Definición de Auditoría Fiscal

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Definición de Auditoría Fiscal

El término auditoría fiscal o auditoría tributaria no tiene


una acepción propia como tal admitida por el
Diccionario de la Lengua Española (RAE, 2001), si
bien es utilizado en el ámbito del derecho público
como un sinónimo de inspección fiscal. En el campo
del derecho privado puede ser una parte de la
actividad desarrollada por un auditor financiero en una
auditoría de cuentas anuales, o un trabajo con alcance
propio.
Con el propósito de establecer una definición del
término auditoría fiscal, conviene matizar desde este
primer momento que en el derecho público la auditoría
fiscal cobra entidad propia con carácter independiente.
En el marco general de la auditoría financiera privada,
la auditoría fiscal puede ser entendida bien como una
parte de la auditoría de cuentas anuales, bien como un
proceso independiente con entidad propia. Tal
disyuntiva es puramente conceptual, por lo que,
prescindiendo de este matiz, y tomando la noción de
auditoría en general y de auditoría fiscal en particular,
se trato de buscar, en primer lugar, una definición del
término.
En países latinoamericanos como Argentina, Brasil,
México, Costa Rica, Chile, etc., el término auditoría
fiscal es entendido más como un sinónimo de
inspección fiscal que como una parte de la auditoría
financiera o externa, aunque se utiliza indistintamente
para ambos significados.
Por ejemplo, en México la administración tributaria se
denomina Dirección General de Auditoría Fiscal, con
un cometido similar al de la AEAT española. En países
anglosajones, el término "tax audit" (o "tax auditing") es
utilizado casi exclusivamente para referirse a la
comprobación por parte de funcionarios públicos de
bases y hechos imponibles. También en países del
centro y del norte de Europa, como Alemania,
Holanda, Suecia, etc., la expresión es utilizada en este
sentido.
Según Grampert (2002, 1): "Una auditoría fiscal es un
examen de si el contribuyente ha valorado y declarado
su deuda tributaria y ha cumplido otras obligaciones de
acuerdo con las leyes tributarias y el sistema fiscal en
general." En España, posiblemente la existencia del
término específico inspección fiscal para designar una
comprobación pública sobre el cumplimiento o no de la
obligación tributaria, de hechos y bases imponibles, da
pie a que el vocablo auditoría fiscal se pueda
identificar más con una actividad de ámbito privado. En
opinión de Arnau (1985, 19-20), con respecto a la
auditoría financiera o externa, la auditoría tributaria es:
— Más limitada en su ámbito, pues la comprobación
de la "imagen fiel" se centra en los resultados (la
inclusión de todos los ingresos y la efectividad de los
gastos), más que en la fidelidad del patrimonio y de la
situación financiera que es complementaria en tanto no
tenga trascendencia tributaria.
Más profunda en su análisis, ya que no es suficiente
un estudio financiero-contable, sino que se trata de
someter los hechos económicos registrados a
calificaciones jurídico-tributarias, para determinar y
cuantificar hechos imponibles, sujetos, bases
imponibles y tipos impositivos, función que requiere el
profundo conocimiento de todos los tributos que
integran el país de que se trate.
Profundizando más en el concepto, Arnau y Arnau
(1994a, 49) definen la auditoría tributaria como "la
revisión y verificación de documentos contables
realizada por un experto, dirigida a comprobar si un
determinado sujeto pasivo ha cumplido correctamente
con sus obligaciones tributarias en un determinado
periodo de tiempo", introduciendo el matiz de que el
experto no tiene porqué tratarse de un funcionario.
En lengua española, la expresión auditoría fiscal es
sinónimo de auditoría tributaria, utilizándose ambos
indistintamente, aunque en este texto prefiero utilizar el
de auditoría fiscal. Ramírez González (1982, 8), define
la auditoría fiscal como "aquella parte de la auditoría
contable que tiene por finalidad el análisis sistemático
de los libros de contabilidad, registros especiales y
demás documentos, para constatar, corregir y, en su
caso, cuantificar, las magnitudes en cuya función son
exigibles los distintos impuestos y respecto de las
cuales la Ley establece ciertas obligaciones de tipo
registral, o bien se remite al cumplimiento de las
obligaciones contables de carácter general
establecidas por las leyes mercantiles".
Una definición anterior es la de Delgado (1979, 1) que
la considera como la actividad auditora que "sólo
persigue la determinación de unas bases imponibles
correctas que le conduzcan a liquidaciones de
impuestos lo más exactas posibles"
López Domínguez y Garicano (1969, 4) la sitúan como
la "verificación de bases tributarias declaradas por la
empresa ante la administración fiscal, para cuyo objeto
comprueba científica y sistemáticamente libros,
registros y documentos de contabilidad, investiga la
exactitud e integridad de la contabilidad y analiza la
situación económica y financiera".
Entiendo que estas definiciones, aun siendo acertadas,
en el ámbito de la auditoría financiera no son del todo
completas, pues se ciñen, únicamente, al grado de
cumplimiento de las obligaciones tributarias, estando
abordadas, por ello, desde una óptica puramente fiscal
o pública y dejando fuera aspectos que, en mi opinión,
son esenciales.
Desde una óptica más profesional, Sánchez F. de
Valderrama (1996, 337) escribe: "la auditoría del área
fiscal persigue un doble objetivo: en primer lugar
comprobar que la compañía ha reflejado
adecuadamente las obligaciones tributarias, en función
del devengo, habiendo provisionado correctamente los
riesgos derivados de posibles contingencias fiscales, y,
en segundo, si se ha producido su pago efectivo según
los plazos y de acuerdo a los requisitos formales
establecidos", sintetizando los dos objetivos principales
del auditor financiero: evidenciar, de un lado, si el
reflejo contable de las circunstancias fiscales es
razonable de acuerdo con las normas establecidas, y
de otro, si las obligaciones legales se han cumplido
adecuadamente.
Inicialmente he matizado, como apunta Roji (1988, 53),
que se habla de auditoría fiscal desde una doble
vertiente: la labor realizada por auditores de cuentas o
por la inspección tributaria. En el presente trabajo trato
de estudiar preferentemente la primera vertiente, es
decir, la óptica de la auditoría contable o auditoría
financiera, de carácter privado, aunque no por ello se
descarta la otra vertiente: la pública de comprobación
de hechos imponibles, sobre todo en los aspectos de
coincidencia de ambas ramas.
Por ello, no se deben perder de vista conceptos y
técnicas que puedan ser comunes a los ámbitos
privado y público. En nuestro país, en opinión de Ranz
(1991, 63) "el auditor realiza a partir de ahora, con la
legislación vigente en la mano, parte de la labor
recopiladora de datos que la inspección fiscal, por falta
de medios, no puede realizar". Sin perjuicio de aclarar
más adelante la pretendida "falta de medios" de la
inspección señalada, que en mi opinión no es tal,
entiendo que no se debe confundir, al menos en
España, las figuras y cometidos del auditor externo y
del inspector fiscal, puesto que los fines que ambos
persiguen son, hoy por hoy, muy distintos. En este
sentido, los objetivos perseguidos por el auditor
externo no coinciden con los buscados por la
inspección fiscal, ya que ésta centra su actuación en
verificar si los contribuyentes han cumplido sus
obligaciones tributarias, exigiendo, en caso contrario,
el cumplimiento de tal obligación de acuerdo con la
legislación vigente. Sin embargo, el auditor externo,
lejos de exigir, recomienda una serie de actuaciones,
informando privadamente de unos hechos para
expresar públicamente una opinión profesional, opinión
que versa sobre la adecuación de la contabilidad de la
empresa a unos estándares preestablecidos. Por otra
parte, cada uno de ellos puede disponer, únicamente,
de las conclusiones finales del trabajo del otro –
informe de auditoría o actas de inspección–, no
teniendo acceso a los datos internos que han llevado a
dichas conclusiones.
Esto es más usual para el inspector fiscal, pues suele
llevar a cabo su actuación con posterioridad a la del
auditor financiero, aunque éste también dispone del
informe ampliatorio del inspector, en caso de actas de
disconformidad, exigiendo la ley que las mismas se
encuentren especificadas.
La auditoría financiera cuenta con un objetivo que
engloba de alguna forma al de la inspección fiscal,
pues el auditor, para opinar sobre la razonabilidad de
las cuentas anuales, deberá determinar si la entidad
ha declarado sus impuestos correctamente aunque
este no sea su objetivo.
El inspector tiene por objetivo precisamente este
último, aunque también, en ocasiones, deba
determinar si la contabilidad es razonable, pero no con
el fin de emitir una opinión sobre tal contabilidad, sino
sobre la corrección de las bases y cuotas que
corresponden a cada sujeto pasivo investigado.
El auditor financiero o externo es un profesional
independiente de la entidad que audita; esto significa
que no puede tener intereses de ningún tipo en la
entidad auditada, aunque sus honorarios son
satisfechos por dicha entidad. El inspector fiscal
también debe ser independiente del contribuyente que
comprueba, tratándose de un funcionario público, que,
obviamente, también es pagado por los propios sujetos
a que investiga.
En cuanto a la opinión manifestada por cada uno de
ellos, al auditor le está permitido no manifestarla,
normalmente en presencia de limitaciones al alcance o
incertidumbres de mucha importancia relativa; sin
embargo, no puede expresar una opinión parcial a
menos que el encargo sea limitado. La opinión del
inspector, por otra parte, no está influida por
limitaciones al alcance o incertidumbres, ya que las
primeras pueden salvarse mediante la aplicación del
régimen de estimación indirecta de la base imponible,
mientras que las segundas no tienen ninguna
trascendencia en hechos pasados.
La Auditoría Fiscal forma parte de la auditoría de
cumplimiento
Auditoría de cumplimiento
Consiste en la comprobación o examen de las
operaciones financieras, administrativas, económicas y
de otra índoles de una entidad para establecer que se
han realizado conforme a las normas legales,
estatutarias y de procedimientos que le son aplicables.
Auditoría de obligaciones tributarias (Auditoría
Fiscal)
Según el Código Tributario de El Salvador, el término
Auditoría fiscal es sinónimo de Auditoría de
Obligaciones Tributarias, el cual se define, como:
Es verificar y comprobar el cumplimiento de las
obligaciones tributarias de los contribuyentes
contenidas en el Código Tributario, Ley de Impuesto
sobre la Renta, Ley de Impuesto a la transferencia de
Bienes Muebles y a la prestación de Servicios y otros
impuestos que administra la Dirección General.

Última modificación: Sunday, 30 de July de 2023, 17:50

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