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INTRODUCCION 1
OBJETIVOS 2
OBJETIVOS GENERALES 2
EL ALCOHOLISMO 3
Predisposición genética 4
Adolescencia: etapa vulnerable 5
Causas del alcoholismo 6
Cómo superarlo… 7
Tratamiento del Alcoholismo 7
Cambios en estilo de vida y terapias 7
¿Se puede prevenir el alcoholismo? 8
¿En qué consiste el tratamiento del alcoholismo? 8
¿Cuáles son los peligros de consumir demasiado alcohol? 9
¿Cómo sé si tengo un trastorno por consumo de alcohol? 9
En el último año, usted: 9
¿Qué debo hacer si creo que podría tener un trastorno por consumo de alcohol? 10
La Importancia de Buscar Ayuda 12
INTRODUCCION
OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES
EL ALCOHOLISMO
El alcoholismo o dipsomanía, también conocido como trastorno por consumo de alcohol, se refiere
al uso nocivo o abuso del alcohol,1 caracterizado por una fuerte necesidad y ansiedad de ingerir
bebidas alcohólicas y/o licores, de forma que existe una dependencia física y psicológica del
mismo individuo, que se manifiesta a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es
posible su ingestión. El dipsómano no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en
aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.2 Se considera una enfermedad
crónica, progresiva y mortal por la Asociación Médica Estadounidense, al igual que otras
drogodependencias.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo determina como «toda forma de
embriaguez que excede el consumo alimenticio tradicional y corriente o que sobrepasa los
linderos de costumbres sociales...».3
La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental,
el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta
enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su
alrededor. Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas
características genéticas que se cree que están relacionadas con la dependencia del alcohol. Los
investigadores continúan indagando acerca del vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo.
Actualmente no existe una posible cura para esta enfermedad; sin embargo muchos alcohólicos se
mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso
para vencer esta enfermedad. Pero es innegable que para que un adicto al alcohol pueda recibir
tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar su condición de
dependencia.4
Hasta el momento no existe alguna causa común, aunque varios factores genéticos y ambientales
pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo. Por lo tanto hay evidencias que
muestran la posibilidad de ser alcohol dependiente, como la historia familiar, es decir, quien tiene
un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad.
Otros factores pueden ser el estrés o los problemas que tiene la persona que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad,
conflicto en relaciones interpersonales, depresión y aceptación social del consumo de alcohol.5
Según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) los pacientes alcohólicos suelen presentar
hasta en un 80 % de los casos otros trastornos psiquiátricos asociados y, por lo tanto, ser
considerados como pacientes con patología dual.
Predisposición genética
Con el desarrollo de las técnicas de estudio del ADN, se ha relacionado la existencia de secuencias
concretas o SNP (cambios de solo una base nitrogenada presente en una parte pequeña, aunque
representativa, de la población), con lo que se demostraría una tendencia genética a desarrollar
alcoholismo determinada por el propio genoma.7
Esta tendencia podría tener su base molecular en el distinto estado de metilación de algunas islas
CpG, y puede ser estudiado mediante un análisis de SNPs.8
La influencia genética está indicada por estudios que demuestran que hay un riesgo de por vida
del 25 al 50% para el alcoholismo en hijos y hermanos de hombres alcohólicos.9 Una posible base
bioquímica es una diferencia metabólica tal que aquellos propensos a la dipsomanía tienen niveles
más altos de acetaldehído que da efectos placenteros, mientras aquellos que no son propensos al
alcoholismo tienen niveles más altos de un metabolito, dando efectos desagradables.
A su vez, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del alcohol se relaciona con el 70
% de las muertes por accidentes de tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre los 15 y
los 30 años de edad. Se estima que 27 000 mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito
y la mayoría se debe a que se encontraban bajo los efectos del alcohol.14
En los accidentes suelen sufrir heridas más graves los conductores que han bebido. Además, el
efecto del alcohol en el corazón y la circulación de la sangre reduce las probabilidades de
supervivencia en caso de realizarse una intervención quirúrgica de emergencia.[cita requerida]
A diferencia de lo que cree mucha gente, la mayoría de los fallecimientos relacionados con el
alcohol corresponden a los propios conductores ebrios, señala un informe del Instituto Nacional
de la Salud y de la Investigación Médica de Francia.[cita requerida] En vista de los peligros, el
informe ofrece las siguientes recomendaciones: No beber cuando se vaya a conducir, no subir a un
vehículo con un conductor que haya bebido, y no permitir que los amigos o familiares conduzcan
bajo los efectos del alcohol.
El consumo de alcohol / alcoholismo afecta de forma negativa a todo el organismo del bebedor,
incluso puede dañar al feto en casos de embarazo y consumo de alcohol.
Los efectos del alcohol y del alcoholismo en el organismo dependen varios factores como el peso,
edad, sexo, velocidad en su ingesta, etc. A pesar de la euforia y deshinibición iniciales, afectan
negativamente a los músculos, al sistema nervioso, estómago, sistema cardiovascular, hígado,
páncreas, intestino o genitales, provocando enfermedades como la miopatía, polineuropatía,
neuritis, encefalopatía, psicosis, gastritis, vómitos, hipertensión arterial, arterioesclerosis,
hepatitis, cirrosis, pancreatitis, deficiencias nutricionales, impotencia, atrofia testicular, etc.
Una de las causas de la adicción al alcohol pueden ser factores internos de la persona, como
miedos personales, traumas, situaciones de estrés prolongadas, bajo nivel de autoestima o
situaciones personales similares que provocan que la persona busque en el alcohol una forma de
evadirse de estas realidades y caiga en el alcoholismo.
El estilo de vida y el entorno que rodea a la persona puede ser otra causa del alcoholismo. Si la
persona lleva unos hábitos y rutinas poco saludables y poco beneficiosas que le incitan a beber, es
fácil que caiga en el alcoholismo.
La falta de habilidad para socializarse y encontrarse a gusto con el entorno y el mundo que le
rodea, y la falta de habilidades sociales para desenvolverse en el trato diario con los demás
también pueden provocar la búsqueda de dichas habilidades a través del alcohol. Este es una
causa común del abuso del alcohol y del alcoholismo.
Otro motivo por el que la persona puede verse con una adicción al alcohol y un grave problema de
alcoholismo es una mala situación familiar. Situaciones de violencia dentro de la familia, o una
mala situación sentimental con la pareja llevan a la persona al consumo de alcohol en vez de
afrontar las situaciones.
Cómo superarlo…
Los problemas de salud provocados por el alcoholismo o el estilo de vida asociado hacen que la
persona tenga que cambiar hábitos y conductas para superar las enfermedades. No querer
afrontar estos problemas puede provocar que precisamente se “refugie” en el consumo de alcohol
para no tener que hacer frente a su realidad en materia de salud.
Además de las terapias individuales, en los centros y comunidades terapéuticas se crean grupos de
autoayuda. Esto favorece notablemente que adquieran habilidades sociales, sientan empatía,
aprendan a gestionar y solucionar conflictos y establezcan relaciones personales positivas.
Para ello, es importante la actitud de la familia, no sólo prohibiéndoles, sino también no consumir
alcohol con frecuencia delante de ellos ni hablar de cuánto bebían de jóvenes, ya que así el joven
puede ver el consumo de alcohol como algo normal y deseable cuando se está con amigos.
El primer paso es que el paciente reconozca la adicción. Para tratar el síndrome de abstinencia,
puede ser necesario el ingreso hospitalario. Esta fase se llama desintoxicación, y la última fase es
la des habilitación, que tiene como objetivo que el paciente no beba nunca más.
Pérdida de control: Incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó
¿Terminó bebiendo más o por más tiempo más de lo que había planeado?
¿Encontró que beber, o sentirse mal por beber, a menudo interfirió con su vida familiar, trabajo o
escuela?
¿Siguió bebiendo a pesar de que estaba causándole problemas con su familia o amigos?
¿Se puso en situaciones peligrosas mientras bebía o después de beber? Algunos ejemplos son
conducir borracho y tener relaciones sexuales de alto riesgo
¿Siguió bebiendo aunque le hiciera sentir deprimido o ansioso? ¿O cuando agravaba otro
problema de salud?
¿Debió beber más y más para sentir los efectos del alcohol?
¿Tuvo síntomas de abstinencia cuando se le estaba pasando el efecto del alcohol? Los síntomas
incluyen problemas para dormir, temblores, irritabilidad, ansiedad, depresión, inquietud, náuseas
y sudores. En casos severos, usted podría tener fiebre, convulsiones o alucinaciones
Si tiene alguno de estos síntomas, su consumo de alcohol ya puede ser motivo de preocupación.
Cuantos más síntomas tenga, más grave es el problema.
Identificar si se tiene un problema con el alcohol es esencial para buscar ayuda a tiempo. Algunas
señales que podrían indicar la presencia de alcoholismo incluyen:
Normalización del Consumo: Convencerse de que ciertas bebidas alcohólicas, como la cerveza o el
vino, no son realmente alcohólicas es una forma de normalizar el consumo, lo cual puede ser
indicativo de un problema subyacente.
Deseo Constante de Beber: Sentir un deseo constante de consumir alcohol y ser incapaz de
evitarlo son signos preocupantes que podrían señalar una dependencia.
Según la encuesta "Edades, 2022" del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA),
el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida en España. Algunos datos
relevantes incluyen:
El 16,7% admitió haberse emborrachado en el último año, con una disminución respecto al 19,4%
en 2020.
El alcoholismo, más allá de ser una enfermedad física, tiene ramificaciones profundas que afectan
la vida en diversos niveles. Entender las consecuencias del alcoholismo es crucial para concientizar
a la sociedad sobre la gravedad de esta condición y fomentar la búsqueda de ayuda.
Salud Física. Deterioro Progresivo: El abuso crónico de alcohol puede tener consecuencias
devastadoras para la salud física. Problemas hepáticos, como la cirrosis, son comunes entre los
alcohólicos. Además, el alcoholismo está vinculado a trastornos cardiovasculares, pancreatitis y
daño neurológico. El riesgo de accidentes y lesiones también aumenta considerablemente, ya que
el alcohol afecta la coordinación motora y el juicio.
Salud Mental. Impacto en el Bienestar Psicológico: El alcoholismo no solo afecta el cuerpo, sino
también la mente. La depresión, la ansiedad y otros trastornos psicológicos son comunes entre
quienes luchan contra la adicción al alcohol. El consumo prolongado puede alterar la química
cerebral, exacerbando los problemas de salud mental existentes y generando nuevos desafíos
emocionales.
Relaciones Familiares. Desgaste y Rupturas: El alcoholismo puede desencadenar tensiones
significativas en las relaciones familiares. Los afectados suelen descuidar sus responsabilidades
como padres o parejas, lo que contribuye a la desconfianza y al distanciamiento. La violencia y la
agresividad asociadas al alcoholismo pueden crear un ambiente familiar tóxico, afectando
negativamente a cónyuges e hijos.
El alcoholismo no solo afecta la salud física, mental y social de la persona que lo padece, sino que
también influye de manera significativa en su entorno. Es esencial reconocer las señales
tempranas, buscar apoyo profesional y abordar esta enfermedad de manera integral. Con
conciencia y tratamiento adecuado, es posible superar el alcoholismo y recuperar una vida plena y
saludable.