Derechos
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Derechos
Derechos Naturales
Alumno: TORRES CAMACHO
ALEXANDER
Introducción
El Derecho Natural es una disciplina que se centra en los principios éticos y
morales fundamentales inherentes a la naturaleza humana. Se considera que
estos principios no son creados por el hombre o por el Estado, sino que
emanan de la propia naturaleza del ser humano. Según los juristas
naturalistas, el Derecho Natural es anterior y superior a las leyes creadas por
los órganos estatales, ya que se basa en normas que son aplicables a todos
los individuos simplemente por su condición de pertenecer a la raza
humana.
Por otro lado, Robert Alexy explica que la fórmula de Radbruch ("La
ley extremadamente injusta no es verdadera ley") puede interpretarse
de dos maneras: la "tesis de la irradiación" y la "tesis del derrumbe".
Según la primera tesis, la extrema injusticia de ciertas normas
fundamentales del ordenamiento jurídico invalidaría todo el
ordenamiento jurídico por contagio. Según la segunda tesis, la fórmula
solo se aplicaría a normas jurídicas particulares, de modo que un
ordenamiento jurídico positivo solo sería considerado inválido en su
totalidad si hubiera muchas normas extremadamente injustas. Alexy
argumenta que se debe descartar la primera tesis, la tesis de la
irradiación, debido a la importancia de la certeza jurídica. En
consecuencia, solo admite la segunda forma de aplicación de la
fórmula de Radbruch.
En el mismo contexto español, y a partir de una propuesta hermenéutica
fuertemente expuesta desde los años setenta y ochenta, el profesor Andrés
Olero ha hecho notar igualmente al debilidad del positivismo y, sobre todo,
ha puesto un especial empeño en al reivindicación de los argumentos
iusnaturalistas a través de la interpretación jurídica. Así, dentro de sus
muchos trabajos podemos citar Interpretación del derecho ypositivismo
legalista. En éste, ratifica ol que
Nexóin juridica de nuesrto sgiol gira, denumodo oro otora a crica quel post
si e
roponie odal vitualdad ed Tocas ed Aquei ydel de ercho natural por repeto
codo edayle bases hermenéuticas yen clave jurisprudencial.
Desde al perspectiva defendida por Ollero, que es la que hoy muchos
teóricos sustentan, es claro que la corriente iusnaturalista esboza una teoría
del derecho como tarea prudencial, que
ucmo at, coca inurano procaoni enla derivacion arista oarbitraria yque, anif
ed
Este proceso de determinación de lo justo, destacado por la tradición
tomista (de derecho natural),supone un "contraste entre los principios
normativos generales[principios jurídico- naturales y las circunstancias
prácticas de la vida social que empuja a una decisión judicial prudencial", es
decir, una decisión justa; ajustada, con miras a concretar al justicia como
límite demarcador d e lo juridico y contenido del cerecno, Por supuesto que
dicho proceso reconoce la existencia de principios de orden natural
ontológicos, como primer elemento jurídico que sirve de orientacion en la
busqueda de la cosa justa, En el reconocimiento de la existencia de normas y principios de justicia
anteriores y superiores al derecho positivo, ocupa un lugar protagónico el tema de los derechos humanos, y
como en el caso de los principios del derecho, hoy mantienen éstos un lugar fundamental en las discusiones
iusfilosóficas de los más reconocidos teóricos del derecho.
Antes de pasar a explicar en términos generales cuáles son los rasgos distintivos de los derechos humanos
que los vinculan más cercanamente con el derecho natural, conviene no olvidar que el positivismo jurídico
siempre ha tenido serias dificultades para aceptarlos.
Bentham,por ejemplo, fue muy crítico con ellos, y más recientemente Bulygin ha preferido tomar distancia de
éstos. "Es claro que si no hay normas morales absolutas, objetivamente válidas, tampoco puede haber
derechos morales absolutos y, en particular, derechos humanos universalmente válidos". Con afirmaciones
como ésta es relativamente fácil comprobar cómo los seguidores del positivismo jurídico se encuentran en un
callejón sin salida cuando se enfrentan al tema de los derechos humanos, y no tanto porque ellos no puedan
hablar de derechos humanos, sino porque cuando se refieren a temas como el fundamento de éstos, no
pueden sino hacerlo radicaren el consenso (Bobbio), o en algún tipo de objetividad endeble
(Nino), que imposibilita tomárselos en serio, para usar la expresión de Dworkin.
Hemos dicho que el iusnaturalismo ha enseñado siempre que el derecho está integrado por un dato natural (o
racional-moral) y otro positivo (o legal-establecido), ambos componentes de un mismo derecho y por tanto
plenamente vigentes, es decir, verdaderos derechos. Es aquí donde se ve con especial claridad la fuerte
raigambre iusnaturalista que guardan para sí los derechos humanos. Estos derechos no sólo nacieron en el
contexto ius- naturalista (racionalista), sino que en esta misma corriente de pensamiento fueron entendidos
como verdaderos derechos, anteriores y superiores al ordenamiento positivo. Quienes niegan la categoria de
verdaderos derechos a los derechos humanos, por más que ellos mismos hablen de ellos, es porque parten
de un concepto a priori del derecho, esto es, pensar éste desde la ley, exclusivamente desde el derecho
positivo.
Los derechos humanos son esa expresión de moralidad que no puede ser rebasada y que exige la
salvaguarda absoluta de la persona como titular de dichos derechos, postulado éste de evidente raigambre
iusnaturalista.
Conclusión
En el reconocimiento de la existencia de normas y principios de justicia
anteriores y superiores al derecho positivo, los derechos humanos ocupan un
lugar destacado. Hoy en día, los derechos humanos son fundamentales en
las discusiones filosóficas y teóricas del derecho. Sin embargo, el positivismo
jurídico ha tenido dificultades para aceptarlos.
Algunos juristas positivistas, como Bentham, han sido críticos con los
derechos humanos, y más recientemente, Bulygin ha preferido tomar
distancia de ellos. Argumentan que si no existen normas morales absolutas y
objetivamente válidas, tampoco puede haber derechos morales absolutos,
incluyendo los derechos humanos universalmente válidos. Estas posturas del
positivismo jurídico se encuentran en un callejón sin salida cuando se
enfrentan al tema de los derechos humanos, ya que su fundamento se basa
en el consenso o en una objetividad débil, lo que dificulta tomarlos en serio.