de moralidad que no


puede ser traspasada y que exige la protección absoluta de la persona como
titular de esos derechos. Este postulado tiene una clara raíz iusnaturalista.
Bibliografía
https://www.conceptosjuridicos.com/mx/
derecho-natural/
https://archivos.juridicas.unam.mx/www
/bjv/libros/7/3123/6.pdf
https://archivos.juridicas.unam.mx/www
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https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/
123456789/13517/1/derecho-natural-
positivismo.pdf

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