4-Novela y Cuento Hispanoamericanos
4-Novela y Cuento Hispanoamericanos
4-Novela y Cuento Hispanoamericanos
LA RENOVACIÓN DE LA NOVELA
Dos fenómenos marcan esta renovación: el realismo mágico y el “Boom” de la literatura
hispanoamericana.
-El realismo mágico es una forma de concebir el mundo, en él la realidad del hombre se ve influida
por los mitos, por lo irracional. Lo maravilloso proviene de creencias populares en mitos prehispánicos,
supersticiones, sueños….Aparece el misterio, lo inexplicable en lo cotidiano. El tiempo se organiza
libremente y las metáforas son un elemento natural. Los representantes más destacados son: Miguel Ángel
Asturias y Alejo Carpentier. “El realismo mágico ha tenido que pedirle muy poco a la imaginación ya que es
el testimonio de la realidad sobrenatural y maravillosa de América latina”, dice García Márquez. Se define
como la preocupación estilística y el interés en mostrar lo irreal o extraño como común y cotidiano. El autor
que usa el realismo mágico relata una acción que perturba aun siendo perfectamente explicable. En el relato,
la realidad no se presenta como si fuera mágica, sino real. Es una postura ante la realidad.
-El boom de la literatura hispanoamericana se inicia en el año 1962 cuando Mario Vargas Llosa
publica La ciudad y los perros. Sus características son la evolución del realismo mágico acentuando el
cambio constante de punto de vista y la innovación en el lenguaje. Sus principales representantes son Mario
Vargas Llosa, García Márquez, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Carlos Fuentes…
La renovación atañe también a las técnicas narrativas y al lenguaje. Se complica la estructura:
fragmentación, presencia de historias alternadas o intercaladas, alteración del desarrollo cronológico y lógico
de acciones mediante regreso al pasado, anticipaciones o alternancia de espacios y tiempos. Gracias al
monólogo interior, se consigue la superposición y multiplicidad de distintos puntos de vista. Existe una
búsqueda de un nuevo lenguaje literario .Destacan el empleo de la variedad lingüística local, la elaboración
poética, el lenguaje simbólico y los neologismos.
Las historias fantásticas se sustentan en referencias a las filosofías europeas y orientales, la literatura
inglesa, el pensamiento cristiano y la mitología clásica. Borges acude también a la tradición literaria
argentina, alude a personajes reales, incorpora sucesos autobiográficos o comenta libros apócrifos o de
autores inventados. En sus textos hay que destacar además la presencia constante de la ironía. Borges
persiguió un estilo llano e intentó conseguir la complejidad.
Julio Cortázar, es un autor argentino que posee una extensa obra en la que destacan sus cuentos,
influido por la cultura francesa y las vanguardias y en especial por el surrealismo. Es, junto a Borges, el gran
renovador del cuento. Se inclinó por el relato fantástico partiendo de anécdotas insólitas de la vida cotidiana.
Destacan sus libros de cuentos: Todos los fuegos el fuego y Libro de Manuel.
Su obra más representativa, Cien años de soledad recrea un vasto mundo imaginativo en el que se
entrecruzan espectros familiares y sombras de imprecisa realidad con los hechos cotidianos. En ella pretende
entender el porqué del destino de sus pequeños personajes pueblerinos y encontrar la clave que explique sus
vidas frustradas, y lo hace asomándose a la tragedia de la vida humana con cierta ironía o sarcasmo y desde
el humor grotesco. Es una obra maestra del realismo mágico ya que lo fantástico y lo insólito se mezclan
con lo cotidiano gracias al don de narrar del autor. Narra la historia de siete generaciones de una familia
perseguida por un destino fatal, que resume simbólicamente la evolución sociopolítica del continente.
Publicó su primera obra, Los jefes(1959), con veintitrés años apenas, y con la novela La ciudad y los
perros(1963) se ganó ya un prestigio entre los escritores que por aquel entonces gestaban el inminente
«boom» literario iberoamericano. Vargas Llosa acabaría figurando entre los autores esenciales de aquel
fenómeno editorial, y se le situó por su relevancia en primera línea, junto a narradores de la talla del
colombiano Gabriel García Márquez, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, los argentinos Jorge Luis
Borges, Julio Cortázar y Ernesto Sábato o el uruguayo Mario Benedetti.
El éxito de esta novela y el espaldarazo que supuso a su carrera literaria le permitió dejar atrás una
etapa de precariedad y bohemia. En el viejo continente, Vargas Llosa estableció su residencia primero en
París y luego en Londres (1967), de donde se trasladó a Washington y a Puerto Rico.
La labor de Mario Vargas Llosa como crítico literario se refleja en ensayos como García Márquez:
historia de un deicidio (1971) y La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975). En 1976, con José
María Gutiérrez, codirigió la versión cinematográfica de su novela Pantaleón y las visitadoras. En 1977 fue
nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y profesor de la cátedra Simón Bolívar en
Cambridge.
En el terreno político, su ideario sufrió con los años profundas mutaciones. El rechazo visceral a toda
dictadura y el acercamiento a la democracia cristiana caracterizaron su juventud; en los años 60 pasó desde
un explícito apoyo a la Revolución cubana del Che Guevara y Fidel Castro hasta un progresivo
distanciamiento del comunismo, llegando a la ruptura definitiva con el gobierno de Fidel Castro (1971) a
raíz del llamado Caso Padilla.
Con el tiempo acabó convertido en un firme defensor del liberalismo, aunque sin renunciar a los
avances sociales conseguidos por el progresismo, y en los 80 llegó a participar activamente en la política de
su país sin obtener el éxito que esperaba.
Decidió entonces trasladarse a Europa y dedicarse por completo a la literatura; publicó artículos de
opinión en periódicos como El País, The New York Times y El Nacional. En 1993 obtuvo la nacionalidad
española, y un año después fue nombrado miembro de la Real Academia Española. Mario Vargas Llosa ha
sido distinguido, entre otros muchos galardones, con los premios Príncipe de Asturias de las Letras (1986),
Cervantes (1994) y Nobel de Literatura (2010). El máximo galardón de las letras universales le llegó como
reconocimiento a "su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la
revuelta y la derrota individual".
La obra de Mario Vargas Llosa
Formado en el marco generacional del cincuenta (su primer libro es de 1959: la colección de cuentos
titulada Los jefes), Mario Vargas Llosa es uno de los novelistas hispanoamericanos de mayor fama mundial,
y acaso el que ha escrito el mayor número de novelas de altísima calidad. Como narrador, Vargas Llosa
maduró precozmente: La ciudad y los perros (1963) es la primera novela peruana completamente "moderna"
en recursos expresivos. La Casa Verde (1966), Los cachorros (1967) y Conversación en La Catedral (1969)
lo ungieron como uno de los protagonistas del «boom» de la novela hispanoamericana de los años sesenta y
como el más característicamente neorrealista del grupo, con un virtuosismo técnico de enorme influencia
internacional.
Sus novelas posteriores, excepción hecha de la más ambiciosa de todas, La guerra del fin del mundo
(1981, agudo retrato de la heterogeneidad sociocultural de América Latina), abandonaron el designio de
labrar "novelas totales" que hasta entonces lo obsesionaba, y optaron por la reelaboración (irónica o
transgresora) de formas o géneros subliterarios o extraliterarios, planteando con gran frecuencia una
reflexión sobre los límites de la realidad y la ficción que recrea aspectos de la literatura fantástica y el
experimentalismo narrativo, sin caer en ellos totalmente: la farsa, en Pantaleón y las visitadoras (1973); el
melodrama, en La tía Julia y el escribidor (1977); la política-ficción anticipatoria, en Historia de Mayta
(1984); el relato de crimen y misterio, en ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) y Lituma en los Andes
(1993); la narrativa erótica, en Elogio de la madrastra (1988) y Los cuadernos de don Rigoberto(1997); y la
política, en La fiesta del chivo (2000).
Obra narrativa
Su producción narrativa se inició en 1959 con los cuentos de Los jefes y alcanzó resonancia
internacional con la novela La ciudad y los perros, reflejo y denuncia de la organización paramilitar del
Colegio Leoncio Prado, donde el autor había realizado sus estudios secundarios. El ambiente cerrado y
opresivo de aquel colegio militar de Lima parece compendiar toda la violencia y corrupción del mundo
actual; los "perros" del título son los alumnos del primer año, sometidos a crueles novatadas por parte de los
mayores.
Dejando a un lado su problemática social y ética, la novela muestra una asombrosa madurez por el
trazo ambiguo y mudable de los personajes, por la precisa descripción de los ambientes urbanos, por su
trama sinuosa y por el hábil tratamiento del tiempo narrativo. Lejos de atenuar, el experimentalismo y la
superposición de tiempos, personajes y acciones intensifica su brutal e impactante realismo y el retrato de
una violencia explícita o subyacente.
Su consolidación literaria llegó con La casa verde (1966), verdadera exhibición de virtuosismo
literario cuya prosa integra abundantes elementos experimentales, tales como la mezcla de diálogo y
descripción y la combinación de acciones y tiempos diversos. El relato, que transcurre principalmente en un
burdel, presenta varias historias paralelas con un montaje sumamente complejo, con yuxtaposición de planos
temporales y cambios de punto de vista.
Tales recursos se emplean también en parte en Los cachorros (1967), amplio retablo histórico-
político del Perú
En las dos novelas siguientes, Vargas Llosa pareció renunciar a los grandes temas para abordar una
vía más lúdica, en busca de nuevas posibilidades para su narrativa Pantaleón y las visitadoras (1973) es una
sátira humorística de la burocracia militar que añade a su siempre lúcida visión del poder un componente
brutal y grotesco, emparentable con el esperpento hispano La tía Julia y el escribidor (1977), desarrolla en
contrapunto las vivencias sentimentales y el mundo de los seriales radiofónicos.
La guerra del fin del mundo(1981), en cambio, pretende ser de nuevo una obra "total". En ella abordó
la problemática social y religiosa de Hispanoamérica .
Ensayo y teatro
Aparte de su obra narrativa, Vargas Llosa ha desarrollado una sostenida labor crítica y es autor de
originales y profundos estudios sobre diversos autores y cuestiones literarias. Entre ellos destacan García
Márquez: historia de un deicidio(1971); La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975), sobre el
novelista francés Gustave Flaubert, el gran estilista del realismo; La verdad de las mentiras (1990), una
colección de ensayos sobre veinticinco novelistas contemporáneos;
Su incursión en el teatro, aunque menos exitosa, ha sido frecuente, La señorita de Tacna (1981),
Kathie y el hipopótamo (1983), La chunga (1986), El loco de los balcones (1993), Ojos bonitos, cuadros
feos (1996), Odiseo y Penélope (2007) y Al pie del Támesis (2008) son las piezas dramáticas que ha
publicado hasta hoy y en las que explora, preferentemente, destinos individuales.