Word - LA SUCESIÓN PROCESAL O CAMBIO DE PARTES EN EL PROCESO CIVIL-Alejandro Seguel
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I. Explicación general
Por distintas razones puede ocurrir que, durante el desarrollo del proceso, el
demandante o el demandado sea reemplazado por otro sujeto que pasa a
ocupar su sitio en el litigio, al haberse producido un cambio en la titularidad de
los derechos subjetivos que conforman el objeto del proceso. El fenómeno
recién descrito se designa como sucesión procesal o cambio de partes1.
Dicho de otro modo, la figura que nos ocupa es una proyección en el proceso
de la institución general de la sucesión. Como lo expone Elorriaga, "Suceder a
una persona es ocupar su lugar y recoger los derechos y obligaciones que a
cualquier título le pertenecían, es decir, se sucede siempre que, subsistiendo
una obligación o un derecho subjetivo, cambia el sujeto, sea el titular o el
obligado"2.
1. Régimen general
"Séptimo: Que sobre esta materia debe tenerse presente que los herederos
pueden encontrarse en tres situaciones: una, no tener conocimiento de la
existencia de la herencia, sea testada o intestada; dos, tener conocimiento de
ella, pero no desear aceptarla por razones de conveniencia personal o de otro
orden; y tres, aceptarla lisa y llanamente, caso este último en que los
acreedores del causante deben cumplir con lo que prescribe el artículo 1377
del Código Civil. La ley en todo caso dispone que si dentro de 15 días de
abrirse la sucesión no se hubiere aceptado la herencia o una cuota de ella, ni
hubiere albacea con tenencia de bienes que haya aceptado el encargo, el Juez
a petición de cualquier interesado declarará yacente la herencia, designándole
curador, cumpliéndose así lo dispuesto en los citados artículos 481 y 1240 del
Código Civil y 849 del Código de Procedimiento Civil6.
El mandato judicial no expira por la muerte del mandante (arts. 528 y 529
COT). Esto significa que el mandatario judicial, puede seguir tramitando el
juicio o la gestión voluntaria, hasta su conclusión7.
La solución anterior hace una excepción a las reglas generales del Código Civil
sobre terminación del contrato de mandato, atenuando el efecto que la muerte
puede provocar en un proceso pendiente, sin solucionar directamente el
problema de la sucesión procesal. En efecto, la posibilidad que el mandatario
concluya el juicio será viable, mientras no sea necesaria la comparecencia
personal del causante que le confirió el poder, como puede ser, por ejemplo, la
citación a una audiencia de conciliación o de prueba. Si ello se dispone, no
habrá más remedio que provocar la sucesión procesal de los herederos o el
ingreso del curador de la herencia yacente, a falta de sucesores.
Cuando fallece alguna de las partes que obre por sí misma -hipótesis
excepcional en nuestro sistema-, el proceso quedará en suspenso y su estado
se comunicará a los herederos, para que comparezcan a hacer uso de su
derecho en un plazo igual al de emplazamiento (art. 5° CPC). Si los herederos
no repudian la herencia, pasan a adquirir la calidad de parte en el juicio,
produciéndose de esa forma la sucesión procesal.
Cuando fallece una de las partes, en un proceso cuyo objeto versa sobre
derechos que revisten el carácter de personalísimos, el principio general es que
la relación procesal concluya, al no ser factible provocar el cambio de la parte.
De igual forma, es posible que este cambio de partes sea justificada por la
transferencia de derechos que se producen, por el solo ministerio de la ley, al
perfeccionarse o realizarse una serie de actos jurídicos de la más variada
naturaleza. Dentro de este grupo, los casos más frecuentes pueden provenir,
entre otros, en el pago por subrogación (arts. 1608-1613 CC)12, en el pago de
la indemnización en el contrato de seguro (art. 553 CCM), por la transferencia
de la empresa (art. 4° CT) o por la fusión de sociedades13.
La falta de regulación legal en esta materia no ha sido obstáculo para aceptar
la sucesión procesal, permitiendo en la práctica forense, por ejemplo, que el
cesionario pueda hacerse parte en el juicio pendiente, sustituyendo a la parte
original, con tal que acredite que en el contrato respectivo tiene el nombre de
cedente.
Notas
1 Sobre esta institución, entre otros, Ortells Ramos, Manuel, Derecho Procesal
Civil, 10a Edición, Thomson Reuters, Pamplona, 2010, pp. 165-170; Ramos
Méndez, Francisco, La Sucesión Procesal, Hispano Europea, Barcelona 1974,
pp. 2 y 4; Mandrioli, Crisanto, Corso de diritto processuale civile I, 8a Edición,
Giappichelli, Torino, 1991, pp. 49-56; Micheu, Gian Antonio, Curso de Derecho
Procesal Civil, Tomo I, Traducción de Sentís Melendo, Santiago, E.J.E.A.,
Buenos Aires, 1970, p. 212; Picardi , Nicola, Manuale del Processo Civile,
Giuffré Editore, Milán, 2006, pp. 187-205; Fazzalari, Elio, Istituzioni di Diritto
Processuale, 8a Edición, Cedam, Milán, 1996, pp. 330-339; Proto Pisani,
Andrea, Lezioni di Diritto Processuale Civile, Jovene, Napolés, 2006, pp. 388-
402.
12 Sobre el tema, cfr. Dörr Zegers, Juan Carlos, "La subrogación personal sin
pago", Revista Chilena de Derecho Vol. 25, N° 1, 1998, pp. 57-64.