El Cuento

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EL CUENTO

Recursos y estrategias activas para


procesos de enseñanza sobre qué es el
cuento, ejemplos y más.
2.6. El cuento: intensidad, tipo de narradores (Pablo Palacio, Mónica Ojeda, María
Fernanda Ampuero, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges)

¿Qué palabras acuden a tu mente cuando escuchas la palabra laberinto?

Puesto que has determinado las palabras que asocias al laberinto, conviene que reflexiones
alrededor de lo siguiente:

A. ¿Qué conoces sobre los laberintos?

B. ¿Cuáles son las fuentes que te han permitido construir tu idea sobre los laberintos?

LABERINTO
C. ¿Conoces alguna historia donde aparezca este tipo de espacios?

La presencia de laberintos en distintas culturas ha sido constante desde la antigüedad y ha


sido motivo de inspiración de algunos arquitectos, grabadores y cineastas. Así, en el siglo
XVIII, el arquitecto y grabador italiano Giovanni Battista Piranesi imaginó una serie de espacio
enmarañados que resultaron en una colección de diseños caprichosos de cárceles. La idea de
laberinto como prisión también cautivó a Vicenzo Natali, quien desde la cinematografía
diseñaría una versión futurista de las cárceles de Piranese en su filme El Cubo. Y es que el
laberinto desde su etimología (labyrinthos) describe una estructura arquitectónica simétrica
de forma espiral con múltiples pasillos, calles, encrucijadas y un solo camino para salir.

Según Udo Becker, sus antecedentes pueden distinguirse en los sellos micénicos y en algunos
fragmentos de amuletos del Antiguo Egipto donde aparecen figuras muy parecidas al
laberinto. Ovidio en su obra Metamorfosis refiere la historia del minotauro, un ser mítico con
cabeza de toro y cuerpo humano. Puesto que la palabra nos remite etimológicamente a labrys
o doble hacha minoica, símbolo de la diosa madre de Creta, se cree que el laberinto del
minotauro se encuentra en esa zona. En todo caso, todo este gran preámbulo ha servido para
introducir una historia audiovisual. Se trata del cortometraje Minotauro.

Obsérvalo con atención.


El cortometraje cuenta con el auspicio del Cabildo de Gran Canaria.
Desde el título habrás advertido que el cortometraje vuelve sobre el mito griego del Minotauro,
personaje protagonista del cuento de Jorge Luis Borges, titulado La casa de Asterión. Contado
desde la perspectiva del minotauro, el cuento de Borges comienza con el conflicto: “Sé que me
acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo
castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también
es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y
también a los animales. Que entre el que quiera”.

A partir de este breve referente, examina la estructura del relato que se desarrolla en el corto.
Comencemos.

Responde:

a. ¿Quiénes narran la historia?


c. ¿Cuál es el conflicto que se plantea?
d. ¿Cómo se desarrolla ese conflicto?
e. ¿Y cómo se resuelve?

Sistematiza información

Identificado el conflicto, establece cómo éste se plantea y desarrolla a partir de las acciones que
realizan los personajes.

SECUENCIA DE ACCIONES

Introducción Desarrollo Desenlace

Acción 1 Acción 2 Acción 3 Acción 4 Acción 5


Qué es el cuento?

Una pregunta inocente, pero interesante que


suelen hacer los niños es: ¿Qué fue lo primero que
hizo el ser humano: hablar o escribir? La respuesta
es bastante simple. Lo primero que hizo fue hablar
ya que partió de los recursos naturales y su
capacidad para verbalizar. La escritura, como lo
hemos visto en la unidad anterior, aparece cuando
la civilización se va constituyendo. De este modo
esta condición marca también el desarrollo del
cuento en dos tipos: el oral y el escrito. Vladimir
Propp en su obra “Morfología del cuento popular”
da cuenta de la tradición de contar historias en
múltiples culturas, cuya conservación se produce
por la transmisión oral de una generación a otra.
Obviamente, con el paso del tiempo este género
fue tomando diversas formas hasta llegar al
formato escrito.

Con este rápido recorrido nos vamos ambientando para definir el cuento. Antón Chéjov,
máximo representante de este género, veía la grandeza del cuento en la brevedad y sencillez.
El escritor ruso afirmaba que la sencillez era más efectiva que la exageración o complejidad al
escribir una historia. Por tanto, un cuento debe ser claro, sin artificios innecesarios,
contundente. Un golpe seco como luego afirmaría Julio Cortázar en su célebre frase: “La
novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out”. Es decir,
el cuento es incisivo, da guerra desde las primeras frases porque un buen cuentista (dice
Cortázar) es un boxeador astuto y sus golpes iniciales pueden parecer ineficaces cuando solo
están minando las resistencias más férreas del adversario, pues si la novela cuenta con
tiempo, el cuento no. Es breve y debe ser contundente.

Veamos el siguiente ejemplo:


Un sueño
(Jorge Luis Borges)
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni
ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de
círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un
hombre que se parece a mí escribe, en caracteres que no comprendo, un
largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema
sobre un hombre que en otra celda circular… El proceso no tiene fin y nadie
podrá leer lo que los prisioneros escriben.

Desde las primeras líneas Jorge Luis Borges logra ambientar al lector en un sitio: un desierto
lugar en Irán, e inmediatamente nos enfrenta al primer obstáculo: la casa no tiene puerta ni
ventana. Se suma una nueva situación: hay una sola habitación. Hacia mitad nos revela dónde
está el protagonista (un escritor). Está encerrado dentro de una celda donde escribe
eternamente su propia historia. Llegados al conflicto, la resolución resulta más insospechada:
El escritor nunca contará con un lector. Podemos graficar el cuento del siguiente modo:

El desenlace no tiene
que ser necesariamente
feliz. Solo debe resolver
SECUENCIA DE ACCIONES el conflicto.

Introducción Desarrollo Desenlace

Acción 1 Acción 2 Acción 3 Acción 4 Acción 5

Ambientación Primer Segundo Conflicto Resolución


obstáculo obstáculo e Aparece el del conflicto
e indicio información escritor
encerrado en Nunca
Un desierto Una casa Solo hay una una cárcel contará con
lugar de Irán sin puertas habitación donde un lector
ni ventanas escribe y
repite su
propia
historia
Los cuentos pueden ser narrados por distintas personas gramaticales.

Narración en tercera persona:

Amor 77
(Julio Cortázar)

Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se


perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

Narración en primera persona:

Abril
(Beatriz Alonso Aranzábal)
Me senté en la última fila del autobús escolar, suplicando baches. Por fin
salíamos de excursión toda la clase, y mis compañeras se regocijaban en sus
asientos, mientras piropeaban al conductor. La profesora decía que la
primavera no tiene remedio. Unos días antes yo había hecho el amor por
primera vez. Sin precauciones.

Narración en segunda persona:

Carta a una señorita en París


Fragmento
(Julio Cortázar)
“Usted sabe por qué vine a su casa, a su quieto salón solicitado de mediodía.
Todo parece tan natural, como siempre que no se sabe la verdad. Usted se
ha ido a París, yo me quedé con el departamento de la calle Suipacha,
elaboramos un simple y satisfactorio plan de mutua convivencia hasta que
septiembre la traiga de nuevo a Buenos Aires y me lance a mí a alguna otra
casa donde quizá... Pero no le escribo por eso, esta carta se la envío a causa
de los conejitos, me parece justo enterarla; y porque me gusta escribir
cartas, y tal vez porque llueve…”
Punto de vista

Aunque el uso de las personas gramaticales nos proporciona pistas sobre el punto de vista o
el ángulo desde donde se cuenta, Oscar Taca advierte que el narrador puede contar los
hechos desde distintas perspectivas. Puede contar desde afuera, referir los hechos sin
ninguna alusión a sí mismo; pero, el narrador también puede participar en los sucesos
narrados. Esta participación puede asumirse desde:

Un papel protagónico:

Soroche
Fragmento
(Mónica Ojeda)

“Lo llaman mal de aire, mal de altura, mal de montaña, mal de páramo,
apiñamiento, soroche, pero siempre que te da te quieren hacer mascar coca
como si fueras una alpaca, y a mí eso no me gusta. A mí eso me parece
asqueroso. Una vez me dieron un té de coca y fue lo más repugnante que he
probado en mi vida. Yo sé lo que es estar muy alto. ¿Sabes? Yo he estado en La
Paz, en Quito, en Cuzco. He viajado porque me gusta conocer sitios y culturas
nuevos. Viajo, como mínimo, dos veces al año, y no a cualquier continente, sino
a países donde el panorama es duro. No hago turismo chic, no señor. Yo me
lanzo a la aventura y a veces eso tiene consecuencias…”

Mónica ojeda
Un testigo presencial:

El antropófago
Fragmento
(Pablo Palacio)

Allí está, en la Penitenciaría, asomando por entre las rejas su cabeza grande y
oscilante, el antropófago. Todos lo conocen. Las gentes caen por allí como
llovidas por ver al antropófago. Dicen que en estos tiempos es un fenómeno. Le
tienen recelo. Van de tres en tres, por lo menos, armados de cuchillas, y cuando
divisan su cabeza grande se quedan temblando, estremeciéndose al sentir el
imaginario mordisco que les hace poner carne de gallina. Después le van
teniendo confianza; los más valientes han llegado hasta a provocarle,
introduciendo por un instante un dedo tembloroso por entre los hierros. Así
repetidas veces, como se hace con las aves enjauladas que dan picotazos. Pero
el antropófago se está quieto, mirando con sus ojos vacíos.

Pablo Palacio
Un papel secundario:

Un hombre sin suerte


Fragmento
(Samanta Schweblin)

El día que cumplí ocho años, mi hermana –que no soportaba que dejaran de
mirarla un solo segundo–, se tomó de un saque una taza entera de lavandina.
Abi tenía tres años. Primero sonrió, quizá por el mismo asco, después arrugó la
cara en un asustado gesto de dolor. Cuando mamá vio la taza vacía colgando de
la mano de Abi se puso más blanca todavía que Abi. –Abi-mi-dios –eso fue todo
lo que dijo mamá–. Abi-mi-dios –y todavía tardó unos segundos más en ponerse
en movimiento. La sacudió por los hombros, pero Abi no respondió. Le gritó,
pero Abi tampoco respondió. Corrió hasta el teléfono y llamó a papá, y cuando
volvió corriendo Abi todavía seguía de pie, con la taza colgándole de la mano.
Mamá le sacó la taza y la tiró en la pileta. Abrió la heladera, sacó la leche y la
sirvió en un vaso. Se quedó mirando el vaso, luego a Abi, luego el vaso, y
finalmente tiró también el vaso a la pileta. Papá, que trabajaba muy cerca de
casa, llegó casi de inmediato, pero todavía le dio tiempo a mamá a hacer todo el
show del vaso de leche una vez más, antes de que él empezara a tocar la bocina
y a gritar. Cuando me asomé al living vi que la puerta de entrada, la reja y las
puertas del coche ya estaban abiertas. Papá volvió a tocar bocina y mamá pasó
como un rayo cargando a Abi contra su pecho. Sonaron más bocinas y mamá,
que ya estaba sentada en el auto, empezó a llorar. Papá tuvo que gritarme dos
veces para que yo entendiera que era a mí a quien le tocaba cerrar.

Samanta Schweblin
No participa del tiempo ni de las acciones:

La fe mueve montañas
(Augusto Monterroso))

Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario,


con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero
cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea
de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era
más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche
anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que
resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas
permanecen por lo general en su sitio. Cuando en la carretera se produce un
derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o
inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.
En todos los casos, el narrador asume una posición para narrar los hechos y una focalización; es
decir, un punto de vista desde el cual contar la historia.
Como lo hemos visto con el cuento de Jorge Luis Borges, la historia deberá contarse a partir de
una secuencia narrativa; es decir, en el encadenamiento de acciones, situaciones o
acontecimientos que tienen lugar en la narración. Generalmente, una secuencia narrativa
dispone de tres grandes momentos: la introducción, el nudo y el desenlace, cada momento
permite la caracterización del espacio, tiempo o personajes, al igual que posibilita la
estructuración de las acciones que desarrollan los distintos personajes de la historia. Estas
acciones tienen diferentes grados de importancia y están unidas, por lo general, a través de una
relación de causa/efecto: es decir, una acción es consecuencia de otra acción previa en función
del climax, que es el momento más álgido de la narración.

Veamos un gráfico que sintetiza la secuencia narrativa

Estructura de la acción en el cuento


In media res
La técnica denominada
In medias res (expresión
latina que significa "en Clímax
mitad del asunto")
consiste en comenzar una
narración por la mitad de
la historia en lugar de por
su inicio.

Introducción Desarrollo Desenlace


Ambientación Indicios y conflicto Resolución
del conflicto
¿Dónde? Acciones Consecuencias

¿Cómo? Hechos Recompensas

¿Cuándo? Emociones Hechos finales


Tema, intensidad y tensión en el cuento

Los cuentos, por su brevedad, se enfocan en un tema que le da su significación. De la elección


del tema depende el desarrollo de la historia. Aunque existen diversos temas que pueden ser
abordados en la literatura, ya Juan Rulfo afirmaba: «[…] Al querer contar algo sobre ciertos
temas; sabemos perfectamente que no existen más que tres temas básicos: el amor, la vida y la
muerte. No hay más, no hay más temas, así es que para captar su desarrollo normal, hay que
saber cómo tratarlos, qué forma darles; no repetir lo que han dicho otros».
Para Julio Cortázar el tema es: “Esa fabulosa apertura de lo pequeño hacia lo grande, de lo
individual y circunscrito a la esencia misma de la condición humana”. Tal significación, igual que
en la fotografía, se logra mediante la elección de una imagen o evento que generan en el lector
esa apertura hacia una sensibilidad que es capaz de captar algo que va más allá de la
anécdota”. En definitiva, cuando Cortázar habla de tema se refiere a una idea que surge en
cualquier momento a partir de una anécdota o de una historia que alguien cuenta. Es una
síntesis de lo significativo que se aspira comunicar a través de la historia.

Un cuento, como observa la escritora mexicana Guadalupe Nettel, viene más de una imagen, de
una revelación, de un instante. Afirma que en un cuento hay muchas cosas que quedan
insinuadas porque se concentra en un instante. Es como elegir el mejor fotograma de toda la
película. Todo lo que pasó después de la fotografía y todo lo que pasó antes se detiene en un
instante y ese instante es muy poderoso. Tiene precisión, concisión, intensidad. Pero, ¿cómo
definir la intensidad? Como lo advirtiera Edgar Allan Poe el cuento es una unidad compacta que
se caracteriza por la presencia de un hecho único, la brevedad, la intensidad y un final
sorpresivo.

El hecho único es la base argumental. Sobre él se entrelazan los elementos que lo constituyen.
Según Manuel Serrano, la atención del lector se logra a partir del factor “sorpresa”. Por ello, la
brevedad del cuento no remite a la cantidad de páginas, sino a la síntesis como composición
que condensa con cada acción una fuerza expresiva que capture la atención del lector. Cuando
se habla de intensidad, se piensa en la suma de elementos con fuerza, se evita entonces
cualquier aspecto que diluya la acción. Así, la tensión se debe mantener desde el inicio hasta el
final. Por último, el final sorpresivo es la culminación de la tensión y su máxima expresión. Este
debe generar la sensación de extrañeza y misterio, el impacto debe ser similar a cuando algo
insólito rompe con lo cotidiano. Y es que, de alguna manera, aunque el lector común no sea
consciente de ello, es esa proporción la que nos permite reconocer intuitivamente un cuento. El
cuento exige un lector despierto por la economía del lenguaje y la intensidad que exige el
género. Veamos algunos ejemplos de la letra de Ednodio Quiroga.
LA VACA

Mi abuelo tenía una vaca que se alimentaba de morocotas. Un día la vaca amaneció muerta a
la orilla del río y los zamuros se la comieron. Mi abuelo buscó la escopeta y se pasó el resto de
su vida cazando zamuros.

JINETE

En mi pueblo vivía un loco que montaba un caballo de palo. Una noche, por encima de
los tejados alumbrados por la luna, pasó una bruja encaramada en una escoba. El loco
la vio pasar, y sin pensarlo dos veces clavó las espuelas al caballo. Nunca más supimos
del jinete.

MUÑECAS

Cuando murió mi hermanita la enterramos junto con sus muñecas para que le hicieran
compañía. Transcurridos noventa años de aquel triste suceso, he llegado a convencerme que
las muertas fueron las muñecas, y enterramos también a mi hermanita para que les hiciera
compañía.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE AUTÓNOMO

INSTRUCCIÓN

A partir de la historia narrada en el cortometraje


(https://www.youtube.com/watch?v=e3oJ8HVgW8Q) y la identificación de su
secuencia narrativa, escribe un cuento adaptándolo para un destinatario que cuente
entre 7 a 10 años. Este será el desafío.

Revisa las siguientes directrices que guiarán tu trabajo.

- Coloca un título propio, sugerente y atractivo a tu cuento.


- Recuerda, tu destinatario es un niño de 7 a 10 años.

- Debe contar con una estructura secuencial clara

- No debe exceder una página. Debe estar escrito a 1, 5 de interlineado.


Tipo de letra: arial o time. Tamaño: 12

- Sube tu trabajo en la plataforma para la revisión por parte de un miembro


del curso. Revisa la lista de cotejo, que es el instrumento de evaluación.

Lista de cotejo

Aspecto a evaluar Cumple No cumple ¿Qué debe mejorar?


Coloco un título propio, sugerente y atractivo
Se basa en la historia y secuencia del
cortometraje "El minotauro"

Usa el lenguaje y adapta la historia para un


destinatario que cuenta con 7 a 10 años.

Cumple con el formato de extensión,


interlineado, tipo de letra y tamaño de esta.
Te recomendamos lo siguiente:

- Observa este cuento titulado: El niño que tenía dos ojos


(https://www.youtube.com/watch?v=e3oJ8HVgW8Q)

- También te invitamos a revisar los siguientes enlaces de distintos


autores, pulsa sobre el botón correspondiente al autor o autora.

Para niños

JULIO CORTÁZAR
MICHAEL ENDE

Para adolescentes

KORGE LUIS BORGES


MARIA FERNANDA AMPUERO

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