1.
El pan engorda
El pan es un alimento rico en hidratos de carbono (azúcares) que aporta parte de las calorías básicas que
necesitas para vivir. Te hará subir de peso si la cantidad ingerida sobrepasa las necesidades diarias (2 porciones al
día), si el agregado o acompañamiento es calórico (queso mantecoso, mermeladas con azúcar abundante,
embutidos, entre otros), si eliges las presentaciones más altas en grasas (como hallullas y dobladitas), entre otros.
En cambio, si prefieres las versiones integrales, bajas en hidratos de carbono, o si las porciones son limitadas
y los agregados son bajos en grasas y bajos en calorías, el pan sólo te aportará nutrientes de buena calidad y
será un alimento que puedes consumir a diario, sin llegar a eliminarlo.
2. Tomar agua en las comidas engorda
El agua no tiene calorías. Por lo tanto no te hará subir de peso si se toma antes, durante o después de las
comidas. Lo que sí te puede hacer engordar es la ingesta de líquidos con azúcar. Las presentaciones con
azúcar son bebidas gaseosas tradicionales, jugo de fruta, pulpas de fruta, entre otros.
Tampoco tiene la capacidad de quemar grasas, por lo que no es recomendable que la tomes con ese fin.
Si estás realizando dieta, el agua te ayudará a controlar la ansiedad, limitar la cantidad de cada comida, aumentará
el tránsito intestinal. La cantidad total recomendada es en general en un adulto sano entre 2-2,5 litros.
3. Los alimentos light se pueden comer en forma libre
Los alimentos light son adecuados cuando forman parte de una dieta para bajar de peso, como una manera de
permitir la ingesta de alimentos que en forma corriente estarían eliminados o muy restringido de un plan de
alimentación bajo en calorías. Por lo tanto, no deben ser consumidos en forma libre, ya que el aporte calórico es
menor, pero no ausente.
En Chile, las palabras "light" o "diet" no están validadas en la normativa chilena. Los términos validados son "libre"
de calorías (<5 calorías en 100 gr o ml), "bajo" en calorías (< 40 cal) y "liviano en calorías" (< 50% del producto
original).
4. Las vitaminas engordan
Las vitaminas son nutrientes que no aportan energía, por lo tanto no es posible que hagan subir de peso. Las
cantidades necesarias son diferentes según la persona, ya que depende de muchos factores como son el género
(hombre/mujer), edad, enfermedad, entre otros.
Una persona que lleve una alimentación variada y equilibrada puede cubrir sus necesidades de vitaminas y de
minerales sin necesidad de llegar a la suplementación con multivitamínicos.
5. Las grasas vegetales son más sanas
En muchos productos se señala que contienen "aceites vegetales", lo que puede confundir al consumidor porque se
asocian con grasas que tienen un beneficio para la salud. Cuando es referido a aceites vegetales tipo aceite de
oliva, maravilla o pepita de uva, este concepto es adecuado. Sin embargo para otros casos la grasa vegetal no
causa beneficios para la salud, por ejemplo cuando la grasa vegetal se encuentra en su estado sólido o cuando
contienen grasas saturadas procedentes del aceite de coco y de palma y que son perjudiciales para la salud
cardiovascular, ya que tienen la capacidad de aumentar los niveles de colesterol sanguíneo.
Las grasas insaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre. Se encuentra principalmente en
los alimentos de origen vegetal, como el aceite de oliva y de semillas (girasol, maíz, soja), frutos secos y como
excepción, en los pescados azules (alimento de origen animal). Estos aceites no son tan utilizados en la elaboración
de productos de alimentación por su elevado precio.
6. Saltarse las comida te hace adelgazar
Uno de los pilares fundamentales para llevar una alimentación saludable, es mantener una ingesta de alimentos
cada 4 horas, de esta manera nos mantenemos mas satisfechos por mas tiempo y ayudamos a mantener nuestro
metabolismo activo.
7. La fruta engorda
Debemos mantener una ingesta de 1 a 2 porciones de frutas al día, si la consumimos en exceso, entregaremos a
nuestro organismo exceso de fructosa, la cual se convierte en energía, que si no la utilizamos se va a almacenar
como grasa en nuestro cuerpo.
Es por esto que se recomienda su consumo pero siempre en una porción adecuada y en tiempos de comidas
adecuados.
8. Mezclar proteínas con hidratos de carbono engorda
Todos los seres humanos debemos mantener una ingesta adecuada de carbohidratos, proteínas y lípidos. Si
mezclamos carbohidratos con proteínas, como por ejemplo en un almuerzo habitual de carne con arroz, si lo
comemos en una porción adecuada, no tenemos porque subir de peso, ya que nuestro organismo necesita ambos
nutrientes. En el caso de excedernos con el tamaño de porción, se puede afectar el peso corporal.
9. Comer carbohidratos y frutas en la noche engorda
Si estamos en un tratamiento para bajar de peso, se recomienda evitar el consumo de estos alimentos ya que nos
entregan mucha energía, la cual no utilizaremos en el periodo de reposo mientras dormimos, es por esto que se
restringe.
Si tenemos un peso normal, podemos consumirlos en la noche pero siempre manteniendo una ingesta adecuada,
respetando el tamaño de porción indicada por su médico ó nutricionista tratante.
10. El vino es una excelente fuente de antioxidantes
El vino contiene "estanoles", los cuales cumplen un rol antioxidante muy importante en nuestro organismo. Para que
el vino tenga un efecto "protector" a nivel cardiovascular aumentando el colesterol "bueno" denominado HDL, se
recomienda no exceder su consumo en 1 copa de vino para las mujeres y 2 copas de vino para los hombres. Si no
estás acostumbrado a beber vino, no se recomienda integrarlo a su dieta habitual.
El exceso de su consumo, revierte su efecto protector, por lo cual no tendría ningún efecto beneficioso apara el
organismo si incrementamos su ingesta.
Alimentación saludable, empresa productiva.
Una dieta saludable contribuye de forma importante a una mejor salud y a la
prevención de enfermedades graves como las patologías cardiovasculares (infartos de
miocardio y accidentes vasculares cerebrales). Además comer bien ayuda a combatir
el estrés y nos protege de trastornos menores como los resfriados o la gripe. En el
trabajo, una alimentación equilibrada y en la cantidad y frecuencia adecuadas mantiene
el nivel de energía y mejora el rendimiento.
La alimentación laboral está alcanzando cada vez mayor importancia debido a sus
efectos en la calidad de vida de los trabajadores y a su productividad, porque
alimentación y nutrición están fuertemente ligadas al funcionamiento biológico del
organismo.
Por ejemplo, saltarse una comida, especialmente el desayuno o el almuerzo, genera
hipoglucemia, una disminución de la concentración de azúcar en la sangre, lo que
reduce el período de atención y ralentiza la velocidad con la que se procesa
información.
Por otra parte, en personas con deficiencia de hierro, se registra un deterioro en la
capacidad física y el desempeño en el trabajo de hasta el 30%, el que se agrega a la
aparición de debilidad, flojera y falta de coordinación. Adicionalmente, se sabe que
tener un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 genera costes importantes para las
empresas. Estudios realizados en EEUU observan que estos costes se producen
especialmente por disminución de la productividad y estudios realizados en Canadá
estiman que el sobrepeso puede generar entre 1.61 y 1.74% más de absentismo.
Para cualquier empresa, su capital más importante son las personas que la conforman.
Cuando el trabajador está sano, es más eficiente, está atento y pleno de energía,
disminuyendo los riesgos de accidentes y manejando de mejor forma las situaciones de
estrés. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en términos
concretos, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en
trabajadores puede incrementar los niveles de productividad en un 20%.
Una Organización Saludable y responsable es aquella que protege a sus trabajadores
frente a todos los riesgos de la actividad laboral, y en el trabajo, donde muchos adultos
pasan un tercio de su día, o la mitad de las horas en las que están despiertos, es un lugar
lógico para promover hábitos alimentarios saludables, pues es algo bueno tanto para el
trabajador (mejor salud, más rendimiento) como para la empresa (mayor
productividad, menor absentismo). Alimentación saludable, empresa productiva.
Para hacer esto más sencillo, a día de hoy existen empresas que suministran fruta de
temporada y de proximidad en las oficinas, como nuestra colaboradora Lola y Más.
También desde la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, el
Departamento de Salud en colaboración con los municipios, consejos comarcales,
gremios de restauración , empresas, universidades y la Fundación Dieta Mediterránea,
FDM , lidera un proyecto de identificación y acreditación de establecimientos de
restauración promotores de alimentación mediterránea y de ocio activo,
llamado AMED, que tiene por objetivos mantener y fomentar la alimentación
mediterránea en el ámbito de la restauración colectiva, y acreditar e identificar los
establecimientos que reúnan unas características concretas, vinculadas al modelo de
alimentación mediterránea para que los clientes puedan comer saludablemente fuera
de casa.
Ya no hay excusa para no comer de forma saludable, en casa, en el trabajo…mejorarás
tu calidad de vida! ¿No te parece suficientemente importante
El Mood Food, que nació en Japón, es un movimiento que propone incluir en
la dieta aquellos alimentos cuyos nutrientes influyen directamente sobre
el estado de ánimo. Alimentos que aportan bienestar y felicidad
independientemente del placer que nos proporcione su degustación.
A mediados de los años 80, los científicos del Instituto Tecnológico de
Massachussets (MIT) afirmaron que los nutrientes, hidratos, vitaminas,
minerales y ácidos grasos de los alimentos afectan directamente al proceso
cerebral de pensar, percibir y sentir. Así, el tipo de dieta que sigas no solo
influye sobre tu salud física, también en tu salud mental, desde el
rendimiento intelectual hasta el equilibrio emocional.
¿Cómo nos puede hacer felices la comida?
Los neurobiólogos han analizado los vínculos entre lo que comemos y la
psicología humana, y han hallado que una combinación de hormonas
determina el grado de bienestar de un individuo.
Desde de la neuropsicología, es bien conocido el papel esencial de la
serotonina y las endorfinas, ya que generan sensación de
felicidad, regulan el ciclo vigilia-sueño y juegan un importante papel como
analgésicos naturales. El cuerpo las produce por sí mismo, pero la producción
natural de estas sustancias puede ser estimulada por ciertos nutrientes
presentes en algunos alimentos que tenemos a nuestro alcance.
Por otro lado, el aminoácido triptófano es clave en todo este proceso, ya
que necesitamos este componente proteico para poder producir
serotonina. Así es como han nacido recientemente los fármacos ricos en
triptófano que aseguran una «mejoría en el estado de ánimo».
Sin embargo, comer gran cantidad de esta selección de alimentos no
basta para hacernos felices. Tengamos en cuenta que el cerebro solo
puede absorber triptófano cuando se combina con carbohidratos, que son
convertidos en azúcar en el intestino.
Un nivel incrementado de azúcar en sangre estimula la producción de
insulina, y la insulina a su vez hace que las neuronas del cerebro sean
receptivas al triptófano, a partir del cual el cerebro crea la serotonina, la
hormona para sentirse bien.
Dime qué comida te apetece y te diré cómo son tus emociones
La comida que más te apetece también puede ser un camino para conocerte
mejor. Un estudio habla acerca de las emociones inconscientes en los antojos
Comida, felicidad y psicología
Es en este punto donde conecta la psicología con la comida, cuando la
comida empieza a ser un mecanismo clave en la regulación
emocional. Esta es la razón por la que cuando nos sentimos frustrados
nuestro cuerpo nos reclama una “estimulante” pizza rica en carbohidratos o
un pastel de chocolate. Así conseguimos que nuestro cerebro sea receptivo a
la absorción del triptófano, que es el que libera la serotonina.
Por ejemplo, a corto plazo, nuestro estado de ánimo puede estar muy
influido por nuestras últimas comidas. A largo plazo, organizar de forma
sistemática nuestra ingesta nutricional es la mejor forma de mantener
constante el nivel de azúcar en sangre, mantenernos de buen humor y no
ganar peso en el proceso.
«En los años 80 los científicos del MIT ya decían que podría ser más efectivo
tomar todos los días un puñadito de cerezas que cualquier antidepresivo de
síntesis. Evidentemente, como ocurre con los fármacos, no vale con tomar los
alimentos una vez y creer que entonces se produce el milagro. Se trata de
hacer un consumo habitual de ciertos alimentos. Deberíamos tomar plátano
todos los días».
-Miguel Ángel Almodóvar-
Es por ello por lo que, desde mi punto de vista, los fármacos milagro son
más un suplemento alimenticio que un remedio psicológico. Cuando
podemos conseguir los mismos efectos con un plátano que una pastilla, creo
que la segunda es innecesaria. Todo ello, mientras hablemos dentro de un
marco no patológico, obviamente.