Analisis de Sentencia Salvador Perez Helen
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Analisis de Sentencia Salvador Perez Helen
LA PAZ - BOLIVIA
TD.T
TRINBUNAL DEPARTAMENTAL
DE
JUSTICIA
LA PAZ
SENTENCIA
VISTOS: De la demanda presentada a fs. 151 - 153 vlta.; memorial de subsanación a
fs. 169 - 169 vlta.; Auto Interlocutorio de Admisión a fs. 171; Auto de declaratoria de rebeldía
a fs. 174 vlta.; de la totalidad de la prueba aportada por la parte actora, todos los antecedentes
del proceso, todo lo que convino y se tuvo presente, se señala lo siguiente:
CONSIDERANDO I. Que, mediante demanda presentada a fs. 151 - 153 vlta.;
subsanación a fs. 169 - 169 vlta.; y admitida a fs. 171, el Sr. JOSÉ LUIS CALLE APAZA y
la Sra. BÁRBARA ROMUALDA NINA MAMANI, como actores de la presente casusa,
demandan y pretenden la repetición de pago cuyo monto se traduce en la suma de Bs.
182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y CINCO 00/100
BOLIVIANOS), costas y costos, más daños y perjuicios, contra el Sr. BRIAN STIVEN CUSI
NINA, en base a los siguientes extremos:
I. HECHOS ALEGADOS POR EL ACTOR EN LA DEMANDA.
1. Que, mediante Escritura Publica No. 2185/2014 de fecha 13 de mayo de 2014, los
demandantes habrían garantizado un crédito concedido por el Banco de Crédito de
Bolivia S.A., a favor de Brian Stiven Cusi Nina (deudor principal) por un monto de
Bs. 180.000,00 (CIENTO OCHENTA MIL 00/100 BOLIVIANOS), por el cual ellos
asumieron la responsabilidad en calidad de garantes o fiadores.
2. Que, la parte demandada habría incumplido con el pago de la deuda, en consecuencia,
habría ingresado en mora. En tal sentido, a petición del deudor principal, en fecha 29
de mayo de 2015, los demandantes habrían pagado la suma de Bs. 32.185,00
(TREINTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS).
3. Que, en fecha 27 de febrero de 2017, el Banco de Crédito de Bolivia S.A., habría
iniciado la acción ejecutiva en contra de Brian Stiven Cusi Nina y los
demandantes (José Luis Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani), que habría
sido radicado en el Juzgado Publico Civil y Comercial 1° - Capital. En dicha causa se
habría dictado Sentencia Inicial No. 106/2016, de fecha 12 de abril de 2016, declarando
PROBADA la demanda señalada y, en consecuencia, disponiendo el pago de la suma
de Bs. 130.483,26 (CIENTO TREINTA MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y
TRES 26/100 BOLIVIANOS), más intereses corrientes, penales y costas judiciales.
Por tanto, los demandantes -como señalan- con la finalidad de preservar su patrimonio,
habrían realizado el pago total de la deuda al Banco de Crédito de Bolivia S.A.,
incluyendo los intereses, mora, costas y costo, desglosados bajo el siguiente detalle:
— En fecha 29 de mayo de 2015, se pagó Bs. 32.185,00 (TREINTA Y DOS MIL
CIENTO OCHENTA Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS).
— En fecha 13 de septiembre de 2017, se pagó Bs. 131.000,00 (CIENTO
TREINTA Y UNO MIL 00/100 BOLIVIANOS).
— En fecha 26 de septiembre de 2017, se pagó Bs. 19.000,00 (DIECINUEVE
MIL 00/100 BOLIVIANOS).
En suma, se habría hecho el pago -refieren los actores- por un monto total de Bs.
182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y CINCO
00/100 BOLIVIANOS).
4. Que, posterior al pago total de la deuda, en fecha 14 de noviembre de 2017, el Banco
de Crédito de Bolivia S.A., habría presentado el desistimiento de la acción, la cual fue
aprobada por el Juez de la causa, en forma pura y simple, sin costas; en consecuencia,
se procedió al levantamiento de las medidas cautelares.
CONSIDERANDO II. Que, una vez admitida la demanda incoada por los actores, por
medio del Auto Interlocutorio No. 88/2019, de fecha 12 de febrero de 2019, cursante a fs. 171
de obrados. Dicho acto procesal se corrió en traslado a la parte demandada, Sr. Brian Stiven
Cusi Nina, mediante cedulón pegando en su domicilio real, conforme consta en diligencia de
fs. 173 de obrados; por tanto, se da por legalmente citado y emplazado con la demanda
cursante a fs. 151 - 153 vlta., subsanación de fs. 169 - 169 vlta. de obrados, sobre repetición.
Que, conforme a los datos del proceso, el sujeto pasivo de la presente causa no habría
realizado ningún acto de postulación, dicho sea, no habría contestado la demanda en ninguna
de sus formas, no habría opuesto excepciones, ni reconvenido la demandada conforme a
derecho. En tal sentido, no existen hechos controvertidos, extintivos, modificativos o
impeditivos.
Que, habiendo sido citado en su domicilio real al Sr. Brian Stiven Cusi Nina, no habría
comparecido a juicio. Al no presentarse, ni responder la presente demanda dentro de los plazos
establecidos por el Código Procesal Civil, se emitió la DECLARACIÓN DE REBELDÍA,
mediante Auto de fecha 04 de abril de 2019, cursante a fs. 174 vlta. de obrados; en ese mismo
tenor, habría sido legalmente notificado con dicho Auto de declaratoria de rebeldía en su
domicilio real, tal como se evidencia por la diligencia de fs. 176 de obrados. Cabe señalar que,
el demandado confirma su rebeldía al no acudir, asistir o comparecer a juicio, toda vez que no
se presentó en la Audiencia Preliminar ni en la Audiencia Complementaria.
CONSIDERANDO III. Que, en cumplimiento al Art. 365 del Código Procesal Civil,
se señaló Audiencia Preliminar mediante el Auto de fecha 22 de julio de 2019, cursante a fs.
189 de obrados, la cual se llevó a cabo en fecha 05 de agosto de 2019, con los detalles que
cursan en el Acta de Audiencia Preliminar de fs. 191 - 192 de obrados, donde no se alegaron
hechos nuevos, señalando -ergo- el objeto de la prueba, es decir, fijando lo hechos que se
someterán discusión en el proceso, los cuales fueron deducidos -fijados- de los hechos
alegados o afirmados en el escrito de la demanda. En tal sentido, se calificó el proceso
contradictorio de hecho, dicho sea, como aquel proceso de cognición o de conocimiento,
calificándolo como “de hecho”, donde existe la carga de probar los hechos constitutivos
alegados por el actor. Así mismo, se determinó como objeto del proceso o litigio, vale decir,
la pretensión principal seria: el pago y restitución de sumas de dinero, por el valor de Bs.
182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y CINCO 00/100
BOLIVIANOS).
Que, por lo mismo, en Audiencia Preliminar -conforme consta en Acta- se fijó los
hechos que deberán ser objeto de prueba. Conforme Acta de Audiencia Preliminar,
constituyen los siguientes:
— La parte actora debe demostrar haber cancelado la suma de dinero referida (en
su pretensión principal).
— La parte actora debe demostrar que ellos (José Luis Calle Apaza y Bárbara
Romualda Nina Mamani) se encontraban en la obligación de cancelar dicho
monto.
— La parte actora debe demostrar que dicha deuda ha sido cancelada en su
totalidad, por ende, la obligación se encuentra absuelta y liberada en el sistema
bancario.
— La parte actora debe demostrar la existencia del orden de desembolso que
evidencia el desembolso o recibo de dinero a favor del deudor principal y no a
favor de los actuales demandantes (fiadores).
Que, conforme a lo establecido en Audiencia Preliminar, esos hechos resultan ser el
objeto de la prueba, las cuales serán sometidas a comprobación con respecto al medio de
prueba ofrecido por la parte actora, conforme al principio de necesidad probatoria y el
principio de adquisición o comunidad de la prueba.
I. PRUEBA APORTADA POR LA PARTE ACTORA.
Que, conforme queda establecido en el acto de postulación de los actores, se tiene el
siguiente medio probatorio:
Prueba documental. - Téngase presente que, la parte actora únicamente habría ofrecido
prueba documental. En tal sentido, no existen otros medios probatorios -o elementos
aportados- para generar convicción en la Autoridad Jurisdiccional. En tal sentido, la parte
actora en calidad de prueba documental pre-constituida presentada conjuntamente con la
demanda, adjuntó los siguientes documentos:
1. A fs. 1-2 de obrados, en calidad de fotocopia simple, una copia de la Cedula
de Identidad de los demandantes, los esposos, José Calle Apaza y Bárbara
Romualda Nina Mamani.
2. A fs. 3-13 de obrados, en calidad de fotocopias legalizadas, el Contrato de Préstamo,
mediante Escritura Publica No. 2185/2014, de fecha 13 de mayo de 2014, emitido por
la Notaria de Primera Clase No. 3, a cargo de la Notario Dra. Patricia Rivera
Sempertegui.
3. A fs. 14-15 de obrados, en calidad de copias, la Orden de Desembolso a favor de Brian
Stiven Cusi Nina, por la suma de Bs. 180.000,00 (CIENTO OCHENTA MIL 00/100
BOLIVIANOS).
4. A fs. 16-20 de obrados, en calidad de originales, los Comprobantes de Deposito
Bancario No. 3263478 y No. 3264000, a favor del Banco de Crédito de Bolivia S.A.
5. A fs. 21 de obrados, en calidad de copias, la Certificación emitida por el Banco de
Crédito de Bolivia S.A., en el que se certifica que José Luis Calle Apaza habría
realizado el pago total de la deuda.
6. A fs. 22 de obrados, en calidad de literal, Croquis de domicilio del demandado.
7. A fs. 23-149 de obrados, en calidad de fotocopias legalizadas, legajos del proceso
ejecutivo iniciando por el Banco de Crédito de Bolivia S.A., en contra de Brian Stiven
Cusi Nina (deudor principal, ahora demandando) y José Calle Apaza y Bárbara
Romualda Nina Mamani (fiadores, ahora demandantes).
8. A fs. 168 de obrados, en calidad de original, Certificación emitida por el Banco de
Crédito de Bolivia S.A., actualizada al 08 de febrero de 2019, referente al pago total
realizado por los demandantes, sobre deuda contraída por el Sr. Brian Stiven Cusi
Nina.
Que, en tal sentido, resultan ser los únicos documentos adjuntados u ofrecidos por la
parte actora, siendo la prueba documental el único medio probatorio a considerarse para la
presente causa.
II. PRUEBA APORTADA POR LA PARTE DEMANDADA.
Que, como se ha señalado ut supra, la parte demandada no habría aportado ningún
medio probatorio, toda vez que no habría comparecido para asumir defensa, actuando en una
situación omisiva o de simple expectativa. Dicho aspecto puede corroborarse de la declaratoria
de rebeldía cursante en autos; máxime, si tampoco el sujeto de la litis pasiva habría
comparecido en audiencia preliminar ni en la audiencia complementaria. Por lo demás,
vencido el periodo para asumir defensa, el Sr. Brian Stiven Cusi Nina, no tendría posibilidad
de aportar otro medio probatorio (salvo excepciones, como hechos nuevos o pruebas de
reciente obtención), no como efecto negativo derivado de la rebeldía, sino por efecto derivado
de la preclusión.
CONSIDERANDO III. Que, de la revisión de los antecedentes procesales, lo alegado
por la parte actora, la prueba documental como único mecanismo probatorio, las literales o
documentos desglosados, la calificación del proceso y el establecimiento de los hechos a
probarse descritos ut supra, se tiene que establecer que hechos fueron probados o, en su
defecto, que hechos no fueron probados. Por tanto, se llegó a los siguientes aspectos de orden
valorativo y de convencimiento:
I. HECHOS PROBADOS POR EL ACTOR.
Al respecto, como se advirtió líneas arriba, el medio probatorio planteado por la parte
demandante fue de carácter documental. Así mismo, se tiene establecido que por Acta de
Audiencia Preliminar, cursante a fs. 191 - 192 de obrados, el presente despacho judicial
califico el proceso como contradictorio (ordinario) de hecho; por lo mismo se estableció el
objeto de la prueba, donde la parte demandante tuvo que probar los hechos estrictamente
establecidos; en tal sentido, la parte demandante aporta otros elementos probatorios en su
subsanación, sin embargo, ratifica los elementos presentados a través de su demanda ordinaria.
Previamente, sobre la prueba documental aportada, se puede señalar que la mayor parte
de los documentos al tratarse de documentos originales y fotocopias legalizadas, tienen toda
la fuerza probatoria de un documento público según lo establecen los Artículos 1287, 1289-I,
1296 y 1309 del Código Civil, el Art. 149 y150 del Código Procesal Civil; disposiciones
mismas señalan que, a lo sumo, tanto los documentos públicos, los certificados expedidos por
los representantes del Estado, los testimonios y las fotocopias legalizadas elaborados por
funcionarios públicos, gozan de presunción de autenticidad, ergo, hacen plena prueba. A
continuación, se desglosa que hechos fueron probados por el actor:
— Respecto al primer (1°) punto: La parte actora debe demostrar haber cancelado
la suma de dinero referida (en su pretensión principal). - Los demandantes
habrían adjuntado documentación idónea para tal fin, así pues, se adjunta
documentación que acredita dicho extremo, como ser los -en primera instancia-
Comprobantes del Depósito Bancario No. 3263478 y No. 3264000, en
originales, cursantes a fs. 16 - 20 de obrados. Por su parte, también, adjuntan a
fs. 21 de obrados, en calidad de copias, la Certificación emitida por el Banco de
Crédito de Bolivia
S.A., en el que se certifica que José Luis Calle Apaza habría realizado el pago
total de la deuda, dicho extremo se habría reforzado -generado mayor
convicción- con la presentación en original y actualizada de dicha certificación,
como consta a fs. 168 de obrados, la Certificación (calidad de original) emitida
por el Banco de Crédito de Bolivia S.A., actualizada al 08 de febrero de 2019,
referente al pago total realizado por los demandantes, sobre deuda contraída por
el Sr. Brian Stiven Cusi Nina, bajo el siguiente detalle: En fecha 29 de mayo de
2015, se pagó Bs. 32.185,00 (TREINTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y
CINCO 00/100 BOLIVIANOS); en fecha 13 de septiembre de 2017, se pagó
Bs. 131.000,00 (CIENTO TREINTA Y UNO MIL 00/100 BOLIVIANOS); en
fecha 26 de septiembre de 2017, se pagó Bs. 19.000,00 (DIECINUEVE MIL
00/100 BOLIVIANOS); en suma, se habría hecho el pago -refieren los actores-
por un monto total de Bs. 182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL
CIENTO OCHENTA Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS). Finalmente, de fs. 23
- 149 de obrados, se tiene todo el legajo del dossier -en calidad de fotocopias
legalizadas- del proceso ejecutivo iniciando por el Banco de Crédito de Bolivia
S.A., en contra de Brian Stiven Cusi Nina (deudor principal, ahora demandando)
y José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani (fiadores, ahora
demandantes), donde se muestra un amplio antecedente respecto a la obligación
dineraria y el desistimiento hecho por el acreedor originario, que da fin a dicha
causa.
— Respecto al segundo (2°) punto: La parte actora debe demostrar que ellos (José
Luis Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani) se encontraban en la
obligación de cancelar dicho monto. - En tal caso, la parte activa, a los fines de
acreditar dicho extremo, habría adjuntado a fs. 3 - 13 de obrados, en calidad de
fotocopias legalizadas, el Contrato de Préstamo, mediante Escritura Publica No.
2185/2014, de fecha 13 de mayo de 2014, emitido por la Notaria de Primera
Clase No. 3, a cargo de la Notario Dra. Patricia Rivera Sempertegui, documento
donde se demuestra la relación jurídica obligatoria, donde la cláusula primera,
en su apartado 1.9. (garantía), se estipula una relación obligatoria entre el Banco
de Crédito de Bolivia S.A., y Brian Stiven Cusi Nina (deudor principal), José
Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani (fiadores), empero, es menester
señalar que dicho estipulado conviene que las garantías personales -entiéndase
a los fiadores- se habrían constituido con el “...carácter de fianza solidaria e
indivisibles y los fiadores toman para sí las estipulaciones de este contrato sin
reserva, limitación ni exclusión alguna.” (sic.), por lo que, dicha obligación al
ser de carácter -inclusive- más mercantil que civil, se habría consolidado y
convenido con el régimen de solidaridad, que hace generar la obligación
inmediata en los fiadores, los cuales no pueden alegar beneficio de excusión ni
el beneficio de división. Por su parte, también adjuntado todo el legajo
(fotocopias legalizadas) del proceso ejecutivo, fs. 23-149 de obrados, iniciando
por el Banco de Crédito de Bolivia S.A., en contra de Brian Stiven Cusi Nina
(deudor principal) y José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani
(fiadores), demostrando que se el acreedor originario habría exigido -e
intimado- el pago total y la satisfacción completa de su derecho de crédito,
ubicándoles en una misma y similar condición como emergencia de la
solidaridad.
— Respecto al tercer (3°) punto: La parte actora debe demostrar que dicha deuda
ha sido cancelada en su totalidad, por ende, la obligación se encuentra absuelta
y liberada en el sistema bancario. - Dicho extremo habría sido de igual forma
probado, siendo que lo actores adjuntan a fs. 16 - 20 de obrados, en calidad de
originales, los Comprobantes de Depósito Bancario No. 3263478 y No.
3264000, a favor del Banco de Crédito de Bolivia S.A., demostrando el pago
consignado y realizado por los fiadores (ahora demandantes). Del mismo modo, con
mayor pertinencia, adjuntan a fs. 21 de obrados, en calidad de copia, la
Certificación emitida por el Banco de Crédito de Bolivia S.A., en el que se
certifica el pago total realizado por José Luis Calle Apaza; empero, dicho
aspecto se habría reforzado -por decirlo de algún modo- con la presentación, a
fs. 168 de obrados, en calidad de original y actualizado, la Certificación emitida
por el Banco de Crédito de Bolivia S.A., actualizada al 08 de febrero de 2019,
referente al pago total realizado por los demandantes, sobre la deuda contraída
por el Sr. Brian Stiven Cusi Nina (deudor principal, ahora demandado).
— Respecto al cuarto (4°) punto: La parte actora debe demostrar la existencia del
orden de desembolso que evidencia el desembolso o recibo de dinero a favor
del deudor principal y no a favor de los actuales demandantes (fiadores). -
Dicho aspecto seria comprobado por los actores, bajo la presentación a fs. 3 -
13 de obrados, en calidad de fotocopias legalizadas, el Contrato de Préstamo,
mediante Escritura Publica No. 2185/2014, de fecha 13 de mayo de 2014,
emitido por la Notaria de Primera Clase No. 3, a cargo de la Notario Dra.
Patricia Rivera Sempertegui, donde se comprueba los términos y condiciones
de la relación obligatoria, señalando al Sr. Brian Stiven Cusi Nina, como el
beneficiario del crédito al tener calidad de “deudor principal”. Por su parte, con
más ahínco, se tiene a fs. 14-15 de obrados, en calidad de copias, la Orden de
Desembolso a favor de Brian Stiven Cusi Nina, por la suma de Bs. 180.000,00
(CIENTO OCHENTA MIL 00/100 BOLIVIANOS), las cuales dan cuenta del
beneficio crediticio a favor del actual demandado.
CONSIDERANDO IV. Que, de la revisión de los antecedentes procesales, lo alegado por los
actores, los mecanismos probatorios y las pruebas valoradas, se establecen las siguientes
conclusiones de orden legal y doctrinal:
I. SOBRE LA TEORÍA DEL CONTRATO DE FIANZA Y LA EVENTUAL
REPETICIÓN APLICABLE A LA PRETENSIÓN DEL ACTOR.
1. Inicialmente, debe establecerse que las partes se encuentran dentro de un proceso
civil ordinario de hecho, que per se constituye la conformación de una relación
jurídica-procesal. En tal virtud, las partes se encuentran reconocidas como personas
o sujetos de derecho; en tal sentido, ambas partes actúan conforme la teoría de las
partes, es decir, se someten a los principios de dualidad, igualdad y contradicción.
Aclarado dicho extremo, es menester aclarar que la presente causa “ordinaria” es
emergencia del pago realizado por los fiadores dentro de un juicio “ejecutivo”; dicho
sea, la presente causa es emergencia del instituto de la “repetición” (analizada ut
infra). De ahí que, se debe estudiar la relación obligatoria originaria, de la cual -por
esencia- se desprende el instituto jurídico del juicio de repetición o reintegro.
2. Ciertamente, de manera inicial, existió un vínculo obligacional entre dos sujetos: por
un lado, el Banco de Crédito de Bolivia S.A., como estipulante y el Sr. Brian Stive
Cusi Nina, como promitente. Es en aquella relación jurídica obligatoria, donde se
ofrece “accesoriamente” -como por naturaleza debe ser- a la pareja, Sres. José Calle
Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani, como fiadores o garantes. Ahí es donde
interesa comprender lo que implica la “fianza”. Conforme a los añorados civilistas
de antaño, conocidos generalmente como Los Hermanos Mazeaud, esta figura debe
ser entendida como “... el contrato por el cual una persona, llamada 'fiador' o
fidejusor', contra el compromiso de pagarle al acredor, si el deudor, llamado
'deudor principal' no cumple.” (sic.) (MAZEAUD, Jean; MAZEAUD Henri;
MAZEAUD León. Lecciones de Derecho Civil.
Parte Tercera. Volumen I - Garantías. Buenos Aires: E.J.E.A.; p. 25). Del mismo
modo, el egregio jurista boliviano, Carlos Morales Guillen -al mismo tenor que
Scaevola- refería que: “La fianza es un contrato consensual, unilateral y accesorio,
con el cual una persona se obliga a cumplir determinada obligación ajena, cuando
el deudor o persona garantizada no la satisface en el tiempo y condición
estabulados” (MORALES GUILLEN, Carlos. Código Civil. Concordado y anotado -
Tomo II; ed. 4ta, 1994. La Paz: GISBERT y CIA S.A.; p. 1178). Es en tal sentido
que, los sujetos originarios de la obligación, habrían sido el Banco de Crédito de
Bolivia S.A. y el Sr. Brian Stive Cusi Nina; empero, de manera “accesoria” se habría
convenido una fianza, la cual resulta ser entre el Banco de Crédito de Bolivia S.A. y
los Sres. José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani; donde estos últimos
se comprometen a cumplir la obligación en caso de incumplimiento del deudor
principal. Ese mismo tenor lo expresa el Código Civil boliviano, cuando en el
parágrafo I del Art. 916, manda: “Articulo 916. (Noción). I. La fianza es el contrato
en el cual una persona se compromete a responder por las obligaciones de otra.”,
fue lo que ocurrió en este caso, pues, los fideyusores recaerían en la pareja, José Calle
Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani, los cuales se habrían comprometido a
responder por la obligación contraída por el “fiado”, Sr. Brian Stive Cusi Nina;
aspecto verificado conforme al Contrato de Préstamo elevado a Escritura Publica No.
2185/2014, de fecha 13 de mayo de 2014, emitido por la Notaria de Primera Clase
No. 3, a cargo de la Notario Dra. Patricia Rivera Sempertegui, adjuntado como
fotocopia legalizada en calidad de prueba a fs. 3 - 13 de obrados.
3. Ese extremo es importante, toda vez que comprendida la naturaleza de dichocontrato,
se dejó en claro su carácter “accesorio” y, por ende, su elemento de “subsidiariedad";
ello significa que -por regla general-, los fiadores deben de cumplir su obligación “a
falta de”. Esa situación se aprecia mucho en el campo civil, por lo que los fiadores
pueden alegar (i) beneficio de excusión, discusión y orden y (ii) beneficio de división,
conforme los Art. 925 y 931 del Código Civil, respectivamente. Sin embargo, en la
presente causa no resulta tan sencillo, puesto que la obligación contraída resulta
estipular una “fianza solidaria” y no una fianza simple. Analicemos este punto:
3.1. Resulta importante mencionar que, existen variaciones respecto a la fianza o
“caución”. Entre ellas se encuentran distinguidas las fianzas civiles y
comerciales; lo que va en consonancia con la distinción entre fianzas simples
y fianzas solidarias. En todo caso, cabe aclarar que la fianza civil por esencia
es “simple”, situación distinta a la fianza comercial donde se presume su
“solidaridad”. El eximio civilista argentino, Guillermo Borda -en lo principal-
deja en claro que: “En la fianza convencional típica o simple, el fiador goza
de los beneficios de excusión y, si existen varios fiadores, de división de la
deuda entre ellos. Pero si el fiador asume su garantía como carácter
solidario, queda privado de dichos beneficios; el acreedor puede dirigirse
directamente contra el fiador sin necesidad de ejecutar los bienes del deudor
principal y puede demandar por el total a cualquiera de los fiadores...”
(BORDA, Guillermo. Tratado de Derecho Civil: Tomo II - Contratos; ed. 8va,
2017. Buenos Aires: Abeledo-Perrot; pp. 503-504). Este aspecto es relevante,
pues, en la presente causa, se habría estipulado contractualmente que los
fiadores sean solidarios e indivisibles (este respecto, siempre, al objeto), por
lo que no gozarían del beneficio de excusión ni el beneficio de división, por
lo que el acreedor podría dirigirse directamente contra los bienes de los
fiadores y demandar a cualquiera -tanto deudor principal y deudores
subsidiarios (fiadores)- el total de la prestación debida.
3.2. Por su parte, también es menester establecer otro aspecto relevante, la
“solidaridad” debe ser pactada. Dicho aspecto es extensible a la fianza, pues,
en caso de “co-fianza”, en materia civil, la misma es siempre simple y no
solidaria, salvo pacto en contrario, toda vez que es extensible. En esa lógica,
si se quiere una fianza solidaria, se debe pactar de manera expresa, conforme
al Art. 435 del Código Civil, cito: “Articulo 435. (Existencia de la
mancomunidad solidaria). Salvo convenio expreso la mancomunidad
solidaria no existe sino en los casos establecidos por la ley.”. De ahí que, la
obligación de los fiadores de pagar el total del crédito se hizo exigible en la
vía ejecutiva, máxime si la cláusula primera, en su apartado 1.9. (garantía) del
Contrato de Préstamo, mediante Escritura Publica No. 2185/2014, de fecha
13 de mayo de 2014, emitido por laNotaria de Primera Clase No. 3, a cargo
de la Notario Dra. Patricia Rivera Sempertegui, se estipuló que las garantías
personales -entiéndase a los fiadores- se habrían constituido con “...carácter
de fianza solidaria e indivisibles y los fiadores toman para sí las
estipulaciones de este contrato sin reserva, limitación ni exclusión alguna.”
(sic.). De ahí que, al existir la solidaridad, el pago realizado por el Sr. José
Calle Apaza, al ser solidario, habría liberado a la co-fiadora, Bárbara
Romualda Nina Mamani y, por anexo, al deudor principal, Brian Stive Cusi
Nina.
3.3. En el mismo tenor del párrafo anterior, se debe acotar que la naturaleza del
Contrato de Fianza realizado -de manera accesoria- en la presente causa, se lo
puede catalogar como mercantil o comercial. Es así que, al ser acreedor
originario, el Banco de Crédito de Bolivia S.A., este es comerciante, por lo
que sus acciones son “actos de comercio”. Hecho que se puede constatar de
la naturaleza misma de la fuente contractual que origino la obligación de los
fiadores. En tal sentido, la misma -al ser mercantil- se presume solidaria. Por
lo tanto, los fideyusores se encontraban en la obligación de pagar de manera
conjunta al deudor principal, ante el hecho de su incumplimiento, sin la
posibilidad de alegar beneficio de excusión o división. Esto en consonancia
con la doctrina que considera que: “. cuando la fianza es voluntaria, el fiador
se declara solidario del deudor principal y, al mismo tiempo, sin hay
pluralidad de fiadores, de sus cofiadores.” (MAZEAUD, Jean; MAZEAUD
Henri; MAZEAUD León. Lecciones... ob. cit.; pp. 67-68).
De ahí que, la fianza resulta -en la presente causa- ser del tipo solidario, así
también, indivisible por el objeto.
4. Ahora bien, comprendido dicho aspecto, se debe referir al tema en cuestión, es decir:
la repetición. En los hechos que nos compete, los fiadores -al ser solidarios- habrían
efectuado el pago total de la prestación, ello ante el incumplimiento culposo del
deudor principal, ello es evidente a fs. 168 de obrados, cuando los actores adjuntan,
en original, la Certificación emitida por el Banco de Crédito de Bolivia S.A.,
actualizada al 08 de febrero de 2019, referente al pago total realizado José Calle
Apaza, liberando a los deudores con respecto al acreedor. Sin embargo, ese no sería
el único efecto, pues, también surgen efectos respecto al fiador y el deudor.
Ciertamente, el Art. 933 del Código Civil, nos manda: “Articulo 933. (Derecho de
repetición del fiador contra el deudor principal). I. El fiador que ha pagado puede
repetir contra el deudor principal, se haya dado la fianza con noticia del deudor o
sin ella. II. La repetición comprende el capital, los intereses y los gastos pagados
por cuenta del deudor, así como los intereses sobre tales desembolsos a partir del
día del pago. Sin embargo, el fiador sólo puede repetir por los gastos judiciales a
partir del aviso que de la demanda dio al deudor. III. También el fiador puede repetir
por el resarcimiento del daño, si ha lugar.”. Estos aspectos son enteramente
subsumidos con respecto a la presente causa, para lo cual es necesario aclarar que
aparecen ciertos efectos, como la repetición y, en consecuencia, la subrogación,
veamos:
4.1. Existe un instituto muy interesante dentro de las garantías personales, la cual
se expresa como un “efecto” de la fianza, que surge entre deudor y el fideyusor
cuando el primero incumple. Se trata de la repetición ordinaria (en
contraposición a la extraordinaria), también denominada de otras formas, sea
“acción de repetición”, “acción de reintegro”, “acción de regreso” o “acción
de rembolso”. En tal caso, se trata de un derecho conferido al fiador que paga,
para que, por imperio de la ley, pueda repetir el pago contra el deudor
principal. De ahí que, podríamos decir que, el Art. 933 del Código Civil
boliviano, “...asegura, al fiador que haya pagado, una repetición contra el
deudor principal.” (MAZEAUD, Jean; MAZEAUD Henri; MAZEAUD León.
Lecciones... ob. cit.; p. 56). A decir verdad, este es tan solo uno de los efectos.
Como se ha dicho, el pago realizado por los fiadores, hace surgir un derecho
de crédito para el solvens; por ello, cuando, en la presente causa, el Sr. Juan
Calle Apaza realiza el pago al acreedor original, Banco de Crédito de Bolivia
S.A., habría hecho surgir ex novo un derecho crédito a favor de ambos fiadores
(por la solidaridad), José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani, en
contra del deudor principal, Brian Stiven Cusi Nina.
4.2. Por su parte, este aspecto es -per se- una garantía para los fiadores, pues, en
caso de solventar la deuda, siempre deben tener latente la posibilidad de
repetir dicha obligación. Sin embargo, ese efecto es derivado de la
subrogación operada del fiador en lugar del acreedor; de ahí que, el eximio
civilista, Roberto de Ruggiero, refería que devolución o regreso, es “...una
acción de reembolso contra el deudor principal (aun cuando la fianza se
prestara ignorándolo éste) para repetir el capital los intereses y los gastos.
Esta acción es una consecuencia de la subrogación del fiador en los derechos
todos del acreedor por consecuencia del pago...” (DE RUGGIERO, Roberto.
Instituciones de Derecho Civil: Volumen segundo; ed. 4ta, 1931. Madrid:
Editorial Reus S.A.; p. 611). Entonces, lo que opera aquí, también, el efecto
de la subrogación. Pues, dicho de otro modo, el pago del fiador subroga en
sus derechos al acreedor, vale decir, con el pago del deudor principal se le
subroga o sustituye legalmente en la misma situación del acreedor. Ese
mismo efecto, denunciaba el jurista italiano, Francesco Messineo, cito: “El
fiador queda subrogado (o sea, que se sustituye) en los derechos que el
acreedor tenia frente al deudor principal; y esto atribuye ya al fiador un título
para accionar con el deudor, tal como podía accionar el acreedor (el llamado
beneficium cedendarum actionum).” (MESSINEO, Francesco. Manual de
Derecho Civil y Comercial: Derecho de las obligaciones. Parte General-
Tomo IV; 1971. Buenos Aires: E.J.E.A.
S.A.; p. 138). Esta situación se hace latente en la presente causa.
4.3. En ese tenor, como referimos ut supra, cuando el deudor José Calle Apaza
realiza el pago se subroga, y subroga a la co-fiadora, Bárbara Romualda Nina
Mamani en los derechos que el acreedor tenia frente al deudor principal.
Conforme a lo establecido por el Art. 934 del Código Civil, cuando manda:
“Articulo 934. (Cuando se subroga el fiador en los derechos del acreedor).
El fiador que ha pagado la deuda se subroga en todos los derechos contra el
deudor”. Por ello, operada la subrogación se dará una “. sustitución del
pagador, del fiador, en el lugar del acreedor, en su mismo lugar y sus
ventajas, como si fiera el propio acreedor en todos los derechos que a éste
correspondían, ya sea frente al deudor mismo, ya sea frente a terceros.”
(MORALES GUILLEN, Carlos. Código Civil... ob. cit.; p. 1198). A propósito
de esto último, dicho beneficio surge por imperio de la ley, al ser una suerte
de “subrogación legal”, ello en concordancia con el Art. 326 del Código Civil,
puesto que, dicha subrogación nace ope legis en el momento del pago, vale
decir, en el preciso momento del pago ya se hace efectiva la sustitución, de
ahí que el eximio civilista, Rafael Rojina Villegas refiriera que: “...ésta en
realidad opera por ministerio de la ley, cuando el que paga una obligación
de la que no es deudor, tiene no obstante interés jurídico en el cumplimiento
de la misma.” (ROJINA, Rafael. Compendio de Derecho Civil: Contratos -
IV.; ed. 27ma, 1962. México: Editorial Porrua S.A.; p. 380), siendo que tiene
interés al ser deudor subsidiario, sin confundirlo -de ningún modo- como
deudor principal.
4.4. En el presente caso, cuando los deudores subsidiarios (fideyusores), José
Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani, se liberan al realizarse el
pago del primero al Banco de Crédito de Bolivia S.A., por imperio de la ley
(ex lege) se subrogan en los derechos de este último, es decir, aparece la
beneficium cedendarum actionum,
pudiendo actuar (los fiadores) en contra patrimonio del deudor principal, Sr.
Brian Stive Cusi Nina. Esta legitimidad opera en el preciso momento del pago,
es decir, en las fechas solventadas y consignadas a fs. 168 de obrados, donde
se adjunta en calidad de original la Certificación emitida por el Banco de
Crédito de Bolivia S.A., actualizada al 08 de febrero de 2019, referente al pago
total realizado por los demandantes; en tal caso, los fiadores se subrogan con
el acreedor, pues, es precisamente a este a quien se solventa el pago, conforme
los Comprobantes de Depósito Bancario No. 3263478 y No. 3264000, a favor
del Banco de Crédito de Bolivia S.A., cursante a fs. 16-20 de obrados, en
calidad de originales.
4.5. Finalmente, cabe mencionar que el hecho de la subrogación, es uno de los
efectos -paralelos- de la repetición; es decir, siendo fiadores subrogados, se
hace operable los efectos personales, de crédito u obligaciones. De ahí que,
puede exigir el regreso o reintegro de todo
10 que este haya pagado, es decir, puede solicitar: “...1) todo lo que hubiese
pagado por capital, intereses y costas; 2) los intereses legales sobre la suma
que él haya debido pagar, desde el momento del pago; es decir, sin necesidad
de interpelación, porque la mora se produce ipso iure; 3) finalmente, podrá
reclamarle la indemnización de todo perjuicio que el haya sobrevenido al
fiador como consecuencia de la fianza prestada, a menos que el daño se haya
ocasionado por su propia culpa.” (BORDA, Guillermo. Tratado... ob. cit.; p.
524), conforme y concordante, in totum, a los parágrafos
11 y III del Art. 933 del Código Civil boliviano. Se trata de un derecho de
crédito generado ex novo sobre la cabeza de los fdeyusores subrogados: José
Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani, que debe ser solventado y
honrado por Brian Stive Cusi Nina, ahora deudor de los fiadores subrogados
ope legis.
II. SOBRE LA REBELDÍA O CONTUMACIA DEL LITIS PASIVO EN LA CAUSA
ORDINARIA.
1. Téngase presente que el demandado de la presente causa, no se habría hecho presente
a juicio, optando por una conducta pasiva o, valga la aclaración, en situación de mera
expectativa. A los efectos de la emisión de la respectiva sentencia, es menester aclarar, de
algún modo, la incomparecencia del sujeto pasivo, a los efectos de recalcar el respecto
al debido proceso y el derecho a la defensa. Conforme a los datos del proceso,la conducta
del sujeto pasivo siempre habría sido muy esquiva, toda vez que tampococompareció
de forma activa en el juicio ejecutivo seguido por el Banco de Crédito deBolivia S.A.,
así mismo, tampoco compareció en el presente juicio, pese a su legal citación y
emplazamiento. En tal sentido, opero la figura de la rebeldía, lo cual a priori no representa
desventaja -hay que decirlo- para con el Sr. Brian Stive Cusi Nina; al contrario, la
presente Autoridad Jurisdiccional siempre ha velado por mantenerpresente o hacer
posible el principio de dualidad, principio de igualdad y principio de contracción de
las partes.
2. Ahora bien, debemos referir sobre lo que debe comprenderse por rebeldía. A decir
verdad, es una situación bastante peculiar, pues, según la doctrina “. es una situación
de hecho que consiste en no comparecer al proceso cuando ha vencido el plazo para
la contestación.” (PARADA MENDÍA, Alex. Procesos de Conocimiento. Anotaciones
a los arts. 362 a 396 del Código Procesal Civil; 2018. Santa Cruz de la Sierra: El
Pais; p. 44). Aquella situación es igualmente conocida como “contumacia”. Este
punto es tratado de distintas formas en la legislación comparada, por ende, sus
requisitos son distintos; por lo demás, el gran procesalista alemán, James
Goldschmidt, lo entendía como “La inactividad que tiene su manifestación en el
hecho de no comparecer en audiencia [entiéndase: juicio] para debatir sobre el fondo
del negocio, recibe el nombre de inactividad total o contumacia.'’"
(GOLDSSCHMIDT, James. Derecho Procesal Civil; ed. 2da, 1936. Barcelona:
Editorial Labor S.A.; p. 208). Por otro lado, también el Vocabulario del añorado
Eduardo J. Couture, lo describe como: “.. .omisión del litigante, normalmente el
demandado, de comparecer a estar a derecho, cuando ha sido emplazado
personalmente en el país, absteniéndose de participar en el proceso que se le sigue."",
una línea después, a propósito del acuse de rebeldía, lo identifica como “Omisión del
litigante de realizar un acto procesal concreto, tal como evacuar un traslado o una
vista, dentro del término dado para ello"" (COUTURE, Eduardo J. Vocabulario
Jurídico; 1988. Buenos Aires: Depalma; p. 502). De ahí que, puede colegirse varios
requisitos; sin embargo, sus requisitos varían (supra) en cada orden, es decir, no solo
hace falta la incomparecencia, sino otros elementos -para el ordenamiento jurídico
procesal- como: (i) que el demandado este válidamente citado y emplazado; (ii) que
haya transcurrido el plazo para la contestación encontrándose inactivo; (iii) que esté
vencido el plazo de contestación y el demandado no haya comparecido al proceso; y,
(iv) que exista resolución judicial que declare la rebeldía del demandado. Todos esos
puntos se cumplen en la causa, véase:
2.1. Al requerimiento de que el demandado este válidamente citado. - Se tiene que
el demandado, Sr. Brian Stive Cusi Nina, fue legalmente citado por el
diligenciero del juzgado, en fecha 28 de febrero de 2019, conforme consta en
la diligencia de fs. 173 de obrados, donde consta el cedulón pegado en el
domicilio del demandado, en presencia de un testigo de actuación y demás
requisitos y formalidades establecidas por la Ley 439. Este punto es
fundamental, toda vez que se le garantiza su participación posterior en el juicio,
empero siempre aceptando el proceso in statu et terminis, pues, no puede
pretender degradar el litigio conforme el principio de preclusión y
eventualidad, salvo que -y eso se busca evitar-, siendo “. nula la notificación
del traslado de la demanda, o demostrándose la existencia de un hecho
impeditivo de la comparecencia (fuerza mayor insuperable, por ejemplo),
pueda eventualmente declararse la nulidad de lo actuado, que cabría obtener
mediante la promoción del respectivo incidente.” (PALACIO, Lino E. Manual
de Derecho Procesal Civil; ed. 17ma, 2003. Buenos Aires: Abeledo-Perrot
S.A.; p. 261).
2.2. Al requerimiento de que haya transcurrido el plazo para la contestación. - Se
tiene que el demandado, no habría realizado ningún actuado procesal dentro
del cuaderno o dossier del litigio. En tal caso, conforme al par. III del Art. 363
del Código Procesal Civil boliviano, el plazo para contestar es de treinta (30)
días, aspecto que se habría cumplido, contando los días hábiles e inhábiles, al
tenor del Art. 90 de la Ley 439.
2.3. Al requerimiento de que esté vencido el plazo de contestación y el demandado
no haya comparecido al proceso. - Es una consecuencia del requisito anterior,
pues, vencido el plazo para la contestación, debe existir una inactividad total
(en palabras de Goldschmidt) por parte del demandado. Aspecto que se consta
en obrados, de tal manera que, ante la falta de movimiento de la causa, los
demandados se vieron en la necesidad de requerir la declaratoria de rebeldía.
2.4. Al requerimiento de que exista resolución judicial que declare la rebeldía del
demandado. - Es un elemento importante, pues, a fs. 174 vlta. de obrados,
consta el Auto de 04 de abril de 2019, declarando la rebeldía del Sr. Brian Stive
Cusi Nina, conforme al Art. 364 del Código Procesal Civil. Por lo cual fue
notificado con dicho auto en su domicilio real conforme a las reglas de la
rebeldía.
3. En tal caso, los requisitos para la aplicación de la rebeldía en nuestro orden jurídico
procesal, parecen estar cumplidos. Empero, lo que realmente interesa son los efectos;
parece necesario recalcar que, la rebeldía no habría generado en el sujeto pasivo
ningún perjuicio, pues, muchos aspectos podrían haber sido visto como desventaja,
por ello -verbigratia- la realización de notificaciones en estrados judicial no es
pernicioso, toda vez que es un efecto aplicable a ambas partes (si no señalan domicilio
procesal), máxime existiendo, incluso, la carga de apersonarse a estrados para ambas;
tampoco es pernicioso la imposibilidad de hacer uso del derecho de contradicción
(contestar, excepcionar o reconvenir), toda vez que “Lo que la Ley hace es dejar
precluir la posibilidad de hacerlo. En realidad, ese es 'castigo' que, como se observa,
no es producto o efecto de la rebeldía (que todavía no estará declarada
judicialmente), sino de la preclusión.” (PARADA MENDÍA, Alex. Procesos de
Conocimiento... ob. cit.; p. 364). En tal caso, no se castiga el no uso de actos de
postulación, sino la simple incomparecencia, así lo deja ver, también, acotado, el ya
varias veces citado, jurista cruceño, Alex Parada Mendía (Ph.D.), cuando refiere: “Lo
que el CPC 'castiga' es el hecho mismo de no comparecer. Por lo que el demandado
podrá contestar a la demanda, o no reconvenir ni excepcionar, pero si, dentro del
plazo previsto para la contestación, presentó escrito de comparecencia, no podrá ser
declarado rebelde.” (PARADA MENDÍA, Alex. Procesos de Conocimiento... ob. cit.;
p. 45). En tal caso, parece ser, que esos no son efectos del todo negativos propios de
la rebeldía, sino, más bien, efectos de la preclusión o, mejor, efectos negativos que el
mismo rebelde se ha procurado por no realizar una carga procesal, es decir, aspectos
que “...cuya insatisfacción trae consecuencias más o menos graves, como la pérdida
de una oportunidad procesal o de un derecho procesal (...) e inclusive la pérdida del
juicio” (DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Nociones Generales de Derecho Procesal
Civil; 1966. Madrid: Aguilar Madrid; p. 7).
4. En contraste, lo que sí parece perjudicar de la rebeldía propiamente dicha (no de la
preclusión o incumplimiento de cargas procesales, véase ut supra) es la “presunción
simple en su contra”. El parágrafo III del Art. 364 de la
Ley 439, manda: “Articulo 364. Rebeldía. (...) III. La rebeldía de la parte demandada
generará en su contra una presunción simple, respecto a los hechos alegados por el
actor en tanto no fueren contradichos”. Sin embargo, dicho efecto no es del todo
absoluto, pues, tampoco existe la “presunción de verdad" del Código de
Procedimiento Civil -declarada inconstitucional por la S.C. 03/2007, de 17 de enero-
; siendo que, tampoco puede declararse probada la demanda por la simple
incomparecencia del demandado, en tal caso, deberá probarse los hechos afirmados
por el actor, al tenor del principio de necesidad de la prueba. Parece importante citar
al interesante jurista boliviano, Alex Parada Mendía, que refiere in extenso lo
siguiente: “La presunción simple del art. 364 CPC no puede interpretarse, conforme
el espíritu del Código y la SC antes mencionada, como un efecto negativo en contra
del demandado. El juez no podrá fallar a favor del demandado sólo por su
incomparecencia en el plazo para contestar la demanda. Sólo podrá hacerlo, cuando
los hechos alegados en la demandada se encuentren plenamente probados. La
rebeldía no permite considerar (por el sólo hecho de la incomparecencia) como
ciertos y veraces los hechos alegados en la demanda, ya que esto contradice la tantas
veces alegada búsqueda de la verdad en el proceso. El juez ya no cumpliría con el
deber que le impone el art. 1.16 CPC. Y la sentencia se sustentaría en presunciones
y no en verdades ” (PARADA MENDÍA, Alex. Procesos de Conocimiento... ob. cit.; p.
50). Por lo mismo, la parte actora adjunta únicamente medio de prueba documental,
lo cual, resulta más que suficiente para demostrar los hechos y generar convicción en
el juzgador sobre los puntos o hechos de prueba.
5. Entonces, podemos decir que, la parte actora no se encuentra en una situación
aventajada. Ciertamente, los hechos alegados por los Sres. José Calle Apaza y Bárbara
Romualda Nina Mamani, gozan de la presunción simple, que deben ser probados en
su totalidad. Por lo mismo, la Autoridad Jurisdiccional habría calificado el proceso y
fijado los puntos a probar, por lo que el sujeto activo habría adjuntado medio de
prueba documental a tales fines. Por ello, la declaratoria en rebelada, no representa
desventaja -hay que decirlo- para con el Sr. Brian Stive Cusi Nina; al contrario, la
presente Autoridad Jurisdiccional siempre ha velado por mantener presente sus
derechos. De vuelta al punto de los hechos a probar, se habrían fijado ciertos puntos:
(i) La parte actora debe demostrar haber cancelado la suma de dinero referida (en su
pretensión principal); (ii) La parte actora debe demostrar que ellos (José Luis Calle
Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani) se encontraban en la obligación decancelar
dicho monto; (iii) La parte actora debe demostrar que dicha deuda ha sido cancelada
en su totalidad, por ende, la obligación se encuentra absuelta y liberada en el sistema
bancario; y, (iv) La parte actora debe demostrar la existencia del orden de desembolso
que evidencia el desembolso o recibo de dinero a favor del deudor principal y no a
favor de los actuales demandantes (fiadores). Aspectos que se debieron probar por el
actor (realizado conforme apartados anteriores), sin que la declaración de rebeldía del
demandado, haya colocado en una situación privilegiada a los fiadores subrogados.
III. SOBRE LA VÍA DE COGNICIÓN O PROCESO DE CONOCIMIENTO
ORDINARIO EN PRETENSIONES DE CONDENA.
1. Parece interesante señalar un aspecto fundamental, la pretensión deducida en la
demanda de repetición, tiene miras a la condena. Sin duda, se trata de un proceso sui
generis, toda vez que las pretensiones de condena son usadas dentro de procesos
ejecutivos, coactivos o, mejor, de ejecución. Es extraño encontrase con pretensiones
de condena en procesos ordinarios. La demanda de repetición o reintegro, parece
tener una sola vía: la ordinaria; siendo que, no existe una vía o procedimiento
especial para su tratado. Así se lo puede notar del Art. 362 de la Ley 439, cito:
“Articulo 362. Procedencia. I. El proceso ordinario procede en todos los casos en
que la Ley no señala otro especializado para su trámite.". En tal sentido, para la
acción de reembolso no existe otra vía más que la ordinaria.
2. Por su parte, siempre existe cognición dentro de las causas (incluso hay una “mínima
cognición” en ejecuciones); en tal caso, se habría calificado la causa como
contradictorio de hecho, pues, habían hechos que debían ser probados y,
eventualmente, contradichos por su contraparte; por ende, no cabe duda de la vía
para el desempeño de la causa. Lo extraño, como se dijo supra, es la pretensión de
condena en este tipo de procesos, pues, la repetición busca el pago de dineros a favor
del fiador subrogado, aspecto que tendría lugar por esencia en procesos ejecutivos
de estructura monitoria. En este caso, esa vía, por el momento, no es posible.
Entonces, debemos tener claros algunos aspectos:
2.1. Las pretensiones de condena siempre tienen a aplicar una sanción expresada
en prestaciones positivas (dare y facere) y negativas (non facere). Cuando se
trata de sumas de dinero, lógicamente estas son prestaciones de dar; por lo
que, cuando existe un título ejecutivo basta con acudir a la “monición”
derivada de los procesos ejecutivos; sin embargo, en caso de existir dudas
sobre la existencia de una deuda dineraria, se debe considerar la probanza de
hechos. En el presente caso, esas probanzas versan -grosso modo- sobre el
pago realizado por el fiador al acreedor original, existiendo incertidumbre
sobre su monto en el capital, los intereses, las costas y la responsabilidad civil;
sobre estos aspectos se busca determinar un quantum que solo puede ser
revisado por la presente vía.
2.2. Por su lado, debemos referir que la cognición se hace presente -de manera
subyacente- en distintos tipos de proceso, pues, siempre existe cierta
incertidumbre a despejarse. Por los aspectos a despejar referidos en el párrafo
anterior, estamos en un proceso de cognición o conocimiento ordinario,
catalogado como “declaración de certeza”; empero, no solo es eso, siendo que
a través de esa declaración se busca establecer una sanción, de ahí que es un
proceso de condena. Eso ya se veía en los escritos del partícipe de la trinidad
procesalista italiana, el extraordinario, Francesco Carnelutti, explicaba que en
ciertos casos puede “...quepara componer la litis no baste la declaración de
una relación jurídica, sino que sea necesaria la aplicación de una sanción;
en este último caso, al proceso declarativo se le da el nombre de proceso de
condena.
Cuando, no habiendo vencido la deuda, el aparente deudor niegue la
existencia de ella, puede bastar que el juez la declare cierta; si, después del
vencimiento, él no paga, lo que se necesita es la declaración de certeza, no
ya de la deuda, sino de la responsabilidad de quien debe pagarla y no la
pagó.” (CARNELUTTI, Francesco. Instituciones del Proceso Civil - Volumen
I; ed. 4ta, 1950. Buenos Aires: E.J.E.A S.A.; p. 69). En todo caso, es este
último supuesto se busca materializar, toda vez que, en el caso en concreto, el
deudor principal, Sr. Brian Stiven Cusi Nina, no habría realizado el pago
después de su vencimiento, ergo, se busca la declaración de certeza no de la
deuda -pues, se habría generado ex lege por efecto natural de la subrogación
legal-, sino de la responsabilidad del deudor principal por efectos de la acción
de repetición incoada por José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina
Mamani, sea en sus alcances respecto al capital, los intereses, las costas y la
responsabilidad civil.
2.3. En tal sentido, dicha declaración respecto a la responsabilidad de la deuda no
pagada por el Sr. Brian Stiven Cusi Nina, se la debe hacer por la vía judicial,
encontrándose solo el proceso ordinario en dichas posibilidades por su
plenario amplio. Entonces, podemos decir que, previamente a la ejecución del
patrimonio del deudor principal, debe existir una declaración hecha por un
juez, dicha declaración tendrá a la par carácter constitutivo y dispositivo,
siendo que [la constitutiva] se da cuando la aplicación de la sanción depende,
no sólo de los hechos declarados ciertos en el proceso, sino también de su
misma declaración de certeza. (...) y puede haber también una condena
dispositiva, en cuanto la medida de la pena dependa de la potestad
discrecional del juez.” (CARNELUTTI, Francesco. Instituciones... ob. cit.; p.
69), esto último -de la condena dispositiva- en razón a la responsabilidad civil
y cargas similares (se verá ut infra).
3. Por su lado, el hecho de la repetición no aparece fundado en un capricho, sino más
bien fundado en la justicia; pues, se busca procurar una condena en el demandado
por su incumplimiento, dicho sea, se busca sancionar o condenar al demandado con
la responsabilidad por su no pago. Esa condena se encuentra materializada en la
realización de una prestación de dar sumas de dinero en favor de los fiadores
subrogados. Veamos al respecto:
3.1. Pues, como es de saber, la pretensión de condena -como lo es la repetición o
reintegro- busca procurar un daño a un sujeto que ha cometido -a su vez- un
daño. Como señala Hugo Alsina, para que se condene al demandado a una
determinada prestación de dar, hacer o no hacer, se requiere: “...1°) un hecho
que importe violación del derecho (...); 2°) que sea susceptible de
prestación...” (ALSINA, Hugo. Tratado Teórico Practico de Derecho
Procesal Civil y Comercial - Parte General I; ed. 2da, 1956. Buenos Aires:
EDIAR S.A.; p. 350); en la causa, existen dichos requisitos para una eventual
sentencia de condena, pues: 1) existe un hecho que importa violación del
derecho del fiador, expresado en la omisión de un hecho debido, como el
incumplimiento del deudor principal, aspecto que agredió el patrimonio de los
fiadores; y, 2) se trata una condena susceptible de prestación, pues, el deudor
principal siempre será un sujeto con capacidad patrimonial, siendo que no se
ha determinado tampoco su insolvencia (no importando por la solidaridad: no
existía beneficio de excusión), y, al ser una obligación patrimonial no es algo
imposible, bajo la máxima: “nadie está obligado al cumplimiento de un hecho
imposible'’".
3.2. En ese mismo tenor, se busca establecer un daño legitimo al deudor principal
que incumplió, dejando que se afecten a terceros con intereses (deudores
subsidiarios no principales). Esto es connatural a este tipo de procesos, pues,
la condena deviene de “damnum”, pues,
. .consistiendo la responsabilidad en la sujeción a la sanción y, por tanto,
en la lesión de un interés, el sujeto de la responsabilidad padece un daño (si
bien iure datum). En cuanto declara la certeza de la responsabilidad del
obligado, la condena agrava la amenaza en que se resuelve la sanción y, por
tanto, lo constriñe al cumplimiento; de ello proviene el acostumbrado
equivalente en virtud del cual la condena por no haber pagado se convierte
en condena a pagar."" (CARNELUTTI, Francesco. Instituciones... ob. cit.; p.
73). Este último aspecto justicia la realización dela presente causa, pues, se
busca no solo declarar la certeza de la deuda que mantiene el Sr. Brian Stiven
Cusi Nina a favor de los fiadores subrogados, José Calle Apaza y Bárbara
Romualda Nina Mamani, sino que, la sentencia que condenará al deudor se
agravara exigiendo o constriñendo su cumplimiento, dicho sea, a forma de
comparación a la figura carneluttiana, la condena impuesta a Brian Stiven
Cusi Nina por no haber pagado en su momento, se convertirá en una condena
a pagar la suma de dinero a favor de los fiadores que cumplieron, José Calle
Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani.
3.3. Esta figura de repetición, se encuentra plenamente estudiada por el mismo
orden procesal y no solo por lo sustancial, toda vez que los procesos de
condena (dentro de los ordinarios) se crearon para este tipo de situaciones,
vale decir, para declarar obligaciones de sumas de dinero. De ahí que, lo que
se busca en la presente causa es fijar o declarar la prestación y preparar le
presente sentencia -que, por ende, será de condena- para su ejecución. En tal
caso, las funciones de la eventual sentencia de condena, se desdobla -como
señala el padre del procesalismo científico moderno, Giuseppe Chiovenda-
en: “.a) hacer cierto el derecho con todas las ventajas que se derivan
directamente de esta certeza; b) preparar la ejecución, formando la
convicción de los órganos del Estado acerca de la posterior actualidad del
derecho. En la sentencia de condena la declaración tiene unidas las dos
funciones."" (CHIOVENDA, José. Principios de Derecho Procesal Civil -
Tomo I; ed. 3ra, 1922. Madrid: Reus S.A.; p. 186-187). Esa misma situación
se puede constatar en la presente causa, toda vez que respecto al (i) elemento
declarativo, se pone en manifiesto la realidad del crédito que debe el deudor
principal, Brian Stiven Cusi Nina, dicho sea, en la presente sentencia se
declara cierto el derecho crediticio con todas las ventajas que se derivan
directamente de esta certeza (capital, intereses, costas y responsabilidad civil), en
favor de los fiadores subrogados; y, respecto al (ii) elemento ejecutivo, se debe
considerar que se establecen todos los pormenores para preparar la ejecución
del presente fallo, es decir, con la declaración de condena, se formaconvicción
de los órganos del Estado acerca de la posterior actualidad del derecho de
crédito de los demandantes, José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani,
que los potesta, faculta o prerroga para exigir el cumplimientode un conducta
expresada en una prestación de dar por parte del demandandoobligado, Brian
Stiven Cusi Nina. Esto último en el sentido de existir condenaa la restitución,
ya que la restitución procura la satisfacción idéntica o la idéntica lesión de
interés que el cumplimiento, en la práctica, en vez de condena a la restitución,
se suele hablar de condena al cumplimiento o de condena al pago. Puesto que
el incumplimiento de una obligación expone entodo caso al incipiente a la
sanción restitutoria y a la responsabilidad correspondiente, la declaración
de certeza de una obligación incumplida se resuelve en condena al
cumplimiento.” (CARNELUTTI, Francesco. Instituciones... ob. cit.;p. 73). A
lo sumo, el presente fallo pasa de la declaración de certeza del incumplimiento
a la condena al cumplimiento, es decir, declara la certeza del incumplimiento
del Sr. Brian Stiven Cusi Nina, respecto al pago debido que debió efectuar en
su oportunidad a favor y honra del acreedor original, Banco de Crédito de
Bolivia S.A., ergo, de tal declaración se resuelve la condena al cumplimiento
por los montos pagados y exigidos por los fiadores subrogados, que asciende
a un total de Bs.182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO
OCHENTA Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS), que incluye el capital, los
intereses, las moray los costos y costas, a lo cual debe sumarse la fijación del
parámetro para laresponsabilidad civil.
5. Finalmente, cabe comprender que dicha acción se funda en la presente causa, toda vez
que existió la subrogación legal, empero, no se demanda solamente el pago de la deuda
original, sino también los pagos accesorios realizados por los fiadores y la eventual
probanza del derecho de daños. En todo caso, los fiadores al ser solidarios se habrían
liberado de la deuda, lo cual los coloca en la posición de solvens a quien se les debe un
monto de dinero; que, por cierto, solo puede ser denunciado por vía de la acción de
repetición, amparados en el Art. 933 del Código Civil boliviano. En tal caso, por
efectos de la subrogación legal que se operó en el momento del pago de los deudores
subsidiarios (fianza) se generó ex novo una legitimación activa en los pagadores -como
una suerte de condición suspensiva-, que faculta iniciar la “acción recursoria”, toda
vez que “.el solvens puede pretender el reembolso de lo que ha satisfecho por cuenta
de los codeudores, fundado en la subrogación en los derechos del acreedor...”
(LLAMBIAS, Jorge; BENEGAS, Patricio R; SASSOT, Rafael A. Manual de Derecho
Civil. Obligaciones; ed. 11ma, 1993. Buenos Aires: Editorial Perrot; p. 336), que le
confiere la ley, que en este caso se deriva del Art. 933 del Código Civil, cito: “Articulo
933. (Derecho de repetición del fiador contra el deudor principal).
I. El fiador que ha pagado puede repetir contra el deudor principal, se haya dado la
fianza con noticia del deudor o sin ella."; por lo demás, solo que ejecutar dicha
potestad. Respecto a esto último, como es sabido queda un procedimiento por realizar,
la cual es el cobro ejecutivo de los montos que actualmente debe el deudor principal al
fiador subrogado, pues, como lo dijo acertadamente el civilista, Rojina Villegas:
“...existe un segundo
procedimiento para que el fiador sea reembolsado en los casos en que hubiese pagado
por el deudor. Consiste éste en proceder ejecutivamente en su contra, si es que ejecutó
el pago en virtud de sentencia. La copia certificada de la misma, unida a la constancia
auténtica relativa al pago (generalmente la consignación de la suma respectiva ante el
juez, o el pago hecho al ejecutar el fallo), constituyen títulos ejecutivos, para exigir por
esa vía al deudor el reembolso de la suerte principal y accesorios legales a que nos
hemos referido(ROJINA, Rafael. Compendio... ob. cit.; p. 381-382), pues, determinada
la suma adeudada, en el ordenamiento jurídico boliviano se debe realizar la demanda
coactiva civil, que es -en realidad- un apéndice de cualquier proceso judicial, pues,
versa sobre la ejecución coactiva de sumas de dineros, determinada -en esta causa- en
esta misma sentencia, máxime si el presente fallo constituye en un título coactivo,
conforme el numeral 1 del Art. 404 del Código Procesal Civil, que manda:
“ARTÍCULO 404. (Procedencia). La ejecución coactiva de sumas de dinero procede
siempre que se trate dé una obligación de pagar suma líquida y exigible, sustentada en
los siguientes títulos: 1. Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.” Por lo pronto, se
busca determinar la certeza de un crédito que debe el Sr. Brian Stiven Cusi Nina a favor
de los fiadores subrogados, Sres. José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani,
por los pagos realizados en calidad de fiadores solidarios respecto al acreedororiginal,
Banco de Crédito de Bolivia S.A., constante el cumplimiento del capital, los intereses,
mora, costas y costo, bajo el siguiente detalle de pagos: (1) en fecha 29 de mayo de
2015, se pagó Bs. 32.185,00 (TREINTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA
Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS), (2) en fecha 13 de septiembre de 2017, se pagó Bs.
131.000,00 (CIENTO TREINTA Y UNO MIL 00/100 BOLIVIANOS), y, (3) en fecha
26 de septiembre de 2017, se pagó Bs. 19.000,00 (DIECINUEVE MIL 00/100
BOLIVIANOS). Por lo cual, el monto debido o crédito determinado, será sobre el
monto total de Bs. 182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO
OCHENTA Y CINCO 00/100 BOLIVIANOS), aspecto postulado y probado por los
sujetos activos de la relación jurídica procesal conforme el principio dispositivo y
valorado y declarado judicialmente conforme al principio de congruencia.
IV. SOBRE LA RESPONSABILIDAD CIVIL EXIGIDA Y POSTULADA POR
LOS FIADORES SOLIDARIOS SUBROGADOS.
1. Resulta imperioso señalar unas breves consideraciones al respecto, puesto que, se habría
postulado por los actores la búsqueda de la responsabilidad civil, aun cuando no se lo
haya pedido como pretensión principal, sino más bien como pretensión accesoria. El
sustento de este instituto jurídico sustancial, se encuentra en el principio “alterum non
laedere"" que traducido significa “no causar daño a nadie"". De ahí que, con la
presente resolución se pretende cumplir con la función de la responsabilidad civil:
reparar el daño. De lo dicho, “. surge que la indemnización de daños y perjuicios tiene
una función de equivalencia patrimonial con la que se procura dejar al acreedor en la
misma situación que habría tenido si el deudor hubiera cumplido exactamente su
obligación.'’" (LLAMBIAS, Jorge; BENEGAS, Patricio R; SASSOT, Rafael A. Manual...
ob. cit.; p. 48-49); en ese mismo tenor, lo expresa el Código Civil boliviano, cito:
“Articulo 339. (Responsabilidad del deudor que no cumple). El deudor que no cumple
exactamente la prestación debida está obligado al resarcimiento del daño si no prueba
que el incumplimiento o el retraso en el cumplimiento es atribuible a imposibilidad de
ejecutar la prestación por una causa que no le es imputable. ” Aspecto que no distingue
la fuente contractual o extracontractual.
2. En consecuencia, a los fines de determinar en la presente causa, si existió
responsabilidad civil, debemos decir que se requiere ciertos elementos: (1) la acción u
omisión de la persona a quien se imputa el daño, es decir, el incumplimiento de la
obligación; (2) el criterio de imputación del incumplimiento al deudor por dolo o culpa;
(3) el daño sufrido por el sujeto activo de la obligación, y; (4) la relación de causalidad
entre el incumplimiento doloso o culposo con relación al daño causado. Ante los
mismos “Basta que alguno de estos requisitos fracase para que el deudor quede exento
de responsabilidad civil por las consecuencias de su actividad."" (LLAMBIAS, Jorge;
BENEGAS, Patricio R; SASSOT, Rafael A. Manual... ob. cit.; p. 49). Ante esto, es
necesario analizarlos puntualmente:
2.1. Respecto a la acción u omisión de la persona a quien se imputa el daño, en otras
palabras, el incumplimiento de la obligación. Ciertamente, aparece como una
conducta en contravención a la exigida por la existencia de la obligación.
Constituye una manifestación de voluntad, la cual es una violación de una
conducta predeterminada, pero que tiene que imputarse -o atribuirse- a una
persona determinada, en este caso se atribuye sobre el deudor principal, es decir,
sobre el Sr. Brian Stiven Cusi Nina, que pese a existir un juicio ejecutivo
instaurado en su contra, no habría realizado pago alguno, ergo, incumpliendo,
conforme se tiene fs. 23-149 de obrados, en calidad de fotocopias legalizadas,
legajos del proceso ejecutivo iniciando por el Banco de Crédito de Bolivia S.A.,
en contra de Brian Stiven Cusi Nina (deudor principal, ahora demandando) y
José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani (fiadores, ahora
demandantes).
2.2. Por otra parte, tenemos el criterio de imputación, la cual está ligada al dolo o la
culpa, por lo cual, se busca la imputación, la atribución o asignación a una
persona por el daño generado en el incumplimiento de la obligación. Al respecto,
el demandado habría actuado con culpa -no con dolo- toda vez que: (i) en la
acción del obligado se encuentra la omisión de diligencia apropiada, es decir, el
no pago de su prestación debida y que (ii) en la conducta no haya mala fe o mala
voluntad, toda vez que pretendió prorroga a su acreedor y se apersono al juicio
ejecutivo explicando las razones de su incumplimiento, empero, no hay
eximente de responsabilidad por no haber superado el test de previsibilidad y el
test de evitabilidad. Respecto a esto último, no es necesario probar la culpa pues
se presume ante el incumplimiento, ya lo refería la doctrina: “...si se intenta
hacer efectiva la responsabilidad contractual del deudor esa prueba no es
necesaria y basta con demostrar el incumplimiento material en que éste ha
incurrido (...) el incumplimiento del deudor hace presumir su culpa. (...) Si el
deudor no cumple (primer presupuesto de responsabilidad), esto hace presumir
que no adoptó las diligencias apropiadas (segundo presupuesto)” (LLAMBIAS,
Jorge; BENEGAS, Patricio R; SASSOT, Rafael A. Manual... ob. cit.; p. 66 y 69).
Aun cuando ello podría haber sido desvirtuado por el demandado en la presente
casusa, pues, solo se trata de una presunción iuris tantum, sin embargo, ante su
incomparecencia (rebeldía o contumacia) no se alega causa extraña no imputable que
libere de la responsabilidad civil, al tenor del Art. 339 in fine del Código Civil.
Ese mismo criterio se encuentra en el egregio tratadista, Luis Diez-Picazo,señala:
“La doctrina y jurisprudencia dominante, basada en que el incumplimiento es
imputable al deudor que incurre en culpa o negligencia, estima que al acreedor
le basta la alegación del incumplimiento de la obligación, previa prueba de éste,
presumiéndose la culpa del deudor (...) y en consecuencia, sobre él recae la
carga de probar las causas por la que no le es imputable.” (sic.) (DIEZ-PICAZO,
Luis; GULLON, Antonio. Sistema de Derecho Civil; ed. 6ta, 1992. Madrid: Tecnos
S.A.; p. 216). En la presente causa, se ha demostrado por parte de los demandantes
el incumplimiento por parte del deudor principal, lo cual habría generado daño en
el patrimonio de los fiadores subrogados, dando paso a la presunción de culpa y
eventual determinación de laresponsabilidad civil, esto también está al tenor de
los Arts. 985, 986, 987, 988 y ss. del Código Civil.
2.3. Respecto al daño sufrido por el sujeto activo de la obligación, como es de saber,
el daño es “...el menoscabo que experimenta el acreedor en su patrimonio, a
causa del incumplimiento del deudor.” (LLAMBIAS, Jorge; BENEGAS, Patricio
R; SASSOT, Rafael A. Manual... ob. cit.; p. 98). Pues, está claro que, si el
incumplimiento de la obligación no representa un daño o perjuicio para el
acreedor, éste no puede pretender el resarcimiento; ahora bien, conforme a la
prueba documental de la parte demandante, se puede constatar la pérdida o
deterioro económico que se causa al patrimonio de los Sres. José Calle Apaza y
Bárbara Romualda Nina Mamani, conforme se ve a fs. 168 de obrados, en
calidad de original, la Certificación emitida por el Banco de Crédito de Bolivia
S.A., actualizada al 08 de febrero de 2019, referente al pago total realizado por
los demandantes, afectando su patrimonio. Sin embargo, no se establece de
manera fehaciente el quantum de la responsabilidad civil, del daño emergente o
el lucro cesante, por lo que la cuantificación o el parámetro para su
determinación se lo realizara en la presente sentencia. A lo sumo, el presupuesto
del daño estará constatado, toda vez que se ha cumplido con sus elementos: debe
ser (i) cierto, conforme se tiene valorado de la prueba documental y los depósitos
realizados por los actores o fiadores demandantes; debe ser (ii) directo, se
comprender que el daño -en este juicio- es consecuencia directa e inmediata del
incumplimiento de la obligación crediticia por parte de Brian Stiven Cusi Nina;
y, debe ser (iii) personal, siendo que lo debe experimentar la persona de los
fiadores, Sres. José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani.
2.4. Finalmente, sobre la relación de causalidad entre el incumplimiento culposo en
relación al daño causado. Esto constituye algo trascendental, pues, la relación
de causalidad se tiene que verificar a partir de la conducta culposa, la misma
que tiene como causa el daño per se. Todo recae en el daño inmediato y directo.
Es decir, en la presente causa existe una conducta, una acción (y omisión) por
parte de deudor principal, que tiene como consecuencia directa e inmediata el
daño. Amparados en el precepto del Art. 346 del Código Civil, cito: “Articulo
346.- (Daños inmediatos y directos). Aunque haya dolo del deudor, el
resarcimiento no debe comprender, en cuanto a la perdida experimentada por
el acreedor y la ganancia de que ha sido privado, sino la consecuencia
inmediata y directa del incumplimiento.”. Entonces, el daño directo e inmediato
será aquel donde existe un nexo causal entre la acción atribuible y el daño,
donde el daño es consecuencia directa e inmediata de esa conducta. Por tanto,
la conducta de Sr. Brian Stiven Cusi Nina, no cumpliendo de manera íntegra la
prestación debida -conforme al principio de identidad y principio de integridad-
, han desencadenado los antecedentes del proceso y generado el daño directo e
inmediato en las personas o el patrimonio (mejor dicho) de los deudores
subsidiarios, Sres. José Calle Apaza y Bárbara Romualda Nina Mamani.
3. A lo sumo, el aspecto de la responsabilidad civil deviene de esa disposición del
parágrafo III del Art. 933 del Código Civil, nos manda: “Articulo 933. (Derecho de
repetición del fiador contra el deudor principal). (...) III. También el fiador puede
repetir por el resarcimiento del daño, si ha lugar. ”. En tal caso, la responsabilidad del
deudor principal es evidente, empero ello determinable mediante prueba solo sobre
aquellos aspectos que requieren prueba, es decir, incumplimiento y daño, sin verificar
la culpa pues se presume iuris tantum, ya que el articulado citado in fine exige que haya
responsabilidad “si ha lugar”, dicho sea, que se pruebe dichos aspectos. Puesto que,
como dirían los insignes civilistas de antaño, Marcel Planiol y George Ripert, cito:
“...tradicional es el principio según el cual el fiador debe ser totalmente indemnizado.
Por tanto, aunque se trata de sumas de dinero, tiene derecho, además de los intereses
legales, a la reparación de todos los daños que haya podido sufrir." (PLANIOL,
Marcel; RIPERT, Georges. Tratado Elemental de Derecho Civil - VI; ed. 2da, 1991.
México: C.E.D.; p. 31); de ahí que, no solo se debe condenar al pago o reintegro del
capital, sino también los accesorios que siguen la suerte de lo principal, dicho sea,
“.no la suma a la que ascendía la deuda pagada por él, sino todo lo que el fiador haya
pagado por el deudor, capital, intereses y gastos."" (PLANIOL, Marcel; RIPERT,
Georges. Tratado... ob. cit.; p. 31); además, como se dijo líneas arriba, se debe extender
la condena necesaria al derecho de daños, siendo que alterum non laedere.
Por todo los expuesto, la abundante fundamentación o motivación del fallo, los
antecedentes del proceso, la prueba presentadas y la valoración realizada al respecto,
corresponde emitir la parte dispositiva de la sentencia.
POR TANTO. - El suscrito Juez Publico Civil y Comercial 4° - Capital de la ciudad de
La Paz, administrando justicia en primera instancia en virtud al Artículo 115 de la Constitución
Política del Estado que señala que toda persona será protegida de manera oportuna y efectiva
por los jueces en la tutela de sus derechos e intereses; en nombre del Estado Plurinacional de
Bolivia y en virtud a la jurisdicción que por ella ejerce, conforme los Artículos 11 y 12 de la
Ley del Órgano Judicial; y, en virtud parágrafo I del Artículo 11 del Código Procesal Civil,
falla DECLARANDO:
— PROBADA la demanda presentada a fs. 151 - 153 vlta., que fue subsanada a fs. 169
- 169 vlta., de obrados, sobre acción de repetición de pago; y, consiguientemente,
DISPONE PAGO a realizarse por el demandado BRIAN STIVEN CUSI NINA, por
la suma de Bs. 182.185,00 (CIENTO OCHENTA Y DOS MIL CIENTO OCHENTA Y
CINCO 00/100 BOLIVIANOS) a favor de los demandantes JOSÉ CALLE APAZA Y
BÁRBARA ROMUALDA NINA MAMANI, a efectuarse dentro del tercer día de
ejecutoriada la presente Sentencia, mas costas y costos.
— Además, DISPONE PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS en base al interés legal
conforme al Artículo 414 del Código Civil, por no existir ni mediar interés
convencional, dicho sea, por el seis (6) % anual, sea computable desde la notificación
al demandado con la Admisión de la demanda, en fecha 28 de febrero de 2019.
Para tales efectos, se DISPONE la GARANTÍA del fallo con todos los bienes habidos
y por haber del demandado y, por ende, de esa manera llevar adelante la ejecución de la
Sentencia hasta hacerse efectiva la cantidad adeudada, los intereses legales, costas y costos,
más el pago de daños y perjuicios.
Esta Sentencia es dictada en la ciudad de La Paz, el día primero de septiembre de dos
mil veintitrés años.
“TÓMESE RAZÓN”